Ucrania: Manipulación y desinformación como armas
KAOSENLARED
17.08.2022
En el actual
conflicto que enfrenta la federación rusa y Ucrania, una de las armas
fundamentales esgrimidas por occidente es la desinformación y la manipulación.
Ellas expresan en toda su magnitud aquellas ideas formuladas por el analista
estadounidense Noam Chomsky, relativas a las diez estrategias de manipulación
mediática.
Entre las
mencionadas, en el actual conflicto en Europa oriental se destacan las
vinculadas a fortalecer las audiencias ignorantes, emotivas, sin pensamiento
crítico y sobre todo el generar problemas y luego presentarse como el adalid de
las soluciones. Como se explica sino, que durante 31 años, tras la caída del
llamado campo socialista y la fragmentación de la ex Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) la federación rusa exigiera a Estados Unidos y
los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
garantías de seguridad, que impidieran cualquier atisbo de conflicto en la
frontera occidental de Rusia. No incorporara miembros de la ex URSS a la
organización político-militar, que representa la OTAN y generar una política de
cooperación y desarrollo conjunto.
Nada de ello
sucedió y la realidad mostró que la política de distensión estuvo muy lejos de
los propósitos aliancistas. Una OTAN que comenzó a incorporar aceleradamente a
los ex países del ex campo socialista a sus filas, obligando a Rusia a generar
una política defensiva que distrajo recursos importantes para la consolidación
de su nuevo escenario político. Se creó un escenario de conflicto, se catalizó
una política pro otanista en los países del este europeo, que tuvo su momento
cúlmine con el derrocamiento, en febrero del año 2014 del ex presidente
ucraniano Viktor Yanukovich y la guerra de exterminio de la población del
Donbás, con fuertes vínculos políticos, históricos, culturales, lingüísticos
con Rusia.
Es decir, se
creó el problema – agudizar el conflicto entre una política proeuropeista y
otanista contra Rusia – se atizó el fuego del conflicto, apoyando por parte de
Washington y los suyos una guerra llevada a cabo por Kiev – que hasta el día de
hoy ha generado al menos 20 mil muertos – que obligó a la población del Donbas
a conformar las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Repúblicas que
estrecharon sus lazos con la madre patria rusa, ante los ataques de las fuerzas
Ultranacionalistas y nazistas ucranianas y la decisión de Moscú de defender a
estas repúblicas con advertencias claras a occidente, que si seguían con esa
política hostil, con la violación de los acuerdos de no expansión de la OTAN y
el seguir estrechando el cerco contra su país, entonces se procedería a una
operación política-militar de desnazificación y desmilitarización de Ucrania.
Y, así ha sido
desde el 24 de febrero de este 2022. Occidente planificó, organizó y apoyo la
política de máxima presión política, económica, diplomática y militar contra
Rusia y hoy que ha creado el problema finge apoyar una solución que ha
significado, lisa y llanamente echar más leña al fuego. Para eso cuenta con
población donde la ignorancia prima, el apoyo de gran parte de los medios de
desinformación y manipulación que maneja occidente, con una audiencia servil a
partir del fortalecimiento de la emocionalidad en lugar del pensamiento
crítico, con políticas de distracción destinadas a evitar que las sociedades se
preocupen de los problemas importantes entre otras estrategias diseñadas con
ingentes uso de fondos y la complicidad de medios, redes sociales,
organizaciones internacionales y gobiernos cómplices de Washington y su arma
política militar llamada OTAN.
Medios
occidentales como CNN y Fox News de Estados Unidos, BBC de Gran Bretaña, France
24, DW de Alemania. Medios, tanto televisivos como gráficos, radiales,
digitales y las agencias noticiosas de las principales potencias adscritas a la
OTAN, han impuesto una narrativa que presenta a Rusia como el país, que ocupa
técnicas absolutamente reñidas con la convención sobre la guerra y por tanto se
ha concretado una visión rusofóbica, donde todo lo que se muestre en temas de
destrucción muertes, bombardeos de escuelas, hospitales y áreas residenciales
son atribuidas al ejército ruso. No hay un mínimo de atención, por ejemplo, en
analizar que Rusia, que ha ocupado gran parte del Donbás y así concretar su
defensa, es bombardeado por fuerzas del ejército ucraniano y batallones
paramilitares nazis como Aidar, Azov, Dnipro que utilizan a la población civil
como escudo humano e instalan en hospitales, escuelas, edificios civiles y
gubernamentales, artefactos de guerra como tanques, piezas de artillería y locación
de tropas y desde allí atacar a las tropas rusas.
El ministerio
de defensa ruso ha presentado pruebas documentales – ante organismos
internacionales – del asesinato de sus soldados prisioneros después de ser
golpeados y torturados. Del uso por parte de las fuerzas ucranianas y los
batallones nacionalistas de instalaciones civiles, equipándolos como puestos de
tiro, minando esas infraestructuras civiles. Allí se acuartelan y disparan lo
que convierte, por tanto, a ese sitio en un blanco de guerra. Por ejemplo, en
el poblado de Lubotin – en la región de Járkov – en una escuela de formación
técnica fue desplegado un punto de dislocación provisional de la 92 brigada de
infantería motorizada de las fuerzas ucranianas. Un punto donde actuaban 150
militares con 15 vehículos blindados y ametralladoras pesadas. Tras el ataque
ruso contra estos efectivos militares ucranianos, estas fuerzas hostiles se
retiraron, no sin antes destruir todo a su paso, infraestructura sanitaria,
casas y desde luego proceder a asesinar a la población civil.
Por ejemplo,
las fuerzas militares ucranianas y sus batallones ultraderechistas al retirarse
de la ciudad de Svyatogorsk después de ser impedidos de utilizar la catedral de
esta ciudad y transformarla en una zona fortificada, en su retiro la quemaron
hasta sus cimientos. Los ucranianos eligieron ese lugar – una catedral ortodoxa
pues sabían que las fuerzas rusas no la atacarían, pero el ejército ucraniano
si lo hizo y la prensa occidental en general repitió la narrativa rusofóbica. Sumemos
a esto la utilización de zonas industriales químicas, petrolíferas, nucleares
de tal forma de evitar ser atacados so pena de una catástrofe ecológica pero
esas fuerzas ucranianas das atacaban desde allí a las fuerzas rusas. Así fue
usada la planta química Azot en la ciudad de Severodonetsk y la empresa química
en la ciudad de Sumy.
Recordemos,
igualmente, el uso militar que Ucrania le dio a la planta nuclear de Zaporizay,
que es la mayor central nuclear de Europa y la tercera del mundo
situada, que ha sido blanco de ataques militares por parte del gobierno
ucraniano, que apoyado por los medios occidentales asigna la responsabilidad de
esos disparos a Rusia – quien controla la planta – el Ministerio de Defensa de
Rusia afirmó que “afortunadamente, los proyectiles ucranianos no alcanzaron la
instalación de petróleo y combustible y la planta de oxígeno cercana, evitando
así un incendio mayor y un posible accidente de radiación”. Se ha llamado, por
parte del gobierno ruso, a la Agencia Internacional de Energía Atómica, para
que visite el terreno y compruebe in situ la acción ucraniana, que reviste un
peligro para toda Europa.
Como parte de
la guerra de desinformación y manipulación a la que está sometida Rusia se ha
evitado darle relevancia al informe de Amnistía Internacional. Documento
emitido el pasado 4 de agosto (1) que con claridad y
fundamento acusa a Ucrania y sus fuerzas militares, de instalar bases militares
en hospitales, escuelas y barrios residenciales, desde donde se realizan
ataques de artillería contra objetivos rusos. Según el informe de Amnistía
Internacional, estas acciones ponen en riesgo a la población civil,
advirtiendo que esto supone una violación del derecho internacional humanitario
al convertir a los civiles en objetivos militares. El informe señala, además,
que las víctimas civiles ucranianas se producen como consecuencia de la
respuesta rusa a estos ataques realizados desde zonas civiles.
La
documentación para el informe se realizó entre los meses de abril y julio en
las zonas de Járkov, Donbás y Mykolaiv. La secretaria general de Amnistía
Internacional Agnés Callamard señaló que “hemos documentado un patrón en el que
las fuerzas ucranianas ponen en peligro a los civiles y violan las leyes
de la guerra cuando operan en zonas pobladas”. En ese sentido, recordó que
“estar en una posición defensiva no exime al ejército ucraniano
de respetar el derecho internacional humanitario”. Durante estas
investigaciones, el equipo encontró indicios de que las fuerzas ucranianas
lanzaban ataques desde el interior de zonas residenciales habitadas y de que se
habían establecido en edificios civiles de 19 ciudades y pueblos de las
regiones citadas. El Evidence Lab de la organización ha analizado imágenes
satelitales para corroborar aún más algunos de estos incidentes. La mayoría de
las zonas residenciales donde se emplazaron los soldados estaban a varios
kilómetros de las líneas de frente. Existían alternativas viables que no
pondrían en peligro a la población civil, como bases militares o zonas densamente
boscosas en las proximidades, u otras estructuras alejadas de las zonas
residenciales.
En los casos
que documentó, Amnistía Internacional no tiene conocimiento de que los
militares ucranianos que se emplazaron en estructuras civiles en zonas
residenciales hubieran pedido a la población civil que evacuase los edificios
vecinos o la hubiese ayudado a evacuarlos; es decir, no tomaron todas las
precauciones posibles para proteger a la población civil. A pesar de este
informe, de las declaraciones del gobierno ruso y su disposición a apoyar toda
investigación internacional de la cual se le ha acusado de ser responsable la
estrategia de desinformación y manipulación occidental es una más de las ramas
por las cuales se combate a rusia, se niega el derecho a estar informados
plenamente y se ha tomado partido, indudablemente, por Ucrania dando cuenta de
los intereses que mueven a Estados Unidos y la OTAN. Lo importante es analizar
todo el escenario y sobre él sacar nuestras conclusiones. No olvidemos que la
guerra en Ucrania revela, igualmente, el doble rasero de Occidente sobre los
problemas humanitarios, especialmente en el tema de las víctimas de los
conflictos en Asia Occidental y el racismo imperante como ha quedado demostrado
respecto a la manera de reaccionar Europa frente al tema refugiados ucranianos
y como lo ha hecho cuando se trata de africanos, sirios, afganos, entre
otros (2)
Por ello
presento a ustedes la otra visión, otra línea por la cual mirar y analizar lo
que acontece en Ucrania, en el Donbás, en esta parte de Europa oriental que
también ha servido para tapar otros conflictos llevados a cabo por países
aliados de occidente como es el caso de la ocupación y colonización de
palestina a manos de Israel, la ocupación y colonización del pueblo Saharaui a
manos de marruecos, la agresión contra Siria, Irak, la guerra contra el pueblo
de Yemen llevado a cabo por Arabia saudí y sus socios, entre otros crímenes que
son silenciados pues se trata de monarquías y gobiernos corruptos amigos y
grandes compradores de armas de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
Pablo Jofré
Leal
Artículo de
SegundoPaso ConoSur
Se permite su
reproducción citando la fuente.
- https://www.amnesty.org/es/latest/news/2022/08/ukraine-ukrainian-fighting-tactics-endanger-civilians/
- https://segundopaso.es/news/2266/Guerra-en-Ucrania-No-Todos-Somos-Iguales