lunes, 21 de diciembre de 2009

LLEGA EL TIO PACO CON LAS REBAJAS

(Pastoral síndico-empresarial reunida, haciéndo cábalas de lo que nos va a costar el peine)

Mi querido trabajador, tiene usted que ganar menos. Moderadamente menos, eso sí. Pero menos, porque se trata de eso, de que gane menos.
Los que han creado la crisis necesitan ganar más para ir preparando la siguiente crisis, que no se preocupe usted, mi querido trabajador, que también la pagará usted.
De usted no se puede prescindir, porque si se prescinde de usted ya me contara quien coño va a crear la riqueza. Así que no pase pena, trabajará más, pero cobrará menos. ¡Salte de alegría hombre/mujer!, que así se lo han hecho saber ya los sindicatos, y el ministro de trabajo, que no sé yo en qué trabaja, lo que le ha venido a decir es que lo que le hace falta a usted, demás de cobrar menos, es otra vuelta de tuerca, porque compréndalo, señor mío, en el Pacto de Toledo, que viene a ser como montañas de dineros, también procedente de su trabajo, empezaron a hablar de esto y de lo otro y de ¡coño cuanto dinero hay aquí! Me refiero al dinero de la Seguridad Social.
Pero no se me vaya a sulfurar, que si anduvieron trasteando sindicatos y gobierno con el Pacto de Toledo era por su bien, para garantizarle lo que ya estaba garantizado: sus pensiones, lo que pasa es que se lo querían requeteasegurar, asegurativamenete hablando…, me entiende, ¿verdad?
Bueno, pues si me entiende vamos bien (porque yo no lo entiendo. Yo no entiendo como no estamos todos los que trabajamos en la calle exigiendo que nuestros dineros no los toca ni Dios, no por nada, sino porque Dios no se mete en estas cosas, solo son los bancos los que menean el dinero y mandan menearlo, que para eso tiene sus partidos políticos y estos a sus sindicatos), porque para su tranquilidad le diré yo, que no soy ningún sindicato, y por tanto, no tengo porque informarle de cuales son sus intereses, que el ministro de trabajo ha dicho que, si bien durante 30 años el enjuague social entre sindicatos mayoritarios, gobiernos del mismo pelaje pero de colores distintos y empresarios de gran calado, ha dado como producto lo que ha dado (que es usted hoy relativamente mas pobre y gana menos, produciendo más, que hace 30 años) ello no quiere decir que no se tenga que tocar. Se puede tocar, la dinámica de funcionamiento sindico-político-gubernativo-empresarial, siempre y cuando sea para empeorar las condiciones de vida de los trabajadores, que somos en definitiva la inmensa mayoría de la sociedad, puede ser tocado. Pero no por las bravas, como quiso hacer don Manuel Pizarro, hombre rico (y no sé donde trabaja, que conste) y prototípico, con mucho proto y más de típico del Partido Popular entero y verdadero, con los dinero de la Seguridad Social para juguetear con él en bolsa.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho no es tan bruto. Es peor, pero tan bruto no. Y para hacer los mismo que haría el PP necesita previamente que los sindicatos le digan: Celestinito, al toro que es una mona, que nosotros con nuestros coleguís los empresas ya estamos de acuerdo, que no tengas miedo y que de cabeza contra los dineros de la Seguridad Social que te puedes tirar, que no pasa nada. Personal en la inopia, Celestino. Firmado tus compañeros del metal y demás compaña. Stop, y otra vez stop.
Pero no se me vaya a poner triste, hombre, que estamos en Navidad. Levante el ánimo, que en unos días nos nacerá el Niño Dios que es más bueno que el pan caliente y hasta el Rey le va a enviar una felicitación y todo con unos deseos que pa qué pa qué, que si todo lo que le llevo dicho es como para comer cerillas y cargarlas encendidas. Anímese, que Zapatero le va a redondear la pre faena realizada por los sindicatos y empresarios haciéndole una reforma laboral que lo va a enderezar del todo.
Y si por ventura no se fía de Zapatero, y hará muy bien, vote al PP en las próximas elecciones que hará lo mismo.

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