miércoles, 7 de diciembre de 2022

Oliver Stone acusó a Estados Unidos de ser el causante del conflicto ucraniano

 

Oliver Stone acusó a Estados Unidos de ser el causante del conflicto ucraniano


Consideró, también, que el gobierno de su país condena a cualquier otro si cruza la línea del orden internacional, pero, sin embargo, en su territorio viola las normas a su antojo

 

INSURGENTE.ORG / 6 diciembre 2022

 


El diario serbio Polítika entrevistó al cineasta estadounidense Oliver Stone, quien acusó al gobierno de los Estados Unidos de provocar el actual conflicto que se vive en Ucrania. Según su opinión, las acciones deliberadas de la Casa Blanca hicieron a Kiev perder su estatus neutral con respecto a Rusia.

Oliver Stone expresó que el mundo, en general, acusa a los rusos sin preguntarse sobre el verdadero responsable de armar al Ejército ucraniano desde 2014. Dijo el cineasta que esa actitud de Washington trastornó el equilibrio del equipamiento militar y se originó la guerra.

También subrayó que el gobierno de su país condena a cualquier otro si cruza la línea del orden internacional, pero, sin embargo, en su territorio viola las normas a su antojo.

Stone lamentó la gestión del actual presidente Joe Biden. De éste dijo conocer que siempre fue “beligerante”, pero que llegó a pensar de que con los años “madurara”. Y añadió: “Biden tiene la idea de controlar a Rusia como en la época del ex presidente ruso Borís Yeltsin y eso es solo un sueño”.

El conocido cineasta concluyó expresando que la única “esperanza” para EE.UU. es la creación de un tercer partido, pues tanto republicanos como demócratas “trabajan igual e invierten el mismo dinero en la industria militar”.

No cabe duda de que Oliver Stone acostumbra a expresar opiniones que a pocas personas de su nivel (al mundo de la cultura, nos referimos) se lee o escucha. Y eso, sin duda, se agradece. Ahora, bien, más que un tercer partido (la democracia no se puede medir según la existencia más o menos numerosa de éstos; de hecho en EE.UU. participan más partidos en las elecciones, absolutamente eclipsados por los mencionados), lo que Estados Unidos necesita es un cambio de sistema, igual que casi todos los países del mundo.

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Reino Unido concede “inmunidad limitada” a Juan Carlos de Borbón

 



Reino Unido concede “inmunidad limitada” a Juan Carlos de Borbón


Publicado el 7 de diciembre de 2022 / Por  / kaosenlared

 

Si bien Juan Carlos de Borbón ha conseguido que la Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales le conceda la inmunidad en Reino Unido para sortear una demanda por acoso a su amante, Corina Larsen, -quien le acusó de haber estado detrás de una situación de espionaje a partir de 2012, tras la ruptura de la relación-, esta es “limitada“.

La defensa de Corinna ha subrayado, después del anuncio del Tribunal de Apelaciones, que la inmunidad concedida al corrupto Borbón es “muy limitada“. El abogado Michael Kim, del despacho Kobre & Kim ha recordado que la demanda todavía tiene recorrido ya que la decisión de blindaje del que disfruta el Borbón solo afecta hasta 2014.

“La mayor parte de la demanda no se ve afectada y debería ir a juicio”, ha señalado el letrado en un comunicado. Los hechos denunciados responden a una situación “muy grave” de “un acoso que prosiguió a lo largo de mucho tiempo y que será examinado en detalle cuando el juicio tenga lugar”.

Al corrupto le obsesionaba el dinero

La examante del Borbón detalló recientemente, en un podcast titulado Corinna y el Rey, algunos aspectos de su relación extra marital con el Gran corrupto español, a quien acusa de “estar obsesionado” con el dinero. “Lo veía regresar de los viajes y estaba feliz como un niño de cinco años, traía bolsas llenas de efectivo“, subraya Corina.

En ese mismo podcast, Larsen explica cómo su relación con Juan Carlos comenzó a fraguarse en una cacería en Castilla-La Mancha. Allí fue presentada como experta en armas y desde entonces los contactos comenzaron a fluir en una relación que terminó saliendo a la luz a raíz del accidente en Bostwana.

“Estaba acostumbrado a niveles disparatados de riqueza. A dónde va toda esa riqueza es otra cuestión”, revela Corina. “Una vez que tiene cantidades ingente dinero en su posesión es capaz de hacerlo desaparecer gracias a un talento inigualable. No siempre aparece en las cuentas del banco. Las autoridades fiscales en España definitivamente no encuentran nada ahí”.

Cabe recordar, que Larsen interpuso la demanda contra Juan Carlos de Borbón en 2020, al considerar que tras el final de la relación amorosa, la Casa Real y el CNI trataron de desprestigiarla por todos los medios.

Desde la interposición de la demanda contra el Gran corrupto de España, según ha informado el medio hegemónico español Cadena SER, los abogados de Corinna denunciaron presiones contra su defensa, además de vigilancia ilegal. Todo ello, después de que Corina se negase a devolver unos 65 millones de euros que, el Borbón le habría dado en 2012 por los servicios prestados. Una sencilla relación de mercado: oferta y demanda.

En principio, la defensa del emérito intentó que la Justicia británica no aceptase la demanda de Larsen, asegurando que Reino Unido no tiene jurisdicción sobre las acciones del “fugado”. Así pues, una vez aceptada por la justicia británica la petición de Corinna, los abogados de Juan Carlos de Borbón –presentando al prestigioso despacho Clifford Chance– argumentaron que su defendido disfrutaba de inmunidad ya que los hechos se produjeron entre 2012 y 2014.

Si bien, los hechos denunciados comenzaron en dicho período, los mismos han proseguido en el tiempo hasta después de haber presentado Corina Larsen la demanda en 2020. Fundamentalmente, los hechos “gravísimos” de acoso desde la Casa Real, el CNI y la propia defensa del Borbón.

Con información de: Público

REDCOM

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Los rasgos del fascismo

 

La aparición de grupos de extrema derecha que no usan el termino «fascista» ha sembrado la confusión sobre el carácter de sus programas y prácticas, y restado importancia al fenómeno de su aparición y crecimiento. Artículo publicado en El Viejo Topo nº 80, 1994


Los rasgos del fascismo


Vicent Partal

El Viejo Topo

7 diciembre, 2022 

 

La entrada de la Alianza Nacional Italiana en el gobierno de Silvio Berlusconi ha levantado la lógica preocupación por el retorno de un movimiento fascista a un gobierno europeo. Después de aquel –año 0– de 1945 nunca un grupo que se reclamase fascista (neo, post…) había conseguido llegar tan lejos en una democracia europea. Si hasta entonces Le Pen era el ídolo de los grupos extremistas europeos, pronto Fini va a tomar el relevo.

Los distintos grupos que se reclaman de extrema derecha ya han empezado a estudiar el estilo italiano, pero el auge del llamado nuevo fascismo, que tiene en Italia su epicentro, extiende sus tentáculos por media Europa. Las recientes elecciones austríacas han visto subir la cotización de los (contradictoriamente llamados, puesto que se trata de un partido de extrema derecha) liberales. También en bélgica la ultraderecha tanto valona como flamenca ha subido. En otros países, como Alemania, aunque no ha conseguido entrar en el parlamento resulta indudable el aumento de actividad de sus organizaciones.

¿Pero, qué es el fascismo?

La discusión sobre si ese aumento de la extrema derecha es, en realidad, un aumento del fascismo o no. ha llenado ríos de tinta. Algunos opinan que no es necesario ser alarmistas y no cabe confundir estos nuevos partidos y movimientos extremistas con el viejo fascismo que llevó a Europa casi a la hecatombe. Otros consideran que estamos ante una vuelta al pasado.

Y la discusión tiene sus vicios insalvables. Porque la única definición indiscutible es aquella que define el fascismo como el régimen que gobernó Italia entre 1922 y 1945. Pero esta es una definición aséptica que sirve de poco para encarar el presente. Aceptando, pues, una cierta flexibilidad en cuanto al criterio histórico, cabe buscar una definición más operativa en términos políticos actuales.

Tal y como afirma Angelo Tasca, la mejor manera de definir el fascismo es escribiendo su historia. Porque aquello que lo dibuja con trazos claros es su manera de actuar. Los orígenes ideológicos pueden ser bien diversos pero la práctica unifica los movimientos que tendemos a catalogar como fascistas.

Sus principales características serían:

  1. La obsesión por el papel del estado. El estado suprime al individuo y lo controla sin ninguna clase de límites legales ni morales.
  2. La existencia de una potente infraestructura policial y de un partido único, una vez instalados en el ejecutivo. Estas son dos máquinas de poder que se superponen y confunden. El partido único (o con voluntad de serlo) se funde con el estado y llega a ponerse por encima de él. La policía es usada de manera arbitraria por los políticos para defender el terror establecido. Por encima de todo ello sobrevuela la figura del líder indiscutible. Del caudillo, el führer, el duce…
  3. El recurso ideológico a principios simples, renovadores de manera -total- de la sociedad. Nada de lo que existe sirve. Todo, absolutamente todo, funciona fatal. No hay ni un resquicio para la esperanza. Si el discurso se puede recubrir con una capa milenarista y nacionalista (tanto da que sea nacionalista flamenca como nacionalista italiana…) mejor que mejor.
  4. La varita mágica de la economía es la planificación. No hace falta expropiar sino planificar. Es un detalle importante porque, en la práctica, es el que marca una de las diferencias primordiales con el comunismo. Pero, a la vez, resulta el elemento más débil de conexión entre el viejo y el nuevo fascismo.
  5. La fórmula mágica para la movilización social es el recurso al otro como elemento agresor. Judíos, árabes, negros, catalanistas…

Cualquier arquetipo es bueno si funciona. Si relanza el odio primario y lo convierte en moneda política. No es que estos elementos sean suficientes. Pero son los básicos, los que coinciden en la práctica y la ideología de la mayoría de los totalitarismos que catalogamos, a efectos prácticos, como fascistas. Aunque, por supuesto, hay más cera aún por arder. Así en la mayor parte de los fascismos, aunque no en todos, se encuentran elementos como los siguientes:

  1. La defensa abierta de la desigualdad humana y la defensa abierta de la discriminación.
  2. La práctica abierta de la violencia.
  3. La denuncia del parlamentarismo y en general de los métodos democráticos. La burla y el sarcasmo son utilizados como medios para minar su credibilidad.
  4. El anticomunismo.

Estas son claves ideológicas, cuyas raíces se pueden rastrear, según qué autores, hasta Platón, Fitche. Rousseau, Carlyle o Hegel. Pero hay una pregunta que queda por contestar: ¿cómo se transforma eso en poder? ¿Cómo llega el fascismo al poder? La respuesta sólo puede basarse en admitir que su capacidad para aprovechar las debilidades del sistema es inmensa. Sin olvidar nunca, por supuesto, que siempre hay personajes adinerados que facilitan las monedas necesarias.

Pero no hay que llamarse a engaño, porque el fascismo no sólo es generado por una cierta burguesía, como acostumbran a describir los manuales. Hay un elemento mucho más tenebroso y terrible que sería estúpido esconder. Y este no es otro que el hecho de que el fascismo logra reunir en torno suyo un enorme consenso. Garantizado y mantenido por tanta represión como se quiera. Pero real. Este es su auténtico peligro.

En la Europa actual se han puesto en marcha dos importantes máquinas que a los ojos de algunos legitiman el fascismo. De un lado una emigración sin precedentes en la historia. De otro una corrupción generalizada de la clase política, que no puede calificarse ya de anecdótica. El primero de los elementos sirve para crear el estereotipo de enemigo: –un puesto de trabajo para un negro significa un parado blanco–, por ejemplo. El segundo

sirve en bandeja el descrédito de la democracia. Un tercer elemento, mucho más difícil y contradictorio, proviene de la caída de los regímenes socialistas. Por un lado esa caída ha provocado el trasvase de militantes partidarios del orden, de cualquier orden, y antisistema. La cohabitación de fascistas y comunistas ya no es una simple anécdota rusa. Cohabitan, aunque sea sólo un tanteo, en diversos países europeos, especialmente en Francia, donde ya ha llegado a producirse un discurso teórico sobre esta cohabitación. Y, a tenor de ciertas publicaciones y panfletos, empiezan a cohabitar también en el Estado Español, aunque de una manera harto más embrionaria (es el caso de una organización llamada Alternativa Europea que combina el águila franquista con la hoz y el martillo). No es, sin embargo, esta la única repercusión del fin del comunismo en el auge de los movimientos fascistas. Hay una más. La derrota del socialismo real ha llevado la euforia a la derecha. Y la derecha más extrema recoge el fruto. Especialmente en el Este -donde está de moda homenajear a cualquier fascista de tres al cuarto- pero también aquí.

Lo más peligroso es que las dimensiones del conflicto empiezan a ser alarmantes. La creación de potentes organizaciones fascistas y la extensión de su discurso puede ser rastreada en la mayoría de los países del continente:

–Alemania. Se calcula que existen 7 partidos nazis, con una militancia aproximada de 50.000 personas. En 1993 causaron 7 muertes y protagonizaron 2.322 acios violentos. El partido de los Republicanos, la principal fuerza de extrema derecha, consiguió en las anteriores elecciones europeas dos millones de votos. Su líder es el ex-oficial de la Waffen SS Franz Schonhuber. De la capacidad de financiación de la extrema derecha alemana da una idea el hecho de que la Deustche Volksunion en 1989 envió 28 millones de cartas personalizadas a electores alemanes. El costo de la operación fue de 500 millones de pesetas. Un elemento remarcable en el caso alemán es la facilidad con la que antiguos militantes nazis vuelven a la vida política. Seguramente el caso más espeluznante sea el del general SS Heinz Reinefurth. Reinefurth fue elegido alcalde de Wasiermand en 1951, sólo unos años después de hacerse famoso como el verdugo de Varsovia. Reinefurth dirigió la represión en la capital polaca, que llegó a cobrarse la vida de 15.000 ciudadanos en un solo día.

–En Austria es el partido liberal FPOE de Jorg Haider el que encarna el auge de la extrema derecha. Un auge notable si se tiene en cuenta la existencia de una encuesta de 1991 donde se proclama que el 21% de los jóvenes austríacos  simpatizan con lo que Hitler representó. Haider mismo no esconde para nada su simpatía por el sargento bávaro, hasta el punto de que su biografía autorizada lleva por título Haider Kampf. Los magníficos resultados electorales del FPOE, sin embargo, tienen que ser contrastados con la que fue su gran derrota. En 1993 su partido propuso un referéndum contra la inmigración. Para que se celebrase debía recoger un millón de firmas en una semana. Una movilización sin precedentes de la sociedad austríaca redujo el margen de firmantes a 417.000. La respuesta fue una campaña de atentados y bombas.

–En Gran Bretaña el fascismo tiene pocos adeptos, en buena parte porque dentro del Partido Conservador existen dirigentes, como Norman Tebbit. que de hecho son los líderes naturales de la extrema derecha. La poca actividad de los tres grupos fascistas británicos (British National Party, National Front y Third Way) contrasta sin embargo con el hecho de que Gran Bretaña es el gran foco de la corriente revisionista, que pretende hacer creer que el holocausto no existió. David Irving es su representante más conocido. El hooliganismo y una gran parte del movimiento skin son armas de choque del fascismo británico.

–Francia era el paraíso de los fascistas europeos, hasta la llegada al poder de la Alianza Nacional Italiana. Hasta esa fecha el Front National de Jean Marie Le Pen, creado en 1972, era el partido fascista más estructurado y con más votos de toda Europa. El lepenismo es un ejemplo claro de conexión entre el viejo fascismo y el nuevo, a pesar del cuento chino de Le Pen sobre su participación en la resistencia (circula un chiste según el cual Le Pen se apuntó a la resistencia… el 35 de agosto). A lo largo de su carrera Le Pen ha tenido mucho cuidado en unir los restos de los viejos movimientos totalitarios franceses, Así fue diputado poujadista en 1956 o participó en la campaña electoral del antiguo ministro de información del régimen de Vichy, Tixier Vignacourt, en 1965. El gran salto adelante del Front National se dio en los años ochenta, en el momento en que los socialistas llegan al poder. En 1981 el FN no pudo ni reunir las firmas necesarias para presentar a Le Pen como candidato. Pero en las presidenciales de 1988 obtuvo el 14,4 % de los votos. Su discurso antiparlamentario y contrario a la inmigración había calado rápidamente. En los últimos 30 años más de 10 millones de emigrantes han llegado a Francia.

–En Bélgica el Vlaams Blok flamenco y el Front National valón están experimentando un fuerte aumento de votos. En el caso del primer partido, sin embargo, hay que tener en cuenta que no sólo se recoge el voto de la extrema derecha sino que suma el voto independentista, ya que es el único partido flamenco que la defiende abiertamente.

–En los países nórdicos, los grupos fascistas que han conseguido una cierta audiencia basan su discurso exclusivamente en el rechazo a la inmigración. Se trata de los partidos Progreso de Dinamarca (16 diputados) y Noruega (13% de los votos) y, un poco más al sur, el de los Demócratas Centristas holandeses.

–En Suecia sólo existe un pequeño grupúsculo conocido como Movimiento Ario, sin ninguna importancia real.

–En los países y estados del sur de la Unión Europea la pervivencia hasta la década de los setenta del fascismo en el poder parece haber influido en su escasa implantación. En Portugal apenas si existen grupos organizados; en España se han producido atentados mortales pero la capacidad de implantación de los grupos de extrema derecha no parece notable. (Aunque hay que hacer un paréntesis para recordar que el GAL es el grupo armado de carácter fascista que ha causado más muertes en los últimos años en Europa).

Un caso especial es el de ciertos movimientos antinacionalistas, especialmente en los Países Catalanes (concretamente en Valencia) y en Euskadi. Pero estos movimientos, de clara tipología fascista, disfrazan su actividad con la defensa de improbables lenguas y de derechos peculiares. Así y todo la crisis más que evidente del movimiento blavero en Valencia ha tenido como epifenómeno peligroso su descarada alianza con los restos de movimientos nazis (el GAV presidido por Juan García- Santandreu) y la práctica del asesinato político (contra el militante antiracista y catalanista Guillem Agulló, ahora hace un año).

–Italia. En el caso italiano se da una relación lineal entre el partido de Fini, el viejo régimen fascista de Saló y el terrorismo de extrema derecha de los sesenta. La unión de todos los grupos fascistas y la aparición de un político perspicaz y capaz como Gianfranco Fini ha catapultado la Alianza Nacional al gobierno de Italia, donde controla 109 diputados, 48 senadores y 5 ministros. La actuación gubernamental del fascismo italiano ha destacado por su bloqueo a Eslovenia y Croacia, ante las cuales ha vuelto a plantear los derechos históricos italianos sobre

Istria y una parte de Dalmacia. Otra inquietante perspectiva sería analizar lo que tiene de fascista (aquí sí nuevo y tecnológicamente puntero) el discurso político y la práctica de Silvio Berlusconi. Pero ahora no viene al caso. En buena medida porque sus orígenes ideológicos y políticos están más, por contradictorio que pueda parecer, en el socialismo de Craxi que en el movimiento misino de Giorgio Almirante.

Al Este, la confusión

Queda finalmente el bloque del Este, donde la crisis de identidad provocada por la caída del comunismo ha provocado un revival de todos los viejos fascismos de entreguerras. Entre los muchos incidentes provocados por la extrema derecha en aquellos países destaca el antisemitismo creciente, y altamente preocupante, en una Polonia donde los judíos ya son sólo un vestigio del pasado. El líder de la extrema derecha polaca, Boreslaw Tejkowski, ha llegado a acusar a Juan Pablo II de ser judío. Una afirmación tan grotesca y peregrina no ha encontrado eco suficiente, pero un caso más grave sería el de Bronislaw Geremek, un conocido luchador por la democracia en los tiempos de la dictadura, que se ha visto interpelado en el propio parlamento polaco y ha tenido que defenderse de la acusación (?) de ser judío.

En otros países movimientos ultra nacionalistas han dado cobertura a grupos fascistas. Es el conocido caso de Croacia o Serbia, pero también ocurre en Hungría (Itsvan Csurka) o Rumanía.

La santificación del pasado fascista, como oposición al comunismo, ha llevado a países como Lituania, Letonia o Rumanía a homenajear a líderes de la época de entreguerras. Especialmente espeluznante fue el minuto de silencio guardado el 1 de junio de 1991 por todo el parlamento rumano en el aniversario de la ejecución del dictador Ion Antonescu.

Artículo publicado en El Viejo Topo nº 80, 1994.

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Twitter: el aparato de propaganda cambia de bando político

 

Twitter: el aparato de propaganda cambia de bando político

 

DIARIO OCTUBRE / diciembre 6, 2022

 



 En entradas anteriores ya hemos reseñado las oscuras operaciones económicas del hijo de Biden en Ucrania. A ellas se añaden las de FTX, por lo que da la impresión de que estamos ante una reedición del asunto Irán-Contra, en el que la “ayuda internacional” sirve para múltiples objetivos simultáneos, como subvencionar elecciones de manera ilegal o lavar montañas de dinero negro.

 

En la medida en que afecta a Obama y Biden, la reacción estadounidense se ha lanzado a la caza, entre ellos Elon Musk, el actual propietario de Twitter, un aparato de propaganda del Partido Demócrata que ahora ha cambiado de bando.

Para emprender su caza particular contra los antiguos propietarios de Twitter y el Partido Demócrata, Elon Musk ha encargado al periodista Matt Taibbi que difunda los correos internos de Twitter ordenando silenciar los trapos sucios de Biden y el Partido Demócrata.

Es otra de esas grandes oportunidades para comprobar cómo se manipula una red social y los intereses a los que sirve.

En 2020 el New York Post, un periódico reaccionario, informó de que en el ordenador portátil del hijo de Biden, el FBI había recuperado, además de pornografía, datos sobre los negocios delictivos de Hunter Biden en Ucrania.

Los correos electrónicos encontrados en la memoria del ordenador demuestran que, a pesar de sus desmentidos, Joe Biden manipuló al gobierno ucraniano para encubrir las actividades delictivas de su hijo. Un tribunal verificó posteriormente que el contenido del portátil era auténtico.

A la estela del entonces vicepresidente de Obama, los medios de comunicación “progres” y el Partido Demócrata lanzaron una campaña para impedir que la información contenida en el portátil se difundiera porque era desinformación procedente de Rusia. El Kremlin había vuelto a piratear los servidores y las comunicaciones estadounidenses y actuaba de común acuerdo con los “trumpistas”.

Twitter se sumó a esa campaña de censura. Prohibió los enlaces al New York Post a espaldas de Jack Dorsey, el cabecilla de la red, que tardó en enterarse de la manipulación y, sin embargo, no hizo nada por impedirla.

El antiguo director jurídico y político de Twitter, Vijaya Gadde, desempeñó el papel fundamental en la censura sistemática y el pirateo ruso fue el pretexto perfecto. La red no podía hacer el juego a Rusia.

El pretexto ruso no convenció a nadie. Los trabajadores de la red siempre supieron que estaban lavando la cara a Obama, Biden y el Partido Demócrata, es decir, que Twitter era uno de los brazos ideológicos de la Casa Blanca.

Si la historia del portátil del hijo de Biden se hubiera difundido, no hubiera podido optar a las elecciones presidenciales. En otras palabras: la censura en las redes sociales y los medios de comunicación falseó el proceso electoral.

El Partido Demócrata y los “progres” del mundo han perdido una poderosa herramienta y han pasado al contraataque, no vacilando en ponere en evidencia. Acusan a Twitter de una “censura insuficiente”. El New York Times asegura que los discursos de odio han aumentado en Twitter, en una escala sin precedentes.

La Comisión Europea amenaza con prohibir Twitter en Europa si no cumple con las normas de censura y suprime la “desinformación”. Lo que había hasta ahora en Twitter no debía ser “desinfomación”.

 

FUENTE: mpr21.info

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