lunes, 26 de junio de 2023

El intento de vendernos que el gobierno ruso, y Putin en particular, han sido derrotados. La fábrica de mentiras hoy a pleno rendimiento.

 

El intento de vendernos que el gobierno ruso, y Putin en particular, han sido derrotados

La fábrica de mentiras hoy a pleno rendimiento.


INSURGENTE.ORG / 26.06.2023

 



Hoy es de estos días donde la célebre canción infantil «Vamos a contar mentiras», es tomada por la prensa patria para construir un relato que consuman con urgencia sus súbditos.

La sublevación del Grupo Wagner (que luchaba contra la OTAN hasta hace unas horas y se ve que le dieron con el precio porque empezó a hacerlo contra Rusia) fue jaleada desde la prensa occidental con titulares y consignas propias de su entramado mediático al servicio del imperialismo. Decían que el avance de Wagner hacia Moscú era implacable y especulaban con qué refugio encontraría Putin tras la derrota. Una derrota que daban por hecho y que era cuestión de tiempo. Algunos medios hablaban incluso de una guerra civil y de ciudades y pueblos ya en manos de los wagnerianos. En general, se vendió el tema como un paso decisivo de la victoria occidental y otanica que usa a Ucrania como títere. En las redacciones de los medios multiplicaron los efectivos sabatinos y el nerviosismo de estar ante un acontecimiento histórico como era la caída de Putin, los cegó.

Horas después supieron que los wagneristas se habían replegado, negociado, rendido, y que ya no iban hacia Moscú sino que su tropa volvía a los campamentos y sus líderes a Bielorrusia para evitar a la justicia rusa. Es decir, fin del intento de golpe (¿patrocinado por quién?).

La cuestión de los medios capitalistas era qué decir ahora después de lo que intentaron vendernos. Con la altanería que los caracteriza, con la soberbia que acostumbran creada a base de mentiras, van y aparecen hoy domingo con titulares y contenidos tipo: Putin, el gran derrotado. No sabemos si Wagner hubiera llegado victorioso al Kremlin cuál hubiesen sido los titulares. ¿Queda claro para qué está su prensa y a quién obedece?

Share

*++

Londres se moviliza contra la extradición de Julian Assange

 


Londres se moviliza contra la extradición de Julian Assange


Tomás F. Ruiz

KAOSENLARED

26 de junio de 2023 / Por 

 

El pasado fin de semana se multiplicaron en Londres las manifestaciones de apoyo a Julian Assange en las que se exigió su inmediata libertad y el archivo del procedimiento por el que la justicia británica pretende extraditar a Estados Unidos al periodista de Wikileaks.

La concentración más numerosa fue la que se convocó a mediodía del sábado frente al edificio del Parlamento, donde cerca de un millar de manifestantes protestaron contra el rastrero proceder de los jueces británicos que hasta ahora han llevado el caso y en especial contra Jonathan Swift, juez del Tribunal Superior de Justicia de Londres (High Court, la más alta autoridad judicial británica) que rechazó el pasado 6 de junio el recurso de apelación interpuesto por la defensa de Assange contra la decisión del Gobierno británico de extraditar al periodista. Los manifestantes acusaron a este alto magistrado de aplicar una justicia servil y rastrera, sometida a los criminales intereses de EE.UU, calificando la sentencia de extradición de Assange como un ataque directo contra la libertad de expresión y los derechos humanos. Entre otras consignas se vocearon consignas como “Free Assange” y “Vergüenza de juez, corrupta justicia británica”.

Entre los oradores que participaron en la defensa de la libertad de expresión que simboliza Julián Assange se encontraba en esta ocasión Kristinn Hrafnsonn, el histórico redactor jefe de la insumisa Wikileaks. Hranfsonn valoró el coraje de Julián Assange en sus denuncias sobre las denigrantes practicas terroristas, asesinatos y torturas que Estados Unidos ha venido practicando en sus guerras contra Irak y Afganistán.

“No podemos permitir que los jueces británicos del Tribunal Supremo entreguen a Julian a la criminal justicia norteamericana -declaró Kristinn Hrafnsonn- porque eso sería condenar la libertad de expresión en el mundo y criminalizar a todos aquellos periodistas que denunciamos la violación de derechos humanos que practican en Estados Unidos… Si Julián Assange llegara a ser extraditado y condenado a cadena perpetua, todos los periodistas que no nos sometamos a la tiranía norteamericana nos convertiríamos también en criminales. El inaceptable encarcelamiento de Julian Assange es una medida de complicidad con EE.UU que nos afecta a todos los periodistas del mundo. Su extradición significa su asesinato y la justicia británica se convertiría en cómplice directa de ese asesinato, así como de todos los crímenes y torturas que desde Wikileaks se han denunciado”.

 *++

Cuál es la nueva estrategia económica estadounidense para salvar su Imperio?

 

La economía posicionada del lado de la oferta y el Nuevo Consenso de Washington no son modelos para mejorar las economías y el medio ambiente, sino que son una estrategia global para sostener el capitalismo USA en casa y el imperio estadounidense en el mundo.


¿Cuál es la nueva estrategia económica estadounidense para salvar su Imperio?


Michael Roberts

El Viejo Topo

26 junio, 2023 

 


El mes pasado, el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, describió la política económica internacional de la administración estadounidense.  Fue un discurso fundamental, porque Sullivan explicó lo que se llama el Nuevo Consenso de Washington sobre la política exterior de Estados Unidos.

El Consenso de Washington original fue un conjunto de diez prescripciones de política económica que constituían el paquete de reformas “estándar” promovido por  instituciones con sede en Washington, DC, como el FMI, el Banco Mundial  y el Tesoro de los Estados Unidos, para los países en desarrollo asolados por la crisis. El término fue utilizado por primera vez en 1989 por el economista inglés  John Williamson . Las prescripciones abarcaban  el libre mercado, con políticas como la ‘liberalización’ comercial y financiera y la privatización de activos estatales. También implicaron políticas fiscales y monetarias destinadas a minimizar los déficits fiscales y el gasto público.

Era el modelo de política neoclásico aplicado al mundo e impuesto a los países pobres por el imperialismo estadounidense y sus instituciones aliadas. La clave era el ‘libre comercio’ sin aranceles y otras barreras, libre flujo de capital y regulación mínima, un modelo que beneficiaba específicamente la posición hegemónica norteamericana.

Pero las cosas han cambiado desde la década de 1990, en particular, el surgimiento de China como potencia económica rival a nivel mundial; y el fracaso del modelo económico internacional neoclásico y neoliberal para generar crecimiento económico y reducir la desigualdad entre las naciones y dentro de las naciones.

Especificamente, desde el final de la Gran Recesión en 2009 y la Larga Depresión de la década de 2010, EE. UU. y otras economías capitalistas avanzadas líderes han estado tambaleándose. La ‘ globalización’, basada en el rápido aumento de los flujos comerciales y de capital, se ha estancado e incluso se ha revertido. El calentamiento global ha aumentado el riesgo de catástrofes ambientales y económicas. La amenaza a la hegemonía del dólar estadounidense ha crecido. Se necesitaba un nuevo ‘consenso’.

El ascenso de China con un gobierno y una economía que no se inclinan ante los deseos de EE. UU. es una linea roja para los estrategas estadounidenses.

Las cifras del Banco Mundial a continuación hablan por sí solas. La participación de estadounidense en el PIB mundial aumentó del 25 % al 30 % entre 1980 y 2000, pero en las dos primeras décadas del siglo XXI cayó por debajo del 25 %. En esas dos décadas, la participación de China aumentó de menos del 4% a más del 17%, es decir, se cuadruplicó. La participación de otros países del G7 (Japón, Italia, Reino Unido, Alemania, Francia, Canadá) cayó considerablemente, mientras que los países en desarrollo (excluida China) se han estancado como parte del PIB mundial, y su participación cambió con los precios de las materias primas y las crisis de deuda.

Fuente:  Bert Hofman , datos del Banco Mundial

El Nuevo Consenso de Washington apunta a sostener la hegemonía del capital estadounidense y sus aliados menores con un nuevo enfoque. Sullivan: “Ante las crisis que se agravan (el estancamiento económico,  la polarización política y la emergencia climática), se requiere una nueva agenda de reconstrucción”. Estados Unidos debe mantener su hegemonía, dijo Sullivan, pero “esta hegemonía, no es la capacidad de prevalecer, eso es dominio, sino la disposición de otros a seguirnos (bajo restricciones) y la capacidad de establecer agendas”.  En otras palabras, Estados Unidos establecerá la nueva agenda y sus socios menores la seguirán: una alianza de los dispuestos. Aquellos que no les siguen deberán enfrentar las consecuencias.

Pero, ¿Cuál es este nuevo consenso? El libre comercio y los flujos de capital y la no intervención del gobierno deben ser reemplazados por una ‘estrategia industrial’ donde los gobiernos intervienen para subsidiar y gravar a las empresas capitalistas para que se cumplan los objetivos nacionales. Habrá más controles comerciales y de capital, más inversión pública y más impuestos a los ricos. Debajo de estos temas está que, a partir ahora, en adelante, no habrá pactos globales, sino acuerdos regionales y bilaterales; no habrá libre circulación, sino capital y mano de obra controlados a nivel nacional. Y en torno a eso, nuevas alianzas militares para imponer este nuevo consenso.

Este cambio no es nuevo en la historia del capitalismo. Cada vez que un país se vuelve económicamente dominante a escala internacional, quiere libre comercio y mercados libres para sus bienes y servicios; pero cuando empieza a perder su posición relativa, cambia a soluciones más proteccionistas y nacionalistas.

A mediados del siglo XIX , el Reino Unido era la potencia económica dominante y defendía el libre comercio y la exportación de sus capitales, mientras que las potencias económicas emergentes de Europa y Estados Unidos (después de la guerra civil) se basaron en medidas proteccionistas y «estrategia productiva”, para construir su base Industrial. A fines del siglo XIX , el Reino Unido había perdido su dominio y su política cambió hacia el proteccionismo. Luego, en 1945, después que EE. UU. ‘ganara’ la Segunda Guerra Mundial, entró en juego el consenso de Bretton Woods-Washington, y se regreso a la ‘globalización’ en beneficio de los capitales estadounidenses. Ahora el imperialismo espera pasar de los mercados libres a nuevas estrategias proteccionistas guiadas por los gobiernos pero con una diferencia, Estados Unidos espera que sus aliados también sigan su camino y que, como resultado, sus enemigos sean aplastados.

Dentro del Nuevo Consenso de Washington hay un intento de la economía dominante de introducir lo que se llama ‘economía moderna del lado de la oferta’ (MSSE). La ‘economía del lado de la oferta’ era un enfoque neoclásico presentado como oposición a la economía keynesiana, que argumenta que todo lo que se necesita para el crecimiento son medidas fiscales y monetarias macroeconómicas para garantizar una ‘demanda agregada’ suficiente para que una economía marche bien.

Los partidarios de la oferta se habían opuesto a la idea que los gobiernos deberían intervenir en la economía, argumentando que la macrogestión no funcionaría sino que simplemente «distorsionaría» las fuerzas del mercado. En esto tenían razón, como lo demostró la experiencia de la década de 1970 en adelante.

Su alternativa era concentrarse en impulsar la productividad y el comercio, es decir, la oferta, no la demanda. Estos economistas también se opusieron totalmente a la intervención del gobierno en la oferta. El mercado, las corporaciones y los bancos podrían hacer el trabajo de sostener el crecimiento económico y los ingresos reales, si se les dejaba solos. Eso también ha resultado falso.

Así que ahora, dentro del Nuevo Consenso de Washington, la estrategia ha cambiado, la han bautizado como una ‘economía moderna del lado de la oferta’. Así lo describió la actual Secretaria del Tesoro de EE. UU. y ex presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, en un discurso ante el Instituto de Investigación de Política Económica de Stanford. Yellen es el último neokeynesiano, que defiende tanto las políticas de demanda agregada como las medidas del lado de la oferta.

Yellen explicó: “ el término “economía moderna del lado de la oferta” describe la estrategia de crecimiento económico de la Administración Biden, y lo contrastaré con los enfoques keynesiano y tradicional del lado de la oferta ”.  Continuó: » Con lo que realmente estamos comparando nuestro nuevo enfoque es con la tradicional «economía del lado de la oferta», que también busca expandir la producción potencial de la economía, pero a través de una desregulación agresiva junto con recortes de impuestos diseñados para promover la inversión de capital privado».

Entonces, ¿qué es diferente? “ La economía moderna del lado de la oferta, por el contrario, prioriza la oferta de mano de obra, el capital humano, la infraestructura pública, la I+D y las inversiones en un entorno sostenible. Todas estas áreas de enfoque tienen como objetivo aumentar el crecimiento económico y abordar los problemas estructurales a más largo plazo, en particular la desigualdad ”

Yellen descarta el antiguo enfoque: “ Nuestro nuevo enfoque es mucho más prometedor que la antigua economía del lado de la oferta, que ha sido una estrategia fallida para aumentar el crecimiento. Los importantes recortes de impuestos sobre el capital no han logrado las ganancias prometidas. Y la desregulación tiene un historial igualmente pobre con respecto a las políticas ambientales, especialmente con respecto a la reducción de las emisiones de CO2. «

Yellen toma nota de lo que hemos discutido en este blog muchas veces. “Durante la última década, el crecimiento de la productividad laboral de EE. UU. promedió apenas un 1,1 por ciento , aproximadamente la mitad que durante los cincuenta años anteriores. Esto ha contribuido a un lento crecimiento de los salarios, con ganancias históricas especialmente lentas para los trabajadores en la parte inferior de la distribución salarial”.

Yellen dirige su intervencion a los economistas de la corriente principal del lado de la oferta. “ El potencial de crecimiento a largo plazo de un país depende del tamaño de su fuerza laboral, la productividad de sus trabajadores, la capacidad de renovación de sus recursos y la estabilidad de sus sistemas políticos. La economía moderna del lado de la oferta busca estimular el crecimiento económico impulsando la oferta laboral y aumentando la productividad, al tiempo que reduce la desigualdad y el daño ambiental. Esencialmente, no solo nos enfocamos en lograr un alto crecimiento, que es insostenible, sino que buscamos un crecimiento que sea inclusivo y ecológico. ” Entonces, la economía del lado de MSSE tiene como objetivo resolver las fallas en el capitalismo en el siglo XXI .

¿Cómo se hace esto? Básicamente, mediante subsidios gubernamentales a la industria, no mediante la propiedad y el control de sectores clave del lado de la oferta. Como ella lo expresó: “la estrategia económica de la Administración Biden adopta, en lugar de rechazar, la colaboración con el sector privado a través de una combinación de incentivos mejorados basados en el mercado y gasto directo basado en estrategias comprobadas empíricamente. Por ejemplo, un paquete de incentivos y reembolsos para energía limpia, vehículos eléctricos y descarbonización incentivará a las empresas a realizar estas inversiones críticas”.  Y gravando a las corporaciones tanto a nivel nacional como a través de acuerdos internacionales para detener la evasión en paraísos fiscales y otras triquiñuelas de evasión de impuestos corporativos.

Desde mi punto de vista, los ‘incentivos’ y las ‘regulaciones fiscales’ no darán más éxito en el lado de la oferta que la versión neoclásica de la ESS, porque la estructura existente de producción e inversión capitalista permanecerá prácticamente intacta.

La economía moderna del lado de la oferta favorece la la inversión privada para resolver los problemas económicos con un gobierno que «diriga» dicha inversión en la dirección correcta. Pero la estructura existente depende de la rentabilidad del capital. De hecho, es más probable que gravar a las corporaciones y la regulación gubernamental reduzca la rentabilidad más que cualquier incentivo y subsidio gubernamental que la aumente.

La economía de la oferta moderna y el Nuevo Consenso de Washington combinan la política económica nacional e internacional para las principales economías capitalistas en una “alianza de los dispuestos”. Pero este nuevo modelo económico no ofrece nada a aquellos países que enfrentan niveles de deuda crecientes y costos de servicio que están llevando a muchos a la mora y la depresión.

El Banco Mundial informó esta semana que el crecimiento económico en el Sur Global fuera de China caerá del 4,1 % de 2022 al 2,9 % en 2023. Golpeados por la alta inflación, el aumento de las tasas de interés y los niveles récord de deuda, muchos países se estaban empobreciendo. Catorce países de bajos ingresos ya corren un alto riesgo de sobreendeudamiento, en comparación con solo seis en 2015. “Para fines de 2024, el crecimiento del ingreso per cápita en aproximadamente un tercio de los EMDE será menor que en vísperas de la pandemia.

En los países de bajos ingresos, especialmente los más pobres, el daño es aún mayor: en aproximadamente un tercio de estos países, los ingresos per cápita en 2024 se mantendrán por debajo de los niveles de 2019 en un promedio del 6 %”.

Y no hay cambios en las condiciones de préstamo del FMI, la OCDE o el Banco Mundial: se espera que los países endeudados impongan medidas fiscales austeras al gasto público y que privatizen las entidades estatales restantes. La cancelación de la deuda no está en la agenda del Nuevo Consenso de Washington. Además, como dijo Adam Tooze recientemente, “Yellen buscó demarcar los límites para una sana competencia y cooperación, pero no dejó ninguna duda que la seguridad nacional supera cualquier otra consideración en Washington hoy”.

La economía moderna del lado de la oferta y el Nuevo Consenso de Washington son modelos, no para mejorar las economías y el medio ambiente en el mundo, sino es la nueva estrategia global para sostener el capitalismo estadounidense en casa y el imperialismo estadounidense en el extranjero.

Fuente: Observatorio de la crisis.

 *++