jueves, 21 de abril de 2022

El verdadero escándalo de la supercopa

 

 El verdadero escándalo de la supercopa

 

Se habla más de las corruptelas de un futbolista “emprendedor” que de la sangre derranada por una monarquía asesina.


La empresa semipública Defex trató de intermediar en la venta de carros de combate a Arabia Saudí. OLMO CALVO
El verdadero escándalo de la

Se habla más de las corruptelas de un futbolista “emprendedor” que de la sangre Isa Ferrero

@isaferrero2

El salto

21 ABR 2022 15:45


Antes de articular cualquier pensamiento mínimamente elaborado sobre la Supercopa, quería compartir la sensación extraña que me produce escuchar de nuevo el nombre de Arabia Saudí en los grandes medios de comunicación.

Parece que por fin se habla de esa monarquía absolutista. No porque en enero bombardeara una cárcel y matara a más de 80 personas en Yemen, no porque siga utilizando el hambre como método de hacer la guerra —recordemos, un crimen de guerra según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional— ni tampoco porque un prestigioso informe para Naciones Unidas dijera en noviembre que en Yemen han fallecido 377.000 personas y que actualmente muere un niño cada nueve minutos debido a los bombardeos, el hambre y las enfermedades.

Nada, eso no tiene importancia. Lo relevante es hablar de Arabia Saudí porque a Gerard Piqué, un futbolista que juega a ser empresario, le han pillado en sus corruptelas con Luis Rubiales, el actual presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Resulta que estos visionarios han aprendido de las andanzas de Juan Carlos, un maestro en labrar amistades con los peores sátrapas. Gracias a esas enseñanzas, aparte de dar lecciones sobre emprendimiento, son capaces de llevarse el dinero pa la saca mientras nadie los mira.

Perdonad que insista, pero es desconcertante que se hable de Arabia Saudí. Ni una palabra acerca de la gravísima situación humanitaria y ni una palabra acerca de que en la actualidad existe una oportunidad para la paz en Yemen, tal como avanzó la experta Leyla Hamad Zahonero en esta entrevista en El Salto.

Conviene hacer este ejercicio: qué pasaría si los medios de comunicación no informaran sobre los crímenes de guerra de Putin en Ucrania, ni de que se estuvieran produciendo importantes conversaciones de paz entre Putin y Zelenski con mediación de la ONU. Qué pasaría si, además, los países occidentales aparte de no mover un dedo por la paz, suministraran inmensas cantidades de armamento a Putin y prácticamente ningún medio dedicara cinco minutos a esta noticia. Qué opinaría si, por ejemplo, fuera más importante para los medios ingleses hablar más del oligarca ruso Roman Abramovich y del Chelsea que de lo que ocurre en Ucrania. Sería indignante, ¿verdad?

El servilismo de los medios causa cierto bochorno tal como se ha podido ver en el caso de la periodista Susanna Griso al comentar en directo un mensaje que le acababa de mandar Juan Carlos desmintiendo las informaciones que lo relacionaban con Piqué

Es más indignante todavía darse cuenta de que España podría tener un papel fundamental a la hora de presionar a las monarquías del Golfo Pérsico para que dejen de asesinar a la población en Yemen. España tiene muy buenas relaciones con las monarquías del Golfo, pero por desgracia durante estos años la diplomacia española ha preferido ignorar el sufrimiento de un pueblo entero. Recordemos que nuestro país no solo ha apoyado diplomáticamente la guerra, sino que además ha hecho negocio con ella, ha llegado a acuerdos de “lucha contra el terrorismo” con las mismas monarquías fundamentalistas que lo aplican o lo patrocinan. Para rematar la faena, Juan Carlos se exilia a Emiratos Árabes y los medios de comunicación apenas dicen nada de que se haya marchado a la “Pequeña Esparta” de Oriente Próximo. El servilismo de los medios causa cierto bochorno tal como se ha podido ver en el caso de la periodista Susanna Griso al comentar en directo un mensaje que le acababa de mandar Juan Carlos desmintiendo las informaciones que lo relacionaban con Piqué.

Al final, parece que Pablo Elorduy tenía bastante razón cuando comentó que “la guerra de Yemen es esa pregunta que no nos hacemos y una respuesta que permanece herméticamente sellada”. Por desgracia, la segunda década del siglo XXI nos trae nuevas preguntas que parecen seguir el mismo patrón. Es el caso de las terribles noticias que llegan de Afganistán.

Esto nos recuerda lo fácil que es caer en el vicio occidental de ser incapaz de cuestionar lo que nuestros gobiernos hacen mal. La administración Biden decidió robar el dinero de los afganos hace poco. Eso, unido a la llegada de los talibanes y a las sanciones, puede causar una de las peores hambrunas de las últimas décadas. A ese respecto, el medio Al Jazeera habla de que hay lugares en Afganistán donde la población ha tenido que vender los riñones para sobrevivir.

También, Naciones Unidas advierte de que la situación es desesperada y que se necesitan urgentemente fondos. ¿Qué hacen los gobiernos en Europa y en España? No prestar los fondos suficientes y no asumir por lo tanto nuestra responsabilidad en esta tragedia. ¿Qué hacen los grandes medios de comunicación? Hablar de Piqué y Rubiales. Es desesperante…

Pero hablemos por un momento de Piqué. Antes de entrar en las andanzas del futbolista y de su compinche Rubiales, me gustaría comentar que este artículo no parte de un odio al fútbol. Aparte de que no es así, no creo que sea ni el mejor enfoque ni la mejor estrategia. Tiene más sentido plantearlo de otra forma: “¿por qué jugar en Arabia Saudí es contradecir a Maradona?”, se podía leer en la revista de fútbol Líbero. En este texto pequeño se podía leer una advertencia: “la pelota no se mancha”. Por desgracia, Piqué y Rubiales no siguieron este consejo.

No descubro nada diciéndolo, pero creo que la crítica debe fundamentarse en dos puntos: el primero es que el fútbol profesional se ha convertido desde hace tiempo en un gigantesco negocio. En estos tiempos de capitalismo descontrolado, todos sabemos lo que significa. Es obvio que, en buena medida, el problema es estructural, lo que propicia que el fútbol profesional acabe en manos no solo de multimillonarios y oligarcas, sino también de criminales y, en última instancia, de regímenes autoritarios como el reino saudí, que busca blanquear las graves violaciones de los derechos humanos con entretenimiento y espectáculos deportivos (sobra lo de deportivo).

El segundo punto es la responsabilidad individual que han tenido Gerard Piqué y Rubiales. Lo interesante del primero es que responde a la cultura del gran emprendedor. Hace unos meses se podía ver al defensa del Barcelona en El Hormiguero idealizando la cultura emprendedora de los Estados Unidos y señalando que Amancio Ortega era “un ejemplo” porque “creó una empresa de moda hace muchísimos años y le ha ido muy bien”.

También tuvimos que soportar sus lecciones sobre la envidia que corroe a la sociedad española y que genera que “se le empieza a buscar que si los impuestos, que si no sé qué, que si no se cuánto”. El futbolista se quejó de que no se valoraba “lo bueno y todo lo que aporta [Amancio] para el país” y afirmó que esto no era un mensaje “ni de derechas ni de izquierdas”.

Es cierto que decir estupideces no tiene por qué ser de derechas o de izquierdas. Lo curioso de todo esto es que los grandes empresarios terminan convirtiéndose —gracias a la acción de una mano invisible— en grandes sanguijuelas que dependen de lo público para prosperar. En el caso de Piqué es todavía más grave si tenemos en cuenta que ese dinero viene de una monarquía asesina que no solo ha destrozado Yemen durante los últimos siete años, sino que es uno de los regímenes más brutales que existen en el mundo.

Siendo justos con Piqué, habría que hablar de sus otros proyectos de emprendimiento. Uno importante tiene que ver con un deporte que, a diferencia del fútbol, practico y sigo con interés: el tenis. No hace falta comentar que también es un gran negocio y un deporte caracterizado por el corporativismo, tal como recordaba insistentemente el excelso escritor David Foster Wallace en su clásico El tenis como experiencia religiosa.

Comento esto porque Piqué tuvo el dudoso honor de cargarse una tradición tan bella como la Copa Davis. No es algo que solamente opine yo y cuatro frikis amantes del tenis clásico, sino que es por ejemplo la opinión del ex número uno del mundo, Leyton Hewitt, que reconoció sentirse “muy decepcionado” con la competición de Piqué y aseguró que “esta no es la Copa Davis”. Conviene destacar sus palabras porque no dejan en muy buen lugar al Piqué empresario: “Hace cuatro años que no nos piden opinión. Esto está liderado por un jugador de fútbol y su empresa. Es algo totalmente distinto a lo que se ha visto en el tenis para un torneo así de grande. La ITF no ha venido y me ha preguntado mi opinión, ni a mí ni a ningún australiano, que ha tenido la mayor de las tradiciones aquí, junto a otros dos o tres países más durante más de 100 años. Esto ha cambiado a peor. Hemos perdido algo especial”.

De todas formas, no solo es destrozar una tradición entera, sino también haber convertido la Copa Davis en un sitio idílico para explotar a los trabajadores. La estudiante de periodismo Raquel Ares resumió lo que había sido trabajar en este nuevo proyecto empresarial del futbolista del Barça: “De una cita deportiva que podría haber sido una gran oportunidad y una experiencia positiva solo nos queda el recuerdo de unas condiciones de trabajo deplorables. Todos allí coincidimos en que, para este tipo de eventos, lo ideal sería invertir desde el primer momento en unas condiciones de empleo dignas que no convirtiesen una ilusión en una tortura”. 

Con la Supercopa ocurrió algo parecido. Pasó a la historia el formato de partido único y el futbolista olió dinero fresco en la nueva Final Four. Gracias a sus tejemanejes con su compinche Rubiales, desvelados por  El Confidencial, consiguió una comisión de 24 millones de euros de la dictadura asesina de Arabia Saudí. Ahí está la clave de todo. Sin dinero público a estos empresarios de mentira se les hunde el chiringuito.

Resulta enternecedor escuchar a Rubiales llamar cariñosamente a Piqué “Geri” [de Gerard] y reconozco que Geri tiene madera de emprendedor español. Como bien se ha podido leer estos días, el pelotazo de Piqué dependía de dar “palos” a Arabia Saudí

Reconozco que esta historia tiene su gracia. Resulta enternecedor escuchar a Rubiales llamar cariñosamente a Piqué “Geri” [de Gerard] y reconozco que Geri tiene madera de emprendedor español. Como bien se ha podido leer estos días, el pelotazo de Piqué dependía de dar “palos” a Arabia Saudí. Ahí se puede ver el nivel ético de nuestras élites.

Resulta interesante pensar que en agosto de 2019 hasta el propio Rubiales tenía dudas sobre este chanchullo. Según El Confidencial, Rubiales “temía la reacción de la sociedad española cuando se supiera que había decidido llevarse la competición a un país en el que rige la ley islámica, existe la pena de muerte y las mujeres son relegadas al ostracismo”. Sin embargo, Geri está hecho de otra pasta. A los grandes emprendedores se la suda lo que opine la gente. Geri le diría a Rubiales que recapacitara: “Rubi, entiendo perfectamente tu postura, pero piénsalo por un momento […] hostia, dale una vuelta”.

Podría parecer que Rubi tenía más principios que Geri, pero quizá sea una conclusión precipitada. Hay una serie de perlas que cuestionan esta primera interpretación. En primer lugar, Rubiales defendió en noviembre de 2019 que la Supercopa jugada en Arabia Saudí se trataba de la “Supercopa de la igualdad”. Apenas había pasado un año desde que el reino saudí descuartizara a Jamal Khashoggi, pero Rubi se atrevía a hablar de igualdad. Insisto, igualdad.

Igualmente, el Presidente de la Real Federación Española de Fútbol justificó la decisión de ir a Arabia Saudí por la “obligación moral por nuestra parte de ir allí a ayudar”. Esto lo sostendría hasta hace poco. En enero de 2022, Rubi tuvo la poca vergüenza de decir que “a nivel ético, lo que estamos haciendo aquí es ayudar mucho al desarrollo de la mujer en el fútbol”.

En el acuerdo con Arabia Saudí, la Real Federación España de Fútbol “introdujo dos cláusulas” con el objetivo de obligar a que pagara a la empresa de Piqué

Hay que reconocer que sin la ayuda de Rubiales, Piqué no habría recibido sus millones. En el acuerdo con Arabia Saudí, la Real Federación España de Fútbol “introdujo dos cláusulas” con el objetivo de obligar a que pagara a la empresa de Piqué. El problema para Geri es que a finales de 2019 todavía el reino saudí no le había pagado y tenía serias sospechas de que los saudíes no les iban a pagar.

Esto condujo a que Piqué se pusiera nervioso y pidiera ayuda a Rubiales: “Nos tienen que pagar a todos. Si no, no se va”. Tal como señala El Confidencial, Rubiales haría “caso a Piqué y se movió para que los saudíes pagaran”.

Tampoco descubro nada diciendo que, al final, estos favorcitos entre millonarios y altos cargos son el pan de cada día. Hay un ejemplo interesante entre Isabel Díaz Ayuso y Piqué. Es muy curioso también que la presidenta de la Comunidad de Madrid recurriera a la ayuda de Geri para comprar mascarillas. La versión oficial es que el futbolista le echó una mano sin recibir compensación económica. Esto puede ser cierto o no serlo. De lo que parece no haber duda es que la Comunidad de Madrid transfirió 5,4 millones de euros a la empresa de Piqué para la celebración de la Copa Davis. De nuevo, estos millonarios golosos son incapaces de sobrevivir sin la ayuda del Estado.

En Madrid esto se llama liberalismo económico, aunque en mi pueblo se denomina puro clientelismo. Casualmente, en la nueva Copa Davis de Piqué se colgó una pancarta gigante donde se podía leer que “en Madrid somos de derecha y de revés”. Otra casualidad de la vida se vio cuando Piqué no quiso contestar a Ibai Llanos cuando este le preguntó si votaría a Ayuso: “Lo de votar creo que es algo que queda para uno mismo, es algo privado. Pero yo con Ayuso la relación que he tenido siempre ha sido buena”.

Conviene detenerse en esto y reflexionar sobre las relaciones entre Geri y Ayuso. Especialmente porque el primero es catalán y la segunda ha hecho carrera representando a la derecha más nacionalista y reaccionaria, precisamente el principal motivo que explica la brutal represión al independentismo en Cataluña.

Esta falta de ética del futbolista se queda en nada si se analiza por un momento lo que significa forrarte (todavía más de lo que estás) gracias al dinero sucio de una monarquía fundamentalista. Geri y Rubi no lo saben, pero acaban de destrozar el mito del gran emprendedor. Me alegro.

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En la zona de catástrofe humanitaria. Crónica de un día de ayuda en Mariupol

 


En la zona de catástrofe humanitaria. Crónica de un día de ayuda en Mariupol


Denis Grigoriuk

Sociología crítica

21.04.2022 

Fuente: В зоне гуманитарной катастрофы / Денис Григорюк 20 de abril de 2022. ASD.news es el servicio de noticias de la República Popular de Donetsk.

 

Versión de Sociología Crítica

Mariupol en la etapa final de las batallas por la ciudad

Al principio, el sonido era similar al hecho de que algo se rompió en el UAZ «Patriot» blindado [N.d.T: se trata de un vehículo T/T de uso civil]. Luego vino el ruido característico de las palas de los helicópteros. Tres «platos giratorios» pasaron uno tras otro sobre las copas de los árboles plantados a lo largo de la ruta. Nunca he visto helicópteros tan bajos, salvo en combate. Su destino es obvio: Mariupol. Volaron para atacar a Azovstal, donde los nazis del regimiento ucraniano aún permanecían. 

Azovstal. La planta está al otro lado del estuario

Después de un rato llegamos a la ciudad. Condujimos por un camino ya comprobado. A la salida se encontraba una columna de vehículos civiles. Incluso más personas se reunieron cerca del Metro, donde se estaba repartiendo ayuda, donde recargaban dispositivos o depósitos de generadores o bien comprar comestibles. Los ciudadanos acudían aquí de todas partes de la ciudad, especialmente de aquellos donde recientemente se habían producido combates. Los afortunados incluso compraron tarjetas telefónicas del operador móvil republicano Phoenix. El resto se acercaba regularmente y preguntaba sobre la tarjeta SIM adicional que había por ahí. Los afortunados intentaron averiguar cómo conectarse a Internet. La comunicación en la ciudad está apareciendo gradualmente, pero hasta ahora su calidad está lejos de ser la ideal. Pero en algunos lugares incluso lograron captar 4G, solo que la información se cargó muy lentamente, si es que se cargaba. 

Sin embargo, hubo algo que realmente me sorprendió. Al pasar por el centro comercial Port City, que fue incendiado y destruido durante los enfrentamientos, el teléfono inteligente en mi bolsillo vibró. Durante los viajes a Mariupol, me acostumbré al hecho de que el teléfono «muere» durante mi estadía en la zona de combate. Y luego comencé a recibir notificaciones, mensajes e incluso alguien logró comunicarse. 



Aún así, el principal cambio fue el silencio. Ya escribí que hubo períodos de silencio en Mariupol antes, pero fue un proceso corto que terminó tan pronto como se recargó la artillería y la desnazificación continuó. Esta vez el silencio fue largo. De cara al futuro, diré que durará hasta la noche. Más cerca del anochecer, las armas pesadas continuaron funcionando nuevamente. 

Condujimos por un camino despejado. De vez en cuando era posible toparse con fragmentos de metralla, pero hasta ahora logramos evitarlo. En una de las direcciones, fue necesario averiguar sobre el estado de una anciana discapacitada, cuyos familiares estaban preocupados por la salud de su abuela. Durante viajes anteriores, logré aprender un poco sobre esta área e incluso logré navegar en el mapa. Condujimos por el bulevar Shevchenko, unas pocas vueltas, un viaje hasta la plaza, y estábamos allí. El 4/4 blindado que llevamos, cargado hasta el techo con pan, agua y periódicos, es poco maniobrable, por lo que en una de las curvas la llanta trasera fue rota por un riel que servía de barrera en el antiguo puesto de control. La rueda siseó. El Patriot se detuvo. La tapa voló al instante. Había pocas opciones: descargar el contenido de la cábina blindada repleta para sacar de allí la llanta de repuesto. 

Con un cuchillo, subí al techo del coche y abrí las bolsas, que impedían el acceso a la manija de la puerta trasera. Sólo se abrió por dentro. Empezó a destripar el contenido de las bolsas. Las hogazas de pan terminaron en otras bolsas. Unos pocos esfuerzos y la puerta trasera estaba abierta. 

» Ventana dispensadora  «, bromeé, entregándole a Zhigulin un pan «sin hogar». 

Los residentes de Mariupol comenzaron a acercarse al vehículo blindado. El soldado comenzó a repartir pan sin dejar abierta la puerta trasera del Patriot. Serví los panes que saqué de la bolsa. Luego comenzó a salir para empezar a descargar la cabina. En ese momento, una cola decente ya se había alineado en el coche. La noticia del reparto del pan corrió a la velocidad del rayo. Ancianos, mujeres con niños, hombres en bicicleta, ancianos en autos sin ventanas, todos buscaban su pan. Es más, corrían para no perder la oportunidad de conseguirlo. Algunos no han visto pan fresco durante un mes. También pidieron periódicos. Nadie necesitaba ser persuadido para ser llevado a leer los últimos acontecimientos. La mayoría no tiene conexión con el mundo exterior. A través de los periódicos se podía saber lo que se decía en el mundo sobre el sufrido Mariupol. 

 


 En la cola vi a una chica joven con un bebé y un adolescente. Estaba parada lejos del vehículo blindado, y es probable que no pudiera conseguir pan. Pedí algunos panes y los traje. Se lo di a un chico lindo con hermosos ojos verdes, con un sombrero a rayas y una chaqueta marrón con cuello. 

— ¿Puedo tomar una foto de su hijo?

Sí, le encanta que lo fotografíen. 

El chico no habló. Sonrió tímidamente y miró a la lente. Su nombre es Mateo. Nació el día de Rusia, el 12 de junio, y pronto tendrá 4 años. Junto con su familia, aguantaron el bombardeo en el sótano. Su familia también tiene razones para no irse: sus abuelos ancianos. Necesitan supervisión, lo que hace que la madre de Mateo no se vaya. Permanecen en la ciudad con toda la familia. Además, en la ciudad se habla cada vez más de que los combates terminarán en un futuro próximo. 


Mientras tanto, la gente ha estado viniendo. Preguntaron por «Phoenix», el próximo reparto de pan y agua. Fue un accidente lo que hizo que parásemos aquï donde nuestra rueda chocó contra el borde del riel. De lo contrario, hubiéramos llevado todo el pan al centro de la ciudad. 

Había quienes, por el contrario, querían ayudarnos. Los hombres se acercaron y dieron sus consejos sobre cómo cambiar la rueda. Uno de los residentes de Mariupol incluso dijo que una tienda de neumáticos había comenzado a funcionar en la ciudad. 

“Te acompañaré  ”, dijo un hombre con una chaqueta azul bastante gastada, pantalones desgastados y zapatillas deportivas gastadas. El residente de Mariupol llegó en un automóvil extranjero con un agujero en el parabrisas y sin ventanas laterales. En su lugar había hule. En el espejo lateral hay un vendaje blanco, un símbolo del transporte civil. 

 

El automóvil extranjero se movió y lo seguimos. En uno de los edificios de apartamentos noté los restos de equipos destruidos. El interior del vehículo de combate estaba esparcido por el área. 

Un poco más allá entre los árboles montones frescos de la tierra. Sólo uno de ellos tenía una cruz con nombre y fechas. Hace apenas tres días murió una anciana y los lugareños la enterraron justo frente a la casa. Había flores frescas en el montículo. 

La tienda de neumáticos era un pequeño cuarto por donde aparecieron dos hombres. Fruncieron el ceño, dijeron algo y comenzaron a manipular la rueda. Durante este tiempo logré tomar algunas fotos y regresar. Tuve que ir a las siguientes direcciones con Andrey, el hombre que nos acompañó a la tienda de neumáticos. Él es de la ciudad y se ofreció como voluntario para ayudarnos a encontrar direcciones para distribuir ayuda. 

El asiento trasero de su auto estaba cubierto con una sábana blanca. Por alguna razón, pensé que lo necesitaba para sacar a los heridos, pero la sábana estaba limpia. Tal vez los asientos mismos ya estaban sucios por el bombardeo, razón por la cual usó lo que tenía a mano para ocultar la vista del interior. A través del parabrisas roto, miré las casas destruidas, que para mí no eran más que cajas de cemento rotas, y Andrey dio una especie de recorrido. Aquí está la casa de su amigo, y aquí vivían familiares suyos, luego, un teatro de marionetas, y aquí el propietario fijó un alto precio de alquiler: «eso es lo que recibió». Cada casa de Andrey tenía su propia historia, algún tipo de destino humano se encontraba detrás de este edificio negro sin vida. De vez en cuando, se detenía, se asomaba a algunos apartamentos y luego agitaba la mano condenadamente. 

Me di cuenta de que Andrey era un contacto de interés y era posible hablar con él sobre la ciudad y lo que sucedió durante las batallas. 

– Tengo testigos presenciales, varias personas estaban en el teatro dramático durante la explosión. Dicen que 400 personas murieron inmediatamente. La gente dice que la explosión fue desde dentro. En el interior había unas 1200 personas en el propio teatro dramático. Había padres de policías y políticos. El día antes de la explosión, sacaron a sus padres y los sacaron. Esto significa que ya se esperaba una «acción»: se planeó una explosión de rehenes en este teatro dramático. 

Andrey disipó el mito de la parte ucraniana sobre los brazaletes blancos en los civiles de Mariupol. Al final resultó que, nadie fue obligado a usar vendajes. Las personas pacíficas podían moverse con absoluta tranquilidad. Kiev una vez más trató de justificar a sus militantes que dispararon contra civiles. Según la versión ucraniana, esto supuestamente se debe al hecho de que los civiles llevaban brazaletes blancos, una característica distintiva de los soldados de las fuerzas aliadas de la RPD y Rusia. Pero la verdad resultó estar lejos de la interpretación de Kiev de los hechos. 

Se destacó un elemento en la apariencia de Andrey: un arete en la oreja izquierda. Su apariencia no sugería la presencia de tal accesorio. Pero más tarde se supo su origen. El hecho es que Andrei es una especie de celebridad local. Es entrenador de artes marciales, su equipo participó en varios concursos de talentos en Ucrania y Rusia, fue llamado para entrevistas en la televisión local y estatal, montó alrededor del mundo. Ahora vive en un gimnasio no lejos de la tienda de neumáticos donde arreglamos la rueda. Solía ​​entrenar a los niños allí. 

Conduciendo por Mariupol, vi a un hombre cavando un hoyo a lo largo del camino. Una mujer y un niño estaban junto a la tumba. Andrei también se dio cuenta, pero inmediatamente se dio la vuelta, fingiendo seguir el camino. 

Poco a poco nos acercamos a nuestro destino: Prospekt Mira. Condujimos bajo cables colgantes, pilares de hormigón caídos, serpenteando entre el equipodestruido, con la esperanza de no toparnos con un fragmentos de metralla. Una vez la avenida llevó el nombre de Lenin. Así es como lo siguen llamando. La nueva forma no echó raíces. 

Aquí, también, la noticia de la distribución de pan y agua se difundió instantáneamente. La cola se alineó no menos que la que estaba en el lugar donde se rompió nuestra rueda. La gente, sin mirar, pasó por alto las colas de las minas que sobresalían del asfalto. 


Noté a una niña entre la multitud. Ella, como Mateo, tiene 3 años. Era incluso más tímida que su compañero. Se escondió detrás de la pierna de su abuelo, pero una docena de dulces y un par de paquetes de caramelos cambiaron todo. La cría sostenía una hogaza de pan en sus manos y no quería separarse de ella para tomar dulces. Sin embargo, logramos persuadirla para que le diera pan a su madre. Sasha, ese es el nombre de la niña, tomó paquetes de caramelos con sus manitas y le llené los bolsillos con caramelos de gelatina. Inmediatamente corrió hacia el arco, donde ahora los residentes locales se apiñaban en un pequeño patio. 



Sasha, ese es el nombre de la niña, tomó paquetes de caramelos con sus manitas y le llené los bolsillos con caramelos de gelatina.

 

 Inmediatamente corrió hacia el arco, donde ahora los residentes locales se apiñaban en un pequeño patio. 

– ¿Cuándo vendrás la próxima vez? es una de las preguntas más comunes. “  La próxima vez que venga, traiga velas, listas y pilas AA  ” , pidió la mujer. Una adolescente estaba de pie junto a ella. Ella comió caramelos y lloró. Las lágrimas corrían por sus mejillas, manchando de barro su rostro. 


Mientras los soldados Zhigulin, Berdichesky y Dezortsev distribuían ayuda, hablé con los residentes. Como de costumbre, muchos querían transmitir mensajes a sus familias. Dijeron que estaban vivos y lloraron ante estas palabras, como si ellos mismos no creyeran lo que habían experimentado. Pero no querían irse. Preguntados por los motivos: Alguien está preocupado por su propiedad pues los merodeadores están operando. Alguien quiere saber lo que sucederá con su vivienda destruida. Alguien no quiere sentarse en el cuello de sus hijos. Pero aún así, esta vez hubo quienes querían abandonar la zona de guerra. 

Una familia de seis: tres niños de diferentes edades, una madre joven y una pareja de ancianos, todos se instalaron en una cabina blindada del vehículo que ya estaba vacía de ayuda. Se sentaron en bolsas con cosas. Han estado «en las maletas» hechas durante aproximadamente una semana. Estaban listos para partir hace mucho tiempo, pero no pudieron salir del centro de Mariupol al asentamiento vecino de Volodarskoe, desde donde salen los autobuses hacia Donetsk y Rostov. Su camino estaba en Krasnodar. En el territorio de Rusia, sus familiares deben reunirse con ellos y luego ayudarlos a llegar al punto final de su viaje. 

Timur, de 6 años, se sentó junto a su madre. El niño cumplió seis años en el sótano bajo los bombardeos. Su madre y su abuelo «festejaron» sus cumpleaños en la guerra. 

Entonces, ¿vas a ir a la escuela este año? 

El chico sacudió la cabeza con aprobación y confianza. Tenía una abrasión en la barbilla. Con el permiso de mi madre, hice un retrato de un niño. 

 Timur, de 6 años, se sentó junto a su madre. El niño cumplió seis años en el sótano bajo los bombardeos

“Él es el más fotogénico de todos nosotros ”, dijo la joven sin apenas contener las lágrimas.  

Timur miró a la lente con sus ojos tristes. La luz cayó sobre su rostro. De vez en cuando decía algo. Miró por la ventana, le preguntó a su madre sobre el teatro, la odontología, donde lo llevaron no hace mucho, y ahora es solo un montón de ladrillos. Pasamos por el templo sobreviviente, pero inacabado. Los rescatistas del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia ahora están entregando ayuda humanitaria allí. 

Pasamos por el templo sobreviviente, pero inacabado. Los rescatistas del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia ahora están entregando ayuda humanitaria allí. 

Para Timur y su familia, esta pesadilla ha terminado. Casi dos meses que pasaron en el fragor de las hostilidades. En el mismísimo epicentro de los enfrentamientos entre los contendientes. Pero ahora todo ha terminado. Al menos eso es lo que quiero creer. Dudo que olviden alguna vez, pero es importante que ahora la familia esté a salvo y se dirija hacia un Krasnodar lejano, pacífico y próspero. Pero de cuántas más de las mismas familias con ancianos y niños permanecen en la ciudad, no sabremos nada. 

“¿No te desgarrarán todas estas historias?”,  dijo Zhigulin cuando le conté sobre otro anciano de Mariupol.  

Salimos de la ciudad bajo el ruido lejano de los cañonazos. En el camino de Mariupol, la llanta de repuesto se perforó con un fragmento, tuve que regresar nuevamente a la tienda de llantas. Los empleados bromearon diciendo que todavía no habíamos gastado todo nuestro dinero. Intentaron dar cambio en hryvnia. Remendaron la rueda y condujimos hacia las afueras de Mariupol. Las armas retumbaron a lo lejos.

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Otro revés judicial para la Junta de Extremadura en Valdecañas

 

Otro revés judicial para la Junta de Extremadura en Valdecañas

  • El Tribunal Supremo acaba de dictar un auto en el que rechaza la anulación de la demolición de la urbanización ilegal,  tal y como solicitaban la Junta de Extremadura y los propietarios de Marina de Valdecañas.
  • El Tribunal reitera en términos contundentes lo que desde el principio ha defendido Ecologistas en Acción: que la Junta actuó incumpliendo la normativa urbanística.


TERCERAINFORMACION / 21.04.2022

 

El miércoles 20 de abril se notificó a las partes el nuevo auto del Tribunal Supremo, en el que se desestiman por completo los argumentos que habían presentado tanto la Junta de Extremadura como la comunidad de propietarios del complejo urbanístico en un incidente de nulidad, que es rechazado de plano. Con este incidente, pretendían que se anulara la demolición completa del complejo urbanístico dictada por el mismo tribunal hace unas semanas. Las tesis que defendían, todas rechazadas, se basaban en la supuesta incompatibilidad de algunos jueces de la sala y en la vulneración de derechos fundamentales, como el de libertad de residencia.

De este modo, la Junta de Extremadura suma un varapalo judicial más a la larga lista de sentencias de todas las instancias jurídicas (Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Supremo y Constitucional) que han dictaminado una y otra vez la ilegalidad de la urbanización y la negligente actuación del Gobierno extremeño. Efectivamente, el auto se reitera en que “La Administración, al aprobar el PIR Marina Isla de Valdecañas, actuó como si la protección del terreno no existiera y decidió transformar urbanísticamente el suelo como si de suelo sin protección alguna se tratara, adoptando una decisión fuera del orden o común modo de obrar. La actuación administrativa no era conforme a Derecho al no haber actuado la Junta de Extremadura como la primera y eficaz garante del ordenamiento medioambiental y urbanístico”.

Del mismo modo, el auto insiste en que no pueden prevalecer unos supuestos beneficios socioeconómicos frente a la garantía de intereses generales como el cumplimiento de la legalidad en materia medioambiental y urbanística. Lo contrario, abogaría a unas situaciones de arbitrariedad, política de hechos consumados y de utilización de todo tipo de argucias para justificar actuaciones ilegales que tantos problemas han causado en nuestro país en materia urbanística. Así, el auto del Supremo considera que la promoción de “los intereses socio-económicos […] no puede realizarse a costa de actuaciones declaradas ilegales”.

Del mismo modo, el auto sale al paso de los argumentos que –en contra de toda evidencia científica y de los extensos informes periciales de la Estación Biológica de Doñana, del CSIC– afirman que demoler la urbanización causará más problemas al medio ambiente que mantenerla. El Supremo vuelve a referenciar la doctrina constitucional que señala: “La urbanización implica siempre una grave alteración y supone una reducción de facto de la superficie protegida; no cabe prever la transformación urbanística allí donde meramente lo permita la evaluación ambiental y, por la misma razón, no puede servir de justificación para mantener una transformación urbanística consumada; y tampoco que la zonificación del espacio protegido incluya núcleos urbanos, que, como señala el Tribunal Constitucional, no es el caso de terrenos en ‘estado natural’ que, habiendo sido ya incluidos en la Red Natura 2000, justamente para preservar sus valores ecológicos, se permita que sean sometidos ex novo a un proceso de transformación urbanística, con lo que esto conlleva para dichos valores”.

Ecologistas en Acción vuelve a instar a la Junta de Extremadura a que cumpla de una vez la ley, ofrezca explicaciones y asuma responsabilidades políticas por su nefasta actuación en todo este asunto. La organización también exige que deje de confundir a la opinión pública con afirmaciones tan sorprendentes como falsas como las que ponen en duda la existencia de la ZEPA que la propia Junta declaró y debía proteger.

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