martes, 20 de febrero de 2024

Marruecos es el patio trasero del gran capital español, no el delantero

 

Marruecos es el patio trasero del gran capital español, no el delantero


DIARIO OCTUBRE / febrero 5, 2024



 Las muy españolas Caixabank, Mercadona, Abengoa o Banco Sabadell son las principales beneficiarias del traslado de la actividad económica española a Marruecos, donde encuentran condiciones de producción más rentables, mano de obra más barata y, en consecuencia, una mayor tasa de beneficios en la producción de manufacturas que luego son vendidas al consumidor español.


El chovinismo que durante estos días está llenando ríos de tinta en editoriales y platós de televisión, llamando a expulsar lo marroquí (sean cosas o sean humanos) es una vieja cortina de humo utilizada en España para ver siempre la paja en el ojo ajeno.

Desde la muerte de Hassan II y la entronización de Mohamed VI, Marruecos está copiando el modelo desarrollista implantado en España durante el franquismo, que consistía en atraer capitales extranjeros alardeando de los bajos costes de producción, ya sea por la mano de obra barata o por los privilegios fiscales otorgados por los gobiernos de turno.

Muchas empresas españolas del sector agrícola, o comercializadoras españolas que adquieren productos agrícolas en el país, han aprovechado esta coyuntura olvidándose por supuesto del «nacionalismo» de su producción. El caso de Mercadona es quizá uno de los casos más pornográficos de esta práctica empresarial. La cadena de alimentación, propiedad del empresario valenciano Juan Roig, presume de apoyar el producto nacional y es a veces citada como ejemplo de «protección» y «españolidad».

Pero se trata de un mero postureo comercial. La empresa utiliza un leguleyo argumento para indicar que siguiendo la normativa de etiquetado, se debe indicar el lugar de envasado independientemente del origen de la materia prima. Esto mismo ocurre con otras empresas como Borges, que tiene una de sus plantas de producción en Marrakech pero que se define a sí misma como una de las empresas españolas más antiguas, pero su españolidad, en términos de producción, es completamente minoritaria.

El Parlamento Europeo aprobó en 2012 la renovación del acuerdo agrícola con Marruecos que suponía la liberalización del comercio de todos los productos agroalimentarios, salvo aquellos que la Unión Europea considera como sensibles para el mantenimiento de la economía agrícola. Uno de estos productos sensibles era el tomate. Aun así, el acuerdo contemplaba un aumento de la cuota de estos productos sensibles que Marruecos podría vender a Europa.

El Informe Bové, presentado por el agricultor y eurodiputado francés de Los Verdes José Bové en los meses previos al acuerdo, en 2011, denunció que el mismo solamente beneficiaría a un puñado de empresas con sede a ambos lados del Mediterráneo, en un claro señalamiento a las empresas españolas que estaban haciendo un negocio redondo. Es decir, que cuando la UE subvenciona la agricultura marroquí, lo que hace realmente es transferir fondos a sus propias empresas radicadas en el país.

El combo de empresas de matriz española instaladas en Marruecos asciende a 322 a fecha de enero de 2023, de las que más de un 10% son empresas netamente agrícolas. Existe además entre ellas un potente lobby pro marroquí que precisamente tiene como objetivo explotar todo lo posible esta «oportunidad» que se le abre de producir barato en Marruecos y vender caro en España.

De hecho, el Instituto de Comercio Exterior de España considera a este país un socio «prioritario» en su estrategia Horizonte África y establece periódicamente rutas de trabajo para que empresas punteras del sector primario español incrementen sus inversiones. En la financiación de estas operaciones participan, según publican en la web del organismo, entidades como Caixabank o Banco Sabadell, empresas que fueron muy aplaudidas por trasladar sus sedes sociales de Catalunya a otras zonas del territorio español por sus temores al independentismo. También el Banco Santander, una de las empresas embajadoras de la Marca España es, paradójicamente, una de las entidades que más rentabilidad saca de la deslocalización de la actividad agrícola local.

En otras palabras, Marruecos está de rebajas y las empresas nacionales están dispuestas a sacar tajada.

Circulan a menudo numerosos mensajes que imputan el privilegio de Marruecos sobre determinadas áreas económicas españolas a un supuesto complot en el que el gobierno español estaría secuestrado por algún contubernio.

Pero no hay más ciego que el que no quiere ver. El gran capital español es el que está haciendo una gran caja en Marruecos a costa de quien sea; y en el caso de los agricultores, su enemigo no es un marroquí que llegó a España en los bajos de un camión o con forma de tomate, sino un engominado con despacho en el Paseo de La Castellana.

FUENTEmpr21.info

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18 de las 39 universidades privadas de España son religiosas y recibieron 50,6 millones en subvenciones en 2023

 

18 de las 39 universidades privadas de España son religiosas y recibieron 50,6 millones en subvenciones en 2023

 


Por Óscar F. Civieta

Rebelion / España

20/02/2024 

 


Fuentes: La Marea

La Comunidad de Madrid es la que tiene más universidades privadas religiosas, con cinco. De los 50,6 millones en ayudas públicas, 43,4 salieron del Gobierno estatal. Entre 2015 y 2023 se han creado siete universidades privadas en España. Ninguna pública.

En el curso 2015-2016, según los datos oficiales del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, había en España 32 universidades privadas y 50 públicas. Siete cursos después, en el de 2022-2023 (últimos datos actualizados), había 39 privadas y 50 públicas. Es decir, la cifra de universidades públicas se mantiene igual frente a las privadas, que van en aumento, como la influencia de la Iglesia en esos centros. De las 39, casi la mitad, en concreto 18, son religiosas.

Entre los centros universitarios religiosos los hay que dependen directamente del Opus Dei, como la Universidad de Navarra; de la Asociación Católica de Propagandistas (Universitat Abat Oliva CEU o Universidad Cardenal Herrera CEU); o de la Compañía de Jesús (universidades de Loyola y de Deusto). Pero también hay universidades que, aunque no estén bajo el paraguas de una institución católica, destacan entre sus valores la promoción del humanismo cristiano (Universidad del Atlántico Medio), o fueron creadas como centros de “inspiración humanista y cristiana” (Universitat Ramon Llull).

Su financiación llega por diferentes fuentes, y una de ellas son las subvenciones públicas. En el año 2023, con datos extraídos del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas, estas universidades privadas religiosas recibieron 50,6 millones de euros en ayudas. De ese montante, 43,4 millones salieron del Gobierno central, desde distintos ministerios. El resto procede de las correspondientes administraciones autonómicas.

18,5 millones del Ministerio de Industria para ESIC

En total, del Ministerio de Industria y Turismo salieron 22,5 millones de euros en subvenciones para las universidades privadas religiosas. Pero la mayor parte de esa cantidad, 18,5 millones, fueron para un mismo centro: ESIC (Madrid). En concreto, la denominación completa del beneficiario es Escuela de Estudios superiores ESIC Sacerdotes del Corazón de Jesús Padres Reparadores.

En concreto, ESIC obtuvo 17,1 millones gracias al Programa Generación Digital Pymes: personas de equipos directivos y cualificación de personas empleadas en Pymes, del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). A lo anterior hay que sumarle 1,4 millones, también del PRTR, pero, en este caso, del Programa Generación Digital: Agentes del Cambio.

El resto de aportaciones desde Industria son mucho más bajas. Sólo superan el millón de euros las recibidas por la Universidad de Deusto (1,7); la Universidad San Jorge, en Aragón (1,2), y la Universidad Católica San Antonio, en Murcia, que obtuvo 1,1.

La otra gran partida procede del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que ayudó a estos centros religiosos con 17,8 millones de euros en subvenciones públicas. Destacan los 3,8 que recibió la Universitat Ramon Llull (Catalunya), y los 2,1 que acabaron en las arcas de la Universidad San Pablo CEU (Comunidad de Madrid) y de la Cardenal Herrera CEU (Comunitat Valenciana).

También 2,1 recibió la Universitat Internacional de Catalunya (directamente relacionada con el Opus Dei a través de su servicio de Capellanía, encomendado a sacerdotes de la Prelatura).

Las comunidades con más universidades religiosas: Andalucía pasará de una a cinco

La comunidad autónoma en la que más universidades privadas de carácter religioso hay es Madrid: 5 de las 12 privadas que están funcionando. En 2015 existían en esta región 14 centros universitarios (ocho privados y seis públicos). En 2023, los privados han aumentado hasta la docena, mientras que no hay más universidades públicas. Además, tal y como apuntó la Cadena SER, cuatro centros privados más en Madrid están a punto de recibir el beneplácito del Ejecutivo autonómico.

Tras la Comunidad de Madrid está Catalunya, con tres universidades religiosas de las cinco privadas que hay. Allí, el número de centros no se ha movido desde el curso 2015-2016.

Dos centros religiosos hay en Castilla y León, de un total de cinco privados y cuatro públicos. Como en el caso de Catalunya, no se han creado nuevas universidades desde 2015. Y dos también funcionan en la Comunitat Valenciana, donde hay cuatro privadas y cinco públicas (igual que en el curso 2015-2016).

Andalucía está, de momento, entre las comunidades que sólo tienen una universidad privada, pero eso va a cambiar dentro de muy poco. El pasado 27 de septiembre, el Parlamento andaluz, con los votos a favor de PP y Vox, y el rechazo del resto de fuerzas, aprobó los proyectos de ley de reconocimiento de las universidades privadas CEU Fernando III y la Universidad Tecnológica Atlántico-Mediterránea.

Posteriormente, en noviembre de 2023, el Consejo de Gobierno autorizó a la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación a iniciar la tramitación de los anteproyectos de ley de reconocimiento de las universidades Europea de Andalucía y Alfonso X el Sabio Mare Nostrum.

Fuente: https://www.lamarea.com/2024/02/15/18-de-las-39-universidades-privadas-de-espana-son-religiosas-y-recibieron-506-millones-en-subvenciones-en-2023/

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Lenin y el imperialismo

 

Hoy podemos ver cómo las características del imperialismo, identificadas por Lenin, son más relevantes que nunca. Una vez completado el reparto del mundo entre las multinacionales, lo único que queda son las guerras imperialistas e interimperialistas.

TOPOEXPRESS


Lenin y el imperialismo

 

Renato Caputo

El Viejo Topo

20 febrero, 2024 

 


LENIN Y LAS CINCO CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DEL IMPERIALISMO

Por simplicidad y brevedad, en este artículo nos limitaremos a demostrar cómo los cinco puntos de la famosa definición leninista de las características fundamentales del capitalismo tardío son hoy más relevantes que nunca. Cuando Lenin las intuyó, se trataba de tendencias de desarrollo aún en su infancia, que sólo se han consolidado plenamente en la actualidad. Como todos los grandes intelectuales, Lenin no se limitó, en efecto, a esbozar científicamente las características fundamentales de su época histórica para revolucionarlas, sino que puso de relieve los rasgos fundamentales del modo de producción capitalista que sólo ahora llega a ser completamente maduro.

En primer lugar, Lenin muestra cómo el capitalismo en su fase superior y/o suprema de desarrollo se desarrolla en el sentido de capital financiero, en el que los distintos aspectos anteriores del capital que han caracterizado su desarrollo histórico, el capital comercial, el capital monetario de los bancos y el capital productivo de las industrias, se fusionan en enormes multinacionales que llevan el proceso de concentración y centralización del capital hasta sus consecuencias extremas. Esta síntesis se realiza bajo la hegemonía de los grandes fondos de inversión transnacionales, donde el aspecto especulativo tiende, debido a la crisis de sobreproducción, a prevalecer sobre el capital productivo industrial y de plusvalía.

Tomemos por ejemplo a Fiat, que progresivamente ha ido incorporando a las principales empresas automovilísticas italianas, como Lancia y Alfa Romeo. Mientras tanto tomó el control de algunas de las principales empresas de distribución comercial, como Standa. Sin embargo, su tamaño, aunque se haya convertido en un monopolio en muchos aspectos en Italia, todavía no era suficiente para competir a nivel internacional, hasta el punto de que tuvo que fusionarse con la segunda empresa automovilística estadounidense. Esta multinacional también, con el desarrollo del proceso de concentración y centralización del capital, se fusionó con otra multinacional: Peugeot. Mientras tanto, el capital anteriormente invertido principalmente en capital productivo industrial se ha desplazado progresivamente a una proporción destinada con el tiempo a volverse cada vez más dominante en el sector especulativo. Sector en el que no se produce nueva riqueza, pero el dinero que antes pertenecía a muchas manos más pequeñas se concentra en cada vez menos manos grandes. Esta concentración de la propiedad en cada vez menos manos privadas está cada vez más en contradicción con la progresiva socialización de la producción con una división cada vez más internacional del trabajo y la distribución. Esta es la razón por la que la podrida determinación del capitalismo maduro, que para muchos grandes intérpretes, incluso tan excelentes como Losurdo, ahora parecía decididamente anticuada, es, tras una inspección más cercana, más actual que nunca.

Además, una competencia cada vez más despiadada, incluso cuando tiende a reducirse en el capitalismo maduro a competencia entre fideicomisos y monopolios, implica una contracción imparable, aunque tendencial, de la tasa de ganancia, que produce crisis de sobreproducción cada vez más grandes y extensas. Por lo tanto, el porcentaje de capitales cada vez más sobreproducidos, que ya no pueden invertirse en actividades productivas de nuevo valor, dado que las expectativas sobre la tasa de ganancia tienden a disminuir hasta el punto de que el juego ya no vale la pena, produce un aumento en la tasa de ganancia. El tamaño de las inversiones especulativas es tan superior al capital productivo por el que se apuesta, que se forman burbujas especulativas cada vez más monstruosas, pero que sin embargo están destinadas a estallar, eliminando a los pequeños y medianos ahorradores/inversores. El porcentaje de capital invertido en actividades productivas, que favorecen el desarrollo de las fuerzas productivas, ha sido durante mucho tiempo menos de una décima parte del invertido en actividades especulativas que obstaculizan cada vez más el desarrollo económico en todos los niveles. De este modo, la polarización social y la concentración de la riqueza, cada vez en menos manos privadas, no pueden sino aumentar cada vez más a medida que los grandes fondos de inversión, cada vez más transnacionales y gigantescos, no sólo pueden permitirse una multitud de agentes cada vez más especializados en predecir qué y cuándo apostar/invertir, pero su capacidad para concentrar dimensiones desproporcionadas de las diversas determinaciones de un capital cada vez más financiero les permite producir profecías autocumplidas. Por ejemplo, los grandes inversores, capaces de tener información cada vez más detallada y confidencial sobre cómo irán las cosas, apuestan por algo. Estas inversiones masivas, a menudo dirigidas a fondos propios, atraen cada vez más a pequeños y medianos inversores/ahorradores debido a sus elevadas rentabilidades. De este modo, la proporción entre lo que puede rendir una determinada inversión y el capital que ha apostado por ella se vuelve tan grande que, en un momento determinado, no puede evitar hundirse, también porque, conscientes de ello, cuando el rebaño de ganado está suficientemente lleno, de repente venderán todos juntos sus enormes participaciones. De esta forma, el precio de cualquier título o activo sufre un repentino desplome que obligará a los pequeños y medianos inversores/ahorradores a vender cada vez con más pérdidas. Hasta que el rebote producido por la explosión de la burbuja especulativa esté lo suficientemente avanzado como para eliminar a un número tan grande de pequeños y medianos apostadores, que los cada vez más gigantescos grandes puedan, por el contrario, volver a invertir a un precio incluso ahora inferior al valor real. De este modo, los stocks de inversión sólo pueden dispararse, atrayendo como miel a las moscas a un número cada vez mayor de inversores medianos y pequeños destinados una vez más a ser diezmados en beneficio de los grandes monopolistas de un capital financiero cada vez más transnacional.

Por todas estas razones, el capital competitivo y liberal original es cada vez más reemplazado por grandes monopolios, cárteles y fideicomisos que progresivamente tienden a adquirir una dimensión transnacional. De esta manera, cada vez más tiende a desaparecer incluso el aspecto más progresista de la sociedad capitalista, es decir, la capacidad que tenía la libre competencia de mantener los precios al nivel más bajo posible. Del mismo modo, también están desapareciendo progresivamente los aspectos más significativos y libertarios de la sociedad liberal, que surgieron en la entonces lucha revolucionaria contra el absolutismo. La gran utopía de la plena autonomía e independencia de la sociedad civil y, en consecuencia, la idea del poder opresivo del Estado reducido al mínimo, imaginado como un mero guardián nocturno de las riquezas producidas durante el día por una pluralidad de ciudadanos libres. temas económicos, ya no está ahí. Las crecientes contradicciones del modo de producción capitalista aumentan hasta el punto de hacerlo cada vez menos capaz de hegemonía, es decir, de ejercer su dirección sobre los subordinados con su consentimiento.

Para defender mejor los privilegios establecidos, la clase dominante necesita cada vez más un Estado autoritario y una fuerza policial que controle y frene cada vez más las tendencias de no alineación de la sociedad civil. Incluso la fascinante perspectiva de la división del poder, que garantiza una función de control que sólo puede impedir cualquier forma de abuso de poder, tiende a desaparecer con la afirmación, inducida por la crisis creciente, de formas cada vez más regresivas de bonapartismo.

Por no hablar de que el Estado, que tiende cada vez más a endeudarse, para no hacer pagar impuestos a la clase dirigente, acaba siendo cada vez más controlado y, por tanto, progresivamente dirigido externamente por sus principales acreedores, que no son otros que los grandes monopolistas transnacionales que están tomando cada vez más el control de la sociedad civil. En resumen, por lo tanto, la sociedad capitalista tardía no puede evitar adoptar actitudes cada vez más imperialistas y agresivas en la política exterior y actitudes cesaristas cada vez más regresivas en la política interna.

La crisis de sobreproducción está, como aclara Lenin frente a la vulgata que tiende a interpretarla como una crisis de subconsumo, determinada por el hecho de que cada vez más capital se disuade de realizar inversiones productoras de plusvalía dada la tendencia a la disminución de la tasa de ganancia, el único motor real de la producción en la sociedad capitalista. Precisamente por eso, dado que lo que se sobreproduce esencialmente es capital y sólo secundariamente bienes, como subraya Lenin como un rasgo característico de la fase imperialista del capitalismo, existe la necesidad de exportar capital al extranjero. La militarización de las empresas se vuelve cada vez más necesaria para imponer su capital sobreproducido en el extranjero, derrotar la inevitable competencia internacional y garantizar que las ganancias extorsionadas fuera del propio país estén seguras.

Así tenemos, por un lado, a las grandes multinacionales que se reparten el mercado mundial entre sí, y por el otro, a las potencias imperialistas, en las que las multinacionales tienen su propio centro de propiedad y gestión, en creciente conflicto entre sí, ya que hay ya no hay áreas del mundo no ocupadas sobre las cuales extender su dominio.

El único aspecto que ha cambiado parcialmente en comparación con las predicciones de Lenin de hace más de un siglo es la división completa del mundo entre las grandes potencias imperialistas. Paradójicamente, este cambio a mejor se produjo precisamente gracias al propio Lenin quien, a través de la Revolución de Octubre que dirigió, inició un proceso excepcional de liberación del yugo del colonialismo imperialista.

Fuente: La città futura.

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