viernes, 17 de enero de 2020

AUSTRALIA, EL FUEGO Y LA ECO LO QUE SEA



El incendio en Australia no tiene nada que ver con el clima,



Publicado por Octubre
enero 17, 2020
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Los incendios son muy frecuentes en Australia, hasta el punto de que al verano austral lo llaman allá la “temporada de incendios”. Son devastadores y desde 1851 han costado la vida a unos 800 australianos (1).

En otras entradas ya hemos hablado de la lucha del fuego contra el fuego que desde hace 40.000 años llevan a cabo los pueblos aborígenes australianos. Es una técnica agraria que consiste en quemar los matorrales y espacir las cenizas por el suelo para fertilizarlo. Hace más de 2300 años Jenofonte describió la quema de restos agrícolas en el capítulo 18 de su libro sobre economía: “Si se dejan los rastrojos en el suelo, fertilizan después de quemarlos; si se añaden al estiércol, aumentan la masa de fertilizante”.

En inglés la llaman “burning over” y en francés es aún más característico (“écobuage”, “brûlis”) porque expresa su objetivo ecológico. Lamentablemente, ahora estas prácticas tradicionales han acabado prohibidas por motivos… ecológicos. Históricamente los incendios en el medio rural mejoraban el ecosistema; ahora dicen lo contrario: que lo destruyen, que aumentan las emisiones de CO2…

En Australia la temporada de incendios se extiende de julio a octubre en el norte y de enero a marzo en el sur. Para prevenirlos, la Oficina de Meteorología proporciona pronósticos del tiempo para las zonas de riesgo y los gobiernos locales lo califican diariamente en una escala que se coloca a la entrada de los parques y en las carreteras.

Lo mismo que a las tormentas tropicales, a los incendios australes les ponen un nombre: el del día de la semana en que se inician. Los más conocidos son el incendio del 6 de febrero de 1851 (Jueves Negro), en el que 5 millones de hectáreas se consumieron en el estado de Victoria, matando a 12 personas. El de 1983 se llamó Miércoles de Ceniza, el de 2001 la Navidad Negra y el de 2009 Sábado Negro.

Si en el incedio actual han muerto 27 personas, el del Sábado Negro causó 173 víctimas. Si el incendio actual ha arrasado 10 millones de hectáreas, el de 1974 arrasó diez veces más: 117 millones, lo que quivale al 15 por ciento de la superficie del continente.

Los incendios no se producen por causas naturales, salvo muy pocas excepciones. El clima, el viento o la sequía no son la causa de los incendios. La naturaleza sólo pone el combustible y las condiciones para que el hombre los provoque, por negligencia o deliberadamente. El año pasado la policía australiana detuvo a 183 personas acusadas de causar incendios deliberadamente.

En el último siglo la población australiana se ha multiplicado por cinco y se ha expandido. Las áreas rurales o bien permanecen abandonadas o bien su mantenimiento es desastroso por varios motivos. Los nuevos colonos no conocen las prácticas tradicionales, ni saben controlar un fuego. Las políticas seudoecologistas impiden alterar las condiciones ambientales.

En España se habla de incendio forestal o de que el monte se quema, pero Australia es diferente porque los matorrales ocupan 800.000 kilómetros cuadrados, es decir, dos veces la superficie de España. Allá los incendios son arbustivos y resultan fundamentales para prevenir otros mayores.

Australia es un país colonizado y los incendios siempre han formado parte de la política de colonización de nuevas tierras o del cambio forzoso del régimen de propiedad de las mismas, como ocurrió en España tras la desamortización.

En el continente austral la naturaleza pone varias condiciones imprescindibles para que los incendios sean devastadores. La primera son las olas de calor periódicas. En enero de 1896, por ejemplo, durante semanas el calor fue tan sofocante que la gente tuvo que huir en trenes especiales. En enero de 1939 tuvo lugar la ola de calor más extrema que ha golpeado el sudeste de Australia, con 71 personas muertas sólo en Victoria. En enero de 1960 se alcanzó un récord de temperatura de 50,7°C en Oodnadatta.

No obstante, la temperatura en Australia no crece como pretende la seudociencia. Según la Oficina Australiana de Meteorología, la media en el continente sólo ha aumentado en un grado centígrado desde el comienzo de la era industrial. Las olas de calor van y vienen, como las del mar.

Por lo demás, es un error común -muy extendido- equiparar calor con sequía y el incendio de 1974 es el mejor ejemplo de ello, ya que su origen estuvo en una exuberante vegetación debida a las fuertes lluvias de los dos años anteriores, que dejaron los suelos con un combustible muy abundante.

Pero hay más: aunque los dos últimos años (2018 y 2019) han sido secos, los últimos 40 han sido más húmedos que los 70 años anteriores. El último medio siglo ha sido mucho más húmedo que la primera mitad del siglo XX.

Por lo tanto, las cosas ocurren al revés de lo que quieren hacer creer: el riesgo de incendios forestales aumenta cuando hay más precipitaciones durante la temporada de crecimiento de la vegetación que precede a la temporada de incendios.

En materia de incendios no se puede olvidar nunca lo más importante: como ya expusimos en otra entrada, cada año los incendios arrasan -sobre todo- el hemisferio sur y, más en concreto, África y la Amazonia. En el Continente Negro ocurren el 70 por ciento de todos los incendios que hay en el planeta (2).

Para acabar, otra observación que consideramos interesante: por más que los seudoecologistas se empeñen en decir lo contrario, en el mundo cada vez hay menos incendios, especialmente en Europa. Los datos satelitales muestran que que en los últimos años se ha quemado un 18 por ciento menos de superficie a causa de los incendios (3). Pero sobre el cuento de los “fenómenos meteorológicos extremos” también hicimos otra entrada, a la que nos remitimos.

(1) http://home.iprimus.com.au/foo7/firesum.html
(2) https://earthobservatory.nasa.gov/images/145421/building-a-long-term-record-of-fire
(3) https://science.sciencemag.org/content/356/6345/1356

 Mapa de los incendios en el mundo el 8 y 9 de enero de este año

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GOBIERNO PROGRE, PROGRE Y PASADAS LAS CALENTURAS DE LAS ILUSIONES QUE SE VERÁN FRUSTRADAS AL PASO QUE VAMOS. NO HAY MÁS, O EL GOBIERNO ADMINISTRA PARA LOS GRANDES CAPITALES 25 MIL MILLONES MÁS QUE NOS VAN A ROBAR, O EL GOBIERNO NOS EMPIEZA A DECIR QUÉ HACER DE VERDAD PARA QUE DEJEN DE ROBARNOS PRIMERO Y DESPUÉS EXIGIRLES LO QUE NOS HAN ROBADO, POR EJEMPLO, LOS 60 MIL MILLONES DE REGALIZ A LA BANCA



Sánchez e Iglesias se topan con la austeridad

Entrada en vigor de la reforma del Art. 135



Eduardo Bayona
Vientosur
Público.es
11.01.2020 
El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez será el primero de la historia de España que además de cuadrar sobre el papel los Presupuestos Generales del Estado vaya a verse obligado a hacer casar en la práctica el resultado de gestionar esas cuentas con los límites que impone la ley: el pasado 1 de enero entró en vigor la polémica, por austeritaria, reforma del artículo 135 de la Constitución por la que el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero y el PP de Mariano Rajoy impusieron, con el único apoyo de los foralistas de UPN, topes al déficit y al endeudamiento de las administraciones.
La aplicación de la reforma incluye la paradoja de que en el primer Ejecutivo que va a tener que asumirla, que afronta retos como reducir el desfase presupuestario en más de 25.000 millones de euros y rebajar la deuda pública en más de medio billón, vaya a haber ministros de Podemos y de IU, las dos formaciones políticas que mayor oposición han mostrado a ese cambio de normas: los morados abogan por suprimirla e Izquierda Unida por que el gasto social pase a ser prioritario frente a la amortización y el pago de intereses de la deuda.
La modificación de la Carta Magna, la segunda que sufre el texto tras la que en 1992 reconoció a los ciudadanos comunitarios el derecho a votar y ser votados en las elecciones locales, fue aprobada en un vertiginoso proceso de apenas dos meses entre julio y septiembre de 2011, aunque con dos condiciones temporales: una moratoria de nueve años que establecía que “los límites de déficit estructural establecidos en el artículo 135.2 de la Constitución Española entrarán en vigor a partir de 2020” y un plazo de nueve meses para que la ley orgánica que debía desarrollarla, la de Estabilidad Presupuestaria, estuviera vigente antes de que terminara junio de 2012.
Esa reforma, además de obligar a ayuntamientos, comarcas y diputaciones a “presentar equilibrio presupuestario”, imponía a la Administración central del Estado y a las comunidades autónomas el “principio de estabilidad presupuestaria”, que consiste enlimitar el “déficit estructural máximo permitido” y en poner un tope al endeudamiento público que solo pueden superar en caso de “catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia extraordinaria que escapen al control del Estado y perjudiquen considerablemente la situación financiera o la sostenibilidad económica o social del Estado, apreciadas por la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados”. Todo, sin referencias a los eventuales efectos que una regulación de ese tipo pueda tener en los servicios públicos que costean los ciudadanos con sus impuestos.
"Ninguna Administración podrá incurrir en déficit"
La ley que desarrolla la reforma indica que a partir del 1 de enero de 2020 “ninguna Administración Pública podrá incurrir en déficit estructural”, aunque, en la práctica, permite alcanzar “en el conjunto” de ellas un desfase del 0,4% del PIB, “o el establecido en la normativa europea cuando este fuera inferior”, al que, en todo caso, habría que restarle el que pueda arrojar la Seguridad Social.
Y, paralelamente, limita al 60% del PIB el nivel de endeudamiento que pueden soportar las institucionescon un reparto de topes que sitúa en el 44% el de la Administración central, en un 13% el de las comunidades y en un 3% el de las entidades locales. Las autonomías que superen ese límite en relación con la riqueza de su territorio “no podrá(n) realizar operaciones de endeudamiento neto”.

Esas reglas, teniendo en cuenta las magnitudes oficiales del PIB, tanto el estatal como los autonómicos que marca el INE (Instituto Nacional de Estadística), y su cruce con los registros del déficit que ofrece la IGAE (Intervención General de la Administración del Estado), indican que en 2018 el Gobierno central habría rebasado su límite de descuadre (0,4% del PIB) en 25.687 millones de euros, lo que le obligaría a reducirlo a menos de la sexta parte.

Eso, para el 2018, que fue el último ejercicio con los datos cerrados. En los tres primeros trimestres pasados, entre enero y septiembre de 2019, el déficit acumulado alcanzó los 50.067 millones de euros.
El descuadre sigue creciendo
En cuanto a las comunidades autónomas, el cruce de esos mismos datos dibuja tres grupos claramente diferenciados en el que destacan las cinco que cerraron el 2018 con superávit, caso de Asturias, Canarias, Galicia, Navarra y Euskadi.
Por el contrario, otras ocho (Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y La Rioja) lo cerraron con déficit, aunque inferior al que permite la nueva norma, mientras las cuatro restantes rebasaban ese tope: Andalucía por 171 millones, Catalunya por 91, la Comunitat Valenciana por 1.131 (lo triplicó con creces) y Murcia por 292.
Varias comunidades seguían superando los niveles vigentes desde el comienzo de 2020 al cierre del mes de octubre de 2019, en algunos casos con peores registros que los del año anterior.
Los 420.000 millones de Rajoy
La homogeneidad es mayor en el apartado de la deuda: tanto la Administración central como las 17 comunidades autónomas superaban con claridad los límites que marca la reforma del 135 al finalizar 2018, según los datos del Banco de España.
El desfase superaba el medio billón de euros (518.286 millones) en el Gobierno central, donde los equipos económicos de Mariano Rajoy dejaron una profunda huella de 422.930 millones de endeudamiento (pasó de 743.043 a 1.165.973 entre el cierre de 2011 y la primavera de 2018), mientras rondaba los 15.000 millones en Andalucía, pasaba de 30.000 en la Comunitat Valenciana y se acercaba a los 50.000 en Catalunya.
La evolución del endeudamiento ha sido diferente en los nueve primeros meses de este año en función del tipo de Administración, ya que mientras la del Gobierno aumentaba en casi 27.000, la de las comunidades crecía en cerca de 5.000 (solo Baleares, Catalunya y Navarra la reducían ligeramente) y la de la Seguridad Social se incrementaba en más de 11.000, el de las entidades locales bajaba en más de 500.

PENSIONES.SIN MOVILIZACIONES MASIVAS Y ORGANIZADAS, DON SIN DIN COJONES EN LATÍN

 

¿La cuestión del robo de las pensiones en el Pacto de Toledo no sería conveniente  frenarlo en seco y estudiarlo, discutirlo y difundirlo a través de los CIRCULOS de Podemos e Izquierda Unida, en primer lugar para que los trabajadores sepamos cómo nos toman el pelo y nos roban lo que es nuestro, y para empezar a formar las mayorías sociales organizadas que  ya estamos necesitando como el comer, y para dejar de actuar a toque de cornetín del jefe que no sirve más que para legitimar y consagrar la situación injusta y galopante que estamos sufriendo los trabajadores y lo que te rondaré morena como no nos sacudamos la modorra que tenemos?

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El gobierno del PSOE se dispone a dar el golpe final a los derechos de los trabajadores: la ‘mochila austriaca’ 

MOVIMIENTO POLÍTICO DE RESISTENCIA

23.05.2019

El gobierno del PSOE se dispone a dar el golpe final a los pocos derechos que les quedan a los trabajadores. El plan se llama “mochila austriaca” y no es otra cosa que una privatización descarada de las pensiones, hasta ahora calificadas como “públicas”.

Es evidente que el PSOE es un mero ejecutor de un proyecto que lleva 10 años contando con el apoyo de todos los demás partidos políticos, incluidos Podemos y demás, lo cual significa que no existe ninguna diferencia sustancial entre ninguno de esos partidos. En efecto, “todos son iguales”, aunque el PSOE es, como siempre, el encargado de las medidas de choque contra las conquistas de la clase obrera.

Fue Zapatero en 2010 quien propuso por primera vez abiertamente imponer la “mochila austriaca”, seguido luego por Mariano Rajoy, que la incluyó en su programa electoral de 2011 y el PP volvió a incluirla en 2015 y 2016.

En 2009 el artífice del programa económico de Ciudadanos, Luis Garicano, formó parte de los 100 economistas que apoyaron el manifiesto llamado de “reactivación laboral” pidiendo, entre otras cosas, imponer la “mochila austriaca”. Hoy Rivera lo sigue incluyendo en su programa electoral.

Una propuesta en el Congreso del PNV y PDeCAT instó al gobierno a aprobar esta medida. Entonces el PSOE se desmarcó votando en contra de la propuesta, pero luego la recuperó cuando Pedro Sánchez accedió al gobierno, incluyéndola en su “agenda del cambio”.

La propuesta del PSOE fue enviada a los jefes del Consejo de Europa pocos días después de la victoria electoral con el nombre de “Programa de estabilidad 2019-2022”. La Comisión Europea ha bendecido ese plan, lo mismo que el denominado “Programa Nacional de Reformas” con las leyes y decretos que piensa aprobar este gobierno.

La “mochila austriaca” fue asumida en el acuerdo que en 2016 firmaron PSOE, Ciudadanos y Podemos, por lo que el acuerdo es total y la demagogia de Podemos sobre el “Ibex 35” es pura charlatanería: la “izquierda domesticada” cuenta con el apoyo de los grandes monopolios, la CEOE y la banca.

El proyecto no es diferente de una cuenta de ahorro o un plan privado de pensiones de los varios que las grandes empresas mantienen con aseguradoras y fondos de inversión, que hasta ahora complementaban las pensiones y ahora acabarán con ellas.

También acabarán con las indemnizaciones por despido, por lo que enviar a un trabajador a la calle no sólo será libre sino también gratis; a coste cero. Acabarán los convenios colectivos y la antigüedad.

Hoy las indemnizaciones por despido no pagan impuestos, pero la devolución de la “mochila” supondrá que Hacienda retendrá al menos un 19 por ciento.

Como cualquier otro fondo de pensiones, el dinero no lo gestiona el trabajador sino la banca, lo cual es una especie de préstamo forzoso que harán millones de trabajadores durante años para sanear las cuentas del capital financiero. Las consecuencias son más que evidentes.

Primera: si el banco quiebra, el trabajador se queda sin su “mochila”. El Estado jura y promete que “asegurará” la devolución del dinero, lo cual es un brindis al sol: el Estado no puede asegurar absolutamente nada, y menos en una situación de crisis como la actual

Segunda: la banca no pagará absolutamente nada al trabajador por la gestión del dinero, sino todo lo contrario: le cobrará un porcentaje.

Tercera: aunque cobra, la banca no se responsabiliza de la gestión del dinero del trabajador, es decir, que si lo despilfarra especulando en bolsa, la “mochila” se reducirá y los trabajadores tienen que tener en cuenta que a fecha de hoy todos los fondos privados de pensiones tienen pérdidas.

Esto es el capitalismo en estado puro. Antes sólo salían a la calle los trabajadores en activo; ahora cada vez vemos más jubilados en las protestas. Jamás nos van a dejar descansar en paz; tendremos que luchar hasta nuestro funeral.

2 comentarios:

Aquí no dice lo mismo que decís vosotros. http://www.expansion.com/economia/politica/2019/02/10/5c6011af46163f4f558b4628.html