Publicado:
28 mar 2016 05:28 GMT
Apoyado por
aviación rusa, el Ejército sirio logró recuperar el control sobre la ciudad de
Palmira, una derrota del EI sobre la que no se han pronunciado los líderes de
EE.UU. y Reino Unido, escribe 'Independent'.
PALMIRA
Mikhail VoskresenskiySputnik
El Estado Islámico acaba de sufrir
su peor derrota en más de dos años, pero ni el presidente de EE.UU., Barack
Obama, ni el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, han dicho una sola
palabra al respecto, escribe Robert Fisk, corresponsal del diario británico 'Independent'.
"Menos de una semana después de
que las almas perdidas del 'Califato Islámico' destruyeran las vidas de más de
30 inocentes en Bruselas, deberíamos de estar aplaudiendo el fracaso más
aplastante en la historia del EI", la perdida de la ciudad de Palmira,
declarada patrimonio cultural de la humanidad por Unesco. Sin embargo, Cameron
y Obama "se quedaron tan callados como la tumba a la que el EI envió a
tantas de sus víctimas", escribe Fisk.
Fueron el Ejército sirio, Hezbolá y
los iraníes, apoyados por bombardeos rusos, los que "echaron a los
asesinos del EI de Palmira", mientras EE.UU. afirma que lanzó solo dos
ataques aéreos en contra del EI cerca de Palmira en los días previos a su
recuperación. Según el periodista, esta actitud "dice todo lo que se
necesitaba saber sobre la 'guerra contra el terror' de EE.UU.: quiso destruir
al EI, pero tampoco tanto".
"¿No se supone que nosotros
tenemos que combatir al EI? Olvídenlo, esa es tarea de [el presidente ruso
Vladímir] Putin", concluye.
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