TODO PARA LOS
BANCOS, NADA PARA LOS GRIEGOS
El presidente
griego,Alexis Tsipras, ha nombrado un nuevo equipo negociador en el que su
ministro de finanzas está pero con un papel más atenuado.
Las fuerzas
vivas de España están utilizando Grecia como reflejo en la política
local y la Europa neoliberal también usa a Grecia para influir en España.
Nos preguntamos
a qué precio nos sale que los bancos financien a la mayor parte de los
partidos.
Diario.es
27.04.2015
(Varufakis y el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz.)
La UE le ha ganado una primera batalla a Varufakis. El
presidente del gobierno griego, Alexis
Tsipras, ha nombrado un nuevo equipo negociador en el que su
ministro de finanzas está pero con un papel más atenuado. Varufakis es
polémico. Un hombre que no cejaba en sus
desafíos a la UE, persistiendo en su irracional actitud de
no querer rebajar (más) la vida de los griegos. Se negaba a dar otro tajo a las
pensiones, renunciar a la paralización de los desahucios o a aceptar el ajuste
fiscal al modo que le reclaman.
Varufakis argumentaba que ya han cedido a algunas
exigencias como las privatizaciones (que es mucho ceder), pero a los mandos de
la UE no les basta. El Eurogrupo “ redobla
sus amenazas a Grecia por no aceptar más recortes”, insistieron en
la última y muy tensa reunión del Eurogrupo. Probablemente el nuevo
gobierno no rebajara sus exigencias, pero Varoufakis no puede estar solo en
primera línea porque la gente pobre o que procede de países pobres ha de ser
humilde y sumisa. Recordemos que en los tres meses transcurridos desde las
elecciones, Syriza no ha parado de retar a sus socios (o a los socios de sus
antecesores de Nueva Democracia y el PASOK) osando querer
paliar la crisis humanitaria que aquellos causaron con la ayuda
de la Troika. Incluido el BCE de Draghi, antiguo asesor en maquillajes
contables dado su alto cargo en Goldman Sachs.
Grecia les está sacando de quicio. De nuevo un
editorial de un
periódico español riñe al gobierno de Tsipras por haber cruzado
“las líneas rojas”. Y es cierto que las grandes fortunas griegas, esos grandes
patriotas que se forraron con gobiernos como dios manda, huyen. Amenaza una
crisis de liquidez que en opinión de El País “resulta peligrosa, por cuanto
podría generar en cualquier momento un accidente indeseado”. Al menos, que lo
parezca, que parezca un accidente. Aunque ni siquiera hace falta.
Por cierto, también aquí disponemos de
patriotas que tienen fuera de España ahorros, libres de impuestos, por valor
del 12% del PIB. Algunos de los cuales los han conseguido de forma no
ética pero legal como andamos viendo. Ignacio Escolar, en
ReaccionaDos, cuestiona las cesiones fiscales en este terreno –además de
aportando argumentos técnicos- con esta disyuntiva: “Es como decir que la mejor
manera de evitar los robos es legalizar el hurto”. En ello andan.
Las fuerzas vivas de España
están utilizando Grecia como reflejo en la política local. Resulta enternecedor
escuchar a la jefa de opinión de El Mundo decir en los encuentros políticos
televisados de los sábados:”El BCE financia las cosas de los ciudadanos” para
oponer a Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, que sus supuestos
afines griegos le están haciendo un feo a tan benéfica institución: el BCE. En
realidad y, según su estatus, la entidad “financia las cosas de los bancos” que
prestan a los gobiernos y con el margen suficiente para que se ganen unos
buenos dineros.
Y es que la Europa neoliberal también utiliza a
Grecia para influir en España. Al punto de preferir que caiga si con ello nos
salvan a nosotros. El BCE de hecho emprendió una nueva política de
compra de deuda pública como para una boda, en Marzo, casualmente. Y mira por
dónde al PP de Rajoy le ha tocado un buen pellizco. Nada a Grecia. Pero es que
el gobierno español ya supera el billón de euros de endeudamiento y eso es muy
rentable. También en términos de sumisión por hipoteca.
(Fuente: BCE)
Conviene no olvidar que la UE “ayudó” a sus bancos con 1,6 billones
de euros en los primeros momentos, hasta 2010, y que luego
abrió un grifo crediticio muy favorable. Al tiempo que acudía a inyectar dinero
público cada vez que estornudaban.
Por no extenderse en las políticas del PP en el
sector, como la la ley arbitrada en 2014 por la que “las deudas impagadas de
las empresas pasan a ser inversiones de los bancos acreedores en el capital de
las empresas”, como explica Juan Torres López también en ReaccionaDos. Con lo
que se matan varios pájaros de un tiro, según el catedrático de economía: ya
no necesitan establecer costosas provisiones o aumentar su capital,
porque ahora ya no son deudas de improbable o imposible cobro sino inversiones.
Como se ve, los partidarios de “pagar lo que se
debe” sin mirarle ni los dientes y plantear intolerables retos para
paliar crisis humanitarias, tienen perfectamente claro que tan
cumplidora medida rige para los ciudadanos y no para los bancos. De hecho, como
no cesa de decir el propio Varufakis, más del 90%
del rescate europeo fue a parar a entidades financieras, no al
Estado ni a los ciudadanos griegos. Es emocionante ver a españoles de bien
dispuestos a entregar su pensión, su sueldo o su futuro para figurar como
buenos pagadores en un sistema tan ecuánime.
No soy la única que se pregunta a qué precio nos sale
que los bancos financien a la mayor parte de los partidos. Parece que no tienen
suficiente con las subvenciones públicas y los hay que ni con los regalos de
empresarios como en el caso del PP.
Menos mal que The Economist se ocupa de
España. No da un euro por Rajoy. Lo ha sentenciado: "Su futuro
es tan incierto como el de los trabajadores españoles". Y, como pasó con
Zapatero, ese veredicto implica entrar en el corredor de la jubilación. A la
espera de que nos obsequien con un artículo laudatorio sobre el nuevo valor
neoliberal, Albert Rivera, -que el líder de Ciudadanos podrá añadir a su
nutrida egoteca- condenemos a los osados Varufakis del mundo
empecinados en desafiar el poder de los que con tanto esmero cuidan… de sí
mismos. Todo para los bancos, nada para los griegos. O españoles. O
portugueses. Pasen, señoras y señores, al carril y depositen su voto libre e
informado.
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