lunes, 28 de septiembre de 2020
No se juzga ni al periodismo ni a la libertad de expresión no. A Assange, periodista, representante del periodismo y de la libertad de expresión, se le está formalizando la condena que ya le habían impuesto antes de juicio alguno los poderes financieros, los mismo que están llevando a la sociedad al borde de la barbarie, esto es, por los mismo grandes grupos del capital que tanto sufrimiento han causado y siguen causando a la sociedad. Que parezca que esto no afecta, para empeorar todavía más las condiciones de vida de los trabajadores eso ya es otra cosa.
¿Quién está detrás de la jueza que procesa a Assange?
Insurgente.org.
27.09.2020
Emma Arbuthnot es la
juez principal que instruye, en Londres, el proceso de extradición de Julian
Assange a Estados Unidos, donde podría ser condenado a 175 años de cárcel por “espionaje”, o
sea por haber publicado, como periodista de investigación,
pruebas de los crímenes
de guerra estadounidenses, como los conocidos videos sobre las masacres
perpetradas contra
civiles en Irak y Afganistán. Durante ese proceso,
en manos de la jueza Vanessa Baraitser, todos los pedidos de la defensa han sido
rechazados.
En 2018, luego de que
Suecia abandonara la acusación de violencia sexual, la jueza Arbuthnot se negó a
anular la orden de arresto, evitando así que
Assange pudiera obtener asilo en Ecuador.
Esta misma
jueza rechazó las conclusiones del Grupo de Trabajo de
la ONU sobre la detención arbitraria de Assange. Tampoco quiso escuchar las
conclusiones del responsable de la ONU
contra la tortura,
quien señaló que «Assange,
detenido en condiciones extremas de aislamiento no justificadas,
presenta síntomas típicos
de una exposición prolongada a la tortura sicológica».
En 2020, mientras miles
de detenidos pasaban a estar bajo detención domiciliaria, como medida contra el coronavirus,
Assange ha sido mantenido en prisión y
se ha visto
expuesto al contagio en condiciones de
debilitamiento físico. En el tribunal, Assange no puede
consultar a sus abogados, se le mantiene aislado en
una jaula de cristal blindado y se le
amenaza de expulsión si osa
abrir la boca.
¿Qué hay
detrás de tanto ensañamiento?
La jueza Arbuthnot
ostenta el título de «Lady» por ser la esposa de Lord
James Arbuthnot, conocido “halcón” del
Partido Conservador y ex ministro de Defensa,
notoriamente vinculado con el complejo militaro-industrial y los servicios
secretos británicos. Lord Arbuthnot es, además, presidente del comité de
consulta británico del Grupo Thales –transnacional
francesa especializada
en sistemas militares aeroespaciales– y
miembro del comité de consulta de la firma Montrose Associates,
que se especializa en
inteligencia estratégica, dos cargos generosamente retribuidos. Lord Arbuthnot
es igualmente miembro de la Henry Jackson
Society (HJS), influyente think tank transatlántico
vinculado al gobierno y a la inteligencia estadounidenses.
En julio pasado, el
secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, participó en una mesa redonda
organizada en Londres por la Henry Jackson
Society. Desde su época de director de la CIA,
Pompeo ha venido acusando a WikiLeaks –el
sitio web fundado por Assange– de ser «un
servicio de
espionaje del enemigo». Esta campaña de Pompeo coincide con
la de la Henry Jackson Society, que acusa a Assange de «sembrar
dudas sobre la posición moral de los gobiernos democráticos
occidentales, con apoyo de regímenes autocráticos».
En el consejo político
de la Henry Jackson Society, junto a Lord Arbuthnot, estaba hasta hace poco
Priti Patel, la actual
ministro del Interior del Reino Unido, precisamente la persona que tendrá que
firmar o no la orden
de extradición contra Julian Assange. A ese grupo de
presión, que viene
haciendo campaña por la extradición de Assange
–bajo
la batuta de Lord Arbuthnot y de otros personajes influyentes– está
estrechamente ligada la jueza Arbuthnot, nombrada por la
reina como
magistrado en jefe en septiembre de 2016,
cuando WikiLeaks ya había publicado –en marzo– los documentos
más
comprometedores para Estados Unidos.
Por cierto, entre
esos documentos están los correos electrónicos de la entonces secretaria de Estado
estadounidense, Hillary Clinton, que revelan el verdadero objetivo de la guerra
de la OTAN
contra Libia: impedir que el
gobierno encabezado por Muammar el-Kadhafi utilizara sus reservas en oro
para crear una moneda panafricana como alternativa al dólar
estadounidense y la franco
CFA –la moneda que Francia impuso a
14 ex colonias africanas.
El verdadero “delito”
cometido por Julian Assange es el de haber abierto una brecha en el muro de silencio político-mediático
tras el cual se esconden
los verdaderos intereses de poderosas élites
que,
desde la sombra protectora que el Estado Profundo les garantiza,
recurren repetidamente a la
carta de la guerra.
Ese es el poder oculto
que acusa a Assange y lo somete a juicio, como cuando se exponía a
los supuestos
herejes a los caprichos y la furia de la Santa
Inquisición. Si se decide su extradición a Estados Unidos,
Assange será sometido a «medidas
administrativas especiales» mucho más duras
que las que ya sufre en Reino
Unido. Será encerrado en una pequeña
celda bajo condiciones
de aislamiento, no podrá tener contacto
con su familia –ni siquiera a través de sus abogados,
quienes también serían
incriminados si se atreviesen a entregarle
algún mensaje. En otra
palabras, entregarlo a Estados Unidos sería
condenarlo a muerte.
Manlio Dinucci
Fuente
Il Manifesto (Italia)
Traducido al español
por la Red Voltaire a partir de la versión
al francés de Marie-Ange Patrizio.
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Ahora sí. Ahora la mosca ya ha dejado de estar tras la oreja y se está asentando en los tímpanos para tomar posiciones antes de que eche a patalear, y en consecuencia, la situación empieza a clarear, de modo que, la primera en la frente: el coronavirus es lo que sea desde el punto de vista biológico, en lo que no se entra aquí por falta de conocimientos, más lo que le cuelga, y uno de estos colgajos es que el coronavirus no es origen de ninguna crisis capitalista, puesta que esta empezó en 2008 y estaba presente y continuaba en 2020 cuando el coronavirus apareció. A sí que, lo vamos a dejar, porque eso es lo que muestra la realidad de los hechos, que el coronavirus, en tanto que colgajo, es la manivela mediante la cual los grandes capitales obtienen la tasa de ganancia que necesitan para que el capitalismo no se derrumbe, cosa que no podrá impedir ni el Potitos, porque ya no tiene otro recurso, aparte de la guerra. Guerra que también tendremos. Y la tendremos de forma clara a continuación de que los grandes capitales le hayan pegado el chupetón definitivo a los dineros públicos con esto del coronavirus, cuando completen el negocio de las vacunas. O sea, que solo es cuestión de tiempo. No me pierdan estas líneas, porque sin haber sido ni tu novio, ni tu amante ni tu marido, soy el que más te ha querido, vendría de perlas para cuando el cabo Furriel que de lectura a la declaración final de la próxima guerra diga eso de que ya nunca más una guerra, alguien se la pueda restregar por los hocicos diciendo: pero jomio, si esta guerra fue evitable, a qué fin nos vienes diciendo lo mismo que se dijo después de I y II Guerras Mundiales tras la matanza que hicieron los capitales con casi 100 millones, 100, de personas para salir de sus respectivas crisis, a pesar de lo cual tampoco salieron de ninguna crisis, sino que crearon las condiciones para producir la de los años 70 del siglo pasado y la de 2008 como crisis más significativas. ¿Y qué hacemos los trabajadores para evitar esta situación que somos los únicos que la podríamos evitar? Oiga, perdone que le diga, pero usted no me entiende. ¡Qué me sé yo lo que hay que hacer! Yo lo único que sé es lo que no hay que hacer, y es esto: no hacer nada de lo que me diga nadie que hay que hacer, y todavía menos si el que dice lo que hay que hacer no es trabajador corriente y moliente, porque lo que haya de ser hecho lo tenemos que decidir entre todos los trabajadores. Empiece hablando de este y otros asuntos con los que tenga más cercanos y va a ver la de cosas para hacer que les sale de esas discusiones, con lo que el asunto estaría encarrilado, y entonces sí. Entonces, yo sería el que le preguntaría a usted: ¿Y qué haremos?, porque ustedes discutiendo han sido dos, y si lo discutido lo han hecho de forma consciente, racional, lógica y desde el punto de vista que interesa al trabajo y no al capital, necesariamente estarán más en lo cierto que yo, que por muy chipiriguí que yo pudiera ser, dos siempre son más que uno. Que se me olvidaba, los trabajadores componemos la inmensa mayoría de la sociedad.
Vacuna contra la covid-19,
el lobby farmacéutico endosa a los gobiernos la factura de sus posibles efectos
adversos
Por Rozenn Le Saint | 26/09/2020 | Conocimiento
Libre
Fuentes: Kaos en la red
Una vez
obtenida la autorización de comercialización, los Estados se harán cargo de la
indemnización por los efectos secundarios graves, a menos que se demuestre la
culpa del laboratorio. La presión política para producir una vacuna en un
tiempo récord serviría como pretexto para aprobar este sistema de
indemnizaciones.
Incluso los
fabricantes de vacunas contra la Covid-19 temen los efectos secundarios
relacionados con la velocidad de su desarrollo. Tanto es así que no quieren
asumir las eventuales indemnizaciones de las potenciales víctimas. El lobby
farmacéutico en el viejo continente, y más concretamente la división Vacunas
Europa 1 de la Federación Europea de Industria Farmacéutica y Asociaciones
(EFPIA), lo afirmó en un comunicado dirigido a sus miembros ya en mayo de 2020.
«La
velocidad y la escala del desarrollo y de la salida al mercado hacen imposible
generar el mismo nivel de pruebas subyacentes de las que estarían normalmente
disponibles gracias a grandes ensayos clínicos y la experiencia adquirida en
colaboración con profesionales de la salud. Esto crea riesgos inevitables»,
escribe la EFPIA, que no ha respondido a las preguntas de Mediapart.
Esto
requiere «un importante sistema de compensación amistosa y sin reconocimiento
de culpa y una exención de responsabilidad civil», continúa. Nada
tranquilizador para el tercio de la población que desconfía de las vacunas, en
general, ni para cuatro de cada diez franceses, que se negarían a recibir una
inyección contra la Covid-19, sobre todo dada la brevedad del tiempo de
investigación.
La industria
farmacéutica viene usando este mismo argumento para convencer a los gobiernos
desde primavera. Y funciona. La Comisión Europea ya ha alcanzado un acuerdo de
compra anticipada de vacunas con una cláusula de este tipo con AstraZeneca. Se
trata del mismo laboratorio que anunció la suspensión de sus ensayos clínicos
el 8 de septiembre tras la aparición de un efecto adverso grave en uno de los
voluntarios; luego los reanudó en Gran Bretaña cuatro días después, sin más
explicaciones.
Esto es un
recordatorio de que el riesgo cero no existe en la investigación médica. Los
experimentos en seres humanos se llevan a cabo precisamente para evitar la
comercialización de productos con una relación riesgo/beneficio desfavorable,
si la eficacia no se considera suficiente en relación con el riesgo de efectos
secundarios.
La Comisión
Europea se encuentra actualmente en negociaciones avanzadas de compra
anticipada de vacunas en nombre de los 27 Estados miembros con otras cuatro
empresas: Johnson & Johnson, Sanofi, CureVac y Moderna. «Se está trabajando
en formalizar firmas en las próximas semanas y es importante que Europa negocie
con una sola voz, especialmente para los Estados europeos más pequeños»,
argumenta Guillaume Roty, portavoz de la representación de la Comisión Europea
en Francia.
Estos
contratos también incluyen una cláusula de exención de responsabilidad y son
vinculantes para cada país miembro que adquiera las vacunas. «En los acuerdos
alcanzados por la Unión Europea con los fabricantes de vacunas, y a fin de
alentar sus proyectos, se optó por compartir con ellos los posibles riesgos
asociados a esas vacunas para compensar los elevados riesgos asumidos por los
fabricantes en el contexto del desarrollo acelerado llevado a cabo a petición
de los poderes públicos», justifica el Ministerio francés de Sanidad a
Mediapart.
Traducción
de Antoine Béguin, abogado especializado en responsabilidad médica: «En cuanto
a la responsabilidad civil, es decir, la indemnización, la regla general es que
el laboratorio es responsable de la falta de seguridad del producto». Lo que se
prevé aquí es que, una vez obtenida la autorización de comercialización, «el
Estado se haga cargo de la indemnización derivada de los efectos secundarios
graves, a menos que se demuestre la culpa del laboratorio».
Si el
fabricante mintió a sabiendas a las autoridades públicas, como se acusó a
Servier en el caso del Mediator, entonces puede incurrirse en responsabilidad
penal, pero ese es un caso extremo. Si se demuestra que se trata de un defecto
de producción conocido por el laboratorio, y del que no ha informado a las
autoridades públicas, lo que provoca un efecto adverso, puede que tenga que
indemnizar a las víctimas. Por lo tanto, con pocas excepciones, la empresa
transfiere su responsabilidad financiera a su cliente, el Estado, en caso de
efectos secundarios.
«Si la Unión
Europea no firmara este tipo de cláusulas, las empresas farmacéuticas no se
aventurarían en busca de una vacuna. Esta es una medida necesaria porque
queremos dividir por diez el tiempo habitual requerido en investigación y
desarrollo. El productor tiene que ir mucho más rápido y, por lo tanto, asumir
más riesgos, sobre todo porque las empresas no pueden estar seguras de que su
investigación conduzca a una vacuna eficaz contra la Covid-19», argumenta
también Guillaume Roty, el portavoz de la Comisión Europea.
Estados
Unidos también ha aceptado que los fabricantes de sueros contra la Covid-19 se
curen en salud. Para la Unión Europea, la negociación de tales cláusulas con
los fabricantes de vacunas supone una novedad. De ahí el temor de los
defensores del acceso a los medicamentos, colectivo al que pertenece Yannis
Natsis, representante de la ONG European Public Health Alliance (EPHA), de que
esto pueda sentar un precedente. «El dinero público financia la investigación y
el desarrollo, el proceso de fabricación, la compra de vacunas y ahora, al menos
en parte, la posible compensación por los efectos secundarios. ¡La industria
farmacéutica se ha convertido en el negocio más seguro del mundo!», señala.
En cambio,
la mayoría de los Estados ya habían firmado esas exenciones de responsabilidad
del laboratorio en el 2000. Esos contratos los vinculaban a las empresas
farmacéuticas durante la campaña de vacunación contra la gripe H1N1, también
conocida como gripe A, la pandemia que se produjo en 2009.
En Francia,
esta «transferencia al Estado de la responsabilidad de los laboratorios por
productos defectuosos» ya fue denunciada en un informe del Senado realizado en
nombre de la comisión de investigación sobre la gripe A en julio de 2010. La
cláusula se juzga « muy chocante, porque exime en la práctica al productor,
salvo en caso de culpa probada, de toda responsabilidad, cuya carga transfiere
a la solidaridad nacional ».
15 millones de indemnizaciones
Diez años
después, ¿cuánto ha costado a la solidaridad nacional la compensación económica
por los efectos secundarios de la vacunación contra la gripe H1N1? Hasta el
momento, 15 millones de euros, según revela a Mediapart la Oficina Nacional de
Compensación de Accidentes Médicos (Oniam, por sus siglas en francés). Esta
institución pública se encarga de organizar dicho plan de compensación
financiera amistosa. En ese momento, apenas el 8% de la población francesa
había sido vacunada contra esta gripe.
Estos 15
millones de euros incluyen el importe del cheque final recibido por 57 víctimas
de efectos adversos de dicha vacuna, lo que supone una media de 320.000 euros
por persona, así como una compensación parcial para aquellos cuyos casos aún
están pendientes. Las secuelas suelen ser de por vida y muy graves; tras la
vacunación, la gran mayoría de las víctimas padece narcolepsia. Se trata de un
grave trastorno del sueño: los afectados no pueden evitar quedarse dormidos
varias veces, durante el día, a veces en mitad del día, y a menudo requieren la
ayuda de una tercera persona.
Desde 2011,
sólo una de cada tres denuncias presentadas por efectos secundarios
relacionados con la vacunación contra la gripe H1N1 ha derivado en una
compensación económica total. Así pues, esta transferencia de la
responsabilidad de la indemnización a Oniam, una vez más, preocupa a las asociaciones
de pacientes representadas por France Assos Santé. Sophie Le Pallec,
administradora de dicha asociación, lamenta: «No es normal fabricar a velocidad
de crucero vacunas que van a ser distribuidas a un gran número de personas pero
dejar en la cuneta a la minoría, que desarrollará efectos secundarios, porque
los habrá. Y si luego quieren ser compensados a través del Oniam, supone una
verdadera carrera de obstáculos», deplora.
Covid-19 y H1N1: el mismo adyuvante utilizado por GSK
Todavía
preocupa la aparición de esos casos de narcolepsia tras la campaña 2009-10.
Durante mucho tiempo se ha cuestionado el adyuvante de la vacuna, cuya función
es aumentar su eficacia creando una inmunidad más fuerte y duradera contra la
infección; en particular, el adyuvante AS03 basado en el escualeno del
Pandemrix, fabricado por el laboratorio británico GSK.
Los Estados
Unidos de Barack Obama habían preferido evitar este producto potenciador de la
respuesta inmunológica porque ya había hecho surgir dudas sobre el origen del
«síndrome de la guerra del Golfo»; estaba incluido en la composición de las
vacunas contra el ántrax que se administraban a los soldados que posteriormente
enfermaban. Sin embargo, no se ha observado ningún aumento de los casos de narcolepsia
en Estados Unidos tras la campaña de vacunación contra el H1N1.
Durante esta
pandemia, Daniel Floret presidió el comité técnico de vacunación. Lo admite:
«En 2009, fuimos un poco cautelosos, teníamos algunas dudas sobre el adyuvante
del escualeno y sabíamos que la vacuna sin adyuvante utilizada en Estados
Unidos era eficaz, por lo que la compramos para vacunar a población de riesgo
como mujeres embarazadas o bebés, por ejemplo».
¿Y por qué
no haber comprado sólo vacunas sin este adyuvante, por precaución? «Estas
vacunas libres de escualeno llegaron mucho más tarde, dos o tres meses
después», puntualiza Daniel Floret, ahora vicepresidente de la comisión de
vacunación de la Alta Autoridad Sanitaria en Francia.
Ese es
realmente el miedo, que una década más tarde, los gobiernos sigan apresurándose
sobre las primeras vacunas prestando menos atención de lo habitual a los
riesgos potenciales de los productos. Por supuesto, corresponde a la Agencia
Europea del Medicamento (EMA) y a la Food and Drug Administration de Estados
Unidos (FDA), en particular, evaluarlos. Si no fuese porque, en Estados Unidos,
la FDA claramente se encuentra bajo la presión de Donald Trump, que apuesta por
la llegada de una vacuna antes de las elecciones americanas del 3 de noviembre.
A finales de agosto, el organismo estadounidense indicó que podría estudiar una
autorización de emergencia para uso o comercialización de una vacuna antes de
que concluyeran los ensayos de la fase 3.
Desde
entonces, estudios científicos 2 han permitido avanzar en la cuestión del adyuvante basado en el
escualeno. En Canadá, no se ha demostrado que la vacuna de GSK con escualeno
adyuvante cause narcolepsia. Se fabricó al otro lado del Atlántico, a
diferencia de la vacuna distribuida a los europeos. «Los últimos estudios
parecen exculpar al adyuvante. El ingrediente activo de la vacuna utilizada en
Europa, por contra, habría sido el responsable de los casos de narcolepsia»,
traduce Marie-Paule Kieny, presidenta del comité de la vacuna Covid-19.
Pero hay
mucho en juego para la alianza de los titanes GSK y Sanofi, que está bien
situada en la carrera por las vacunas contra la Covid-19; sus ensayos de fase 3
comenzaron a principios de septiembre. Si bien en sus comunicados, GSK sigue
dando una respuesta vaga sobre el coadyuvante de su futura vacuna, a preguntas
de Mediapart, desde el gabinete de comunicación del laboratorio responden que
es, en efecto, el mismo adyuvante que el utilizado contra la gripe H1N1, el
AS03.
Sin embargo,
más allá de la esfera de los antivacuna puros y duros, que rechazan el
principio mismo de la vacunación independientemente del virus que combata,
otros movimientos apoyados por los científicos se muestran específicamente
cautelosos con la composición de estos adyuvantes, en particular los basados en
el aluminio contenido en el suero contra la hepatitis B, por ejemplo.
Así, Romain
Gherardi es especialista en enfermedades neuromusculares y autor de Toxic
Story. Deux ou trois vérités embarrassantes sur les adjuvants des vaccins.
[Toxic Story. Dos o tres verdades embarazosas sobre los adyuvantes de las
vacunas]. Mediapart ha sometido estos estudios científicos a su análisis y
Gherardi ha concluido que «es muy probable que el adyuvante basado en el
escualeno AS03 por sí solo no sea responsable de la narcolepsia post Pandemrix.
Sin embargo, es posible que el coadyuvante del escualeno haya podido favorecer,
en los pacientes con un grupo antigénico leucocitario humano de riesgo, el
desarrollo de una reacción autoinmune relacionada con la nucleoproteína
alterada del Pandemrix. En este caso, el escualeno habría desempeñado un papel
necesario pero no suficiente».
En cuanto a
la futura vacuna de GSK y Sanofi, Marie-Paule Kieny, también exdirectora
adjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se muestra
tranquilizadora: «El ingrediente activo es diferente para la vacuna contra la
Covid-19, no contiene ni secuencias derivadas del virus de la gripe H1N1 ni
contaminantes procedentes de los huevos. Por lo tanto, es muy poco probable que
vuelvan a darse casos de narcolepsia».
Daniel
Floret es consciente de que «la presencia o ausencia de adyuvante afectará a la
aceptabilidad de la vacuna Covid-19 por parte del público, pero los organismos
reguladores como la EMA se basarán en los argumentos científicos que posean
para otorgar una autorización de comercialización, sabiendo que es muy posible
que se produzcan, a posteriori, efectos adversos poco frecuentes que no se
hayan detectado durante los ensayos clínicos. Es inevitable».
«Es
importante no insistir en que las vacunas lleguen rápidamente, sino que sean
seguras y hacer todo lo posible para lograrlo. La campaña contra el H1N1
aumentó notablemente la desconfianza hacia las vacunas en general. La
vacunación ha resultado difícil en Francia en los 10 años posteriores. El hecho
de que se concedieran exenciones de responsabilidad a los laboratorios en su
momento es algo que utilizaron los críticos de la vacuna», explica Jeremy Ward,
sociólogo e integrante del proyecto de estudio de Coconel para el coronavirus y
el confinamiento. Para disipar la desconfianza, se hace necesario seguir
recurriendo a los mismos elementos: la transparencia y la exigencia a los
productores de vacunas.
Notas
(1) Del que
forman parte los productores de vacunas contra la covid-19 como AstraZeneca,
Curevac, GSK, Johnson&Johnson, MSD, Pfizer o Sanofi
(2) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3314666/
*++
Tranquis troncos, que el estado de guerra abierta en Armenia y Azerbaiyán, aunque barrios de Bilbao están lejos del casco urbano y a los trabajadores españoles no nos afecta (de momento) porque solo es cosa de chinos, rusos, polacos, españoles, franceses, americanos, ingleses, húngaros, turcos, alemanes, belgas, el Copón con ruedas y que me sé yo quién más. Y ahora no me molesten, que yo ando a lo importante, estoy en el cálculo volumétrico del moño de Pablo Iglesias, que para mí que lo tiene miaja torcido. .FEROCES COMBATES SE REGISTRAN CERCA DE LAS FRONTERAS RUSAS Y OBLIGA A RU...
Tranquis troncos, que el estado de guerra abierta en Armenia y Azerbaiyán, aunque barrios de Bilbao están lejos del casco urbano y a los trabajadores españoles no nos afecta (de momento) porque solo es cosa de chinos, rusos, polacos, españoles, franceses, americanos, ingleses, húngaros, turcos, alemanes, belgas, el Copón con ruedas y que me sé yo quién más. Y ahora no me molesten, que yo ando a lo importante, estoy en el cálculo volumétrico del moño de Pablo Iglesias, que para mí que lo tiene miaja torcido.
Anuncian la movilización
general y el estado de guerra en la región de Nagorno Karabaj tras la escalada
entre Armenia y Azerbaiyán
DIARIO OCTUBRE / 27.09.202
Este domingo el Ministerio de Defensa azerbaiyano
anunció una contraofensiva "en toda la línea del frente" con Armenia
en respuesta a un ataque por parte de Ereván.
Final del formulario
Arayik
Harutyunyan, presidente de la República de Nagorno Karabaj —un Estado
independiente ‘de facto’ que ocupa territorios reclamados por Azerbaiyán y
tiene fuertes vínculos con Armenia— declaró este domingo el estado de guerra y
la movilización general para todos los varones mayores de 18 años de edad.
«Siempre
hemos dicho que no somos partidarios de la guerra, pero estamos preparados para
ella. No hay mayor partidario de la paz que nosotros y nadie ama la paz más que
nosotros. No queríamos la guerra, nos la impusieron, y estamos obligados a
defender nuestra patria y nuestras familias», anunció el mandatario ante la Asamblea
Nacional de la república.
«El
presidente de Azerbaiyán, [Ilham] Aliyev, será personalmente responsable de la
devastadora catástrofe humanitaria en la región», agregó Harutyunyan.
Este domingo
el Ministerio de Defensa azerbaiyano anunció una
contraofensiva «en toda la línea del frente» con Armenia en respuesta a un
ataque por parte de Ereván. Según las declaraciones de las cúpulas militares de
los dos países, ambas partes ya han perdido varios equipos. Asimismo, desde
Bakú aseveraron que también hay muertos entre la población civil, sin precisar
su número exacto.
Llamamiento a la paz
© Sputnik / Natalia Selvestrova
Por su
parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia llamó a Armenia y a
Azerbaiyán a abstenerse de acciones militares.
«Según la
información disponible, la situación en la zona del conflicto de Nagorno
Karabaj se ha deteriorado considerablemente. Se están produciendo bombardeos
intensos a lo largo de la línea de contacto desde ambos lados. Se informa de
pérdidas. Instamos a las partes a que cesen el fuego de inmediato y comiencen
las negociaciones para estabilizar la situación», reza un comunicado de la
Cancillería rusa.
·
La reciente escalada en la frontera
armenio-azerbaiyana estalló el
pasado 12 de julio cuando ambas partes se acusaron de ataques y provocaciones
mutuas
·
Los enfrentamientos han causado bajas en los
dos bandos: Azerbaiyán confirmó la muerte de 12 de sus
militares, entre ellos un general, mientras que Armenia informó de la
muerte de cuatro efectivos y al menos 20 heridos
·
Ambas partes se acusan de atacar localidades
civiles en la frontera y, al mismo tiempo, niegan haberlo hecho