viernes, 28 de octubre de 2022

Camposampiero: “Urge cese al fuego inmediato y negociar la paz”

 

 


Camposampiero: “Urge cese al fuego inmediato y negociar la paz”


Giorgio Trucchi

Kaosenlared

28.10.2022

 

Movilización nacional en solidaridad con el pueblo ucraniano y las víctimas de todas las guerras

El 5 de noviembre se realizará en Roma, Italia, una movilización nacional por la paz que tiene como consignas “cese al fuego inmediato, negociación por la paz”, “prohibición de todas las armas nucleares”, “solidaridad con el pueblo ucraniano y con las víctimas de todas las guerras”.

“Hay que detener esta guerra de inmediato. Basta ya de sufrimientos. Italia, Unión Europea, Naciones Unidas deben asumir la responsabilidad de parar la escalada guerrerista y alcanzar un cese al fuego inmediato”, urge el manifiesto de la iniciativa promovida por la Plataforma ‘Europe for Peace’ y respaldada por un amplísimo abanico de organizaciones.

“Es urgente trabajar para una solución política del conflicto, hacer prevalecer el respeto del derecho internacional, sentando a la mesa de negociación los representantes de los gobiernos de Kiev y Moscú para buscar, como dice Papa Francisco, soluciones no impuestas por la fuerza, sino consensuadas, justas y estables”, añade el documento.

Anna Camposampiero, activista social por la paz, expresó a La Rel profunda preocupación por la que considera una “normalización de la amenaza nuclear”.

Peligro nuclear

“Ya están hablando de la posibilidad de llegar a una guerra atómica (nuclear) como algo absolutamente normal. Es tan así que el Parlamento Europeo ha aprobado una resolución donde se dice disponible al uso de bombas tácticas nucleares”, advirtió Camposampiero.

Dos días después, el Consejo de Europa declaró a Rusia como “Estado patrocinador de terrorismo”, exacerbando aún más la rusofobia y la lógica de enfrentamiento en la región, al tiempo que contribuyó a fortalecer en la población ucraniana el espíritu nacionalista basado en el odio.

“Todo esto fortalece la narrativa de que hay que seguir combatiendo hasta la victoria final y la destrucción del enemigo, y vuelve más difícil la búsqueda de un cese al fuego y una negociación de paz”, lamentó la activista italiana.

Un escenario muy complejo, muy polarizado y muy peligroso, acentuado hasta lo extremos por una campaña mediática unilateral sin precedentes, que no admite análisis, ni reflexiones sobre las responsabilidades de los actores involucrados y la complejidad de un conflicto que, como ocurrió en los Balcanes, destruye equilibrios, alimenta odios y sólo deja escombros.

“Es como si Unión Europea, Estados Unidos y Otan quisieran llegar a la victoria definitiva del occidente sobre Rusia, cerrando el círculo que se abrió a inicios de los 90 con la disolución de la Unión Soviética.

Hay un mundo multipolar que ya es un hecho y que Estados Unidos se rehúsa a aceptar. No es un caso que, mientras arde el oriente europeo, Washington eleva el nivel de enfrentamiento con China viajando a Taiwán”, señaló la activista por la paz.

“Tampoco podemos olvidar –continuó Camposampiero– los grandes intereses económicos que están detrás de la que será la reconstrucción de Ucrania. Algo que ya hemos visto incontables veces cuando estos bloques han promovido guerras en aras de exportar democracias”.

Normalización del conflicto

Estas dinámicas “normalizadoras” y de “una sola vía” han logrado bajar el nivel de indignación de las poblaciones.

“En la población europea hay preocupación por las consecuencias económicas de la guerra y de las sanciones impuestas a Rusia, como por ejemplo los alto índices inflacionarios y el aumento exorbitante de gas y electricidad, pero parece prevalecer la incredulidad de que se pueda llegar a un punto sin retorno.

El resultado es un menor nivel de movilización ciudadana respecto a los primeros meses de la guerra y el surgimiento de otro obstáculo en el camino de la búsqueda de la paz”, aseguró Camposampiero.

Para la activista urge llegar de inmediato a un cese al fuego y a la convocación de una conferencia internacional de paz.

“Este 5 de noviembre vamos a movilizarnos para que cesen las armas, se abra una mesa de negociación de paz, se prohíban todas las armas nucleares, al lado del pueblo ucraniano y de las víctimas de todas las guerras olvidadas.

Basta de hipocresía y falsa moral. No hay guerras, ni víctimas, ni refugiados de segunda clase”, concluyó.

Fuente: Rel UITA

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Francia, vanguardia en la lucha obrera por los salarios

 


Francia, vanguardia en la lucha obrera por los salarios

Publicado el 28 de octubre de 2022 / Por Lucha Internacionalista / KAOSENLARED

 

El 18 de octubre, la huelga general convocada por CGT, FO, FSU y SUD-Solidaires, así como de las organizaciones juveniles y estudiantiles francesas,  los y las trabajadoras de la educación, de los ferrocarriles, de las industrias química y aeronáutica, de las guarderías, de la salud y de las residencias de ancianos, fueron los sectores más activos en la huelga. Alrededor de 300.000 manifestantes recorrieron las calles en 150 ciudades. Hubo un centenar de bloqueos de institutos y otras acciones por parte de estudiantes de secundaria. La movilización exigía aumentos salariales, la defensa del derecho a huelga y en apoyo a los trabajadores de la petrolera TotalEnergies, que se encontraban en huelga desde finales de septiembre.

Dos días antes, el domingo 16, una manifestación con 140.000 participantes recorría las calles de París bajo el lema “contra la vida cara y la inacción climática”. La convocaba la Nueva Unión Popular, Ecológica y Social (NUPES), coalición dirigida por Jean-Luc Mélenchon, de Francia Insumisa junto al Partido Socialista, Europa-Ecología-Los Verdes (EELV) y el Partido Comunista. También contaba con el apoyo del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), diversas asociaciones ecologistas y de solidaridad y algunas federaciones sindicales estudiantiles.

La huelga del 29 de septiembre y la de las refinerías

El precedente a la huelga del 18 de octubre hay que buscarlo en la jornada de huelga nacional del 29 de septiembre, por un salario mínimo de 2.000 euros brutos, aumentos salariales en función de la inflación, el restablecimiento de la escala móvil de salarios y pensiones y la igualdad salarial real entre mujeres y hombres. Salieron 250.000 manifestantes a las calles. Pero unos días antes, el 20 de septiembre, había arrancado la huelga por salarios en dos refinerías de Esso-ExxonMobil, y poco después en las de Total Énergies. El resultado fue una fuerte reducción del abastecimiento y largas colas en las gasolineras.

El Gobierno Macron y su primera ministra Élisabeth Borne, que viene oponiéndose al establecimiento de nuevos impuestos a los superbeneficios de las grandes empresas, el miércoles 12 de octubre empezó a obligar a trabajadores en huelga a la vuelta al trabajo bajo amenaza de multas y penas de prisión mediante el establecimiento de servicios mínimos. Los sindicatos respondieron con demandas legales contra esas medidas represivas contra el derecho de huelga. Si bien estas medidas han permitido abrir algunas gasolineras, provocaron la rabia.

Las multinacionales Esso-ExxonMobil y Total Énergies utilizaron los dos sindicatos que no participaban en la huelga para firmar un acuerdo: la CFDT y la corporativista CFE-CGC, que son mayoritarios en el conjunto de Total Energie, pero no entre las refinerías que estaban en huelga. En Esso-ExxonMobil el acuerdo se firmaba el 10 de octubre con un aumento salarial del 5,5% (más un punto de primas) y en Total Énergies, el acuerdo es de 14 de octubre un 5% para todos los salarios (más dos puntos en primas).

En las dos refinerías de Esso Exxon Mobil los y las trabajadoras votaron suspender su huelga el viernes 14 de octubre, tras 24 días de huelga. Pero las asambleas de huelguistas de Total Energie rechazaron los acuerdos y votaron seguir la huelga: en tres refinerías hasta el 20 de octubre, en las otras 2 hasta el 27.

Los huelguistas exigen una subida de salario de 10 %, con el objetivo de compensar la inflación (5,6 % interanual en setiembre), más una redistribución de los superbeneficios. Total Énergies ha generado un beneficio de más de 18.800 millones de euros en el primer semestre de 2022 y de 5.700 millones en el segundo. La remuneración de su presidente y director ejecutivo Patrick Pouyanné aumentó un 52% este año, lo que aumenta la indignación obrera.

En la víspera de la huelga general del 18 de octubre, el Ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, echaba leña al fuego al afirmar que el movimiento social actual era “inaceptable” e “ilegitimo” y llamaba a “liberar los depósitos de carburante y las refinerías”, en un claro llamado a la represión. Le respondía el secretario general de la CGT Philippe Martinez “el Gobierno ha subestimado la rabia en las refinerías, pero también la rabia general del país”.

Macron en la cuerda floja

Las direcciones sindicales CGT, Solidaires, FSU y FO han convocado una jornada de movilización para el 27 de octubre y una huelga para el 10 de noviembre. A la defensa de los salarios unen otras reivindicaciones: reducir el IVA de los productos de primera necesidad, la subida de pensiones y de los subsidios por desempleo con la inflación, la bajada de los alquileres y de los precios de los carburantes y energía, con aumento de impuestos a las energéticas, apoyo al transporte público. Sin haber resuelto el conflicto de las refinerías, se espera que entren en lucha el transporte ferroviario, mientras que comienzan nuevas huelgas en las empresas del sector aeronáutico de Occitania y en las centrales nucleares.

Macron teme un estallido social, motivado por la fuerte caída del poder adquisitivo de las trabajadoras y trabajadores. Con una inflación que se mantiene en el 5’6%, el Ministerio de Trabajo reconocía que el salario medio mensual “había aumentado un 3,1% para el sector de los servicios, un 3,0% para la industria y un 2,6% para la construcción”.

El Gobierno está en minoría parlamentaria con 250 parlamentarios (con sus dos socios) sobre los 577. Por ello Macron quiere recurrir a una vía exprés para aprobar los presupuestos del 23. Mientras, hay una disputa por ser la referencia de la oposición entre la extrema derecha de Marine Le Pen (RN) que alcanzó 89 diputados en junio, y Jean-Luc Mélenchon de FI (75 diputados), que dice estar “dibujando la construcción de un nuevo Frente Popular que ejercerá el poder en el país cuando llegue el momento”, junto al PS (31).

Tras los presupuestos, Macron quiere imponer una reforma contra las prestaciones por desempleo, y otra de las pensiones para aumentarlas de 62 a 65 años. Medida que en el 2019 fue frenada por la movilización obrera y popular. Hay que recordar que la lucha contra el intento de Sarkozy de elevar la edad en las pensiones en 2010, movilizó ocho veces varios millones trabajadores/as y tuvo un peso decisivo en la pérdida de las elecciones de Sarkozy del 2012.

La movilización obrera contra la inflación se extiende por Europa

Francia está a la vanguardia en las luchas por salvaguardar el poder adquisitivo de los salarios, pero es en toda Europa donde crecen las movilizaciones con esa misma exigencia. Antes del verano en el trasporte aéreo en Francia y Alemania, también entre los trabajadores/as de los puertos alemanes del Mar del Norte. En Gran Bretaña fueron los ferrocarriles y los portuarios de Felixstowe, en mayor puerto de carga. También en el metro de Londres, o los recolectores de basura en Edimburgo. En los Ferrocarriles Estatales Holandeses (NS). La larga huelga de las refinerías en Francia y la huelga general, suponen un salto hacia adelante. En Italia y Portugal hubo manifestaciones multitudinarias. En Estado español miles marcharon en defensa de pensiones y salarios en Madrid el 15 de octubre. En Grecia se prepara para una huelga general en noviembre.

La defensa del poder adquisitivo de salarios y pensiones es imprescindible. Unir las luchas y la huelga general en cada país, con jornadas de lucha europeas. La inflación en la Unión Europea (UE) fue del 10,9%. En Gran Bretaña, del 10’1%. La elevación de precios ha estado asociada no a un exceso de demanda sino a la realización de beneficios astronómicos de las grandes empresas. Hay frenar una transferencia de dinero directo de los bolsillos de la clase obrera y los sectores populares a las empresas. Hay que exigir la escala móvil de salarios y pensiones, indexándolos al aumento de la inflación. Hay que exigir la intervención del Gobierno sobre los precios de los productos de primera necesidad, entre ellos la vivienda y los suministros básicos, y la nacionalización bajo control obrero de energéticas y la banca.

22 de octubre de 2022.

Josep Lluís del Alcázar

Lucha Internacionalista


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Una exposición de fotografía de mujeres saharauis pone rostro al Sáhara Occidental en Neukölln

 

Una exposición de fotografía de mujeres saharauis pone rostro al Sáhara Occidental en Neukölln


TERCERAINFORMACION / 26.10.2022

  •  La exposición de fotografías de mujeres saharauis tendrá lugar en Berlín entre el viernes 28 y el domingo 30 de octubre.


El próximo viernes 28 de octubre se inaugurará la exposición de fotografía “Mujeres saharauis destacadas: de la tradición a la emancipación” en la que a través de una serie de retratos de mujeres podremos conocer la vida y el trabajo de decenas de luchadoras por la defensa de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental.

A las 20h se realizará la inauguración oficial, en la que además se presentará el colectivo La Jaima de Tiris, el colectivo berlinés, que busca dar a conocer en Berlín la realidad de los territorios ocupados por Marruecos en el Sáhara Occidental y de los campos de refugiados en Argelia, a través de diferentes actividades culturales.

La exposición se realizará en la Nansenstr. 2 (12047, Berlín-Neukölln) estará abierta del viernes 28 de octubre (19-21h) al domingo 30 de octubre (sábado 14-20h, domingo 12-18h). Los miembros de La Jaima de Tiris estarán presentes para dar a conocer más sobre su proyecto y sus próximas actividades.

Si quieres contactar con La Jaima de Tiris, puedes escribir a jaimatiris@gmail.com, o seguir su actividad en Facebook (@lajaimadetiris) e Instagram (@lajaimadetiris).


(DE) Eine Fotoausstellung in Neukölln über saharauische Frauen gibt der Westsahara ein Gesicht

Am Freitag, den 28. Oktober, wird die Fotoausstellung » Bemerkenswerte sahrauische Frauen: von der Tradition zur Emanzipation » eröffnet, in der wir über eine Reihe von Frauenporträts das Leben und die Arbeit von Dutzenden von Kämpferinnen für die Verteidigung der Menschenrechte in der Westsahara kennenlernen können.

Die offizielle Eröffnung findet um 20.00 Uhr statt, bei der sich auch das Kollektiv La Jaima de Tiris präsentieren wird, das in Berlin auf die Realität der von Marokko besetzten Gebiete in der Westsahara und der Flüchtlingslager in Algerien aufmerksam machen will, mit verschiedenen kulturellen Aktivitäten.

Die Ausstellung findet in der Nansenstr. 2 (12047, Berlin-Neukölln) statt und ist von Freitag, 28. Oktober (19-21 Uhr) bis Sonntag, 30. Oktober (Samstag 14-20 Uhr, Sonntag 12-18 Uhr) geöffnet. Mitglieder von La Jaima de Tiris werden anwesend sein, um mehr über ihr Projekt und ihre kommenden Aktivitäten zu erzählen.

Wenn man mit La Jaima de Tiris Kontakt aufnehmen will, kann man an jaimatiris@gmail.com schreiben oder ihre Aktivitäten auf Facebook (@lajaimadetiris) und Instagram (@lajaimadetiris) verfolgen.

(EN) A photo exhibition of Saharawi women in Neukölln puts a face to Western Sahara

Next Friday, October 28th will be inaugurated the photography exhibition «Remarkable Saharawi women: from tradition to emancipation» in which through a series of portraits of women we will be able to know the life and work of dozens of fighters for the defense of Human Rights in Western Sahara.

The official opening will take place at 8 p.m., where the collective La Jaima de Tiris, the collective from Berlin, which seeks to make known in Berlin the reality of the territories occupied by Morocco in Western Sahara and the refugee camps in Algeria, through various cultural activities, will also be presented.

The exhibition will be held at Nansenstr. 2 (12047, Berlin-Neukölln) and will be open from Friday, October 28 (19-21h) to Sunday, October 30 (Saturday 14-20h, Sunday 12-18h). Members of La Jaima de Tiris will be present to tell more about their project and their upcoming activities.

If you want to contact La Jaima de Tiris, you can write to jaimatiris@gmail.com, or follow their activity on Facebook (@lajaimadetiris) and Instagram (@lajaimadetiris).

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Irán: Las fracturas del régimen de los ayatollahs

 

No es una “revolución de colores”, aunque el Imperio tratará obviamente de sacar el mayor provecho posible de las protestas. Es una explosión provocada por el hartazgo, y que va más allá del velo. Mujeres contra ayatollahs: no es difícil tomar partido.


Irán: Las fracturas del régimen de los ayatollahs

 

Yassamine Mather

El Viejo Topo

28 octubre, 2022 

 


La primera pregunta que debemos hacernos es la siguiente: ¿por qué estamos presenciando unas protestas tan generalizadas en todo el país? Mi respuesta es que la intervención del estado religioso en todos los aspectos de la vida privada de las personas han llevado a una situación en la que la abrumadora mayoría de los jóvenes se niegan a ser gobernados a la antigua usanza.

La mayoría de las dictaduras contemporáneas son bastante astutas, ya que reprimen a sus oponentes políticos y no permiten que la gente se organice, se movilice. Las huelgas y las reuniones políticas están prohibidas, etc., pero esos regímenes no suelen interferir en la vida privada de las personas. Bajo la dictadura del Sha, por ejemplo, no podía haber partidos políticos de oposición, ni siquiera se podía organizar un pequeño grupo de estudio en tu universidad, pero podías hacer lo que quisieras en tu vida personal. Podías vestirte como quisieras, beber y comer lo que quisieras, entretenerte como quisieras. De hecho, el objetivo del estado era desviar la atención de la política permitiéndote vivir tu vida privada como deseases. En este sentido, la República Islámica de Irán es muy diferente. Quiere dictar lo que visten las personas, lo que comen, lo que beben, cómo socializan, etc. Esto es lo que ha ayudado a movilizar a la juventud en particular.

No cabe duda de que las protestas actuales han creado una situación muy difícil para el régimen. Por un lado, no puede retractarse fácilmente de la obligación de llevar hiyab, a pesar de que algunas facciones ‘reformistas’ dicen: ‘Renunciemos a este tema, no es tan importante, no estaba en el Corán’. Pero el líder supremo y el actual presidente no pueden hacerlo , aunque han incumplido casi todas las demás promesas de la revolución de 1979. Esta, recordemos, fue una revolución que pedía la independencia de las potencias occidentales y, por supuesto, eso no sucedió. En realidad, Irán depende económicamente del capital global y del orden mundial dominado por Estados Unidos. China tampoco es una potencia hegemónica que pueda tomar a Irán bajo su ala. Pero recordemos también que la revolución islámica ocurrió durante la era de la Guerra Fría. El eslogan del ayatolá Ruhollah Khomeini era «Ni este ni oeste: el Islam es la única respuesta».

El otro tema planteado por las fuerzas pro-Khomeini en 1979 fue la afirmación de que este iba a ser el gobierno de los desheredados, de los pobres. Pero se ha convertido en una broma hoy en día. Los ricos son cada vez más ricos y son los principales aliados del gobierno, los que están relacionados con los ayatolás o los que tienen conexiones con ministros y altos funcionarios. Irán tiene un factor Gini de 42, uno de los más altos de la región.

El Islam es más o menos el único aspecto de la revolución de 1979 que pueden utilizar para reclamar legitimidad, para justificar permanecer en el poder. No creo que ni siquiera los partidarios de la República Islámica den crédito a su retórica antiestadounidense: saben que se trata de eslóganes vacíos. Los familiares de los principales ayatolás y funcionarios están todos ocupados solicitando tarjetas de residencia estadounidenses. Así que solo les queda el Islam y tratan de mantener su base cada vez más reducida con llamamientos a ‘permanecer fieles a las aspiraciones islámicas de la revolución del ’79’. Por eso no pueden retractarse fácilmente del uso del hiyab.

Es interesante que la ola de protestas se produzca después de dos o tres años, cuando el gobierno de Rouhani está adoptando una visión más relajada con respecto al hiyab. Muchas mujeres, por supuesto, se han aprovechado de esto. Aquí no estamos hablando de los suburbios acomodados, sino de todas partes: muchas mujeres se han sentido capaces de andar sin pañuelo en la cabeza. Hace poco hablé con varios estudiantes que han regresado de Irán y me decían cuántas mujeres ya no usan velo –todo esto hasta Ebrahim Raisi y la reimposición de las reglas estrictas sobre el hiyab, en medio de un período de alta tensión y de desesperación generalizada. Las negociaciones nucleares han fracasado, hay una grave crisis económica que conduce inevitablemente a la escalada de las protestas y a enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

La República Islámica impuso medidas represivas a las mujeres tan pronto como consolidó su poder. Sin embargo, como en muchos otros temas, la actitud del régimen ha sido contradictoria. A diferencia de los talibanes en Afganistán, los gobernantes de Irán quieren aparecer ante el mundo afirmando que creen en la ‘igualdad de género’. De hecho, como solían decirnos algunos de sus apologistas de «izquierda» en la Coalición británica «Paremos la Guerra», las mujeres iraníes han ocupado puestos importantes en el gobierno islámico: vicepresidenta, líder del Majlis. Si bien eso es cierto, lo que no nos dijeron es que todas ellas eran mujeres que estaban muy cerca de los centros de poder (a menudo familiares de ayatolás de alto rango).

La realidad de la vida de las mujeres en Irán durante los últimos 43 años ha sido de gran desigualdad. El sistema legal, ya sea basado en la ley Sharia o retenido de la era del Sha, es completamente misógino, especialmente en lo que respecta al matrimonio, el divorcio, la herencia y los derechos laborales. El líder supremo Ali Khamenei y el presidente Ebrahim Raisi están ansiosos por mantener el apoyo de los fundamentalistas dentro del régimen. Por eso esa extraña obsesión por lo que las mujeres llevan o dejan de llevar en la cabeza.

Mientras tanto, aunque el 60% de los estudiantes universitarios son mujeres, la mayoría no puede encontrar un trabajo adecuado: el empleo femenino, según cifras del gobierno, es solo del 13%. De hecho, la tasa total de desempleo es muy alta debido a la terrible situación económica, como consecuencia directa de los cierres industriales causados ​​por las sanciones, las privatizaciones implacables y la corrupción.

Economía

En Irán, el 80% de la población está urbanizada. Los campesinos se han visto obligados a emigrar a los barrios marginales como resultado directo de las políticas económicas de la República Islámica. Dos de los alimentos básicos del país, también producidos para la exportación, eran el arroz y el té. En las últimas dos décadas, capitalistas sin escrúpulos estrechamente asociados con altos ayatolás y funcionarios han inundado el mercado con arroz y té baratos importados del exterior (solo para subir los precios más tarde). Esto ha llevado a la bancarrota a los productores nacionales. La gente ha estado comprando pasta para reemplazar el costoso arroz y el pan, ¡pero ahora también hay escasez de pasta! Baste decir que comprar y preparar alimentos para la familia suele ser responsabilidad de las mujeres.

Dado el empeoramiento de la situación económica (sanciones, inflación del 40%, una moneda que cae continuamente de valor y ahora la guerra en Ucrania), muchos iraníes se ven obligados a tener dos o tres trabajos solo para poder sobrevivir. En la mayoría de las familias, las mujeres tienen que trabajar, a pesar de que terminan en trabajos temporales, peor pagados y menos seguros, a veces aceptando trabajos mal pagados trabajando desde casa. Se podría decir que esta fuerza laboral femenina sufre grados de explotación mucho más altos.

¡Agregue a eso la amenaza de que la policía moral las castigue por no cubrirse la cabeza adecuadamente! En algunos casos, como en el de Mahsa Amini, te arrestan por mostrar un par de centímetros de cabello, lo que la policía moral llama ‘hiyab pobre’. No es de extrañar que las mujeres de clase trabajadora estén tan indignadas.

Pero, de hecho, los estudiantes, los jóvenes y los hombres mayores de la clase trabajadora están apoyando a las mujeres, porque ellos también están hartos de la escasez de alimentos, el aumento de los precios, los salarios bajos y no pagados, el desempleo masivo, la abolición de los subsidios a los alimentos y al combustible. Por supuesto, las pérdidas de puestos de trabajo se debieron en gran parte a la privatización masiva, y la abolición de los subsidios fue una de las condiciones aceptadas por la República Islámica a cambio de los préstamos del Fondo Monetario Internacional. Irán, cabe señalar, sigue intentando encabezar la lista de las llamadas economías emergentes que se adhieren a los dictados neoliberales del capitalismo global. Todas las facciones del régimen, tanto ‘reformistas’ como conservadoras, han seguido los dictados del FMI y el Banco Mundial como si provinieran directamente del Corán .

Junto a la pobreza masiva, existe una riqueza increíble amasada por una pequeña minoría: hijos e hijas de ayatolás de alto rango y figuras destacadas del régimen. Este grupo hace alarde de sus extravagantes niveles de consumo de lujo en las redes sociales, con páginas de Instagram como #RichKidsofTehran que incluyen fotos de ellos mismos con ropa llamativa y posando junto a Ferraris y piscinas. Tal ostentación arrogante ha alimentado la indignación entre la mayoría de la generación más joven del país, que anhela el cambio. Esta es la generación de los teléfonos móviles, las aplicaciones y las redes sociales, por lo que son más que conscientes de que los jóvenes en todo el mundo no sufren el tipo de restricciones absurdas que tienen que soportar en sus vidas privadas.

Los trabajadores

Luego están los trabajadores como los de la Vahed Bus Company y el complejo agroindustrial de caña de azúcar Haft Tappeh. Han hecho huelga regularmente durante los últimos años contra la privatización, la pérdida de empleos y el impago de salarios; como era de esperar, se han unido a las protestas. También lo han hecho los trabajadores siderúrgicos de la planta Ahvaz y los trabajadores petroquímicos, los trabajadores de la industria petrolera que organizaron huelgas durante todo el verano, quejándose de las terribles condiciones laborales, la falta de seguridad y los bajos salarios. Ahora también gritan consignas contra la dictadura.

El Sindicato de Maestros de Irán es otro grupo que participa en las protestas; muchos de sus líderes han sido arrestados. Los maestros están enfrentados con el gobierno desde hace al menos un año y no se trata solo de los salarios: están hartos de la intervención del gobierno en el plan de estudios; de los burócratas ministeriales diciéndoles lo que pueden enseñar y lo que no; cómo deben tratar a los estudiantes que no están «bien vestidos»; etc. Su sindicato semilegal ha apoyado, en particular, a las alumnas que se han quitado el velo. Hay un cortometraje en las redes sociales que muestra a niñas acosando y persiguiendo a un funcionario del gobierno fuera de su escuela después de que trató de hablarles sobre las virtudes de usar el velo. Los maestros no hicieron nada para detenerlas.

Los abogados también están protestando… especialmente contra la corrupción. Saben que para ganar un juicio en Irán hay que sobornar al juez (a menudo un clérigo) o algún otro funcionario del gobierno. Ellos también estuvieron en las calles la semana pasada.

Tales ejemplos muestran el alcance de estas protestas. Muchos de los que participan son jóvenes, algunos son estudiantes secundarios, y no tienen miedo. Todo esto significa que la vieja forma en que el gobierno gestiona las protestas ­–enviando a la policía y las fuerzas de seguridad– no ha funcionado hasta ahora. En casos excepcionales, los miembros de las fuerzas de seguridad han roto filas. Me han enviado un video muy emotivo de una anciana que toma la mano de su hijo, un militar, y le dice: “No vale tu vida” y ambos se van. Sin embargo, debo enfatizar que en este momento estos casos son muy raros.

Mir-Hossein Moussavi, líder del movimiento Verde en 2009, ha pedido a los soldados y la policía que “se queden con la gente”. No sé exactamente qué significa eso, pero seguramente implica oponerse al gobierno. No lo dice explícitamente, pero, por supuesto, todavía está bajo algún tipo de arresto domiciliario. El problema es que debería haber hecho tales comentarios en 2009, cuando había multitudes mucho más grandes en las calles de Teherán y otras ciudades importantes, después de las disputadas elecciones presidenciales. Sin embargo, Moussavi, como otros ‘reformistas’, no puede romper con el régimen islámico: sigue siendo parte integrante de él.

De hecho uno de los avances de las protestas actuales es que no están limitadas por la timidez de gente como Moussavi. Sin embargo, la falta de un verdadero liderazgo y coordinación a nivel nacional es una de sus principales debilidades, agravada por el éxito de las autoridades reduciendo las comunicaciones por Internet. Contrariamente a lo que afirman el ayatolá Ali Khamenei y sus seguidores dentro y fuera de Irán, las protestas son espontáneas, ciertamente no están “organizadas por la CIA o el MI5”. La gente corriente ha salido a la calle porque está indignada, porque quiere un cambio.

Otro aspecto positivo de estas protestas, en comparación con las protestas de 2018-19 contra la abolición de los subsidios, es que los manifestantes se distancian muy claramente del anterior régimen del Sha. Tan pronto como los estudiantes se unieron, una de sus principales consignas fue “¡Muerte al dictador, sea el líder o el Sha!”. ‘Líder’ es una referencia a Khamenei, cuyo título oficial es ‘líder supremo’, y hay varias versiones del mismo eslogan que se repiten por todo el país, lo que no deja dudas sobre su actitud hacia el régimen del Sha. Los monárquicos exiliados no pueden consolarse con las actuales protestas.

Mahsa Amini era kurda y ha habido varias huelgas y otras protestas en ciudades kurdas como Sanandaj y Sagghez. Sin embargo, contrariamente a los deseos de Arabia Saudí y sus bien pagados analistas en los medios, esto no se ha convertido en un movimiento kurdo ‘nacionalista’. Desde el primer día, las protestas en Azerbaiyán, Baluchistán, Khouzestan, Isfahan, Teherán y otras provincias han sido tan airadas, frecuentes y decididas como las de Kurdistán. Como señalaron varios escritores de izquierda dentro de Irán, estas protestas son de hecho ‘posnacionalistas’ y no se pueden detectar sentimientos nacionalistas separatistas en ninguna de ellas.

Peculiaridades

Ha sido un objetivo a largo plazo de Arabia Saudí y de los republicanos neoconservadores en los EEUU dividir a Irán en varios estados pequeños. Eso resolvería el problema de tener que lidiar con el enemigo, ‘Irán’, tal como existe hoy. El 50% del núcleo persa de habla farsi de Irán sería despojado de sus provincias con minorías nacionales, que se convertirían en una República de Azerbaiyán en el noroeste, una república kurda (probablemente tan corrupta y pro-israelí como la autoridad kurda en Irak) y una república arabe pro-Saudí en Khouzestan. Sabemos que esto es parte integral del plan saudí, sobre todo porque el canal de televisión internacional de Irán, de mala calidad y en idioma persa (llamado ‘MBS TV’ o simplemente ‘Saudi TV’) ha hecho todo lo posible para promover esta línea y fomentar la divisiones. Sin embargo, dentro de Irán no hay señales de tales divisiones en las protestas actuales.

Aún más ridícula es la promoción del esperpéntico culto de los Muyahidines e-Khalq, por parte de Iran International TV. Esta es la organización iraní que se vendió a Saddam Hussein; luego, después, tras la invasión de Irak en 2003, se vendió a la fuerza de ocupación estadounidense, solo para terminar en un bloque de pisos claustrofóbico en Albania, pagado por los saudíesm, y apoyado por aliados de Trump como Rudy Giuliani. Su ‘líder’ es Maryam Rajavi, que usa hiyab, quien se divorció de su esposo, Mehdi Abrishamchi, y se casó con el entonces líder del MEK, Massoud Rajavi, en 1985 (que desapareció posteriormente). Los miembros femeninos de MEK van con hiyab completo. Muchas han tenido que pasar por una ‘revolución ideológica’, divorciándose de sus respectivos maridos y casándose con otros hombres, según lo determine el liderazgo de la secta, a menudo en ceremonias nupciales masivas. Por lo que podemos decir, el grupo tiene muy pocos partidarios dentro de Irán y no ha participado en las protestas.

Por supuesto, en ausencia de una organización coherente, de una estrategia, el movimiento de protesta se enfrenta a graves peligros. Sectores de la izquierda iraní comparten la ilusión de que, de alguna manera por arte de magia, las manifestaciones espontáneas crearán una fuerza radical revolucionaria que defenderá a la clase trabajadora y promoverá una alternativa socialista. La experiencia nos dice que no será así. Algunos sectores de la izquierda iraní han estado desnortados en los últimos años, algunos de ellos apoyando las sanciones, otros apoyando las intervenciones militares de EEUU en el Medio Oriente, y no se puede esperar que de repente entren en razón.

El papel de las celebridades necesita un comentario. En la era de las redes sociales y los influencers, eso no debería sorprendernos. Todos los días durante el último mes, actores, directores de cine, deportistas iraníes de ambos sexos, algunos de los cuales trabajaron en estrecha colaboración con el régimen hasta hace poco, han utilizado sus plataformas de redes sociales para expresar su solidaridad con los manifestantes. No digo que esto sea completamente negativo, hay un elemento positivo en ello, pero al mismo tiempo conlleva el peligro de distracción.

¿Qué pasa con las consignas? Ya he mencionado las reivindicaciones contra la dictadura, y otra muy destacada es ‘Mujer, vida, libertad’. Anteriormente escribí sobre mis reservas con respecto a esta consigna, acuñada originalmente por el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) en Turquía y retomado por sus socios del YPG del Kurdistán sirio. Carece de cualquier carácter de clase y es lo suficientemente vaga como para permitir que se formen alianzas sin principios. ¿Libertad para quién? ¿Bajo qué sistema económico? De hecho, ayuda a fomentar la ilusión de que la ‘libertad’ o la igualdad de la mujer pueden lograrse bajo el sistema capitalista. Si estás en un país como Irán, con sus terribles condiciones económicas, el término ‘libertad’ alienta un frente popular, es decir, de colaboración de clases, que incluya feministas islámicas, empresarios laicos y ‘reformistas’ del régimen. Muchos en la izquierda la han adoptado como única consigna, sin otras explicaciones, sin intentar darle un contenido programático concreto.

Por supuesto, encaja como anillo al dedo con el Partido Tudeh, los ‘comunistas oficiales’ de Irán, que vuelven a pedir un “frente unido contra la dictadura”. (Digo ‘una vez más’, porque este fue exactamente su llamamiento en febrero de 1979, antes de la caída del Sha). Todos conocemos las terribles consecuencias de unirnos con todos los reaccionarios que se oponen a los dictadores de hoy, reaccionarios que quieren imponer su propio tipo de represión. Después del desastre de apoyar a Jomeini en 1979 y su posterior apoyo a la República Islámica hasta 1983, cuando Tudeh y sus aliados comenzaron a sufrir la represión, el arresto y el encarcelamiento, cabría pensar que habrían aprendido la lección. Aunque claramente no es así.

Luego están los trabajadores petroquímicos de Vahed y Haft Tappeh. Están defendiendo algunos de los viejos eslóganes de 1979 como Nan, kar, azadi (‘Pan, trabajo, libertad’) u otras versiones. Algo evidentemente mucho más avanzado.

Mientras tanto, en Estados Unidos, el secretario de Estado de Joe Biden, Antony Blinken, dijo la semana pasada: “Ya no hablaremos más del JCPOA”, el acuerdo nuclear con Irán. “Solo nos preocupan las protestas”. Cualquier intervención militar estadounidense o sanciones adicionales serían un desastre. Fortalecerían al régimen, que actualmente les dice a sus partidarios fuera de Irán que no hay grandes protestas: todo es propaganda de EEUU, Israel, etc. Tal intervención externa permitiría los ataques más brutales de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes y debilitaría las protestas. Claramente, nadie dentro de Irán está pidiendo esa intervención.

Sin embargo, el apoyo desde abajo es muy bienvenido. Las mujeres de los países vecinos, en Turquía, Irak y Afganistán, así como en los países europeos y EEUU, han mostrado solidaridad con las mujeres iraníes. Sin duda, un debilitamiento del islam político en Irán tendrá importantes consecuencias en Oriente Medio. Por supuesto, todavía estamos muy lejos de la caída del régimen, pero la República Islámica de Irán se enfrenta ahora a un gran desafío, más serio que en cualquier momento durante los últimos 44 años.

Las protestas actuales están menos organizadas y son numéricamente más pequeñas que las de 2009 (motivadas por lo que las facciones ‘reformistas’ del régimen llamaron unas elecciones presidenciales ‘amañadas’). Sin embargo, son más importantes, en parte porque cuentan principalmente con el apoyo de la clase trabajadora y la clase media-baja, y la edad promedio de los manifestantes es más joven, lo que significa que muchos de los que participan tienen menos miedo de las fuerzas de seguridad. Más de una década después de 2009, y tras el fracaso de la última ronda de negociaciones nucleares, no hay esperanzas inmediatas de mejora económica. Como muchos iraníes han estado diciendo en las últimas semanas, no tienen nada que perder – Kard be ostokhan ressidhe (‘El cuchillo ha llegado al hueso’). En 2009, el liderazgo del movimiento estuvo a cargo de dos de las facciones ‘reformistas’ del régimen. En definitiva, querían que la República Islámica sobreviviera. Las protestas actuales no son tan tímidas.

¿Qué sigue?

Es muy difícil predecir el futuro de estas protestas, pero ciertamente podemos especular sobre varios escenarios. Podríamos ver a EEUU, Israel y Arabia Saudí tratando de transformar las protestas actuales en una ‘revolución de color’, promoviendo a los llamados ‘líderes’ desde arriba. Tal como están las cosas, es poco probable que funcione, ya que hemos sido testigos de intentos fallidos de producir tales testaferros. Sin embargo, incluso si se produjera tal cambio de régimen, el nuevo estado enfrentaría tantos desafíos sociales, políticos y económicos que inevitablemente reanudaría la represión, represión que comenzaría por atacar a los sectores más pobres de la población.

Otra posibilidad es que el régimen islámico y su líder supremo decidan que sus propios intereses exigen cambiar sus políticas actuales. Ya tenemos dos ‘grandes ayatolás’ en la ciudad religiosa de Qom pidiendo compromiso, y los ‘reformistas’ están adoptando una posición similar. El líder supremo puede destituir al presidente actual y nombrar un reemplazo interino; en tales circunstancias, todo lo que podemos esperar son cambios muy superficiales. La grave situación económica seguramente dará lugar a nuevas protestas.

En lo que respecta a la República Islámica, el escenario más probable es un aumento de la represión, por ejemplo, el despliegue de las brigadas de élite de la Guardia Revolucionaria con el objetivo de aplastar todas las protestas. El 16 de octubre fuimos testigos de un incendio en la prisión de Evin, donde están detenidos muchos de los arrestados en las recientes protestas. Las autoridades afirman que el incendio se inició en la “sección no política” de la prisión, mientras que otra versión dice que hubo “un motín que desembocó en un incendio”. La oposición dice que se dispararon bombas incendiarias contra los prisioneros en Evin (hay un precedente para esto: el incendio en el cine Rex en 1978 fue iniciado por partidarios del ayatolá Jomeini). Probablemente no sepamos la verdad en un futuro próximo, pero en algún momento descubriremos quién fue el responsable de las ocho muertes oficialmente declaradas en Evin. En última instancia, la culpa recae en el líder supremo, ya que los que murieron eran prisioneros en una cárcel iraní. Todo esto demuestra el tipo de ataque brutal que puede organizar el régimen.

Para la izquierda, el mejor escenario es si continúan estas protestas. Todos los días somos testigos de la incorporación de nuevos grupos de trabajadores. Después de una serie de privatizaciones, ya no podemos confiar en una huelga petrolera nacional (como en 1979). Pero se están dando las condiciones para que podamos construir una organización seria, con un programa serio. Cuanto antes se pueda hacer, más cerca estaremos del derrocamiento revolucionario del gobierno de la República Islámica, con consecuencias sin precedentes no solo para Irán, sino para todo el Medio Oriente.

Fuente: Sin permiso.

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