miércoles, 31 de agosto de 2022

Taiwán abre fuego por primera vez contra un dron chino

 

Taiwán abre fuego por primera vez contra un dron chino

 


Las Fuerzas Armadas de Taiwán han disparado, por primera vez, a vehículo aéreo no tripulado chino que volaba sobre el cielo de la isla.

 

Las tropas taiwanesas han lanzado este martes tiros de advertencia contra un supuesto dron chino que volaba sobre la isla. Tras la advertencia, el dron en cuestión cambió de ruta y abandonó la zona, informan medios locales.

 

El dron ingresó a aguas restringidas en la zona de la isla de Erdan a las 17:59 (hora local)”, ha ratificado el Comando de Defensa del condado de Kinmen.

Esta ha sido la primera vez en la historia en la cual militares de la isla abrieran fuego real contra un aparato chino en un momento de mayor tensión entre las dos partes.

Esto se produce poco después de que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, aseverara la misma jornada del martes de que las Fuerzas Armadas de la isla deben tomar las contramedidas necesarias para salvaguardar la seguridad del espacio aéreo nacional.

Asimismo, ha ratificado que Taiwán no se quedará de brazos cruzados ante las acciones por parte de China.

Las tensiones entre China y Taiwán se han elevado desde la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, a principios de agosto, por lo que el gigante asiático ha decidido multiplicar sus maniobras militares, desplegando misiles, buques de guerra y aviones de combate, entre otras medidas.

China reclama a Taiwán como parte de su territorio y está en contra de que los políticos extranjeros visiten la isla, a su juicio, así envían una señal equivocada a los separatistas taiwaneses.

FUENTE: hispantv.com

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Los ruegos del gobierno a las compañías eléctricas no sirven: En Agosto récord en el precio de la luz. [El cielo está ingobernable, quién lo gobernará, el gobernador que lo gobierne (teniendo en cuenta los interés de la inmensa mayoría de la población, los trabajadores, por ejemplo) buen gobernador será. Pero como los trabajadores no le obliguemos tralarí tralará]

 

Los ruegos del gobierno a las compañías eléctricas no sirven: En Agosto récord en el precio de la luz

 

INSURGENTE.ORG / 30 agosto 2022

 

 


El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista en el mes de agosto ha sido de 307,80 euros el megavatio hora, lo que supone un 19,3% más que en el mes de julio, cuando alcanzó los 258,1 euros, y el mes más caro desde que hay registros por encima del mes de marzo, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE).

El precio medio de la electricidad supera, así, por primera vez los 300 euros de media en un mes, ya que el precio más elevado hasta la fecha era marzo, cuando se alcanzó un precio medio de 283,3 euros el megavatio hora.

De hecho, este miércoles acabará el mes con la luz en 476,39 euros, lo que convertirá la jornada en la segunda más cara de la historia sólo por detrás del 8 de marzo, cuando se llegó al máximo histórico del ‘pool’ de 544,98 euros.

Además, con el incremento respecto al mes de julio, se acumulan tres meses seguidos de subidas, ya que en junio el precio medio fue de 218,83 euros y en mayo, último mes en el que el precio de la electricidad descendió, 187,11 euros. Mayo sigue siendo, además, el más barato del año 2022.

servimedia

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Murió Mijaíl Gorbachov, el último mandatario y el gran destructor de la Unión Soviética

 

Murió Mijaíl Gorbachov, el último mandatario y el gran destructor de la Unión Soviética

Tercerainformacion / 31.08.2022

Mijaíl Gorbachov, el último mandatario de la Unión Soviética, murió este martes a los 91 años, así lo informaron desde el Hospital clínico central de Rusia.



Gorbachov fue una de las figuras destacadas de la política del siglo XX. Encabezó la Unión Soviética durante sus últimos siete años de existencia en calidad de secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (1985-1991), el sexto en la historia del Estado y como presidente de la URSS (1990-1991), el primero y el último en la historia del país.

El mandatario que quiso reformar la URSS y acabó ‘alumbrando’ su final cuenta con legiones de partidarios y de detractores. Los primeros lo consideran un reformador legendario que llevó «libertad y democracia» a un país hermético y que creó los conceptos de ‘glásnost’ (transparencia y libertad de expresión) y de ‘perestroika’ (reconstrucción, reforma). Para los segundos, es simplemente responsable del final de una superpotencia, un traidor a los principios del marxismo leninismo que colaboró a hacer real el hundimiento de un país que había derrotado al nazismo. Gorbachov jugó en todo momento a hacer posible el gran anhelo del enemigo de los pueblos del mundo, el gobierno del imperio estadounidense, que siempre persiguió la destrucción de la URSS.

De aquellos días que gobernaba Gorbachov y luego Yeltsin, donde se intentó desarticular por completo al Ejército Rojo, a este presente donde la Federación Rusa ha vuelto a emerger como potencia capaz de poner coto al auge nazista en Ucrania y enfrentar a la OTAN y sus cómplices, hay un largo camino recorrido por el pueblo ruso y su liderazgo.

Gorbachov no merece otro recuerdo que el de un hombre que hizo todo lo posible por cambiar una historia de victorias y bregar para que la URSS se desmorone. Fracasó totalmente y hoy, a su muerte, será homenajeado por otros como él, pero no por los que lucharon siempre por el socialismo.

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martes, 30 de agosto de 2022

Sergio Rodríguez Gelfenstein: La crisis mundial de la verdad

 

Sergio Rodríguez Gelfenstein: La crisis mundial de la verdad

 

DIARIOOCTUBRE / agosto 26, 2022

 


Tal vez sea un lugar común decir que ante la evidente incapacidad de los gobiernos de Ucrania y de la OTAN para obtener éxitos en el terreno bélico, el esfuerzo principal de la guerra se ha comenzado a librar cada vez más en los medios de comunicación en los que todavía Estados Unidos y Occidente conservan gran ventaja dado el control que mantienen sobre el aparato cultural mediático que fija las pautas respecto de la verdad y la mentira, de lo que es y no es, de lo que ocurre y no ocurre.

 

Era “natural” que estos instrumentos recurrieran al avasallamiento informativo para construir falsas “verdades”, pero también era normal que se apelara al fingimiento y la sutileza en el lenguaje, intentando guardar una compostura que sustentara su manido discurso de la “libertad de prensa”, la “igualdad de derechos de los ciudadanos ante la ley”, el “respeto a la integridad física y moral de los ciudadanos”, la “inocencia de las personas antes de que se demuestre lo contrario” y otras patrañas que se han construido a través de los siglos para sostener el esquema de dominación imperante.

La guerra en Ucrania ha echado por la borda todas esas engañifas. Ahora se acude impúdicamente a la mentira, incluso por encima de impedimentos legales que el propio sistema del capital ha creado para garantizar su control de la sociedad. Lo grave del asunto es que tal situación ha hecho carne en la propia Organización de Naciones Unidas (ONU) que se ha asumido como parte interesada en el conflicto europeo, lo cual es natural si se considera que el secretario general proviene de un país miembro de la OTAN y que como primer ministro de su país secundó todas las acciones terroristas de dicha organización.

En todo el conflicto en Ucrania, la ONU ha tenido protagonismo solo en tres ocasiones: primero para intentar salvar a los nazis que se ocultaban en la fábrica Azov en Mariupol que han sido las únicas personas sujeto de la preocupación del máximo organismo mundial. En segundo lugar, para “mediar” a fin de que la producción de cereal de Ucrania pudiera ser exportada; y ahora, para expresar su preocupación por los ataques contra la Central nuclear de Zaporizhia en el sur de de Ucrania.

En el primer caso, el secretario general de la ONU Antonio Guterres incluso viajó a Moscú y a Kiev para preocuparse por la vida de los nazis que en ese momento, usando a civiles como escudos, ocupaban la planta y que, dado el curso de los acontecimientos, era previsible –como así ocurrió- que serían capturados y juzgados como criminales. Nada ha dicho Guterres ni mucho menos la despreciable Michelle Bachelet de los ataques de las fuerzas armadas ucranianas en contra de la población civil causando innumerables bajas entre ellos niños y ancianos. Estas “operaciones militares” contra escuelas, hospitales y centro culturales son transformadas por las transnacionales de la desinformación en “contraataques y contraofensivas” inexistentes en el campo de batalla.

Con respecto a las dificultades para exportar los cereales ucranianos, el argumento era que Rusia estaba impidiendo la llegada de los barcos que debían cargar dicho producto y que eso amenazaba con “una hambruna mundial, sobre todo en los países más pobres del planeta”. Ocultaban que los puertos del Mar Negro fueron minados por Ucrania para evitar el acercamiento de navíos rusos y que las bombas flotantes constituían un verdadero peligro para barcos y tripulaciones. El colmo de la falacia mediática y la hipocresía institucional se ha puesto en evidencia cuando de los siete primeros barcos que han salido cargados de cereal desde Ucrania solo uno se ha dirigido a los “países más pobres del planeta”. Los otros han recalado en puertos europeos u otros del Mediterráneo para que los “países más ricos del planeta” puedan incrementar y garantizar sus reservas.

Pero el tercer caso ha superado toda racionalidad. La planta nuclear de Zaporizhia (la más grande de Europa) fue ocupada por las tropas rusas el 4 de marzo estando desde ese momento bajo control de Moscú. A riesgo de producir un accidente nuclear de indecibles proporciones, las fuerzas armadas ucranianas han estado bombardeando las cercanías de la planta y culpando a Rusia de tales eventos. ¿A quien se le puede ocurrir que Rusia ataque un lugar donde están sus propias tropas?, además, siendo que este, es un objetivo de extrema fragilidad para la seguridad de la región y del mundo.

La prensa mundial ha informado que “Ucrania y Rusia han vertido acusaciones mutuas de estar atacando la Central de Zaporizhia”. Ante esta situación, Rusia convocó al Consejo de Seguridad de la ONU, que no hizo absolutamente nada¡¡¡¡¡¡¡ Al contrario, evitó aprobar la solicitud del director de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Mariano Grossi, quien a pesar de ser un peón de Estados Unidos, instó a Ucrania y Rusia a permitir el despliegue de sus expertos en Zaporizhia, para que pudieran inspeccionar el material nuclear de la planta. El propio Grossi reconoció que la planta estaba ocupada por Rusia. La propia ONU negó toda posibilidad al cumplimiento de tal misión.

Para la ONU y para los medios de comunicación, una comisión de estas características verificaría varias cosas que harían patente su mentira. En primer lugar, para llegar a Zaporizhia tendrían que hacerlo a través de Moscú, única manera de arribar al lugar, lo cual demostraría el control de Rusia sobre la planta. El segundo aspecto es que se comprobaría que los ataques con bombas y misiles contra la empresa provienen de las fuerzas armadas ucranianas, confirmando que es este país y la OTAN las que están poniendo en peligro a Ucrania, a Europa y a toda la humanidad, resquebrajando el discurso oficial en este sentido.

En otro plano de la desinformación, se habla de la “invaluable” ayuda de Occidente a Ucrania como instrumento de soporte de la economía y la guerra de ese país conducido por un gobierno neonazi. Se “informa” que Ucrania está ganando la guerra. Veamos.

Hasta el 15 de agosto, Ucrania había perdido 267 aviones de combate, 148 helicópteros, 1.736 vehículos aéreos no tripulados (drones), 365 sistemas de misiles tierra-aire, 4.297 tanques y otros vehículos blindados de combate, 3.295 cañones de artillería de campaña y morteros, 4.858 vehículos motorizados militares especiales, lo cual a precio de mercado arroja un total aproximado de 181.017.380.000 dólares (más de 181 mil millones de dólares).

Eso, sin contar que el gobierno ucraniano solicitó 7 mil millones de dólares mensuales primero y 5 mil después, para gastos de funcionamiento del Estado (54.000 millones de euros para este año según el canciller federal alemán Olaf Scholz). Habría que agregar los daños a la infraestructura: carretera, puentes, centrales eléctricas y otras, además de la incapacidad del gobierno para hacer funcionar el aparato productivo del país, sobre todo cuando la mayor y más poderosa zona industrial, las tierras más fértiles para la producción de alimentos y las principales zonas mineras se encuentran en el Donbass, es decir en los territorios ocupados por Rusia.

Mientras tanto la “ayuda” (que no es tal, sino créditos y préstamos) de Occidente, hasta el 23 de julio ascendía a 48 mil millones de dólares por parte de Estados Unidos, de eso, solo 8.2 mil millones son de carácter militar. Por su parte la Comisión Europea aprobó un paquete de 9.000 millones de euros aunque no se han puesto de acuerdo en cómo financiarlo. En julio solo enviaron 1.000 millones. A esto habría que agregar que Reino Unido, Canadá y Japón han prometido 1.000 millones adicionales.

Es válido decir que el FMI estimó en 143 mil millones de dólares el déficit en la balanza de pagos de Ucrania y que hasta el 22 de julio, el gobierno de ese país informó que había recibido solo 12,7 mil millones de dólares. ¿Qué significan estas cantidades al lado de los más de 181 mil millones perdidos solo en material militar?: minucias, propinas, caridad para que los ucranianos se sigan muriendo, ayudados por los medios que lo han transformando en “decisiva ayuda de Occidente a Ucrania”.

En este contexto, a quién se le puede ocurrir decir que Ucrania está ganando la guerra, cuando además ha perdido 161,500 km² de territorio, una superficie mayor que la de Inglaterra y muy cercana a la de Vietnam del Sur que Estados Unidos nunca pudo ocupar en 20 años de guerra y al 20% del territorio afgano que Estados Unidos controló también en 20 años, países de los que tuvo que huir tras ser expulsados por sus pueblos. Pero estas innegables verdades, son también ocultadas y falsificadas por la canalla mediática, cómplices en una guerra motivada en la expansión insaciable del capital, que incluso –como en el siglo pasado- recurre al nazismo y al fascismo para la búsqueda de sus objetivos.

FUENTE: Sergio Rodríguez Gelfenstein

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El periodista español Pablo González lleva seis meses en prisión preventiva a pesar de la “falta de pruebas”

 



El periodista español Pablo González lleva seis meses en prisión preventiva a pesar de la “falta de pruebas”

 

KAOSENLARED / Por Comunicados

29 de agosto de 2022

 

El 23 de agosto, un tribunal polaco prorrogó por segunda vez la prisión provisional del periodista español Pablo González, lo que significa que pasará hasta 3 meses más en la cárcel. El periodista, que cubría la crisis humanitaria en la frontera polaco-ucraniana, fue detenido el 28 de febrero en la ciudad de Rzeswów, al suroeste de Polonia, acusado de ser “un agente de la inteligencia rusa”. La Federación Internacional y Europea de Periodistas (FIP-FEP) y sus afiliados españoles instan a las autoridades a liberar sin cargos a González, y a garantizar que tendrá un juicio justo.


“El tribunal polaco ha extendido la prisión preventiva de González por falta de pruebas. Es una estrategia para doblegar su voluntad y obligarle a aceptar falsas acusaciones“, afirma su abogado español Gonzalo Boye. El periodista, que tiene la nacionalidad española y rusa, fue detenido por agentes del Servicio de Seguridad Polaco (ABW) por supuestamente “realizar acciones contra el Estado polaco”. 

González lleva seis meses incomunicado y sin poder reunirse con su abogado de elección. En su lugar, las autoridades del país le asignaron un abogado polaco, que no  ha facilitado ninguna información concreta sobre su situación legal porque “la legislación polaca lo prohíbe”, según ha dicho el letrado en conversación con la familia del periodista.

Sus familiares y amigos denuncian que las únicas noticias que reciben de González son a través de las cartas que envía o de las cuatro visitas que le ha hecho el cónsul español en Polonia. La mujer del periodista ha solicitado autorización para visitarle en la cárcel, pero hasta la fecha no ha recibido ninguna respuesta oficial, y tampoco se ha permitido contacto telefónico durante estos seis meses.

El 30 de julio su abogado español presentó una solicitud al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (OHCHR) para que investigue su detención arbitraria.

González, periodista especializado en el mundo postsoviético, es colaborador habitual del diario español Público y había estado informando desde la frontera la frontera polaco-ucraniana sobre la crisis humanitaria para varios medios de comunicación españoles, entre ellos La Sexta.

“La prórroga de su prisión preventiva junto a la falta de argumentación jurídica para su detención son una afrenta a la libertad de expresión en un país de la Unión Europea”, ha declarado Miguel Ángel Noceda, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).

La FSC-CCOO ha condenado el oscurantismo y la falta de información por parte del gobierno polaco sobre el caso. “Un Estado que no garantiza la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas no puede considerarse una verdadera democracia”, ha declarado el sindicato en un comunicado.

Agustín Yaguel, secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), ha afirmado: “Hay que denunciar que no se han respetado sus derechos. González debe tener un juicio justo sin más demora. Es necesario conocer los argumentos de la fiscalía para una acusación tan grave y él debe ser puesto en libertad provisional, con las medidas cautelares que el tribunal considere necesarias”.

La Asociación de Periodistas de España (UGT) ha condenado las condiciones en las que se encuentra detenido González, “sin tener asistencia legal de su elección ni poder ver a su familia. Una situación que atenta contra los derechos humanos y es impropia de un país que se dice democrático”.

En una declaración conjunta, la FIP y la FEP: “renovamos nuestro llamamiento al gobierno polaco para que retire todos los cargos contra nuestro colega y lo libere sin más demora. Es inaceptable que un estado miembro de la Unión Europea detenga a un periodista de una forma tan arbitraria. Es un ataque a la libertad de prensa y a la democracia”.

 Federación Internacional y Europea de Periodistas (FIP-FEP)

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Denuncian el asesinato de dos periodistas en Colombia

 

Denuncian el asesinato de dos periodistas en Colombia


TERCERAINFORMACION / 29.08.2022


  • Entidades y personalidades de Colombia repudiaron hoy el asesinato de dos periodistas en el ejercicio de sus funciones y exigieron esclarecer el hecho lo antes posible.


Dilia Contreras y Leiner Montero, los periodistas asesinados este domingo

 

El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz manifestó su solidaridad con el gremio periodístico y de comunicadores, tras el crimen a tiros este domingo Léiner Montero Ortega, director del medio radial Sol Digital Stereo, y Dilia Contreras, quien trabajaba en Impacto Stereo y en la web la Bocina, en el municipio de Fundación, departamento de Magdalena.

Ambos viajaban en un auto en la madrugada luego de cubrir las Fiestas Patronales de Santa Rosa De Lima Rosa, cuando fueron sorprendidos por dos hombres armados que dispararon en repetidas ocasiones contra los ocupantes, ultimaron a los comunicadores y dejaron otra persona herida.

El gobernador del departamento, Carlos Caicedo, expresó su total rechazo al asesinato, envió un abrazo de solidaridad a familiares y exigió a la Policía Nacional y la Fiscalía General capturar y castigar a los responsables.

Asimismo, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) también rechazó y lamentó el asesinato de los dos periodistas e hizo un llamado a ambas entidades para que investiguen con la mayor celeridad este caso y que tengan en cuenta dentro de la investigación el trabajo periodístico de Léiner y Dilia.

Por su parte, el presidente del Congreso, Roy Barreras, afirmó que asesinar periodistas es asesinar la vida de la democracia.

“Estos crímenes exigen toda la reacción de las autoridades hasta el esclarecimiento, captura, condena y reproche social”, enfatizó.

Según datos de la FLIP, durante el pasado año aumentó la violencia contra periodistas con saldo de 768 víctimas de algún tipo de agresión y un asesinato.

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lunes, 29 de agosto de 2022

¿Te gastarías 2000 euros en asistir a una charla? [Problema de regla de bestias insensibles y sinvergüenzas, además, de contenido alimentario: ¿Cuántas latas de sardianas en aceite, de las que están de oferta, se pueden comprar con 2.000 euros multiplicados por n para dar de comer al hambriento en España, que quieras o no es un precepto evangélico, o sea, que no hace falta ser ojo ni ná? Y preguntas de carácter estratégico-laboral básicas referidas a la mecánica elemental del motor de explosión: admisión, comprensión, explosión y salga usted corriendo, o sea, escape: ¿Los 2.000 euros de las entradas de Pedro Sánchez, a la sazón, delegado del capital en sus funciones presidenciales gubernativas (que esto de gobernar es un decir y de Juanma, otro que tal, ídem de ídem, pero en la gobernalitización de la gobernaduría por gobernar de Andalucía, los han pagado ellos o los he pagado yo que no he ido a la obamización obemizada de Obama para la correspondiente obamización de occidente y parte del extranjero? ¿Los dichos interfectos abandonaron sus respectivos puestos de trabajo en horario laboral para perder el tiempo obaminizándose en lugar de perderlo en sus respetivos despachos oficiales? Hágame el favor la cilíndrica inspección de trabajo de investigarme este asunto, a ver si por un casual le podemos buscar las cosquillas a los ya mencionados interfectos al objeto de poderlos despedir laboralmente por abandono del puesto de trabajo en horario laboral. Oye, que torres más altas han caído. A ver si suena la flauta. ]

 

¿Te gastarías 2000 euros en asistir a una charla?

 

DIARIO OCTUBRE / agosto 28, 2022

 


 

Roberto Guijarro.— La condición suficiente para pagar 2000 euros por una conferencia es tener dinero de sobra para gastarlo en fruslerías. La condición necesaria es no trabajar, y que otros lo hagan por ti. Este era el público objetivo de la charla de Obama en Málaga, en el marco del Digital Enterprise Show (DES), conformado por empresarios de grandes compañías tecnológicas.

 

Sin embargo, no solo hay que ser empresario y gastar buena billetera, también se requiere la cabeza carcomida por una percepción que construye la identidad personal en la apariencia, necesitada del reconocimiento social más huero. Una autoimagen proyectada, tanto más preciada si es adlátere de mercancías fetiche como paisajes, comidas, ropa, sitios de moda, actividades de aventura… o por la cercanía a líderes mundiales. Es el mecanismo psicológico del selfie, popularizado en nuestra sociedad.

Pero el Digital Enterprise Show fue más ambicioso. Quería ganar mucho dinero y eso sólo podía hacerse con un producto “exclusivo”, que escapara a esa “democratización del consumo” que se produce en otras esferas del mercado. Las latas de sopa Campbell de Andy Warhol no satisfacen los deseos de los empresarios del DES. Hay mercancías a precio de saldo que cualquiera puede consumir y posar con ellas. Se trataba de acceder a una esfera de consumo alejado de la masa.

Entonces se reunió la dirección del festival y decidieron vender “A conversation with President Barck Obama”. No era tal coloquio porque no había posibilidad de preguntas ni diálogo. Sin embargo, la conferencia sería singular, única, irrepetible, excepcional. Una mercancía-espectáculo que, al ser consumida por oídos y vista, distinguiría al comprador del resto de mortales que no pueden pagar 2000 euros por una hora escuchando a cualquier estrafalario gurú. Y es que la entrada comprometía al cliente a no realizar ninguna grabación. No se podía hacer el típico vídeo de Instagram con Obama de fondo hablando.

Se trataba de vender “algo más”, una mercancía que, consumida y sin vestigio alguno, otorgase una experiencia “única” al comprador. Ese vacío en el registro digital haría posible que los empresarios asistentes tuvieran una experiencia singular, inefable e intransmisible a los demás. Decir que has estado en una conferencia de Obama es, para cierto tipo de personas muy repelentes, algo que las sitúa en un plano que levita sobre la cotidianidad del común de los mortales. Debía oler fuerte con tanto cretino junto.

Sobre la charla, nada que no se supiera; una colección de tópicos de ideología dominante: la defensa del capitalismo inclusivo, el medio ambiente, la revolución del smartphone, las cualidades del buen líder… bagatelas a precio de oro para tontos. Cuentan que por allí andaban Pedro Sánchez y Juanma Moreno. Sobre los honorarios del expresidente, dicen que seguramente cobre medio millón de euros y que estaba muy contento por Málaga. Desde luego, vivir a costa de los demás sienta bien… si eres un auténtico caradura.

FUENTE: nuevo-rumbo.es

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La difícil tarea de administrar la miseria. [La pregunta preguntita de preguntar de estas preguntas de andar por casa viene ahora: ¿Y el trabajador que ha producido la riqueza que una minoría asquerosamente exigua retabilla, roba, privatiza o, se la queda, haciendo con ello que el trabajador no pueda disfrutar de su riqueza creada se ha vuelto tontito de la noche a la mañana y ya no sabe trabajar ni producir ningún bien social y eso le conduce al estado de penuria presente que es más mayor que el de ayer pero no menos mayor que el de mañana?]

 



La difícil tarea de administrar la miseria

 

Por Futuro, ciencia ficción y Matrix

KAOSENLARED

29 de agosto de 2022 

 

En los últimos días estamos asistiendo a un desfile de declaraciones sorprendentes para la gran mayoría de la población.

Un día, Macron se levanta y dice aquello del “fin de la abundancia”, otro día el primer ministro de Bélgica nos anuncia cinco o diez inviernos muy duros y el jefe de la policía de un cantón suizo advierte  sobre saqueos y disturbios graves, cuando este invierno lleguen los apagones a una de las naciones más ricas del mundo.

Si, algo ha cambiado en el discurso de los dirigentes. La constatación de la llegada del cenit de la civilización es algo difícil de digerir y hay que preparar al pueblo con un poco de antelación.

Hace unas semanas, el mismo Macron reportaba en una conversación que Arabia y EAU estaban al límite de la producción de petróleo. El shale oil salvador, ha frenado su crecimiento y Rusia no va a suministrar más petróleo. Por lo tanto, la producción de petróleo va a empezar su descenso y las implicaciones están siendo valoradas ahora mismo.

También hemos asumido que la transición energética es un “bluff”, que solo sirve para acompañar el crecimiento energético, pero no puede sustituir a los combustibles fósiles por sus características propias. La densidad energética es mucho menor  (del orden de 16 veces menor), por lo  que una sustitución al 100% exigiría unos recursos de elementos que exceden la cantidad de reservas sobre la Tierra.

Este es solo el primer problema.

Si, hemos llegado al cenit, pero eso solo es el comienzo.

El sistema occidental está basado en el crecimiento perpetuo. Las deudas se pagan solo si seguimos creciendo, por lo que un decrecimiento supone la sentencia de muerte sobre un sistema fiduciario que ha disfrutado de los recursos de los próximos treinta años, a cambio de un incremento de deuda fastuoso. Nos encontramos en esa desagradable tesitura de pagar una deuda impresionante, por unos recursos que ya hemos agotado.

En la última fase del desarrollo, hemos empezado a experimentar la escasez de materias primas que supone un vuelco en el sistema. Si desde 2020, la cantidad de dinero se ha multiplicado para resolver una paralización económica consecuencia de la pandemia, ahora con la llegada de la escasez y la abundancia de dinero, hemos entrado en la espiral inflacionista. Cuanto más dinero circule y menos materias primas se produzcan, más subirán los precios. Pura lógica.

En los inicios de esta crisis, ya hemos visto como muchos países del tercer mundo han quedado fuera del circuito de los combustibles. Poco a poco, se ha trasladado a Occidente esta escasez y estamos en el momento de consumir los inventarios acumulados, para a continuación entrar en crisis. Ya no se puede extraer más petróleo (*), el gas está controlado por Rusia y estamos acudiendo al denostado carbón para mantener la producción de energía. Incluso hemos olvidado temporalmente el calentamiento global para suministrar las últimas reservas de fósiles.

Como la cantidad de inventarios es claramente insuficiente, han empezado a diseñar ambiciosos programas de reducción de consumo energético. En principio, un 15% en Europa, con la excusa de la guerra de Ucrania y las sanciones.

Este discurso se está agotando, cuando desde la política del centro de Europa hablan de diez inviernos duros.

Bienvenidos a la dura realidad.

Y ahora viene la crisis de verdad. Un sistema que solo puede funcionar con crecimiento perpetuo se desmorona. De repente, todos somos conscientes de que el planeta es finito y los recursos imprescindibles son escasos. Y los dueños de las materias primas han empezado a poner sus condiciones. El cambio es abrumador y los países sin recursos (Europa, Japón, Corea del Sur) tenemos todas las de perder. Inicialmente viviremos restricciones, pero solo será el principio.

Ha llegado el momento tan temido por los políticos, del fin de la impresora. Las naciones que tienen los recursos se han empezado a negar a cambiarlos por papelitos y proponen una nueva moneda respaldada por cierto valor intrínseco, como pueden ser las materias primas y el oro-plata.

La parte occidental se niega a semejante cambio que hundiría a Occidente en la miseria, El estado del bienestar solo se mantiene si nos dejan utilizar la impresora para abonar los pagos. Si debe existir detrás un dinero real, el sistema colapsa.

La alternativa es la guerra. Primero económica (por eso las sanciones a Rusia). Si, como estamos viendo, las medidas no funcionan, no quedará mas remedio que utilizar la fuerza. Puede ser una guerra cibernética, una guerra bacteriológica, o desgraciadamente una guerra militar de consecuencias indeseables. La única razón que queda para aceptar dólares o euros por materias primas escasas y vitales es la presencia de una potencia militar y económica detrás. Pero esta vez, enfrente se encuentra otra potencia militar y económica (Rusia-China) y el conflicto presenta malas soluciones si se rechaza un acuerdo pacífico.

Lo que hay que entender es que Rusia y China no van de farol. No van a ceder a las sanciones. Y en Europa tampoco tenemos alternativa al colapso, porque estamos demasiado endeudados para eludir la impresora. Sin euros o dólares, el sistema implosiona, y llega el momento de administrar la miseria.

Solo estamos en los albores de una nueva fase de transición al decrecimiento. Depende de como manejen la situación, la caída será lenta, rápida o un hundimiento  total.

Pero no hay milagros, ni conejos en la chistera. Y eso es lo que las declaraciones de los políticos, tratan de explicar, sin decirlo claramente. Quieren un mensaje subliminal que vaya calando en la opinión pública.

Este tipo de mensajes es ampliamente criticado como malthusianismo o hace referencia a los “límites del crecimiento”. Pero no es de recibo ignorar que en los últimos veinte años hemos quemado el 50% de todo el petróleo extraído hasta ahora y a este ritmo, en los próximos veinte años, nos quedaremos sin una gota de petróleo. Si la tasa de reposición vía descubrimientos se queda en un 15% y cayendo, la velocidad de descenso de las reservas nos hará entrar en un colapso brutal en muy poco tiempo, empezando por los países importadores. Ya no queda más tiempo.

Los mensajes “macronianos” se repetirán en los próximos meses y el llamamiento a la reducción del consumo energético será el pan de cada día.

Todavía me parece increíble que se ignore semejante problema, pero la opinión pública sigue sin saber o creer, que comienza un nuevo mundo y que todas las teorías económicas de crecimiento hay que cambiarlas, porque ya no sirven en este “nuevo mundo”.  Uno de los credos más populares es que la bolsa siempre sube a largo plazo. Va a ser muy duro cambiar a la frase menos popular, “la bolsa siempre baja a largo plazo”, cuando comience el temido decrecimiento.

En la cultura popular siempre quedará la fe inquebrantable en el “algo encontrarán”. La especie humana siempre ha sabido encontrar soluciones a todos los problemas y la tecnología es el nuevo “Dios”. Pero lo cierto es que nunca habíamos llegado a los límites de los recursos. Pues bien ha llegado el momento de que aparezcan los magos, por que si no, hemos entrado en el “fin de la abundancia” y el corolario lógico de este nuevo discurso, es que después de la abundancia, viene la escasez.

Saludos.

(*) El petróleo ha sido el combustible fundamental que ha permitido el crecimiento mundial desde 1950. Los detractores del peak oil siempre aluden a las predicciones fallidas en el pasado para justificar su reticencia a asumir su llegada.

En realidad es sencillo explicar por qué hemos llegado al pico del petróleo.

Solo se puede extraer el petróleo que antes ha sido descubierto, es una obviedad. Por lo tanto siguiendo  el gráfico  de los descubrimientos es posible extrapolar el peak oil. Las curvas tienen que ser idénticas.




Si miramos el gráfico de los descubrimientos, tocó techo en la década de los 60. 

En los últimos veinte años, los descubrimientos han seguido la curva esperada en el gráfico (en rojo).

Por lo tanto es lógico pensar en el primer gráfico. Normalmente el pico de los descubrimientos es seguido cuarenta años después por el pico de producción. ¿Por qué se ha retrasado?.

Porque en los descubrimientos no está incorporada la parte de petróleo extrapesado de Canadá y el shale oil americano, petróleo que era conocido hace muchísimos años, pero el precio y la tecnología no permitían su extracción. Las reservas esperadas de ambos yacimientos han conseguido extender la meseta del petróleo convencional, que alcanzó su pico en 2005, hasta nuestros días. Ahora el shale oil también ha alcanzado su pico y no queda nada más. También la masiva perforación horizontal en los campos supergigantes, ha retrasado el descenso en la producción, a costa de agotar cada yacimiento.

Lo que viene a continuación es la caída más o menos simétrica del pico de los descubrimientos.

Este artículo es antiguo pero lo explica muy bien.

http://www.energyinsights.net/cgi-script/csarticles/articles/000042/004212.htm

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domingo, 28 de agosto de 2022

Masculinidad y nación

 

Masculinidad y nación

 

Por Pablo Batalla Cueto

Rebelion / España

 | 26/08/2022 |

 

Fuentes: Ctxt [Foto: Monumento a Don Pelayo en Covadonga, creado por Gerardo Zaragoza e inaugurado en 1964 (José Luis Cernadas Iglesias / Flickr)]


Estos dos términos forman un matrimonio viejo y no es casual que las olas feministas coincidan siempre con auges nacionalistas

En la explanada frente a la basílica de Covadonga, en Asturias, hay una estatua de don Pelayo. Un Pelayo alto, guapo y musculoso, barbado galán con six-pack, alzando el brazo rector del caudillaje. En 2019, Vox inició allá su campaña para las elecciones generales. Santiago Abascal dio su discurso justo debajo del monumento. Habed en mí –venía a decir– el nuevo don Pelayo. También yo soy un musculoso galán barbado, caudillo necesario de las huestes de la nueva reconquista, cruzada contra los enemigos contemporáneos de la sagrada España. Covadonga venía de celebrar el año anterior, 2018, un centenario, o por mejor decir tres: los mil trescientos años de la presunta batalla acaecida en 718 y los cien de la coronación de la Santina –la Virgen local– y la declaración del primer parque nacional español, la Montaña de Covadonga. Una declaración, aquella, en la cual la incipiente sensibilidad naturista había pesado tanto como los intereses de una época chovinista, afanada en poner en marcha de nuevo la maquinaria de la construcción nacional. Se protegía, no solo una parcela en el espacio, sino una en el tiempo; no solamente un paisaje hermoso, sino la cuna de la nación. Las montañas de Covadonga –defendía el marqués de Villaviciosa, impulsor del reconocimiento– eran valiosas por haber sido el escenario de la gesta de Pelayo y sus astures tanto como por su hermosura. Una hermosura “viril”. En diciembre de 1916, el marqués habla en el Senado para argumentar su propuesta y comenta: “Resulta tan viril el paisaje que el señor Pérez Galdós, no pudiendo contener su admiración ante los Picos de Europa, exclamó: ‘Esto no es Naturaleza, es Naturalezo’”.

Montañas viriles, músculos viriles, viriles gestas. Viriles han sido siempre los imaginarios nacionalistas. Masculinidad y nación forman un matrimonio viejo y no es casual que las olas feministas coincidan siempre con –desencadenen– auges nacionalistas. 1918 y 2018 tienen en común, entre otras cosas, ser momentos en que una liberación femenina robaba el sueño a los bienpensantes. La fanfarria en torno a Covadonga era hace una centuria reacción desesperada del régimen tambaleante de la Restauración a las crisis numerosas que lo asediaban, y también a aquella. Covadonga sacralizaba una patria unitaria, monárquica y católica frente a la amenaza de los nacionalismos subestatales, el republicanismo, el socialismo y el anticlericalismo. Pero también una patria patriarcal, levantada contra un movimiento feminista ya robusto. 1918 era el año en que se fundaba la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME), primera organización feminista española, guinda de una multiplicación de colectivos locales como La Mujer del Porvenir de Barcelona, la Liga para el Progreso de la Mujer de Valencia, la Unión del Feminismo Español de Madrid, etcétera. El último año de la I Guerra Mundial asistió también en España a una olvidada serie de huelgas femeninas, réplica de las que tenían lugar por toda la Europa devastada por el conflicto, con los hombres en el frente. “Hoy en día una mujer subida en un banco puede tener más fuerza que Lerroux”, comentaba La Campana de Gracia de la mayor de ellas, que había movilizado a decenas de miles de obreras barcelonesas del 12 al 25 de enero.

La mujer moderna española emulaba a la flapper anglosajona y la garçonne francesa; se hablaba del sufragio, el divorcio, el aborto, el amor libre, la corresponsabilidad e incluso del tercer sexo, dominio ambiguo entre los dos géneros tradicionales. Pero toda acción encuentra siempre su reacción y aquellas mujeres empoderadas la hallaban en un masculinismo torvo, enfurecido, “empeño de recuperación –escribe Nerea Aresti– de la capacidad debilitada del género para hacer del mundo algo inteligible y ordenado”. En el arte, el tránsito del siglo XIX al XXasiste a la aparición del arquetipo de la mujer fatal o la “vampiresa”, como se la empezó a conocer justamente en esa época; arquetipo que tenía su envés en la mujer frágil que también cautivaba a los artistas: féminas delicadas, sugerentes, cautivadoras, presentadas de manera explícita como contramodelo de la mujer insolente pergeñada por el feminismo. Se miraba a Oriente y se pintaban harenes y serrallos; se pintaban raptos, eufemismo de violaciones; y en el extremo más repugnante, los retratos, apreciados y premiados, de prepúberes desnudas del pedófilo Pedro Sáenz: imágenes de encierro y sumisión como habitación del pánico de una era de damas deslenguadas, indispuestas a soportar a los señoros del fin de siècle.

Más allá de los Pirineos, esta proliferación continental de malestar masculino y fantasías repatriarcalizantes llenará de entusiasmo las trincheras de la Gran Guerra, encontrando en ellas un serrallo de hombría, de Männerbund; un mundo de hombres y para hombres. “¡Oh, el bautismo del fuego! El aire estaba tan cargado de una hombría desbordante que toda inhalación era intoxicante. Podíamos gritar sin saber por qué. ¡Oh corazones de los hombres que podían sentir esto!”, escribe Jünger mientras Oswald Spengler pregona un conservadurismo revolucionario cuyas insurrecciones entronizan una “bestia de caza” cuya voluntad no sea domada por el efecto feminizante de la moral cristiana y burguesa. En España, país de florecimientos típicamente tardíos de las siembras mundiales, ese papel catártico lo cumplirá la guerra del 36. Una guerra declarada, entre otras cosas, contra lo que Unamuno llamaba “tiorras” y “viragos resentidos”: las mujeres “desgreñadas, desdentadas, desaseadas, brujas jubiladas” del Frente Popular, conversor –abomina, en 1938, una publicación falangista– de “la gracia y femineidad de la mujer hispana […] en furia y repulsión oriental”, en “monstruosidad”. Ya antes, en 1923, Miguel Primo de Rivera había dado su golpe de Estado anunciándolo como un movimiento “de hombres”. “El que no sienta la masculinidad completamente caracterizada –advertía–, que espere en un rincón, sin perturbar, los días buenos que para la Patria preparamos”. Pero en 1929, la tarea no se había cumplido: “Los que conocimos épocas más varoniles y galantes… hemos de sentir el enojoso sonrojo de tanta [a]vilantez y degeneración actual”, lamentaba el periódico La Nación. Y el golpe del 36 perseguirá cumplir el mandato de 1934 del protomártir Calvo Sotelo de “inculcar en las generaciones, en las generaciones jóvenes, un sentimiento de masculinidad, de virilidad y de intransigencia por la unidad española”.

La historia no se repite, pero rima, y las tiorras de ayer son las charos de hoy para otra patulea de hombres aterrados por otro ciclo de avances feministas; miedo del que la eclosión de Vox no es la única, pero sí la principal consecuencia. El antifeminismo del siglo XXI vuelve a entremezclarse de forma natural con el nacionalismo. Los machos destronados vuelven a buscar el refugio de Covadonga y un arte reactivo que, en este tiempo, adquiere también forma audiovisual o digital y convoca a sus ensoñaciones a vikingos o espartanos. La nación resurrecta erige a su alrededor toda una batería de escapismos varoniles. Si se reivindica a mujeres, es con intención antifeminista: la del Javier Santamaría que escribe Siempre estuvieron ellas, un libro sobre heroínas de la historia de España, pero lo hace para propagar la especie de que el feminismo es innecesario en un país en que “la Mujer ha sido siempre la ostentadora del poder, y quien ha marcado hasta la devoción de un pueblo que ha hecho gala de un matriarcado como en escasos sitios del planeta”. Por lo demás, solo hay hombres en el Baler de los Últimos de Filipinas, en las carabelas de Colón, en las refriegas de Flandes, y Blas de Lezo –se cita con devoción– mea siempre apuntando hacia Inglaterra.

Pedro Sáenz sería hoy usuario de ForoCoches; Miguel de Unamuno, columnista edgy de El Español El Confidencial, y Calvo Sotelo, diputado de Vox.

Pablo Batalla Cueto es historiador, corrector de estilo, periodista cultural y ensayista. Autor de La virtud en la montaña (2019) y Los nuevos odres del nacionalismo español (2021).

Fuente: https://ctxt.es/es/20220801/Firmas/40244/Pablo-Batalla-masculinidad-nacionalismo-patriarcado-ultraderecha-Covadonga.htm

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E.P. Thompson y William Morris: dos eco-comunistas

 

Tal día como hoy de 1993 fallecía E.P. Thompson, el historiador social más importante de la 2ª mitad del s. XX. Comunista pacifista, poeta, orador y brillante escritor, tomó como referencia el pensamiento y la obra de William Morrris.


E.P. Thompson y William Morris: dos eco-comunistas


Peter Linebaugh

El Viejo Topo

28 agosto, 2022 

 


Si tenemos en cuenta la contaminación de los mares, del suelo y de la atmósfera, así como de las capas geológicas submarinas, el mundo, considerado como una organización química, se encuentra actualmente en regresión. Gases peligrosos procedentes del subsuelo marino se respiran en la tierra y de ahí se elevan hasta la atmósfera con graves consecuencias para el equilibrio biológico del mundo. Como ha señalado Rebecca Solnit, el mundo está «patas arriba», aunque no en el sentido que comúnmente se le da a esta frase, que tuvo un significado igualitarista y antiimperialista. Antes «patas arriba» describía las revoluciones espirituales y políticas: San Pablo, por ejemplo, fue acusado de «poner el mundo patas arriba» cuando predicó universalmente a todos –griegos y judíos, hombres y mujeres– en Tesalónica (Hechos, 17:6). Ése fue justamente el nombre de la melodía que supuestamente se interpretó en la rendición de Cornualles en Yorktown, cuando se consiguió la independencia estadounidense («todos los hombres son creados iguales»). Como igualitaristas y antimperialistas, E.P. Thompson y William Morris eran comunistas, y ahora necesitamos más comunistas que nunca. ¿Pero qué significa el término exactamente?

Como fundador de una organización de clase, anticapitalista y revolucionaria, Morris propuso varias definiciones viables para su programa político: «Bien, lo que quiero decir por socialismo es un estado de la sociedad en el que no habrá ya ni ricos ni pobres, ni opresores ni oprimidos, ni ociosos ni gente sobrecargada por el trabajo, ni trabajadores intelectuales espiritualmente enfermos ni trabajadores manuales enfermos del corazón, un mundo en el que todos los hombres vivirán en igualdad de condiciones y gestionarán sus asuntos sin pérdidas y con la plena conciencia de que el daño a uno de ellos será el daño a la comunidad: la realización del significado último de la palabra riqueza común (Commonwealth).»[1] La mayoría de los elementos de esta definición –que puede haber diferentes tipos de sociedades, que la sociedad dominante esta basada en clases de ricos y pobres, que la igualdad es una condición alcanzable, que la sobrecarga de trabajo y la alienación violan los principios de solidaridad humana– proceden de las luchas de la primera revolución industrial, como llegamos a saber de ellas gracias al libro de E.P. Thomson, La formación de la clase obrera inglesa (1963). El único punto en que difiere del de Morris es la demanda de que no haya «pérdidas». Esto es lo que hace a su comunismo «verde», que volvemos a sentir cuando Morris pierde su temperamento: «Vivimos en una época de mala calidad. La mala calidad reina. Desde el hombre de estado hasta el zapatero: todo es de mala calidad», exclamó a un reportero. «Entonces, ¿no admira usted el sentido común de John Bull, Mr. Morris?»[2] «John Bull es un zoquete estúpido y poco práctico», respondió Morris. En otro momento, ya más calmado, añadió, «aparte del deseo de producir cosas hermosas, la principal pasión de mi vida fue y es el odio a la civilización moderna.» Ese odio procede de una repugnancia hacia todo lo que era miserable, estúpido, aburrido y odioso en el capitalismo, y que le condujo a repudiarlo de raíz. El anticapitalismo de Morris fue alimentado por su estudio de los poetas románticos y demostrarlo fue uno de los logros de Thompson.

Morris poseía «un profundo amor por la tierra y la vida sobre ella, (y una) pasión por la historia del pasado de la Humanidad. ¡Piénsese! ¿Por qué había de terminar todo ello en un despacho de contabilidad, sobre un montón de cenizas…?» La cuestión se ha tornado mientras tanto más urgente: los despachos de contabilidad se han convertido en rascacielos, el montón de cenizas, en montañas de carbón y restos de fabricación, compuestos venenosos, enormes derrames de petróleo, berilio enterrado, etcétera. Morris dice: ¡Pensadlo! Para nosotros es más bien una obligación. Hacia el final de su vida Morris proporcionó un significado a todo ello mucho más familiar, cuya modestia esconde lo que había de más revolucionario en él, concretamente la sugerencia de que el futuro se encuentra inmanente en el pasado: «Vivimos en una época donde hay un combate entre el capitalismo comercial, un sistema de dispendio peligroso, y el comunismo, un sistema que refleja el sentido común de la comunidad.»

Como leal miembro del Partido Comunista de Gran Bretaña, Thompson no tuvo la misma presión que Morris sintió como fundador de una organización para idear definiciones que comprendieran tanto. El problema de Thompson fue precisamente el opuesto. Se unió al partido que había logrado el socialismo en un sólo país, la Unión Soviética, así que la definición estaba obligada a incluir la raison d’état, lejos del sentido común de la comunidad. Como fundador de la Nueva Izquierda, Thompson injertó en lo viejo lo nuevo, concretamente, el «humanismo socialista», que, sin embargo, aún hoy no se ha afianzado. Morris tuvo una práctica estética como poeta y artesano, donde la relación entre el comunismo revolucionario y los comunes (commons) encontró múltiples expresiones. Para Thompson, la relación encontró una expresión privada y familiar que se trasladó a su estilo de escribir, como historiador y pacifista. El logro político más duradero de Thompson fue en el movimiento para el desarme nuclear.

Las épocas en que Morris escribió sus textos, a finales del siglo XIX, y a mediados del XX, cuando Thompson escribió sobre Morris, se caracterizaron por una transición planetaria en las fuentes de energía que impulsaban el desarrollo económico, concretamente del carbón al petróleo y de éste a la energía nuclear. Estos cambios están en buena medida ausentes en los escritos de Thompson, igual que los están en los comentarios de Morris. Nada más lejos de mi intención que «reducir» el pensamiento de ninguno de los dos a la base material y energética de las sociedades en que vivieron (la reducción de la superestructura ideológica a la base material fue el error de los marxistas que más criticó Thompson). Morris fue un artesano de muchos y variados materiales, Thompson fue un historiador con talento e innovador. Ambos eran materialistas históricos. Si hemos de reintegrar la noción de comunes (commons) al comunismo revolucionario debemos entender el aspecto material del desarrollo histórico.

Como comunistas, ambos se opusieron al modo de producción capitalista, pero escribieron muy poco sobre él per se. Puesto que el capital requiere la separación del obrero de los medios de producción y subsistencia, y puesto que el más importante de estos medios es la tierra, la comunalización (commoning) debe ser lógicamente la respuesta a los males de la sociedad de clases. No sólo los comunes son la respuesta o la cura terapéutica (si la hubiera), sino que fueron el estado previamente existente: la expropiación original se hizo a partir de los comunes. Morris era consciente de esto, y también lo era Thompson, aunque lo expresó de manera diferente. Así pues, históricamente hablando, el capitalismo es solamente la parte de en medio, un intermedio, uno quisiera poder decir, entre los viejos comunes del pasado y el verdadero comunismo del futuro. Nuestro lenguaje refleja ese cambio en la degradación del significado del término «común» (commoner): de una persona con acceso a la tierra comunal a una masa innoble e indistinguible, con el significado implícito de que él o ella no posee nada que pueda decir que es suyo.

Esta edición de William Morris: de romántico a revolucionario (William Morris: Romantic to Revolutionary) se publicó en 1977 considerablemente revisada y con notables diferencias con respecto a su primera edición en 1955, como la adición de un post-scriptum de cincuenta y cinco páginas. La primera edición fue ya el resultado de muchos años de trabajo. Contamos con tres fechas en la evolución del Morris de Thompson: 1951, 1955 y 1977. De hecho, la relación entre ambos comenzó mucho antes.

En enero de 1944 Frank escribió a Edward, dos hermanos que eran soldados en los ejércitos que en aquel momento derrotaban al fascismo en Europa, sobre Noticias de ninguna parte (News from Nowhere), al que describió como un ejemplo del «idealismo más apasionado posible». «Hasta que podamos formar conscientemente nuestro propio destino no podrá haber un bien coherente y equilibrado o belleza». Cuando las tropas regresaron estaban determinadas a formar conscientemente su propio destino. Noticias de ninguna parte ayudó a formar las perspectivas de Jack Dash, un estibador de Londres y un enérgico dirigente de los trabajadores portuarios –no sólo de su propio puerto, sino de los de la nación y del mundo– cuya huelga de 1947 fue el comienzo de los desórdenes industriales de posguerra.

Morris permaneció con Thompson toda su vida. A un periodista estadounidense que le entrevistó le dijo que «[después de la guerra] impartí tanto literatura como historia. Pensaba, ¿cómo puedo ante todo mejorar una clase para adultos, muchos de los cuales participan en el movimiento obrero, discutir con ellos el significado de la literatura en sus vidas? Y empecé leyendo a Morris. Me capturó. Pensé, ¿por qué se le ve como a una antigualla? Sigue teniendo razón.» Thompson llegó a la conclusión de que Morris fue «el primer artista de mayor estatura en la historia mundial en tomar posición, conscientemente y sin un ápice de duda, a favor de la clase obrera revolucionaria.» «La discusión entre Morris y Marx la he llevado siempre dentro desde entonces. Cuando en 1956 mis desacuerdos con el marxismo ortodoxo se articularon definitivamente, regresé a los modos de interpretación que aprendí en aquellos años de compañía cercana con Morris, y encontré así, quizá, la voluntad de seguir discutiendo a partir de la presión de Morris que sentía detrás mío.» Y quizás fue éste el modo de mantener la fe en el idealismo apasionado de su hermano. Thompson no eliminó la frase rotunda sobre la fidelidad de Morris hacia «la clase obrera revolucionaria» en su edición de 1977. El propio Thompson elaboró a partir de ella su labor como historiador, aunque no su política contemporánea, pues ambas palabras, «revolución» y «clase obrera», habían sido perversamente distorsionadas en el discurso de la Guerra Fría.

William Morris: de romántico a revolucionario, fue publicado por vez primera en 1955. A comienzos de 1956 Jruschov realizó su «discurso secreto», denunciando a Stalin, pero en octubre de aquel mismo año los tanques soviéticos recorrían las calles de Budapest suprimiendo la revuelta de consejos obreros. Entre ambos acontecimientos, Thompson y su camarada John Saville comenzaron una discusión en The Reasoner que duró tres números. Thompson estaba concretando sus ideas sobre moral que había estado explorando a través del estudio de Morris. En el tercer y último número de The Reasoner escribió que la «subordinación de la moral y de las facultades imaginativas a la autoridad política y administrativa es equivocada; la eliminación de los criterios morales del juicio es equivocada; el miedo al pensamiento independiente, el aliento deliberado de las corrientes anti-intelectuales entre el pueblo es equivocado; la personificación mecánica de las fuerzas sociales inconscientes; el menosprecio del proceso consciente de conflicto intelectual y espiritual, todo eso es erróneo.» Thompson fue expulsado del partido. Pero también fue un momento de liberación personal. Describió «una estructura psicológica entre los intelectuales comunistas, desde mediados de los treinta hasta finales de los cuarenta, que nos dejó a todos faltos de confianza en nosotros mismos cuando nos confrontamos con las intrusiones de ‘el partido’.»

No fue algo fortuito que el cuestionamiento del Partido Comunista de Gran Bretaña representado por el debate en The Reasoner y, menos directamente, por su biografía de William Morris publicada el año anterior, ocurriese cuando los estudiantes y trabajadores de Hungría se alzaron contra la dominación de la URRS formando a medida que avanzaba la insurrección consejos de democracia directa. Los estudiantes de Budapest se levantaron el 23 de octubre de 1956. Una semana antes, el 17 de octubre, la Reina Isabel II inauguraba la primera central nuclear con fines comerciales que proporcionaba electricidad. Fue en Calder Hall, Sellafield (Cumbria), en la costa del Mar de Irlanda. Hasta entonces la electricidad en Inglaterra se generaba gracias al trabajo de decenas de miles de mineros del carbón que tenían el poder de instalar el Estado del bienestar e incluso ir más allá. Desde que el presidente Eisenhower dio su discurso «Átomos por la paz» en la ONU en 1953, el uso pacífico de la energía nuclear condujo a numerosos sueños antojadizos de energía barata sin las interrupciones de la política de los países productores de petróleo o las huelgas obreras. La respuesta en Inglaterra fue la Campaña para el Desarme Nuclear (CND, por sus siglas originales), cuyo famoso símbolo de la paz señaló un tabú sobre las bombas nucleares, pero no sobre la energía nuclear. Aunque la Nueva Izquierda estuvo definida por su relación con las marchas de Aldermaston contra las armas nucleares (1958), fue incapaz de organizarse contra la energía nuclear como tal. La base de la mercancía estaba directamente vinculada a la maquinaria bélica. Se evitó una guerra nuclear, pero Three Mile Island (1979) y Chernobyl (1986) estaban al final de ese camino.

Su subtítulo plantea algunas cuestiones. ¿Qué es un romántico? ¿Qué es un revolucionario? ¿Es el primero todo idealismo e imaginación mientras el último todo realismo y ciencia? El movimiento romántico inglés entre los poetas se correspondió tanto con la contrarrevolución como con la intensificación en el movimiento de cercamiento de tierras. Los comunes agrarios y la subsistencia que proporcionaban estaban desapareciendo rápidamente. Aunque Thompson hará de este tema uno de sus libros de historia más importantes, Customs in Common, no lo vinculó en los cincuenta a los poetas románticos. Thompson afirma que la grandeza de Morris se encuentra en su «realismo moral» que infundió especialmente en Noticias de ninguna parte (1890) y Un sueño de John Ball (1886).

William Morris dio una lectura sobre comunismo en 1893 hacia el final de su vida en la Hammersmith Socialist Society. Afirmó que «si nuestras ideas de una nueva sociedad son algo más que un sueño, tres cualidades deben animar el deber de la mayoría del pueblo trabajador; y entonces, por así decir, la cosa estará hecha.» Las tres cualidades que deseaba lograr eran «inteligencia suficiente para concebir, coraje suficiente para querer, poder suficiente para forzar.»

El valor de la biografía de Thompson es que hace que te encuentres justo en el desarrollo político de la vida de Morris como militante quien, en consecuencia, debe ir, primero, a la clase trabajadora, y de aquí al modo de producción. Thompson puede que no haya escrito sobre los cambios materiales en la vida social de la época sobre la que estaba escribiendo, pero ciertamente era consciente de ellos en la época en que Morris vivía. «¿Cuál es la bisagra de la que depende actualmente el mundo del trabajo?», preguntaba Morris. «La minería», respondió.

La biografía perteneció a un año en el que la gente de color del mundo se reunió en Bandung, Indonesia, buscando una tercera vía que no fuese capitalista ni comunista. Rosa Parks tomó asiento en el frente de un autobús en Montgomery, Alabama. El historiador francés Alfred Sauvy acuñó el término «Tercer Mundo» en 1952 para reflejar una realidad que comprendía geográficamente a Latinoamérica, el Sureste asiático, Oriente próximo, África y Oceanía, y que no era ni el Occidente capitalista ni el Oriente soviético. Su uso remitía al Tercer Estado, los comuneros de Francia que, antes y durante la Revolución francesa, se opusieron a los clérigos y nobles que componían el Primer y el Segundo estado. Sauvy escribió que «como el Tercer Estado, el Tercer Mundo no es nada y quiere ser algo.» Allen Ginsberg leía ese mismo año su poema Aullido (Howl) buscando un enlace rapsódico, hip, con la gente de color contra el «Moloch cuyo amor es petróleo y piedra sin fin» (Moloch whose love is endless oil and stone). Aunque la biografía de Thompson fue una poderosa contribución a la búsqueda de las raíces indígenas radicales en Inglaterra, también fue parte de la agitación mundial de las capacidades morales de la humanidad, cuya indignación más amarga acaso fue el recibimiento de la explosión americana de la Bomba H (nombre código Bravo) en el Atolón de Bikini en 1954, que envenenó a los pescadores japoneses a bordo del «Lucky Dragon» e inspiró Godzilla.

Este ensayo está adaptado del prefacio a la nueva edición de William Morris: de romántico a revolucionario de E.P. Thompson (Spectre).

Notas:

[1] La palabra inglesa Commonwealth significa «mancomunidad» y refiere hoy a una forma política, pero como término compuesto, su origen remite a la expresión «riqueza común». Todo el texto de Linebaugh juega con las variaciones del término common (común).

[2] John Bull es la personificación del carácter nacional británico –particularmente del inglés– en el mismo sentido que Michel lo es de los alemanes. Aquí se refiere al ciudadano común inglés.

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