sábado, 2 de mayo de 2020

Publicado en la Revista El Pollo Urbano nº. 198 / Mayo 2020, Zaragoza, España

República Dominicana:’Apuntes para un análisis del descubrimiento de América’



Por Manuel Sogas

A modo de prólogo
     Por historia entiende el autor de estas líneas encontrar las causas que motivaron los hechos acontecidos en el pasado, buscar en ellas los diferentes fenómenos que intervinieron en las mismas y sus relaciones a fin de que sean ellas…

…las que induzcan al conocimiento y explicación de lo acontecido, en este caso el Descubrimiento de América por Cristóbal Colón en octubre de 1492, y no la opinión o el parecer particular de quien explica el hecho histórico concreto en función de sus preferencias, gustos o intereses personales.

     Cristóbal Colón inicia su viaje del Descubrimiento desde Palos de la Frontera, Huelva, el 3 de agosto, tan solo siete meses después de que los Reyes Isabel, de Castilla y Fernando de Aragón tomaran el último reino musulmán que quedaba en la Península Ibérica , el reino de Granada, concluyendo así lo que se denominó la Reconquista, iniciada siglos antes (718) en Asturias con el Rey don Pelayo.

   La Edad Media comprende un periodo aproximado de mil años que van desde la caída del imperio romano en Occidente en el siglo V hasta el principio de la Edad Moderna que se inicia con el descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón en 1492. Y este gran periodo de tiempo a su vez se divide en la Alta Edad Media que es el periodo de tiempo que media entre la caída del Imperio romano en el siglo V hasta la toma de Constantinopla por los turcos en el siglo X,  y la Baja Edad Media que va desde el siglo X al XV con el Descubrimiento de América.

    Los musulmanes llegan a la Península Ibérica, a la Hispania hispanorromana y visigoda en el año 711, es decir, en plena Alta Edad Media, y en los setecientos años que dura su dominio, introducen en la Península Ibérica la pólvora; el papel; la numeración arábiga; la brújula; el molino de viento, instrumentos para la observación del universo; el cultivo del arroz y del algodón; desarrollan la filosofía, la medicina, la alquimia, la botánica, la farmacopea, el álgebra, la geometría, la aritmética y la trigonometría, todo lo cual supone un progreso y un desarrollo histórico muy superior al conocido por otros países europeos. Y la Reconquista cristiana culminada en 1492 un auténtico lastre y freno a todo el desarrollo conseguido por los musulmanes. De donde se puede deducir que la aportación que hace la España de esa época al Nuevo Mundo no se puede valorar más que en términos negativos, respecto de las aportaciones que hicieron otros países europeos en la misma época, en función de que estos países durante la Baja Media desarrollaron sus respectivas burguesías locales, impulsoras del desarrollo económico y social que le fueron arrebatando privilegios a la nobleza como clase social que impedía u obstaculizaba ese desarrollo, todo lo contrario de lo que hizo la España de ese mismo tiempo obligada por las características específicas de su desarrollo histórico, y especialmente lo referido a la Reconquista, toda vez que los diferentes Reyes, en especial a partir de Alfonso X el Sabio (1221-1284) en que la nobleza cada vez va adquiriendo mayores privilegios como contrapartida a su contribución militar a favor de los correspondientes Reyes. Hasta tal punto, que en Castilla, el reino más influyente de la Península Ibérica, la nobleza llega a monopolizar la producción en origen de la lana, impidiendo así el desarrollo de las  burguesías locales castellanas, propulsoras del desarrollo histórico, las que viéndose vencidas aspiraron también a convertirse en nobleza.

    Un hecho que viene a demostrar que la Reconquista supuso un retroceso en todo el desarrollo socioeconómico  protagonizado y dirigido por los musulmanes lo encontramos en la propia Península Ibérica, en el Bajo Guadalquivir, donde se encuentra actualmente el pueblo de Isla Mayor, que junto a su contorno comarcal es el mayor productor de arroz de España actualmente. Esta comarca después de la llegada de los musulmanes en el sigo VIII adquirió un gran desarrollo social y económico con decenas de pueblos que habitaban en la ribera del bajo Guadalquivir, hasta la llegada de los cristianos en el siglo XIII, que en realidad eran los verdaderos extranjeros en aquellas tierras, lo cuales arruinaron aquel progreso realizado por los musulmanes, manteniendo desde la Reconquista decenas de miles de hectáreas de tierras  improductivas, hasta que siglos depuse, con la llegada de los arroceros en las primeras décadas del siglo XX, fueron puestas en cultivo nuevamente (Juan Grau Galve, historiador local de Isla Mayor).

    Resumiendo lo dicho, puede afirmarse que el retraso que aporta España al Nuevo Mundo respecto de otros países europeos esta determinado porque pasa de  una permanente Alta Edad  Media a la Modernidad sin transitar por la Baja Edad Media, como hicieron el resto de países europeos, que vino a ser el taller donde se prepararon los elementos capitalistas que fueron los instrumentos necesarios para el manejo de la Edad moderna de los que España no pudo disponer. Castilla cuando llega al Nuevo Mundo sigue de hecho inscrita en el feudalismo, mientras que el resto de países europeos ya lo han abandonado.

EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

     Cristóbal Colón desembarca,  después de tres meses de navegación, el día 12 de octubre de 1492 en una isla de las Bahamas que se llamará La Española en honor de España, donde actualmente quedan ubicados dos países: La República Dominicana y Haití. Al lugar concreto del desembarco  para honrar a la Reina Isabel de Castilla, lo denomina La Isabela, nombre que mantiene todavía. El Nuevo Mundo queda descubierto, al que a partir de 1507 se le empezará a llamar América.
    España no era entonces un país unido, sino la suma de dos reinos de la Península Ibérica: Castilla, con reina propia, Isabel, y Aragón, cuyo rey era Fernando V.
   Treinta y cinco años después del Descubrimiento de América, los aragoneses, catalanes y valencianos eran considerados extranjeros, por lo que para ir al Nuevo Mundo necesitaba dispensa real, es decir, el favor especial de la reina Isabel, lo que permite afirmar que no es España la que descubre América, sino el reino de Castilla, la nobleza guerrera y latifundista castellana.
   El latifundio castellano para no ser dividido quedaba unido al hijo mayor, en tanto que los segundones para el ascenso y la preeminencia social tomaban en camino del sacerdocio, las armas o las funciones públicas, de aquí la razón por la que Castilla producía nobles, obispos, canónigos, guerreros y funcionarios pero no burgueses, que precisamente constituían la nueva base sobre la que se asentaban los cimientos de la Modernidad que se iniciaba entonces y en esto reside la razón del por qué España no podía trasplantar al Nuevo mundo la cultura occidental en el sentido literal del término, puesto que no la poseía, sino sus formas de organización feudales que era lo que conocía, pero no la organización social burguesa.
   España trasmitió todo lo que tenia: su lengua, su arquitectura, su religión, su manera de vestir y de comer, su arte militar y sus instituciones jurídicas y civiles; el trigo, los ‘ganados, la caña de azúcar, y hasta los perros y las gallinas. Pero no se recibió de España, porque ella no los tenía, los métodos de producción y distribución occidentales, la técnica y los capitales y las ideas de la sociedad europea de la época. Conocimos el dinero, pero no los bancos,’ conocimos el Evangelio, pero no los trabajos de Erasmo (Juan Bosch).
   Con el Descubrimiento España se convierte en Imperio, pero sin las estructuras económicas, políticas e ideológicas necesarias para poderlo mantener en pie, como quedaría demostrado con su decadencia iniciada menos de un siglo después de ese acontecimiento histórico de primer nivel que ella misma origina, lo que quedará evidenciado a través de la esplendorosa literatura que producirá en el siglo XVI.
  Completarán la exploración del Nuevo Mundo, la conquista y la colonización Portugal, Francia, Inglaterra, Holanda, Rusia, Dinamarca, y Noruega entre otros países, introduciendo con el tiempo cientos de miles de esclavos que llevaría a un proceso de disolución y anomía de las diferentes culturas locales.

LA CRISTIANIZACIÓN DEL NUEVO MUNDO
    Efectivamente, la reina Isabel era contraria tanto a la esclavitud como al mal trato de las personas que consideraba pecado, y por tanto concebía que los indios debían ser “libres de servidumbre y que no fueran molestados de alguno, sino que viviesen  como vasallos libres, gobernados y conservados en justicia como lo eran los vasallos de los reinos de Castilla”  (José Antonio Saco), según Provisión del 20 de diciembre de 1503 expedida en Median del Campo. Pero esta Provisión de la reina tras su muerte unos meses después quedó en papel mojado. Las palabras y escritos iban por un sitio y los hechos por otro.

LA ECONOMÍA COMO VERDADERO DIOS ANTE EL CUAL TODO SE PROSTA Y DOBLEGA
A   provechando aquellos envíos de esclavos para ser vendidos en España, los castellanos habitantes de la Española reclamaron para si el derecho de disponer de esclavos que trabajaran para ellos, petición que hubo de ser atendida por Bartolomé Colón, estado su hermano Cristóbal en España en 1496. Este mismo año se dispuso que los trabajos de siembra de algunos lugares fueran realizados por los indios bajo el mando de sus caciques sin percibir paga alguna por ello, bajo la amenaza de ser azotados o convertidos a la condición de esclavos caso desobediencia.

   En julio de 1497 el gobierno de Castilla accede al repartimiento de tierras y de indios para que las trabajaran, puesto que la tierra sin brazos para el trabajo carecían de valor, dando lugar así al nacimiento de la encomienda, base jurídica y soporte material para la existencia de la esclavitud y para la aparición de una oligarquía esclavista en las Américas.

    Dice Juan Antonio Saco, copiando a las Casas, que Ovando, funcionario real, deshizo “los grandes pueblos que había y que daba a un español ciento, y a otros cincuenta, y a otros más y a otros menos, según la gracia que cada uno con él alcanzaba y él quería: da niños y viejos, mujeres preñadas y paridas, y hombres principales y plebeyos, y a los señores naturales de los pueblos y de la tierra Dávalos en uno de los repartimientos que hacía el español a quien él más honraba y provecho quería hacer”.

     La encomienda llega  a alcanzar casi el nivel de moneda corriente para pagos. En 1504 llegan a la isla dos oficiales reales, el contador Gil González Dávila, y el factor Juan de Ampués, a los que se les señala 200 indios como parte de sus respectivos sueldos. Al fundarse en 1511 la primera Audiencia en la Española, a cada unos de los jueces que la formaron, además del sueldo, se les señaló un repartimiento (tierras con indios para poder ser trabajadas) de 200 indios. Mercedes semejantes de 100, 60 y 50 indios se concedían a criados de Casa Heal, miembros del Consejo de Indias, muchos cortesanos u otros personajes (Juan Bosch) que sin residir en la Española disponían de encomiendas a través de mayordomos nombrados al efecto.

Los hechos expuesto  forman parte de los elementos que podrían explicar la “poca modernidad” aportada por el Imperio español a la Era Moderna a la que dio lugar el Descubrimiento del Nuevo mundo, a pesar haber sido su primer y principal protagonista, y el por qué necesariamente estaba condenado al decaimientos y extinción frente a otros imperios que disponían de burguesía de la que carecía el Imperio español.

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