jueves, 18 de junio de 2015

GRECIA: LOS APARATOS DEL PP JUNTO A LOS DEL PSOE Y CON APARATILLOS DE PARTIDOS GUAPINES, SI GANAN LAS ELECCIONES LLEVARÁN A LOS TRABAJADORES A LA MISERIA



Grecia

El nuevo paquete de austeridad que quiere imponer la troika

Rebelión
Jacobinmag
17.06.2015


En los últimos días ha habido numerosas vicisitudes importantes en la negociación de la deuda entre Grecia y las instituciones europeas: la presentación de propuestas por parte del gobierno griego; filtraciones de supuestas contrapropuestas de los prestamistas; el rechazo de las mismas por el primer ministro griego, Alexis Tsipras; el debate previo en el parlamento griego, donde Tsipras repitió su rotundo rechazo de las contrapropuestas, y finalmente la negativa a pagar el vencimiento del 5 de junio del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Nos hallamos sin duda en un momento crucial.

El único partido político capaz de hacer que Grecia avances en estos momentos es Syriza. Nueva Democracia se debate en disputas sobre el liderazgo y en el plano electoral está perdiendo apoyos. To Potami carece de toda credibilidad. El Pasok se halla en estado moribundo. Lo que proponen estos tres partidos es en lo esencial el retorno al régimen de los memorandos. El Partido Comunista Griego está empantanado en una ciénaga de turbio izquierdismo. El rumbo elegido por Amanecer Dorado, finalmente, no puede conducir más que a la ruina total del país, tanto en el aspecto social como nacional.

El pueblo griego sigue depositando sus esperanzas en Syriza y nadie más, como muestran los sondeos. Por tanto, es sumamente importante que el intento de Syriza sea un éxito. Los debates en el seno del partido, por esa misma razón, adquieren automáticamente una dimensión nacional. En este momento histórico crucial hace falta analizar con lupa las propuestas del gobierno griego y las contrapropuestas de los prestamistas para extraer algunas conclusiones sobre el curso de las negociaciones.

Las propuestas del gobierno griego

El texto presentado por el gobierno griego como base del acuerdo con los socios se resume en lo esencial en los siguientes puntos:

1. Fijar un superávit primario del 0,6 % en 2015, del 1,5 % en 2016, del 2,5 % en 2017 y del 3,5 % en los siguientes cinco años. Sin duda, estas proyecciones son más bajas que el utópico 3 % en 2015 y el 4,5 % en 2016 que establecen los memorandos. En cambio, el tipo de gestión que propone el gobierno es muy ajustado, como demuestra el abandono de la perspectiva de presupuestos equilibrados. En la práctica, habrá austeridad en 2015-2016 y sin duda a partir de 2017.

2. Con el fin de cumplir los superávit de 2015-2016, que son los únicos años para los que puede haber alguna predicción realista, el gobierno propone aumentar los impuestos. La medida principal en este terreno consiste en fijar tres tipos del impuesto sobre el valor añadido (IVA, del 6,5 %, 11 % y 23 %), aplicándose el más bajo a los medicamentos y el intermedio a los alimentos básicos, la energía y el agua. Los incrementos fiscales más importantes se dan en los impuestos indirectos, si bien hay algún intento de aplicar políticas redistributivas al mantener bajos los tipos fiscales aplicados a los bienes de consumo popular, como ejemplifica la reducción del impuesto sobre la electricidad (del 13 % al 11 %). Sin embargo, si se producen aumentos del IVA de una magnitud suficiente para alcanzar el superávit requerido, el aumento de la carga fiscal será inevitablemente importante.

3. El gobierno propone asimismo elevar la tasa de solidaridad (cuyo peso recae en los más ricos), una tasa especial sobre los beneficios de las grandes empresas, una tasa sobre los anuncios publicitarios en televisión, el pago de las licencias otorgadas a cadenas de televisión, un impuesto sobre el lujo y otras medidas fiscales. También propone una serie de medidas administrativas y legislativas para facilitar la represión de la evasión fiscal, minimizar el fraude fiscal y mejorar la recaudación.

4. Aparte de las medidas fiscales, el gobierno propone privatizaciones hasta un total de 3 200 millones de euros en 2015-2016, 2 100 millones en 2017-2019 y 10 800 millones para el periodo posterior a 2020. Se estipularán condiciones de inversión y protección de los derechos laborales en las empresas privatizadas, y los ingresos obtenidos se utilizarán para la seguridad social y el refuerzo del banco de inversiones que está previsto crear.

5. En lo que respecta a la seguridad social, las propuestas incluyen la abolición de la cláusula de déficit cero en 2015-2016 y el aumento gradual de la edad de jubilación anticipada hasta los 62 años. Asimismo se avanzan una serie de medidas específicas para limitar el empleo sumergido y el impago de las cotizaciones a la seguridad social.

6. En el ámbito de las relaciones laborales, el gobierno quiere reintroducir los convenios colectivos y restablecer a partir de finales de 2016 el salario mínimo en los niveles de 2010.

7. En cuanto a los “préstamos morosos”, hay una propuesta de que se forme un grupo de trabajo que esboce una serie de medidas para mitigar gradualmente la situación actual. Además se suspenderán temporalmente los desahucios de primeras residencias.

8. El gobierno está implantando además una serie de reformas del sistema judicial, del código concursal, del turismo, del comercio, de las telecomunicaciones, del trabajo por cuenta propia, del registro de la propiedad, de la administración pública y del sector energético.

9. Finalmente, el gobierno propone dos medidas encaminadas a reestructurar la deuda en 2015-2016. En primer lugar, en 2015 se amortizarán los bonos que están en manos del Banco Central Europeo (BCE) con fondos que facilitará el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM). En segundo lugar, en 2015-2016 se devolverán los préstamos del FMI, también con fondos aportados por el ESM. No hay ninguna referencia al importe total de los nuevos préstamos, pero lógicamente rondará los 50 000 millones de euros. Sobre esta base se calcula que Grecia será capaz de volver a los mercados en marzo de 2016. El gobierno pide asimismo a las “instituciones” que se planteen conceder un programa de financiación del desarrollo durante el periodo 2016-2021. La magnitud y la naturaleza del programa, sin embargo, no se conocen.

Las propuestas del gobierno constituyen una solución de compromiso sumamente dolorosa y es preciso que el partido debata internamente sobre sus consecuencias en relación con la implementación de la plataforma electoral de Syriza, el programa de Salónica. Por ejemplo, no incluye ninguna mención sobre la quita de la deuda ni sobre exenciones fiscales, pero a cambio sí se habla de la imposición de un nuevo IVA y de otros impuestos, del aplazamiento de la quita de la deuda (seisachteia), y no se dice ni una palabra sobre la nacionalización de la banca, etc.

Recordemos que el programa de Salónica no es para nada una especie de bolchevismo, sino más bien keynesianismo moderado. La solución de compromiso que propone el gobierno a las “instituciones” plantea realmente dudas sobre el grado de aplicabilidad que tiene. Está claro que la estrategia de negociación del gobierno consiste en concluir el proceso de evaluación, asegurándose un periodo de liquidez y al mismo tiempo tratando de arrancar un acuerdo con los acreedores en torno al grado de endeudamiento y el desarrollo. Syriza está apartándose a todas luces del programa de Salónica, pero intenta mantener vivas las esperanzas de emprender un rumbo alternativo en el futuro.

Las propuestas de los prestamistas

¿Cuál ha sido la respuesta de los “socios”? A juzgar por el texto que se ha filtrado, la respuesta ha sido brutal.

1. Las “instituciones” reclaman unos superávit primarios del 1 % en 2015, del 2 % en 2016, del 3 % en 2017, del 3,5 % en 2018 y en cada uno de los años subsiguientes. Estos objetivos no son muy distintos de los que propone el lado griego, de manera que implícitamente se reconoce que los objetivos marcados con anterioridad eran inalcanzables. Ha habido una concesión por parte de los prestamistas, aunque la gestión fiscal sigue moviéndose en márgenes muy estrechos. Habrá un régimen de austeridad durante muchos años.

2. El problema es que las “instituciones” consideran que según las proyecciones actuales la economía griega tendrá este año un déficit primario del 0,66 %. También es evidente que no dan crédito a las previsiones del gobierno griego sobre la renta que se generaría gracias a las medidas que preconiza. Por tanto, las “instituciones” dicen que es preciso adoptar medidas “específicas y de alta calidad” para poder alcanzar los superávit de 2015-2016 de una manera que sea compatible con el Programa a Medio Plazo para 2016-2019. Esto implica…

3. Ante todo, un aumento del IVA que suponga un incremento de la recaudación tributaria de unos 2000 millones de euros. Habrá dos tipos del impuesto, del 23 % y del 11 %, aplicándose este último a los alimentos, las medicinas y los alojamientos hoteleros (mientras que la energía se gravará con el tipo más alto). Los descuentos que antes de aplicaban a las islas serán suprimidos.

4. Las “instituciones” reclaman muchas otras medidas fiscales draconianas, como la supresión de las rebajas fiscales –incluido el subsidio al gasóleo– para los agricultores y al gasóleo de calefacción. Asimismo exigen el ajuste de la valoración objetiva de los bienes inmuebles, de manera que el impuesto sobre el patrimonio genere los mismos ingresos en 2015 y en 2016, a saber, 2 650 millones de euros al año. Es más, insisten en la eventual supresión de las liquidaciones favorables de contribuciones en interés de la mitigación de deudas acumuladas.

5. Aparte de las medidas tributarias, las “instituciones” exigen la reforma del sistema de pensiones, concretamente reducciones del 0,25 al 0,5 % del PIB en 2015 y del 1 % en 2016. Esto supone introducir una serie de cambios, incluida la eliminación del subsidio de solidaridad social para los pensionistas y la jubilación a los 67 años para quienes se hayan jubilado después del 30 de enero.

6. Las “instituciones” proponen un montón de medidas suplementarias para la reforma de la administración pública y la justicia y preconizan la independencia de los mecanismos de recaudación fiscal, junto con la gestión privada independiente del sistema tributario.

7. En lo que respecta a las cuestiones laborales, proponen un proceso de consulta en torno a las cuestiones del salario mínimo, la negociación colectiva, los despidos masivos y las huelgas sobre la base de la “mejor práctica” europea.

8. Por otro lado, reclaman la desregulación de una serie de mercados, en especial el de la generación y distribución de energía eléctrica.

9. Asimismo exigen la continuación sistemática de amplias privatizaciones, entre otras de la compañía ferroviaria, los aeropuertos regionales, la autopista Εgnatia y los puertos de Pireo y Salónica.

10. Finalmente, las “instituciones” no hablan para nada de la reestructuración de la deuda ni de un programa de inversión para el desarrollo.

Del documento se desprende, así, que los prestamistas insisten en medidas fiscales duras y “de alta calidad” con el fin de asegurar unos superávit primarios “bajos”. Al mismo tiempo exigen medidas drásticas en materia de pensiones, dolorosas reformas laborales y toda una gama de políticas de desregulación. La idea es que de esta manera se llevará a cabo la evaluación y se concederá al país alguna inyección de liquidez en el futuro inmediato. Sin embargo, no proponen ninguna solución para la deuda ni ningún programa de inversiones. Solo nos queda suponer que esto vendrá más tarde, tal vez después de la “importante” negociación en torno al limbo fiscal en que se halla Grecia.

¿Adónde lleva esta ruta?

Saltan a la vista algunas conclusiones evidentes sobre el futuro que nos espera. Carece de fundamento la idea de que existen profundas diferencias entre los acreedores que pudieran aprovecharse en beneficio del lado griego. La élite europea sabe guardar las formas y se muestra cortés, pero no conoce a nadie a quien pudiera llamar amigo. A la hora de la verdad, los amables negociadores se tornan duros, intransigentes y cínicos. Así se construyeron los imperios en el pasado.

No existe ninguna “política de negociación” en el sentido que se suele dar a la expresión en Grecia, a saber, con acuerdos personales entre los dirigentes. En el contexto político europeo, las posiciones se expresan por mediación de instituciones y mecanismos –no solo del sector público– que obedecen a su propia lógica. La mediación es a menudo de carácter tecnocrático. Por ejemplo, no hay una gran diferencia entre los objetivos de superávit primario del gobierno griego y de los prestamistas, pero la naturaleza de las medidas que proponen unos y otros es muy distinta. La mediación tecnocrática de las posiciones políticas de los prestamistas es rígida; sigue la lógica del FMI y, en consecuencia, exige medidas drásticas.

No habrá ninguna propuesta de los prestamistas que no suponga un elevado coste político para Syriza y su dirección, pues este partido pone en peligro el status quo en Europa. Los prestamistas quieren demostrar que Syriza ha sido derrotada. No habrá ninguna propuesta de los prestamistas que permita a Syriza aplicar el programa de Salónica. El terreno al que están arrastrando los prestamistas a Syriza está cada vez más lejos de sus posiciones preelectorales. Parecen claras algunas conclusiones:

Si se firma un acuerdo en las condiciones impuestas por los prestamistas, Grecia volverá en lo esencial al régimen de los memorandos, lo que significa que no habrá desarrollo sistemático, el desempleo se mantendrá en cotas altas, aumentará la desigualdad, la población envejecerá y Grecia se convertirá en un paria insignificante en el escenario internacional. Si se firma un acuerdo como este, el tiempo correrá en contra de Syriza. No habrá margen para una “ruptura interna” con la corrupción y la intriga ni ninguna posibilidad de un cambio social. Será un desastre tanto para el país como para la izquierda.
Lo deseable en este momento no es hallar algún terreno común entre las propuestas del gobierno y las de los prestamistas por la razón evidente de que cualquier acuerdo en este sentido nos alejará todavía más del programa de Salónica. En lo esencial, los prestamistas habrán ganado. Apenas queda margen de maniobra en la continuación de las negociaciones. La prolongada ausencia de liquidez y de financiación orquestada por los prestamistas ha hecho caer la economía del país en recesión. El Estado suspende pagos y no puede funcionar debidamente.

La fuga de depósitos bancarios ha adquirido proporciones gigantescas: el sistema bancario está a punto de colapsar, mientras se acumulan los importes de la deuda morosa. El crédito comercial está congelado. En los últimos cuatro meses, el gobierno de Syriza ha gestionado la economía mejor que Nueva Democracia y el Pasok, pero a medida que los prestamistas aprietan la tuerca, se ensanchan las grietas. La estrategia de cambio radical en Grecia dentro del marco de la Unión Europea está en un callejón sin salida. Este es el mensaje crucial y básico que han transmitido los prestamistas con su táctica de apisonadora. Si Syriza quiere cambiar realmente la sociedad, evitar la ruina de la nación, devolver la economía a la senda del desarrollo, asegurar una nueva posición dinámica para Grecia en el mundo, es preciso buscar vías de avance alternativas. Los análisis y el conocimiento están ahí, ahora lo que falta introducir en la ecuación es la voluntad política y la firmeza.

Traducción: VIENTO SUR

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¿SE ENTERARÁN LOS DIRIGENTES DE IU DE POR DÓNDE VAN LOS TIROS?


GARZÓN YA TIENE SU SURESNES Y EL QUE SE MUEVA NO SALE EN LA FOTO. ¿EL PRINCIPIO DEL FIN DE IU?

Blog Elviejotopo
Sociología Crítica
16,06,2015


“El que se mueva, no sale en la foto”, versión 2.0

El consejo político de Izquierda Unida finalmente tomó la decisión que había anunciado. Por 113 votos a favor, 45 en contra y 3 abstenciones, acordó -hoy domingo, 14 de junio- desfederar a IUCM (izquierda Unidad de la Comunidad de Madrid). En la práctica esto significa que 5.000 militantes dejan de pertenecer a Izquierda Unida, es decir, son expulsados. Por mucho que se suavice la decisión diciendo que pueden solicitar de nuevo la afiliación, lo cierto es que de entrada significa la expulsión en masa. Pese a esto, el Coordinador General de IU de Aragón (lleva en el cargo desde 2002) y también diputado autonómico desde hace más de 12 años, Adolfo Barrena, tiraba de cinismo al declarar que “no se ha expulsado a nadie”, según palabras textuales suyas tal cual informa y las recoge publico.es

Suena a pitorreo. Es tiempo de los mercaderes y oportunistas políticos. El mismo Adolfo Barrena que se empeña en hacer creer que lo negro es blanco, en el pasado mes de febrero se situaba como número dos de Izquierda Unida -después de Garzón-, al ocupar el cargo de Secretario Federal de Organización. De esta forma el de Málaga ya tenía a alguien de confianza como subalterno principal. El barón aragonés de IU lleva ya unos cuantos añitos en el trono maño de la organización, a pesar de lo cual es de los que se han subido al carro de la renovación y la refundación; lo importante es seguir cortando el jamón, aunque lo demás cambie.

Barrena, igual que muchos de los 113 que decidieron seguir el juego a Garzón, sin duda debe saber que también en Izquierda Unida tiene validez aquel dicho de Alfonso Guerra, que resumía el funcionamiento de una estructura autoritaria como era el PSOE: “el que se mueva, no sale en la foto”. Un Alfonso Guerra que controlaba el aparato del PSOE con autoritaria mano de hierro; la disidencia pasaba a ser injuriada y calumniada, hasta quemarla social y personalmente. Aquella manera guerrista de llevar su partido no era muy diferente a la obsesión de Carrillo por liquidar cualquier disidencia interna en el PCE y a su pasión por las purgas. Todo apunta a que en esta nueva IU que emerge de sí misma con vocación de desaparecer, sus principales dirigentes saben aunar la tradición guerrista y carrillista, cuyo ADN compartido es el autoritarismo y el verticalismo.

Alfonso Guerra y Santiago Carrillo, representan dos modelos autoritarios para aplastar la disidencia política. El primero se hizo célebre al resumir su “mando y ordeno” en una frase histórica: “el que se mueva, no sale en la foto”; es decir, el que disiente es aplastado y marginado.

Un amor y una lealtad excesiva por IU nos ha conducido a no querer ver algo que cada vez es más evidente: IU es ahora, más que nunca, también una estructura autoritaria, por mucho que los dirigentes se empeñen en hacer creer lo contrario (y por mucho que haya militantes que se crean que pintan algo en las decisiones de altura).

Ha sido una decisión contraria a los estatutos de IU, pero el respeto por las normas internas se ha convertido ya en algo opcional para aquellos que controlan la organización. Lo importante es salir en la foto para seguir disfrutando del patético minifundio de poder que permite vivir de la política; y quién sabe, a lo mejor si se sonríe adecuadamente al salir en la fotografía, hasta se puede trepar un poquito más y acrecentar la huertita de poder personal.
El que se mueva, no sale en la foto, versión 2.0, versión IU, por cortesía de los que están llamados a liquidar IU.

El problema, ¿es realmente el “problema”? ¿Cuál es el tema de fondo?

Se equivocan aquellos que piensan que el problema es el problema. Me explico.

Tenemos por un lado el problema explícito. Los casos de Gordo, Pérez y demás aspectos que supuestamente constituyen “el problema” de todo lo que ha originado esto. Es lo que se ha querido visibilizar. Y es algo real, no lo niego. Que IUCM necesitaba cambios es difícil de negar, aunque si empezamos a mirar en otras muchas partes también cuecen habas.

Sin embargo, lo anterior (podéis añadirle todo lo que os dé la gana) es apenas una disculpa que enmascara movimientos de fondo y que tapa el problema principal implícito. Éste va más allá de IUCM y tiene que ver con el conjunto de IU (por eso digo que el verdadero problema de fondo es otro). Lo que está realmente en juego, de manera opaca, es la estrategia activada por el sector dirigente de IU, con Alberto Garzón a la cabeza, para controlar la organización en todo el territorio e imponer un plan político determinado. Un sector dirigente que, por lo que hemos visto, es ya dominante en IU. ¿En qué consiste este plan? Desde mi punto de vista, la intención es conducir a IU a un punto final en el que tiene lugar su disolución.

¿En qué condiciones tendría lugar tal disolución? Dos maneras posibles:

A) Disolviéndose IU directamente en Podemos.
B) Mediante una disolución tanto de IU como de Podemos, acompañada de la creación de un nuevo partido ajustado al modelo de partido orgánico defendido por Monereo o algo parecido (Monereo uno de los cerebros en la sombra de todo). Personalmente me inclino a pensar que se trata de esto último.

Entra dentro de lo posible (cada vez estoy más convencido) que todo esto sea algo ya acordado (al menos en parte) entre notables de Podemos e IU desde hace tiempo (¿desde el principio?). La sintonía con el podemismo de ciertos líderes de IU es obvia; a unos se les nota más y a otros menos. En cualquier caso, los indecisos se adaptan como buenos camaleones: si te mueves, no sales en la foto.

Para que todo esto sea viable, la corte política que acompaña a Alberto Garzón, necesita controlar IU, lo cual exige a su vez el control de IUCM. Saben que sin un control férreo de la federación madrileña, estos planes podrían fracasar. La pérdida de militantes les trae sin cuidado. Con la desfederación de IUCM abren la posibilidad de refundarla ejerciendo la tutela desde el primer momento, eliminando cualquier resistencia que pudieran encontrar (de ahí la negativa a solucionar los “problemas” a través de una asamblea extraordinaria, por ejemplo). Algo que ya Garzón advirtió en Twitter hace algún tiempo, cuando afirmó que sobraban todos aquellos que no aceptasen los cambios que los suyos defendían, dando todo un ejemplo de talante democrático y de defensa de la pluralidad (sarcasmo). Aquel día, cuando vi el tuit de Garzón, no puede dejar de pensar en la frase de Alfonso Guerra, “el que se mueva no sale en la foto”; diríase que el de Málaga toma como ejemplo al que fue lugarteniente de Felipe González.

IU está acabada, dicen los líderes de IU

La posible disolución de IU, ¿es una elucubración? No. En absoluto. Cualquiera que haya seguido los artículos de Monereo en los dos o tres últimos años, se dará cuenta que el modelo por el que apuestan las cúpulas de Podemos e IU está en sus escritos. Lo mismo cabe decir de algunas intervenciones de Julio Anguita. Pero si nos vamos a declaraciones recientes, recordemos las palabras de Ramón Luque, secretario de Acción Electoral de IU (recogidas en elpais.com):

“IU ha cerrado el ciclo político que le dio origen. Después de noviembre se va a la fundación de una nueva fuerza política”.

En el mismo diario se recogen también las palabras de Manuel Monereo:

“IU, en este formato actual, no tiene futuro, está agotada”.“Hay que construir algo nuevo. Podemos e IU deben fusionarse en una tercera cosa”. “Nosotros tenemos todo lo que ellos no, y viceversa. Ellos tienen audacia, caras nuevas. Nosotros somos viejos pero tenemos organización, miles de cuadros, presencia en todo el país. Y somos especialistas en travesías del desierto”.

Lo más indigno de todo esto no tiene que ver con razones políticas, sino con el pastoreo y chuleo al que han sometido a las bases militantes y simpatizantes. Resulta inadmisible en una organización de izquierdas y viene a mostrar la falta de respeto que los dirigentes de IU tienen por una militancia entusiasta que todavía cree en IU, dispuesta a dejarse la piel por IU. Mientras la intelligenza de IU se apresura a certificar el estado de coma de la organización y prepara el nuevo invento con el podemismo, las bases de Izquierda Unida permanecen al margen. Eso sí, quizás llegado el momento se las llamará para que den su simbólica bendición una vez cocinado el pastel.

Todo este verticalismo y hacer y deshacer entre notables de espaldas a la militancia, no es impedimento para que luego escuchemos declaraciones con las que se pretende hacernos creer todo lo contrario. Caso este último de una baronesa de IU y de confianza de Garzón, Yolanda Díaz, quien no se ha cortado en afirmar que estos procesos deben empezar “por abajo” en “cada una de las localidades”, “Desde lo más pequeño hasta lo más grande, con el protagonismo de la ciudadanía”… (europapress.es). Renuncio a poner calificativos a la retórica hueca de la coordinadora gallega de IU, ya que me temo que serían demasiado fuertes.

IU está acabada. No lo digo yo. Lo dicen los líderes que controlan la organización. Lo siento por los militantes que tanta ilusión y energía ponen cada día. No se merecen dirigentes como estos.

El suresnes de IU y la deriva ideológica

El CPF (Consejo Político Federal) de IU, después de adoptar una resolución para la cual carecía de competencias, pasará a la Historia como un CPF golpista, como se decía en el artículo “IU a golpe de primarias abiertas”, publicado en vigocomunista.blogspot.com.es. Alberto Garzón y los suyos ya tienen el suresnes que buscaban, o al menos muchas bazas para materializar el suresnes de IU.

El giro político protagonizado por Podemos, para anclarse en un espacio socialdemócrata/socioliberal hasta ahora monopolizado por el PSOE, arrastra detrás a IU. El aparente éxito (muy discutible) de muchos emos en las elecciones municipales, esconde ya de hecho una preocupante deriva ideológica hacia una concepción interclasista de la política. Todo el ciudadanismo tan de moda, abstracciones conceptuales tan vacías como hablar de la “gente”, etc., que caracteriza la “nueva política” de Podemos y la que defiende el garzonismo en IU, no son items discursivos muy diferentes sobre los que se ha sustentado el PSOE durante algo más de los últimos 30 años.

Esta deriva es coherente con el modelo de partido que defiende Podemos, pero también el sector agrupado en torno a Garzón dentro de IU. Este modelo no es otro que el de los partidos “atrápalotodo”. Menciono tres rasgos de estos que se están dando en IU (y en Podemos, por supuesto):

Se produce una reducción drástica de la carga ideológica del partido como organización de clase, y se pasa a apostar por la ambigüedad ideológica para intentar captar más votos (de hecho, los emos municipalistas se han sustentado sobre esto y, a la chita callando, han supuesto un paso ideológico atrás, dentro de IU, de considerables dimensiones).

Fortalecimiento de los grupos de alta dirección, en especial de la figura del líder, su condición carismática y también su autonomía, hasta el punto de poder incluso situarse en un momento dado por encima de las propias normas.

Se devalúa el papel del miembro individual del partido, es decir, del militante. Lo que importa es el votante no militante (hay que “amoldarse” a los procesos electorales, decía Yolanda Díaz). El tradicional militante o afiliado, puede llegar a ser un hándicap en la meta catch-all que se marca el partido (botón de muestra lo que ha pasado en Madrid).

Con la disculpa de “nunca tendremos una ocasión como ésta”, Podemos y el sector dirigente de IU han pasado a jugar a ser PSOE, a reinventar el PSOE salido de Suresnes. Lo normal, antes o después, una vez que pase el sarampión político, es que muchos de los notables que protagonizan ahora este giro hacia la socialdemocracia y el modelo de catch-all party, terminen en el PSOE. ¿Apostamos?

¿El principio del fin de IU? ¿Y el PCE?

Alguien me decía no hace mucho: ‘mira, Izquierda Unida es una batalla perdida y lo que debemos es centrarnos en intentar recuperar el Partido’ (refiriéndose al PCE).

Que realmente IU está acabada lo dicen sus propios líderes. Y después de la actuación del CPF de IU y de lo que parece una claudicación de Cayo Lara ante las presiones ejercidas, empiezo a pensar que en efecto quizás este compañero tenía razón y que es posible que IU sea ya una batalla perdida. Es más que posible que su suerte ya esté echada y su destino final escrito. La paradoja es que las puñaladas que han de matar a IU, o que la están matando, vienen de sus propias filas. Parece que IU desaparecerá a la manera italiana.

¿Y el PCE? Quien está detrás de todo lo que estamos hablando, en buena parte es la propia nomenclatura del PCE. Y es curioso que sea el secretario general del PCE, José Luis Centella, uno de los responsables de la armarización, ocultamiento y estancamiento del Partido, quien diga: “El concepto de partido clásico no representa hoy la forma principal de participación de la ciudadanía” (elpais.com). Desde luego, con burócratas orgánicos como él al frente de un partido comunista, es difícil que una organización de clase como el PCE constituya una forma de participación.

Soy escéptico ante la posibilidad de que el PCE pueda ser tomado por las bases, depurados los cuadros dirigentes y el partido reorientado hacia lo que debiera ser un partido comunista. El rígido control que ejerce el aparato dificulta la tarea. Y, sin embargo, creo que es necesario intentarlo y simultáneamente, estrechar los lazos y vínculos con comunistas de otras organizaciones y sobre todo con comunistas sin carnet, no afiliados a ningún partido. Pero también con personas no comunistas de otras ideologías que comparten el anticapitalismo raíz. Debemos ser capaces de tejer una base izquierda más allá de las organizaciones y al margen de las histerias electorales que marcan el rumbo político de la izquierda convencional. Merece la pena pensar sobre ello.

@VigneVT

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EE.UU, ESTÁ LLEGANDO EL DÍA DE SAN MARTÍN


Washington versus China en el siglo XXI

La geopolítica del declive mundial de Estados Unidos

3/4

Rebelión
TomDispatch
13.06.2015

Traducido del inglés para Rebelión por Sara Plaza

La geopolítica axial de Estados Unidos
Una vez arrebatado el control de los extremos axiales de la isla mundial a la Alemania nazi y el Japón imperial en 1945, durante los siguientes 70 años Estados Unidos aplicó capas cada vez más gruesas de poder militar para contener a China y a Rusia dentro del heartland euroasiático. Despojada de su cobertura ideológica, la ambiciosa estrategia de Washington de la "contención" anticomunista de la época de la Guerra Fría fue poco más que un proceso de sucesión imperial. Una Gran Bretaña agotada fue reemplazada en el control del "marginal" marítimo, pero las realidades estratégicas siguieron siendo prácticamente las mismas.
De hecho, en 1943, dos años antes del final de la Segunda Guerra Mundial, un envejecido Mackinter publicó su último artículo, "The Round World and the Winning of the Peace" ["El mundo redondo y la conquista de la paz"], en la influyente revista estadounidense Foreign Affairs. En él, recordaba a los estadounidenses que aspiraban a una "ambiciosa estrategia" para una versión sin precedentes de hegemonía planetaria que incluso su "sueño de poder aéreo mundial" no cambiaría las bases geopolíticas. "Si la Unión Soviética sale de esta guerra como conquistadora de Alemania", advertía, "alcanzará el rango del poder terrestre más grande del mundo", controlando la "fortaleza natural más grande de la tierra".
Al momento de establecer una nueva Pax Americana posbélica, lo primero y básico para contener el poder terrestre soviético sería la Armada estadounidense. Sus flotas rodearían el continente euroasiático, complementando y luego suplantando a la Armada británica: la Sexta Flota se instaló en Nápoles en 1946 para controlar el océano Atlántico y el mar Mediterráneo; la Séptima Flota se estableció en la Bahía Subic, Filipinas, en 1947, para controlar el Pacífico Occidental; y desde 1995 la Quinta Flota se encuentra en Bahrein, en el golfo Pérsico.
A continuación, los diplomáticos estadounidenses sumaron capas de alianzas militares envolventes: la Organización del Tratado del Atlántico Norte (1949), la Organización del Tratado del Medio Oriente (1955), la Organización del Tratado del Sudeste Asiático (1954) y el Tratado de Seguridad Estados Unidos-Japón (1951).
En 1955 Estados Unidos también tenía un red mundial de 450 bases militares en 36 países para, en gran medida, contener el bloque sino-soviético detrás de un Telón de Acero que coincidía en grado extraordinario con las "rimlands" de Mackinder alrededor de la masa continental euroasiática. Hacia el final de la Guerra Fría, en 1990, el cerco de la China comunista y Rusia necesitaba 700 bases de ultramar, una fuerza aérea de 1.763 aviones de combate, un enorme arsenal nuclear, más de 1.000 misiles balísticos y una armada de 600 buques, incluyendo 15 portaviones nucleares y sus flotillas, todos conectados por el único sistema global de satélites de comunicación del mundo.
Como fulcro del perímetro estratégico de Washington alrededor de la isla mundial, la región del golfo Pérsico ha sido durante casi 40 años el lugar donde Estados Unidos ha intervenido constantemente, de manera manifiesta y encubierta. La revolución iraní de 1979 supuso la pérdida de un país clave en el arco del poder estadounidense alrededor del golfo, y dejó a Washington en la difícil posición de tener que reconstruir su presencia en la región. Con ese fin y simultáneamente, por un lado apoyaría a Sadam Husein en Iraq en su guerra contra el Irán revolucionario y, por el otro, armaría a los muyahidines afganos más extremistas contra la ocupación soviética de Afganistán.
Fue en este contexto en el que Zbigniew Brzezinski, asesor de Seguridad Nacional del presidente Jimmy Carter, puso en marcha su estrategia para derrotar a la Unión Soviética con una agilidad geopolítica absoluta, que todavía hoy sigue siendo poco comprendida. En 1979 Brzezinski, un aristócrata polaco empobrecido que conocía como pocos las realidades geopolíticas de su continente natal, convenció a Carter para lanzar la Operación Ciclón con un enorme presupuesto anual que alcanzó los 500 millones de dólares a finales de los 80. Su objetivo: movilizar combatientes musulmanes para atacar el blando vientre centro-asiático de la Unión Soviética y abrir una brecha profunda de radicalismo islamista en el heartlandsoviético. Lo que simultáneamente iba a infligir una derrota desmoralizadora al Ejército Rojo en Afganistán y dejar el "rimland" de Europa Oriental fuera de la órbita de Moscú. "Nosotros no empujamos a los rusos a intervenir [en Afganistán]", dijo Brzezinski en 1998, al explicar su hazaña geopolítica en esta versión Guerra Fría del Gran Juego, "pero aumentamos a sabiendas la probabilidad de que lo hicieran [...] Esa operación secreta fue una idea excelente. Tuvo el efecto de hacer caer a los rusos en la trampa afgana".
Preguntado sobre el legado de esta operación que dio origen a un Islam combatiente hostil a los Estados Unidos, Brzezinski, que estudió y a menudo citaba a Mackinder, se negó rotundamente a pedir disculpas. "¿Qué es más importante para la historia del mundo?", preguntó. "¿Los talibanes o el colapso del imperio soviético? ¿El levantamiento de algunos musulmanes o la liberación de Europa central y el final de la Guerra Fría?"
Pero incluso la impresionante victoria estadounidense en la Guerra Fría, con la implosión de la Unión Soviética, tampoco transformaría los fundamentos geopolíticos de la isla mundial. Como resultado, tras la caída del muro de Berlín en 1989, la primera incursión diplomática de Washington en la nueva época sería un intento de restablecer su posición dominante en el golfo Pérsico, utilizando como pretexto la ocupación de Kuwait por parte de Sadam Husein.
En 2003, cuando Estados Unidos invadió Iraq, el historiador Paul Kennedy acudió de nuevo a la para entonces centenaria obra de Mackinder paraexplicar este aparentemente inexplicable infortunio. "En este momento, con cientos de miles de tropas estadounidenses en las rimlandseuroasiáticas", escribió en el Guardian, "parece como si Washington estuviera tomándose en serio el mandato de Mackinder para asegurar el control del 'pivote geográfico de la historia'". Si se interpretan estas afirmaciones de forma amplia, la rápida proliferación de bases estadounidenses en Afganistán e Iraq debería entenderse como una nueva apuesta imperial para alcanzar una posición clave en el borde del heartland euroasiático, algo semejante a lo que hicieron los británicos con sus viejos fuertes coloniales a lo largo de la frontera noroeste de la India.
En los años siguientes Washington intentó sustituir algunos de sus ineficientes soldados sobre el terreno por drones. En 2011 la Fuerza Aérea y la CIA habían rodeado el territorio euroasiático con 60 bases para su armada de drones. Para entones, su caballo de batalla era el Reaper: sus misiles Hellfire, sus bombas GBU-30 y un alcance de 1.850 km permitían atacar objetivos en casi cualquier lugar de África y Asia desde aquellas bases.
Significativamente, las bases de drones están esparcidas en estos momentos por los márgenes marítimos alrededor de la isla mundial –desde Sigonella, Sicilia, hasta Incirlik, Turquía; Yibuti en el mar Rojo; Qatar y Abu Dabi en el golfo Pérsico; las islas Seychelles en el océano Índico; Jalalabad, Khost, Kandahar y Shindand en Afganistán; y en el Pacífico, Zamboanga en Filipinas y la Base Aérea Andersen en la isla de Guam, entre otros lugares. Para patrullar esta extensa periferia, el Pentágono se ha gastado 10 mil millones de dólares en construir una armada de 99 drones Global Hawk, equipados con cámaras de alta resolución capaces de vigilar todo el territorio en un radio de 160 km, sensores electrónicos que pueden neutralizar señales de comunicación y motores eficientes con autonomía para 35 horas de vuelo y un alcance de 14.000 kilómetros.

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