CORBYN: EL LABORISMO POSTLIBERAL
Juan Manuel Karg
Sociología Crítica
17.09.2015
La abrumadora mayoría -60%- conseguida por Jeremy Corbyn en la interna del Partido Laborista del Reino Unido es otro dato más de que algo está cambiando con fuerza en la política europea, en el marco de un escenario general de gobiernos neoliberales cuyas políticas de ajuste comienzan a ser cuestionadas.
“Las cosas pueden cambiar y cambiarán”,
dijo Corbyn, de 66 años, al iniciar su discurso del día sábado, tras conocer
los resultados. Luego cuestionó “los grotescos niveles de desigualdad del
país”, y saludó el cambió en el partido durante la campaña que fue coronada por
su triunfo, al afirmar que “doy a los nuevos miembros la bienvenida a nuestro
partido, a nuestro movimiento. Y a los que regresan al partido, les doy la
bienvenida de vuelta a casa”.
Ahora bien: ¿la elección de Corbyn
significa un giro a la izquierda del laborismo o un retorno a sus principios
originarios? Si bien algunos analistas afirman lo primero, con elementos
atendibles, el segundo punto en cuestión es indudable: el giro al centro-derecha
emprendido por Tony Blair confundió a la base social que supo defender
activamente al laborismo, dejando en horfandad a miles de activistas,
simpatizantes y votantes que se sentían representados en la fuerza. Aquello fue
expresión además de un momento de auge neoliberal a escala mundial, tras la
caída del Muro de Berlín, que tuvo correlación hasta en estructuras ajenas a
dicho pensamiento.
Por ende, el naciente corbynismo podría
ser más bien una resignificación del proyecto laborista, que ahora parece estar
ingresando a una fase posneoliberal, con primacía de ideas relacionadas a la
justicia social y los derechos de los trabajadores. Por decirlo con claridad:
el cuestionamiento a las políticas de austeridad es precisamente lo que ha
llevado a Corbyn -con una línea que aboga por la fuerte intervención del Estado
en la economía- a vencer con tamaña amplitud en las internas partidarias.
La idea de un “laborismo posneoliberal” en
Corbyn tiene a su vez correlación con su amistad con los procesos de cambio
abiertos en América Latina en la última década y media: allí está la fotografía
que lo muestra, alegre, junto a Hugo Chávez años atrás, y la carta que, el
mismo sábado donde venció con contundencia, le envío la presidenta argentina
Cristina Fernández de Kirchner, expresando que “este es también el triunfo de
todos quienes representamos la voluntad de poner la política al servicio de los
pueblos y la economía al servicio del bienestar de todos los ciudadanos”.
Sin embargo, los tories no dejaron pasar
ni 24 hs para mostrar los dientes ante el naciente liderazgo: en busca de
generar confusión en la opinión pública, el propio primer ministro británico
David Cameron catalogó al nuevo laborismo como una “amenaza a la seguridad”,
similar estrategia utilizada por sus aliados en Grecia y España contra Syriza y
Podemos. Como se ve, una puja ideológica bien concreta que comenzará a marcar
el destino de la política británica de acá en más. Europa y el Reino Unido se
debaten, en definitiva, entre la continuación de las políticas de austeridad o
un rediseño que permita el cumplimiento de un Estado de Bienestar que hoy
parece alejado. Corbyn ya decidió: buscará un laborismo que, ilusionando a los
desencantados, pueda dar pelea nuevamente por un proyecto de país inclusivo.
Juan Manuel Karg. Politólogo UBA / Analista internacional. CABA – Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Argentina.
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