Este
jueves se cumplen 80 años de la muerte de Simone Weil, esa mujer sabia,
desconcertante, sacrificada y valerosa que afrontó la vida con decisión y
humildad. Reproducimos aquí unas cuantas frases suyas que reflejan su mente y
su corazón.
Las palabras de Simone Weil
El Viejo Topo
24 agosto, 2023
Quien toma la espada perecerá por la espada. Pero
quien no toma la espada (o la suelta) perecerá en la cruz.
Las soluciones no son fáciles de concebir.
La palabra revolución es una palabra por la cual se
mata, por la cual se muere, por la cual se envía a las masas populares a la
muerte, pero que no tiene contenido alguno.
Puedo, luego existo.
La belleza seduce a la carne con el fin de obtener
permiso para pasar al alma
El futuro está hecho de la misma sustancia que el
presente.
La adquisición de un conocimiento en algunos casos nos
acerca a la verdad y en otros casos no.
La primera finalidad y, en última instancia, la única
finalidad de todo partido político es su propio crecimiento, y eso sin límite.
El amor no es consuelo, es luz.
La destrucción del pasado es quizás el mayor de los
delitos.
El mar no es menos hermoso a nuestros ojos porque
sepamos que a veces los barcos naufragan en él.
Debemos preferir el infierno real a un paraíso
imaginario.
El mal es ilimitado, pero no infinito.
La belleza del mundo es muestra de un Dios a la vez
personal e impersonal, y ni lo uno ni lo otro.
Amar la verdad supone soportar la vida, y por
consiguiente aceptar la muerte. La verdad está al lado de la muerte.
Por justa que sea la causa del vencedor o la del
vencido, el mal que causan, tanto la derrota como la victoria, es inevitable.
Todos los pecados son intentos de llenar vacíos.
Siempre que se trata de suprimir la duda, hay tiranía