martes, 12 de julio de 2022

España, que no depende del gas ruso, tendrá que racionar igualmente su consumo en ‘solidaridad’ con la UE

 

España, que no depende del gas ruso, tendrá que racionar igualmente su consumo en ‘solidaridad’ con la UE

 

DIARIO OCTUBRE / julio 12, 2022

La poca dependencia española del gas ruso podría hacer pensar que las restricciones y el racionamiento que varios países europeos preparan para el otoño no afectará al consumo nacional. Nada más lejos de la realidad: los compromisos de España con la UE obligan a ceder energía en caso de caída del suministro.

 

Según datos de la Agencia Europea para la Cooperación de Reguladores de Energía, hasta 14 países europeos tienen una dependencia del gas ruso superior al 50%. También la Comisión Europea señala que el 45,3% del gas natural que se consume en el bloque procede de Rusia.

Sin embargo, el «racionamiento coordinado» aparece en el Plan REPowerEU, del que ya hemos hablado aquí anteriormente, que es el nombre del plan de racionamiento energético de la Unión Europea para responder al «chantaje» de Vladimir Putin. El documento habla, a grandes rasgos, de dejar atrás la dependencia a los combustibles fósiles rusos utilizando viejos clichés pseudoecologistas, como el «ahorro de energía», la «diversificación» del suministro de energía y el despliegue acelerado de las energías renovables; materias en las que el plan carece de concreción.

Dónde el plan sí hace un pormenorizado análisis y se detiene profusamente es ante la supuesta amenaza de un corte total del suministro ruso. El texto traza «medidas en caso de interrupción repentina del suministro de gas ruso»: planes nacionales de emergencia, medidas regionales, cooperación regional reforzada y racionamiento coordinado bajo el principio de solidaridad.

Este último punto es el más inquietante para países como España, con supuesta autosuficiencia energética para sortear el otoño y el invierno. Los racionamientos, por solidaridad, afectarán a todo el bloque, cuyo plan es de obligado cumplimiento para todos los países miembros, algo que el propio Ministerio de Transición Ecológica ya ha admitido, y que revela que la posición diplomática de España en la guerra de Ucrania no podría ser otra cosa que un auténtico desastre para los intereses que le son propios.

FUENTE: mpr21.info

*++

 

La guerra en Ucrania es el último desastre provocado por los neoconservadores. [La abstracción es un instrumento intelectual, necesario, imprescindible, pero su validez como elemento de conocimiento se limita a la teoría, es decir, que solo es útil para poder teorizar (una teoría no es un montón de paparruchas juntas en forma de palabras dichas solemnemente en la tribuna de oradores del parlamento o en la pantalla de una televisión, sino un razonamiento lógico a partir de unos antecedentes que concluyen de forma lógica en uno o varios consecuentes y que además tienen que ser lógicamente válidos, es decir, de acuerdo a los principios que hoy conocemos como lógicos. Pero solo con teoría (de la que los trabajadores y en el mejor de los casos, no pasamos) , como digo, necesaria e imprescindible, no se puede transformar la realidad social y, los trabajadores, dejando aparte la hojarasca palabrera, vacía, de buenos, malos, regulares y más eres tú, tanto si se dirige a un “facha” asqueroso como a un “rojo” de mierda, lo que verdaderamente necesitamos es una transformación social favorable a nuestros intereses que no son otros que el producto del trabajo es de quien lo crea con el trabajo y no necesariamente de quienes se apropian del producto del trabajo ajeno (una insignificante minoría social que sin embargo pone en peligro, como puede ser comprobado con la guerra de capitales actual en Ucrania, la existencia material del mundo entero) . Esta transformación social necesaria, vital, en el más riguroso sentido del término, para los trabajadores pasa indefectible, necesariamente, y sin tío páseme usted el río, por la acción política práctica todos los días de los trabajadores. Y, así, la alusión que hace el artículo que sigue a la falta de “perspicacia” europea (afirmación teórica, lógica y verdadera, porque coincide con la realidad) no es otra cosa que la expresión práctica del hecho real de la alienación personal, social y política de todos los trabajadores en general (también de los capitalistas). La alienación personal, social y política se concreta en la pérdida de conciencia, es decir, en la falta de conocimiento profundo de cada individuo en el significado de ser persona y lo que ello representa en la vida y en la sociedad en la que vive. Este es el principio de la trasformación social que los trabajadores tenemos que aprender. Nos va la vida en ello]

 

Biden está llevando a Ucrania, EE.UU. y la Unión Europea a una nueva debacle geopolítica. Si Europa fuera perspicaz, debería alejarse de estos desastres de la política exterior estadounidense.


La guerra en Ucrania es el último desastre provocado por los neoconservadores

 

Jeffrey Sachs

El Viejo Topo

12 julio, 2022 

 


 La guerra de Ucrania es la culminación de un proyecto de 30 años de duración del movimiento neoconservador estadounidense. La Administración Biden está repleta de los mismos neocón que defendieron las guerras de elección de EE.UU. en Serbia (1999), Afganistán (2001), Irak (2003), Siria (2011) y Libia (2011) y que tanto han hecho por provocar la invasión de Ucrania por parte de Rusia. A lo largo de su historia, el movimiento ha producido absolutos desastres y, sin embargo, Biden ha llenado su equipo de neoconservadores. En consecuencia, el presidente estadounidense está llevando a Ucrania, EE.UU. y la Unión Europea a una nueva debacle geopolítica. Si Europa es mínimamente perspicaz, debería alejarse de estos desastres de la política exterior estadounidense.

El movimiento neocón surgió en la década de 1970 en torno a un grupo de conocidos intelectuales, varios de los cuales estaban influidos por el politólogo de la Universidad de Chicago, Leo Strauss, y el profesor de historia clásica de la Universidad de Yale, Donald Kagan. Algunos líderes neoconservadores han sido Norman Podhoretz, Irving Kristol, Paul Wolfowitz, Robert Kagan (hijo de Donald), Frederick Kagan (hijo de Donald), Victoria Nuland (mujer de Robert), Elliott Cohen, Elliott Abrams y Kimberley Allen Kagan (mujer de Frederick).

El mensaje principal de los neoconservadores estadounidenses es que EE.UU. debe mantener su predominio militar mundial y enfrentarse a las potencias regionales emergentes que puedan poner en peligro su dominio global o regional, especialmente Rusia y China. Para conseguirlo, Estados Unidos debería desplegar su ejército en cientos de bases militares a lo largo y ancho del mundo, de forma preventiva, para estar preparado para iniciar una guerra de elección si fuera necesario. Estados Unidos recurriría a las Naciones Unidas únicamente cuando ello conviniera a sus intereses.

Paul Wolfowitz fue el primero en explicitar este planteamiento en su borrador del documento ‘Orientaciones de la política de defensa’ (Defense Policy Guidance), escrito para el Departamento de Defensa en 2002. En dicho borrador, Wolfowitz solicitó la ampliación de la red de seguridad dirigida por Estados Unidos a Europa central y Europa del Este, a pesar de que el ministro de Exteriores alemán Hans-Dietrich Genscher había prometido expresamente en 1990 que la unificación alemana no iría seguida de una ampliación de la OTAN hacia el este. Además, Wolfowitz expuso argumentos a favor de las guerras de elección estadounidenses, defendiendo el derecho de Estados Unidos a actuar de forma independiente, incluso en solitario, para responder a crisis que puedan tener repercusiones para el país. Según el general Wesley Clark, ya en mayo de 1991 Wolfowitz dejó claro a Clark que Estados Unidos realizaría operaciones de cambio de regímenes en Irak, Siria y otros antiguos aliados soviéticos.

Los neoconservadores defendieron la inclusión de Ucrania en la OTAN incluso antes de que ello constituyera la política oficial estadounidense con George W. Bush hijo en 2008. Para ellos, la pertenencia de Ucrania a la OTAN era clave para el dominio regional y global de Estados Unidos. En abril de 2006, Robert Kagan explicaba así los argumentos neoconservadores de la expansión de la OTAN:

Rusia y China no ven nada natural en las “revoluciones de colores” [de la antigua Unión Soviética], solo golpes de Estado respaldados por Occidente y diseñados para ampliar su influencia en regiones estratégicas. ¿Están tan equivocados? ¿No podría ser la satisfactoria liberalización de Ucrania, instada y respaldada por las democracias occidentales, sino el preludio de la incorporación de dicha nación a la OTAN y la Unión Europea, o dicho de otro modo, la expansión de la hegemonía liberal occidental?

Kagan reconoció las terribles consecuencias que tendría esta ampliación y citó el siguiente comentario de un experto: “El Kremlin se está preparando con mucha seriedad para ‘la batalla por Ucrania’”. Los neoconservadores han buscado esta batalla. Tras la caída de la Unión Soviética, tanto Estados Unidos como Rusia debieron haber buscado la neutralidad de Ucrania, como forma de garantizar una zona de separación y seguridad. En lugar de ello, los neoconservadores han perseguido la “hegemonía” estadounidense y Rusia ha aceptado la batalla, en parte para defenderse y en parte debido a sus propias pretensiones imperialistas. Esta situación recuerda a la guerra de Crimea (1853-1856), cuando Gran Bretaña y Francia buscaron debilitar a Rusia en el mar Negro tras la presión ejercida por esta sobre el imperio Otomano.

Kagan escribió el artículo como un ciudadano particular mientras su mujer, Victoria Nuland, era embajadora de Estados Unidos ante la OTAN bajo el mandato de George W. Bush hijo. Nuland ha sido una de las figuras clave en la consolidación del movimiento. Además de embajadora ante la OTAN con Bush, fue secretaria de Estado adjunta de Asuntos Europeos y Euroasiáticos de 2013 a 2017 con Barack Obama, llegando a participar en el derrocamiento del presidente prorruso de Ucrania, Viktor Yanukovych, y actualmente ejerce como subsecretaria de Estado con Biden, cargo desde el que guía la política de Estados Unidos en lo que respecta a la guerra de Ucrania.

La lógica neoconservadora se basa en una premisa falsa: que la superioridad militar, financiera, tecnológica y económica de Estados Unidos permite a dicho país imponer condiciones a cualquier región del mundo. Su postura es de una arrogancia y un desprecio por la evidencia extraordinarios. Desde la década de 1950, Estados Unidos ha sido neutralizado o derrotado en casi todos los conflictos regionales en los que ha participado. Y aun así, en la “batalla por Ucrania”, los neoconservadores estaban preparados para provocar una confrontación militar con Rusia ampliando la OTAN a pesar de las vehementes objeciones de la Federación, convencidos de que conseguirían derrotarla con sus sanciones económicas y el armamento de la organización atlántica.

El Instituto para el Estudio de la Guerra, un think-tank neoconservador dirigido por Kimberley Allen Kagan (y apoyado por una serie de contratistas en materia de defensa como General Dynamics y Raytheon), sigue prometiendo la victoria de Ucrania. En lo que respecta a los avances de Rusia, el Instituto hizo un comentario simbólico: “Independientemente del bando que ocupe la ciudad [de Severodonetsk], es probable que la ofensiva Rusa haya alcanzado su punto máximo en términos operativos y estratégicos, lo que permitirá a Ucrania iniciar una contraofensiva a nivel operativo para hacer retroceder a las fuerzas rusas”.

Los hechos sobre el terreno, no obstante, sugieren lo contrario. Las sanciones económicas de Occidente no han hecho mucho daño a Rusia, pero el efecto bumerán en el resto del mundo ha sido significativo. Además, la capacidad de Estados Unidos de reabastecer a Ucrania de munición y armamento se ha visto seriamente obstaculizada por su limitada capacidad de producción y por las rupturas en las cadenas de suministro. Como era de esperar, la capacidad industrial de Rusia es muy superior a la de Ucrania. El PIB de Rusia era unas 10 veces el de Ucrania antes de la guerra y, actualmente, Ucrania ha perdido mucha de su capacidad industrial debido al conflicto.

El resultado más probable de esta contienda es que Rusia conquiste una franja importante del territorio de Ucrania y la deje con nada o con muy poco litoral. En Europa y en Estados Unidos crecerá la frustración debido a los costes militares y a la estanflación derivada del conflicto y las sanciones. El efecto de arrastre podría ser devastador si un demagogo de derechas se hace con el poder en Estados Unidos (o recupera el poder, como sería el caso de Trump) y promete devolver al país su desvanecido poder militar mediante una peligrosa escalada bélica.

En lugar de correr el riesgo de este desastre, la verdadera solución consiste en terminar con las fantasías neoconservadoras de los últimos 30 años, en que Ucrania y Rusia se sienten de nuevo a negociar y en que la OTAN se comprometa a poner fin a su deseo de expansión hacia Ucrania y Georgia, a cambio de una paz que respete y proteja la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.

Artículo publicado originalmente en Brave New Europe. Traducción de María García Díaz en Contexto.

 *++

Ucrania nombra tres armamentos para cambiar el rumbo de la guerra. [El titular de esta misma noticia quizás quedaría más ajustado a la realidad si dijera lo siguiente: Los capitales dominantes USA a través de la organización armada OTAN a su servicio para la guerra –porque para el reparto de caramelos no es-, financiada con el dinero de todos los trabajadores, y en nombre del gobierno ucraniano –porque en nombre de Ucrania no es- nombra tres armamentos para cambiar el rumbo de la guerra. Moraleja, majo trabajador: o los trabajadores despertamos e intervenimos directamente en política o, y o quiere decir o: hoy estamos mal pero menos mal que mañana]

 

 

Ucrania nombra tres armamentos para cambiar el rumbo de la guerra

 

TERCERAINFORMACION / 11.07.2022

A medida que el conflicto va intensificándose entre Ucrania y Rusia, Kiev nombra tres armamentos, con los que, según alega, podría cambiar el rumbo de la guerra.

El sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS, por sus siglas en inglés) M142 en una exhibición militar, 16 de junio de 2022. (Foto: AFP)

 

El asesor presidencial de Ucrania Mykhailo Podolyak señaló el sábado que el país necesita tres tipos de armas para poner fin al conflicto con las fuerzas rusas, que lanzan desde el 24 de febrero una operación militar para desmilitarizar el país vecino.

“¿Queremos un punto de inflexión en la guerra? 3 componentes … HIMARS para objetivos de alta precisión en bases traseras […] La artillería pesada en la línea del frente permite igualar la paridad numérica [y] APC (vehículos blindados de transporte de personal)”, indicó Podolyak mediante un mensaje de Twitter.

El funcionario ucraniano argumentó que, con más herramientas, las fuerzas de su país pueden “limpiar su tierra de los rusos” con más rapidez.

Estas declaraciones las hizo el asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, después de que la Administración de EE.UU., presidida por Joe Biden, anunciara el envío de un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 400 millones de dólares.

Con este nuevo despliegue armamentístico —que incluye cuatro sistemas adicionales de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS, por sus siglas en inglés)—, Washington busca reforzar las capacidades tácticas y defensivas del Ejército ucraniano, pese a rechazos de Rusia, que alerta de la prolongación de guerra.

Según un funcionario de defensa estadounidense, que habló anteriormente con la agencia británica de noticias Reuters bajo condición de anonimato, sistemas HIMARS han ayudado a Ucrania atacar con éxito posiciones rusas e interrumpir la capacidad de Rusia para llevar a cabo operaciones de artillería.

Todo esto, mientras Rusia continúa con éxito su operación en Donbás, en el este de Ucrania, que consta de las Repúblicas Populares de Lugansk (RPL) y Donetsk (RPD). En la actualidad, las fuerzas rusas se han centrado en las operaciones en Donetsk, una vez liberada Lugansk.

tqi/hnb

 *++