domingo, 31 de enero de 2021

El Covid-19, como un ejemplo de ejemplos. Busco socio inmaculadamente limpio de pecado de pensamiento palabra y obra concebido por obra gracia y lecturas de titulares de prensa, o sea, que sea endeblito de pensamiento, como es el caso de este buscador de socio, para formar el sin par Dúo de los fieles y prístinos creyentes de la información objetiva y veraz que dan los grandes medios de comunicación para la construcción de la verdad, en la creencia cierta, científicamente demostrada, que vamos a dar tal campanazo dentro del mundo asociativo a nivel mundial, global, con un eco por delante y un verderol por detrás, que su sonido hará que el de la Campana de Huesca quede reducido, como mucho, al producido por una esquila de chivo. Para los efectos dichos puede dirigirse mi queridísimo futuro socio (hombre si es socia, y según y cómo este la cosa de presión y temperatura, tampoco pasa nada) a la siguiente dirección: Calle de la ilusión ilusionada sin número ni letra, distrito postal: 00000. No es menester nombre alguno que ya me conocen por el barrio.

 

Pfizer y los grandes medios de comunicación de España comparten accionista: BlackRock

Pfizer y los grandes medios de comunicación de España comparten accionista: BlackRock





Por Javier Lezaola

KAOSENLARED

 Publicado el 29 Ene, 2021

La multinacional farmacéutica estadounidense Pfizer –responsable, junto a la multinacional farmacéutica alemana BioNTech, de la vacuna contra el COVID-19 autorizada por medio centenar de Estados de todo el mundo– y los principales medios de comunicación españoles comparten accionista: el fondo de inversión estadounidense BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo. Así como Pfizer es el líder mundial de las multinacionales farmacéuticas, BlackRock es el líder mundial de los fondos de inversión; tanto, que en el Estado español controla parte –en varios casos, buena parte– del accionariado de la mayoría de las 35 multinacionales del IBEX 35 –incluidas CaixaBank, Banco Santander y BBVA, los tres mayores bancos de España– y de los grupos propietarios de los grandes medios de comunicación de prensa escrita, radio y televisión.

Así, BlackRock controla parte del accionariado del grupo Atresmedia, propietario de Antena 3 y laSexta; del grupo Mediaset, propietario de Cuatro y Telecinco, o del Grupo PRISA, propietario del diario ‘El País’ y la Cadena SER. En este último caso, el pasado mes de noviembre, BlackRock y otro de los mayores fondos de inversión del mundo –el británico CVC Capital Partners– compraron además, a través de sendos fondos buitre, deuda de PRISA, lo que supone que ya tienen poder de veto en cualquier operación de compraventa de ‘El País’ –diario que ya está en el punto de mira de varios inversores– o la SER.

Fuentes de defensa de la sanidad pública consultados por LUH denuncian que en el mundo capitalista la producción y distribución de medicamentos viene concentrándose en multinacionales monopolísticas al tiempo que las empresas farmacéuticas públicas vienen desapareciendo, a pesar de que la OMS (Organización Mundial de la Salud) históricamente recomienda a los Estados que cuenten con industrias productoras de medicamentos esenciales, entre los que están las vacunas. Estas fuentes manejan informes que documentan “la ausencia de escrúpulos éticos por parte de las multinacionales farmacéuticas y su inmensa capacidad de soborno de políticos, expertos y médicos”.

En el ámbito mediático, directores de prestigiosas revistas científicas han reconocido que la publicación de ciertos informes y resultados de investigaciones farmacológicas están financiadas por multinacionales farmacéuticas que los utilizan como instrumento de propaganda. Si esto ocurre con prestigiosas revistas científicas, ¿qué no podría ocurrir con medios de comunicación como ‘El País’, la SER, Antena 3, Cuatro, Telecinco y laSexta, parte de cuyo accionariado está controlado por BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo y uno de los propietarios de Pfizer?

laultimahora.es/pfizer-y-los-grandes-medios-de-comunicacion-de-espana-comparten-accionista-blackrock/

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Posible vacuna española contra el Covid-19. Este simple enunciado debería bastar para que los medios de comunicación se hubieran lanzado sobre el personaje que lo motiva: el virólogo jubilado, Mariano Esteban (que esta es otra, vaya por Dios, hombre, un jubilata que se pone sacar las castañas del fuego. Oye, ¡y que va y las saca! Esto lo tengo yo que empezar a contar por ahí). Pero el hecho de informar supondría necesariamente de la existencia previa de tales medios de información. Y hoy, no existen como cosa normal y generalizada, exceptuando a cuatro y el de la guitarra, o sea, cinco francotiradores de la información, entre los que yo por mi cuenta me incluyo. Información y comunicación son tomados erróneamente por la misma cosa, cuando en realidad y como la práctica muestra, pueden resultar n solamente términos o concepto distintos, sino además absoluta y diametralmente opuestos. La información en esencia consiste en dar a conocer hechos para que a través de esos hechos sea conocida la realidad, mientras que la comunicación reside en que a partir de unos hechos ciertos estos son expuestos de tal forma que una realidad que no existe sea tomada pro al sociedad como realidad existente, y no solo existente, sino además la única posible. Podríamos decir que la comunicación consiste en la creación científicamente de un embuste que sea tomado socialmente como verdadero para beneficiar los intereses de quien lo crea o manda crear (Por aquí nos meten todos los goles a los Trabajadores Unión Deportiva Club de “Furgo” Atlético de Jubilados, Mujeres y Gente Joven sin Empleo Oe, Oe, Oé). La cadena SER; el Diario El País; la Tv Tres; Tv Cuatro; Tv Cinco y Tv La Sexta son medios de comunicación, que comunican, que transforman la realidad objetiva en otra realidad inexistente en función de los intereses de sus amos, uno de ellos es el fabricante y tráfico mercantil de vacunas contra el Covid-19, laboratorio Pfizer que ya tiene la yugular del gobierno entre sus garras, que es equivalente a decir que ya le tiene metido el cazo de recoger dinero en los bolsillos de los trabajadores con la garantía del Estado y con la garantía jurídica requete garantizada de que mientras haya dinero en los bolsillos de los trabajadores no dejará de meter y sacar el cazo de dichos bolsillos. La siguiente pregunta bien podría ofender a cualquiera que tenga dos dedos de frente, pero no obstante, yo la hago: ¿Podrían los medios de comunicación mencionados dar algún tipo de información (he dicho información, no comunicación) que pudiera suponer la venta de una unidad menos de una dosis de la vacuna contra el Covid-19 para Pfizer, uno de los amos de dichos medios de comunicación? Y, ya que estamos otra pregunta, que esta sí que tiene chica, pero sin limoná: me podría decir alguien ¿cuando habrá publico asistencial a reventar el campo en los partidos de los Trabajadores Unión Deportiva Club de “Furgo” Atlético de Jubilados, Mujeres y Gente Joven sin Empleo Oe, Oe, Oé? Tampoco estaría tan mal que cualquier trabajador que pudiera leer esto lo empezara a difundir como entre 5 y 9 millones de ves, que tampoco hay que abusar ni exagerar entre su personal conocido para tomar conciencia de lo tan bien que nos atemorizan sin darnos ninguna información y sin aportarnos ninguna solución efectiva respecto del Covid-19 para que los mismos que nos explotan y roban continúen haciéndolo. Pero esto es un decir, porque también se le podría enviar a todos y cada uno de los jefes de todos los partidos políticos

 

Mariano Esteban, virólogo del CNB-CSIC: “Nuestro diseño de vacuna posibilita una respuesta inmunitaria mucho más amplia y duradera”

Este virólogo desarrolla junto al investigador Juan García Arriaza la vacuna CSIC-Biofabri contra la covid-19. Los primeros datos publicados certifican una eficacia del 100 % en modelos animales. Se prevé que comiencen los ensayos clínicos en primavera.

El virólogo Mariano Esteban, en su laboratorio del CNB-CSIC. / Vinca Page CSIC Comunicación

 Tercerainformación.com / 28.01.2021

A sus 76 años, el virólogo Mariano Esteban lidera el equipo que está desarrollando una de las tres vacunas contra el SARS-CoV-2 del CSIC. El 13 de enero de 2020 se difundió la secuencia genética del coronavirus y ese mismo día, Esteban, que ya había decidido reducir su actividad investigadora, pensó: “Vamos a por la vacuna”.

Habló con su colega Juan García Arriaza y desde entonces ambos están inmersos en la carrera contra la covid-19 en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Su último hito ha sido demostrar en un ensayo con ratones humanizados —modificados genéticamente— que su vacuna tiene una eficacia del 100 %. Los 22 roedores vacunados fueron expuestos a dosis letales del coronavirus y salieron indemnes. El dato es relevante y les abre el camino para realizar esta primavera los ensayos con humanos y confirmar así si su candidato vacunal nos protegerá del SARS-CoV-2 con una respuesta inmune “más amplia y más duradera”.

Entretanto, Esteban insiste: hay que reducir los contactos entre personas y vacunar sin descanso. El investigador repite, además, una idea clave: “No habrá una vacuna ganadora”, sino varias que iremos combinando para lograr una protección mayor.

Desde hace semanas lidiamos con una nueva ola de la pandemia, hay más contagios y fallecimientos y crece la presión hospitalaria. ¿Cómo valora la situación epidemiológica?

Estamos en una situación preocupante. El virus está descontrolado y se extiende por todas las comunidades autónomas. En el resto de Europa sucede lo mismo. En este contexto, la vacunación es el remedio más eficaz. En Israel, donde ya se han vacunado dos millones de personas, el porcentaje de infecciones ha disminuido notablemente, entre un 40 y un 60%.

Respecto a los confinamientos, tenemos ejemplos como Vietnam, Singapur o Taiwán donde se está controlando bien la pandemia. Es decir, hay países que, en ausencia de vacunas, utilizan procedimientos de control de la expansión del virus. Es cierto que allí existen otras formas de vida, pero aquí necesitamos restricciones en los contactos entre personas y en la movilidad, y suministrar las vacunas lo más rápido posible. Deberíamos estar vacunando sin descanso.

Recientemente, el experto en salud pública Rafael Bengoa defendía un confinamiento severo y subrayaba que, aunque ahora controlamos mejor a nivel clínico a los pacientes de covid-19, tenemos el reto de lidiar con esta nueva ola y a la vez gestionar ágilmente la vacunación.

Claro. El problema es que se están acumulando las infecciones, los hospitales y UCI se saturan y en estos días se está produciendo una explosión de casos, con lo cual el acceso a los centros hospitalarios será más complicado. Eso dificultará la atención hacia patologías distintas a la covid-19 y quizá la propia gestión de la vacunación. Por eso tenemos que utilizar todos los recursos disponibles: centros de salud y profesionales, pero también hospitales privados, el ejército, distintos grupos de personas que puedan administrar la vacuna…

A nivel científico ha habido una carrera contrarreloj para desarrollar la vacuna en un tiempo récord, pero la vacunación va más lenta de lo previsto. ¿Eso genera frustración?

Es impensable que en el ámbito científico estemos utilizando todos los recursos, tecnologías y esfuerzo personal para conseguir vacunas, algo que no es fácil, y que una vez que las tenemos no se actúe rapidísimamente. Sí, es frustrante. Se ha hecho un esfuerzo tremendo gracias a la implicación a escala global de la comunidad científica, el sector empresarial, los sistemas sanitarios… Deberíamos estar terminando las dosis recibidas y tener un plan estructurado para automatizar los procesos, con un protocolo claro para todos los hospitales y centros de salud. Hace falta mucha más planificación.

Los científicos tenemos protocolos que seguimos escrupulosamente en los experimentos. En la industria sucede igual, hay protocolos de producción con pasos definidos. Eso es importante para suministrar las vacunas. Se está realizando un esfuerzo general, pero faltan protocolos para administrarlas adecuadamente.

Pfizer, Moderna, y ahora CSIC-Biofabri

De momento se están administrando las vacunas de Pfizer y Moderna, y probablemente la de la Universidad de Oxford-AstraZeneca será la siguiente en llegar. ¿En qué se diferencian?

Las de Pfizer y Moderna, que se basan en ARN mensajero, son más semejantes entre sí. Son vacunas muy sencillas, en las que una molécula está encapsulada en una estructura lipídica, como si fuera una gota de grasa en cuyo interior están las moléculas de ARN. Cuando se administra, esa cubierta facilita que el ARN penetre en el interior de la célula, se una a los ribosomas y produzca la proteína S del coronavirus que activa una respuesta inmune. Ya se ha visto en los ensayos clínicos [con humanos] en fase III que este tipo de vacuna confiere una protección de más del 90 %.

La de la Universidad de Oxford utiliza un vector distinto, un adenovirus que se aisló del chimpancé. Este virus, que es de ADN y tiene incorporado en su material genético el gen S del coronavirus, es el vehículo que penetra en la célula y libera la molécula de ARN. Eso provoca la producción de la proteína S y la activación de la respuesta inmune, con la consiguiente protección (70-90 %) frente a la infección por SARS-CoV-2.

Hablemos de la vacuna que su grupo de investigación está desarrollando en el CNB-CSIC. ¿En qué se diferencia de las de Pfizer, Moderna y la Universidad de Oxford?

Nosotros usamos una estructura más compleja que el ARN de Pfizer y Moderna y el adenovirus de la Universidad de Oxford. Nuestra vacuna se basa en un virus muy atenuado, que tiene una cubierta membranosa alrededor de una estructura proteica y en su interior lleva una molécula de ADN mayor que la del adenovirus. En esta molécula hemos incrustado también el fragmento que va a producir la proteína S del coronavirus. Como vehículo usamos el virus vaccinia [empleado en la vacunación contra la viruela]. Estos virus han sido diseñados por la naturaleza para penetrar fácilmente en células, a diferencia de una molécula de ARN metida en una partícula de grasa, que no es algo fisiológico.

Nuestro diseño de vacuna posibilita que la respuesta inmunitaria en las personas sea mucho más amplia y duradera. Eso se vio cuando se vacunó a la población contra la viruela y se erradicó la enfermedad. Los efectos de respuestas innatas y de memoria producidas por las vacunas con virus atenuados difieren de los asociados a las respuestas inducidas con las vacunas de Pfizer y Moderna. Estas, aunque sean más selectivas, probablemente serán de menor amplitud y durabilidad. Es la principal diferencia.

Si la respuesta inmune es más potente, ¿puede generar mayores reacciones adversas?

Hay mucha experiencia en este sentido. Cualquier vacuna es una agresión al organismo. Pensemos que un simple pinchazo con un cardo ya es una agresión que molesta. Cuando te inyectan una vacuna, lo mismo, el organismo reacciona y produce una pequeña inflamación. Básicamente es eso. Hay casos excepcionales en los que algunas personas (del orden de 1 entre un millón) pueden tener un efecto adverso más serio, pero de momento vemos que en las vacunas actuales los efectos son muy llevaderos. Es lo habitual en estos medicamentos. Ya se ha vacunado a varios millones de personas y las reacciones son mínimas.

En alguna ocasión ha señalado que las vacunas son unos medicamentos en los que la relación entre riesgos y beneficios es incluso más favorable que en otros fármacos.

Sí, es algo que está muy demostrado desde que empezó la vacunación en una época en la que se utilizaban vacunas muy crudas. Sabemos que nos curan. El riesgo es siempre mínimo y el beneficio, enorme. Hemos erradicado la viruela y estamos a punto de erradicar la polio. Y en enfermedades como el sarampión o la hepatitis, las vacunas han demostrado su eficacia, al igual que frente a otras enfermedades bacterianas y víricas.

Si son medicamentos más seguros y eficaces que otros, ¿por qué existen corrientes de opinión y discursos muy contrarios a las vacunas?

Está en la naturaleza humana. Cuando en 1796 Jenner acude a la Royal Society de Londres y comunica que ya tiene un ejemplo de vacunación para inmunizar a una persona contra la viruela, es rechazado. Él publica su experimento e inmediatamente mucha gente, incluida parte de la comunidad científica, se lanza contra él. Incluso aparecen imágenes caricaturizadas de personas con hocico y otros atributos vacunos, dando a entender que la vacuna, que se basaba en la viruela causada por un virus de la vaca, provocaba deformaciones. Siempre hay grupos anti cualquier cosa, pero claramente las vacunas salvan muchas vidas.

El horizonte de la vacuna del CSIC

Han publicado en un artículo en la revista Journal of Virology que su candidato vacunal tiene una eficacia del 100% en ratones, lo que abre la vía para empezar con los ensayos clínicos en humanos. Con lo avanzado hasta ahora, ¿cuáles diría que son las ventajas de su vacuna?

Sí, acabamos de terminar una fase con ratones susceptibles a la infección y hemos demostrado que la vacuna protege un 100% frente a la infección del SARS-CoV-2. Eso es muy importante. Protege frente a la enfermedad, frente a la letalidad y frente a la replicación del virus. Además, al ser una vacuna muy estable, puede conservarse y administrarse en cualquier lugar. También estamos viendo que confiere una inmunidad amplia y creemos que más duradera. Otra ventaja es que se podrá combinar con las vacunas que ya se están administrando a la población. Hemos demostrado en modelos animales que la combinación de vacunas distintas tiene efectos protectores más potentes que una vacunación con dos dosis de la misma vacuna.

¿Qué pasos van a dar en las próximas semanas? ¿Ya están planificados los ensayos clínicos?

De momento estamos completando los ensayos en animales con macacos y hámsters para presentar un dossier a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y a la Agencia Europea del Medicamento y, si cumplimos los requisitos, obtener su aprobación. A la vez, la empresa española Biofabri está produciendo los lotes para empezar los ensayos clínicos en primavera; comenzaremos con la fase 1 con unos 112 voluntarios, para ver los efectos de dosis; después iremos a la fase 2, con 500, para ver la inmunogenicidad y la seguridad; y si todo fuera bien pasaremos a la fase 3, ya con 20.000 o 30.000 personas sanas, para demostrar la eficacia de la vacuna.

Si se completa el proceso sin incidentes ¿qué sucedería después de las fases clínicas 1, 2 y 3?

Pasaríamos a la fase de producción y a considerar dónde se podría administrar la vacuna: en España, si quedase población por vacunar, y también en países de todo el mundo que pudieran necesitarla. Además, plantearíamos su uso como dosis recuerdo en personas que ya han sido vacunadas. Por eso debe haber varias vacunas. No va a haber una vacuna ganadora -la ganadora es la sociedad-, sino una secuencia de varias que se irán incorporando poco a poco como fármacos contra el SARS-CoV-2; ahora se están administrando las primeras disponibles, pero para inmunizar a más de 7.000 millones de personas se necesitarán varias vacunas.

¿Cuándo podrían empezar a suministrarse sus dosis? ¿Tienen un horizonte temporal?

El proceso se iniciaría tras demostrar que la vacuna es segura y eficaz en los ensayos clínicos. Necesitaremos bastante financiación para la producción. El CSIC está tratando de movilizar el proceso. Tengamos en cuenta que algunos países han puesto cientos de millones para producir vacunas a gran escala. A partir de la fase clínica, los costes aumentan exponencialmente.

En alguna entrevista ha afirmado que, si su vacuna no llega a tiempo para esta primera fase de vacunación, deben en todo caso llegar hasta el final para que toda la infraestructura biotecnológica desarrollada pueda usarse en otras vacunas contra coronavirus futuros.

Sí. España no puede depender siempre de los demás. Tenemos el conocimiento científico, el know how, y somos buenos en la parte básica de desarrollo de la vacuna. Hay en marcha tres prototipos en el CSIC. Además, disponemos de un sistema sanitario potente para la parte de ensayos clínicos.

¿Qué pasa con la producción? Tenemos buenas empresas para producir vacunas de uso veterinario, pero no para las de uso humano. Necesitamos un tejido empresarial capaz de ello y por eso hemos iniciado colaboraciones, a través del CSIC y el Ministerio de Ciencia e Innovación, con empresas españolas. Después hay que mantener esa logística para actuar con rapidez cuando sea necesario. Ahí el CSIC juega un papel importante, pues además del conocimiento básico aporta la traslación de la investigación al sector productivo. Como país, debemos disponer de las infraestructuras necesarias para llevar a cabo todas las fases del proceso y estar preparados para actuar frente a epidemias o pandemias.

Acaba de señalar que no habrá una vacuna ganadora, sino que secuencialmente se irán incorporando varias y se complementarán unas a otras. Sin embargo, parte de la ciudadanía se pregunta si no es mejor esperar a que llegue la mejor antes de vacunarse.

No es así. Claro, las vacunas se pueden mejorar, como todo en la vida. Pero hay que actuar ya; si se ha demostrado que la vacuna de Pfizer protege en un 95%, que es mucho, debemos administrarla inmediatamente. La gente se está muriendo, sería demencial seguir esperando a que llegue otra mejor. Así que es importante que haya varias vacunas y que las españolas estén ahí para contribuir al control de la pandemia.

Por eso seguimos en la brecha unos jubilados. Y muy satisfechos ¿eh? Mis colegas Luis Enjuanes y Vicente Larraga, y yo mismo, estamos totalmente volcados en esto. En mi grupo de Poxvirus y Vacunas del CNB-CSIC hemos creado una plataforma de vacunas y ya hemos demostrado en modelos animales con ratones y macacos que otros candidatos vacunales contra ébola, chikungunya y zika protegen entre un 80-100%. También hemos desarrollado prototipos de vacuna frente a la malaria, leishmania, la hepatitis C y algunos tumores. Es clave preservar esa tecnología y seguir avanzando. Para ello necesitamos también la estabilidad del personal; ahí sí tenemos un problemón.

“Vamos a por la vacuna”

Es llamativo que los tres investigadores que lideran los tres prototipos de vacunas del CSIC sean jubilados. Antes de que estallara la pandemia, ¿en qué situación profesional estaba?

Seguía trabajando en vacunas en el CNB-CSIC, pero poco antes de que empezase la crisis sanitaria había decidido ir reduciendo mi laboratorio. Al irrumpir el SARS-CoV-2, me doy cuenta de que necesitaré personal y vuelvo a reclutar a gente con experiencia que había finalizado sus contratos. Cuando empieza a hablarse de la situación de China y el 13 de enero se conoce la secuencia genética del coronavirus, me digo: “A por ello”. Hablo con mi colega Juan García Arriaza y decimos: “Vamos a por la vacuna”. Desde entonces mi actividad se ha multiplicado.

Desde el punto de vista profesional, esta carrera de la ciencia contra la pandemia es un gran desafío, ¿siente también más presión que en otras investigaciones previas?

Sin duda, la situación afecta. Estamos viendo que la gente se muere, eso es tremendo. Me ocurrió algo parecido cuando estuve en Nueva York y aparecieron en 1981 los primeros casos de infección por VIH. A raíz de aquello seguimos trabajando en el desarrollo de vacunas. Llevamos muchos años investigando en VIH, incluso hemos implementado los primeros ensayos clínicos de vacuna frente al VIH que generamos en el CNB-CSIC. Así que el laboratorio ya estaba entrenado. Por eso cuando apareció el coronavirus decidimos entrar en la lucha contra la covid-19. Ahora estamos muy comprometidos, cada vez que esperamos los resultados de un experimento nos ponemos nerviosos, y cuando tenemos una buena noticia porque todos los animales están protegidos por la vacuna saltamos de alegría.

Ese trabajo previo, necesario para dar una respuesta rápida ahora, refleja la importancia de apoyar la ciencia básica. ¿Cree que la pandemia está cambiando la percepción de la sociedad y los poderes públicos respecto a la necesidad de invertir en I+D a largo plazo?

Si no cambiamos ahora, si no nos damos cuenta de que el control de esta pandemia lo va a lograr la ciencia, es que estamos ciegos. Estamos entendiendo al virus y la enfermedad que causa porque gran parte de la comunidad científica global se ha puesto a trabajar en ello. Es la ciencia la que nos sacará del atolladero. El dinero que se destina a investigación no es nada comparado a las pérdidas en vidas humanas, económicas, de puestos de trabajo, etc., provocadas por la pandemia.

El problema es que los políticos van cambiando, mientras que nosotros somos más estables, yo llevo 50 años investigando en virus. Pero si la sociedad empuja, porque percibe que la comunidad científica está trabajando intensamente por controlar la pandemia y otras muchas enfermedades, los políticos toman nota. El conjunto del país debe entender que la inversión en ciencia es inversión de futuro.

Volvamos a la actualidad de la pandemia. La aparición de la cepa de Reino Unido preocupa y genera dudas sobre si esa variante del virus será más resistente a las vacunas.

Aún no hay certezas. Se está haciendo un seguimiento de esta y otras variantes; hay experimentos en marcha para ver en modelos animales (ratón, hámster, hurón, macaco) cuál es su grado de efectividad en relación con la cepa normal, si simplemente facilita la transmisión del virus o si además tiene un efecto sobre la enfermedad que incrementa la patología. Nosotros queremos ver en qué medida las variantes que circulan en España son sensibles a los anticuerpos que estamos produciendo en modelos animales, y también a las vacunas que se administran a la población.

Varios grupos de investigación están secuenciando miles de genomas del virus en personas donde aparecen las distintas variantes. Pero de momento no podemos decir si las nuevas variantes suponen un problema sanitario global o si solo se diseminan con más facilidad. Lo sabremos en un par de meses.

Otra incógnita es saber cómo va a evolucionar el virus en esta nueva fase marcada por las vacunaciones. Hasta ahora ha evolucionado de forma natural, pero previsiblemente las mutaciones aumentarán porque el virus buscará la manera de resistir a las vacunas.

Exactamente, eso se denomina ‘presión selectiva’. Cuando en el laboratorio trabajas con un cultivo de virus, es decir, infectas células y luego les añades un anticuerpo, generalmente matas el 99 % pero queda un 1 % o menos de virus que ha escapado y que, aunque le añadas más anticuerpos, se hace resistente. Es lo que sucede en las personas que están inmunizadas, tienen anticuerpos y un sistema inmune que está controlando los virus actuales. Pero ¿qué pasa si son reinfectadas, el virus muta y escapa a esos anticuerpos? Tenemos que estudiarlo.

Los virus son muy inteligentes, tratan de escapar a la presión inmune y por eso mutan. Puede ser importante combinar vacunas para estimular distintos tipos de respuesta humoral y celular que se sumen y generen mayor protección. Es lo que perseguimos con nuestra vacuna y otras que estamos desarrollando a través de un proyecto con la fundación La Caixa. Lo planteamos en mayo, antes de que aparecieran nuevas cepas del SARS-CoV-2, para desarrollar otras vacunas que sirvan ante mutaciones de este coronavirus u otros que seguramente aparecerán.

¿Cuánto nos va a durar la inmunidad con las vacunas? ¿Sabemos algo más al respecto?

Hay que esperar. De momento sabemos que hay personas que durante 8 o 9 meses mantienen los anticuerpos. Un aspecto importante de nuestra vacuna es que con ella logramos una respuesta fuerte de anticuerpos y de linfocitos T que, además, genera memoria. Esta amplitud de respuesta inmune no parece ser la misma en las vacunas de ARN mensajero de Pfizer y Moderna, que producen menor reactivación de los linfocitos T. Por eso digo que unas vacunas pueden complementar a otras para luchar contra el virus. Creo que las del CSIC van a tener un uso amplio, tanto como vacunas independientes como en combinación con otras.

A raíz de publicar la entrevista a Margarita del Val, muchas personas plantearon preguntas en las redes sociales. Ella apuntó que quienes ya han pasado la covid-19 también pueden vacunarse porque, aunque estén algo protegidas, las vacuna les va a proteger aún más. Alguien preguntó: si una persona está pasando la covid, ¿debe vacunarse?

Como no sabemos el grado de inmunidad conferida, la vacuna da una seguridad mayor. Una persona que haya sido infectada tiene un nivel determinado de respuesta inmune, ¿hay que vacunarla? Si no tiene ningún síntoma de la enfermedad, sí, porque la vacuna puede reforzar su sistema inmune. Pero a alguien que tenga síntomas, no le haría falta. Habría que esperar a que lo pasara para vacunarlo. Con síntomas graves, la vacuna no hace nada.

¿Habrá que vacunar a los niños y niñas?

También se están realizando ensayos clínicos. Serán vacunados más adelante, seguramente se vacunará a toda la población. Habrá que ver a partir de qué edad se considera que es conveniente y eso lo dirán los ensayos clínicos.

Algunas personas también se preguntan si pueden participar en los ensayos clínicos que se realizan para testear las vacunas.

Sí, los ensayos se realizan en hospitales y ellos los publicitan. Quien cumple los requisitos, en principio puede formar parte del ensayo. Hay que dar las gracias a todas las personas que generosamente quieren contribuir a que avancemos en la lucha contra esta pandemia.

*Mónica Lara del Vigo es redactora de CSIC Cultura Científica

Fuente: CSIC

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sábado, 30 de enero de 2021

Si te dan 1 y te quitan 5,"jo`mío", ¡que te acaban de quitar 4! ¿O es que no te enteras? Si dan 1 y te quitan 5, pues que por el alma la abuela te quitan 4, ¿captas o no? Si es muy fácil hombre. Que si te dan 1 y te quitan 5, pues te agarrapiñán, mangan, evaporizan, roban o birlan 4, que el nombre es lo de menos. ¿Ves que fácil? Si es lo que te decía al principio.



 CONCENTRACION EN MÁLAGA

30 ENERO

12 HORAS

PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN

El sábado Málaga saldrá a la calle exigiendo un reparto de los Fondos Europeos en beneficio de las personas y la vida

El próximo sábado 30 de enero Málaga sale a la calle exigiendo un reparto de los Fondos

Por CGTA Publicado el 29 Ene, 2021

A las 12h en la Plaza de la Constitución de Málaga, distintos colectivos llaman a un reparto social y ecológico de los fondos que están por llegar de Europa, que han dado por denominar “de reconstrucción”.

Organizaciones ecologistas, sindicatos alternativos y colectivos sociales saldrán a la calle el próximo sábado a manifestarse contra el previsible modo de reparto  de los fondos europeos para la recuperación y reactivación económica que van a ir a parar a las mismas grandes empresas y a los sectores  industriales que nos han llevado a la grave crisis climática, social, económica y sanitaria que padecemos actualmente.

Los gobiernos ya se están repartiendo el pastel dejando olvidadas las propuestas del tejido social o el fortalecimiento de los servicios públicos y sociales, y ni  siquiera han dado cabida en el reparto a la mediana y pequeña empresa.

Por otro lado, es necesario recalcar que los fondos de los que se van a beneficiar estas grandes empresas no son gratuitos; proceden de la emisión de deuda y serán costeados por toda la ciudadanía en el futuro. Además de tener que devolver el préstamo, tendremos que pagar peajes como las reformas que debilitan el sistema público de pensiones, alargan la edad de jubilación y  precarizan aún más las condiciones laborales.

Ante esos nefastos augurios para quienes tienen complicado llevar el pan a su casa cada día o les cuesta hacer frente a las facturas de los suministros básicos o comprueban como los servicios públicos son especies en extinción y un medioambiente que grita socorro, desde Ecologistas en Acción, CGT, XR Málaga, CIDESGreenpeace Málaga y COESPE Málaga hacemos un llamamiento a toda la sociedad malagueña y resto colectivos sociales a que el sábado 30 de enero a las 12h, muestren su preocupación desde la Plaza de la Constitución por el destino que se piensa dar a esos fondos europeos y a exigir que sean para las personas y para sostener la vida en el planeta.

Es prioritaria la potenciación de los servicios públicos sanitarios, de enseñanza, sociales, pensiones, cuidados… la apuesta por la bici y el ferrocarril convencional como medio de transporte más seguro y respetuoso con el medioambiente, una renta básica que garantice la cobertura de las necesidades mínimas de cada persona y la renaturalización de los pueblos y ciudades, poner fin a la especulación urbanística y a la presión sobre el litoral, defender el agua como bien común no privatizable, … un mundo y una Málaga para poder ser disfrutados de verdad, en el que todas y todos tengamos garantizada una vida digna.

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jueves, 28 de enero de 2021

Anuncio político-ideológico edulcarado, oportunista, demagógico y cínico, digno de un gobierno autonómico servil y rastrero en defensa de la minoría capitalista nacional e internacional, que a su vez, es igual de digno de un gobierno central igual de servil y rastrero que el anterior por defender el mismo tipo de intereses, con la única diferencia de que posiblemente los diferentes grupos de capitalista que cada uno defiende sean distintos (bueno o malos no, distintos). Y es que seguramente en toda la historia no hay habido ni mayor ni mejor filón (incluyendo el negocio de la Primera y Segunda Guerras Mundiales) para el negocio de los grandes capitales el que el Covid-19. El crimen que anuncia el Diario de Sevilla, que para eso está: no para informar, sino para desinformar e intoxicar a la opinión pública (a los que votan PP, Vox y ciudadanos también) como método para que la minoría capitalista cada vez tenga más capital en detrimento y en perjuicio de la inmensa mayoría de la población no es el primigenio ni el más grave. Sencillamente es otro más. El crimen comienza desde el primer momento en que sale el primer céntimo de las arcas públicas (o sea, de los impuestos pagados mayoritariamente por los trabajadores que constituimos la inmensa mayoría de la sociedad) para regalárselo a los criminales del capital con el negocio criminal de los hospitales particulares que utilizan la enfermedad de las personas para enriquecerse. De aquí parte el crimen de que hoy no haya hospitales públicos para atender el Covid-19. De aquí parte el que hoy no haya dinero para las pruebas masivas, a todo el mundo, para detectar a los contagiados a fin de confinar a estos y tratarlo adecuadamente, en vez de confinar a todo el mundo como indican los que entienden. Y de aquí parte, como caso particular, la aplicación (cuando se aplique, que se aplicará, que para eso se hizo, para aplicarlo) del artículo 135 de la Constitución mediante el cual el Estado puede dejar de pagar sueldos públicos, pensiones o cualquier otro servicio público para destinar esos fondos al pago de la deuda pública. ¿O es que esto solo lo veo yo solo y no los Gazmoñines y Periquitas que están el gobierno hoy y que son la tira de listos y listas o incluso más, con una de eco por delante y otra de verde por detrás –es que yo soy muy eco-verderol y no quiero que se diga de mi-? Y, de aquí parte el crimen… Bueno, crimen, crimen no, porque es de llanto. Bueno, de llanto, llanto tampoco, porque es de darse cabezazos contra el canto de una esquina para morir encantado (supongo que el lector ya sabe que morir encantado es morir dándose cabezazos contra el canto de una esquina), al comprobar cómo los trabajadores (aquí servidor, trabajador, por si acaso) como afectados en primera persona, además de sus familiares e hijos, esas criaturitas de Dios que tanto se quieren, ni se inmutan, quiere decirse, que les importa un pijo, yo lo digo por ni se cantean, nada más, ante el anuncio de que continúe llegando dinero públicos al criminal negocio de la sanidad particular, quitándoselo a la sanidad pública que tanta falta le hace. Y ahora ya como amigo, hablando de otra cosa: que yo reconozco que todo lo anterior ha sido un pronto radical propio de un rojo horripi-comunistatis trepa que trepa que trepa, de modo que para terminar como amigos, de el lector (yo me refiero siempre a los trabajadores) por no leído cuanto antecede no sea que se me vaya a mosquear y se me empiece a sonrojar (que eso es también rojería) al caer en la cuenta de que la dignidad personal se tiene o no se tiene. ¿Qué no se tiene?, pues si no se tiene no se tiene, oiga, ¿qué quiere usted que haga yo? A ver si al final voy a tener la culpa también.

 

El SAS derivará pacientes a la sanidad privada si le faltan camas

·         Salud aliviará la presión causada por el Covid con el envío de enfermos de distintas patologías

Juanma Moreno y el consejero de Salud visitan las instalaciones del Infantil del Virgen del Rocío / EFE

J. M. MARQUÉS PERALES

DIARIO DE SEVILLA

28 Enero, 2021 

La Consejería de Salud ha comunicado a la patronal de los hospitales privados que puede enviarles pacientes de distintas patologías, incluidos los de Covid, a sus centros. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha realizado este anuncio durante una visita al hospital infantil del Virgen del Rocío. No obstante, y desde la primera ola, los gobiernos contaban con la potestad para utilizar recursos privados si hiciesen falta. Lo que ha hecho el SAS ahora es avisar a los privados de este hecho ante la magnitud de la tercera ola.

Moreno ha explicado que quiere poner "todos los recursos de la sanidad, pública y privada, al servicio de los andaluces". Los pacientes que vayan a servicios privados no tendrán que abonar ninguna cantidad, aunque el SAS sí abonará estos tratamientos a las empresas propietarias. No ha ofrecido una cifra estimada de cuánto prevé gastar el SAS en estos servicios. No obstante, desde el Gobierno andaluz se ha explicado que en los Presupuestos de 2021 hay "una hucha Covid" para imprevistos por valor de 450 millones de euros, que es de donde saldrían los fondos para pagar a las privadas.

El coste se calculará en base a los precios que existen y ya se aplican al derivar por ejemplo pruebas diagnósticas o intervenciones a la privada.

La Junta tiene puesto en marcha un plan para atender 4.500 hospitalizados por Covid, y ya ha aprobado otro ampliado a 7.500. Pero esto se consigue a base de suspender intervenciones a otro tipo de pacientes, de ahí que al sector privado se vayan a enviar distintas patologías.

Lo que se pretende es que ningún paciente tenga que esperar en los pasillos a que se le adjudique una cama en un hospital púbico o que no se encuentre sitio en las UCI.

Ese plan de 4.500 pacientes también incluye la apertura de centros no sanitarios, como albergues públicos, en varias provincias como residencias hospitalarias, pero por el momento esto no ha ocurrido. El SAS confía en la incorporación del Hospital Militar de Sevilla a la red del SAS, lo que ocurrirá en los próximos días, para aliviar la situación en esta provincia. Las obras de adecuación está casi finalizadas, lo que permitirá sumar un centro más al conjunto hospitalario público. El de Benalmádena también se debe activar en las próximas semanas, lo que ayudará a los hospitales del Campo de Gibraltar, que es una de las comarcas más afectadas por el Covid.

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martes, 26 de enero de 2021

Huelga General. ¿Cosa de mujeres y hombres separadamente, cada cual tirando de la manta por una punta? La reina Leticia no tiene nada de “opresión patriarcal”; la mujer de Ivan Espinosa de los Monteros que cobraba honorarios indebidamente, tampoco; la señora Botín del Banco de Santander, una mujer de las que más poder efectivo tiene y más oprime en España, tampoco; Margarita Gil Robles del PSOE, tampoco; Cristina Cifuentes, tampoco; Esperanza Aguirre, tampoco; la señora Botella esposa de José María Aznar, tampoco; la señora Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid, tampoco; la ya fallecida Margaret Thatcher, madre, prima o impulsora de la ruina de los trabajadores ingleses, tampoco; Christine Lagarde, la señora del FMI que deseaba que los viejos nos muriéramos, tampoco; Ángela Merkel, tampoco; la señora Corinna, amiga, conocida, intima, confesora o lo que fuera del que era Rey de España, Juan Carlos UNO, que por darse un rodillazo con una banqueta o que tuvo sus más y sus menos con las sábanas de la cama, por lo que acabo llevándose unos cuantos millones de euros de los españoles, tampoco; la amiga, compañera, colegui, trota caminos o lo que fuera, con su sueldo público aparejado, de Federico Trillo que había sido premiado con la Embajada en el Reino Unido, tampoco; la señora Rudi del PP, tampoco; Susana Díaz del PP, tampoco; la ex diputada del PP, Ana Mato, que era cortita de vista porque ni siquiera llegaba a ver los cochazos aparcados en su aparcamiento, tampoco; Patricia Ortega, general del ejército de España, tampoco; la mujer del euro parlamentario del PP, Leopoldo López, entera y redondamente natural de Venezuela (como si en España no hubiera numerosos españoles de buena bandera en la muñeca para cumplir los cánones exigidos por la jefatura del PP que den acceso al cobro de un sueldo público) afincado en España, tampoco; la mujer de Iñaki Urdangarín, Urda para los amigos, tampoco… Y así, unas cuantas más, lo que vendría a indicar que la cuestión de la opresión, represión no hay que buscarla, porque no está, en el sexo de las personas sino en las relaciones de producción basadas en la violencia, de donde se traslada a la raíz de la sociedad (en nuestro caso, la sociedad capitalista, que es a la que hay que derribar para sustituirla por las relaciones de producción de colaboración socialistas, donde no habrá mujeres y hombres trabajando, sino personas) manifestándose en todas las esferas sociales de múltiples formas. Y, como esto no se tenga claro, clarito. Tan claro como la sopa de un asilo, es más que dudoso que una huelga general (UGT y CCOO ya han organizado varias) que no tenga como fin el derrocamiento del modo de producción capitalista (lo que exige lo que ni por asomo tenemos actualmente los trabajadores: conciencia de clase y organizaciones sociales, sindicales y políticas mayoritarias) es más que dudoso que pueda tener efectos positivos, no par la muer, sino para los trabajadores, donde están incluidas las mujeres. Y, naturalmente, esta es mi opinión y sin considerarme ni hombre ni mujer, sino persona trabajadora. Persona trabajadora, que eso sí, que tiene el aparato reproductor genital varón, al que por cierto, le gusta y desea el aparato reproductor genital femenino, pero no por machismo, sino por simple imperativo natural, dado que el sexo y el hambre son las dos característica naturales e intrínsecas e invariables del ser humano.


¡Necesitamos una nueva huelga general feminista el 8M! Debates en la asamblea de la comisión del 8M de Madrid

Foto de archivo

 TERCERAINFORAMCION / 26.01.2021

El pasado domingo 17 de enero se celebró la asamblea general de la Comisión 8M de Madrid. A pesar de casi un año de inactividad por parte de la comisión, fuimos alrededor de 200 compañeras las que participamos – presencialmente y online–. La razón de esta afluencia es muy sencilla: frente a la idea de que la pandemia lo ha parado todo, lo cierto es que la opresión y violencia contra nosotras se han recrudecido de forma extrema en estos meses. Somos muchas, muchísimas las que entendemos que es urgente acabar con esta situación retomando la lucha con todas nuestras fuerzas.

El año de la pandemia recrudece nuestra opresión. ¡Hay que volver a levantar la bandera de la lucha!

Estos meses de pandemia han desenmascarado cruelmente la catástrofe social provocada por un sistema en el que imperan las ganancias de un puñado de magnates por encima de todo. Somos las oprimidas entre los oprimidos sobre quienes más se está descargando el peso para mantener este orden injusto de cosas: el desempleo, la extensión de la pobreza, ocupamos los trabajos más precarizados…

A toda esta situación, tenemos que sumar el aumento galopante de la violencia machista. Encerradas en casa con nuestros maltratadores, sin recursos y aisladas, el confinamiento ha expuesto a miles de mujeres a sobrevivir diariamente en una cárcel de opresión. Además, la explotación sexual en todas sus formas se ha disparado.

Por esto mismo, las compañeras de Libres y Combativas, el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria, defendimos en la asamblea del 8M que tenemos que volver a armarnos con la herramienta más contundente que poseemos: una huelga general feminista que lo paralice todo. La huelga es la forma más efectiva de unir nuestras fuerzas en una sola voz. ¡Así podemos golpear donde más les duele a todos esos explotadores y explotadoras que se están haciendo de oro a nuestra costa sometiéndonos a una situación imposible en esta pandemia!

Al igual que nosotras, fueron otras muchas trabajadoras y jóvenes, las que se expresaron en este sentido. Y es que la experiencia del 2018 y 2019, deja un balance claro al respecto.

¡Qué nada ni nadie frene nuestra lucha! Necesitamos un feminismo revolucionario y democrático

A pesar de este ánimo general por retomar la lucha, la actitud de las responsables de moderar la asamblea, la mayoría de ellas vinculadas a organizaciones que sostienen al Gobierno, se manifestaron de manera hostil a la propuesta de la huelga. No sólo eso, sino que elaboraron toda una estrategia para evitar una discusión genuina y democrática en la asamblea: se nos dividió en 22 salas virtuales separadas y se argumentó que para ser efectivas era imposible tener un plenario al uso. No sólo no pudimos poner en común nuestras opiniones, sino que estas autoerigidas moderadoras –todas abiertamente contrarias a la huelga– fueron las encargadas de seleccionar lo más significativo de la discusión en cada sala. Después otras tres personas que nadie había elegido se juntaron a puerta cerrada para decidir lo que se “consensuaba”: según ellas el sentir mayoritario era contrario a la huelga este año.

Esta metodología antidemocrática se combinaba con argumentos muy perniciosos: “no podemos convocar huelga porque la economía está muy mal”, “hacer huelga es un privilegio” o que no se puede exigir la nacionalización de la sanidad privada porque “eso no tiene que ver con las mujeres». Un completo sinsentido.

Estas ideas y prejuicios dan munición precisamente a quienes nos oprimen y explotan en el día a día para hacernos pensar que esto es lo que hay, y que no tenemos posibilidad de cambiar las cosas. ¿Por qué tenemos que asumir el coste de esta crisis? ¿Por qué tenemos que quedarnos de brazos cruzados ante esta situación?

Nosotras nos preguntamos: la economía está muy mal ¿para quién? Mientras la clase trabajadora, y especialmente las mujeres de nuestra clase, sufrimos una situación deplorable, hay quien vive una realidad radicalmente distinta. Los grandes empresarios, los banqueros y banqueras, los especuladores del Ibex 35 están haciendo fabulosos negocios e incrementan sus riquezas. Además, también planean una ofensiva de austeridad y ataques para seguir aumentado sus ganancias, como muestra el caso de la reforma de las pensiones o el incremento de la factura de la luz. La manera de enfrentar esta situación de clasismo y violencia aberrante no es dar una imagen irreal de debilidad dando un paso atrás y renunciando a la huelga general que conquistamos años atrás, sino organizar un movimiento masivo que amplíe nuestras fuerzas.

Por otro lado, si algo ha vulnerado el derecho a huelga y perpetuado la situación de semiesclavitud entre los sectores más precarizados de las mujeres es la política de paz social impuesta por los dirigentes sindicales y su resignación a asumir el mal menor frente a la ofensiva de la patronal. La renuncia a la lucha o a ejercer los derechos nunca fue una ayuda para las capas más oprimidas. Todo lo contrario. La única manera de romper con el aislamiento a la que las compañeras en condiciones más precarias o inmigrantes han sido abandonadas por la inacción de los dirigentes sindicales no es aceptando como irremediable su realidad, sino con el respaldo y la fuerza del conjunto de la clase trabajadora para defender también sus derechos. En esa estrategia, retomar la huelga general feminista exigiendo a los sindicatos convocarla es una pieza clave.

¡Sí tenemos alternativa a esta catástrofe! Los derechos se conquistan luchando

Este debate se da en un momento en el que Unidas Podemos dentro del Gobierno ha renunciado a la calle y a las grandes reivindicaciones bajo el argumento de que no existe “una correlación de fuerzas favorable”. Siguiendo esta lógica, las compañeras que dirigen la comisión 8M piensan que es mejor tratar de institucionalizar nuestras demandas. Pensamos sinceramente que están profundamente equivocadas.

Las compañeras de la comisión 8M no deberían aceptar la lógica del mal menor, ni dar por buenas las excusas que desde el Gobierno PSOE-UP se esgrimen para no pasar a la acción decididamente contra quienes se benefician con nuestra postración. Ninguno de nuestros problemas se solucionarán en despachos, ni acuerdos institucionales. Tampoco pidiendo colaboración a las súper ricas que nos explotan –como hacía Irene Montero hace unos días en la clausura de una “cumbre feminista” de la revista Forbes–. Cualquier cambio real en nuestras vidas implica enfrentarse abiertamente a la patronal, la judicatura machista, la jerarquía de la Iglesia Católica o el lobby proxeneta.

Desde Libres y Combativas, el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria tenemos claro que ahora más que nunca tenemos que impulsar la fuerza que hemos ganado en las calles sin dar tregua. Convocaremos huelga general estudiantil para contribuir lo máximo posible a que este 8M sea un gran día de lucha con millones en pie contra la violencia machista y el sistema capitalista que la ampara. Un paso más para levantar un genuino movimiento de combate por nuestra liberación y que sólo podremos desempeñar armadas con un feminismo revolucionario y anticapitalista, que se base en nuestra fuerza en las calles y no se deje domesticar ni institucionalizar. Que sea capaz de poner en jaque al sistema capitalista y su opresión patriarcal con un programa para transformar la sociedad.

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Colombia como Barrio de Bilbao o porque Bilbao y Colombia son Barrios de mi pueblo, Isla Mayor, o porque en todas partes cuecen garbanzos, o porque 1 + 1 = 2; 2 + 2 = 4; 4 + 4 = 8 o por lo que quiera cada uno de ustedes + 1, me guste a mí o no me guste.

 

Nuevo momento en la lucha de clases y posibilidades de cambio

 


Por Aureliano Carbonell 

Fuentes: Rebelión

23/01/2021 

En Colombia, en este 2021 y en los años inmediatamente siguientes, tienden a darse luchas sociales y políticas de mayores dimensiones a las que se presentaron en los últimos 12 años, los que, recordemos, han marcado desde el 2008 un nuevo ascenso de la movilización social.

Dadas las características que ésta ha presentado, sobre todo en los últimos tres años, los procesos y las luchas futuras, además de presionar  reivindicaciones inmediatas, tenderán a incorporar demandas de mayor trascendencia política y de cambio, tal como viene siendo la característica en los últimos tiempos.

Independientemente de la próxima coyuntura electoral, o sin ceñirse exclusivamente a ésta, es claro que se está configurando en los años recientes, como una posibilidad real, la emergencia de un nuevo gobierno que apuntale soberanía y cambios; un escenario probable más no inexorable.

En la conformación de este escenario, inciden  los problemas históricos acumulados y las luchas que vienen de atrás, pero también cuestiones más recientes, como el ascenso de procesos por exigencias sociales y políticas dados los incumplimientos que se arrastran, el desgaste y las dificultades crecientes que evidencian la incapacidad del actual gobierno, con la intensidad que tiende a cobrar en lo inmediato y en el nuevo contexto latinoamericano y mundial que se está desarrollando, acelerado  ahora por la pandemia.

El virus frenó temporalmente el ascenso de la lucha social, la que en el 2019 mostró la mayor fuerza de la última década. No obstante ese paréntesis generado por esta pandemia, fue cediendo, y en el segundo semestre del 2020 pudieron constatarse expresiones tan visibles como las movilizaciones del 9 y 10 de septiembre, brutalmente reprimidas por la policía.

Para este 2021 y los años inmediatamente siguientes, se diagnostican y se perciben nuevas y mayores luchas y movilizaciones, al igual que una mayor confrontación política. La pandemia impuso sólo ese paréntesis, que suma razones a los pliegos por la gestión tan pésima de la misma.

Nuevo momento en la lucha de clases

Si logramos mirar más allá de lo superficial y del día a día, nos daremos cuenta que en los años recientes se ha estado perfilando en el país un nuevo momento de la lucha de clases y de las posibilidades  de cambio, a pesar de la continuidad del terrorismo de Estado, del paramilitarismo y del terrible y creciente asesinato de líderes sociales y  excombatientes de las FARC  desmovilizadas [1].

Colombia no es ajena a lo que se presentó en el continente latinoamericano en la primera década de este siglo XXI,  ni de lo que tiende a reeditarse en la actualidad.  Estamos ante nuevas realidades, imperceptibles en algunos casos, pero reales y en desarrollo, lo que demanda a quienes estamos comprometidos con los cambios y con otro futuro para los colombianos, a replantear y ajustar varios  de los diseños que habíamos construido para momentos y situaciones anteriores.

En este 2021 y en los dos, tres, o cuatro próximos años, tiende a acrecentarse el rechazo al actual gobierno o a otro de carácter igualmente oligárquico y mafioso; tiende igualmente, como ya se ha planteado, a acrecentarse significativamente la lucha social y política de los de abajo y de los sectores medios, desatándose coyunturas de crisis de gobernabilidad, de mayores y mejores opciones de cambio y de nuevo gobierno.

Todo ello en razón de las nuevas realidades en desarrollo en el país, en el continente y en el contexto mundial, en especial, en este último caso, con la decadencia y la progresiva pérdida de hegemonía de los Estados Unidos como centro imperialista, cuestión que se ha hecho más evidente en los últimos tiempos.

Hechos relevantes

a. En Colombia desde el 2008, cuando la Minga indígena y popular del Cauca, asistimos a un nuevo ciclo de ascenso de las luchas sociales y de las luchas políticas de masas. Ese ascenso si bien ha sido irregular, se ha mantenido y ha tenido cada vez mayores alcances.

b. Son inéditos en los últimos 100 años de nuestra historia, los resultados de los comicios presidenciales del 2018, marcando un nuevo momento en la disputa institucional con las fuerzas oligárquicas y del imperialismo. Recordemos que en esas  elecciones, el candidato de la oposición de centro-izquierda, logró un  43% del total de la votación.

c. El desgaste del actual gobierno, el ascendente rechazo de la población y las dificultades crecientes que se le están presentando, junto con el debilitamiento de la hegemonía de la ultraderecha uribista.

d. Los efectos y las tensiones sociales que está generando la crisis económica, agudizada por la pandemia del Covid-19. A fines de enero ya estaremos por encima de los dos millones de contagios y con un aproximado de 50.000 muertos; el crecimiento del PIB en Colombia, según la CEPAL, se contrajo el año 2020 en un -8%,  lo que no se presentaba desde hace muchas décadas; el desempleo en el tercer trimestre estaba por el 14% y la informalidad se acercó al 60%.

Históricamente, en los momentos de crisis económica, se han presentado grandes estallidos sociales, se han multiplicado las luchas de los pueblos y se desatan coyunturas de cambio.

La situación actual es tan crítica que Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, ha advertido que ésta es la peor crisis para la región desde hace un siglo. No es casual que la CEPAL advierta que “Las cicatrices que deja la mayor crisis en décadas, con un aumento de los niveles de desempleo y pobreza, así como de la desigualdad, podrían intensificar las tensiones sociales latentes…” (El Mercurio. Chile. «La peor crisis económica de los últimos 120 años«. 16 de diciembre de 2020).

e. En la actualidad persisten las fricciones ínter-oligárquicas presentadas en los últimos ocho años por diferentes razones, lo que ha contribuido a achicar el consenso con el sector oligárquico y político que prima en el actual gobierno, y le abre mejores espacios al campo popular, a la movilización, a la oposición política y a las opciones de cambio.

f. El desprestigio que al momento registran instituciones como la Fiscalía, el ejército y la policía, y otras encargadas de control, es el mayor en los cuarenta últimos años, según distintas analistas y sondeos de opinión.

g. En las movilizaciones del año pasado, especialmente en las del segundo semestre, ganó fuerza el grito que planteaba la salida o caída de Duque. Está el interrogante de si este reclamo logrará prender ahora en este 2021, si será amplificado y articulado en sectores más amplios de la población y si tomará más fuerza en el país, dada la malísima gestión de este gobierno y el clima social y de inconformidad que se ha manifestado desde los primeros  meses de su posesión en agosto de 2018, a lo que habría que agregar las situaciones que está generando la agudeza y la prolongación de la  pandemia.

h. La situación del continente está cambiando nuevamente de manera favorable para los pueblos. En el 2019, en Chile, Ecuador, Haití y Colombia, se presentaron las protestas y movilizaciones sociales más fuertes y prolongadas de los últimos años en cada uno de esos países; finalizando el 2020 estalló la  crisis de gobierno y de gobernabilidad en el Perú y se dieron inéditas movilizaciones en Costa Rica. En México y Argentina, se ganaron gobiernos progresistas y a un año del golpe de Estado en Bolivia, el Movimiento al Socialismo (MAS) ganó las elecciones y accedió de nuevo al gobierno. Cuba sigue resistiendo e irradiando su voz de aliento y Venezuela sobrevive a la feroz ofensiva norteamericana y europea.

i. Un factor reciente, de gran relevancia, que suma a los anteriores para configurar un nuevo momento de la lucha de clases, proviene de las situaciones que se están presentando en los Estados Unidos, como  potencia imperialista. Con China está perdiendo su primacía económica; es el país más afectado por la pandemia, con casi 25 millones de contagios a la fecha y más de 400.000 muertos; le ha estallado una crisis política, de legitimidad y de paradigma democrático, retratada en las movilizaciones cuando el asesinato del afroamericano George Floyd, y sobre todo, de manera especial, en  los sucesos de este pasado 6 de enero en el Congreso, verificada en las inéditas tensiones para la transición presidencial.

Cuando el Imperio, el centro, se debilita, cuando empieza a ser manifiesto su declive, cuando va siendo más aguda, intensa y palpable su crisis, se amplían las posibilidades de emancipación de los pueblos. Recordemos nuestra propia historia, cuando la crisis del imperio español y las mejores condiciones que ello generó para la lucha por la independencia en el continente.

Posibilidad histórica

Si bien no están alineados todos los astros, sí se está configurando un momento histórico favorable para avanzar. En este contexto es vital y decisiva  la clarividencia, la decisión, la acción y la oportunidad del componente subjetivo y por tanto el empuje de las fuerzas populares, progresistas, de cambio y de futuro en el país.

Estamos ante una posibilidad histórica que podría esfumarse una vez más, si no la enfrentamos juntos,  con  lucidez, audacia y unidad, pensando más allá de los intereses particulares de cada corriente, fuerza o sector, con visión de país y de contexto continental.

Tiene asidero ahora, pensar en un mayor protagonismo e incidencia de las luchas sociales, en distintas dinámicas extra-institucionales e institucionales de lucha política, en la obligatoriedad de avanzar en la construcción de un gran bloque popular y democrático, en alimentar y propiciar situaciones que desnuden y sumen a una  crisis de gobierno y que aporten a la opción de cambios, así éstos tengan que ser aún muy elementales, pero sí inscritos en una perspectiva de futuro.

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[1]. A este 17 de Enero del 2021, según los registros de INDEPAZ, en los últimos 4 años, después de la firma de paz de las FARC, han sido asesinados 1.127 líderes sociales y 253 excombatientes, a lo que habría que agregarle la estigmatización, la persecución y las detenciones de  activistas de izquierda y dirigentes sociales, tal como se puede verificar en los reportes de distintas organizaciones de derechos humanos, entre otras el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos y el Colectivo José Alvear Restrepo.

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