La desvergüenza de los parlamentarios europeos (descontando por lo menos
a uno de ellos del PP, que es venezolano) que han votado a favor o se han abstenido a la resolución que
iguala al nazismo con el comunismo, como si fuera el supremo tribunal y arbitro
de la historia, no prueba más que, aparte de su sinvergonzonería, no exenta de
criminalidad, si es que criminalidad fuera falsear la historia para poder
falsear la realidad, de modo que falseada esta se puedan aprobar cómodamente tipos de políticas para
agudizar el empeoramiento de las condiciones de vida de la inmensa mayoría de
la población, mediante la agudización de la explotación económica, política e ideológica
de los trabajadores, para que estos, los verdaderos creadores de la riqueza con
su trabajo, trabajen cada vez menos por menos dinero y en peores condiciones de
trabajo, es la dejación intelectual e ideológica de los que hasta hoy han
pasado por ser dirigentes de la izquierda, incluidos las nuevas ornadas de
políticos que han aparecido después del 15 M, que no han sido capaces ni son
capaces de calibrar la importancia que juega la ideología en la en la economía
y la política y de un modo particular de la crisis capitalista de los años 70
del siglo pasado.
Sinvergüenzas sí, pero no tontos,
porque ellos, fieles monigotes apayasados al servicio de los grandes capitales,
saben que el capitalismo a partir de la crisis de 2008, por el grado de
desarrollo adquirido no tiene solución dentro de los parámetros capitalistas
conocidos, y por tanto, está abocado a su extinción de la misma manera que lo
hizo el modo de producción precedente al capitalismo (y todos los anteriores):
el feudalismo, por lo que en su último intento de mantenerse en pie, a partir
de 2008 adquiere una nueva forma: EL FASCISMO FINANCIERO (la paternidad
de este nuevo concepto de capitalismo me la atribuyo yo) que ya no puede
extraer el volumen de plusvalía que necesita para no extinguirse ni del proceso
de producción (capitalismo industrial) como hizo hasta la crisis de la
década de 1970, ni de la especulación financiera como hizo desde 1970 a la
crisis de 2088 (capitalismo financiero), y por ello necesita consolidar
una nueva fórmula de explotación del trabajo que en esencia se reduce al saqueo
directo de las arcas del Estado mediante el robo legal que llaman privatizaciones
y el saqueo directo del patrimonio de los trabajadores como son las pensiones
(proyecto de robo o privatización de la pensiones mediante el Pacto de Toledo)
y todos los servicios públicos de la sanidad, enseñanza, etc. Para ello
necesitan una nueva concepción de la ideología que va mucho más allá de la
criminalización del comunismo (que por cierto, nadie sabe a ciencia cierta qué
cosa pueda ser, porque que uno se pueda imaginar lo que podría ser, no deja de
ser más que un supuesto teórico como alternativa a la sociedad injusta establecida
por el capitalismo, pero que en la práctica nadie conoce, ni siquiera el
caballo de Santiago Abascal de VOX, porque de forma práctica ni se ha dado ni
se da en ninguna época ni en ningún lugar), por tanto, en la supuesta
igualación entre nazismo y comunismo que han pretendido los monigotes
apayasados en el Parlamento Europeo al servicio de lso capitales, en realidad
significa el primer paso para llegar a la prohibición absoluta de que los
trabajadores puedan pensar que nadie puede salirse del capitalismo, puesto que
este es lo único real y posible, que en realidad vendría a suponer la cristalización
del simplismo mental y la unilateralidad, que son los dos elementos
básicos en los que se asienta el fascismos,
según alguien tan reconocido como nada izquierdista que fue Ortega y
Gasset.
Urge pues no solo la condena absoluta y radical de ese insulto a la inteligencia
y a la historia, que representa la resolución mencionada, sino de una
reorganización de la izquierda política que de ninguna manera tiene que
descansar en la figura de ningún líder por muy iluminado, dicharachero y guay
del Paraguay que pueda ser.
* * *
PCPE: Contra la resolución del Parlamento Europeo.
OCTUBRE DIARIO 7 octubre 5, 2019
Una nueva fecha
debe aparecer en los Anales de la Historia: El 19 de septiembre de 2019,
el Parlamento Europeo aprueba una resolución con el voto mayoritario de las
fuerzas reaccionarias, equiparando el fascismo y el comunismo.
Es la evidencia
de la inmoralidad o amoralidad de las fuerzas políticas de este parlamento,
que, defendiendo el capitalismo, no son capaces de asumir los dramas y
tragedias que están ocasionando a la inmensa mayoría de la Humanidad. Un
parlamento que fue creado para distraer la naturaleza imperialista de la Unión
Europea, que carece de las más elementales funciones que cualquier órgano de
representación popular debe tener, emite una vitriólica resolución que atenta
contra la más elemental ética.
Incapaces estos
“parlamentarios” de ocuparse de los problemas de las y los trabajadores y de las
mayorías de las capas populares, que están padeciendo las consecuencias de la
crisis general y sistémica del capitalismo, tratan de distraer la atención
sobre los horrores que están ocasionando las guerras imperialistas que se
promueven desde las propias instituciones de la UE y de los gobiernos que la
componen.
No han tenido
bastante con las mentiras que a lo largo de la Historia han generado para
articular su dictadura, para ocupar países colonialmente, para imponer bloqueos
y asediar a los pueblos, que, volviendo a atentar contra la verdad y la
realidad de lo acontecido, revisan los hechos ocurridos hace 85 años: ¡A lo
largo de este tiempo, les han estado engañando los comunistas!
Con este
intento revisionista de la Historia, el capitalismo se quita el disfraz
“democrático” y nos transmite su desesperación y miedo a que los pueblos
vuelvan a ser protagonistas de su historia, y se organicen y luchen para
conquistar su independencia, soberanía y libertad, que sólo el Socialismo se lo
garantiza.
La hostilidad
anticomunista de las distintas fuerzas que han apoyado tan miserable y
estomagante resolución, disponen de un historial delictivo que no cabe ni en
las disposiciones más graves de cualquier código penal. Si contabilizamos las
víctimas de sus guerras y agresiones desde el final de la Segunda Guerras
Mundial, nos encontraríamos con decenas de millones de muertos, que bien
podrían incluso calificarse de asesinatos.
Los
promulgadores de tan brutal resolución, son los mismos que comprendieron y
silenciaron a los regímenes nazi/fascistas de las décadas del 20 y 30 del siglo
pasado; son los mismos que apoyaron el régimen criminal del apartheid; son los
mismos que mantienen a la criminal entidad sionista de Israel, que continúa la
aniquilación y exterminio del pueblo palestino; son los mismos que toleran e
incentivan a organizaciones racistas, xenófobas y ultraderechistas, con los que
comparten gobiernos en algunos países; son los que (“humanitariamente”),
bombardearon Yugoslavia, Iraq, Libia, Siria, etc.; son los que promueven
sanciones y bloqueos contra los pueblos de Cuba, Venezuela, República Popular
Democrática de Corea, entre otros; son los que desahucian y empobrecen a la
clase obrera y los sectores populares; ¡SON LOS QUE PERMITIERON QUE LA
UNIÓN SOVIÉTICA SE DEJARA 27 MILLONES DE MUERTOS EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL!,
¡SON LA ESCORIA Y SACAN ESTA RESOLUCIÓN!
El Secretariado
Político del CC del PCPE, condena y denuncia la deplorable resolución
de las fuerzas de la reacción en el Parlamento Europeo, y llama a la
movilización popular y conciencia de clase para articular un frente de lucha
que rompa definitivamente en el estado español con las herramientas y pilares
que sostienen tan abyecto espacio, como son el Euro, la UE y la OTAN.
Asimismo,
hacemos paralelamente un llamamiento a las organizaciones obreras y revolucionarias
de los países miembros de la UE, para construir la alternativa que mande a
estas hostiles fuerzas antipopulares al cementerio de la Historia. A los
líderes revolucionarios, ¡LA HISTORIA LOS ABSUELVE! A los
criminales, revisionistas, traidores, ¡LOS PUEBLOS Y LA HISTORIA, LOS
CONDENARÁN!
A 2 de octubre
de 2019
Secretariado
Político del CC del PCPE
*++