sábado, 4 de julio de 2015
GRECIA: TODOS LSO TRABAJADORES CON GRECIA Y CONTRA LA MAFIA TROIKA Y CONTRA SU DELEGADO EN ESPAÑA MARIANO RAJOY
La
responsabilidad de votar 'no' en el referéndum griego
Rebelión
03.07.2015
La decisión del
gobierno griego, el viernes pasado, de someter a referéndum las propuestas de
los acreedores sorprendió incluso a muchos de quienes en los últimos años hemos
estado luchando contra la austeridad asesina en Grecia.
Las negociaciones
llegaban por enésima vez a un callejón sin salida, el programa de rescate se
estaba terminando, las instituciones anteriormente conocidas como Troika
rechazaban una vez más la propuesta del gobierno griego de transferir el coste
de la crisis a los pudientes y exigían más sacrificios de parte de las capas
desfavorecidas: nuevas reducciones de sueldos y pensiones, nuevos ataques a
nuestros bienes públicos y comunes, nuevos retrocesos en los derechos laborales
y sociales.
Además, incluso
la propuesta de 47 páginas del gobierno griego, rechazada como insuficiente por
las instituciones, tenía todas la características de un nuevo paquete de
austeridad. La sociedad civil estaba, por tanto, preparándose para
resistir un nuevo memorándum; incluso hubo reuniones preparatorias
para la reactivación del movimiento de las plazas de 2011.
En este
contexto, la decisión de convocar un referéndum pareció honesta incluso a los
detractores del gobierno entre la izquierda y los movimientos. Tsipras admitió
que el mandato que el pueblo griego le dio en enero, el de revertir los
términos de la austeridad sin llegar a la ruptura con los acreedores, es
imposible de llevar a término.
Era imperativo,
pues, volver a preguntar a los ciudadanos cómo proceder. En una Europa gobernada por tecnócratas que son en efecto empleados
del poder económico, pedir a un pueblo que participe en la toma de decisiones
que afectan su destino parece un acto radical; efectivamente, la derecha griega
en su totalidad denunció la convocatoria del referéndum como un "golpe de
Estado".
No obstante,
hay que destacar lo absurdo de las opiniones que presentan el
referéndum como un acto de "democracia directa".Democracia
directa es la continua implicación de los ciudadanos en la gestión de sus
propios asuntos, sin la mediación de políticos profesionales; la capacidad de
la gente común de definir la agenda y el contenido del debate político.
No es
democracia directa un plebiscito que pide a la gente posicionarse con un 'sí' o
un 'no' sobre asuntos sumamente ambiguos, con una agenda definida en una serie
de reuniones detrás de puertas cerradas. Efectivamente, el pueblo griego está
llamado a decidir en este "histórico" referéndum sin entender bien la
pregunta, sin poder prever o controlar las ramificaciones del resultado y sin
haber elaborado un "Plan B" para el día siguiente.
Y esta
ambigüedad es justamente el punto problemático del referéndum.
El gobierno pide a los ciudadanos que se posicionen respecto a la última
propuesta de los acreedores. Estos, a su vez, insisten en que dicha
propuesta ya está retirada, y que la pregunta verdadera del referéndum
es la de sí o no a la permanencia en la eurozona, o incluso en la UE.
El gobierno no
ha hecho esfuerzos suficientes para explicar en detalle en qué
consiste la propuesta sobre la cual estamos llamados a opinar, y mucho menos
para explicar cuáles son la implicaciones de un 'no', mas allá de insistir que
el 'no' es un instrumento de presión en la negociación en curso. Y esta
ambigüedad en lo que quiere decir un 'no' significa más bien que el 'no' puede
ser utilizado para promover un acuerdo basado en las últimas propuestas del
gobierno griego, que no distan mucho de un nuevo memorándum, y las cuales han sido
duramente criticadas por los movimientos sociales y por todos los sectores de
la izquierda, incluido el ala izquierda del partido de Syriza.
Esta
instrumentalización del veredicto popular está creando un ambiente de
desconfianza. Tsakalotos y Varoufakis, los principales negociadores del lado
griego, han afirmado que el referéndum se puede anular, o el gobierno puede
pedir que se vote sí, en el caso de que se llegue a un acuerdo favorable antes
del domingo. Es comprensible que mucha gente se sienta engañada, ya que el
todopoderoso "pueblo soberano" puede pasar a ser un mero peón en un
juego de ajedrez político-financiero en cosa de minutos.
Actualmente,
para una minoría vocal de la población es bastante claro que la democracia y la
justicia social han llegado a ser incompatibles con el proyecto europeo. Que
los pueblos de la periferia europea están siendo tratados como cabeza de turco
y llamados a pagar el coste de la crisis estructural de la eurozona. Que ahora
mismo la integración europea no significa nada más que la penetración
del capital a todas las esferas de la vida y el sacrificio del medio
ambiente, de los bienes comunes y del bienestar de las capas populares en aras
de la rentabilidad capitalista.
Después del
fracaso del gobierno liderado por Syriza en crear la más mínima grieta en la
hegemonía neoliberal europea, hay una creciente concienciación de que, a pesar
del gran coste de la transición, una vida sencilla y autosuficiente fuera de la
eurozona es preferible al desangramiento lento pero continuo de la sociedad
dentro de ella.
No obstante,
para la mayoría de la población, la actitud hacia el euro no tiene que ver con
sus expectativas materiales de largo plazo, sino con el miedo a lo desconocido,
miedo a la desestabilización a corto plazo de la economía o incluso miedos
antiguos referentes a la identidad nacional griega, a la pertenencia o no a la
civilización occidental. Esto explica por qué en las manifestaciones a favor
del 'sí' en los últimos días, convocadas por las fuerzas derechistas y protagonizadas
por familias adineradas, se ha sumado gente de clase media o baja, que no tiene
ningún interés material en la perpetuación de la austeridad.
Por supuesto esta
confusión y ambigüedad está siendo aprovechada por las fuerzas pro-austeridad
para promover una campaña del miedo, con el propósito de influenciar el
voto del domingo.
Después de la
intervención política del BCE, que negó la liquidez a los bancos griegos y
obligó al gobierno a establecer controles de capitales, los medios de
comunicación controlados por la oligarquía griega, es decir, todos menos la
recientemente resucitada ERT pública, promueven unambiente de terror,
postulando que lo que está realmente en juego es la bancarrota y el caos
económico consiguiente.
Las continuas
amenazas de los altos cargos europeos, las imágenes de los jubilados esperando
en largas colas para cobrar sus pensiones, las intervenciones vergonzosas de
los sindicatos burocráticos que piden la anulación del referéndum y los
empresarios que se niegan a pagar los sueldos de junio con el pretexto del
cierre de los bancos contribuyen a la desmoralización del electorado.
A esto hay que
añadir las declaraciones de los ministros y parlamentarios afines al gobierno
que rompen filas y ponen en tela de juicio la utilidad del referéndum. Está
claro que el "pueblo soberano" llega el domingo a las urnas con una
pistola en la nuca. Incluso entre los detractores de la austeridad cunde el
pánico, y la balanza se va inclinando cada día más hacia el 'sí'.
No obstante,
todo lo anterior no significa que los movimientos populares puedan mantener una
"neutralidad" frente a este desafío; ésta es, desafortunadamente, una
postura que promueven desde un idealismo revolucionario el Partido Comunista y
partes del movimiento anarquista.
Está claro que
el deber del movimiento democrático popular es luchar por la superación del
contexto político que presenta este tipo de chantajes y dilemas falsos. Sin
embargo, no hay duda en que un posible 'sí' en el referéndum del domingo
significará un gran revés para las luchas populares.
Significará una
victoria moral de los partidarios de la austeridad, un ataque a las pocas
conquistas populares que quedan en pie, una oportunidad para la burocracia
europea de intervenir en la política del país y organizar un golpe
parlamentario, instaurando un gobierno servil como ya hicieron con el gabinete
de Papadimos en 2011.
Y aunque el
gobierno de "salvación nacional" liderado por Syriza deje mucho de
desear en términos de cumplimiento de sus promesas electorales, en términos de
proximidad a los movimientos sociales y a las demandas de democracia radical,
en términos de voluntad de enfrentarse al poder de la oligarquía en Grecia, en
términos de su fijación en el ideario capitalista del crecimiento, cualquier
otra opción gubernamental representa actualmente un mayor retroceso en estos
ámbitos.
El ambiente de
terror ha polarizado la sociedad griega, y ha hecho imposible prever el
resultado del domingo. La impasibilidad de los oficiales europeos frente a la
lluvia de críticas sobre su gestión de la crisis europea demuestra que la
verdadera agenda del poder establecido es simplemente aislar, desmoralizar y
castigar al pueblo griego, y con ello acabar con toda perspectiva de
resistencia al dominio neoliberal en el continente.
Es un reto
mayúsculo superar una vez más el miedo, el fundamento psicológico de la
gobernabilidad neoliberal, y encontrar la integridad para poder votar por el
'no' en el referéndum del 5 de julio en Grecia.
Seguramente,
nuestra labor no termina con votar por el 'no'; queda pendiente la elaboración
de un plan de acción alternativo y antagónico a la integración neoliberal,
basado en la iniciativa de la sociedad organizada y la solidaridad entre los
pueblos europeos.
No obstante,
frente a la garantía de continuada austeridad, despojo, sufrimiento y
desintegración del tejido social que representa el 'sí', asumir la
responsabilidad y lanzarse a las posibilidades que abre un 'no' es la única
opción que puede fortalecer el movimiento popular, que puede abrir espacios de
intervención de las fuerzas sociales para la defensa de nuestros bienes comunes
y el fortalecimiento de nuestros emprendimientos colectivos.
Theodoros
Karyotis es sociólogo, traductor y activista que participa en movimientos
sociales que promueven la autogestión, la economía solidaria y la defensa de
los comunes. Escribe en autonomias.net y
tuitea en twitter.com/TebeoTeo
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/panorama/27216-la-responsabilidad-votar-no-referendum-griego.html
*++
EL TERRIBLE ESTADO ISLÁMICO, OTRAS YERBAS Y NO ME JODAS QUE ME INCOMODAS
Yo lo entiendo, no se vayan a pensar. La guerra es la guerra. En la guerra vale todo, menos ser valiente y decirle a quien te da el fusil, mira, que me cago en tu puta madre, que yo no quiero matar a nadie y que vayas tú, o tu padre, que eso ya me da igual.
Y además, como vale todo, pues tiene su gracia y su cosa, y si no que se lo pregunten al Estado Islámico, que creo que le enseñan desde trinchera enemiga un sujetador colgado de un mango de escoba y echan a correr que levantan polvareda. Lo dice el dicho. Tiran más dos tetas que un montón de tanquetas.
Y, me digo yo, porque en la guerra también se innova. Si formáramos un ejército con cuatro sacos de langostas pardas y lanzáramos un ataque sorpresivo a la Moncloa con nocturnidad y alevosía, soltando dos sacos de las susodichas por el flanco principal y otros dos por flanco indeterminado, sólo por joder más que otra cosa, ¿creen ustedes que haríamos retroceder al ejército gubernamental de Mariano Rajoy y su tropa, hasta hacerlos retroceder al juzgado de guardia más cercano para que canten el qué del qué del cómo nos están robando?
*
El batallón femenino de los
kurdos: la pesadilla del Estado Islámico
Publicado:
3 jul 2015 12:31 GMT | Última actualización: 3 jul 2015 12:50 GMT
03.07.2015
Los milicianos del Estado Islámico creen
que si mueren en combate a manos de una mujer, sus almas arderán en el
infierno, al contrario de lo que sucedería si caen a manos de un hombre.
Teniendo en cuenta esto, los kurdos, que combaten en su región contra el avance
del EI (también conocido como ISIS), formaron un batallón femenino para
atormentarlos y hacerlos retroceder. Allí, las mujeres luchan por su libertad
en todos los frentes: tanto en la guerra, como en la sociedad kurda.
La ciudad
siria de Serekaniye (Ras Al-Ayn), de mayoría kurda, es la última gran ciudad
colindante con el Estado Islámico (EI).
La única fuerza que protege Serekaniye del grupo terrorista son las Unidades
kurdas de Protección Popular (YPG). Desde 2012, una parte importantísima de las
YPG está integrada por su sección femenina, las YPJ, que combaten al EI.
Las
mujeres kurdas, muchas de las cuales apenas salían de su casa consagradas a los
trabajos domésticos, se unen valientemente a estas unidades
que desafían al EI, que en su día anunció que cualquier hombre que muera a
manos de una mujer irá al infierno.
RT ha viajado hasta uno de los campamentos
donde las mujeres, todas jóvenes solteras, se entrenan durante solo un mes
antes de entrar en combate contra el EI, que se encuentra a tan solo 3 kilómetros
de su campo, por lo que el combate puede empezar en cualquier momento.
"Organizamos estos campamentos donde se dan las condiciones apropiadas y
cambiamos de lugar constantemente", explica la comandante de las YPJ,
compañera Tolhildan ('Venganza').
Después de
un mes de entrenamientos, las jóvenes se dirigen al frente, donde en el
mejor de los casos lucharán durante dos meses, después de lo cual podrán
regresar a su casa solo por un día o dos, antes de volver al campo de batalla.
Los padres de Gulán, una joven kurda de 18 de edad a quién RT sigue en su camino al campamento, son conscientes de que ella puede morir.
Aún así,
quieren que vaya al campo. Y no porque no la quieran, sino todo lo contrario.
"El EI nos atacó. Se llevan a nuestros niños, les cortan las cabezas.
Secuestran a nuestras hijas y lasdeshonran", relata
el padre de Gulán. "Rezo para que nunca la tomen como rehén. Y si ocurre,
que se dispare la última bala que le quede", agrega.
Gulán se unió a las filas de las YPJ no
solo por su propia seguridad o por el amor a la patria. "Mi padre me
quiere, ¿no es cierto? ¿Cómo puedo demostrarle mi amor? Iré a combatir al
enemigo para que él esté a salvo y se sienta orgulloso de mí", confiesa.
Pero además existe una motivación social, ya que no quiere seguir viviendo en
un mundo controlado por hombres, después de todo por lo que ha pasado.
"Nos hemos criado en una sociedad que
obliga a la mujer a dedicarse únicamente a las tareas de la casa y en la que
los hombres consideran a las mujeres como su propiedad, como un adorno, y no
les permiten salir de casa. Para una mujer casarse es como caer prisionera.
Considerando la mentalidad de nuestra sociedad, no se puede ni contemplar la
posibilidad de que las mujeres casadas formen parte de las Unidades de
Protección Femeninas. Queremos crear una nueva sociedad", sostiene.
¿Qué le deparará el futuro a Gulán y a
otras jóvenes kurdas en el campamento de entrenamiento? Véalo en el programa
Especial de RT.
*++
PP CON JAJOY A LA CABEZA EN PERTINZAZ EMPEÑO POR CONVERTIR A LOS TRABAJADORES EN "PARADOS" ACTIVOS
La cosa si se prefiere ser blandengue de léxico para no ofender la sensibilidad de los más ignorantes, puede ser planteada como de ni de los de arriba ni de los debajo, ni de izquierda ni de derecha, ¡Por Cristo Bendito, que esto ya es muy viejo!, y, por supuesto; ni los de aquí ni de los de allí o, mejor, aun, contra nadie, que es más guay y así nadie se ofende y yo me hago de centro, centro, o sea, centrado, no te digo...
Por lo tanto, pido el voto para el PP-PSOE-La naranjera y concomitantes, a ver si entre ellos y yo logramos una mano de obra a la que no haya que pagarle, lo digo por los lechugones verdes recuperativos que le han salido a la económidellos, en vez de la economía o econominuestra, por nada más, que yo en política no me quiero meter.
*
UN ESTUDIO DE LA UE ALERTA DE QUE LA PRECARIEDAD LABORAL SE EXTIENDE A LOS EMPLEOS CUALIFICADOS
España se sitúa en la franja media de calidad, por
encima del 60%, por detrás de Malta, República Checa, Italia, Eslovenia, Reino
Unido, Irlanda y Alemania.
EFE, BARCELONA | ACTUALIZADO 02.07.2015 - 16:55
La precariedad laboral en España ya
no afecta sólo a los trabajos peor cualificados, sino que se ha extendido a
muchos grupos de población, incluidos los denominados empleos de
cartera (portfolio jobs), que requieren un alto nivel
educativo, intensidad de trabajo y horarios flexibles. Así lo
alertan las primeras conclusiones del proyecto europeo Sophie, cuya
coordinadora general es Carme Borrell, miembro también de la Agencia de Salud
Pública de Barcelona y que ha presentado junto a Joan Benach, investigador del
estudio en el área de mercado laboral y empleo e investigador de la UPF.
El proyecto, financiado a través del séptimo Programa Marco de la Comisión Europea y desarrollado entre 2011 y 2015, pretende generar nuevas evidencias sobre el impacto de las políticas estructurales en las desigualdades en salud y desarrollar metodologías innovadoras para la evaluación de estas políticas en Europa. Benach ha indicado que las desigualdades en salud son diferencias injustas y evitables entre grupos de población definidos social, económica, demográfica o geográficamente. "Las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, y las políticas que influyen en estas circunstancias, afectan la calidad de vida de los individuos, y el proyecto Sophie pretende estudiar estos condicionantes y encontrar medidas para paliar estos efectos adversos", ha precisado.
Según los datos manejados por los investigadores, la prevalencia de la precariedad laboralse situaba el año 2010 en Cataluña en el 42,6%, una cifra que es mayor aún en las mujeres (51,4%) que en los hombres (34,1%). A nivel europeo, España se sitúa en la franja media decalidad en el empleo, por encima del 60%, por detrás de Malta, República Checa, Italia, Eslovenia, Reino Unido, Irlanda y Alemania y muy alejada del país que se sitúa en cabeza del empleo de calidad, Finlandia, con casi un 80% de prevalencia.
Por lo que se refiere a la prevalencia de la inseguridad en el empleo percibida por país (grado en que los trabajadores creen que pueden perder su trabajo en los próximos seis meses),España se ubica en la franja de cola de la Europa de los 27, con un 25% de inseguridad, frente a un 10% de Luxemburgo, Noruega y Dinamarca. Esta precariedad y sensación deinseguridad en el empleo afecta a la salud general de los trabajadores y se intensifica según su edad y el tipo de empleo, indican los investigadores, y así, más de un 15% de los empleados de cartera entre los 40 y 44 años aseguran percibir mala salud.
Frente a este malestar, los empleos denominados estándar, que suelen ser fijos, con oportunidades de formación y con representación laboral, perciben mala salud en un porcentaje inferior al 15% en la misma franja de edad. En cambio, la percepción de mala salud se dispara a porcentajes superiores al 40% en las personas que tienen empleos instrumentales -relativamente estables, más común entre mujeres y escasos beneficios-; y por encima del 45% en la categoría de precariedad intensiva -malas condiciones de trabajo, a tiempo completo y posición socioeconómica más baja-. Los tipos de empleo en Europa se clasifican por estándar (34% de la población europea), instrumentales (29%), de cartera (11%), precariedad no sostenible (10%) y precariedad intensiva (16%).
Benach ha resaltado que los datos de los que disponen para trabajar en la investigación "son muy limitados" y se refieren al año 2010, los últimos elaborados. En opinión de los investigadores, sería útil la creación de una red estatal de vigilancia de la equidad con información sobre indicadores determinantes sociales y de desigualdad en salud y en la atención sanitaria, para difundirlos periódicamente a la sociedad civil.
El proyecto, financiado a través del séptimo Programa Marco de la Comisión Europea y desarrollado entre 2011 y 2015, pretende generar nuevas evidencias sobre el impacto de las políticas estructurales en las desigualdades en salud y desarrollar metodologías innovadoras para la evaluación de estas políticas en Europa. Benach ha indicado que las desigualdades en salud son diferencias injustas y evitables entre grupos de población definidos social, económica, demográfica o geográficamente. "Las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, y las políticas que influyen en estas circunstancias, afectan la calidad de vida de los individuos, y el proyecto Sophie pretende estudiar estos condicionantes y encontrar medidas para paliar estos efectos adversos", ha precisado.
Según los datos manejados por los investigadores, la prevalencia de la precariedad laboralse situaba el año 2010 en Cataluña en el 42,6%, una cifra que es mayor aún en las mujeres (51,4%) que en los hombres (34,1%). A nivel europeo, España se sitúa en la franja media decalidad en el empleo, por encima del 60%, por detrás de Malta, República Checa, Italia, Eslovenia, Reino Unido, Irlanda y Alemania y muy alejada del país que se sitúa en cabeza del empleo de calidad, Finlandia, con casi un 80% de prevalencia.
Por lo que se refiere a la prevalencia de la inseguridad en el empleo percibida por país (grado en que los trabajadores creen que pueden perder su trabajo en los próximos seis meses),España se ubica en la franja de cola de la Europa de los 27, con un 25% de inseguridad, frente a un 10% de Luxemburgo, Noruega y Dinamarca. Esta precariedad y sensación deinseguridad en el empleo afecta a la salud general de los trabajadores y se intensifica según su edad y el tipo de empleo, indican los investigadores, y así, más de un 15% de los empleados de cartera entre los 40 y 44 años aseguran percibir mala salud.
Frente a este malestar, los empleos denominados estándar, que suelen ser fijos, con oportunidades de formación y con representación laboral, perciben mala salud en un porcentaje inferior al 15% en la misma franja de edad. En cambio, la percepción de mala salud se dispara a porcentajes superiores al 40% en las personas que tienen empleos instrumentales -relativamente estables, más común entre mujeres y escasos beneficios-; y por encima del 45% en la categoría de precariedad intensiva -malas condiciones de trabajo, a tiempo completo y posición socioeconómica más baja-. Los tipos de empleo en Europa se clasifican por estándar (34% de la población europea), instrumentales (29%), de cartera (11%), precariedad no sostenible (10%) y precariedad intensiva (16%).
Benach ha resaltado que los datos de los que disponen para trabajar en la investigación "son muy limitados" y se refieren al año 2010, los últimos elaborados. En opinión de los investigadores, sería útil la creación de una red estatal de vigilancia de la equidad con información sobre indicadores determinantes sociales y de desigualdad en salud y en la atención sanitaria, para difundirlos periódicamente a la sociedad civil.
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PUBLICADO EN CRÓNICA DE ARAGON
Grecia: la necesidad de decir “NO”
3. julio 2015
A pesar de lo que pueda parecer, el referéndum que este domingo celebran los griegos no es para opinar sobre las medidas económicas que la Troika pretende imponer al país, sino para decidir entre democracia o dictadura como forma de Gobierno del Estado.
Si la mayoría de los griegos opta por el SÍ, la Dictadura de los Mercados recibirá un aval democrático adicional para seguir colocando la economía fuera del alcance de los pueblos y de los Estados. Crecerán las desigualdades sociales y avanzará la pobreza, mientras quedan perfectamente salvaguardados los intereses especulativos de los acreedores.
Pero si la mayoría de los griegos opta por el NO, los intereses especulativos de los acreedores quedarán sometidos a un plan de devolución compatible con la prosperidad de la población.
Más allá de la propaganda apocalíptica difundida por el dios Mercado a través de sus monaguillos mediáticos, lo que está en juego el domingo en Grecia es la propia democracia, la justicia social, la dignidad de una nación, y el bienestar de sus gentes. De hecho, ha tenido que llegar un gobierno de la izquierda radical para que el pueblo tuviera voz propia en temas económicos, después de más de un lustro de sometimiento a los dictados del neoliberalismo más radical.
Buena parte de lo que pase en Europa de aquí en adelante, se decide este domingo en Grecia. Esperemos, pues, que el pueblo griego sea consciente de que bajo el cebo de los planes de rescate se esconde el anzuelo de la tiranía. Como dijo el presidente de los EEUU Thomas Jefferson en 1816: “Creo sinceramente que los establecimientos bancarios son más peligrosos que los ejércitos permanentes y que el principio de gastar dinero para ser pagado por la posteridad, bajo el nombre de ‘financiación’, es sin embargo una estafa futura a gran escala”.
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