miércoles, 9 de noviembre de 2022

Documental «Los pactos del silencio 2», el 10-N en el Ateneo Republicano de Zaragoza

 

Documental «Los pactos del silencio 2», el 10-N en el Ateneo Republicano de Zaragoza

TERCERA INFORMACION / Jueves 10 de noviembre.

Centro Cívico Delicias. Avda de Navarra 54. 50010 Zaragoza.



El próximo jueves 10 nos vemos en la proyección del documental «Los pactos del silencio 2«, presentado por Roberto Martínez y María José Alarcón.

Una dura realidad convertida en un lucrativo negocio. El documental nos mostrará la verdad no hablada en los medios, del negocio de la dependencia en el Estado.

Acabaremos con el consiguiente coloquio entre asistentes y ponentes.

El documental «Pactos de Silencio 2» trata de esclarecer cómo y por qué una persona acaba en una residencia, señala la evidente pérdida de derechos de una persona cuando entra a vivir en una residencia, la desatención que han sufrido y sufren, los malos tratos evidentes por esa falta de atención digna y por la avaricia de quienes sólo piensan en dinero olvidándose de las personas que están en sus manos.

Se resaltan situaciones muy graves ocurridas desde que empezó la COVID19, pone en evidencia la falta de responsabilidad por parte de administraciones públicas y cómo la Justicia ha mirado hacia otro lado.

Destaca el despropósito en que se ha convertido, en muchos casos, en un puro negocio que usa a personas dependientes para sacar tajada, explota a las trabajadoras desde hace mucho tiempo y que ha empeorado en los últimos años, en la que están muy presente fondos de inversión y empresas de dudosa reputación, evidenciando lo que supone denunciar irregularidades por parte de trabajadoras, un apartado llamado «el precio de denunciar».

«Pactos de Silencio 2» es un trabajo colaborativo de Afectadas BB ServeisMoviment de Residències CatalunyaCecilio CeanLa Radio I Televisió Del Poble y La Realidad De.

En el Documental Participan:

·         Radio El Vórtice

·         Esperanza Pérez (Usuaria de residencia Madrid)

·         Javier Garzón (ÚPLA – LA UNIÓN y Moviment de Residències Catalunya)

·         Ramón Franquesa (Portavoz COESPE)

·         Manuel Rico (Periodista Investigación de Infolibre)

·         Cecilio Sánchez (Cecilio Cean y La Realidad De)

·         Juanjo (y todo el equipo de La Radio I Televisió Del Poble)

·         Azahara Galera (Familiar Moviment de Residències Catalunya)

·         Lola Muñoz (Familiar Els Estels Silenciats y Moviment de Residències Catalunya)

·         Carmen López (Familiar ADEMAF)

·         Enriqueta López (Familiar Victimes Bertran i Oriola y Moviment de Residències Catalunya)

·         Víctor Echaniz (Familiar Els Estels Silenciats y Moviment de Residències Catalunya)

·         Manuel López (Extrabajador Centro de día Irún)

·         Victoria Zunzunegui (doctora en epidemiología)

·         Fina Salazar (Plataforma SAD de Catalunya)

·         Luis Ros (Bombero de Barcelona y Pac Badalona)

·         Toni Barbarà (Portavoz de la Marea Blanca)

·         María José Alarcón (Afectadas BB Serveis y Moviment de Residències Catalunya)

·         Cipriano Victorio (Familiar Moviment de Residències Catalunya)

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Inicios del feminismo

 



Inicios del feminismo

 

Pepe Gutiérrez-Álvarez

KAOSENLARED

9 de noviembre de 2022 

 

Las primeras feministas que enfocan la posibilidad de una natural equiparación entre ambos sexos surgirán durante la revolución puritana que inicia dicho proceso y pone la primera piedra de la Inglaterra moderna que servirá como modelo para los regímenes democráticos ulteriores. Los puritanos hirieron de muerte a la monarquía absoluta y afirmaron el derecho de los contribuyentes a elegir a sus representantes políticos. También establecieron la capaci#dad de cada individuo de entenderse directamente con Dios sin necesidad del Vaticano. Pero no admitieron para la mujer otra igualdad que la de rezar a Dios, pero con la condición de mantener un papel subalterno en la institución eclesiástica, no muy diferente a la que se le atribuía en el hogar, un terreno en el que más de dos siglos de feminismo no han sido suficientes para introducir cambios significativos.

Mucho más allá fueron los ilustrados, dentro de los cuales surgieron nombres como el de Condorcet, que llega, casi en solitario, a defender en 1788 (en su obra Ensayo sobre la Constitución de las Asambleas Provinciales) el derecho de la mujer a tener una participación en la política en pie de igualdad con el hombre, derecho que no se hará reali#dad sino casi siglo y medio más tarde. Condorcet piensa que una segregación de la mujer sería una injusticia contra#ria a la razón, porque ellas poseen en común con el hombre «la cualidad de seres razonables y sensibles». A los que aducen falta de instrucción e inteligencia, de debilidad física de la mujer, Condorcet les responde: “…¿Acaso no hay muchos representantes populares que carecen de los mismos, a su vez? El buen senti#do y los principios republicanos excluyen cualquier distinción entre hombres y mujeres a este respecto. La principal objeción, repetida por todos, es que abriendo a la mujer la vida política la distraemos de la atención de la familia. El argumento carece de fundamentos. Ante todo no se refiere sino a las mujeres casadas, y no todas lo son. En segundo lugar, haría falta, por esta misma razón, prohibir a las mujeres el ejercicio de cualquier profesión manual o del comercio”.

Pero la voz de Condorcet clamaba en el desierto, y la presión antifeminista calará hasta los hombres más ilustres de la época sin exceptuar a los más radicales y avanzados de la Gran Revolución como el semianarquista Sylvain Maréchal, compañero de Babeuf en la insurrección de los Iguales y que se oponía a los derechos de la mujer. No obstante, las ideas de Condorcet serán retomadas por algunas de las mujeres que en masa habían sido, en palabras de Michelet, la «vanguardia de la revolución, en concreto por la líder girondina Madame Roland, por la enrâge Claire Lacombe y sobre todo, por Olimpia de Gouges que será la inmortal autora de la primera Declaración de los Derechos de la mujer y la Ciudadana que proclama, entre otras cosas: “Art. 1º. La mujer nace libre y permanece igual al hombre en sus derechos. Las distinciones sociales no pueden ser basadas sino en la utilidad común (…) Art. 4º. El ejercicio de los derechos naturales de la mujer, no tienen más límites que los que la perpetua tiranía del hombre le ha impuesto. Estos límites deben de ser reformados por las leyes de la naturaleza y la razón (…) Art. 6º. La ley debe de ser la expresión de la voluntad general: todas las ciudadanas y todos los ciudadanos deben concurrir personalmente y por intermedio de sus representantes a su formación (…) Art. 13º. Para el mantenimiento de las fuerzas públicas y para los gastos de la administración los tributos de hombres y mujeres son iguales; ésta participa en todos los servicios y todas las labores penosas; debe tener pues, la misma parte en la distribución de los puestos, de los empleos, de los cargos, de la dignidad y de la industria”.

Vale la pena decir cuatro cosas sobre estas tres mujeres, comenzando por Mme. Roland, cuyo nombre de soltera era Jean-Marie de Philipon, estaba casada con un ilustrado que era el doble mayor que ella. En este matrimonio el hombre fue el astro menor, tanto que él no pudo sobrevivir la muerte de ella y se suicidó. Antes de la revolución de 1789, la casa de los Roland fue uno de los centros de la oposición democrática parisina. Durante el transcurso de ésta, ambos militaron en el partido de la Llanura, dentro del cual Mme. Roland descolló particularmente. Sus ideales feministas pueden parecer actualmente como moderados; Mme. Roland creía que la mujer no se encontraba todavía preparada para ocupar cargos políticos y de momento se trataba de hacer propaganda por sus derechos. Michelet vio en ella la mujer radical típica del siglo. Por sus actividades fue condenada por un Tribunal Revolucionario jacobino que le acusó de haber “pervertido”a su marido. Tenía treinta y nueve años, y una vez delante del verdugo Sansón, exclamó con#templando una estatua de la Libertad: “…¡Oh, Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre”.

En cuanto Claire Lacombe, perteneció a una de las tendencias más radicales de la revolución. Alejandra Kollontai la llamó “capitana de los arrabales de París” y destaca su capacidad como oradora y su ferviente republicanismo. Fue una de las animadoras del “Club de ciudadanas revolucionarias” y participó desde sus posiciones jacobinas en la mayoría de los grandes acontecimientos revolucionarios. Alejandra Kollöntai concluye su retrato diciendo: “Rosa Lacombe fue una mujer que se entregó con alma y vida a la revolución y al mismo tiempo comprendió que las necesidades de las proletarias, sus exigencias y preocupaciones tenían que ser una parte integrante e inseparable del movimiento de trabajadores que comenzaba. No exigía derechos especiales para las mujeres, pero las zarandeabas para despertarlas y les invitaba a defender sus intereses como miembros de la clase trabajadora…”.

Mucho más recordada es Olympia de Gouges que se llamaba en realidad Marie Gouze y había nacido en 1748 -y no en 1755 como diría ante el Tribunal Revolucionario que la juzgó-, en Montauban. Su madre era una aventajada modista y su padre comerciante, pero ella siempre presumió de un origen mucho más ilustre. Llegó muy joven a París y llevó una vida bastante aventurera. Se sabe que se casó en 1765 con un oficial de Intendencia y que tuvo un hijo, pero su vida libre le separó de su marido. Tuvo numerosos amantes (entre ellos el novelista roussoniano y libertino Restif de la Bretonne al que el lector/a quizás recuerde con el rostro de Jean-Louis Barrault en la película La noche de Varennes, de Ettore Scola) y ganó una gran fama como mujer ambiciosa. Asistió con entusiasmo a los primeros tiempos de la revolución que decía que había esperado durante 15 años. Republicana y feminista apasionada, Olimpie no pudo soportar los efectos del terror jacobino. Opinó delante de éstos que no se acababa la monarquía haciendo un mártir del rey y estas palabras la llevaron a la guillotina. Escribió varias obras de teatro, pero ninguna de ellas mereció, al parecer, el reconocimiento de la posteridad.

Esta audaces feministas vivieron intensamente pues los momentos del auge revolucionario y murió descabezada con la degeneración de la revolución. Representó un adelanto excepcional de las grandes luchas feministas del siglo XX y reflejó la incapacidad del modelo más avanzado de revolución burguesa -para integrar los derechos de la mujer.

Desde el punto de vista individual sobresalieron muy particularmente dos mujeres de gran personalidad en este período previo, contemporáneo e inmediatamente posterior a la Gran Revolución Fran#cesa. Se trata sobre todo de Mary Wollstonecraft, y en menor grado de Fanny Wrigth, y ambas serían las principales pioneras de los movimientos feministas inglés y norteamericano y que estarían vinculadas a dos de los principales representantes del protosocialismo: William Godwin y Robert Owen. Se puede decir que tanto la una como la otra mantuvieron ideas claras a favor de la igualdad social.

Dos años antes de fallecer Mary Wollstonecraft nacía Frances (llamada Fanny) Wright, hija de escoceses, educada en Inglaterra por unos parientes liberales pertenecientes a la aristocracia y que sería la principal discípula del gran protosocialista británico Robert Owen y esposa de su hijo. Cuando era muy joven Fanny estudió con un gran interés la historia de la revolución norteamericana de 1776, y siendo todavía una muchacha -pero poseedora de una notable fortuna personal- se trasladó al Nuevo Mundo. La joven demócrata hizo amistad con el internacionalista francés Lafayette -que por cierto, también fue amigo de Mary Wollstonecraft- y conoció a Jefferson, Adams y otros líderes de la revolución que tanto admiraba. Esta admiración no le impidió ir más lejos que todos ellos con una cuestión que no habían tenido muy en cuenta: la liberación de los esclavos negros. Después de haber protagonizado algunos actos de carácter antirracistas, regresó junto a Lafayette a Europa, donde entró en contacto con las incipientes ideas socialistas, especialmente con el owenismo cuyo fundador soñaba con crear en Norteamérica una comunidad industrial basada en el comunismo. Prendida por esta idea, Mary vuelve en 1824 a los Estados Unidos, y poco después se decide a vivir junto pero libremente con Robert Dale Owen. Junto con él promueve el periódico New Harmony Gazette y participa en la co#munidad de Nueva Armonía, que fracasará poco más tarde. En Nueva York, funda el Free Enquirer en la misma línea y toma parte de la New York society for Prometing Communities, un grupo prosocialista en el que militaron los principales componentes del owenismo norteamericano, Cornelius C. Blatchely, Williarn Masclure, Paul Brown y Josiah Warren, que más tarde será un notorio anarcoindividualista. Fanny imprimió al grupo un carácter más activista y sobre todo un cariz más feminista, llegando el grupo a asumir la reivindicación del control de la natalidad.

Individualmente Frances sobresalió sobre todo como una gran agitadora de masas, desplegando sus actividades como conferenciante de punta a punta del Estado haciéndose famosa y con ello, amada y odiada. En sus discursos Frances trataba con vehemencia tres cuestiones centrales: la igualdad racial, la libertades de la mujer y los derechos sindicales de los obreros, estableciendo constantemente una Simetría entre ellos. En uno de los actos que protagonizó, afirmó: “Existe una vulgar creencia de. que la ignorancia de la mujer, al favorecer su subordinación, asegura su utilidad. Se trata de la misma teoría que escriben en los regímenes aristocrático los pocos que gobiernan frente a los muchos subordinados, en la democracia, los ricos frente a los pobres; y en todos los países los profesionales cultos frente al pueblo.

Su ideario feminista era en gran medida deudor del de Mary Wollstonecraft, no aporta nada nuevo, pero lo hizo conocer entre las muchedumbres que le escuchaban. En sus discursos se dirige habitualmente a los asistentes llamándoles la atención sobre la escasa presencia de mujeres en la sala y explica que éstas se encuentran maniatadas por las leyes y las costumbres. Se dirige a los hombres, clamando: “Maridos y padres, pero es que no os dais cuenta de este hecho! ¿No comprendéis que la esclavitud de vuestras esposas y bellas mujeres os tiene cautivados a vosotros? ¿Sois capaces de disfrutar de vuestra imaginada libertad sin importaros que vuestras mujeres sean siervas mentales? ¡Sois capaces de disfrutar de los diversos aspectos del saber e imaginar que las mujeres engañadas e incultas son mejores sirvientes y unos juguetes más fáciles?”.

El progreso humano, dirá en otra ocasión, no avanzará sino muy despacio con la opresión de la mujer, opresión en la que no cree que el hombre podía estar interesado. El hombre no gana nada manteniendo a la otra mitad de la humanidad tonta y empobrecida, ganará por el contrario, haciéndola copartícipe en la igualdad más plena.

Con el tiempo, Francesc fue radicalizando sus posiciones que, como en el caso de Mary Wollstonecraft, no logró hacer vivir a través de un movimiento aunque sí sembrar la semilla para que éste surgiera años más tarde. Tomó partido a favor de los primeros sindicatos obreros norteamericanos que eran bastante radicales y en 1830 habló de que la sociedad capitalista se basaba en una “guerra de clases”.

Frances murió en 1852 sin haber cejado en su militancia solitaria salvo en los últimos meses de su apasionante existencia. La reacción conservadora la trató muy duramente, siendo calificada despectivamente, entre otras cosas de “ramera roja de infidelidad”, pero la que perdurará serán palabras como las que le dedicó otra avanzada y activa fe#minista y antirracista norteamericana, Ernestine L. Rosse: “Francesc Wright fue la primera mujer que habló de igualdad de los sexos en este país. La tarea que tenía ante sí era ciertamente ardua. El ambiente no estaba en absoluto preparado para ello. Tenía que empezar por romper el muro del conservadurismo, tan endurecido por el tiempo, y su recompensa era previsible -la misma recompensa que se otorga a los que constituyen la vanguardia de cualquier movimiento. Fue objeto del odio, de la calumnia, de la persecución, por partir de la gente. Pero eso no fue lo único que recibió. ¡Ah!, tuvo también el premio -un premio que ningún enemigo podía arrebatarle que ningún calumniador podía desprestigiar-, el eterno premio de saber que había cumplido su deber; el premio que supone el tener la conciencia tranquila; el premio de saber qué había tratado de beneficiar a las generaciones futuras…”

En el mundo moderno, muchos cristianos se han inclinado a adjudicar la mayor parte de sus críticas, no sólo por la actitud enfermiza ante el sexo, sino también por el sometimiento de las esposas a sus maridos en el pensamiento y la práctica del cristianismo primitivo, a la peculiar psicología de san Pablo, quien, naturalmente, se habría visto profundamente influido por su piadosa educación judía (sobre la cual, véase Hechos, XXII.3), y concebible también por el hecho de que en Tarso, su ciudad natal, las mujeres llevaban velo en público (Dión Crisóstomo, XXXIII.48-49). Debo dejar bien claro, por lo tanto, que, en realidad, el sometimiento de la mujer al marido formaba parte de la herencia recibida por el cristianismo del judaísmo, incluyendo necesariamente (como veremos) una absoluta concepción del dominio del marido, que realmente intensificó el cristianismo. Se trata de una cuestión muy importante sobre la que hay que hacer hincapié. En los días que corren, en que la mayoría de los cristianos veneran el Antiguo Testamento mucho menos de lo que lo hacía la iglesia primitiva, y ya nadie, como no sean los fundamentalistas más ignorantes y beatos, se toma en serio y literalmente los primeros capítulos del Génesis, tal vez tengamos que hacer un gran esfuerzo para acordarnos de tres rasgos que aparecen en el relato de la creación del hombre y la mujer, y de la “Caída” y sus consecuencias, que hace el Génesis, 11-111, y que los cristianos mas ilustrados prefieren muchas veces olvidar. 1. En primer lugar, y ello es de la mayor importancia por su influencia práctica en el matrimonio cristiano, tenemos el hecho de que, en Gén., 111.16, el propio Dios proclama la autoridad o señorío del marido sobre la mujer. En el paganismo griego y romano no existía ninguna sanción religiosa de ese estilo del dominio del varón…Un pasaje de Josefo nos hace ver explícitamente la inferioridad de la mujer respecto al marido «en todos los aspectos», según la Ley judía. «Así, que esté sometida [hypakouetis] , no para humillarla, sino para que se la pueda controlar [archetall, pues Dios le dio el poder [kratos] al marido» (C. Apión, 11.201). Se sospecha de la existencia de alguna interpolación, pero, en cualquier caso, este pasaje constituye una buena descripción de la situación de la casada judía del siglo I (véase, e.g. , Baron, SRHJ, 112.236). Filón utiliza un lenguaje más fuerte que el de Josefo: en Hypoth, 7.3, dice que en la ley judía, “por su opinión de que tienen que rendir obediencia en todos los terrenos», las casadas han de «ser esclavas» de sus maridos, y utiliza e mismísimo verbo ouleuein. Creo que debe#ría aprovechar esta oportunidad para mencionar simplemente un pasaje de lo más desagradable de Filón, en el que justifica el que los esenios se abstuvieran del matrimonio basándose en que las esposas son desagradables por muchos motivos, así como una fuente de corrupción. Me freno para no reproducir su invectiva: Hypoth. , 11.14.17…” (G.E.M. de Ste Croix, La lucha de clases en el mundo antiguo griego, ed. Citada; 132).

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Así presionan los ‘lobbies’ a los diputados: «Te traen hasta enmiendas redactadas»

 


Así presionan los ‘lobbies’ a los diputados: «Te traen hasta enmiendas redactadas»

 

Por Antonio Ruiz Valdivia

Rebelion / España

 | 09/11/2022 | 

 

Fuentes: Info Libre

¿Ha sentido presión de algún lobby? “Sí”, responde tajante un diputado. Y desliza: “Hice una pregunta en el Congreso sobre sistemas de control en las gasolineras. A los dos días ya me habían pedido una cita”. Por los pasillos de la Cámara Baja y en los reservados de los restaurantes hay reuniones que no son públicas pero que pueden influir mucho en las leyes y en la vida de los ciudadanos.

Influir. Ese es el objetivo de los lobbies y los grupos de interés a la hora de que las Cortes legislen. Una actividad muy extendida en el mundo anglosajón y que cada vez se implanta con más fuerza en países de la UE. Incluida España. Y ahora el Gobierno quiere regular esta actividad a través del anteproyecto de ley de transparencia e integridad en las actividades de los grupos de interés, que previsiblemente pasará por el Consejo de Ministros de este martes.

Las presiones existen y se extienden principalmente a los diputados, senadores y europarlamentarios que tratan temas especialmente económicos, desde la energía hasta la banca y el transporte, según confiesan una decena de políticos consultados por infoLibre. En temas más sociales no son tan frecuentes la intervención de los lobbies, admiten parlamentarios de diferentes colores.

«Siempre intentan colocarnos su visión»

Ahí está la delgada línea entre la presión y el mostrar la posición de cada uno. ¿Y cómo lo hacen? Un diputado socialista desgrana el asunto: “Solicitan reuniones con las comisiones en las que tienen interés. Ejemplos, la patronal de la banca, empresas energéticas y de telecomunicaciones, etcétera”. “Siempre intentan colocarnos su visión ante cualquier cosa que estamos legislando. Se reúnen con nosotros pero también con la oposición. Intentan influir”, describe.

“En la última reunión le tuve que recordar a la patronal de la banca que estaban ganando mucho dinero durante la pandemia y que tenían que aportar al sistema. Eso después de que nos lloraran por lo mal que lo estaban pasando”, explica.

Otro diputado socialista comenta en este sentido: “Los lobbies te traen hasta las enmiendas redactadas… y son insistentes. También a través de las consultoras, pero, mi sensación es que no tengo presión, estaba acostumbrado por mi actividad laboral”.

En la futura norma, según avanzó la Cadena Ser, se define el concepto de grupo de interés y se fija un código de conducta en las relaciones de un lobby con políticos y funcionarios. Para ello se creará un registro oficial de aquellos que quieran intervenir en la toma de decisiones públicas y en el diseño de leyes. Se tendrán que hacer públicas las reuniones, además de detalles como la relación de personas que pertenecen a ese grupo, su financiación y el importe de los fondos públicos que reciban.

«Claro que sí he sentido presiones»

Esta norma del Gobierno llega en un momento en el que Bruselas sigue pidiendo que se legisle este tema en España. Un europarlamentario español hace estas reflexiones: “Claro que sí he sentido las presiones y el deficiente marco asistencial que tiene el Parlamento español, con una gran pobreza de medios técnicos, te obliga a apoyarte en gran parte en los de los agentes implicados”. “De todos modos, ahora en Bruselas el asunto se ve desde otra dimensión: aquí están registrados y normalizados, existe ciertas reglas de transparencia y el Parlamento FEuropeo tiene personal cualificado y medios técnicos suficientes para un diputado”, sostiene.

“Unos presionan más que otros. Los verdaderamente peligrosos son los lobbies que no ves”, lanza. “Yo creo que el problema de España es precisamente la informalidad de todo. Moralmente los vemos mal, a diferencia del resto de Europa, y así hacemos como que no, pero sí”. “Sin regulación específica y a salto de mata. Y luego está que tenemos una democracia low cost, con pocos medios, cualquier inversión en medios en el Parlamento es un ‘despilfarro’ y un escándalo, nadie se atreve a solucionarlo”, incide en este sentido.

Un diputado con influencia en temas de energía y de ecologismo incide en que recibe presiones “todos los días”. ¿Y cómo se manifiestan? “Te piden reuniones todo el rato para atacar tal o cual ley”, responde. Normalmente, confiesa, esto se hace a través de agencias de comunicación. 

“Si pasas de ellos, entonces empiezan las cartas de protesta o los ataques a través de los medios”, comenta este parlamentario. La pregunta que surge es si estas presiones pueden tener sus efectos. Él lo tiene muy claro: “Claro. Pueden tumbarlas y que no salgan. Mira los de la caza con la ley de bienestar animal”.

«No he sentido presión, escucho a las empresas»

Otro político explica que durante su época en Bruselas le tocó trabajar en una directiva europea y a su puerta llamaron desde grandes compañías hasta asociaciones de defensores de animales. Él decidió al final del proceso hacer pública la lista de representantes con los que se había reunido. El momento donde suelen acercarse más los grupos de intereses a los parlamentarios, revela una diputada, es cuando se empiezan a tramitar las leyes en las Cortes.

No le gusta hablar de “presión” a otro de los parlamentarios consultados y que es pieza clave en materias económicas para la coalición. “No la he sentido nunca”, reflexiona, para explicar: “He recibido y me reúno con muchas empresas. Las escucho, valoro lo que dicen y lo que creemos que es considerable lo remitimos al Gobierno”. “En general, ellos cuentan su parecer y lógicamente te dan sus argumentos”, ahonda, para dibujar el proceso a continuación: “Suelen llamar por teléfono a los asistentes, mandan correos para concertar una reunión”.

Desde el otro lado, como comenta un miembro de un lobby que tiene trato con políticos: “Es legítimo defender los intereses”. Y contextualiza que todos los grupos, aunque no sean considerados lobbies, lo intentan, desde la CEOE hasta la OCU. Y lanza esta pregunta: “¿Qué hace Fátima Báñez en la CEOE?”. Se muestra partidario de esta regularización porque va a dar “más transparencia” al sector y va a poner “reglas comunes para el terreno de juego”. “Es positivo”, resume, frente a la imagen de oscurantismo del sector. De lo que se trata es de que el legislador, comenta, tenga todas las opiniones e inputs de todo el mundo. Manifestando que todo el mundo tiene intereses, poniendo como ejemplo ahora la ley trans y los sectores feministas. “Es legítimo”, apostilla. Para rematar: “La gente está muy acostumbrada a hacer lobby en un hotel o en el reservado de un restaurante. Ahora se trata de normalizar el sector. Lo opaco se va a hacer transparente. En el mundo anglosajón están más normalizados los lobbies que los sindicatos”.

Fuente: https://www.infolibre.es/politica/presionan-lobbies-diputados-traen-enmiendas-redactadas_1_1357639.html

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Occidente debe dejar de bloquear las negociaciones entre Ucrania y Rusia

 

O paz, o guerra nuclear. No hay muchas más opciones. De modo que la cosa está clara: paz, paz, paz, paz… Mal que les pese a algunos intereses fácilmente identificables, que sacan un buen provecho de la guerra.


Occidente debe dejar de bloquear las negociaciones entre Ucrania y Rusia


Vijay Prashad

El Viejo Topo

9 noviembre, 2022

 

Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022. Aunque esta guerra está siendo horrenda, no es comparable con la terrible destrucción provocada por el bombardeo estadounidense de Irak en 2003 (la “estretagia” utilizada fue conocida como shock and awe –conmoción y pavor). El 28 de febrero, en la región bielorrusa de Gomel, fronteriza con Ucrania, diplomáticos rusos y ucranianos se reunieron para iniciar las negociaciones para un alto el fuego. Estas conversaciones fracasaron. Luego, a principios de marzo, las dos partes se reunieron de nuevo en Bielorrusia para una segunda y tercera ronda de conversaciones. El 10 de marzo, los ministros de Asuntos Exteriores de Ucrania y Rusia se reunieron en Antalya (Turquía) y, por último, a finales de marzo, altos funcionarios de Ucrania y Rusia se reunieron en Estambul (Turquía), gracias a la iniciativa del presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan. El 29 de marzo, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, declaró: “Nos complace ver que el acercamiento entre las partes ha aumentado en todas las etapas. Se ha llegado a consenso y entendimiento en algunas cuestiones”. En abril, se estableció un acuerdo para un pacto provisional entre Rusia y Ucrania, según un artículo de Foreign Affairs.

A principios de abril, las fuerzas rusas comenzaron a retirarse del norte de la provincia ucraniana de Chernihiv, lo que significaba que Rusia detuvo las operaciones militares en torno a Kiev, la capital de Ucrania. Los Estados Unidos y el Reino Unido afirmaron que esta retirada era consecuencia del fracaso militar, mientras que los rusos dijeron que se debía al acuerdo provisional. Es imposible saber, dado lo que conocemos, cuál de estos puntos de vista es el correcto.

El 9 de abril –antes de que el acuerdo avanzara– Boris Johnson (entonces primer ministro británico) llegó a Kiev. El periódico ucraniano, Ukrainska Pravdainformó que Johnson llevó dos mensajes al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy: en primer lugar, que al presidente ruso Vladimir Putin “hay que presionarlo, no negociar con él”, y en segundo lugar, que aunque Ucrania firmara acuerdos con el Kremlin, Occidente no estaba dispuesto a hacerlo. Según Ukrainska Pravda, poco después de la visita de Johnson “el proceso de negociación bilateral quedó en pausa”. Unas semanas más tarde, el Secretario de Estado y el Secretario de Defensa de los Estados Unidos (Antony Blinken y Lloyd Austin, respectivamente) visitaron Kiev, y tras el viaje, Austin habló en una conferencia de prensa en un lugar no revelado de Polonia y dijo: “Queremos ver a Rusia debilitada”. No hay pruebas directas de que Johnson, Blinken y Austin presionaran directamente a Zelenskyy para que se retirara de las negociaciones provisionales, pero hay suficientes pruebas circunstanciales que sugieren que así fue.

La ausencia de voluntad para permitir que Ucrania negocie con Rusia es anterior a estas visitas y se resumió en un artículo publicado el 10 de marzo de 2022 en el Washington Post, en el que altos funcionarios de la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, afirmaban que la estrategia actual de este país “consiste en garantizar que los costes económicos para Rusia sean graves y duraderos, así como en seguir apoyando a Ucrania militarmente en su esfuerzo por infligir el mayor número de derrotas a Rusia”.

Mucho antes de la invasión rusa de Ucrania, desde 2014, los Estados Unidos –a través de la “Iniciativa de Asistencia a la Seguridad de Ucrania” de su Departamento de Defensa– ha gastado más de 19.000 millones de dólares en proporcionar entrenamiento y equipamiento al ejército ucraniano (17.600 millones desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022). El presupuesto anual total de las Naciones Unidas para 2022 es de 3.120 millones de dólares, mucho menos que la cantidad gastada hoy por EE. UU. en Ucrania. El armamento de Ucrania, las declaraciones sobre el debilitamiento de Rusia por parte de altos funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos y la negativa a iniciar cualquier tipo de negociaciones de control de armas prolongan una espantosa e innescesaria guerra.

Ucrania no está en Iowa

Ucrania y Rusia son vecinos. No se puede cambiar la ubicación geográfica de Ucrania y trasladarla a Iowa, en los Estados Unidos. Esto significa que Ucrania y Rusia tienen que llegar a un acuerdo y encontrar una solución para terminar el conflicto entre ellos. En 2019, Volodymyr Zelenskyy ganó las elecciones presidenciales por goleada (73%) contra Petro Poroshenko, el candidato preferido de Occidente. “No podremos evitar las negociaciones entre Rusia y Ucrania”, dijo Zelenskyy en un panel de televisión, “Pravo Na Vladu”, informó el servicio de noticias TSN, antes de convertirse en presidente. En diciembre de 2019, Zelenskyy y Putin se reunieron en París, junto a la entonces canciller de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron (conocidos como los “Cuatro de Normandía”). Esta iniciativa fue impulsada por Macron y Merkel. Ya en 2019, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, sostuvo que era hora de que Europa “repensara… nuestra relación con Rusia” porque “alejar a Rusia de Europa es un profundo error estratégico”.

En marzo de 2020 Zelenskyy dijo que él y Putin podrían elaborar, en el plazo de un año, un acuerdo basado en los acuerdos de Minsk II de febrero de 2015. “Hay puntos en Minsk. Si los movemos un poco, ¿a qué puede llevar eso? En cuanto no haya gente con armas, los disparos cesarán. Eso es importante”, dijo Zelenskyy a The Guardian. En una conferencia de prensa de diciembre de 2019, Putin dijo que “no hay nada más importante que los Acuerdos de Minsk”. En ese momento, Putin dijo que todo lo que esperaba era que la región de Donbas recibiera un estatus especial en la Constitución ucraniana, y que durante el tiempo de la esperada reunión Ucrania-Rusia de abril de 2020, las tropas de ambos lados se hubieran retirado y acordado “la retirada a lo largo de toda la línea de contacto”.

El papel de Macron

En 2020 ya estaba claro para Macron que el nudo de las negociaciones era algo más que Minsk y Ucrania; se trataba de la creación de una “nueva arquitectura de seguridad” que no aislara a Rusia y que tampoco estuviera al servicio de Washington. En febrero de 2021, Macron desarrolló estos puntos en dos direcciones y habló de ellos durante su entrevista con el Atlantic Council (un think tank estadounidense). En primer lugar, dijo que la OTAN ha “empujado nuestras fronteras lo más lejos posible hacia el lado oriental”, pero la expansión de la OTAN “no ha logrado reducir los conflictos y las amenazas allí”. La expansión de la OTAN hacia el este, dejó claro, no iba a aumentar la seguridad de Europa. En segundo lugar, Macron dijo que la retirada unilateral de los Estados Unidos del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio en 2019 (y su reflejo por parte de Rusia) deja a Europa desprotegida “contra estos misiles rusos”. Además, dijo: “Como europeo, quiero abrir una discusión entre la Unión Europea y Rusia”. Tal discusión sería pionera en un entendimiento de seguridad posterior a la Guerra Fría, que dejaría a Estados Unidos fuera de la conversación con Rusia. Ninguna de estas propuestas de Macron pudo avanzar, no solo por las vacilaciones de Rusia, sino principalmente porque no fueron vistas con buenos ojos por Washington.

Existía confusión sobre si el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, sería bienvenido ante los Cuatro de Normandía. A finales de 2020, Zelenskyy dijo que quería a Biden en la mesa, pero un año después quedó claro que Rusia no estaba interesada en que el país norteamericano formara parte de los Cuatro de Normandía. Putin dijo que los Cuatro de Normandía eran “autosuficientes”. Biden, por su parte, optó por intensificar las amenazas y las sanciones contra Rusia basándose en las denuncias de injerencia del Kremlin en las elecciones estadounidenses de 2016 y 2018. En diciembre de 2021, no hubo un diálogo recíproco adecuado entre Biden y Putin. Putin dijo al presidente finlandés, Sauli Niinistö, que era “necesario iniciar inmediatamente las negociaciones con los Estados Unidos y la OTAN” sobre las garantías de seguridad. En una videollamada entre Biden y Putin el 7 de diciembre de 2021, el del Kremlin dijo al presidente estadounidense que “Rusia está seriamente interesada en obtener garantías fiables y jurídicamente fijas que excluyan la expansión de la OTAN hacia el este y el despliegue de sistemas de armas de ataque ofensivo en Estados adyacentes a Rusia”. No se obtuvo ninguna garantía de este tipo por parte de Washington. Las conversaciones se esfumaron.

El historial muestra que Washington rechazó las iniciativas de Macron, así como los ruegos de Putin y Zelenskyy para resolver las cuestiones a través del diálogo diplomático. Hasta cuatro días antes de la invasión rusa, Macron siguió esforzándose por evitar una escalada del conflicto. Para entonces, el apetito de Moscú por las negociaciones había disminuido y Putin rechazó los esfuerzos de Macron.

Una política exterior europea independiente simplemente no era posible (como Macron había sugerido y como el antiguo líder de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, había propuesto en 1989 al hablar de su visión de un “hogar común europeo” que se extendería desde el norte de Asia hasta Europa). Tampoco era factible un acuerdo con Rusia si eso significaba que las preocupaciones rusas iban a ser tomadas en serio por Occidente.

Los ucranianos han estado pagando un precio terrible por no haber garantizado unas negociaciones sensatas y razonables desde 2014 hasta febrero de 2022, negociaciones que podrían haber evitado la invasión por parte de Rusia en primer lugar y, una vez iniciada la guerra, podrían haber conducido al final de esta. Todas las guerras terminan en negociaciones y estas negociaciones, para terminar la guerra, deberían poder reiniciarse.

Fuente: Globetrotter.

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