viernes, 18 de enero de 2008

RAJOY, APARTE FUMACA, ES UN EMBUSTERO (PUBLICADO EN EL OJO ATIPICO EL 18.01.2016)

Don Mariano Rajoy que se presenta a Presidente de Gobierno no me conoce de nada. Eso es verdad.

Nunca me he puesto hasta los ojos de vino con él. Es más, tampoco me he ido con él de putas caras.

No obstante, este torpón y rico señor, se toma conmigo unas confianzas que no se
pué aguantá, ¡ojú!

¿Pues no viene a decir este mansurrón que depende de mi y que sólo a mi me debe explicaciones?

Ha dicho el pajarito este, don Mariano Rajoy, y lo ha dicho públicamente: “Yo al menos no dependo más que de aquellas personas que no conozco de nada, y sólo daremos explicaciones a los españoles.”

Sea, pues, don Mariano, explíqueme y así quedará sólo como medio embustero (que no nos conocemos es verdad), explíqueme a mi que no me conoce y no a don Abel Matutes, ni a Rodrigo Rato ni a Álvarez Cascos, ni siquiera a los Obispos, que a todos ello los conoce, sino a mi.

Explíqueme, por fa, explíqueme, porque me interesa cantidubi, dubi, dá, el proceso por el cual los fiscales no instruyen sumarios para meter entre rejas a los grandes empresarios, ladrones, que se llevan los dineros a los paraísos fiscales. Y, como cosa más doméstica y cercana: ¿dígame del figureta que asesoró al matrimonio Aznar-Botella para que gastaran sus ahorrillos en un pisito de Marbella, cuando dicho pisito había sido construido de forma ilegal?

Se lo advierto don mariano, porque me parece que el Obispo ese que organiza follón social contra el PSOE y fomenta el enfrentamiento social no se lo ha dicho: los chicos que mienten van de cabeza al infierno y, creo, creo por mi oficio, que en el infierno hacen unas calores de la hostia, y como hayan puesto ya calor ecológico con la electricidad de ENDESA ni le cuento, o sea, que se le chamuscaran las barbas si sigue mintiendo.

Y, conste que le digo esto con toda la mala leche del mundo, para acojonarlo todo lo que pueda y meterle el miedo en el cuerpo, porque sé que como gallego es supersticioso, pero por su bien.
Lo digo por su bien eterno, pa librálo de la quema.

Anda, esto ya en confianza, coge tus trastos, anda ite de la política y no mientas más, majo, que dependo yo más de ti que tú de mí. So embustero.

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