¿Para
evitar el espantajo PP-VOX vale cualquier cosa? ¿Dejar abandonados y sin
horizonte a los catalanes no independentistas no es un precio demasiado alto?
El tiempo lo dirá, pero el conflicto civil asoma la nariz tras la puerta del
Congreso.
Sobre la ley de amnistía y sus
objetivos (I)
El Viejo Topo
21 noviembre, 2023
Para Aníbal Vázquez
(1955-2023), alcalde de Mieres, in memoriam.
Lo único bueno
que hemos sacado del proceso es esa carta blanca que se nos ha concedido, un
nuevo café para todos, pero sin transición, ni falta que nos hace. ¿Que le
imputan a usted por malversación? Lawfare… ¿Que exhibe sus partes apestosas a
la salida de un colegio? Lawfare. Yo no domino el inglés, pero imagino que
lawfare significará algo así como «¿Pasa algo?», pronunciado con acento
chulapo. La amnistía supone además volver exactamente a 2016, con sus
esperanzas de un referéndum, con sus sueños irrealizables y con la palabrería
barata de una republiqueta que está siempre cerca. Al igual que hace siete
años, con la excepción de que algunos habrán pasado por la cárcel, otros habrán
echado su vida por la borda y otros habrán vivido la vida loca en su
autodenominado exilio, pero todos ellos son siete años más viejos, siete años
perdidos, siete años no en el Tíbet sino en el limbo. No habría merecido la
pena nada de lo que hemos vivido si no fuera por todo lo que hemos reído a su
costa durante todo este tiempo, por todas las risas que nos han proporcionado.
Y porque, si se atreve a volver, el líder de JuntsxRes (o cómo se llamen hoy)
oirá siempre a alguien gritar «¡Vivales!» a su paso, y este placer no hay amnistía
que nos lo hurte.
Albert Soler (Diari
de Girona, 2023)
Pedro Sánchez
ha traicionado a los millones de catalanes que no comulgamos con la rueda de
molino del proceso y de los pseudoreferéndums de los años 2014 y 2017,
organizados por CDC (hoy Junts x Catalunya) y ERC. El pacto para la investidura
que ha suscrito el líder del PSOE con estos dos partidos independentistas
contempla la aprobación de una ley de amnistía para todos los involucrados
judicialmente en estos traumáticos eventos, que fragmentaron y confrontaron
gravemente a la sociedad catalana. La amnistía, si antes no viene precedida de
un perdón sincero por parte de sus beneficiarios por todo el daño que hicieron
a la convivencia entre los catalanes, es una burla y un grueso error político… Si
Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, los principales responsables de la
performance del 1-O, no piden públicamente perdón por el incendio que causaron
con su insensata aventura secesionista, yo me planto y digo “no” a la amnistía.
Que sean juzgados quienes todavía no lo han sido y que después se les conceda
el indulto, como muestra de buena voluntad.
Jaume Reixach
(Editorial
de El Triangle, 15/XI/2023)
Un breve apunte
sobre la sesión de investidura del pasado miércoles 15 al final de esta nota1. Permítanme una sugerencia inicial: si siguen los
debates parlamentarios (mi caso por ejemplo) y sus fuerzas psicológicas no son
extraordinarias, busquen ayuda farmacológica cuando llegue el momento. No
pienso solo, aunque también, en Núñez Feijoo o en Abascal. Se lo digo por
Miriam Nogueras. Probablemente vieron su “actuación” del pasado miércoles
noche. Insorportable es palabra que se queda corta (hay otras, me las guardo
por el momento). Eduard Pujol, otro de los siete, fue uno de sus maestros.
Sobre la
segunda cita: muchos ciudadanos de Cataluña (y del resto de España), que nada
tienen que ver con la derecha ni con la extrema derecha, se sienten muy
representados por las palabras de Jaume Reixach, director de El
Triangle, un periodista crítico marcadamente catalanista, años luz alejado
de cualquier españolismo trasnochado.
Sobre la
primera cita: ¡ojalá pudiera uno digerirlo todo con la sabiduría y sentido del
humor de Albert Soler! Quina enveja!, ¡qué envidia! Tampoco está mal, en
la línea de Soler, el comentario de Manuel Jabois del pasado miércoles
(en El País): “Eso [la aprobación de la ley] significa que a partir
de hoy no se vuelve a poder infringir la ley si uno quiere independizar
Cataluña, salvo que dentro de unos años algún partido político, quién sabe si de
nuevo el PSOE, necesite otra vez los votos de los nuevos condenados. El
conflicto es largo, pero más larga y cara es la paz, sobre todo cuando es
fingida”.
Recordemos la
finalidad de la ley: “Los Grupos Parlamentarios abajo firmantes [uno
finalmente, el PSOE] tienen el honor de dirigirse a la Mesa [del Congreso de
Diputados], al amparo del artículo 124 y siguientes del Reglamento
vigente, para presentar la siguiente Proposición de Ley Orgánica de
amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña”.
Remarco: la normalización institucional, política y social en Cataluña, que no
puede querer decir volver a una situación (continuar de hecho) en la que las
fuerzas y colectivos nacionalistas puedan hacer lo que les vengan en
gana, y todos sin rechistar y hablando de oasis.
Recordemos también que
la ley conlleva la anulación del delito. No es indultar, es otra cosa. La
proposición de ley pretende anular la responsabilidad penal, administrativa y
contable de todos los que cometieron delitos relacionados con el proceso
soberanista en Cataluña durante más de una década, entre el 1 de enero de 2012
y el 13 de noviembre de 2023. Como si no hubieran delinquido. Su CV estará
libre de culpa y responsabilidad. (En el decir y sentir nacionalista, que
siguen diciendo y sintiendo: actuamos democráticamente, hicimos lo que tocaba
hacer, no obramos mal, no nos arrepentimos de nada).
Antes de entrar
en materia repasemos brevemente lo sucedido estos últimos meses, teniendo
en mente y alma a ser posible estos años de desgarro, insultos,
marginación y menosprecio (a la ciudadanía no nacionalista) y de alta tensión
política a los que se alude en el mismo texto de la ley. Recordemos, por
ejemplo, las palabras de uno de los posibles amnistiados, Quim Torra: “¡Son
bestias con forma humana!”. Y como esta, miles.
Lo más esencial
(no pretendo una descripción minuciosa):
- Durante la campaña electoral de julio de 2023, el PSOE, por boca de su
candidato a la presidencia del gobierno y de numerosas voces del partido
(que también se habían manifestado en el mismo sentido tiempo atrás),
sostuvo que era impensable (e indeseable) una ley de amnistía. Nada la
justificaba. Entre otras razones porque la amnistía era “claramente”
anticonstitucional y, además, injusta. De ahí que sea fácil quedarse con
la boca muy abierta, y sin poder cerrarla, cuando se lee en la
exposición de motivos de la ley: “Todo ello nos permite inferir que la
amnistía, lejos de ser una figura inconstitucional, forma parte del pacto
fundacional de la democracia española y se presenta como unafacultad
de las Cortes Generales, en las que está representado todo el pueblo
español, titular de la soberanía nacional.”
Recordemos, por otra parte, que solo los partidos nacionalistas llevaron en su programa la defensa de una ley de amnistía. Fueron apoyados por 1.500.000 de ciudadanos (aproximadamente un 6% de los votantes). - ERC y Junts obtuvieron el 23J el peor resultado de la historia
reciente, cuarta y quinta fuerza respectivamente en el ámbito de Cataluña:
462.027 en el caso de ERC (más o menos la mitad de su resultado en 2019) y
392.544 votos en el caso de Junts (frente a los 527.375 de los anteriores
comicios). Unos 850 mil votos en total (Para comparar: el PSC obtuvo
1.213.006, casi 400.000 votos más que la suma de ambos). Parece
evidente cuál fue la orientación mayoritaria de la ciudadanía de Cataluña.
La suma de los votos de ERC, Junts y CUP alcanzó el 27%.(Entre paréntesis:
una parte de ese derrota nacionalista hay que atribuirla a una arista no
siempre recordada: al hacer, a la resistencia y plantar cara de la
ciudadanía no nacionalista de .Cat).
- Tras el resultado, el PSOE defiende desde la instancia 23J + 1 la
necesidad de llegar a acuerdos con las fuerzas nacionalistas, pero tarda
meses en llamar a las cosas por su nombre y usar el término amnistía. Es
Junts (también ERC más tarde) quien pone el tema encima de la mesa. Sin
amnistía no hay votos y sin votos no hay investidura.
- Sin poder precisar fecha (mi memoria no acuña bien las malas monedas),
Yolanda Díaz, toda sonrisas, y Jaume Asens, con el estilo de siempre, se
hacen una fotografía imborrable e inolvidable para la ciudadanía de
izquierdas con dos fugados marcadamente hispanofóbicos: Puigdemont-Vivales
y Toni Comín. Muchos, incluidos muchos votantes de la formación, quedamos
entre el estupor y lo incomprensible.
- Entre sectores de izquierda se va imponiendo poco a poco un argumento
que puede ser resumido del siguiente modo: tal vez haya llegado el momento
de una amnistía, pero esa amnistía no puede ser concebida ni concedida a
cambio de los siete votos de Junts. No vale, no cabe amnistiar por siete
votos. Debe ser un momento de ruptura, debe significar un cambio de
orientación. La concesión de la amnistía debe conllevar que las fuerzas
secesionistas reconozcan sus errores (y maldades políticas) y una renuncia
clara y leal a las vías unilaterales y a estrategias afines. Si se quiere:
una especie de empecemos de nuevo y hagámoslo bien y con lealtad.
- Nada de ese cambio de orientación circula por las venas y arterias del
nacional-secesionismo. Siguen pensando que lo hecho fue no solo correcto
sino necesario y democrático. Ninguna autocrítica por su parte, ninguna
petición de perdón, ninguna rectificación. Aún más: algunos colectivos
nacionalistas siguen afirmando que Cataluña ya se autodeterminó, en
términos de secesión, el pasado 1-O de 2017. Una “fecha histórica” para ellos
que quieren imponer a toda la ciudadanía.
- Crónica anunciada y cumplida: fracaso de Núñez Feijoo en su intento de
investidura, con elogios e intentos de aproximación a Junts en
determinados momentos. Saben que en el fondo son de los suyos, visten con
los mismos trajes y tienen los mismos gustos.
- La posición de sectores de la ciudadanía de izquierdas va cambiando.
Se va imponiendo una variante del argumento anterior que modifica
cláusulas esenciales: hay que evitar de todas-todas (siempre y cuando sean
concesiones razonables) un gobierno PP-VOX. Se citan a título de alarma
sus prácticas de gobierno en las comunidades donde forman coalición. No es
imprescindible el cambio de orientación de los nacionalistas. No es
necesario “un cambio de paradigma”. París vale una misa y el gobierno de
coalición demanda una amnistía.
- PSOE y SUMAR (y los numerosos grupos que lo forman) van juntos en la
misma línea. También Podemos, que crítica con otras aristas a SUMAR y el
PSOE.
- Se hace público el acuerdo de legislatura entre PSOE y SUMAR. Mucho
teatro, demasiado teatro. Podemos pinta poco o nada.
- PSOE-ERC firman un acuerdo (que incluye la ley de amnistía) del que
hemos hablado en estas mismas páginas. Numerosas concesiones al decir
nacionalista.
- PSOE-Junts firman un acuerdo que en sus primeras líneas acepta una
buena parte del relato nacionalista sobre la historia de Cataluña… ¡en
estos tres últimos siglos, desde 1714! El España contra Cataluña,
1714-2014, de hace unos años. Con palabras de Joaquim Coll: “En primer
lugar, ambas partes aceptan que existe un conflicto político, lingüístico
e institucional que se remonta a 1714, y que «los acuerdos deben responder
a las demandas mayoritarias del Parlamento de Cataluña», obviando los límites
constitucionales, y sin aclarar qué se entiende por demandas mayoritarias
(los independentistas esgrimían en 2017 su mayoría absoluta en la cámara
catalana)”. La única voluntad es la del pueblo de Cataluña y sus
representantes en el Parlamento de Cataluña, orillando, entre
otras cosas,la necesidad de mayorías muy reforzadas para
reformas centrales.Para completar el cuadro: revisen la intervención
de Miriam Nogueras (incluidas sus estudiadas poses y su cara de palo) del
pasado miércoles noche.
- Días con fuerte movilización de la derecha y de la extrema derecha,
incluyendo colectivos fascistas o fascistoides (pero también otros
ciudadanos disconformes con la amnistía que no puede ser caracterizados
así), movilizaciones que pueden mantenerse en el tiempo e incluso
incrementarse. La izquierda, apenas movilizada contra los crímenes de
Israel, permanece pasiva.
- El pasado lunes el PSOE, sin la firma de las otras fuerzas que van a
apoyar a Sánchez en la investidura (Sumar asegura que no ha firmado por
petición expresa del PSOE; Jaume Asens ve razonables las dudas de ERC
sobre el blindaje de los casos de terrorismo que ofrece el texto
registrado), presenta una proposición de ley orgánica de amnistía que se
solicita se tramite por el procedimiento de urgencia, al amparo del
artículo 93 del vigente Reglamento.
- Los sectores de izquierda a los que he hecho referencia apoyan la ley,
la encuentran razonable (también los acuerdos con ERC y Junts). No queda
otra, no hay “otra alternativa” real, sin sueños, para evitar un gobierno
PP-VOX, el objetivo central. Desconsideran la celebración de nuevas
elecciones. Pero, ¿lo es, es razonable la ley de amnistía presentada,
un proyecto de ley que, obviamente, puede ser modificado durante su
tramitación parlamentaria (más los acuerdos PSOE-ERC y PSOE-Junts)?
Lo vemos en la próxima página herida, pero déjenme que señale que es inadmisible que se unan con el mismo hilo esta amnistía y la amnistía de 1977. Algunos compañeros y compañeras, luchadores antifranquistas con años de dura cárcel a sus espaldas, afectados por la ley de 1977, han mostrado su radical disconformidad por tamaño disparate. La amnistía de 2023 es otra cosa y tiene otros protagonistas, nada que ver. Esos mismos compañeros, también otros, señalan otro nudo: ¿en qué posición queda la ciudadanía de izquierdas no nacionalista de Cataluña tras los pactos de PSOE(PSC) y Sumar-En Comú Podem con ERC y Junts?
Añado
finalmente:
1. La Fundación Rosa Luxemburg (Die Linke) convocó una conferencia para
discutir sobre Europa, y canceló finalmente la invitación a Jeremy Corbyn
(originalmente en la lista de participantes). Por ser pro-palestino. Cancelar,
vetar, en la que fue una izquierda transformadora. ¡Quién les ha visto, y quién
les ve! ¡ni sombra de lo que fueron!
2. Los crímenes de guerra de Israel se cuentan por miles en Gaza, en Palestina.
¿Vamos a permitirlo? ¡Sigamos en pie de paz, en pie de resistencia!
Nota
1) Del discurso de investidura de Pedro Sánchez: 1.
Preámbulo de interés sobre temas de fondo. 2. Insistencia una y otra vez en el
temor (razonable) de que la derecha y extrema derecha, llegado el caso,
hicieran políticas irresponsables. 3. Elogio (desmedido) de las políticas del
gobierno de coalición de la pasada legislatura. 4. Líneas básicas del programa
para los próximos cuatro años (de difícil cumplimiento por alianzas con PNV y
Junts). 5. Incomprensión total de lo sucedido en Cataluña en estos últimos
años: ¡toda la culpa es del PP! 6. Idealización de la situación de supuesta
concordia en .Cat. 7. Defensa (débil en mi opinión) de la ley de amnistía
anclada en el lema defendido ante el comité federal del PSOE: hay que hacer de
la necesidad (los votos de Junts) virtud (¿qué actos son los virtuosos?) y,
desde luego, sin la más mínima crítica al nacional-secesionismo .Cat. Por la
tarde, dos ideas básicas (repetidas una y otra vez): un gobierno PP es un
horror y un gobierno PP-VOX es el infierno; algunos trucos parlamentarios
efectistas; por momentos chulesco y ad hominem, y una afirmación
incomprensible: Fraga tuvo una trayectoria política mejor que Núñez Feijoo.
Sumar: críticas menores y lista de asuntos pendientes, reivindicación de Sahara
y ninguna crítica sustantiva en lo que respecta a Ucrania y a la colaboración
militar del gobierno (apoyo a un portaaviones usamericano) en la guerra de
Israel contra Palestina. Junts: nacionalismo, nacionalismo y nacionalismo al
mismo tiempo que habla de la diversidad de Cataluña. Insoportable,
absolutamente insoportable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario