miércoles, 9 de octubre de 2024
España: Según documentos desclasificados de la CIA el Rey Juan Carlos I fue su informante
España: Según documentos
desclasificados de la CIA el Rey Juan Carlos I fue su informante
DIARIOOCTUBRE / febrero 22, 2024
Juan Teixeir, periodista investigador chileno.— La CIA ha desclasificado más de 12
millones de páginas de información, de las cuales unas 12.500 entradas tratan
sobre España. Los informes de estrategia y cables diplomáticos secretos
reflejan la visión e influencia de la inteligencia norteamericana sobre el
devenir del país en un momento clave de su historia como fue la Transición.
Según los documentos, Juan Carlos I se convirtió en uno de los informantes más
valiosos de EE.UU, revelando información confidencial a su contacto en Madrid,
el embajador norteamericano Wells Stabler. Además, Juan Carlos habría pactado
la entrega del Sáhara Occidental a Marruecos. Todo a cambio del apoyo norteamericano
para convertirse en Rey.
Mediados de la
década de los 70. La Revolución de los Claveles triunfa en Portugal. En Italia,
los comunistas están muy cerca de llegar a formar parte del Gobierno. En Grecia
la dictadura militar se desmorona. Y en España, el dictador Francisco Franco
está en las últimas.
El panorama es
muy preocupante para los intereses norteamericanos, que ven como sus aliados
pierden fuerza. Además del propósito global de frenar al comunismo y al
socialismo, para EE.UU esta zona es especialmente importante a nivel
geoestratégico. En 1973 por ejemplo, los aviones norteamericanos que se
dirigían a Oriente Medio para apoyar a Israel en la guerra del Yon Kippur solo
consiguen autorización portuguesa para repostar, y es probable que a partir de
ahora ya no sea así. Hay que hacer algo.
Esta necesidad
de EE.UU de ganar influencia en la región encuentra un aliado muy oportuno:
Juan Carlos I. El sucesor natural del dictador Francisco Franco no era del
agrado norteamericano en un principio. La CIA veía poco capacitado al monarca
para liderar una transición democrática en el país. Sus únicos puntos a favor
eran su «encanto personal», su intención de no legalizar el partido comunista y
no tener hemofilia (enfermedad hereditaria de los borbones). Todo lo demás
estaba en su contra:
Hay poco
entusiasmo por Juan Carlos y la monarquía en España, pero una cierta
disposición a apoyarle al no haber una alternativa mejor … Si logra preservar
la Ley y el orden mientras consigue una apertura política ganará apoyo. El reto
es enorme. Y es improbable que el nuevo rey reúna las cualidades necesarias
para lograrlo – Informe secreto de la CIA
Sin embargo,
poco después la figura del Borbón como aliado internacional fue ganando peso en
los informes de inteligencia, hasta el punto de referirse a Juan Carlos como
«motor del cambio» ¿Qué sucedió para que se diera este cambio de parecer?
JUAN CARLOS I,
ESPÍA NORTEAMERICANO
En 1975 se pone
en marcha un proyecto secreto de la CIA que tiene como objetivo arrebatar la
provincia número 53 de España: el Sáhara Occidental. Se trata no solo de un
territorio rico en fosfatos, hierro, petróleo y gas, sino que es muy valioso a
nivel geoestratégico. La inestabilidad en España debido a la enfermedad del
dictador Francisco Franco es clave para llevar a cabo esta operación, que
consiste en invadir la provincia española mediante una marcha de unos 350.000
ciudadanos marroquíes que se harían pasar por antiguos habitantes de la zona.
Se trata evidentemente de la famosa Marcha Verde.
El 6 de octubre
de 1975, los servicios de Inteligencia del Ejército español informan al
dictador Francisco Franco de estos planes de «invasión pacífica» del Sáhara Occidental
y le piden que mueva ficha. Y aquí es donde entra en juego Juan Carlos I, que
se convirtió en confidente de EE.UU, enviando información secreta de todos los
movimientos que Franco realizaba en la provincia del Sáhara. Es decir, el
entonces príncipe Juan Carlos reveló información confidencial sobre los planes
de España en el conflicto del Sáhara a una potencia extranjera que estaba
jugando un papel clave en dicho conflicto. Hay quien lo denominaría alta
traición.
De este modo,
Juan Carlos I se convirtió en aquel momento clave de la historia del país en
informante de EE.UU, con la esperanza de lograr así el apoyo norteamericano
tras la muerte de Franco. Lo consiguió, y probablemente la historia de España
sería muy diferente de no haber tomado esta decisión. El contacto del entonces
Príncipe era el embajador norteamericano en España, Wells Stabler, que tenía
contacto directo con la Casa Blanca y con el jefe del Departamento de Estado,
Henry Kissinger, quien le comunicó a este respecto en uno de los documentos
ahora desclasificados:
Tus contactos
con el príncipe deben ser tratados con la mayor discreción. Estos informes
tienen un grandísimo valor para EEUU y haremos lo que esté en nuestra mano para
asegurarnos de que en el futuro se manejen de manera apropiada – Henry
Kissinger.
EL SÁHARA A
CAMBIO DE LA CORONA
31 de octubre
de 1975, Juan Carlos asume la jefatura en funciones del Estado debido a la
enfermedad del dictador Francisco Franco. Uno de los temas más urgentes que
debe tratar es respecto a la decisión del rey Hasan II de Marruecos de lanzar
una ofensiva para reclamar una provincia española: el Sáhara Occidental.
El mismo día de
la toma de posesión de su nuevo cargo, Juan Carlos preside su primer Consejo de
Ministros, y muestra su intención de ponerse al cargo del asunto del Sáhara,
pero no informa de que ya había enviado a Washington a su hombre de confianza,
Manuel Prado y Colón de Carvajal, con la finalidad de conseguir el apoyo
norteamericano y evitar así un conflicto con Marruecos que le podría costar su
añorada Corona. De este modo, Kissinger media con Hassan II y finalmente se
firmaría el pacto secreto por el que Juan Carlos entregaría el Sáhara español a
Marruecos, a cambio de que EE.UU se convierta en su aliado en el complejo
futuro que tiene por delante.
El 2 de
noviembre, Juan Carlos viaja a la capital del Sáhara Occidental , El Aaiiún,
donde asegura ante las tropas españolas: «Se hará cuanto sea necesario para que
nuestro Ejército conserve intacto su prestigio y su honor». Hasta se permite
decirles a los oficiales de sus tropas: “España no dará un paso atrás, cumplirá
todos sus compromisos, respetará el derecho de los saharauis a ser libres”, y
también: “No dudéis que vuestro comandante en jefe estará aquí, con todos
vosotros, en cuanto suene el primer disparo”. Sin embargo, sabía que estaba
mintiendo. Ya había pactado con Hassan II los términos de la entrega del
Sáhara.
En uno de los
documentos desclasificados, el embajador de EE.UU en España comunica a
Washington: «Madrid y Rabat han acordado que los manifestantes sólo entrarán
unas pocas millas en el Sáhara español y que permanecerán un corto periodo de
tiempo en la frontera, donde ya no hay tropas españolas (…) El príncipe [Juan
Carlos] ha añadido que una delegación representativa de unos 50 marroquíes
tendrá permitido entrar en la capital territorial de El Aaiún».
En el documento también se puede apreciar el temor de la inteligencia nortemericana a que se descontrolara la situación: «La zona en la que no está prevista que caminen los manifestantes está claramente marcada como campos de minas. Juan Carlos dijo que las fuerzas españolas usarán cualquier medio a su disposición para evitar que los marroquíes crucen esta línea» …»Una vez que los manifestantes crucen la frontera, la situación puede descontrolarse fácilmente». También se habla de los posibles movimientos del Frente Polisario: «Algunos de sus miembros están en el área que ya han abandonado las tropas españolas»… «Casi con total seguridad intentarán atacar a los manifestantes».
Finalmente, el
6 de noviembre de 1975 la Marcha Verde invade la provincia española. Todo
estaba preparado de antemano. Los campos de minas y los legionarios se
retiraron de la frontera. La ONU, atónita ante los acontecimientos, urge a
Hassan II a retirarse y a respetar la legalidad internacional. El Consejo de
Seguridad se pronunció aprobando la resolución 380, en la que «deplora la
realización de la marcha» e «insta a Marruecos a que retire inmediatamente del
territorio del Sáhara Occidental a todos los participantes en la marcha», así
como volver a hacer un llamamiento al diálogo. Sin embargo, todo estaba pactado
ya.
En plena Guerra
Fría, Estados Unidos y Francia anhelaban la anexión marroquí del territorio,
puesto que Argelia y el Frente Polisario eran cercanos a la Unión Soviética.
Hassan II, que atravesaba una compleja situación política interna, marcaba un
tanto por la escuadra. Y España perdía un territorio clave, pero Juan Carlos I
ganaba un reinado. Todos contentos. Excepto claro está, los habitantes del
territorio en cuestión, que fueron las víctimas colaterales de este
pacto/traición, y cuyo sufrimiento generado se ha alargado hasta nuestros días.
El pecado que
España cometió contra el Sáhara sigue siendo fuente de sufrimiento para quienes
un día fueron ciudadanos suyos de pleno derecho – Tomás Bárbulo,
periodista y escritor especializado en la temática sobre el Magreb.
MI NOMBRE ES
BON… BOR-BÓN
Los movimientos
ocultos, las mentiras y la deslealtad de Juan Carlos con el tema del Sáhara
podrían ser considerados sin duda alta traición. Sin embargo, son un juego de
niños comparado con lo sucedido unas semanas antes. El 16 de octubre, el
dictador Francisco Franco sufría una crisis cardíaca que le dejó al borde de la
muerte. La embajada norteamericana en Madrid incluso lo llegó a dar por muerto.
En estos días, Juan Carlos se convirtió en el mejor informador de EE.UU de todo lo que estaba sucediendo en Madrid, e incluso pidió ayuda al embajador Stabler para que intercediera por él ante el presidente Carlos Arias Navarro con la finalidad de convencerlo de que Franco le traspasara sus poderes antes de morir. Kissinger se negó en rotundo por miedo a que relacionaran a EE.UU: «No estás -repito- no estás autorizado a mediar con Arias en este momento«. Así que Juan Carlos tuvo que esperar para ver colmadas sus ansias de poder.
Durante los
siguientes meses, el contacto de Juan Carlos con el embajador norteamericano
fue habitual. Además de las conversaciones telefónicas documentadas en los
archivos desclasificados, cualquier ocasión era buena para verse en persona: en
la base militar de Torrejón, en un encuentro con estudiantes del National War
College o en Palma de Mallorca.
Cualquier
excusa era buena para que Juan Carlos informara de todo lo que estaba
sucediendo en las altas esferas españolas y acercarse así a EE.UU, su mejor baza
para llegar al ansiado reinado. Sin embargo, este presente en forma de
información confidencial era un esfuerzo eran prescindible, puesto que EE.UU ya
tenía claro que Juan Carlos era el mejor candidato para sus intereses en España
(y no eran pocos).
La desaparición
de Franco allana el camino para una era más esperanzadora, pero la desaparición
de Juan Carlos abriría las puertas a una lucha de poder donde los comunistas y
los extremistas de todos los colores jugarían un papel determinante – Wells
Stabler, embajador de EE.UU en España.
El 4 de
noviembre de 1975 Wells Stabler envió a la Casa Blanca un informe gen. eral de
la situación en España y de su incierto futuro tras la muerte del dictador,
redactado en gran parte con la información obtenida a través de Juan Carlos I.
Las respuestas sobre las líneas generales a seguir que Henry Kissinger le envía
de vuelta a Madrid no tienen desperdicio:
«…el interés de
EEUU reside en empujar a Juan Carlos a que dé un giro gradual, pero de manera
decidida y no demasiado lenta, hacia la democratización. Debemos darle el apoyo
que él claramente está pidiendo a EEUU».
«… no
favoreceremos a ningún partido político en concreto más allá de las decisiones
democráticas, pero anticipamos que la transición estará en manos básicamente
del bloque conservador».
«Veríamos la
participación del Partido Comunista en un futuro gobierno español como algo muy
negativo que dañaría irremediablemente los lazos con nosotros y con las
instituciones de Europa occidental».
«… los países de la Europa occidental deberían participar en la toma de poder de Juan Carlos y el funeral de Franco en una base positiva para el futuro, no en términos de recriminaciones sobre el pasado».
Traducción :
– NO ESTAMOS A
FAVOR DE NINGUNA SOLUCIÓN POLÍTICA EN PARTICULAR NI DE NINGÚN PARTIDO DENTRO DE
LA AMPLIA GAMA DE PENSAMIENTO DEMOCRÁTICO, PERO ANTICIPAMOS QUE LA TRANSICIÓN
ESTARÁ EN MANOS DE PERSONAS ESENCIALMENTE CONSERVADORAS.
– VEMOS LA
PARTICIPACIÓN COMUNISTA EN UN FUTURO GOBIERNO ESPAÑOL COMO UN HECHO INSALUBRE
QUE PERJUDICARÍA INEVITABLEMENTE LOS VÍNCULOS CON NOSOTROS Y CON LAS
INSTITUCIONES DE EUROPA OCCIDENTAL.
Obviamente la
prioridad de EE.UU no era la democratización del país, sino principalmente
lograr un acuerdo ventajoso para la instalación de las bases militares
estadounidenses en España. El acuerdo anterior vencía precisamente en 1975, y
Franco se había dedicado a torpedear la renovación al no poder formar parte de
la OTAN.
De este modo,
Juan Carlos se convirtió en la mejor baza norteamericana para lograr el ingreso
de España en la Alianza Atlántica y lograr la instalación de varias bases
militares en suelo español. Y EE.UU se convirtió en la mejor baza de Juan
Carlos para llegar al poder. Una historia de amor y traición con drásticas
consecuencias para el desarrollo de la historia reciente del estado español.
Finalmente, el
21 de septiembre de 1976 se firmó el Tratado de Amistad y Cooperación entre
España y EE.UU, ya con Juan Carlos como rey, siendo el paso previo para el
ingreso en la OTAN, que no llegó hasta 1982.
Fuentes: CIA //
WikiLeaks // Público // El Español // El Confidencial Saharaui
Fuente: observatoriocrisis.com
Un año de genocidio contra Palestina: el sufrimiento infinito detrás de las cifras
Un año de genocidio contra Palestina: el sufrimiento infinito detrás de las
cifras
DIARIO OCTUBRE / octubre 8, 2024
Este lunes, 7 de octubre, se cumple un año del conflicto militar que estalló entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y Hamás tras el ataque de las Brigadas Al Qassam, ala militar del movimiento palestino, al que Tel Aviv respondió con su ofensiva en la Franja de Gaza. El número de víctimas y de daños ha experimentado un brusco repunte tras la ofensiva de las FDI en el Líbano contra el grupo chiita libanés Hezbolá que apoya la causa palestina.
El coste de la guerra
Durante la
incursión de las Brigadas al-Qassam en Israel del 7 de octubre de 2023, fueron
asesinadas unas 1.200 personas y 251
fueron tomadas como rehenes y llevadas a la Franja de Gaza:
·
actualmente se cree que al
menos 66 rehenes siguen con vida,
incluidas dos personas que fueron capturadas antes del 7 de octubre;
·
han muerto 35, incluidos dos rehenes
capturados antes del comienzo del conflicto.
Según los datos del
Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, en este año de conflicto han
muerto 41.909 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y niños, a
consecuencia de la ofensiva israelí, mientras que los heridos ascienden a
más de 97.000. Más de 10.000 personas siguen desaparecidas en
Gaza.
En el Líbano, solo como resultado de la detonación de buscapersonas por
parte de la Inteligencia israelí, el pasado 17 de septiembre, murieron al
menos 11 personas y unas 4.000 resultaron heridas. Para este 4 de
octubre, más de 1.600 personas han muerto por los ataques
israelíes contra territorio libanés, según la OMS.
Estadísticas
del conflicto
Según datos de los
militares israelíes, desde que empezó el conflicto, las FDI eliminaron a unos
17.000 «agentes terroristas» de Hamás en la Franja de Gaza y al menos a 800
miembros de Hezbolá en el territorio del Líbano, 90 de ellos comandantes
del grupo chiita.
A lo largo de este año, las FDI dicen haber atacado a unos 40.300 objetivos en el territorio del enclave palestino y encontrado unos 4.700 túneles de Hamás; mientras que en el territorio libanés fueron atacados unos 11.000 objetivos de Hezbolá.
Explosión causada por un ataque israelí dentro de la Franja de Gaza, en una
imagen captada desde el sur de Israel, el 28 de octubre de 2023. | Dan Kitwood
/ Gettyimages.ru
Las FDI
informan que, desde que comenzó la guerra, fueron lanzados hacia Israel
más de 26.000 cohetes, misiles y drones:
·
13.200 proyectiles desde Gaza, incluidos al menos
5.000 el 7 de octubre de 2023;
·
12.400 desde el Líbano;
·
unos 60 desde Siria;
·
180 desde Yemen
·
y 400 desde Irán en dos ataques: el del 13 de abril y
el lanzamiento masivo del
1 de octubre.
En el lado
israelí se confirmó la muerte de 728 soldados,
reservistas y oficiales de seguridad (346 durante la ofensiva terrestre en
la Franja de Gaza), mientras que 4.576 resultaron heridos (2.299 en Gaza).
Además, desde las FDI detallan que 56 de sus soldados murieron
en Gaza a causa de fuego amigo.
Catástrofe
humanitaria
La ofensiva
israelí en la Franja de Gaza ha forzado a alrededor de 1,9 millones de
palestinos a abandonar sus casas y a buscar un lugar seguro en el
territorio del enclave. De este modo, el porcentaje de población gazatí
desplazada por el conflicto con Israel se sitúa cerca del 90 %.
Además, los
incesantes ataques israelíes contra el enclave palestino:
·
destruyeron más de 215.000 edificios y dañaron
más de 120.000, elevando el porcentaje de estructuras dañadas o destruidas en
la Franja de Gaza hasta el 66 %;
·
dañaron o destruyeron más del 92 % de las
carreteras principales;
·
más del 84 % de los centros de salud;
·
el 67 % de instalaciones de agua y saneamiento,
lo que hace que 60.000 metros cúbicos de agua no tratada y aguas
residuales fluyan diariamente al mar desde Gaza;
·
510 kilómetros de red eléctrica.
Asimismo, más de un millón de personas han sido desplazadas desde que comenzó la ofensiva del Ejército de Israel en el Líbano por los continuos bombardeos. Un éxodo que comenzó con el inicio de los ataques israelíes en la Franja de Gaza hace un año y que se intensificó radicalmente en los últimos días, tras la escalada de las hostilidades entre el grupo armado libanés Hezbolá y las fuerzas del país hebreo.
Escombros de edificios residenciales tras los ataques aéreos israelíes en
un barrio en la Franja de Gaza, el 19 de octubre de 2023. | Mustafa Hassona /
Anadolu / Gettyimages.ru
Según la
Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, del millón de
desplazados en este año, unos 400.000 dejaron sus hogares en las
últimas dos semanas. La OIM estimó que entre el 21 de septiembre y
el 3 de octubre, unas 235.000 personas cruzaron del Líbano a Siria por tierra,
incluidos 82.000 libaneses y 152.000 sirios.
Por otro lado,
más de 58.000 israelíes abandonaron sus casas debido a los ataques desde Gaza y
unos 5.300 fueron desplazados del sur del país.
Más cifras
Durante este
año de conflicto, las FDI también llevaron a cabo sus actividades
«antiterroristas» en el territorio de Cisjordania, donde:
·
han arrestado a más de 5.250 palestinos, de los que al
menos 2.050 eran «afiliados a Hamás», según el Ejército israelí;
·
han matado a unos 690 personas, que describen como
«hombres armados» o «alborotadores que se enfrentaron» a las tropas israelíes o
«terroristas»;
·
se han llevado a cabo 150 redadas;
·
se han demolido 30 casas de palestinos «acusados de
terrorismo».
«No es un
genocidio»
Las actividades
militares de Israel en el marco de su guerra contra Hamás y Hezbolá han sido
criticadas a nivel internacional debido a la cuantiosas víctimas
civiles en las áreas atacadas. A pesar de que las FDI aseguran que sus
ataques van dirigidos contra los objetivos de los movimientos palestino y
libanés, sus miembros o arsenales de armas, los daños en la infraestructura
civil y el número de las víctimas entre la población no hacen más que
crecer.
Las autoridades
rusas han manifestado en repetidas ocasiones que Moscú «no aceptaninguna
manifestación de terrorismo, violencia, incluido el uso indiscriminado
de la fuerza«, a tiempo que llaman a la moderación a
todas partes del conflicto para resolver «los problemas existentes por medios
políticos y diplomáticos». En este sentido, el Kremlin subraya que Rusia
condena todas las acciones en Oriente Próximo que causan la
muerte de civiles.
La semana
pasada, Politico reportó que la
continua ampliación de los objetivos bélicos de la FDI en la Franja de Gaza
—que causó un «impacto devastador sobre los civiles palestinos«— hizo
que el presidente de EE.UU., Joe Biden y sus colaboradores «se sintieran
frustrados en repetidas ocasiones». Según las fuentes del medio, el primer
ministro Benjamín Netanyahu y su Gobierno «han ignorado sistemáticamente» los
consejos de la Casa Blanca acerca de cómo gestionar sus acciones militares en
la Franja de Gaza, por lo que «la ira del presidente» Biden fue en aumento a
medida que disminuía su influencia sobre el jefe del Gobierno isarelí.
El pasado mes de mayo, el mandatario estadounidense llegó a tachar de «excesivas» las operaciones militares de Israel en Gaza, si bien luego afirmó que «lo que ocurre allí no es un genocidio«. Además, en sus últimas declaraciones Biden se mantuvo firme en su postura pública de apoyo continuo al Estado hebreo. Así, a finales de septiembre, EE.UU. aprobó un nuevo paquete de ayuda militar a Israel de 8.700 millones de dólares y después del reciente ataque masivo iraní el presidente estadounidense afirmó: «EE.UU. apoya plenamente, plenamente, plenamente a Israel».
Palestinos heridos en ataques aéreos israelíes llegan a Jan Yunis, Franja
de Gaza, el 17 de octubre de 2023. | Ahmad Hasaballah / Gettyimages.ru
No obstante,
varios líderes mundiales sí rechazan las acciones militares de Israel,
calificándolas de «genocidio». Así, el presidente de Colombia, Gustavo
Petro, en mayo rompió relaciones
con Israel y manifestó que su país no apoya el «genocidio» ni la «barbarie».
Además, a finales de septiembre, el mandatario colombiano, durante su
intervención en la 79.ª sesión de la Asamblea General de la Organización de
Naciones Unidas (ONU), en Nueva York (EE.UU.), denunció que las
«minorías poderosas» no escuchan a «la mayoría de los presidentes en el mundo»,
cuando piden que «se detenga el genocidio en Gaza».
Por su parte,
el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también instó a los
países que respaldan «los discursos» de Netanyahu a «hacer un mayor esfuerzo»
para detener el «genocidio» en la Franja de Gaza. Las repetidas
denuncias del mandatario brasileño contra las agresiones a la población
palestina en el enclave llevaron a que el Estado de Israel, en febrero, lo
declarara ‘persona non grata’. No obstante, varios gobiernos, incluido el de
Cuba, se solidarizaron con
el presidente brasileño ante esta situación.
El analista
internacional Juan Luis González Pérez opina que, causando
matanzas de civiles, Israel se comporta peor que los grupos terroristas, con la
protección de EE.UU. y de sus socios.
Fuente: bitsrojiverdes.org
Israel usa a los soldados españoles como escudos humanos en la guerra del Líbano
Israel usa a los soldados
españoles como escudos humanos en la guerra del Líbano
DIARIO OCTUBRE / octubre 9, 2024
El contingente
español, compuesto por 650 soldados, se encuentra en la base Miguel de
Cervantes, cerca de la localidad de Marjayún, y al mando del Cuartel General
del sector Este, una especie de «sandwich» entre el territorio libanés y los
altos del Golam, ocupados por Israel.
Lo cierto es
que la FINUL es un mero postureo al que España contribuye activamente y que
realmente no se interpone ante ninguna ofensiva sionista. De hecho, el pasado
23 de septiembre el diario libanés Al-Akhbar confirmó que el comando de la
FINUL pidió a todos sus trabajadores civiles que salieran con sus familias
hacia zonas seguras al norte del río Litani. Al mismo tiempo, la actividad
militar de la misión fue suspendida.
El comandante
de la misión de paz de la ONU en el Líbano es el general español Aroldo Lázaro,
que fue designado jefe de esta misión en febrero de 2022. Desde entonces lidera
un contingente de unos 10.300 cascos azules y 800 civiles procedentes de medio
centenar de países, desplegados en el sur de Líbano.
La misión fue
creada formalmente con el fin de garantizar el alto el fuego tras la guerra de
2006 entre el Ejército israelí y la milicia chií Hezbolá. Es la segunda vez en
16 años que España asume el mando de la FINUL, a la que se incorporó en 2006 y
en la que han perdido la vida 17 militares españoles. Entre 2010 y 2012 la
jefatura recayó en el general Alberto Asarta, actual diputado de Vox, partido
que es el más activo en la defensa de Israel en España.
La semana
pasada el ejército sionista ordenó a Irlanda que retire a sus fuerzas de paz de
un puesto avanzado en la frontera con el Líbano mientras continúa su invasión
del país. La solicitud se dirigió a la sede de la FINUL y a los países que
aportan tropas, entre ellos España, que respondió afirmativamente acuartelando
a sus soldados.
Esto significa
que el área controlada por España se ha convertido en zona de combate. Desde
esta zona es desde donde Israel está lanzando su poder de fuego bajo la
cobertura de un histórico pacto no escrito entre Hezbollah y la FINUL, en el
que la milicia se comprometía a no atacar las zonas administradas por la ONU.
Lo que no contemplaba es que los territorios ocupados por las llamadas «tropas
de interposición» fueran utilizados por los israelíes, lo cuál pone en la diana
a las tropas españolas, que más temprano que tarde comenzarán a causar bajas.
Según explicó
el medio especializado The Diplomat, el propósito de los cascos azules
españoles nunca ha sido la de «interposición» entre Israel y Líbano: el
objetivo de la misión UNIFIL ha sido siempre anticipar los movimientos de
Hezbolá y limitar sus acciones (realizan operaciones conjuntas con Líbano para
evitar el lanzamiento de cohetes a Israel). Pero este nuevo movimiento del ejército
sionista convierte a las tropas españolas en carne de cañón y en su propia
avanzadilla de choque.
Fuente: mpr21.info
El socialismo en la obra y la vida del Che
Hoy hace 50 años
asesinaron al Che, un hombre nuevo en un mundo todavía viejo. Su lucha tuvo
sentido ayer, hoy y para siempre. Conocer su pensamiento es reivindicarlo como
el pensador de la praxis que fue, como un revolucionario con cabeza propia.
El socialismo en la obra y la vida del Che
El Viejo Topo
9 octubre, 2024
Las diversas
biografías de que disponemos sobre Ernesto Che Guevara se han caracterizado por
subestimar el estudio de su pensamiento1 a pesar de tratarse de una de las
figuras históricas en quien la consecuencia entre sus ideas y su conducta se
nos manifiesta con mayor fuerza. Se hace de notar la falta de una biografía
intelectual que dé cuenta de la formación y evolución de sus ideas en los
distintos contextos de su azarosa existencia y como parte inseparable de su
extraordinaria personalidad.
Precisamente, un rasgo señalado por todos sus biógrafos ha sido su fuerte vocación intelectual, que finalmente se plasmaría en una brillante reflexión sobre la práctica y la teoría revolucionaria. Es importante señalar que en esa biografía intelectual será necesario distinguir periodos cuyos criterios de demarcación suelen coincidir aproximadamente con importantes hitos de su vida, a saber: periodo de formación, hasta su involucramiento en la expedición del Granma; marxista leninista, hasta 1961; de marxismo crítico, hasta 1964; y de un marxismo propositivo, entre 1964 y 1966. Por otra parte, esta biografía intelectual del Che podría ser reconstruida de manera genealógica o en una forma retrospectiva. Esta ultima ha sido la utilizada por Manuel Monereo en este muy valioso estudio, al encontrar en la descon truc ción de la ultima obra del revolucionario argentino, El hombre y el socialismo en Cuba, el punto de partida para una interpretación de su pensamiento. Si bien Monereo no ha pretendido realizar una biografía intelectual del Che, su incursión en algunos contextos, su lectura de los distintos, desiguales y dispersos escritos y discursos del Che —aportándoles una unidad de interpretación, situándolos en una perspectiva actual y a la vez en los escenarios y motivaciones de los que surgieron— ha resultado una inestimable contribución a élla.
Las tesis con
que Monereo inicia su estudio a la vez que imponen el sesgo polémico de su
trabajo, explicitan la conformación que dará al conjunto de los temas
guevarianos, así como la convergencia que hallará en sus distintas líneas de
pensamiento hacia sus textos de madurez. La lectura de Monereo contribuye, no
obstante cierta sincronía y su evidente simpatía con los ideales del Che, a un
cierto distanciamiento critico, tal como se expresa en sus conclusiones.
Algunas de las
preguntas centrales a las que debiera responder la biografía intelectual que se
demanda, se relacionan con el nivel de conocimiento acumulado por el Che como
base de sus reflexiones, así como acerca de las influencias que podemos
identificar a lo largo de su desarrollo. En el primer caso, se trata del
conocimiento que sobre el mundo, la historia y las sociedades del so cialismo
real había alcanzado en sus estudios y observaciones directas; en el segundo,
de las corrientes de pensamiento que influyeron en los distintos periodos de su
desarrollo.
En ese último caso, cabría identificar el carácter del leninismo incorporado por el Che —evidente en el papel que le asigna a la práctica revolucionaria en la creación de nuevas tendencias y realidades sociales— así como la influencia práctica e ideológica de Fidel Castro, su compañero y jefe en tantos años compartidos de enormes desafíos y continuadas luchas.
La interpretación
del pensamiento del Che, su lectura, ha de partir de la dificultad de agotar,
de una sola vez, sus sentidos; tam bién, de las tensiones que a sus
concepciones impone el ámbito en que se apliquen, sea Cuba, América Latina, el
orden internacional o las experiencias del socialismo real. Cada uno de estos
espacios plantea realidades históricas específicas y admiten distintos niveles
de generalización. Por otra parte, esa lectura del Che necesitaría del dominio
de su biografía y de los referentes reales de su pensamiento como elementos
indispensables a una hermenéutica de sus ideas.
Cabe observar
que para algunos autores como Kiva Maidanik, en algunos temas guevarianos
subyace la tesis leninista de una practica política orientada a acelerar el
proceso histórico. Monereo encuentra en su lectura una dimensión mas precisa de
la percepción del Che sobre la coyuntura histórica, sobre la correlación de
fuerzas en el escenario mundial y regional de los sesenta. Se trataba de una
situación transitoria que imponía al movimiento revolucionario “prisas” en su
práctica y en su teoría. Con su lectura Monereo nos da una versión más rica de
los condicionamientos de ese pensamiento cuyo desafío no era que pudiese
empujar la historia, sino apenas aprovechar sus oportunidades.
1. EL CHE COMO
PENSADOR
El Che ha sido identificado como un pensador de la praxis, es decir, como uno que piensa la revolución que hace y hace la revolución que piensa. Pero la sola intención de transformar al mundo nos interroga más concretamente sobre el mundo que que remos instaurar y sobre los medios o maneras de cambiar aquel realmente existente. Al respecto, el Che nos revela en su lectura el paulatino abandono de su “sueño dogmático” y la creciente necesidad de repensarlo todo. Esta dimensión dramática de su pensamiento, aunque solo apuntada, no escapa a la lectura de Monereo, quien logra persuadirnos de un despertar del Che aun más re volucionario, si cabe.
El Che es un
racionalista, es decir, su pensamiento se desenvuelve “acorde a principios”,
pues aunque en sus ideas pesaron mu cho su experiencia inmediata y
convicciones, siempre manifestó la necesidad de un marco general en el cual
ubicar al conjunto de su experiencia revolucionaria. Sin embargo, sus
reflexiones sobre distintos temas parecieron rebasar con mucho a esas
experiencias, caso de sus escritos sobre Cuba, América Latina, los socialismos
históricos, etc., Sus ideas mostraron un salto injustificado desde la
experiencia que le servía de justificación: a) si eran generalizaciones, porque
descansaban sobre experiencias o informaciones insuficientes; b) si parte de
totalidades o de formulaciones teóricas generales en las que incluía las
experiencias consideradas, porque estas totalidades son construcciones más
ricas, connotan mucho mas, y en ellas se incluyen no solo conjuntos de
relaciones sociales observadas sino sistemas históricos a los que corresponden
ciertas estructuras, instituciones y grupos sociales. Este es el caso de sus
ideas sobre la transición socialista. De todas maneras, la justificación de ese
salto racionalista se ha llaba en la función de explicar las practicas
políticas que eran po sibles y las realidades sociales que eran deseables.
El Che es un
pensador marxista, de inclinación subjetivista, es decir integrante de las
corrientes de pensadores que como Lukács, Bloch o la Escuela de Francfurt, han
enfatizado la importancia de los factores subjetivos en la constitución de una
práctica revolucionaria. Pero más importante es identificar al Che como un
marxista tercermundista que asume como otros —Ma riátegui, Fa non, Fidel
Castro— la insalvable dicotomía que la realidad mundial polarizada en un centro
de países desarrollados y dominantes por un lado, y una mayoría de países subdesarrollados
y dependientes por el otro, impone al pensamiento social en general y al
marxismo en particular. De ella se deriva la necesidad de una vanguardia
teórica con una voz y un pensamiento propios.
Ese marxismo de
la subjetividad y esa posición tercermundista determinaron el énfasis
antropológico de su pensamiento. Monereo ha descubierto en las proposiciones de
El Socialismo y el Hombre en Cuba premisas teóricas implícitas en las ideas gue
va rianas más tempranas.
Otro aspecto a
tener en cuenta en el Che como pensador de la pra xis, es su visión
estratégica, su creciente perspectiva mundial en los problemas que estudia. En
esta visión se destaca su comprensión geopolítica de los procesos en curso,
particularmente en los países centrales. Si bien visto desde los
acontecimientos posteriores nos puede parecer que el Che subestimó en sus
análisis las capacidades evolutivas del capitalismo y de Estados Unidos, así
como sobreestimó las del llamado campo socialista, su percepción de las
contradicciones entre el centro —capitalista o socialista— y la periferia del
mundo, sobre el imperialismo y acer ca de un diseño internacional de la defensa
de Cuba, conserva total validez.
Como a
cualquier pensador también cabe interrogar al Che por las condiciones y
restricciones bajo las que se desarrolló su pensamiento. En su caso se muestran
claramente sus limitaciones personales como alto dirigente político en Cuba y
por sus responsabilidades administrativas. También por las políticas puestas en
curso por la Revolución Cubana, en cuyo diseño e implementación participó en
mayor o menor medida. No menos restrictivo al desarrollo de sus ideas fueron
las posiciones de Fidel Castro en los temas de su reflexión. En todo caso,
muchas lagunas, omisiones o coincidencias de sus exposiciones públicas tendrían
que ver con estas restricciones.
2. ACTUALIDAD
DE SU PENSAMIENTO
Cualquier lectura del Che nos plantea la interrogante de la actualidad de su pensamiento. De hecho, se ha debatido mucho sobre la mayor o menor contextualidad de sus ideas; desde aquellos que las caracterizan como expresiones de las circunstancias y acontecimientos de los sesenta, hasta los que pretenden su total vigencia. Algunos autores como Massari (1993) han optado por un balance de las fallas y aciertos presentes en sus diagnósticos y propuestas sobre los escenarios y tendencias de los años sesenta y para los actuales.
Es importante
destacar en el pensamiento teórico del Che, la centralidad de la economía
política, rasgo que lo sitúa en la más estricta tradición marxista. La lectural
de Monereo mostraría este carácter. En este sentido, diversos temas tratados
por el Che parecerían mantener plena vigencia, a saber:
—El capitalismo
como un orden económico basado fundamentalmente en la ley del valor, el mercado
y la explotación. Nuestros tiempos de mercado total y explotación global
confirmarían esta interpretación.
—Una economía
socialista alternativa basada en la regulación democrática de los procesos
económicos, la socialización de la producción y las prioridades sociales del
desarrollo. Las experiencias del socialismo real y las contradicciones del
capitalismo actual sostendrían esta alternativa. Vale observar en este punto
que las propuestas del Che tendrían que ser matizadas de cualquier pretensión
de un plan total y de cualquier simplificación de la problemática del
desarrollo.
—La dependencia
económica como un rasgo inseparable de la mayor parte de las sociedades del
planeta. Las tendencias contemporáneas no solo estarían reforzando esta
condición sino agravándolas con tendencias a la marginalización.
—La centralidad
del desarrollo científico técnico en cualquier estrategia de desarrollo
capitalista o socialista, central o periférica. La revolución
científico-técnica en curso haría mas patente esta condición del desarrollo
—La eficiencia
económica, vista como un componente de la eficiencia del sistema social y por
ende como un componente de otras resultantes políticas, sociales y culturales.
Hoy habría que incluir la resultante ecológica, de manera que la economía deba
garantizar no tan solo la subsistencia sino la vida plena.
Otro tema del
Che que ya no pareciera tan actual, es el del socialismo, el que si bien puede
no ser una alternativa táctica al capitalismo dominante en este comienzo de
siglo, sigue siendo la alternativa ética y teórica al mismo. Esta alternativa
se presenta inseparable de la superación de las experiencias de los socialismos
históricos, así como de la creación de nuevas concepciones de transición
socialista. En este tema, la lectura que nos presenta Monereo revela la
trascendente aunque inacabada crítica del Che al socialismo real, así como sus
concepciones sobre las exigencias de una transición orientada al comunismo.
Quizás lo más relevante en esta concepción del socialismo del Che sea la
recuperación de la centralidad del hombre en el proyecto socialista y el
rescate de la tradición humanista del marxismo.
También resalta
en el pensamiento guevariano la centralidad de la política en su concepción de
la transición socialista. En ella se hizo patente la influencia leninista con
sus nociones de vanguardia organizada, partido, dictadura del proletariado,
etc. En este tema, si bien se reveló la sensibilidad democrática del Che
en su reclamo de un orden social igualitario y un sistema político que
incluyese la participación, el debate, la desburocratización, etc., le faltó,
como bien apunta Monereo, un tratamiento del tema de la democracia con la
centralidad que le correspondería a una alternativa al capitalismo, como era
obligado en cualquier superación de las experiencias socialistas y como se
imponía en la evolución de la conciencia universal contemporánea. Queda sin
embargo en pie la actualidad de su crítica a una democracia burguesa basada en
la explotación, la desigualdad y la enajenación.
La cuestión
democrática aparece implícita en otro tema central en el pensamiento maduro del
Che, particularmente desarrollado en su ultimo texto de reflexión, El
Socialismo y el Hombre en Cuba, pero presente a lo largo de un gran número de
sus es critos; nos referimos al tema de la creación de un “Hombre nue vo” como
condición y garantía de una sociedad comunista, tema que en parte entronca a su
pensamiento con toda la tradición utópica. Solo una sociedad revolucionada
puede crear un hombre nuevo, pero ésta es una condición necesaria pero no
suficiente. Ese hombre nuevo ha de ser el resultado de un proceso consciente,
dirigido y siempre inacabado. La actualidad de este tema se hace patente frente
a las tendencias de las sociedades actuales a reforzar el individualismo, la
despolitización, la pasividad y el consumismo.
Un último tema a mencionar es el de la conciencia o de la subjetividad en el Che, emparentado con los actuales temas de la re levancia de los factores subjetivos en el proceso social, así como en el papel de los sujetos sociales en la conservación y el cambio del orden existente.
Es conocida la importancia que el Che concedía a la conciencia socializada en la creación de una nueva sociedad alternativa a la del capitalismo y al dominio de la ideología burguesa2. Se trataba de nuevos contenidos de conciencia —capital simbólico diría Bourdieu— integrada por valores y normas fundantes de una ética y una cultura de la igualdad y la solidaridad. Esta nueva conciencia, de los dirigentes y de las masas, debía ser el fundamento de hombres nuevos y de una nueva sociedad. En palabras del Che, el socialismo debe ser “!un hecho de conciencia” y es también “una moral revolucionaria”.
Esa conciencia
debía ser un parte de aguas entre dos lógicas: la lógica asentada sobre
intereses individuales y la lógica fundada en los intereses colectivos.
Para el Che los
procesos de transición al socialismo debían ser conducidos y sustentados por
una conciencia revolucionaria de los fines y los medios. El internacionalismo
sería un componente inseparable de esta conciencia. La lectura de Monereo
contribuye a esclarecer la unidad conceptual que alcanza en Che su concepción
del hombre, del sujeto revolucionario y de la conciencia socialista.
3. LEER AL CHE
EN ESTOS TIEMPOS
El texto
precedente es a la vez una aguda lectura y una invitación a leer al Che.
Monereo ha leído al Che desde estos años y para estos tiempos. Alguien ha
levantado la incógnita de cual sería su pensamiento frente a los problemas
actuales. Se trata de una pregunta superflua pero no sin sentido, si como creo,
nos hallamos en un escenario peor que el de los años sesenta en la perspectiva
del Che, a saber:
—Los procesos
sociales se han “globalizado” y estos se hallan bajo el dominio de políticas
neoliberales.
—El sistema
internacional ha perdido su correlación de fuerzas y se encuentra hegemonizado
por los Estados Unidos como única superpotencia económica y militar.
—La desigualdad
entre el centro y la periferia del sistema mundial se ha agravado en todas
sus consecuencias.
—Las
experiencias anticapitalistas han quedado reducidas a unos pocos países
atrasados.
—El movimiento
popular y revolucionario se halla en pleno reflujo. El capital se halla en una
nueva fase de dominación hegemónica.
—América Latina
ha visto deteriorarse aun más su situación social y acrecentarse su dependencia
en condiciones de alta desmovilización social y política y del dominio
hegemónico de las fracciones transnacionalizadas.
—Se ha impuesto
un pensamiento único basado en la uniformidad cultural, valores neoliberales y
la falta de alternativas.
—La expansión
del capitalismo y sus secuelas ha dado lugar a una crisis ecológica de magnitud
planetaria.
Este escenario
va dejando como única salida una alternativa revolucionaria cuya conciencia se
impondría más temprano que tarde. A ello contribuirán las potencialidades de
cambio presentes en las nuevas condiciones, tales como el surgimiento de un
sujeto revolucionario complejo; la formación de una cultura emancipatoria en la
que se unifiquen el conjunto de las reivindicaciones sociales; el impacto y la
potencialidad del desarrollo científico-técnico; los procesos de interconexión
e interdepen den cia que conlleva la globalización; el surgimiento de un nuevo
internacionalismo, etc. En ese momento revolucionario y frente a los nue vos
escenarios de transición la voz del Che alcanzará toda su re sonancia.
Mientras llegue
la gran transformación, leer al Che será útil y necesario para las nuevas
generaciones de esa “inmensa humanidad”, para los revolucionarios de todas las
latitudes y para a los soñadores de un mundo mejor. Con él aprenderemos que
donde aún no tiene lugar la utopía siempre es posible un quehacer utópico.
Pero desde
ahora y hasta ese momento, hay algo mas que aprender en la lectura del Che y en
el ejemplo de su vida, algo que encuentra en el cristianismo revolucionario
mejor expresión que en el marxismo, y es la idea de compromiso. Como dice Löwy
(1997) para el Che “la acción revolucionaria es inseparable de cier tos
valores”, lo que sugiere que ciertos valores implican su rea lización, la
necesidad de hacerlos reales. De cierta manera, el compromiso es tener que
realizar los valores en los que creemos. Como él.
- Notas:
- 1. Quizás la excepción la tenemos en la obra de Roberto Massari: Che
Guevara: Grandeza y Riesgo de la Utopía. 1993
- 2. En la Cuarta Parte de su “Índice de un proyecto de Estudio…” la
mayor parte de los problemas del socialismo se refieren a temas de la
conciencia individual y colectiva. Cf. GUEVARA, 1998.
Epílogo al
libro de M. Monereo. Con su propia cabeza. El socialismo en la obra y la vida
del Che