sábado, 2 de marzo de 2019

VOX, ADEMÁS DE LA DEPURACIÓN IDEOLÓGICA (HABRÁ QUE ESPERAR QUE NO SEA FÍSICA) Y LA INVASIÓN MILITAR DE ESPAÑA A VENEZUELA, PODRÍA DECIR QUÉ PRETENDE?


El Parlamento andaluz veta la solicitud de Vox y le niega los nombres de los funcionarios de violencia de género


Kaosenlared
El Diario
01.03.2019
Todos los grupos con representación en la Mesa de la Cámara, excepto Vox, han rechazado tramitar la petición del partido ultraderechista que buscaba “depurar los informes ideológicos” de la Junta sobre mujeres maltratadas
Los letrados del Parlamento han propuesto “reformular” la solicitud de Vox para facilitarle los cargos y los currículum, en vez de los nombres, pero estos se han negado a modificar su solicitud





Vox no tendrá acceso al listado de nombres y apellidos de los empleados de la Junta que evalúan la violencia de género. La Mesa del Parlamento andaluz, órgano de dirección de la Cámara, no ha admitido a trámite la solicitud del presidente del grupo ultraderechista, Francisco Serrano, que la semana pasada reclamó por escrito los nombres de estos funcionarios con el objetivo de “depurar” supuestos informes “ideológicos”. La iniciativa chocaba de lleno con la Ley de Protección de Datos.
La petición ha sido rechazada por unanimidad de todos los grupos representados en la Mesa, a excepción de Vox, según fuentes próximas a la reunión de este miércoles. Los letrados de la Cámara han propuesto una redacción alternativa para “ajustarla a derecho” y que así la solicitud pudiera ser calificada por la Mesa. Con la nueva redacción, la formación ultraderechista no tendría acceso a los nombres de los empleados públicos, pero sí a los cargos y su perfil profesional. PP y Ciudadanos han defendido esta alternativa que implicaba “corregir o reformular” la redacción de la solicitud del partido de Santiago Abascal. El PSOE y la coalición Adelante Andalucía (Podemos-IU) se han opuesto de lleno, porque consideraban que era una fórmula para “salvarle las vergüenzas” a Vox. Pero la alternativa no ha llegado siquiera a someterse a votación, porque la propia formación ultraderechista se ha negado a reformular su petición.
Al ser preguntado sobre quién puede evaluar a estos funcionarios, el diputado de Vox ha propuesto el nombre de Fernando Chacón, vicepresidente primero de los Colegios Oficiales de Psicólogos. La formación de Abascal baraja ahora volver a registrar la misma petición al Parlamento, pero sin los nombres, aunque tampoco sería aceptada la reclamación del número de colegiado, “porque eso también sirve para identificar a un trabajador”, explican fuentes parlamentarias. Por su parte, el portavoz del PP en la Cámara, José Antonio Nieto, ha defendido el veto de la Mesa a la petición de Vox para proteger los datos personales, y añade: “Si se solicitan datos que sea para centrarse en los resultados de su trabajo, y no en información personal”.
La Mesa del Parlamento es un órgano integrado por siete miembros con voz y voto, donde el bloque conservador (PP, Cs y Vox) suma cinco votos, mientras que el bloque de izquierdas (PSOE) tiene dos. Adelante Andalucía se quedó fuera tras rechazar el sillón que le ofreció la formación naranja, y ahora tiene un miembro con voz, pero sin voto. La Cámara está presidida por la diputada naranja, Marta Bosquet, que ha insistido en su idea de corregir la petición de Vox para admitirla a trámite. La diputada del PP y vicepresidenta de la Mesa, Esperanza Oña, ha defendido también esta alternativa, pero no han logrado convencer al portavoz de la ultraderecha, Manuel Gavira.
El miércoles de la semana pasada, aprovechando el primer Pleno ordinario en el Parlamento, y haciendo uso del artículo 7 del reglamento, el diputado y juez en excedencia Francisco Serrano, presentó en el registro de la Cámara un escrito en el que solicita a la presidenta del Parlamento “una relación detallada con los nombres y apellidos” de los trabajadores públicos de las Unidades de Valoración Integral de Violencia de Género del Instituto de Medicina Legal, adscrito a la Oficina Judicial y Fiscal de la Junta (competencia de Ciudadanos en el Ejecutivo). Es decir, los empleados públicos (en su mayoría funcionarios) que elaboran los informes sociales y psicológicos sobre mujeres víctimas de malos tratos, que luego sirven como atenuante en los juzgados, si las mujeres deciden denunciar a su agresor, y que también son tenidos en cuenta por la Junta a la hora de conceder ayudas públicas a mujeres agredidas por sus parejas.
El director del Consejo de la Transparencia, Manuel Medina, advirtió el martes tras una visita a Bosquet que la solicitud de Vox podría “entrañar un riesgo para la seguridad de los funcionarios de violencia de género”. “Si yo hiciera un informe pericial acreditando lesiones graves contra una mujer y saliera a la luz mi nombre como autor de dicho informe, yo no estaría tranquilo”, explica Medina a eldiario.es/andalucia.
El objetivo, según admite la propia formación ultraderechista, es “depurar los informes ideológicos” que, según ellos, elaboran estos trabajadores. “La finalidad de esta petición no es otra que saber quiénes de estos trabajadores están realmente cualificados para atender a las mujeres víctimas de malos tratos y quiénes son meros agentes políticos de la izquierda dedicados a potenciar y promocionar la industria del género”, dice Serrano. El diputado, que también hoy será evaluado por la Comisión del Estatuto del Diputado para ver si su escaño es compatible con el despacho de abogados que dirige, ha escrito un libro donde carga contra la “ideología de género”. El líder andaluz de Vox, portavoz en la Comisión parlamentaria de Igualdad, denuncia que hay  “empleados públicos sin capacidad profesional y sin estar colegiados”, cuyos informes afectan a “la custodia de menores” en casos de violencia de género. 
La petición de Vox al Parlamento andaluz ha levantado una tormenta política enorme, que ha derivado en un contraataque del Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla a la anterior Administración socialista de Susana Díaz, a quien acusan de haber dejado sin gastar más del 70% del presupuesto de una partida destinada a erradicar la violencia de género en los últimos tres ejercicios.
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CERDO-COCHINO-GUARRO-MARRANO-MARDANO... ¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS! LOS DE LA MATANZA, LOS DE POR SAN MARTÍN



Un artículo para defender la ganadería campesina

22 cerdos por minuto

Rebelión
Ctxt
02.03.2019

No hace tanto, el sacrificio de un cerdo era un ritual. Algunos días antes de la matanza se iniciaban los preparativos. El día convenido se recibía a la familia y vecinas. A primera hora de la mañana, el agudo chillido del cerdo, como una sirena de barco, indicaba que empezaba un nuevo ciclo. Durante uno o dos días más, trabajando colectivamente, se preparaba todo aquel animal que se había cuidado durante un año. Era su turno. Él alimentaría durante los siguientes doce meses a toda la familia.
No soy aficionado a las carreras de coches pero me he informado. En 1950, cuando un coche entraba en boxes para cambiar las ruedas tardaban 1 minuto en completar la operación. Los operarios aprovechaban para limpiar el parabrisas, darle un trago al conductor y comentaban como iba la carrera. Ahora, la misma operación no alcanza ni los dos segundos. No hay tiempo ni para intercambiar una mirada.

En algo similar se ha convertido la industria cárnica y muy especialmente la porcina. Una loca carrera para producir el mayor número de cerdos por minuto. Como ferraris se seleccionan las cerdas más prolíficas consiguiendo que en los últimos 30 años se haya pasado de cerdas con capacidad de parir 18 lechones por año, en dos partos, a cerdas con una productividad de casi 30. Para contabilizar la eficacia de una granja, como la clasificación de la vuelta rápida, se utiliza el parámetro de días no productivos por ciclo, donde se mira de reducir al máximo los días en que la cerda ni está preñada ni está lactante. En términos económicos, los días en los que las hembras de una explotación incurren en gastos sin generar ingresos. En los últimos 15 años, se han logrado reducir 2,72 días por año, que es como reducir un segundo en los 100 metros lisos.

Pero donde se hace más evidente esta competición es en el acto más cruento de la producción: el sacrificio y faenado. Si en los años 90 ya se había alcanzado la astronómica velocidad de sacrificar y despiezar 6 cerdos por minuto, las nuevas instalaciones con maquinaria robótica, trabajar con varias lineas en una misma instalación, junto con las exigencias que se les imponen a las personas trabajadoras de esta cadena industrial, permiten velocidades de 22 cerdos por minuto, 1 cerdo cada 3 segundos.

El matadero más grande de Europa

La próxima instalación de estas características se inaugura de aquí a pocos días en Binéfar (Huesca). Como podemos leer en su página web,https://www.literameat.eu/ se trata del matadero más grande de Europa, preparado para el sacrificio y procesado de 32 mil cerdos al día, 1 cerdo cada 3 segundos. Su objetivo dice literalmente es “matar 7 millones de cabezas [de cerdos] por año”.

Muchas voces se han levantado contra el proyecto que no se ha logrado detener. Aunque en Binéfar y la comarca de La Litera no haya problemas de desempleo, la cifra de generación de 1.600 puestos de trabajo ha facilitado el beneplácito de todas las administraciones. Poco parece preocupar que el proyecto esté liderado por el grupo italiano Pini, con gravísimos antecedentes delictivos en negocios similares de mataderos en Italia, Polonia y Hungría, donde las denuncias son incontables. El diario Público, en un exhaustivo reportaje, ha recogido declaraciones de sus antiguos trabajadores. “El propio Piero Pini, el presidente del grupo, nos llamaba los esclavos blancos, tenía razón, éramos esclavos. No había tiempo para mirar atrás en la cadena. Jamás se detenía la carne que llegaba por la cinta. Cuando venían visitantes, reducían la velocidad de la correa a doscientos cerdos por hora, pero en condiciones normales, iba mucho más rápida”. “A veces trabajamos hasta la una de la madrugada y debemos regresar el sábado a las cuatro de la mañana. Si no vienes te despiden, así que uno trabaja intimidado por las amenazas permanentes de perder su puesto de trabajo”. Y todo indica que, como ocurre en otros mataderos del Estado, Pini y su matadero de Binéfar, mantendrá este tipo de régimen esclavista a partir de la escaramuza de no emplear directamente a sus operarios y hacerlo a través de las denunciadas "falsas cooperativas".

Si la Administración no se ha visto interpelada por el tipo de empleo que está promoviendo, cosquillas le harán las preocupaciones desde la perspectiva ambiental que genera un matadero de estas características y menos aún le influirá las reivindicaciones que llegan desde los grupos animalistas.

En cualquier caso, yo quisiera añadir un factor más a tener en cuenta.

La burbuja de los cerdos

Aragón produce una décima parte de toda la industria porcina del Estado que en los últimos años no cesa de expandirse, alcanzando en el año 2017 una cifra de negocio total de 15.000 millones de euros. España es la tercera potencia en cuanto al comercio mundial de productos de porcino y la cuarta en producción final de toneladas de carne, solo por detrás de China, EEUU y Alemania. En total, se sacrifican al año unos 50 millones de cerdos, produciendo unos 4,25 millones de toneladas de carne, de los cuales un 55 % se exportan a la Unión Europea, China y otros países asiáticos.

Desde esta primavera, Don Piero, para que le salga beneficiosa su cuenta de resultados, querrá que se engorden 7 millones de cerdos más en España, para matarlos en su matadero, para despiezarlos y en bandejas, frescas o congeladas, distribuirlos por todo el mundo, sobre todo en los mercados asiáticos. Entonces, como diría el poeta, “decidme en el alma” ¿de dónde saldrán 7 millones de nuevos cerdos?

De las almas jornaleras, mayoritariamente migrantes, trabajando a destajo en la multiplicación de macrogranjas de cerdos que estamos viendo que se diseminan como una plaga por todo el territorio, con muy poca regulación y control, siendo responsables de la contaminación de la tierra por los purines, de los acuíferos por nitratos o de la generación de resistencias a los antibióticos por su uso abusivo en el engorde de esta ganadería industrial.

No es entonces suficiente levantar la voz sobre las administraciones, debemos interpelarnos como sociedad sobre los modelos económicos que estamos permitiendo. Personalmente mi opinión pasa por avanzar mirando hacia atrás. Avanzar, volviendo a proteger y a valorar la ganadería a pequeña escala, la del cerdo alimentado con los restos de la granja o la de rumiantes aprovechando los pastos de los montes. Granjas a pequeña escala que, en los últimos diez años, con la expansión de las macrogranjas, han cerrado al ritmo de 4 por día. 


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