viernes, 31 de julio de 2015

CLASES SOCIALES

Lucha sin clases: ¿por qué el proletariado no resurge en el proceso de crisis capitalista?

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Autor(es): Trenkle, Norbert
Herramienta.com.ar


La “clase” como totalidad positiva

XVII. Como ya he tratado de demostrar, los mismos defensores de aquel paradigma tienen que conceder implícitamente, que el concepto de clase está vaciado. Sin embargo esto no los induce a cambiar de perspectiva, sino a efectuar todo tipo de evasivas y a borrar sus propias huellas. Como consecuencia se abre un abismo insalvable entre el enfoque teórico y el análisis empírico. Por un lado, mantienen el concepto de clase, ampliándolo hasta ser una metacategoría abstracta  vacía de contenido que, precisamente por esto, queda inmunizada contra toda crítica. Por otro lado, eliminan furtivamente este mismo concepto porque ya no desempeña ningún rol real en los análisis empíricos, salvo como una difusa instancia de evocación que impregna la perspectiva de investigación y tiñe los resultados de determinada manera.
XVIII. Suena un tanto a una ironía inconsciente cuando van der Linden concluye su ensayo con el siguiente comentario: “Cabe advertir sobre toda gran teoría empíricamente vacía” (ibíd., p. 34), porque esto es exactamente lo que caracteriza su enfoque y el de todos los nuevos protagonistas del discurso de clases: empíricamente su teoría yace vacía cuando al mismo tiempo su análisis empírico no tiene sustento teórico; se aferra al mito de la lucha de clases pese a que en la realidad social no encuentra ni sujeto ni movimiento para vindicar esto, sin hacer grandes acrobacias argumentativas. Autores como Deppe y van der Linden describen de manera empíricamente correcta las jerarquías y desigualdades sociales que se conforman y agudizan en el contexto del capitalismo global en crisis; pero resumir estos resultados bajo el título “Fragmentación de la clase trabajadora” implica una perspectiva forzada, totalmente extrínseca a su análisis. Es asumida aquí una unidad fundamental, presupuesta previa a todas esas “fragmentaciones”, incluso cuando no es posible explicar en qué consiste ella. Porque el hecho de que todos los grupos y todas las personas a las que se refiere el análisis de alguna forma estén obligados a vender su fuerza de trabajo no constituye ninguna base común más allá de que todos participan en la competencia del mercado laboral. Deppe y van der Linden, sin embargo, implícitamente presuponen un sujeto colectivo, que posteriormente ha sido “fragmentado”; es decir, según ellos existe algo así como una unidad substancial de clase, esencialmente anticapitalista, que aunque actualmente no aparece a nivel empírico, puede y debe ser reconstituida.
XIX. Deppe incluso extiende este constructo esencialista, cuando, en referencia a Gramsci, habla de un “nuevo bloque de subalternos”, que junto con la “clase trabajadora”, incluye a todos los movimientos sociales de los últimos años (“las protestas de campesinos sin tierra en Brasil, el levantamiento en Chiapas, las manifestaciones masivas que a nivel mundial se pronunciaron contra la guerra o su amenaza”). Este bloque sin embargo no se halla articulado “todavía políticamente, por ausencia de un programa y un accionar apropiado para enfrentar al neoliberalismo de manera tal, que pudiese hacer  confluir a las diferentes fracciones (pág. 11). Es decir, este bloque ya existe “en sí” pero aún no se expresa políticamente como tal.
No es casual que esto evoque a la forzada construcción de la “conciencia de clase atribuida”, inventada por el filósofo leninista Georg Lukács en los años 1920 para explicar por qué la mayoría de los obreros europeos no disponía de una conciencia revolucionaria, en contraste con lo que la teoría marxista predicaba. De ahí surgió la idea metafísica de una “clase en sí” que debe ser concientizada para llegar a ser “clase para sí”, lo que a la vez justificaba todas las medidas “educativas” por parte de los partidos comunistas definidos como representantes de una “conciencia avanzada de clase” y por lo tanto como “vanguardia del proletariado”.[6] Deppe no se eleva a las alturas de tales especulaciones metafísicas (y a la vez autoritarias), pero no por haberlas superado, sino por arrastrarlas implícitamente sin ponerlas en discusión. Sólo por eso puede reducir el problema de cómo superar la “fragmentación” a la pregunta superficial por un “programa alternativo, que podría soldar las diferentes “fracciones” de aquel “bloque” presupuesto ya esencialmente.
XX. De tal modo, Deppe a la vez, sin reflexionar sobre ello, reproduce otra de las figuras argumentativas clásicas del marxismo tradicional. De acuerdo a ella, la clase trabajadora representaba, en esencia, la universalidad social, la cual, según el marxismo tradicional, era constituida por el trabajo. Por lo tanto la clase trabajadora había heredado el legado de la burguesía, la que en sus tiempos revolucionarios reclamaba representar la sociedad entera, para luego traicionar este punto de vista ante sus intereses particulares de clase.[7] En consecuencia, el objetivo revolucionario de la clase trabajadora debía consistir en realizar finalmente aquella meta de la revolución francesa y generar una totalidad social, mediada de modo “consciente” por el trabajo. Como Moishe Postone lo ha demostrado exhaustivamente en su libro Tiempo, trabajo y dominación social, esta idea equivale en un doble sentido a una proyección deformada de las relaciones capitalistas. En primer lugar, es una contradicción en sí misma, querer configurar como “consciente” la mediación a través del trabajo, porque ésta de por sí es idéntica a la mediación a través de la producción de mercancías, la cual obedece a sus propias leyes cosificadas, que se imponen a la sociedad tal como si fueran leyes naturales; todo intento de “manejar” esta dinámica cosificada en forma consciente está condenada al fracaso. Más bien se deben crear nuevas formas de mediación directa más allá de la forma mercancía-dinero.
En segundo lugar, la constitución del conjunto social como totalidad es también una característica histórica muy específica de la sociedad capitalista, que, a diferencia de  cualquier otra configuración social que jamás existió, es mediada por un principio único. Por esto la emancipación social no puede consistir en realizar la totalidad social (supuestamente mediada de modo consciente) sino en superarla, para abrir paso a una sociedad de individuos libremente asociados. Moishe Postone ha explicado muy claramente, porqué y en qué manera la sociedad capitalista puede ser considerada como totalidad en un sentido histórico-específico: “La formación social capitalista, de acuerdo a Marx, es única en tanto es constituida por una ‘sustancia’ social cualitativamente homogénea, por lo tanto, existe como totalidad social. Otras formaciones sociales no son totalizadas de tal forma, sus relaciones sociales fundamentales no son cualitativamente homogéneas. No pueden ser concebidas según el concepto de ‘substancia’ ni desarrollarse a partir de un único principio estructurante. Tampoco presentan una lógica histórica inmanente y necesaria que le sea propia” (Postone 2003, p. 133 [trad. cast., pp. 132-133]). La consecuencia lógica de esta determinación es “que la negación histórica del capitalismo no implicaría la realización, sino la abolición de la totalidad” (ibíd. [trad. cast., p. 133]; cf. también pp. 156-157 [trad. cast., p. 157]).
XXI. Aunque el nuevo discurso clasista pretende criticar a su vez  las unificaciones falsas por parte marxismo tradicional, sin embargo se contradice debido a la persistente fijación a la categoría de “la clase”. Es más: la tendencia a sobredimensionar esta categoría particular hasta hacer de ella una metacategoría de la sociedad como un todo, exagera la afirmación de la totalidad hasta un punto tal, que ya cae en el absurdo. Porque si una mayoría casi absoluta de la humanidad perteneciera a “la clase” (o al “bloque de subalternos”), la totalidad social que el marxismo tradicional dibujaba en el horizonte del futuro, estaría ya potencialmente realizada. Pero así, se pierde la base para una crítica adecuada del capitalismo. La totalidad constituida por medio de la mercancía y el trabajo abstracto no tendría que ser superada, sino que debería tan sólo tomar conciencia de sí misma. Sólo unos pocos dicen esto tan explícitamente como Hardt y Negri, que ya ven al comunismo asomándose por todas partes bajo la fina manta del capitalismo, pero esto no es de ningún modo un capricho individual, sino una consecuencia lógica del enfoque teórico, que ellos comparten en lo fundamental con todo el nuevo discurso sobre las clases.
XXII. Este discurso pretende estar más allá del marxismo tradicional, porque rompe con la idea de unidad del sujeto y en su lugar evoca permanentemente la heterogeneidad de la supuesta clase trabajadora. Pero efectivamente con esto sólo se refiere el desgarramiento interno de la sociedad productora de mercancías, que por causa de sus contradicciones internas, se desintegra, en innumerables sujetos particulares, que compiten entre sí.Si esta totalidad fragmentada se identifica con “la clase trabajadora” definida como sujeto colectivo esencialmente anticapitalista, resulta casi imposible criticar las dinámicas regresivas y destructivas desencadenadas por la competencia generalizada y los efectos de la crisis global, se manifieste esto en las formas de violencia racista y sexista, en los delirios antisemitas, en los etnicismos agresivos o los fundamentalismos religiosos. Desde la perspectiva de clase estas dinámicas no pueden ser descifradas como un accionar inherente a la subjetividad moderna, es decir, la forma de subjetividad propia de todos los individuos miembros de la sociedad capitalista, sea cual fuera su posición social. Como esa crítica no concordaría con la referencia positiva al supuesto sujeto de clase, todo aquello que perturba esta  perspectiva, es tratado como una suerte de factor externo que de alguna forma u otra puede fraccionar aquel sujeto pero nada tiene que ver con lo que encubiertamente es supuesto como “ser esencial de clase”.
Por lo tanto, en última instancia quedaría como una cuestión más o menos de gusto personal, si movimientos etnicistas como el separatismo catalán u organizaciones fundamentalistas como Hamas se incluyen o no en el gran consenso de la lucha anticapitalista.


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¿EL CAPITALISMO LO HIZO DIOS EN EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS?



Banco Palmas en Brasil
Moneda propia, economía comunitaria y desarrollo local

Rebelión
El Salmón Contracorriente
27.07.2015


El Banco Palmas es un banco comunitario ubicado en el Distrito Conjunto Palmeiras, cerca de Fortaleza, en Brasil. Es un caso emblemático de economía solidaria y desarrollo local, basado en su propia moneda, la Palma.

Como resultado de los procesos de desalojo de comunidades de pescadores que se produjeron en los años 70 para dar paso a la especulación en zonas de turismo de la costa, el Conjunto Palmeiras surgió en forma de favela. No tenía agua, sistemas de canalización o transporte público y la violencia era una de las más altas del estado de Ceará. Asimismo, la comunidad, debido al desalojo forzoso, se había quedado sin su medio de vida, la pesca.

Como en todas las historias de lucha, las bases se movilizaron. Los vecinos, hartos de las condiciones infrahumanas en las que vivían tomaron las riendas de su localidad y empezaron a crear sus propias condiciones.

En 1981 formaron la Asociación de Vecinos del Conjunto Palmeiras (ASMOCONP en sus siglas en portugués), que se encargó de crear los servicios que necesitaba la comunidad.
Sin embargo, la generación de rentas seguía siendo una cuestión pendiente y debido a que ahora el barrio ofrecía mejores condiciones de vida gracias al trabajo de la ASMOCONP, la especulación atacó de nuevo. Gente con recursos quería comprar las viviendas de los vecinos, que de nuevo se enfrentaban al poder del dinero.

ASMOCONP lanzó en 1997 una investigación para conocer las condiciones económicas del barrio. Se dieron cuenta de que el 80% por ciento de la población no tenía empleo formal. Sin embargo, también se descubrió que el gasto era relativamente elevado, en torno a 1.2 millones de reales al mes.

Para solucionar el problema de generación de renta local a la que se enfrentaba la comunidad, ASMOCONP creó en 1998 un banco comunitario, el Banco Palmas. Los bancos comunitarios son una figura que ha tenido amplia repercusión en Brasil. Son gestionados por la comunidad, lo que permite que los servicios financieros, además de ser accesibles, sean un instrumento de desarrollo local.

El principal servicio del Banco Palmas son los microcréditos y tiene de dos tipos: al consumo y a la producción. El microcrédito a la producción es concedido en reales, la moneda nacional, y pretende mejorar las redes de relación entre los productores y consumidores, los prosumidores, mientras que el de consumo es otorgado en Palmas, la moneda social del banco.

El objetivo principal de las Palmas era fomentar el consumo local en el distrito, de tal manera que la riqueza no se volatilizara hacia centros urbanos de mayor envergadura. Posteriormente, se pretendía que los propios negocios de la zona buscaran también la provisión de productos y servicios dentro del propio barrio.

La evolución del comercio y consumo locales ha sido increíble. En 1997 se observó que el 80% de las compras del barrio se hacían fuera del mismo y tan solo el 20% se realizaban localmente en el interior. En el año 2009 el consumo externo descendió a un 7% y el consumo local había incrementado a un 93%.

"Cuando usas una moneda social, crees en las personas que la crean, está basada en la confianza", afirma Joaquim de Melo, fundador del Banco Palmas.

"El banco comunitario no tiene dueños, los dueños son la comunidad, por lo tanto no hay ninguna persona que se apropie de los beneficios del banco como ocurre en el sistema capitalista, aquí la producción es solidaria y la distribución también".

Joaquim de Melo tuvo problemas con el Banco Central de Brasil cuando comenzó el Banco Palmas e incluso le llevó a juicio, que Melo ganó.

En la actualidad en Brasil existen 109 bancos comunitarios en 20 estados distintos y los servicios del Banco Palmas son solicitados por los Gobiernos Locales para fomentar el desarrollo local. "El protagonismo de la acción es de la economía solidaria", afirma Melo.

Artículo publicado originalmente en El Salmón Contracorriente.

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GRECIA. AL VECINO GRIEGO LO ACABAN DE AFEITAR



Entrevista a Eric Toussaint, Coordinador de la auditoría de la deuda griega

"La presidenta del Parlamento griego ha salvado el honor de Syriza"

Rebelión
29.07.2015



Eric Toussaint es profesor en la Universidad de Lieja, portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia. Ha sido miembro de la Comisión de Auditoría Integral de la deuda de Ecuador. Actualmente es el coordinador científico de la Comisión de la Verdad sobre la Deuda de Grecia.

"Ahora el Gobierno de Tsipras se convierte en cómplice de los acreedores en violaciones de derechos humanos". Pronuncia estas palabras Eric Toussaint, el coordinador científico de la Comisión de la Verdad sobre la deuda griega, constituida bajo el auspicio del Parlamento heleno el pasado mes de abril, que también se enfrenta a consecuencias. "Seguiremos mientras la presidenta siga y si no, funcionaremos de manera autoconvocada", sostiene. El politólogo belga ha propuesto alternativas frente a la "capitulación" ¿Qué políticos griegos podrían llevarlas a cabo? "Hay una mayoría del Comité Central de Syriza que está en contra del acuerdo y a favor de tomar medidas radicales", responde. Toussaint considera que "la salida del euro ahora se convierte en una perspectiva necesaria".

¿Cómo valoras la capitulación firmada por Tsipras?

Es una verdadera capitulación con efectos tremendos, porque ahora el Gobierno de Tsipras se convierte en cómplice de los acreedores en violaciones de derechos humanos. Entre febrero de 2015 y ahora no era el caso, porque las leyes que había adoptado el Parlamento griego eran leyes que buscaban restablecer los derechos de manera parcial, insuficiente, pero eran leyes de restablecimiento de derechos afectados por cinco años de políticas dictadas por la Troika.
Pero a partir de ahora, y se ve de una manera muy clara con lo que se adoptó en las noches del 15 al 16 y del 22 al 23 de julio, el Parlamento adoptó leyes propuestas por el Gobierno pero dictadas por los acreedores que afectan de manera muy grave, y por eso hablo de violación de los derechos económicos, sociales, civiles y políticos de los ciudadanos griegos. Una de las dos leyes que se votaron en la noche del 22 al 23 es una ley que permite a los bancos organizar el desahucio de familias con deuda hipotecaria no pagada. En España ustedes saben de qué se trata, no es una ley tan nefasta como la española actual, pero va en la misma dirección.

Hay también que mencionar el alza del IVA sobre una parte importante de los alimentos al 23% y la reducción de las jubilaciones, también las que están bajo el umbral de la pobreza absoluta, que van a volver a ser rebajadas después de haber sido reducidas un 40% entre 2010 y 2014.
También hablo de violaciones de derechos. No respetar el voto popular del referéndum del 5 de julio es una violación de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos griegos, obligar a votar leyes sin posibilidad de enmienda y entregar el proyecto de ley 24 horas antes es una violación del poder legislativo y por tanto de los derechos de los ciudadanos griegos.

¿Por qué piensas que lo ha hecho?

Lo ha hecho porque no está dispuesto a desobedecer a los acreedores, cuando la única forma para construir una correlación de fuerzas favorable al pueblo y al Gobierno de Grecia hubiera sido suspender el pago de la deuda, tomar el control de los bancos en contra de los accionistas privados, que son minoritarios pero que siguen dictando la política. El Estado griego tiene acciones preferentes, que no dan derecho a voto, entonces el Gobierno de Tsipras habría tenido por ley que haber cambiado el estatuto de sus acciones, pero no lo hizo para no entrar en confrontación no solamente con los acreedores de la UE o del FMI, sino también con los banqueros privados griegos, a pesar de que ellos son los responsables de la crisis bancaria e incluso de la llegada de la Troika a partir de 2010. Habría tenido también que haber lanzado una moneda electrónica complementaria y no lo hizo para no entrar en confrontación con el BCE.

¿Qué consecuencias va a acarrear?

A nivel de consecuencias, va a provocar probablemente una gran desilusión, una decepción que todavía no existe en el pueblo griego, que sigue apoyando en los sondeos la gestión del Gobierno de Tsipras. Las consecuencias de la capitulación van a aparecer ante los ojos de la gente a partir del otoño seguramente y puede haber un cambio rápido en la opinión pública. Veremos. Pero lo que es absolutamente claro es que va a haber una decepción muy grande que puede incluso llevar dentro de un año o más a fortalecer el voto popular en favor de Amanecer Dorado.

¿Y qué consecuencias habrá en la Comisión de la Verdad sobre la deuda griega?

Es muy importante subrayar que Zoé Konstantopoulou, la presidenta del Parlamento griego que creó la Comisión, ha salvado el honor de Syriza con los 31 diputados que votaron en contra del acuerdo el 15 de julio. Esa presidenta ha decidido no dimitir de su función. Mientras ella siga, seguiremos con la Comisión bajo el estatuto actual. Y si hay un golpe para dimitirla por la fuerza, es decir, una votación de la derecha y una parte de Syriza, o si ella decide cambiar su posición respecto a dimitir o no, la Comisión en ese caso seguirá autoconvocándose con su participación. Ella de todos modos seguirá trabajando con la Comisión. En resumen, seguiremos mientras la presidenta siga y si no, funcionaremos de manera autoconvocada.

De todo lo descubierto por la Comisión de la Verdad de la Deuda Pública Griega ¿qué es lo que te parece más grave?

Lo mas grave de lo descubierto por la Comisión de la Verdad es claro: Es que toda la deuda reclamada por los acreedores de la Troika es ilegítima, odiosa ilegal e insostenible. No es una parte, es la totalidad de esa deuda.

¿Qué escenarios se abren a partir de ahora en Grecia?

El Gobierno de Tsipras ahora está preso de la derecha, es decir, que tiene una mayoría gracias a los votos de To Potami, PASOK y Nueva Democracia y los Independientes aliados en el Gobierno (ANEL), pero estamos en una situación en la cual los tres partidos de derecha que perdieron el referéndum el 5 de julio son los que están dictando con los acreedores las leyes que tiene que adoptar el Parlamento. Lo que se aprobó en la noche 22 al 23 de julio es una reforma del Código Civil que ha sido escrita durante el mandato del Gobierno de Samaras y que ahora ha sido aprobada por la nueva mayoría de los diputados de Syriza, más Independientes, PASOK, To Potami y Nueva Democracia. La situación política está en total contradicción con la orientación mayoritaria del 5 de julio.

Pero eso es insostenible. ¿Cuándo se convocarán elecciones?

Hacer pronósticos a mí siempre me parece imprudente. Lo que es cierto es que el acuerdo actual no va a dar los resultados presupuestarios exigidos por los acreedores. Ellos van a seguir exigiendo todavía más contrarreformas y leyes de austeridad. ¿Hasta cuándo Tsipras va a aguantar implementar una política contraria al programa de Syriza? Quién sabe. No se sabe tampoco si los trabajadores y ciudadanos de Grecia van a entrar en acciones masivas de protesta. Hasta ahora no hubo este tipo de protestas, seguramente no serán masivas este verano, porque la gente esta agotada. Todavía una parte guarda la esperanza de que Tsipras va a lograr relanzar la actividad económica. También la expectativa de algún éxito de Tsipras paraliza la acción. El agotamiento es un elemento fundamental. La gente participó masivamente en huelgas y protestas callejeras de 2010 a 2013 y no está en condiciones o convencida de la posibilidad, a través de protestas, de lograr un cambio político.

Recientemente has escrito posibles alternativas frente la capitulación de Tsipras ¿Qué partido, corriente o políticos griegos podrían llevar a cabo las alternativas que propones?

No sabemos cuándo tendrá lugar un Congreso Nacional de Syriza, pero hasta ahora hay una mayoría del Comité Central de Syriza que está en contra del acuerdo y a favor de tomar medidas radicales. Pero mientras no haya una reunión del Comité Central o un Congreso Extraordinario, no sabemos lo que va a ocurrir. Va a haber mucha presión de los partidarios de Tsipras.

En tu alternativa a la capitulación también mencionas la posibilidad de una exclusión de la zona euro. ¿Está cambiando la postura del pueblo griego sobre la permanencia en la eurozona?

La mayoría de los griegos quiere seguir en el euro, pero no sé hasta qué punto esos sondeos son realmente creíbles, porque antes del referéndum daban el sí casi a igualdad con el no. Personalmente imagino que sigue todavía una pequeña mayoría a favor del euro.

La salida del euro es una opción. Hay que profundizar la discusión sobre esta opción en el caso griego. Pienso que la salida del euro ahora se convierte en una perspectiva necesaria. Yo he hablado de medidas fuertes de desobediencia a los acreedores en términos de socialización de la banca, control de movimientos de capitales y una moneda complementaria. Eso era factible sin salir del euro, pero esto podía llevar luego a una salida del euro. Ahora bien, los que dicen que solamente se puede elegir entre aceptar las condiciones de los acreedores o salir del euro, eso para mí es un falso dilema, hablando de la situación en la que se encontraba Grecia desde enero hasta junio de 2015.

¿Qué te parece la postura de Podemos respecto a Grecia y la deuda?

Yo espero que Podemos se distancie de la capitulación de Syriza y saque como lección que hay que tener un programa alternativo radical si quiere ser un Gobierno que cambie la situación en favor de los pueblos de España y europeos. El peligro es que Podemos se convierta en una organización más del sistema político que denuncia pero integrándose en él. Espero que no. 


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