jueves, 10 de septiembre de 2020

Por el pájaro en mano y no los cien volando los conoceréis. Se comunica que el tenor de las siguientes líneas por su fuerte contenido en el concepto de clase social puede herir la fibra sensiblona de los más prístinos espíritus de aquellos creyentes laicos que permanecen en la santa creencia de que la política la hacen los jefes de filas y no los trabajadores, por lo que se les ruega pongan punto final a la lectura de estas líneas en este punto, al expresar el autor de las mismas su declinación respecto a cualquier tipo de responsabilidad por los posibles desperfecto o meneos ideológico que las mismas pudieran causar. Las planas mayores del PSOE y Unidas Podemos, como de cualquier otra organización política, separadas de sus bases, que es como actualmente se encuentran, no pueden tener más comportamiento que el de servir de base a los intereses de los grandes capitales en perjuicio de los intereses de las clases trabajadores y de las clases sociales menos pudientes. Lo que no quiere decir que de cuando en cuando no suelten alguna que otra frase que, sin embargo, inmediatamente se al comen los hechos y deja de ser escuchada. En el caso concreto de Podemos, que se menciona expresamente por el ser partido que más expectativas esperanzadoras levantó para todas las clases sociales explotadas por el capital levantó hace solo unos cuantos años, sin la existencia real de los Círculos, que eran su seña de identidad, en los que discutir problemas concretos y acordar democráticamente propuestas concretas para solucionarlos, se convierte en lo que hoy es: una bartoleta política, exactamente igual de las que eran criticadas, acertadísimamente, al principio de su existencia. Hay que hacer que los Círculos funcionen. Esto que se hace extensible tanto al PSOE (no a su cupular plana mayor) y a Izquierda Unida (no a su cupular plana mayor) por ostentar en el gobierno la denominación de izquierda, es lo único válido para hacer frente al nuevo peñascazo que los grandes grupos del capital nos van a dar en mitad de la frente a las clases trabajadoras y constituirá el mejor antídoto para el avance del nuevo fascismo que nos anuncia especialmente VOX (Sus jefes visibles) actuando como artista invitado la plana mayor de los corruptos jefes del PP, siendo colaborativa también, pero como aprendiz de artista, Ciudadanos, y la subsiguiente caterva de mercenarios de la prensa, radio televisión, colaboradores necesarios para la comisión del crimen.

 

Como Zapatero y Rajoy, el gobierno Sánchez-Iglesias apunta a las nóminas de las y los funcionarios

 


KAOSENLARED

Por Izquierda Diario 

Publicado el Sep 10, 2020

 

El gobierno “progresista” sigue tirando de las recetas neoliberales de siempre. Si este miércoles se conocían los planes del ministro Escrivá para alargar la edad de jubilación real, el jueves se lanzaba un globo sonda desde Moncloa sobre la posibilidad de congelar los sueldos a los trabajadores públicos en 2021.

El tijeretazo a las nóminas afectaría, entre otros, a muchos de los trabajadores y trabajadoras de primera línea que se han dejado la piel, y siguen haciéndolo, en la lucha contra la pandemia. Las y los sanitarios, o el personal docente y no docente que está tratando de garantizar una vuelta al cole segura a pesar de la negativa de ministerios y consejerías del ramo a dotar del personal, los espacios y los medios necesarios.

No es nuevo esto de ajustar por las nóminas de los funcionarios. Fue una de las primeras medidas del ajuste de Zapatero en 2010, con una rebaja de entre el 5 y el 7% de las retribuciones para seguir pagando los intereses de la deuda generada en el rescate de los capitalistas de 2008 en adelante. Rajoy ahondó en esta dirección quitándoles directamente una de las pagas extras de 2012.

Que el PSOE apueste por esta vía no es nada nuevo. Más vueltas discursivas tendrán que dar los ministros y ministras de Unidas Podemos para explicar su apoyo a este ajuste salarial, así como a otras medidas en cocina como el ya mencionado “pensionazo” de Escrivá.

El posible congelamiento estaría incluído en los nuevos Presupuestos Generales del Estado. Unas cuentas que se están ya negociando con la derecha cool de Ciudadanos y que tienen que ser del agrado también de la UE para que facilite el acceso del Estado español al fondo de rescate europeo.

El coste de mantener la subida prevista en los sueldos de los funcionarios – un miserable 2%- sería de en torno a los 3 mil millones de euros. Menos que lo entregado a la industria del automóvil en los últimos meses, que asciende a los 3.750 millones. El gobierno “más progresista de la historia” tiene claras sus preferencias.

Mientras tanto las direcciones sindicales de CCOO y UGT “ni están, ni se les espera”. Enfrascadas en mesas de diálogo y negociación, siguen dejando pasar la catarata de cierres y despidos que empieza a profundizarse, y sobre todo, sin mover un dedo para ponerle freno al curso cada vez más neoliberal de “su” gobierno.

Pelear, exigirles e imponerles el abandono de esta política criminal, a la vez que se prepara una respuesta desde los centros de trabajo a la agenda de ajuste que se está preparando, es una tarea clave de los sectores combativos de los grandes sindicatos, junto a la izquierda sindical, movimientos como las mareas de pensionistas y la izquierda anticapitalista.

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Los trabajadores españoles, gracias a que no sabemos muy bien lo que hacemos, pagamos a los ejércitos de la OTAN todos los años más del 1,5% de toda la riqueza producida durante un año, que viene a ser unos 18 mil millones de euros. Los resultados más presentables y “humanitarios” en los que participa la OTAN a través de diferentes mecanismos son los de entre 37 y 59 millones de personas que tiene que salir corriendo de sus casas, por supuesto, si no las han matado antes, porque si las han matado pasan a engrosar la larga lista de las personas que han sido pacificadas y democratizadas por la OTAN. Ya saben, aquella OTAN del PSOE de Felipe González que era de entrada NO. Pero, María Manuela, ¿Me estás escuchando o no?

 

La guerra de EE.UU. «contra el terror» deja al menos 37 millones de desplazados

 

Por David Brooks / EE.UU

Rebelion

10/09/2020 



Fuentes: La Jornada -Imagen: 13.000 sillas en el Parlamento alemán que simbolizan a los refugiados que sufren hacinamiento. AFP.

Entre 37 y 59 millones de personas han sido desplazadas por la llamada guerra global contra el terror de Estados Unidos desde 2001 al presente, más que en cualquier otra guerra o desastre a lo largo del siglo XX con la excepción de la Segunda Guerra Mundial– de acuerdo con una nueva investigación del Instituto Watson de la Universidad Brown presentada ayer.

La cifra podría elevarse hasta 59 millones, la más alta de cualquier otro conflicto bélico, con excepción de la Segunda Guerra Mundial

La investigación del reconocido proyecto Costos de Guerra calcula que por lo menos 37 millones de personas huyeron de sus hogares en las ocho guerras más violentas lanzadas por Estados Unidos, o en las que ha participado, desde octubre de 2001, cuando lanzó la primera de éstas contra Afganistán y después la invasión a Irak en 2003.

“Al final, desplazar a 37 millones –y tal vez hasta 59 millones– presenta la interrogante de quién tiene la responsabilidad de reparar los daños padecidos por los desplazados”, afirma el informe titulado «Creando refugiados: desplazamiento causado por las guerras pos-11/S de Estados Unidos».

El reporte afirma que los desplazados –aquellos obligados a abandonar sus hogares para buscar refugio en otros países o ser desplazados internos dentro de su propio país– como resultado de las guerras realizadas por las fuerzas armadas de Estados Unidos desde 2001 superan por mucho los provocados por cualquier otra guerra o desastre desde 1900, a excepción de la Segunda Guerra Mundial.

El número total es equivalente a hacer huir de sus hogares y tierras a casi toda la población de Canadá o toda California.

Los desplazados, combinando refugiados que salieron del país y los internos en Afganistán son por lo menos 5.3 millones (26 por ciento de la población antes de la guerra), en Irak alcanzan 9.2 millones (37 por ciento de la población), en Siria, 7.1 millones (37 por ciento), Pakistán 3.7 millones, Libia 1.2 millones, Yemen 4.4 millones, Somalia 4.2 millones y Filipinas 1.7 millones.

Cualquier número es limitado en reflejar el daño del desplazamiento. Las personas detrás de las cifras son difíciles de ver, y los números no pueden comunicar cómo se puede sentir uno al perder su hogar, sus pertenencias, su comunidad y tanto más. El desplazamiento ha causado daño incalculable a individuos, familias, pueblos, ciudades, regiones y países completos de manera física, emocional y económica, afirman los investigadores.

Estos números son sólo los de las ocho guerras más violentas, ya que las fuerzas armadas de Estados Unidos han participado en conflictos armados en por lo menos 24 países desde 2001.

El proyecto Costos de Guerra también calcula de manera constante los costos humanos y económicos de las guerras estadunidenses posteriores al 11/S. Las tabulaciones más actualizadas (noviembre 2019) registran entre 770 mil y 800 mil muertos por violencia directa de las guerras en Afganistán, Irak y Paquistán, incluidos unos 335 mil civiles y 536 periodistas o trabajadores de medios. Un número aún superior pero no contabilizado ha perecido por consecuencias indirectas de estas guerras.

Más de 7 mil combatientes estadunidenses han perecido en esas tres guerras, y cientos de miles más han sido heridos a lo largo de los últimos 19 años.

Desde 2001 hasta el año fiscal 2020, el gobierno de Estados Unidos ha dedicado 6.4 billones de dólares a las guerras en Afganistán, Paquistán e Irak.

El presidente George W. Bush anunció su guerra global contra el terror poco después de los atentados de Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001, y ahora es la guerra más larga en la historia del país.

Washington está por iniciar el vigésimo año de su llamada guerra contra el terror, el 7 de octubre, cuando inició sus operaciones bélicas en Afganistán.

Para consular la investigación y otros datos: https://watson.brown.edu/costsofwar/

Foto de portada: Activistas colocaron 13 mil sillas frente al Parlamento alemán el lunes pasado, en una acción sobre el campo de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos. La protesta fue organizada por las ONG Sea-Watch, Campact y LeaveNoOneBehind. Las sillas simbolizan a la misma cantidad de personas que viven en condiciones sanitarias catastróficas en el campamento que estaba preparado para recibir a poco menos de 3 mil migrantes. Foto Afp.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/09/09/mundo/027n1mun

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No piense por usted mismo, por favor. Pensar puede afectar a la salud. Si usted se pone a pensar a la buena de Dios, a lo que se le ocurra, podría afectar a mi salud y, sobre todo a mi bolsillo, porque si usted se pone a pensar por su cuenta junto a otros como usted, pues que a lo mejor yo me tengo que poner a trabajar rompiendo todos mis hábitos de vida y costumbres y tendría que dejar de telemendenguear, que es de lo que yo vivo y me enriquezco, del telemendengue, cuestión que no le voy a explicar, porque si lo hiciera afectaría mi seguridad. Así que no se le ocurra pensar que a mí no me conviene. Estamos en la Nueva normalidad, así como yo soy San Juan Bautista. Nueva normalidad que mi trabajito me ha costado inventar. No se crea que una nueva normalidad la crea y la dirige el primero que llega, porque exige mucho tiempo de espionaje a través de los móviles, del Facebook, de los bulos que hay que lanzar, de las muchas encuestas que hay que realizar sobre aspectos y cuestiones que el encuestado jamás imaginaron, para recoger toda la información que a mí me hace falta para ver cómo se comporta el personal y como se podría llegar a comportar, cuando yo lance la idea de que la triangular inversa de la bisectriz de un ángulo, pero si ángulo, sometida a la fuerza centrípeta de un centro chut de allá que te va, lanzado en condiciones normales de un primer día primaveral de cualquier primavera, viene a ser la mitad del precio de un cuarto de mortadela, de donde se deduce que aquí el que dice lo que se tiene que pensar, o mejor, lo que no se tiene que pensar o, más en concreto, lo que usted tiene que hacer (y váyaseme acostumbrando a que a no tardar usted va a tener que trabajar por la comida, que así vamos ganando tiempo) soy yo. Y ya está bien de tanta explicación. No me haga perder más el tiempo diciendo esto y lo otro, no sea que yo siga diciendo tonterías y usted caiga en la cuenta de que estas tonterías al que le interesan es a mí y que usted va a empezar a pensar lo que a bien tenga y a mí que me vayan dando pro donde amargan los pepinos, en cuyo caso yo solito vendría a arruinar mi propio negocio que consiste en que usted no tiene por qué pensar en nada, que para eso estoy yo. Y, para que se vaya enterando, la noción de la Nueva normalidad ya me la tenía inventada yo antes de la pandemia del coronavirus. Qué, ¿cómo se le ha quedado el cuerpo? Es más, ya me tengo creado el concepto de post virulichupi novet tatión situacional de rumbo y tronío, para cuando se demuestre que lo de la Nueva normalidad viene a ser, si se mira bien, caca de la vaca. Pero esto de momento que quede entre nosotros. ¿O no ve usted que las palabras no pueden cambiar la naturaleza de los hechos? Pues, eso. Ya está bien de tontadas. Vamos al lío.

 


https://es.unesco.org/campaign/nextnormal

La UNESCO se fundó tras la Segunda Guerra Mundial con la convicción de que un conflicto sin precedentes podría dar lugar a un mundo mejor y más unido. Dado que las guerras comienzan en la mente de los hombres y las mujeres, es en la mente de los hombres y las mujeres donde debe construirse un mundo mejor, argumentaron los fundadores de la Organización. Esta idea es más pertinente que nunca, ya que los países empiezan a salir de la crisis mundial de COVID-19, la cual ha puesto en tela de juicio nuestras prioridades, nuestros modos de vida y el funcionamiento de nuestras sociedades.

Personas de todo el mundo mostraron su solidaridad durante la emergencia sanitaria y vieron cómo una mayor cooperación puede ayudar a construir un futuro mejor. Pero a medida que comenzamos a salir de la pandemia, tendemos a olvidar las lecciones que aprendimos y "volvemos a la normalidad", sin tener en cuenta el impacto de lo que consideramos normal para el medio ambiente, la economía, la salud pública y nuestras sociedades.

La UNESCO lanza una campaña mundial para poner en cuestión nuestra percepción de la normalidad. La película de 2,20 minutos no necesita argumentos complejos para hacerlo. Simplemente presenta información objetiva sobre el mundo antes y durante la pandemia. En conjunto, estos hechos invitan a los espectadores a reflexionar sobre lo que es normal, sugiriendo que hemos aceptado lo inaceptable durante demasiado tiempo. Nuestra realidad anterior ya no puede ser aceptada como normal. Ahora es el momento de cambiar.

Como agencia intelectual de las Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) considera que la necesidad de un cambio duradero debe arraigarse en los corazones y las mentes de las personas de todo el mundo antes de que pueda hacerse realidad.

La campaña forma parte de un esfuerzo más amplio de la UNESCO para reflexionar sobre el mundo del mañana, en particular a través de la iniciativa del Foro de la UNESCO, un laboratorio de ideas que reúne a destacadas pensadoras, el movimiento Resiliart, una serie de mesas redondas sobre el futuro de la cultura y las industrias culturales, la Red de Alfabetización del Futuro, así como el programa Los futuros de la educación y las recomendaciones mundiales sobre la Ciencia Abierta y la ética de la Inteligencia Artificial. Se trata de cuestiones importantes en las que la UNESCO empezó a trabajar mucho antes de que la pandemia las pusiera en el centro de atención.

 

La UNESCO invita a los medios de comunicación y a los líderes de opinión a compartir la campaña "La nueva normalidad", creada por la agencia DDB de París, disponible a partir del 25 de junio de 2020.


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