domingo, 9 de agosto de 2015

JAPÓN: LA ENERGÍA NUCLEAR ES UN BUEN NEGOCIOS..., Y MUY LIMPIO



Hiroshima y Nagasaki 70 años después de la bomba atómica

Rebelión
Democracy now!
08.08.2015

Hace 70 años, el 6 de agosto de 1945, el mundo cambió para siempre. Ese día, Estados Unidos lanzó por primera vez en la historia un arma nuclear contra población civil, la de Hiroshima, en Japón. Tres días más tarde lanzó la segunda y, hasta ahora, última bomba atómica utilizada contra objetivos humanos en Nagasaki, Japón. Cientos de miles de personas murieron, muchas sufrieron quemaduras graves y miles fueron víctimas de los efectos de largo plazo del envenenamiento por radiación. Muchos sobrevivientes de las dos terribles explosiones, denominados “hibakusha” en japonés, aún están vivos y cuentan sus experiencias. Mientras que el mundo ha evitado ataques nucleares desde aquellos días de 1945, la amenaza de una potencial devastación nuclear permanece aún latente. Sin embargo, de las cenizas de estas dos terribles explosiones surgió un movimiento a favor de la abolición de las armas nucleares que sigue llevando adelante su campaña pacifista para eliminar estas armas.

“Cuando tenía doce años Japón estaba en guerra y fue obviamente hacia el final de la guerra que el país experimentó los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki”, me dijo Kenzaburo Oe el año pasado en Tokio, Japón. Oe tiene 80 años, obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1994 y es uno de los intelectuales y activistas humanitarios más respetados de Japón. “En el momento, por supuesto, la bomba atómica significó para mí, y también para mi madre y nuestras familias y para todas las personas, una gran conmoción. En aquel entonces, fue la peor catástrofe que jamás habíamos visto, por lo que el sentimiento de tener que sobrevivir a esto, de superar esto y de renovarse fue grandioso”.

La obra de Kenzaburo Oe es conocida en todo el mundo, pero el autor afirma que lamenta no haber escrito jamás una novela sobre la bomba atómica. Reconoce el gran mérito de los sobrevivientes de los ataques en mantener vivas las historias: “Los habitantes de Hiroshima que padecieron el peor sacrificio fueron, por supuesto, las decenas de miles de personas que murieron al instante. Sin embargo, hubo muchos sobrevivientes. Después del fin de la guerra y de las bombas, en los cinco años posteriores, Japón estaba ocupado militarmente (por Estados Unidos) y en ese momento no era posible para los hibakusha, que es como llamamos a los sobrevivientes de las bombas atómicas, crear cualquier tipo de organización propia. Recién cinco años después de que se lanzaran las bombas, los sobrevivientes pudieron por primera vez crear su propia organización. En aquel entonces, su único eslogan era jamás permitir que esto se repitiera, jamás permitir que haya nuevos hibakusha”.

Desde entonces, los hibakusha han ocupado un lugar central en el movimiento pacifista japonés y adoptaron como símbolo un origami en forma de grulla de la paz. Sadako Sasaki tenía apenas dos años cuando Hiroshima sufrió el impacto de la bomba. Sadako sobrevivió, pero a los 12 años le diagnosticaron leucemia, una de las enfermedades provocadas por la radiación de la bomba. Un amigo del hospital le dijo que si hacía mil grullas de papel se le concedería un deseo. Con la esperanza de vencer su enfermedad, Sadako comenzó a crear las intrincadas aves de papel. Murió el 25 de octubre de 1955.

No obstante, el movimiento pacifista de Japón sigue con vida. Muchos japoneses se siguen organizando para reclamar la abolición de las armas nucleares, pero también para que se eliminen las plantas nucleares. Kenzaburo Oe dijo al periódico francés Le Monde: “Hiroshima debe quedar grabado en nuestra memoria: es una catástrofe aún más dramática que los desastres naturales porque fue provocada por el ser humano…Mostrar el mismo desinterés por la vida humana en las plantas nucleares es la peor traición a la memoria de las víctimas de Hiroshima”, afirmó el autor. El movimiento a favor del cierre permanente de las plantas nucleares de Japón parecía estar a punto de triunfar después del desastre ocurrido en Fukushima en marzo de 2011. Sin embargo, el gobierno conservador del primer ministro Shinkzo Abe, que asumió el poder inmediatamente después del desastre, ha prometido reavivar la energía nuclear en el país y tiene el proyecto de volver a poner en funcionamiento antiguas plantas inactivas e incluso, de construir nuevas.

Del otro lado del mundo, en Los Álamos, Nuevo México, el lugar donde se fabricó la bomba atómica, se sigue realizando investigación para la fabricación de nuevas y supuestamente “mejores” armas nucleares. Para conmemorar el 70° aniversario de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, activistas por la paz realizarán una convención en la ciudad cercana de Santa Fé, así como vigilias en la entrada del ultrasecreto laboratorio de investigación sobre armas nucleares de Los Álamos. Como activista por la paz y referente social de larga trayectoria, el padre John Dear afirma: “Le dijimos a Dios: lo que tardaste 15.000 millones de años en crear, podemos destruirlo en 15 minutos”.

Las palabras de Dear se suman a las de uno de los artífices de la bomba, J. Robert Oppenheimer. Oppenheimer era físico y director del Proyecto Manhattan, el monumental proyecto científico estadounidense que desarrolló las bombas. La primera bomba atómica fue detonada el 16 de julio de 1945 en el desierto de Nuevo México, en un lugar especialmente elegido para hacer la prueba llamado Trinity. Al observar la explosión y la nube de humo con forma de hongo que esta generó, Oppenheimer recordó las palabras de Visnú en el texto sagrado hindú Bhagavad-guita: “Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”.

Hiroshima es un monumento a la locura de las armas nucleares. El año pasado, al caminar por el predio del Museo de la Paz de Hiroshima pude ver el Monumento a la Paz de los Niños, erigido en homenaje a Sadako Sasaki y a los miles de niños víctimas de las explosiones. El monumento está adornado con miles de grullas de papel. En la base está grabado un llamamiento a todos nosotros: “Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo”.

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

Traducción al español del texto en inglés: Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

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ESTADO ISLÁMICO. COMO TO LO RELIGIOSO, ENEMIGO DE LA LIBERTAD DEL HOMBRE ¿PERO QUÉ HACEN LOS MILITARES AMERICANOS FIJOS EN MORÓN DE LA FRONTERA?


La plaga del siglo XXI: Todo sobre el Estado Islámico
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En la elaboración de este artículo se han utilizado los archivos multimedia de RT, Reuters

Preparado por María Lekant, Iván Sérbinov
28 jul. 2015

El Ejército iraquí
De momento, las fuerzas armadas del Gobierno de Irak se han mostrado como una de las partes débiles del conflicto.
Con la disolución del Ejército de Husein en 2003, las Fuerzas Armadas del país perdieron a la cúpula y los jefes militares experimentados en conflictos previos.
Además, en medio de los escándalos de corrupción y favoritismo durante el mandato del exprimer ministro Nuri al Maliki se reveló la existencia de 50.000 'soldados fantasmas' que no sirven o no existen, pero que son financiados.
Estos factores permitieron al EI avanzar rápidamente en Irak, robar millones de dólares e incautarse de toneladas de material bélico dejado por EE.UU., incluidos lanzagranadas, carros de asalto y vehículos blindados. 
El Ejército sirio
El Ejército sirio tampoco tiene mucha suerte en la lucha contra el grupo terrorista. Su última gran pérdida es, sin duda, la antigua ciudad siria de Palmira, incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. 
El Estado Islámico se apoderó de la ciudad en mayo, dando pie a temores de que correrá la misma suerte que los sitios arqueológicos de Hatra y Nimrud, ubicados en Irak. A pocos días del asalto a Palmira, el EI asesinó, según varias fuentes, entre 200 y 400 personas. 

El Ejército Libre Sirio
En mayo, el secretario de Defensa de EE.UU. Ashton Carter confirmó que el Pentágono empezó a entrenar a los rebeldes sirios para luchar contra el Estado Islámico. El proyecto pretende asesorar a más de 15.000 combatientes en tres años. 
El plan consiste en que al regresar a sus lugares de origen los opositores sean capaces de resistir al EI. Al mismo tiempo, fuentes del Pentágono admiten que algunos de los grupos entrenados podrían aplicar sus conocimientos contra el régimen del presidente sirio Bashar al Assad

Las milicias chiitas e Irán
Aunque no participa en la coalición, Irán sí ayuda a detener el avance del EI. De hecho, el mayor general iraní Qassem Soleimani, a cargo de las actividades paramilitares de Teherán en Oriente Próximo, opina que EE.UU. y otros países han fracasado en la lucha contra el Estado Islámico, mientras que únicamente Teherán está comprometido con esta causa.
"Actualmente en la lucha contra este fenómeno peligroso nadie está presente excepto Irán", dijo Soleimani, comandante de las fuerzas de élite Quds y responsable de proteger los intereses del país en el extranjero en declaraciones recogidas por la agencia iraní Tasnim.
En gran parte debido a la ayuda iraní, las milicias chiitas en Irak han comenzado a obtener éxitos en su enfrentamiento con el Estado Islámico. Teherán comenzó a intervenir fuertemente en la guerra contra los terroristas respaldando, organizando y armando a las milicias chiitas.
Las zonas chiitas de Irak proporcionan un refugio seguro contra la violencia que se ha apoderado del resto de Irak y representa una buena base de operaciones para los soldados iraquíes y las milicias chiitas con vistas a comenzar el avance en el territorio controlado por el EI.
El Estado Islámico ya se considera la organización terrorista más rica del mundo. Pero, ¿de dónde consigue el dinero este grupo yihadista?
Tras el asedio de Mosul, la segunda ciudad de Irak, el Estado Islámico se convirtió en la organización terrorista más adinerada del mundo, superando a Al Qaeda. Allí, los insurgentes se apoderaron de enormes cantidades de dinero en efectivo y lingotes de oro de algunos bancos. En total, se hicieron con 500 millones de dinares (unos 429 millones de dólares). 

Las autoridades iraquíes estiman que los fondos de financiación del grupo alcanzan ya los 2.000 millones de dólares. Sin embargo, todavía se desconoce exactamente de dónde procede esa desorbitada suma. 

El petróleo 
Las principales ganancias del movimiento extremista llegan de la venta en el mercado negro del petróleo de los pozos que el EI ha capturado en Irak y Siria.
El crudo obtenido por el EI se vende en el mercado negro de los países adyacentes.
"Compramos un camión cisterna de 26 a 28 toneladas por 4.200 dólares. Lo vendemos en Jordania por 15.000 dólares. Cada traficante maneja ocho cisternas por semana de media", contó a 'The Guardian' Sami Jalaf, un traficante petrolero y exagente de inteligencia durante el régimen de Sadam Husein. 
Según él, por cruzar cada paso fronterizo se paga a los corruptos guardafronteras 650 dólares.  
El analista del sector energético Robin Mills afirma que si el grupo yihadista logra controlar los territorios en los que las milicias están avanzando, los ingresos podrían ascender hasta los 3 millones diarios y alcanzar los 100 millones de dólares al mes. 
Arabia Saudita
Según el canal alemán Deutsche Welle, el Gobierno iraquí, dominado por chiitas, acusa a Arabia Saudita de apoyar a los yihadistas del Estado Islámico.

Arabia Saudita "es responsable de la ayuda financiera y moral que re
ciben los grupos insurgentes", señaló hace dos meses el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki. Como era de esperar, EE.UU., el aliado más importante de Arabia Saudita, rechazó las acusaciones lanzadas por el jefe de Gobierno iraquí.

Para Günter Meyer, director del Centro para la Investigación sobre el Mundo Árabe de la Universidad de Maguncia (Alemania), resulta obvio quién financia a estos radicales.

"La fuente más importante de financiación del Estado Islámico hasta la fecha proviene de los países del golfo Pérsico, sobre todo de Arabia Saudita, pero también de Catar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos", explicó Meyer, que agregó que su motivación inicial era apoyar la lucha contra el Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad. 

Extorsión 
Según Charles Lister, investigador visitante del Centro Brooking de Doha (Catar), se sospecha que la organización recauda impuestos en las zonas que controla.

"La extorsión afecta a pequeñas y grandes compañías, empresas de construcción, y si los rumores son ciertos, incluso a representantes de gobiernos locales", recalcó Lister a Deutsche Welle. 

Dinero para la yihad 
Con el dinero que robó en Mosul, el Estado Islámico puede financiar sin dificultades la yihad, opina el bloguero británico Eliot Higgins, más conocido como Brown Moses.

"Con 429 millones de dólares, el Estado Islámico podría reclutar a 60.000 combatientes y pagarles 600 dólares al mes durante un año entero", escribió Higgins en su cuenta de Twitter.

Además, con este poder económico, el grupo puede adquirir fácilmente armas de alta calidad en el mercado internacional, subrayó Meyer. 

En una reciente entrevista concedida a RT, el exministro de Defensa de Israel Ehud Barak afirmó que el EI "no es fuerte" y que las fuerzas del autodenominado califato podrían ser derrotadas totalmente "en dos días". 

"Creo que el Estado Islámico tiene éxito porque no se enfrenta a un esfuerzo coherente y coordinado para destruirlo. Técnicamente, no son fuertes. Son unas 30.000 o 40.000 personas. Sus vehículos son camionetas Toyota equipadas con ametralladoras", afirmó Ehud Barak.
Muchos expertos están de acuerdo con el exministro de Defensa israelí en que el esfuerzo y la estrategia actuales de los países que luchan contra el Estado Islámico no son coherentes ni suficientes. Sin embargo, la gran mayoría coincide en que combatir al grupo terrorista no es una tarea fácil.
El levantamiento isurgente y violento del Estado Islámico se propaga por la región sembrando miedo y muerte.
Tiene dinero, armamento y una ideología arraigada, paga muy bien a sus combatientes, explota los agravios sufridos por la comunidad sunita en Irak y Siria y está creando, según los expertos, una nueva generación de monstruos "adoctrinados y radicalizados" en los territorios ocupados de Oriente Medio.

Mientras tanto, Occidente no quiere cooperar con Bashar al Assad, y Bagdad está impidiendo el suministro de armas a los combatientes kurdos, aunque el propio Ejército iraquí no se encuentra en condiciones de derrotar a los insurgentes.

Además, según afirma el académico del Departamento de Estudios de Defensa de la universidad londinense King's College, William Park, en un artículo publicado en el diario británico 'The Telegraph', el Estado Islámico no es una organización con cortafuegos, sino más bien la extensión de un radicalismo islámico que se puede encontrar en Al Qaeda, los talibanes, la inteligencia pakistaní, las calles de las ciudades europeas e incluso los Hermanos Musulmanes.  
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