Campamento
Dignidad Extremadura sobre los presupuestos regionales y los gastos de Navidad
Publicado el 20 de diciembre de 2023 /
Por Juan Viera Benítez / KAOSENLARED
1.- Los presupuestos
regionales
Ahora cuando se están
aprobando los presupuestos regionales, desde Campamento Dignidad, queremos
resaltar varias cuestiones concretas que consideramos imprescindibles y
urgentes para hacer frente al paro y la precariedad en la región.
En primer lugar, hay que
incrementar los presupuestos destinados a combatir el desempleo en los pueblos.
Las cantidades que se destinan a este fin apenas dan para que los obreros en
paro trabajen durante un mes en el año, casi siempre, en la mejora de las
calles y plazas de los pueblos. La Junta de Extremadura debe arbitrar medidas
para que las tareas sean ampliadas a la creación de riqueza y que generen más
empleo; por ejemplo, con la construcción de viviendas, edificios públicos,
cultivo de fincas improductivas, etc.
El problema de la vivienda
debe ser atacado de forma global, aumentando las partidas destinadas a la
dotación por parte de la Junta de viviendas sociales, tanto con la
planificación general de un programa de construcción de nuevas, como a la
adquisición de las que están en venta en muchos pueblos (Bancos Locales de
Viviendas). La Junta de Extremadura debe expropiar y hacerse con las viviendas
que haya en la región propiedad de la Sareb, de los Bancos y de los grandes
Tenedores.
También, es imprescindible
que se desburocratice y reorganicen las ayudas del alquiler de viviendas desde
las mismas poblaciones, sin tanta burocracia, al objeto de facilitar que la
mayor parte de las clases trabajadoras y sectores sociales más precarios que
viven en alquiler puedan conseguir estas asistencias económicas. Por norma
general, las ayudas y subvenciones para remodelaciones y rehabilitaciones
energéticas y otras para la reposición de las viviendas sólo llegan a sectores
de las clases medias o trabajadores que tienen salarios con alta o media
capacidad adquisitiva.
En este orden de cosas,
para la transparencia y correlación real de lo que se necesita y presupuesta es
muy necesario disponer de un Registro General de las Necesidades de Viviendas y
de las casas vacías en los pueblos de la Comunidad Extremeña.
La Junta de Extremadura
debe prohibir todos los desahucios de personas o familias sin recursos, sin
capacidad habitacional. En todo caso, de producirse un desahucio, la administración
pública debe proporcionar inmediatamente una vivienda social.
Se deben ampliar los
presupuestos destinados a los Municipios para la concesión de los mínimos
vitales y las ayudas de contingencias. Y lo que es muy importante, los
municipios tienen que ejecutar plenamente estas partidas presupuestarias. Es un
hecho generalizado en otros años de gobierno del PSOE que estos presupuestos,
así como el destinado a la Renta Básica Extremeña, no se han realizado en su
totalidad, utilizándose para complementar a otras partidas presupuestarias
mediante transferencias de créditos .
En vista de que el FEGA va
a reformar los procedimientos de la concesión de alimentos a las familias más
humildes y necesitadas, nos hace sospechar que lo que está tramando es una
reducción del gasto público destinado a los más pobres.
Con este recorte que el
Ministerio de Agricultura, a través del FEGA, ya ha venido realizando a lo
largo del año 2022 y 2023, durante los cuales no ha distribuido ni leche ni
aceite, las intenciones de este organismo son las de eliminar el reparto
tradicional de alimentos que se realiza desde las Asociaciones, a la vez que se
elimina de las calles visibilizar la pobreza.
Desde Campamento Dignidad
criticamos esta medida política del gobierno central reclamando la reparación
de esta decisión y en todo caso, solicitando a la Junta de Extremadura arbitre
una partida presupuestaria para las asociaciones que funcionamos de manera
independiente de Cáritas, Mensajeros u otras organizaciones oficializadas, al
objeto de que se puedan mantener estas ayudas de alimentos a las familias más
desfavorecidas con las que venimos trabajando desde hace muchos años.
2.- La Navidad
En otro orden de cosas,
muchas de las personas que ocupan sillones municipales, tienen como comportamiento,
no sólo ahora con motivo de la Navidad sino con un criterio político general,
la organización de un buen número de actividades musicales y fiestas con el
objetivo de llevar alegría y entretenimiento a sus pueblos. En muchos casos,
intentando mejorar lo que hicieron en ese aspecto los ediles que les
precedieron, no se reparan en asignar partidas de los presupuestos municipales
a todo este tipo de gastos para lograr el colorido y la mejor iluminación de
las calles y plazas,
Sin embargo, algunos de
estos representantes municipales, entretenidos en altos vuelos políticos o
quizás en el más allá material y espiritual, no ponen el mismo interés en
resolver los muchos problemas en los barrios, en combatir el enorme desempleo
que nos atenaza, resolver las faltas de viviendas sociales y los altos precios
de alquiler, buscar soluciones a la precariedad de muchas familias, y lo que es
peor, en ser incapaces de generar expectativas futuras para nuestra juventud.
Los pueblos pierden habitantes año tras año, se quedan vacíos, siendo estos
datos estadísticos los que anulan la continua y abundante retórica y palabrería
de los discursos de dirigentes políticos e institucionales.
Hay casos extremos de gente
que duerme en la calle de nuestras localidades y familias desamparadas que
acuden a los ayuntamientos a pedir empleo o ayudas porque no tienen para pagar
la luz y el agua, o para los alimentos. En el mejor de los casos se les
conceden migajas para que se callen, se les da lo mínimo de lo mínimo, porque a
pesar de su pobreza y su estado de precariedad económica no consiguen demostrar
con papeles su miserable condición a los representantes de las Instituciones
que cuentan con trabajadores muy avezados en buscar los motivos necesarios para
mandarles de vacío a casa, y convencidos de que no tienen derecho a lo que
necesitan para vivir.
Los presupuestos públicos
para luces y el colorido se justifican con la presencia de la Navidad, no
siendo fácil manifestar una mínima crítica cuando el espectáculo festivo
envuelve la vida social y oculta los problemas y contrariedades de las
personas. Pero tampoco estaría mal que se hicieran recortes en estos gastos
lúdicos y festivos para atender necesidades básicas que sufren muchas familias
extremeñas, y prestar un poco de solidaridad.
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