miércoles, 3 de marzo de 2021

Valoración del fascismo hoy en España por el PTE

 

LA MAYOR AMENAZA HOY ES LA VUELTA DEL FASCISMO Y LA BÚSQUEDA DEL CAPITALISMO DE GOBIERNOS QUE FACILITEN EL RETROCESO DE DERECHOS Y LIBERTADES



Manuel Lara Castejón

Secretario de Organización del PTE

Unión del Pueblo / Enero 2021

No será con golpes militares a pesar del ruido de sables de las últimas semanas. 

España forma parte de la estructura europea y de otros muchos organismos internacionales y dentro de este contexto no se aceptaría hoy usar la fuerza militar para cambiar la voluntad popular expresada por el voto. Aunque hay que decir que ese riesgo está siempre ahí, a disposición de los intereses del capitalismo, como en ocasiones anteriores. 

Los poderes fácticos y los franquistas supervivientes y renovados, incrustados en los poderes del Estado empiezan a articular una inminente sociedad más autoritaria y vigilada, carente de derechos civiles y libertades para trabajadores y ciudadanos. Ya cuentan con la expresión política que abandera lo que vendrá: VOX y el sector más franquista del PP. ¿Cómo interpretar, entonces, la intromisión en las últimas semanas de altos mandos militares fascistas en los asuntos políticos? 

Las conversaciones de un wasap de militares, filtradas a la prensa muy oportunamente, aludiendo a un golpe militar, a fusilamientos de ciudadanos, a acabar con quienes atentan contra la unidad patria, etc. También estos mismos militares han dirigido varias cartas al Rey reclamándole que solo esperan sus órdenes para actuar. 

En mi opinión, más que un golpe militar tradicional, lo que se pretende con la intromisión de estos militares en los asuntos políticos es crear las necesarias condiciones para influir masivamente en la voluntad ciudadana y volcar el voto popular hacia posiciones conservadoras y fascistas. 

En nuestra opinión se pretende cambiar el rumbo político y social de este país para hacer asumible un gobierno encubierto de fuerte contenido fascista, al estilo de EE.UU. y Brasil. Se está preparando la llegada al poder a corto plazo del fascismo a través del voto popular. No se está fraguando un golpe militar cruento, sino un golpe de estado blando pero que tiene el mismo fin. ¿Amenazar con un nuevo golpe militar donde se fusilarían a la mitad de la población, no es la mejor manera de crear una situación de miedo e inseguridad tal para cambiar la voluntad de los ciudadanos, y más con estos detalles? – La cara pública del ruido de sables lo protagonizan militares retirados. O sea, militares que no van a sufrir castigo alguno por parte de la jerarquía militar y que difícilmente van a ser juzgados por la justicia civil debido a sus edades y sus sintonías ideológicas con demasiados jueces. 

El peligro real es que como estos militares jubilados hay muchos en activo que piensan igual que ellos. – Por un lado, el partido político VOX, en clara y pública sintonía con ellos, aprovechando las tribunas del Parlamento, está reclamando abiertamente la herencia franquista, el odio y el rechazo al emigrante, la persecución y la ilegalización de los nacionalismos, los movimientos homosexuales, feministas, sindicales, comunistas, etc. Forman parte de gobiernos autonómicos y ayuntamientos y ahí están ya estrechando los márgenes de libertad y derechos sociales. 

En Madrid, Andalucía y Murcia son gobiernos con influencia decisiva del fascismo. – Un poder del Estado, el judicial, que intencionadamente están bloqueando su renovación legal desde hace años porque está controlado por los mismos franquistas. Y mientras están posicionando en los puestos claves del aparato judicial a los jueces más afines y marginando a los más democráticos; en los altos tribunales y también en las Audiencias Provinciales, que viene bien recordar son los antiguos Tribunales de Orden Público franquistas. 

Llegado el caso, además de protegerse de las condenas por corrupción, puede ser un sostén fundamental para mantener un gobierno nacido de ese golpe blando, o para destituir presidentes de gobiernos al estilo de Brasil. Paso a paso están copando puestos claves del Estado. 

Todo forma parte de esa operación que busca conseguir algunos cientos de miles de votos que les faltan para establecer un gobierno PP-VOX que dé garantía a las élites económicas y más seguridad y estabilidad al capitalismo para perpetuarse como sistema dominante. Los procesos electorales se irán convirtiendo cada vez más en una farsa fácilmente manipulables por estos poderes que serán quienes decidan los que las ganan o las pierden.

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Si se culpa al gobierno del paro y del empeoramiento generalizado de las condiciones de vida de cada vez más gente, se está planteando implícitamente que hay que echar a este gobierno para que entre otro que lo haga mejor, es decir, se echa al gobierno del PSOE-UP, y entra otro formado por el PP-VOX-Ciudadanos en cualquiera de sus variantes posibles, con lo que la situación lejos de mejorar empeoraría. El problema no es ni de gobiernos ni de nombres, sino de sistema político que es al que hay que cambiar, para cuyo cambio a buen seguro no se debería contar, en principio, ni con uno solo de los actuales gobernantes, ni con los aspirantones al gobierno, ni con sus correspondientes asesores por mucho de la doctorilandia que pudieran ser. Y esto pasa porque la política la hagamos los que no hacemos política de esta del mando y la figurantía que somos los trabajadores. Y como esto no está a la vuelta de la esquina ni va a caer del cielo porque yo lo diga, pues el aumento del paro seguirá y el empeoramiento de las condiciones de trabajo seguirá y el empeoramiento de las condiciones de vida seguirá y el empeoramiento de la Biblia en verso también seguirá. Y como se vaya el Covid-19 vendrá el Covid-43-J-K-Q-P, y si este tampoco viene, ya me inventaré yo algo para que venga, no se preocupen por estas cosas que ya vendrán. “Aconclusión” “conclusativa”: que quiero peces, a mojarme el culo tocan. Porque es lógico, si otro se moja el culo y pesca 14.005 peces, no va a venir a dármelos a mí que estoy tan cómodamente en mi casa escribiendo esto y cagado de miedo por esto y lo otro. Es lógico, ¿no?

 

La incapacidad de la coalición deja ya a 4 millones de personas en el paro



Por Redcom

Kaosenlared

3 Mar, 2021

La pérdida del empleo ha vuelto a arremeter contra la Hostelería, que pierde otros 25.894 afiliados.

Por primera vez en cinco años se superan estadísticamente los cuatro millones de parados.

La crisis al interior del Gobierno de coalición español, derivada de sus propias incapacidades para gerenciar la pandemia del coronavirus, viene dejando un abismo en forma de desempleo del que, si no hay un cambio de rumbo violento, va a ser más que difícil recuperarse. En el mes de febrero se ha vuelto a registrar otro aumento por demás de preocupante del paro.

El repunte de la pandemia sin previsiónes, la desidia con que se ha encarado la pandemia, la falta de políticas claras del Gobierno español, el salvataje a la banca, la inversión descomunal en defensa, el aumento de las restricciones y la falta de horizonte en el contexto de un Ejecutivo a la deriva ha impulsado el desempleo por encima de los 4.000.000 de personas, nivel que España había abandonado, a los tumbos, en mayo de 2016.

Con la subida alarante del paro, de 44.436 personas, el número global de parados asciende a 4.008.789. En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, febrero se ha estancado en los apenas 20.632 afiliados, para un total de 18.850.112 cotizantes ocupados. Por primera vez en cinco años se superan estadísticamente los cuatro millones de parados.

Hay tres Comunidades Autónomas que se libran de la subida del paro: País Vasco (-1.702), Extremadura (-1.517) y Galicia (-756). En el resto, aumenta el desempleo, sobre todo en Andalucía (+14.418), Comunidad Valenciana (+8.363) y Comunidad de Madrid (+7.417).

La fuerte caída del empleo se ha vuelto a ensañar con la Hostelería, la que pierde otros 25.894 afiliados; a esta le sigue la pérdida de empleo en el Comercio (-20.009) y en las actividades administrativas (-6.671), mientras que la construcción recupera 22.698 puestos de trabajo.

El aumento feroz del desempleo causado por las iresponsabilidades del Gobierno que lidera Pedro Sánchez también se nota en los ERTEs, que como era de esperarse continúan en niveles altísimos: 899.383 siguen en regulación temporal de empleo, según los datos proporcionados desde el ministerio.

El 60% de los «trabajadores» que se encuentran bajo esta fórmula de regulación temporal de empleo pertenecen a cinco sectores, los más golpeados por la crisis del Ejecutivo y por las restricciones administrativas: alojamientos, servicios de comidas y bebidas, agencias de viajes, transporte aéreo y juegos de azar.

Respecto a la contratación, se ha producido una caída de casi el 24% en nuevos contratos comparados con el mes de febrero de 2020. Los indefinidos son solo uno de cada diez contratos que se firman y dentro de estos solo dos de cada tres son a tiempo completo. El grueso de los contratos firmados en febrero, 1.073.000 de 1.212.000, son de tipo temporal. Entre los contratos temporales, uno de cada cuatro son a tiempo parcial, es decir, adoptan la fórmula de contratación más precaria posible.

REDCOM

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No somos centro de nada. Yo creo que ni los de Bilbao, incluso ni los de mi pueblo (¡que ya es decir!) somos centro de nada. El centro de algo es un punto. A mí me parece que somos más bien línea: recta, curva, inclinada, quebrada, sinuosa, paralela, convergente, divergente o espiral, pero línea al fin y al cabo, que se prolonga en el tiempo aunque no sea siempre de forma ascendente y homogénea. Y como sigamos por este camino también le vamos a tener que dar la razón a Marx.

 

Tal día como hoy en 1930 fallecía a la edad de 44 años el escritor inglés D. H. Lawrence. Viajero vehemente, torrencial, vitalista. Lo recordamos con este fragmento de su Apocalipsis, lectura pagana de la Biblia y su testamento vital y literario.

El enigma de la esfinge


D.H. Lawrence

El Viejo Topo

02.03.2021

Resulta infantil, pero ahora hemos de admitir que el inicio de la nueva era (la nuestra) coincidió con la agonía de la antigua era de los verdaderos paganos o, en el sentido griego, bárbaros. Cuando nuestra civilización actual mostraba las primeras chispas de vida, digamos en el año 1000 a.C., se desvanecía la grande y antigua civilización del mundo anterior, las grandes civilizaciones fluviales del Éufrates, del Nilo y el Indo, con la civilización marítima más pequeña del Egeo. Es pueril negar la antigüedad y la grandeza de las tres civilizaciones fluviales, con sus culturas intermedias en Persia o Irán, y en el Egeo, Creta o Micenas. No vamos a pretender que alguna de esas civilizaciones tuviera grandes conocimientos aritméticos, y es posible que ni siquiera inventaran la rueda. Un niño moderno de diez años podría dejarles en mantillas en aritmética, geometría y quizás incluso en astronomía, pero, ¿qué importa?

Por el hecho de que egipcios, caldeos, cretenses, persas e hindúes del Indo carecieran de nuestros modernos logros mentales y mecánicos, ¿eran menos «civilizados» o «cultos» que nosotros? Contemplemos la gran estatua sentada de Ramsés, o las tumbas etruscas, leamos acerca de Asurbanipal o Darío, y hablemos luego. ¿Qué papel hacen nuestros modernos obreros fabriles al lado de los delicados frisos egipcios que muestran a la gente corriente de Egipto? ¿O nuestros soldados vestidos de caqui al lado de los frisos asirios? ¿O nuestros leones de la plaza Trafalgar al lado de los de Micenas? La civilización se revela más en la vida sensible que en los inventos, ¿y tenemos nosotros algo comparable a lo que tenían los egipcios de dos o tres mil años antes de Cristo, como pueblo? La conciencia vital pone a prueba la cultura y la civilización. ¿Somos acaso más conscientes vitalmente que un egipcio de tres mil años antes de Cristo? ¿Lo somos? Probablemente lo somos menos. El alcance de nuestra conciencia es extenso, pero delgado como una hoja de papel. Nuestra conciencia carece de profundidad.

Buda dice que una cosa que se eleva es una cosa pasajera. Una civilización que asciende es una civilización pasajera. Grecia se elevó tras el paso de la civilización del Egeo, y éste fue el vínculo entre Egipto y Babilonia. Del mismo modo que Grecia se elevó tras el paso de la civilización del Egeo, Roma hizo lo mismo, pues la civilización etrusca fue una última y fuerte oleada del Egeo, y Roma surgió ciertamente de los etruscos. Persia se alzó de entre las grandes culturas del Éufrates y el Indo y, sin duda, cuando éstas periclitaron.

Quizá toda civilización en ascenso ha de repudiar a la civilización que ha dejado atrás. Es una lucha en el interior del yo. Los griegos repudiaron fieramente a los bárbaros, pero hoy sabemos que los bárbaros del Mediterráneo oriental eran tan griegos como la mayoría de los griegos. Solo los griegos, o helenos autóctonos, se adherían a la antigua cultura en vez de adoptar la nueva. El Egeo siempre debió de ser heleno, en el sentido primitivo, pero la antigua cultura del Egeo difiere de la que llamamos griega, sobre todo en su base religiosa. En un sentido muy antiguo, la nación era una iglesia, o una vasta unidad de culto, y de culto a cultura no hay más que un paso, pero darlo fue muy laborioso. La tradición del culto era la sabiduría de las razas antiguas, mientras que en la actualidad tenemos cultura.

Es bastante difícil que una cultura comprenda a otra, pero que la cultura comprenda la tradición del culto es difícil en extremo y, para gentes más bien estúpidas, imposible, porque la cultura es principalmente una actividad mental, mientras que la tradición del culto es una actividad de los sentidos.

El mundo pre-griego antiguo no tenía el menor atisbo de los extremos a los que podía llevarse la actividad mental. No lo tuvo ni siquiera Pitágoras, quienquiera que fuese, ni Heráclito, ni tampoco Empédocles o Anaxágoras. Sócrates y Aristóteles fueron los primeros en percibir el alba.

Pero, por otro lado, no tenemos la menor idea del vasto alcance que tenía la antigua conciencia sensorial. Hemos perdido casi por completo la gran conciencia sensual, de complejo desarrollo, esa conciencia y conocimiento de los sentidos que tenían los antiguos. Era una gran profundidad de conocimiento a la que llegaban directamente por instinto e intuición, como nosotros decimos, no mediante la razón, un conocimiento que no se basaba en las palabras sino en las imágenes. La abstracción no se expresaba en generalizaciones o cualidades, sino en símbolos, y la conexión no era lógica sino emocional. Las palabras «en consecuencia» no existían. Imágenes o símbolos se sucedían unos a otros en una procesión de conexión física instintiva y arbitraria –algunos de los salmos nos proporcionan ejemplos– y no «llegaban a ninguna parte» porque no había ningún sitio al que llegar, se tenía el deseo de lograr la consumación de un cierto estado de conciencia, de conseguir un determinado estado de conciencia sensorial. Quizá todo lo que nos queda hoy de la antigua manera de realizar los «procesos mentales» son juegos como el ajedrez y los naipes. Las piezas de ajedrez y las figuras de los naipes son símbolos cuyos valores están fijados en cada caso y cuyos «movimientos» son ilógicos, arbitrarios y basados en el instinto de poder.

Hasta que logremos comprender un poco el funcionamiento de la mente antigua, no podremos apreciar la «magia» del mundo en que vivían aquellos hombres. Fijémonos, por ejemplo, en el enigma de la esfinge. ¿Qué es lo que primero camina con cuatro piernas, luego con dos y finalmente con tres? La respuesta es: el hombre. Para nosotros, la gran pregunta de la esfinge es bastante tonta, pero en el antiguo acrítico que sentía sus imágenes, despertaba un gran complejo de emociones y temores. Lo que anda a cuatro patas es el animal, con toda su diferencia y potencia animal, su conciencia interior que rodea la conciencia aislada del hombre. Y cuando, en la respuesta, se muestra que el bebé camina a cuatro patas, surge al instante otro complejo emocional, mitad temor y mitad diversión, cuando el hombre se da cuenta de que él mismo es un animal, sobre todo en la etapa infantil, cuando camina a cuatro patas con el rostro hacia el suelo y el vientre o el ombligo polarizado hacia el centro de la tierra, como un verdadero animal, en vez de tener el ombligo polarizado hacia el sol, como en el hombre auténtico, según la concepción primitiva. La segunda cláusula, sobre la criatura de dos piernas, evocaría imágenes complejas de hombres, monos, aves y ranas, y la extraña relación de estas cuatro clases de seres sería un acto imaginativo instantáneo, que a nosotros nos es muy difícil de realizar, pero que los niños aún hacen. La última cláusula, la de la criatura de tres piernas, produciría maravilla, un ligero terror y el registro de las grandes extensiones más allá de los desiertos y el mar en busca de alguna bestia todavía desconocida.

Vemos, pues, que la reacción emocional a semejante enigma era

enorme, e incluso reyes y héroes como Héctor y Menelao tendrían la misma reacción, como la de un niño actual, pero mil veces más intensa y amplia. Los hombres no eran unos necios por reaccionar así; mucho más necios lo son hoy al desprenderse de sus reacciones emocionales e imaginativas y no sentir nada. El precio que pagamos es el aburrimiento y la paralización. Nuestros procesos de pensamiento directos ya no son vida para nosotros, mientras que el enigma de la esfinge es tan aterrador para el hombre de hoy como lo eran antes de Edipo, y aún más: hoy es el enigma del hombre a la vez muerto y vivo, cosa que nunca fue antes.

 

Séptimo capítulo del libro de  D.H. Lawrence Apocalipsis.

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