miércoles, 17 de julio de 2024
Hallan el emplazamiento de una batalla entre Espartaco y el ejército romano. [¿Lucharon Espartaco y los suyos que eran unos sin papeles pobres y sin salario mínimo interprofesional, contra el FMI, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, la galagapería servicial de los dirigentes políticos europeos actuales, servicialmente hablando de los grupos capitalistas dominantes USA y lo que no es USA, porque el sionismo judío israelí no es USA, del hijo de Joe Biden enriquecedor propio del robo de las riquezas del pueblo de Ucrania, del hijo de don José María Aznar, Josmi para los amigos, y de la señora Botella, echado al monte enriquecedor de las viviendas públicas que fueron municipales de Madrid, del rey Junipero I, más conocido por el Jananero real, y VI de las Españas y de la princesa Lucanora quesmuguapa?]
Hallan el emplazamiento de una batalla entre Espartaco y el ejército romano
TERCERAINFORMACION / 17.07.2024
- Un
grupo de arqueólogos descubrió en Italia un antiguo lugar del
«enfrentamiento» entre el líder de la revuelta de esclavos Espartaco y el
ejército romano, según publica hoy el portal ArtNews.
Representación
de Espartaco del escultor Denis Foyatier realizada en 1830 / Carole Raddato /
Wikimedia
Se trata de un muro que era un
sistema de defensa romano común y se extiende casi dos millas a través del
bosque Dossone della Melia en la región italiana de Calabria.
Los ambientalistas locales que
encontraron el muro alertaron a los arqueólogos, quienes ahora han podido
proporcionar una mayor información utilizando métodos avanzados de escaneo por
radar y láser, así como análisis de muestras de suelo.
Desde el descubrimiento, los
investigadores han determinado que el muro y los fosos fueron construidos por
el general romano Marco Licinio Craso en el año 71 a. C. en un esfuerzo por
contener a Espartaco y su ejército.
Estos esfuerzos han sido
documentados en varios volúmenes, entre ellos, La vida de Craso del filósofo
griego Plutarco.
Los expertos creen que Espartaco
habría atacado el muro para romper la trampa de Craso.
Junto con unos 70 gladiadores
esclavizados, Espartaco escapó de una escuela en Capua y participó en una serie
de rebeliones de esclavos contra la República romana, conocidas por los
historiadores como la Tercera Guerra Servil.
Aunque finalmente fue reprimido,
Espartaco lideró una serie de batallas exitosas en la campiña italiana, lo que
representó una gran amenaza para los romanos y estimuló la creación del Imperio
Romano.
Además, el equipo ha descubierto
varias armas de hierro rotas, como mangos de espadas, grandes hojas curvas,
puntas de jabalina y una punta de lanza, todas ellas indicativas de combates en
el lugar, según el Instituto Arqueológico de América, de acuerdo con la fuente.
Securonomía británica
Securonomía británica
El Viejo Topo
16 julio, 2024
Abenomics en
Japón, Modinomics en
la India, Bidenomics en
EE.UU. Ahora tenemos Securonomics en Gran Bretaña, una terminología
ingeniosa para referirse a los fundamentos de la política económica del nuevo
gobierno laborista del Reino Unido, tal y como la expone su nueva ministra de
Economía, Rachel Reeves, antigua economista del Banco de Inglaterra.
Cuando Reeves
estuvo en Washington antes de las recientes elecciones británicas, dijo a su
audiencia que «la globalización, tal y como la conocíamos, ha muerto».
Y tenía razón. El gran auge del comercio mundial desde la década de 1990 se
detuvo en seco tras la Gran Recesión de 2008-9 y desde entonces el comercio
mundial básicamente se ha estancado. Y eso se ha expresado en el Reino Unido,
que ahora tiene el mayor déficit comercial de su historia. Y no se trata sólo
del comercio.
La inversión
extranjera ha ido disminuyendo, algo en lo que el capital británico ha confiado
cada vez más desde los años 80. El Reino Unido está recibiendo menos
inversiones productivas de empresas extranjeras en su economía. El número de
proyectos de inversión extranjera directa (IED) que aterrizan en el Reino Unido
ha caído un 6% interanual en los dos últimos años, hasta alcanzar un mínimo de
1.555 en 2023, lo que representa un significativo descenso del 16% desde la
pandemia.
La pandemia del
COVID fue la gota que colmó el vaso. Las cadenas mundiales de suministro se
colapsaron, el comercio y la inversión se redujeron. El crecimiento económico
mundial se está ralentizando: el FMI lo
califica de «los tibios veintes» y el Banco Mundial prevé las
peores tasas de crecimiento en 30 años. Para Reeves ha quedado claro que Gran
Bretaña ya no puede depender de la expansión mundial. Gran Bretaña debe valerse
por sí misma.
La consigna en muchas
economías del G7 es la «estrategia industrial»: el «libre mercado» está fuera
de juego; ahora los gobiernos deben poner en marcha políticas que guíen y
animen a sus propios sectores capitalistas a invertir y producir en las «áreas
adecuadas» para impulsar el crecimiento económico. Mientras que Abenomics,
Modinomics y Bidenomics eran en su mayoría una mezcla de políticas anticuadas
de estimulación keynesiana de impuestos y créditos para impulsar la «demanda
agregada» y el empleo, junto con medidas estructurales neoliberales para
debilitar el movimiento obrero y privatizar los activos estatales, Reeves
afirma que la securonomía es diferente.
En su reciente
Mais Lecture (Mais es una escuela de negocios en el corazón de
la City londinense), dirigida a los representantes de las grandes empresas y
las finanzas, Rachel Reeves expuso una visión diferente: que un Estado «activo»
puede garantizar la seguridad de las empresas; proporcionar una «plataforma» de
seguridad desde la que podamos «impulsar un crecimiento económico
sostenible». En sus palabras: «El crecimiento económico sostenido
es la única vía para mejorar la prosperidad de nuestro país y el nivel de vida
de los trabajadores. Por eso es la primera misión de gobierno de los
laboristas. Significa estar a favor de las empresas y de los trabajadores.
Somos el partido de la creación de riqueza». Securonomics significa
depender «de un Estado dinámico y estratégico», pero eso «no
significa un gobierno cada vez mayor, sino un gobierno más activo e inteligente
que trabaje en colaboración con las empresas, los sindicatos, los líderes
locales y los gobiernos descentralizados».
Así pues, el
nuevo gobierno laborista no esperará a que el sector capitalista invierta,
emplee y crezca, sino que intervendrá para «animarlo» en la dirección correcta
para la reactivación industrial de Gran Bretaña. No se trata de una absorción
de los sectores capitalistas para que los gestione el Estado. Sí, habrá más
inversión pública, pero sólo «cuando pueda desbloquear inversiones
adicionales del sector privado, crear puestos de trabajo y proporcionar un
rendimiento para los contribuyentes . Como ven, la estrategia
industrial laborista estará «impulsada por una misión y centrada en el
futuro. Trabajaremos en colaboración con la industria para aprovechar las
oportunidades y eliminar las barreras al crecimiento».
Esto huele
mucho a la estrategia
económica de Mariana Mazzucato, la economista de izquierdas
italoamericana que considera que lo que necesita el capitalismo moderno es una
asociación «impulsada por propósitos» entre los sectores público y privado.
Mazzucato aboga por una colaboración público-privada que pueda «captar
una visión común entre
la sociedad civil, las empresas y las instituciones públicas«. Gobiernos y
empresas capitalistas deben compartir los riesgos y luego repartir las
recompensas: «No se trata de arreglar mercados, sino de crear mercados»,
resume Mazzucato: «La Economía de Misión ofrece una vía para
rejuvenecer el Estado y así remendar el capitalismo, en lugar de acabar con
él». Tal es también el propósito de la securonomía.
La clave debe
ser un fuerte aumento de la inversión productiva para restablecer el
crecimiento económico que proporcionará más ingresos para todos y más ingresos
para que el gobierno invierta para satisfacer las necesidades sociales en salud
y asistencia social, educación, transporte, comunicaciones y vivienda –todos
los cuales están fallando en una Gran
Bretaña rota.
¿De dónde
saldrá la inversión extra? Como ya mostré en mi anterior post sobre Gran
Bretaña, la ratio inversión/PIB del Reino Unido es patéticamente baja (en torno
al 17% del PIB, frente a la media del G7 del 23%) y la inversión de las grandes
empresas es aún más baja, del 10% del PIB. En cuanto a la inversión pública,
esa ratio es tan baja como el 2% del PIB británico.
Un reciente
estudio de la LSE pedía un aumento de la inversión pública del 1% pt del PIB, o
un aumento de 26.000 millones de libras al año a precios actuales.
Pero, ¿qué proponen Rachel Reeves y los laboristas? Planean sólo 7.300 millones
de libras «en el transcurso del próximo Parlamento», a través
de un Fondo de Riqueza Nacional «que realice inversiones
transformadoras en todas las partes del país». El partido laborista
liderado por Corbyn propuso 25.000 millones de libras, pero el liderazgo de
Reeves-Starmer propone sólo una cuarta parte de eso y una fracción de lo que
incluso los economistas de la LSE consideran que se necesita. De hecho, lo que
se necesita para una transformación adecuada de la industria y los servicios
públicos es más bien 60.000 millones de libras al año durante los próximos
cinco años, o un aumento de al menos el 2-3% del PIB cada año. En cambio, ¡el
plan de los laboristas para nosotros en realidad implica una caída en
la inversión pública como proporción del PIB durante este parlamento!
Por supuesto,
la esperanza es que este minúsculo aumento de la inversión pública
atraiga «tres libras de inversión privada por cada libra de inversión
pública, creando puestos de trabajo en todo el país», pero aunque así
fuera (y eso es dudoso), el aumento total seguiría estando muy, muy por debajo
de lo que se necesita para dar un vuelco a la economía británica.
¿Por qué son
tan tímidos los dirigentes laboristas a la hora de aumentar la inversión
pública? La primera razón es que, debido a la debilidad de la economía
británica, los ingresos fiscales del Gobierno son demasiado bajos para financiar
un aumento de la inversión. La única forma de hacerlo sería que el Gobierno
pidiera más préstamos, es decir, que emitiera bonos del Estado a los bancos,
etc. Pero eso aumentaría el déficit del presupuesto público y elevaría el nivel
de la deuda pública, que ya se encuentra en un nivel récord.
Sí, el gobierno
podría ignorar la falta de «margen fiscal», como se le llama, y seguir adelante
y pedir prestado mucho más con la expectativa de que la inversión adicional
impulsaría el crecimiento y los ingresos y así se pagaría por sí misma y
evitaría una creciente carga de la deuda. Eso es lo que Sheila
Graham, la líder izquierdista del mayor sindicato británico, UNITE, sugirió a
Reeves. De hecho, si eres partidario de la Teoría Monetaria Moderna
(TMM), ni siquiera te molestarías en emitir bonos, sino que simplemente
«imprimirías el dinero», es decir, harías que el Banco de Inglaterra acreditara
a los bancos con más miles de millones.
Pero, ¿qué
harían los inversores extranjeros y los tenedores de bonos con eso? En octubre
de 2022, en efecto, en su impulso por el «crecimiento», la brevemente nombrada
primera ministra tory Liz Truss, propuso exactamente eso. ¿Qué ocurrió? El
Banco de Inglaterra hizo lo contrario y subió los tipos de interés, mientras
que los tenedores de bonos extranjeros huyeron y la libra esterlina se
desplomó. Los líderes laboristas temen un ataque similar de los mercados
financieros si piden prestado «demasiado». Así que, en lugar de eso, están
planeando pedir prestado demasiado poco.
Starmer-Reeves
también han aplacado a la City londinense anunciando que no subirán los tipos
del impuesto sobre la renta ni los de la seguridad social (dado que los
ingresos fiscales en relación con el débil PIB están en su nivel más alto de la
posguerra). De hecho, incluso se han comprometido a no subir el impuesto de
sociedades a las grandes empresas –que con un 25% ya es el más bajo del G7–
para no «disuadir» la inversión. Incluso afirman que si otros países reducen
sus tipos, ellos seguirán la carrera a la baja reduciéndolos aún más. Y
seguirán ofreciendo desgravaciones fiscales del 100% a la inversión de
capital. Lo irónico es
que los recortes de los impuestos y las exenciones a las empresas no han
conseguido impulsar la inversión privada en ningún lugar durante las dos
últimas décadas.
¿Dónde
concentrará Securonomics su tímida estrategia de inversión? La respuesta es en
los servicios financieros, la industria automovilística (propiedad al cien por
cien de empresas extranjeras), las ciencias de la vida y los «sectores
creativos» (cine, diseño, teatro, moda, etc.). Estos son supuestamente los
sectores en los que el Reino Unido tiene ventaja.
El Servicio
Nacional de Salud (NHS) carece de fondos y personal. Durante la campaña
electoral, Reeves prometió no subir los principales tipos impositivos, que
suponen las tres cuartas partes de los ingresos fiscales totales. En su lugar,
deposita sus esperanzas en un mayor crecimiento unido a un estrecho abanico de
subidas de ingresos por valor de unos 8.000 millones de libras. Según las
últimas estimaciones optimistas sobre el crecimiento económico del Reino Unido,
eso significa que a Reeves sólo le sobran unos 10.000 millones de libras para
mejorar los servicios públicos, a menos que los laboristas incumplan su promesa
de no subir los impuestos ni pedir más préstamos. Esto significa que la cruel
austeridad que el NHS, los gobiernos locales y las escuelas y universidades han
experimentado durante la última década o más continuará, al menos hasta que
aparezca el milagro de un crecimiento más rápido.
De hecho, el
Nuffield Trust considera que los actuales planes de gasto del
nuevo Gobierno laborista para el SNS supondrán un nuevo periodo de austeridad.
Un crecimiento anual del gasto sanitario total del 0,8% supondría que los
próximos cuatro años serían los más ajustados de la historia del SNS bajo las
promesas laboristas, más ajustados incluso que el periodo de «austeridad» del
anterior Gobierno de coalición tory, que vio cómo la financiación crecía sólo
un 1,4% en términos reales al año entre 2010/11 y 2014/15.
¿Qué pasa con
la vivienda? El nuevo gobierno laborista dice que se propondrá construir
300.000 nuevas viviendas al año durante los próximos cinco años. Suena bien,
aunque es mucho menos de lo que se necesita y mucho menos de lo que
construyeron los gobiernos laboristas en los años 50 y 60. Pero, ¿cómo se va a
hacer?
No va a ser a
través de una Corporación Nacional de la Construcción que empleará directamente
a trabajadores de la construcción, arquitectos, etc. para construir buenas
casas y pisos que serán propiedad de los ayuntamientos, con alquileres
razonables para los inquilinos, con el fin de reducir las enormes listas de
espera. No, todo el plan de vivienda dependerá de promotores privados que
construirán casas para la venta con un control mínimo de las «viviendas
asequibles». Los líderes laboristas están más preocupados por eliminar las
regulaciones urbanísticas en las áreas locales para que los promotores privados
puedan construir donde y como quieran. ¿Y quiénes son estos promotores? Como ya
se ha señalado, son gente como BlackRock, la compañía de inversiones
estadounidense, que ya posee 260.000 viviendas británicas por las que está
obteniendo unos ingresos exorbitantes, alrededor de 1.400 millones de libras el
año pasado. Así que gente como BlackRock serán los beneficiarios de esta
expansión de la vivienda.
Securonomics
significa que no debe haber ninguna absorción pública de los sectores
productivos de la economía; ni del sector financiero; ni de los grandes fondos
de inversión. Tomemos como ejemplo el desastre y los escándalos del Royal Mail
desde su privatización y que ahora está siendo vendido por sus propietarios de
capital privado a un multimillonario checo. ¿Cuál es el plan de los laboristas? «Royal
Mail sigue siendo una parte clave de la infraestructura del Reino Unido. Los
laboristas se asegurarán de que cualquier adquisición propuesta se someta a un
sólido escrutinio y de que se ofrezcan las garantías adecuadas que protejan los
intereses de la plantilla, los clientes y el Reino Unido, incluida la necesidad
de mantener una obligación de servicio universal integral» Así que es
la regulación, no la restauración de la propiedad pública de esta «parte clave
de la infraestructura del Reino Unido».
El escándalo de
estas empresas privatizadas está a la vista de todos: los accionistas han
obtenido miles de millones en dividendos, mientras que la deuda y los precios
aumentan. El colapso total de la infraestructura del agua ha llegado al punto
de que el suministro de agua, los ríos y las playas del Reino Unido ya no son
seguros para beber o tocar. Y, sin embargo, los laboristas no tienen ningún
plan para que estos servicios vuelvan a ser de propiedad pública, sino que
quieren «una mejor regulación». Aparentemente, quieren menos regulación en la
vivienda y más regulación en los servicios públicos y el servicio postal.
Los laboristas
han prometido que los ferrocarriles volverán a ser de titularidad pública, pero
solo gradualmente a medida que expiren las franquicias privadas (de unos diez
años de duración). Los laboristas de Corbyn prometieron la banda ancha gratuita
para todos como un derecho público, lo que fue calificado de «comunismo» por la
prensa de derechas. Los laboristas de Starmer solo proponen «un impulso
renovado para cumplir la ambición de cobertura total de gigabits y 5G nacional
para 2030».
La securonomía,
sin embargo, significa más inversión en un sector clave: la defensa. El nuevo
gobierno laborista se ha comprometido a aumentar el gasto en defensa hasta el
2,5% del PIB en este parlamento para «asegurar» el país, supuestamente frente a
la amenaza de invasión de Rusia o China, pero en realidad para satisfacer las
demandas de EE.UU. y la OTAN. El gasto en defensa del Reino Unido ya es del
2,3% del PIB, pero se va a gastar más mientras el NHS sigue en modo austeridad.
Securonomics
es, en realidad, una vuelta a la idea de la «colaboración público-privada», lo
que significa que el gobierno pedirá prestado o gravará un poco más para invertir
un poco más, principalmente para animar y subvencionar al sector capitalista a
invertir más y dejar que se lleven la mayor parte de los ingresos adicionales
que se produzcan. La inversión del sector público se utilizará principalmente
para ayudar al sector capitalista a invertir, no para sustituirlo. Y eso tiene
sentido si su creencia fundamental es hacer que el capitalismo funcione mejor.
La inversión capitalista en el Reino Unido es unas cinco veces mayor que la
inversión pública. Sería una economía diferente si esa proporción fuera al
revés. Pero eso no sucederá bajo la securonomía.
El problema es
que el sector capitalista no ha invertido lo suficiente en las últimas tres
décadas y gran parte de su inversión no ha sido en sectores productivos de la
economía, sino en finanzas, inmobiliario, defensa, etc. La razón es que no era
lo suficientemente rentable invertir en otros sectores. Los planes laboristas
no sugieren ningún cambio en esa tendencia.
La securonomía
es supuestamente una estrategia para que el capital británico «tome el control»
de su economía con la ayuda de un gobierno favorable a las empresas, y así
pueda valerse por sí mismo en una economía mundial cada vez más estancada y
proteccionista. Pero la economía británica es frágil y no ha escapado ni
escapará a los vericuetos de la economía capitalista mundial. Es muy probable
que la economía mundial entre en una nueva recesión antes del final de esta
década. Las recesiones se producen cada 8-10 años y las dos últimas han sido
las peores de la historia capitalista. Incluso sin una recesión, el crecimiento
mundial se está ralentizando y el comercio está estancado, con pocos signos de
mejora en el futuro.
Los planes de
los laboristas no sugieren «seguridad» frente a las vicisitudes de la
acumulación capitalista. Tras cada caída anterior, el gobierno en funciones ha
sido derrocado (los laboristas en 2010 tras la caída de 2008-9 y los
conservadores finalmente en 2024 tras la caída pandémica de 2020). Este podría
ser un gobierno laborista de un solo mandato.
Fuente: The Next Recession
Artículo
seleccionado por Carlos Valmaseda para la página Miscelánea de
Salvador López Arnal
La humanidad reescribe la historia sin que Occidente se percate
La humanidad reescribe la
historia sin que Occidente se percate
DIARIO OCTUBRE / julio 16, 2024
Bouthaina
Shaaban* (Al Mayadeen).— Los acontecimientos que vivimos
hoy apuntan sin tapujos al fin del occidentocentrismo, a pesar del rechazo de
esta idea por parte de los países occidentales, de sus acciones y sus
declaraciones que indican la ilusión de que son el centro del universo.
En su primera
visita al extranjero tras ser elegido por tercera vez, el primer ministro indio
Narendra Modi eligió Rusia como destino, reuniéndose con el presidente Vladimir
Putin primero en su casa como amigos y luego en reuniones oficiales al día
siguiente.
Esta visita,
con todas sus implicaciones geopolíticas, económicas y futuristas, levantó las
iras de Occidente, que expresó su asombro por el hecho de que el Presidente Joe
Biden, como dijeron sus medios de comunicación, mantuvo una cálida reunión con
Modi cuando visitó Estados Unidos el año pasado.
Puede que lo
hayan honrado en exceso con la esperanza de atraer a la India lejos de Rusia,
lo que demuestra una extraña ingenuidad y una lectura que aún depende de la
misma valoración de los pueblos en la antigua época colonial, sin tener en
cuenta la conciencia que han acumulado esos pueblos de las antiguas colonias,
durante décadas. También expone la verdad del sistema imperialista occidental
caracterizado por la hipocresía, el saqueo de la riqueza de los pueblos, y la
despliegue del centralismo occidental como fuente de guerras, epidemias y del
exterminio de millones de civiles desarmados.
Un artículo de
The Washington Post del 8 de julio pasado se titula: “El oso de Modi abraza a
Putin en Moscú en una señal de los profundos lazos entre Rusia e India”, y las
dos primeras líneas del artículo son reveladoras: “A pesar de los esfuerzos de
Washington por cortejar al primer ministro Narendra Modi y aislar al presidente
Vladimir Putin, la visita muestra la continuidad de los estrechos lazos entre
sus países”.
El artículo
recuerda la lujosa recepción, la opípara cena y los elogios que recibió Modi en
la Casa Blanca, y la expresión de que la relación con India es una de las más
importantes para Estados Unidos; sin embargo, ahora los estadounidenses
encuentran a Modi en Rusia, describiendo al presidente Putin como un querido
amigo, hablando de estrechar la cooperación económica y el comercio, y
coordinando pasos en una serie de foros y organizaciones internacionales de los
que India y Rusia son miembros.
Por su parte,
el portavoz del Departamento de Estado de EEUU declaró: “Hemos dejado claro a
la India, directamente, nuestra preocupación por su relación con Rusia”.
Uno no puede evitar sonreír irónicamente al leer tales declaraciones y otras que expresan la mentalidad colonial que aún domina la política occidental y la decepción de EEUU por la relación de la India con Rusia y de Modi con el presidente Putin, sobre todo porque esta visita coincidió con la reunión de los miembros de la OTAN en Washington, ya que esta reunión también demostró que los países occidentales intentan tapar el sol con una nube. Pero, ¿cómo pueden hacerlo?
Todas las
reacciones estadounidenses a la importante visita del primer ministro Modi a
Rusia, y todo lo que de ella se derivó para ampliar los horizontes de la
cooperación y pensar en el futuro de la humanidad, no sólo en el futuro de
Rusia y la India, demuestran que los responsables de la toma de decisiones en
Estados Unidos están alejados de la realidad, como si aún no se hubieran dado
percatado de que la India es hoy una superpotencia y un polo importante de la
política mundial.
Honrar a su
primer ministro y ofrecerle una suntuosa cena en la Casa Blanca no le disuadirá
de perseguir los intereses de su país con el petróleo ruso a un precio
preferente, y todo lo que pueda servir a la economía y el estatus de su país,
ya sea en los BRICS y Shangai o en todas las demás organizaciones que comparten
miembros con Rusia y trabajan para elevar su estatus en el mundo del futuro.
El intelectual
marroquí Abdelilah Belkeziz, distinguido profesor de Orientalismo y escritor
muy importante sobre este campo y sus perspectivas, escribió un artículo
titulado “El fin del Orientalismo”, en el que se refería al cambio de
circunstancias, intereses, presupuestos y necesidades en Occidente para este
campo, y que ha sido sustituido por una red de relaciones de inteligencia o de
otro tipo entre Occidente y los países de los que se ocupan los orientalistas.
Sin embargo, lo
importante de este artículo es la referencia efectiva al cambio de estados,
circunstancias y objetivos que exigían y favorecían el renacimiento y la
prosperidad de dicho campo de conocimiento.
Puesto que el
profesor Belkeziz es la persona más indicada para hablar en sus escritos del
centrismo occidental y de sus implicaciones para quienes lo estudian –incluidos
quienes están influidos por él y algunos que han quedado atrapados en él
incapaces de escapar de su marco y de dedicarse a enraizar su herencia– su
filosofía y su pensamiento lejos de lo que los orientalistas han sembrado en
sus mentes, además del título “El fin del orientalismo” percibo otro no
escrito: “El fin del centrismo occidental”.
Todo el curso
de los acontecimientos que vivimos hoy apuntan sin tapujos al fin del occidentocentrismo,
a pesar del rechazo de esta idea por parte de los países occidentales, y de sus
acciones y declaraciones que indican la ilusión que aún ronda sus mentes de que
son el centro del universo y de que son ellos quienes deciden su rumbo.
La visita de Modi a Rusia también coincidió con la visita del Primer Ministro de Hungría Viktor Orbán a China y su encuentro con el Presidente chino Xi Jinping, lo que enfureció a los países de la Unión Europea. La visita de Orbán refleja un desequilibrio en la estructura de la Unión, sin darse cuenta de que las recientes elecciones en Francia, independientemente de nuestra postura política al respecto, demuestran que el pueblo francés también anhela liberarse de la hegemonía estadounidense y recuperar la palabra y la decisión sobre sus asuntos.
La reacción
global a la guerra de aniquilación respaldada por Occidente contra civiles
palestinos desarmados en Gaza, ha demostrado al mundo entero que la
centralización occidental es brutal incluso contra sus propios ciudadanos si
deciden romper con las normas y leyes que el complejo militar-industrial ha
escrito para ellos. La disidencia ha sido violentamente reprimida y los medios
de comunicación han sido amordazados de una manera digna de las peores
dictaduras conocidas por la historia.
Mientras los
legisladores estadounidenses emprenden acciones legales para ocultar el
resultado del exterminio de civiles palestinos en Gaza por parte de la entidad
del apartheid, y trabajan políticamente y en los medios de comunicación para
encubrirlos, y el gobierno de Joe Biden sigue enviando masivamente las bombas
que usa Israel para bombardear hogares civiles, un nuevo mundo los polos están
formando un muro fuera de su vista y atención.
El orden internacional
liderado por Occidente ha llegado a su inevitable fin. Los países africanos
están formando ahora una alianza estratégica en la costa africana con la
esperanza de que otros países se unan a ella. China plantea cinco importantes
principios para la coexistencia con India y Myanmar, desde la no agresión a la
igualdad y el beneficio mutuo, pasando por la no injerencia en los asuntos
internos. El Presidente Putin trabaja para desarrollar la integración cultural
y cognitiva euroasiática, logrando intercambios y beneficios económicos muy
lejos de todo lo que Occidente quiere y puede hacer, incluidas guerras,
matanzas, genocidios, hegemonía y supresión de las libertades de los medios de
comunicación y de los derechos humanos.
En este momento
concreto, los pueblos colonizados por los países occidentales descubrieron que
la distancia entre lo que Occidente afirma y lo que hace es enorme. Los
movimientos de liberación y de la resistencia descubrieron que son más fuertes
de lo que ellos mismos imaginaban, que el enemigo es mucho más débil de lo que
solía afirmar, y que con paciencia y determinación son capaces de derrotar a
las fuerzas más poderosas que hasta hace poco se consideraban invencibles.
En este nuevo
clima internacional, alimentado por la sangre pura de los civiles palestinos,
la política de negación y condena ya no funcionará para Occidente. Deben poner
los pies en la tierra para enterarse de que se está inclinando contra ellos y
el brutal sistema que han establecido con el poder de las armas de exterminio y
destrucción para servir únicamente a sus intereses. La humanidad está hoy en
otro lugar, reescribiendo el futuro sin que ellos lo sepan.
(*) Buthaina
Shaaban es doctora en Lengua y Literatura Inglesas por la Universidad de
Warwick (Inglaterra). Nació en 1953 en el pueblo de Masoudiya, provincia de
Homs, Siria. Es asesora política y de medios de comunicación del presidente
sirio Bashar al-Assad. Fue nombrada ministra de Estado para Asuntos de los
Expatriados en febrero de 2006, según un decreto presidencial emitido por
Bashar al-Assad.