martes, 18 de abril de 2023

Jornadas internacionales sobre deuda y fondos buitre: Del 21 al 23 de abril en el Ateneo La Maliciosa de Madrid

 

Jornadas internacionales sobre deuda y fondos buitre: Del 21 al 23 de abril en el Ateneo La Maliciosa de Madrid

TERCERAINFORMACION / 17.04.2023

El fin de semana del 21 al 23 de abril se celebrarán en El Ateneo La Maliciosa de Madrid las Jornadas internacionales sobre deuda y fondos buitre. Serán tres intensos días en los que ponentes de distintos países y sectores abordarán presencialmente y en remoto, de manera crítica, las problemáticas de la deuda y los fondos buitre desde diferentes ángulos, con el fin de trazar un diagnóstico, intercambiar experiencias y buscar soluciones operativas a sus consecuencias.


La nueva crisis de deuda global, la deuda en Latinoamérica, en Europa o en España, concretamente en Madrid o en el País Valencià, son algunos de los títulos de las mesas sobre deuda territorial que correrán a cargo de nombres como Éric Toussaint, portavoz internacional del Comité para la abolición de las deudas ilegítimas (CADTM); Jorge Fonseca, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense; o Carlos Sánchez Mato, economista y exconcejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, entre otro/as.

También se analizará la deuda en determinados ámbitos, como el clima y la energía (por Alfons Pérez López, del ODG); o los medios de comunicación (por Pere Rusiñol, director de la revista Alternativas Económicas). Por su parte, las argentinas Luci Caballero y Verónica Gago, harán Una lectura feminista de la deuda, desgranando el libro del mismo título que han escrito al alimón.

Fondos buitre en diferentes países y sectores básicos esenciales

En cuanto a los fondos buitre, se abordará su actuación en diferentes países y sectores esenciales para la ciudadanía. Así, Julio Gambina (ATTAC-CADTM) hablará sobre sus consecuencias en Argentina; y Amina Koné y Agnes Adelaide Metougou (ATTAC- CADTM), en África.

Por su parte, representantes de distintos colectivos se referirán a la relación entre fondos buitre y vivienda (Coordinadora de Vivienda de Madrid / PAH), fondos buitre y sanidad (Audita Sanidad) y fondos buitre y transición energética (Ecologistas en Acción). Además, el periodista Manuel Rico, director de investigación de Infolibre y autor del libro Vergüenza. El escándalo de las residencias, analizará la relación entre fondos buitre y residencias de mayores.

En la mesa sobre las alternativas para impedir la actuación de los fondos buitre en la deuda de los estados y en sectores básicos, se compartirá la experiencia de la Ley belga contra los fondos buitre; Alejandro Aguilar Parrilla, secretario autonómico de Vivienda y Función Social de la Generalitat Valenciana, mostrará el Decreto Ley para hacer frente a las situaciones de vulnerabilidad y emergencia residencial en la Comunitat Valenciana; y miembros de la Plataforma contra los Fondos Buitre presentarán el borrador de la Ley que regule la actuación de los fondos buitre en el Estado español.

Las jornadas finalizarán con el lanzamiento y lectura del “Manifiesto de Madrid sobre deuda y fondos buitre”, que recogerá las diversas propuestas obtenidas a lo largo de las mismas, al que seguirá la presentación del libro El Banco Mundial. Una historiacrítica, por su autor, Éric Toussaint, portavoz internacional del (CADTM), y un ENCUENTRO-CONVERSACIÓN, moderado por Yago Álvarez (El Salto), entre Éric Toussaint y periodistas.

Las Jornadas internacionales sobre deuda y fondos buitre han sido organizadas por la Plataforma contra los fondos buitre, que está formada por Audita Sanidad, El pueblo que queremos, ATTAC España, Coordinadora de Vivienda de Madrid, CADTM, Ecologistas en Acción, FRAVM y Observatorio CODE. Y cuentan con la colaboración de la Fundación Rosa Luxemburgo y la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD).

Os esperamos.

Plataforma contra los fondos buitre.

Podéis realizar la inscripción gratuita a través de este enlace.

Podéis seguir las Jornadas por streaming a través del este enlace



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Vivienda, Sareb e hipocresía ¿A quién quiere engañar el Gobierno? [Si nos alejamos de la mondonga, la mortadela, de lo que le dijo el barquero a la niña bonita al pasar el rio y de los doce cascabeles que lleva mi caballo por la carretera, por fuerza se concluye que vale más un hecho que 1.205 campañas electorales. ¿Viviendas?, ea, pues viviendas, ya está dicho. Ni una palabra más. Ahora se me van ir ustedes a Zaragoza. Sí señor, Zaragoza, España, ¡Oeeé, oé, oé, oé, oé!!, tal cual lo leen, Bario de La Paz, esquina de las calles Pablo Parellada y San Juan Bautista. Pero váyanme con los ojos bien abiertos porque si los llevan cerrados se van a pegar ustedes un zoquetazo del Copón contra la dicha esquina que se van a joder las cejas del zoquetazo que se van a pegar, en cuya esquina se me van a encontrar 34 viviendas, 34, que promovió la Cooperativa de Viviendas El Camino compuesta por 34 trabajadores que de no haber sido por la Cooperativa hubieran tenido vivienda justo el día que a las ranas le salieran pelos.]Al decir trabajadores ha querido decirse trabajadores, que estamos hablando en serio. Por ejemplo, Juan Muñoz que era el Secretario era peón de la Fundición Averly, y por ejemplo, Torrejón, su presidente, era ebanista: El resto peones, o como mucho oficiales de oficios. Problemas tuvimos 1.001 más 6.002, que si sumo bien, hicieron un total de 7.003 problemas, empezando por el dinero para la compra del terreno que se pudo hacer gracias a unos avalistas (de ideología cristiana, pero tampoco muy de izquierdas, las cosas como son) y las cuotas de los socios de 250 pesetas al mes, excepto los meses de julio y diciembre que eran de 500 pesetas, la subvención de 30.000 pesetas por vivienda y el préstamo hipotecario de la Caja de Ahorros de Zaragoza Aragón y la Rioja una vez acabadas las obras. Y punto pelota. El único gasto de administración que hubo fue el mío que lo traduzco a especie porque de la cantidad no me acuerdo exactamente, pero daba sin sacar los pies del plato para el tabaco, un paquetito de Celtas y los fines de semana un paquete de Ducados con filtro (¡qué joder, un día es un día!) y para comprar los billetes de autobús y tranvía para asistir a clases. Y así se acaba con el problema de la vivienda, queridos (hombre, y con alguna cosilla más, pero no muchas más. Sin mindanguerías ni seres iluminados, por supuesto). Y si alguien se piensa que esto se hizo porque sonó la flauta, cojan camino de la plaza de Alcobendas, también en el Barrio de La Paz, y antes de llegar a la iglesia, se me van a pegar otro topetazo con siete viviendas (de las que nosotros tomamos ejemplo) sin formula Cooperativa ni ná, que se hicieron otros tantos trabajadores, la mayoría de ellos de la HOAC, cuya construcción tuvo todavía mucho más mérito que la de nuestras de 34 viviendas. De entre estos hombres yo recuerdo especialmente a José García, albañil, a David, chófer y Miguel Arellano, que iba al Mercado Centra a descargar mercancías. Nota muy pertinente, descargar camiones en el Mercazaragoza sería un buen remedio contra la sinvergonzonería política, aparte de devolver lo robado, caso del que haya robado]

 


Vivienda, Sareb e hipocresía ¿A quién quiere engañar el Gobierno?

 

Por Debates

El Viejo Topo

18 de abril de 2023 

 

Falta menos de un mes y medio y los diferentes partidos del Régimen aprovechan cada encuentro y comunicación ante los medios para iniciar su particular campaña electoral. Desde el Gobierno, tanto PSOE como Unidas Podemos usan la vivienda y la nueva Ley como primera bandera. Una hipocresía absoluta que no sostiene comparación con la realidad.

La semana pasada se aprobaba la Ley de la Vivienda, un primer marco legislativo que regula el mercado inmobiliario en el Estado español. Como comentamos en este mismo diario, esta ley fue elaborada por los dos partidos del Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, hace más de un año, pero ha sido ahora cuando ha sido validada y aprobada por sus socios en el Congreso, ERC y EH Bildu.

En la citada noticia, ya apuntábamos todas las demandas que se quedaban sin recoger en esta Ley, demandas que son defendidas por los principales colectivos y plataformas de inquilinos y antidesahucios.

Ni se pone tope al alquiler, ni se pone freno a la especulación y ni mucho menos se hace frente al negocio de los fondos buitres y los bancos. Nada de eso está incluido en esta “progresista” Ley de vivienda. Todos estos aspectos han sido denunciados tanto por la PAH como por plataformas de inquilinos y antidesahucios de Madrid y Barcelona, las poblaciones donde la especulación y los altos precios de la vivienda provocan más daño.

Pero como decimos, es temporada de campaña electoral, no de forma oficial pero si oficiosa, y los partidos políticos redoblan su ya habitual hipocresía. Este fin de semana ha sido el turno del PSOE y de Unidas Podemos. Y ambos, con la cuestión de la vivienda como foco.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la clausura de la conferencia municipal del PSOE celebrada en Valencia, ha sacado pecho del texto legislativo aprobado hace apenas unos días. Pero además añadió un nuevo compromiso. El actual presidente del Ejecutivo aseguró que se van a movilizar 50.000 viviendas y terrenos del SAREB (el banco malo) para alquiler y compra de vivienda pública. Es decir, usar aquellos activos “tóxicos” que el Gobierno de Mariano Rajoy y sucesivos compraron a los bancos.

Además, en un momento de inspiración de pre campaña en el que se puede decir cualquier cosa si ningún tipo de responsabilidad de realizarla, aseguró que, aún sin fecha, se comprometía a elevar el porcentaje de parque de vivienda pública en el Estado español a un 20% frente al 3% actual.

Unidas Podemos, no tardó en salir al paso, para decir que esta cuestión era algo que desde su formación se venía reclamando hacía mucho tiempo, y lamentaba que esta decisión no se tomara antes. Incluso apuntó que el uso de los activos de la SAREB debería ser mayor a esas 50.000 viviendas, ya que quedarían aún cerca de 15.000 activos para usar.

Pero más allá de estas palabras, hay dos cuestiones tangibles que no entienden de falsas promesas y que desmontan todo triunfalismo que se desprende desde el Ejecutivo.

En primer lugar, es la propia Ley de la Vivienda que cómo ya hemos comentado, es absolutamente insuficiente y no recoge las principales demandas de los colectivos y plataformas que llevan años organizándose y defendiendo los derechos de los inquilinos.

Y en segundo lugar está la realidad de miles y miles de familias en el Estado español. Pedro Sánchez habla de la movilización de 50.000 viviendas para aumentar el parque de vivienda pública, pero es que la situación es mucho más dramática.

En 2022 se produjeron 38.266 actuaciones de desahucios, según el propio Consejo General del Poder Judicial que divulgó estos datos. En 2021 fueron 41.259 las actuaciones que se efectuaron para echar a la gente de sus casas. Y solo por coger las cifras de los dos últimos años.

Entonces, si no se toca el precio del alquiler, no se pone tope a la subida de precios, no se frena la especulación de la banca y los fondos buitres, solo nos queda preguntarnos ante tanto triunfalismo “progresista” ¿a quién quiere engañar el gobierno y los partidos que lo conforman?

La búsqueda constante de parches que no toquen los beneficios de los fondos buitres y la banca y que no aborden este problema de forma estructural, se deshacen como azucarillos cuando se topan con la realidad. Las medidas aprobadas, e incluso las prometidas, son totalmente insuficientes.

La problemática de la vivienda está condicionada por la precariedad laboral a lo que se suma la voracidad de la lógica capitalista muy especialmente en mercados como el de la vivienda. Esto nos sitúa en un grave problema estructural.

Ahí que el problema de la vivienda necesite de soluciones de fondo, radicales, que toquen los intereses de los grandes tenedores de vivienda como la congelación de todos los alquileres, la intervención del mercado del alquiler bajo el control de los inquilinos, la expropiación de las viviendas de los grandes tenedores para crear un parque público de alquiler social.

Así como otras no exclusivas al ámbito de la vivienda como la incorporación inmediata de cláusulas de revisión salarial en todos los convenios que indexen el IPC de forma mensual y de forma automática o la nacionalización sin indemnización y bajo control de trabajadores y usuarios de los oligopolios de la energía y el trasporte entre otras.

Iván Vela

Fuente: Izquierda Diario

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30 años del asesinato neonazi de Guillem Agulló

 

Era la primavera de 1993 y Guillem tenía 18 años. En un país como el nuestro, tan volcado en los olvidos, corremos el peligro de que su muerte fuera una más de las enterradas en la desmemoria.


30 años del asesinato neonazi de Guillem Agulló


Alfons Cervera

El Viejo Topo

18 abril, 2023 

 


El 11 de abril de 1993 un grupo de jóvenes antifascistas, antirracistas, independentistas del colectivo Maulets, fueron a pasar unos días de Pascua a Montanejos, un pueblo de Castellón. En los pueblos de interior suelen ser fechas de acudir mucha gente a disfrutar de paisajes increíbles. Esos días nadie podía pensar en algo que no fuera la alegría de vivir. El joven compromiso militante del grupo no estaba reñido, para nada estaba reñido, con pasar esos días de fiesta en medio de esa camaradería que lo identificaba desde que sus miembros apenas levantaban dos palmos del suelo.

Pero esa alegría de vivir se enturbió cuando un grupo llegó al mismo sitio para convertir la fiesta en un crimen. Eran los llamados neonazis. Armados como siempre. Uno de ellos, Pedro Cuevas, le pegó una puñalada a Guillem que lo dejó en el sitio. En Burjassot, su pueblo cerca de València y con la iniciativa siempre de l’Associació Cultural Ca Bassot, recuerdan la vida y la muerte del joven cada 11 de abril para que su memoria no se pudra en las revueltas del olvido.

El juicio, celebrado dos años después, fue para morirte de la rabia. Allí estuvimos mucha gente. No se trataba de un asesinato político. Eso dijeron. Fue una simple reyerta entre jóvenes. Sólo eso. Los grupos de extrema derecha tienen manga ancha en un país que nunca ha borrado las palabras odio y franquismo de sus ideas ni de sus acciones. La muerte de un joven antifascista a manos de un nazi fue una riña de jóvenes airados. Menudo tribunal. Menudo juicio. Y más aún: de los catorce años a que fue condenado el asesino, cumplió cuatro y a vivir. Los demás miembros del grupo agresor fueron absueltos. En el año 2007, Pedro Cuevas se presentó a las elecciones municipales en Chiva, localidad valenciana a unos treinta kilómetros de la capital. El partido al que pertenecía el asesino era el ultraderechista Alianza Nacional. Una reyerta entre jóvenes sentenció el tribunal en el juicio. El cinismo no tiene límites según para qué gente. Tampoco para algunos jueces. Y un detalle más en la transparente biografía del autor del crimen: en 2005 fue detenido, junto a otros ultraderechistas, en la denominada Operación Panzer. El grupo, autodenominado Frente Antisistema, estaba en posesión de numeroso armamento, incluido armamento de guerra.

Una simple riña entre jóvenes. Aquel día de hace 30 años, el grupo de nazis fue a pasárselo bien a Montanejos. Claro que sí. Y para pasárselo bien necesitaban ir de caza. Y para eso necesitaban las armas. Siempre fue así, según lo pidiera la envergadura de la cacería. Bates de béisbol. Puños americanos. Botas con refuerzos de acero. Navajas. Pistolas. Una riña entre jóvenes. Qué sarcasmo llamar así a un asesinato con raíces políticas. El asesino presumía de su protagonismo en esas jornadas de caza. Un dios para sus colegas de ultraderecha después de la puñalada a Guillem Agulló aquella lejana tarde en Montanejos.

Han pasado treinta años desde entonces. Y no se cansan los del odio de mantener sus amenazas. A la familia de Guillem. A los amigos de Guillem. A todo lo que suene a recuerdo insobornable del joven asesinado por un nazi, un tipo que andará tan pancho por esa libertad que él y los suyos nos niegan a quienes no pensamos como ellos. Conozco y siempre he estado cerca de Carme y de Guillem, los padres de aquel joven que ahora tendría cuarenta y ocho años. No sólo hay que recordar el nombre de Guillem Agulló, sino también el de su asesino: Pedro Cuevas. Las víctimas lo son más todavía si no ponemos al lado los nombres de sus verdugos. Dicen quienes se pirran por la equidistancia que eso es reabrir heridas y ejercer algo parecido a la venganza. No sé cuántas veces habrá que repetirlo: las heridas que fue dejando aquel golpe de Estado fascista contra la República nunca se cerraron. Por eso hay que seguir con el dedo en el gatillo de la memoria, como escribía Juan Marsé en esa inmensa novela que es Un día volveré.

Estoy harto de esa equidistancia que asegura que nunca hablamos de que en la guerra también hubo violencia en el lado de la República. Nadie, y con todos los matices que haga falta, lo ha negado nunca. Aunque evidentemente no formaba parte, esa violencia, de un programa organizado por los mandos republicanos. Nada que ver con el “exterminio” que predicaban Mola, Queipo, el mismo Franco y los militares golpistas desde el minuto cero del golpe. Pero da igual, a quienes dicen que no hay diferencia entre los golpistas y quienes defendieron la legitimidad de la Segunda República, les importa un pito la verdad. Lo decía Antonio Machado: la verdad también se inventa. Por eso en sus libros, en sus artículos periodísticos, allá donde pueden usar sus argumentos, se anclan en la guerra para no hablar de la dictadura y sus crímenes, unos crímenes y unos criminales que todavía hoy disfrutan de la más grosera impunidad. Y lo peor es que sus voces, las de la equidistancia, son las que más fuerte se oyen porque disfrutan de los más potentes altavoces, de las más grandes editoriales, de la más granada brunete mediática cuando toca hablar o escribir sobre la historia de este país que tan poco quiere saber de su pasado. Entre las víctimas y sus verdugos no hay inocencia que valga. O estás en un lado o estás en el otro. Sin el golpe de Estado fascista no hubiera habido una guerra. Pero claro, esos de la Tercera España aseguran que si hubiera ganado la República aquí habría gobernado Josef Stalin. Son adivinos los terceraespañistas. Tienen una bola de la bruja y un mazo del tarot en la mesa de sus juegos malabares con la historia.

Hace treinta años que un neonazi llamado Pedro Cuevas asesinó al joven antifascista Guillem Agulló. Hoy seguimos reivindicando el carácter político de ese crimen. Pero ya se sabe que la justicia es la que es cuando se trata de juzgar las agresiones de la ultraderecha. La justicia de 1993 y la justicia de treinta años después. No sé si algun día se acabará esa manga ancha con los del odio y sus violentas querencias franquistas. No soy optimista, qué quieren que les diga. Pero a pesar de eso, nunca me olvido de seguir con el dedo en el gatillo de la memoria que nos contaba Juan Marsé en Un día volveréNunca me olvido. Nunca.

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