viernes, 18 de enero de 2019

FRANCIA (que como si dijéramos es un barrio de Bilbao, o sea, que está aquí mismo, a la vuelta de la esquina): LOS TRABAJADORES NO QUIEREN QUE LE TOMEN MÁS EL PELO. SI ES LO QUE DIGO YO: ¿NO ES EL TRABAJO LA FUENTE DE TODA RIQUEZA? COÑO, PUES DEJA AL TRABAJADOR QUE REPARTA ÉL LA RIQUEZA QUE CREA Y NO TE METAS TÚ, QUE NO HAS TRABAJADO EN TU PUTA VIDA NI PIENSAS TRABAJAR, A MANGONEAR Y A ROBAR LA RIQUEZA QUE CREAN LOS TRABAJADORES. ES O NO ES? PUES A ESO VOY...

Francia. Chalecos amarillos
Construir un bloque social frente al bloque burgués


Henri Wilno
VIENTO SUR
14.01.2019


Los chalecos amarillos nos obligan responder a una serie de cuestiones. Más allá de los discutibles precedentes históricos y de aspectos condenables (manifestaciones de racismo o antisemitismo), a menudo destacadas pero más o menos anecdóticos, entender el movimiento supone volver a sus raíces: los Chalecos amarillos son el resultado de la evolución de la formación social francesa, muy determinada por las transformaciones recientes del capitalismo. Como escribía Marx en el Manifiesto Comunista: “La burguesía no puede existir sin revolucionar constantemente los instrumentos de producción, lo que quiere decir las relaciones de producción, es decir, el conjunto de las relaciones sociales”. Exactamente este es un proceso que continúa. Esta revolucionarización de la formación social transforma tanto a la burguesía como al proletariado sin olvidar las capas intermedias.

Las clases sociales arrolladas por el capitalismo

El proletariado conoció modificaciones diferenciadas: ampliación y homogeneización por un lado, división y dispersión por otro. Las condiciones de remuneración y de trabajo, la relación con la patronal del personal obrero, empleado, de un amplio sector de personal técnico y del personal cualificado de la industria y de servicios, es decir, una parte de los cuadros, se han aproximado. Las ventajas concedidas en el pasado a algunas categorías ha tendido a erosionarse. Pero al mismo tiempo, el estatus se ha diversificado: interino, CDD (eventual. NdT), externalizado, subcontratación externa o por obra, reducción de la dimensión de los establecimientos en beneficio de las redes, horarios flexibles o fragmetados. En los servicios públicos, se han extendido los contratos de derecho privado y la precariedad. Las grandes concentraciones obreras se han deslocalizado y han abandonado las ciudades, mientras que el diseño capitalista del espacio expulsa a muchas personas asalariadas a vivir lejos de los centros urbanos pero no necesariamente cerca del puesto de trabajo: de ahí los continuos desplazamientos.

La alta burguesía francesa se ha internacionalizado y renovado mediante la integración de las capas superiores del sector asalariado, público y privado. Las divisiones ideológicas que la atravesaban tradicionalmente se han difuminado bajo la presión de los mercados y la modernidad, reduciendo el espacio de los empresarios sociales, de católicos rigoristas, etc. Asistimos a una homogeneización ideológica y social de la burguesía francesa alrededor de un punto básico: hacer las reformas necesarias para el capital y para ello, jugar a fondo con el marco de la capitalista Unión Europea. Como el politólogo Jérôme Sainte-Marie destacaba en una entrevista en l’Humanité, después de la elección de Macron: “La reunificación de la burguesía es impactante […]. El bloque de la élite domina sin compartir el aparato del estado y la dirección de las grandes empresas”. En el sector de la mediana y pequeña burguesía orientadas, sobre todo, al mercado nacional, subsiste un estado de ánimo más tradicionalista y menos pro europeo, pero esa no es la orientación de los círculos dominantes de la patronal.

Las llamadas capas sociales intermedias son muy sensibles a la evolución del capitalismo, sobre todo, cuando esta se acelera. Se han renovado profundamente: retroceso del campesinado y, en menor medida, del sector artesamnal y el pequeño comercio; ascenso y aumento continuo de las capas medias asalariadas. Si actualmente se desarrollan categorías de personas no asalariadas, estas se sienten privadas de uno de los atributos tradicionales de esta situación: las personas independientesse han convertido en muy dependientes y a menudo no solo se trata de un sentimiento sino una situación objetiva. En cuanto a las capas medias asalariadas, se han fraccionado: si una parte forma bloque ideológicamente con la alta burguesía, sus elementos inferiores sufren también la lógica capitalista.

El bloque burgués sabe qué quiere

A esta evolución hay que añadir un elemento suplementario: la coyuntura política. La alternancia gubernamental entre la derecha y la izquierda permitían enmascarar la similitud de las políticas implementadas. La alternancia sin una verdadera alternativa es un método para mantener el orden social. Lo que no ocurre con Macron, que encarna perfectamente la reunificación de la alta burguesía francesa empresarial y el Estado (dejando de lado las antiguas divisiones entre partidos o en torno a las cuestiones sociales) para llevar a cabo las reformas lo más rápido y completas posible. El bloque burgués es socialmente minoritario, pero mucho más resolutivo que quienes supuestamente se le oponen. Esto permite a Macron lograr varios éxitos (normativas, reforma de la SNFF) y dar rienda suelta a su desprecio por la situación de la mayoría con sus declaraciones desdeñosas y también a la acumulación de medidas unilaterales y claramente antisociales: alza de la CGS de las personas jubiladas, recorte de la APL, casi supresión de la ISF (Impuestos sobre las rentas de trabajo y rentas de capital, ayuda al alquiler y el impuesto solidario a las grandes fortunas. NdT). Pero como destacaba el politólogo antes citado,“el poder se debilita cuando avanza sin máscara”. Además, la política macroniana socava la legitimidad del sistema fiscal: ¿por qué pagar impuestos (más allá de que sean desiguales) cuando los ricos pagan cada vez menos, los hospitales están saturados o cerrados, las oficinas de correos y las vías férreas (salvo las del Alta velocidad) sacrificadas...?

Un movimiento, sobnre todo, de base proletaria

En este contexto y cuando el movimiento obrero ha sufrido una serie de derrotas, se rebelan los Chalecos amarillos, agrupando capas sociales heterogéneas pero que todas se sienten víctimas de la brutalidad neoliberal, del desprecio de las élites. El grueso del movimiento esta formado por gente proletaria activa (obrera y empleada) o jubilada a quienes se añaden miembros de la pequeña burguesía (artesana, auto-emprendedora, profesiones liberales), campesinado y pequeños empresarios y empresarias. Una parte de la clientela electoral popular de la derecha (es decir del FN) se encuentra hoy alrededor de los Chalecos amarillos e influye en su forma de presentarse (banderas tricolores, la Marsellesa) pero no hay que confundir esta presencia con las de la extrema derecha organizada.

Las reivindicaciones que destacan son heterogéneas: su núcleo no es cuestionar la explotación capitalista sino más bien, sus consecuencias. Los salarios están lejos de ser la faceta prioritaria, pero, a pesar del peso de las personas no asalariadas, las exigencias no se reducen sólo a la “reducción de impuestos”. La aspiración igualitaria es fuerte. Han aparecido vinculo sociales y debates entre gente, a menudo, alejada de la esfera sindical o política. Además, los Chalecos amarillos han puesto de actjualidad la radicalidad. Manifestarse allí donde están los poderosos más que en los barrios de París que no tan populares no es un artilugio mediático.

Un frente social contra Macron

Las personas asalariadas, muchas de ellas sindicadas o ex-sindicadas, presentes en el movimiento, no lo están como tales. Ampliamente proletario en su base social, el movimiento de los Chalecos amarillos, por sus reivindicaciones, se plantea antes que nada, como movimiento de los pequeños contra los grandes, pero la MEDEF (Organización empresarial.NdT.) no está entre sus objetivos. Esta subordinación de los intereses propios de la clase asalariada en el movimiento remite, sin duda, a una situación en la que (simplificando mucho), aunque la exigencia de revalorización del poder de compra y de defensa del empleo es urgente, muchas personas asalariadas creen cada vez menos en la posibilidad de lograr lo que sería necesario mediante luchas en la empresa.

A pesar de la simpatía de la que continúa gozando en la opinión pública y su capacidad para mantenerse, no se ve bien cómo este movimiento podría poner fin a la desigualdad si no se extiende y si las personas asalariadas no se ponen en movimiento, no solo en la calle sino en las empresas, en los servicios, en las redes de distribución. Las próximas semanas serán decisivas y las consecuencias de la actitud del movimiento obrero, inmensas.

Hay que crear un frente social contra Macron. Este debería ser el horizonte de quienes quieren golpear al régimen de verdad. Llamar a la revuelta popular, declarar su fascinación por uno u otro líder sin fijarse este objetivo, lleva a un agotamiento progresivo ( o que no excusa en nada a quienes solo tienen la única política de la sospecha sistemática respecto a los Chalecos amarillos). Y el fracaso no sería solo el de los Chalecos amarillos sino el del conjunto de las personas asalariadas, jubiladas, paradas, pequeño campesinado y sector artesanal destinadas a ser arruinadas por el proyecto macroniano.

9/01/2019


Traducción viento sur

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CONTRA EL MAREO Y LA TONTERÍA, DOS MEJOR QUE UNA

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PODEMOS, ERREJÓN, PIM, POM, Y CUANDO LOS TRABAJADORES NOS FIAMOS DE NENITOS Y NENONES. SI LOS CÍRCULOS FUNCIONARAN EFECTIVAMENTE NO HABRÍA ERREJONES, PIM, POM

El socialdemócrata Errejón se desmarca (nunca mejor dicho) de Podemos y se ‘abrasa’ con Carmena


Rebelión
Insurgente
17.01.2019

Que Errejón es un personaje ambicioso, ubicado ideológicamente en el PSOE pero con militancia (de momento) en Podemos, no se le escapa a nadie.






Que Errejón es un personaje ambicioso, ubicado ideológicamente en el PSOE pero con militancia (de momento) en Podemos, no se le escapa a nadie. Tampoco que tras perder las primarias, su gente mantiene un hilo cada vez más fino con la organización y que si el PSOE le ofreciera un puesto (aunque sea de mandadero de Sánchez) se iría corriendo.
En este contexto de desmarque de Podemos, ha encontrado en Carmena y su marca “Más Madrid” una herramienta independentista, se presentará en las elecciones de mayo a la Presidencia de la Comunidad de Madrid con esas siglas del partido de la alcaldesa del Ayuntamiento de Madrid, Manuela Carmena. Y van, y escriben una carta abierta juntos:
“Estos cuatro años la alcaldía de Madrid ha desarrollado iniciativas innovadoras y justas, pero ha tenido en frente la desidia y el boicot del Gobierno regional del PP y CS. Necesitamos gobiernos e instituciones que cooperen, no que se bloqueen. Hace falta sintonía, ideas claras y voluntad de servir a la gente, hayan votado lo que hayan votado. El Ayuntamiento y la Comunidad tienen que tener la misma partitura, no pueden desafinar. Por eso queremos presentar un proyecto integral. Porque los problemas y deseos de los madrileños y madrileñas no entienden de competencias, sino de trabajar juntos”, dicen en la misiva. “En España y en particular en Madrid existe una mayoría demócrata y progresista que no quiere que nos arrastren al enfrentamiento y el retroceso. Pero una buena parte de esa mayoría necesita un proyecto que renueve su ilusión y confianza en que las cosas se pueden hacer todavía mejor. Para ello hay que abrir y sumar yendo más allá de las siglas: las fuerzas políticas del cambio son necesarias, la ciudadanía y su creatividad son imprescindibles. Nos encontramos ante un momento decisivo, Andalucía ha sido un toque de atención. Hoy todo el mundo sabe que necesitamos un revulsivo”.
“Lanzamos esta iniciativa dos personas, Manuela Carmena e Íñigo Errejón, de diferentes trayectorias y generaciones. Es una metáfora de lo que queremos para Madrid: poner diferentes miradas a encontrarse en un proyecto compartido”.
Así pues, la sintonía con la moderación centrista de Doña Carmena es absoluta. La gran pregunta, viendo el panorama, es si la izquierda tendrá alternativa electoral o no.
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VOX: CLAVES PARA SU ENTENDIMIENTO

18-01-2019

8 claves para entender el “efecto” VOX

Rebelion
18.01.2019


La fuerte aparición de VOX en el parlamento andaluz ha supuesto un impacto -en términos electorales- similar al conseguido por Podemos en las elecciones europeas del 2014. Esta irrupción ha supuesto cambios en el tablero partidista nacional y en la manera de entender la política llevándola a posiciones y posibles escenarios no conocidos en la historia de nuestra democracia. A continuación se exponen algunas cuestiones que podrían explicar el éxito electoral y la emergencia de un partido que hasta hace 6 meses se consideraba una extravagancia cuasi folclórica, una insignificancia propia de nostálgicos ultraderechistas y frikis que nos remitía a una ficción política de tintes berlanguianos . Aunque ya se sabe que no ha existido mejor analista de la realidad española que el genial realizador.

1. Aprovechar la oportunidad, el momento

Decir que se daban las condiciones para que esto sucediera cuando nadie fue capaz de vislumbrarlo parece una contradicción. Ya se sabe, los politólogos (como los economistas y otros profesionales) somos especialistas en explicar los acontecimientos a posteriori. Pero la verdad es que si nos paramos a ver las condiciones y contexto del momento se puede explicar lo acontecido en las elecciones andaluzas. La tercera ley de Newton establece que “Toda acción desencadena siempre una reacción igual y contraria” o dicho de otro modo, si nos queremos poner algo más filosóficos, siguiendo la dialéctica hegeliana el avance del devenir de la historia está marcada por el proceso de la aparición de una tesis que provoca una contradicción o antítesis y su concreción en una síntesis. En este sentido, la emergencia de VOX vendría a suponer la antítesis, la reacción, al discurso progresista, social y reivindicativo que surge del 15 M, de los avances en igualdad logrados por el movimiento feminista en los últimos tiempos o del proceso independentista catalán. Nos encontramos en el estadio de la antítesis- ya veremos la síntesis que triunfa. A esto debería sumarse la ola internacional favorable a estos partidos, desde Trump a Bolsonaro o Lepen, pasando por Orban y Salvini, y la coordinación en The Movement de Steve Banon. Y, sobre todo, la deriva extrema en la que ha entrado el PP desde que Pablo Casado asumió su presidencia, promoviendo ideas y propuestas sacadas del cajón del ala más radical de su formación. Sí, visto así, era su momentum.

2. Capacidad para marcar la agenda política sobre 3 conceptos fundamentales contra los que articular su discurso: feminismo, inmigración e independentismo

Pero no basta sólo con que se den las condiciones objetivas para que una opción política pueda triunfar, ese momentum debe aprovecharse, utilizando las estrategias y herramientas necesarias para ello. Aquí destaca sobremanera la capacidad de VOX para imponer una serie de elementos clave de su discurso en los medios de comunicación y abrir debates a los que el resto de partidos políticos se han mostrado incapaces de hacer frente. Con su relato distorsionado de odio, machista, xenófobo y patriótico de la realidad han encontrado pequeñas grietas circunstanciales en el consenso social que existía al respecto en estos asuntos, y sobre el que se construía el político, para lograr marcar la agenda política y mediática del momento y conseguir que todo gire en torno al espacio discursivo en el que se sienten más cómodos.

3. Creación de nuevos enmarcados

Para conseguir el punto anterior, han creado nuevos marcos conceptuales que, aunque a priori podrían parecer disparatados, el resto de partidos no han sido capaces de ofrecer una respuesta adecuada. El frame no es otra cosa que el espacio en que se definen las normas, los contenidos y la actividad política de los partidos y VOX lo ha cambiado. Basándose en noticas falsas, burda demagogia o falsos dilemas han construido un framing que impugna los elementos esenciales y valores de nuestra convivencia democrática.

Con esta estrategia han tomado la iniciativa política y eso determina el marco del discurso y el debate que surge a continuación. Al igual que pasó con Podemos en su momento -y siguiendo la idea de Lakoff en “No pienses en un elefante”- la consecuencia directa es que cada vez que el resto de partidos se defienden y niegan las acusaciones que vierte sobre ellos VOX, entran en sus marcos, la gente más cree las afirmaciones de este partido. Los partidos van con el pie cambiado, se encuentran desbordados y bailan al son de la música de los voxquimanos. Como afirma César Calderón, esta circunstancia es su primera victoria ya que “un debate político no lo gana sólo quien consigue imponer su agenda, sino aquel que además de esto consigue imponer su marco conceptual”.

4. Uso del lenguaje. Segmentación y doblepensar

Adaptan el lenguaje y el tono según el medio que utilicen, entendiendo el segmento de población al que puede llegar el mensaje de sus intervenciones. Así, en sus declaraciones en radios y televisión (más allá del contenido de las mismas) es pausado, tranquilo y sosegado. Por el contrario, en las redes sociales, dirigido a un público más joven, su lenguaje es directo, de cabreo permanente y su tono mucho más amenazador, agresivo e intimidatorio.

Han desarrollado, además, la habilidad de edificar un lenguaje cercano al doblepensar orwelliano en el que la defensa de la igualdad se denomina ideología de género, proponer derogar la ley de igualdad se realiza para promover la igualdad real entre hombres y mujeres, la lucha contra el aborto se entiende como defensa de la libertad de las mujeres o, como dice Jorge Moruno, que “a los colegios segregados del Opus se le llama libertad y a la escuela pública «adoctrinar»”. Sacan partido de moverse en esa contradicción permanente y mediante el uso del lenguaje son capaces de cuestionar los elementos fundamentales de democracia mediante un lenguaje hiperdemocrático, del mismo modo que articulan un discurso anti elitista formando parte de las mismas. Y lo hacen sin inmutarse ni despeinarse y ofreciendo, además, una imagen de coherencia para sus (ultras) seguidores-creyentes.

5. Uso de RRSS, fake news y batalla contra los medios

Utilizan las redes sociales como elemento principal y vertebrado de su estrategia para lanzar los mensajes políticos. Y lo hacen de una manera tremendamente eficaz, apuntando dos aspectos:
  • Por un lado, difundiendo directamente un enorme caudal de fake news, las mentiras de toda la vida, basadas en los prejuicios de sus propias ideas políticas. Sus mentiras no tienen por objeto describir realidades. Al contrario, mediante la difusión y bombardeo continuo de falsedades lo único que pretenden es construir una realidad que sirva para legitimar sus propios prejuicios. La realidad está demostrando que no aportan un dato verdadero. Pero da igual, una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Aprovechan la cercanía de los mecanismos de difusión de las redes para ganar credibilidad entre los destinatarios de los mensajes. Si recibes un meme con una noticia determinada que viene un familiar cercano, pareja o un buen amigo al que conoces bien, por ejemplo vía WhatsApp, le otorgas la verosimilitud que te merece la confianza que tienes en la persona que te la envía. Así se van creando cadenas de difusión de mentiras que, finalmente, son aceptadas como verdaderas por gran parte de la población.
  • Por otro, tienen una lucha constante contra los medios de comunicación a los que acusan directamente de mentirosos y manipuladores, lanzando la idea entre sus seguidores de que si quieren conocer la verdad acudan a sus propios medios. Y estos medios, claro, no son otros que los propios canales del partido por los que difunden las fake news mencionadas o tabloides digitales de ultraderecha que se encuentran fuera de los medios vendidos a los que hay que combatir y que están acorde a los mensajes de VOX.
6. Derecha sin complejos y franquismo sociológico

Reivindican con orgullo su ideología frente a lo que denominan derecha acomplejada del PP. Estuvieron años en el PP, su ala más extrema, y ahora han adquirido identidad propia fuera del partido. Son gente de ultraderecha que está orgullosa de serlo. Fuera caretas. No tienen miedo a decir lo que piensan y hacen gala de lo que denominan incorrección política (y otros podríamos señalar como discurso de odio) para reivindicar un beligerante anticomunismo, unos valores morales tradicionales reaccionarios próximos al nacionalcatolicismo, un patriotismo y revisionismo de la historia de España y , en general, unas posiciones políticas retrogradas más propias de momentos predemocráticos que del SXXI.

Desarrollan un discurso político retrogrado que mezcla tintes populistas y ultraderechistas con una férrea posición económica de carácter liberal. Con sus variantes, este tipo de movimiento son denominados como nacionalpopulistas. En el caso de VOX se trata simplemente de un partido de ultraderecha de raíces franquistas. Cuando alguien te diga que eso del franquismo sociológico es mentira, antes de contestar, piensa que VOX no sería posible sin su existencia y lo explicaras perfectamente.

7. El uso del miedo y la desesperación: la irracionalidad

Al margen de la élite económico y social a la que representan, se nutren electoralmente (en menor medida, al menos por ahora) de votos de otros estratos sociales. Son los cabreados desafectos de la crisis que llevan años padeciendo y ahora hacen suya una realidad simplificada que está acorde a su visión de la realidad.

Personas que tienen miedo. Miedo de perder lo que nunca tuvieron pero que tuvieron las (falsas) expectativas de obtener. Decía Yoda al joven Skywalker aquello de que “el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento al lado oscuro”. Algo así podríamos afirmar: el miedo lleva a la desesperación, la desesperación a la irracionalidad, la irracionalonalidad a la deformación de la realidad y esta deformación a aceptar explicaciones simplistas de los problemas falsamente liberatorias. Como bien señala J. V. Barcia, citando a Julio Alguacil, “hay una gran diferencia entre los indignados del 15M y los desesperados. Los primeros colectivizan su dolor y generan programas y proyectos de cambio. Los segundos solo quieren satisfacer sus necesidades de manera individual, urgente y, a menudo, irracional”.

8. Blanqueamiento de VOX

La posible noticia del cambio de Gobierno en Andalucía tras 36 años dominio del partido socialista tratada por los medios conservadores junto con la actitud negociadora, y diría que incluso cuasi servil, del PP con VOX tras las elecciones andaluzas asumiendo como propios los postulados ultraderechistas de este partido para justificar el trifachito, lo presentan, tal y como afirma Carmen Arango, como “una fuerza política más (…) que merece respeto a pesar e sus ataques frontales a las mujeres que no cumplen con el rol tradicional, a los colectivos LGTB o a todo lo que no huela a esencialismo español y al manejo de cifras sesgadas o, directamente, bulos para defender sus postulados” . Están blanqueando a una formación ultraderechista, ofreciendo una imagen de una opción más dentro del arco partidista, otorgando a VOX una legitimidad y posición dentro de unos límites democráticos que ellos, precisamente, pretenden alterar o, incluso, demoler.

Blog del autor: https://frandelgado.wordpress.com/2019/01/14/8-claves-para-entender-el-efecto-vox/

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SE PUEDE SER DE IZQUIERDAS SIN UN PLANTEAMIENTO TEÓRICO-PRÁCTICO DE IZQUIERDAS?



La izquierda satisfecha



Rebelion
16.01.2019


Desde el 2 diciembre, en que se celebraron las elecciones en Andalucía, no he leído ni escuchado ningún análisis , digno de ser llamado así, por parte de la izquierda ante los penosos resultados obtenidos. Resulta patético oír repetir a Susana Díaz que ha ganado las elecciones. Con el mismo estribillo Mariano Rajoy intentó convencer al Parlamento que debía seguir gobernando cuando la oposición lo defenestró. Y esa consigna se utiliza, especialmente por el PP, cuando el partido que ha sacado mayor número de votos pretende evitar que la oposición se una y lo derribe del pódium.

Pero en la situación actual, tanto Susana Díaz como la cúpula del PSOE, que posee muchos y buenos analistas –o al menos de ellos presumen- hora sería que hubiesen tenido el valor de relacionar lo sucedido en las elecciones andaluzas con sus tareas de gobierno. No se pueden despachar 37 años de hegemonía política y toparse de pronto con que son desalojados de la Junta, sin una explicación.

Siguiendo una táctica deplorable, que he observado también en EEUU por parte del Partido Demócrata, las explicaciones que han ofrecido hasta ahora los responsables del PSOE se limitan a echarle la culpa de su fracaso a todos los demás : la extrema derecha, la extrema izquierda, los populismos, la crisis económica. De su actuación durante casi cuatro décadas al frente de los destinos de Andalucía ni una palabra. Ni los procesos de los ERES, es terrible y patético ver cotidianamente en la televisión a Griñán y a Chávez en los juzgados aguantando durante meses la tortura de ser tratados como vulgares ladrones, en una repetición angustiada de los procesos que han acosado al PP durante años y que acabaron con la moción de censura que lo desalojó de la Moncloa. Ni la evidencia de que Andalucía sigue siendo la región que tiene el índice de paro más alto, donde se ha desmontado la industria hasta la raíz, con el infame resultado de que los trabajadores ahora reclamen fabricar misiles para venderlos a Arabia Saudí, con tal de tener un puesto de trabajo. Ni los problemas crónicos que siguen enquistados acerca de la violencia contra las mujeres y los niños, el paro femenino, los menores desprotegidos, españoles y extranjeros, los dependientes, la muy deficiente sanidad, unos niveles de formación educativa manifiestamente mejorables, unas vías de comunicación malas y deterioradas, han sido objeto de análisis y de rendir cuentas.

Diríase que la izquierda ha nacido para estar satisfecha de sí misma

La misma actuación se observa en los dirigentes de Adelante Andalucía, y todavía con menor causa. Ni IU ni Podemos saben o quieren llevar adelante una veraz descripción de lo sucedido desde que iniciaron su andadura juntos. Son incapaces de aceptar que las incompletas y torcidas alianzas que han forjado desde junio de 2016 hasta ahora no solo no han dado el resultado prometido sino que han ido rebajando sistemáticamente el apoyo electoral que tuvieron por separado.

En las primeras elecciones en que concurrieron con la marca de Unidos Podemos, las dos formaciones y sus acólitos perdieron 1.200.000 votos . En la convocatoria autonómica de Catalunya pasó de tener 11 diputados la coalición de Iniciativa per Catalunya, Esquerra Unida y Alternativa Verds a 8 cuando se unieron a Podemos. Y ahora, en Andalucía, a todas las pérdidas se suman 300.000 votos menos de IU y más de 400.000 de Podemos. Cuando en la Coordinadora de IU, un mes después de las elecciones, se reúnen los representantes de las federaciones y de los partidos que la integran, se silencia el malestar de Equo que se retiró de las listas, por la falta de relevancia que se daba a los temas de medio ambiente, y no merece ni un comentario la denuncia que hace el Partido Feminista sobre la eliminación de la abolición de la prostitución del programa de Adelante Andalucía y la ausencia de los temas feministas en la campaña electoral.

Que la máxima dirigente de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, sea regulacionista de la prostitución y por tanto haya vetado nuestra demanda -que forma parte de los principios de IU desde hace decenios- de que se pronuncien por la abolición, y que ni en el programa ni en la campaña hayan tenido las mujeres el protagonismo que se merecen, ha sido motivo de reflexión ni debate en el seno de la coalición.

Es evidente el desprecio manifiesto que muestra la coalición acerca de integrar al feminismo , como desdichadamente se ha visto en la dimisión de las doce dirigentes del Área de la Mujer de IU, que un mes antes de las elecciones andaluzas aseguraban que disolvían el Área, y a cuyo manifiesto ni contestó la dirección ni han dado explicaciones cuando se les ha requerido.

Esta actitud se ha mostrado tanto en la cesión de los principios del programa de Adelante Andalucía ante la presión de Podemos como en la falta de discurso dirigido a las mujeres en la campaña electoral. En consecuencia, el feminismo no ha apoyado a la coalición.

Tampoco se dan explicaciones de por qué José Couso, uno de los activos más importantes de IU se va de la formación política enviando un duro escrito contra la dirección, ni cómo Marina Albiol sigue el mismo camino. Ambos después de haber permanecido años en la tarea de representar a la coalición en el Parlamento Europeo.

Con un triunfalismo digno de mejor causa, la carta que dirige Alberto Garzón a los militantes afirma que pueden estar orgullosos del trabajo que han realizado este 2018. Y, ¿cómo se puede estar orgulloso después de haber perdido las elecciones? Y, ¿cuáles han sido las causas de que casi un millón de electores se hayan abstenido?

Porque no es cierto que la militancia de IU muestre entusiasmo por su tarea. Cualquiera que siga de cerca su evolución ha podido observar cómo desde hace tres años se ha rebajado sustancialmente la entrega y la iniciativa de los afiliados. Desde que en 2016 Unidos Podemos situó como cabeza de lista en Almería al general Julio Rodríguez, miembro que fue de la JUJEM de un Ejército que tiene el triste destino de ser miembro de la OTAN y que diseñó el bombardeo de Libia, para una candidatura que tiene entre sus miembros a IU, organización política que cuenta al PCE como fundador y cuyo nacimiento se forjó en la lucha contra la OTAN.

Y en Catalunya Podemos articula un confuso discurso que no se pronuncia ni por la independencia ni por la Federación, que no muestra ninguna seguridad ni firmeza en sus postulados, unas veces manifestándose con los independentistas y otras haciendo declaraciones contra la conducta del gobierno catalán, manteniendo una actitud de superioridad intelectual y ética que les da derecho a criticar a todos sin pronunciarse por nada. El resultado de las elecciones autonómicas últimas fue la pérdida de tres escaños y la ulterior dimisión del portavoz Xavier Doménech.

Si añadimos que Rodríguez se ha pasado 4 años enfrentada a Susana Díaz, repitiendo que nunca pactaría con ella y considerándola el enemigo principal, no es de extrañar que el resultado haya sido tan penoso como el cosechado.

Lo temible es que de seguir actuando de igual manera en las próximas elecciones la izquierda coseche mayores derrotas.

Lidia Falcón O´Neill es licenciada en Derecho, en Arte Dramático y Periodismo y Doctora en Filosofía. Nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad de Wooster, Ohio. Es fundadora de las revistas Vindicación Feminista y Poder y Libertad, que actualmente dirige. Creadora del Partido Feminista de España y de la Confederación de Organizaciones Feministas del Estado Español. Ha participado en el Tribunal Internacional de Crímenes contra la Mujer de Bruselas, en el congreso Sisterhood Is Global de Nueva York, en todas las Ferias Internacionales del Libro Feminista y en los Foros Internacionales de la Mujer de Nairobi y de Beijín.Es colaboradora de numerosos periódicos y revistas de España y de Estados Unidos. Ha publicado 42 libros. En el terreno del ensayo destacan: Mujer y Sociedad, La Razón Feminista, Violencia contra la mujer, Mujer y Poder Político y Los Nuevos Mitos del Feminismo, que han sido traducidas a varios idiomas. Asimismo, tiene una extensa obra narrativa Cartas a una idiota española, Es largo esperar callado, Los hijos de los vencidos, En el infierno, El juego de la piel, Rupturas, Camino sin retorno, Postmodernos, Clara, Asesinando el pasado, Memorias políticas, Al fin estaba sola, Una mujer de nuestro tiempo, Ejecución sumaria y el libro de poesías Mirar ardiente y desgarrado.


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