viernes, 10 de enero de 2020

UNA JEFA DE VOX, MUJER DE UN JEFE DE VOX, SALVA ESPAÑA POR DEFINICIÓN, Y EL REY QUE SE SALVE COMO PUEDA, AMPARÁNDOSE EN EL CAPÍTULO N+1 DE LA COSNTITUCIÓN, QUE TRATA SOBRE LA RISA FLOJA, O POSIBLEMENTE EN EL AUTOR INTELECTUAL,EL CABALLO DE SANTIAGO ABASCAL. DE A SALVAR PATRIAS TOCAN, SE HA DISFRAZADO DE PEPE GOTERAS Y OTILIO, CHAPUZAS A DOMICILIO, PARA COBRAR HONORARIOS INDEBIDAMENTE, O SEA, DE CHORICE, CHORIZO



El Colegio de Arquitectos de Madrid da 15 días a Monasterio para presentar alegaciones por sus irregularidades 
Este requerimiento llega tras una denuncia de Más Madrid en el COAM que en un principio fue archivada
El Colegio de arquitectos ha decidido ahora admitir a trámite el recurso al archivo del edil José Manuel Calvo
Monasterio habría falsificado un visado del colegio de aparejadores y firmó planos y proyectos sin ser arquitecta
ELDIARIO.ES
09/01/2020  
La portavoz de Vox, Rocío Monasterio, en la Asamblea de Madrid. / Europa Press
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El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha dado un plazo de quince días a la líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, para que presente las alegaciones que estime oportunas tras detectarse presuntas negligencias profesionales de Monasterio por firmar proyectos y realizar trabajos sin ni siquiera tener el título.
La comisión deontológica del COAM en un primer momento decidió archivar la denuncia del concejal de Más Madrid, José Manuel Calvo, contra Monasterio, argumentando que no era colegiada cuando cometió las supuestas irregularidades. Ante esta respuesta, Calvo volvió a insistir y presentó un recurso en contra de ese archivo que ahora ha sido admitido a trámite. El edil de Más Madrid presentó otra instancia en el el Consejo Superior de arquitectos.
Según distintas informaciones avanzadas por El País y eldiario.es, la hoy diputada autonómica se hizo pasar por arquitecta entre 2002 y 2009 y firmó planos, pese a que no terminó la carrera hasta 2009. Monasterio habría falsificado además un visado del colegio de aparejadores en las obras a un loft propiedad del presentador Arturo Valls, según denunció el propio organismo y avanzó El País.
Calvo solicitaba que estos órganos investigasen dentro de sus competencias en la apertura de las oportunas diligencias a fin de esclarecer los hechos, "aparentemente irregulares o ilegales, que haya podido realizar Dña. Rocío Monasterio San Martín, colegiada en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, con exigencia posterior de la responsabilidad que proceda, en su caso".
El edil de Más Madrid cree que es una buena noticia que el COAM haya rectificado su posición respecto a la primera resolución que tomó, que fue archivar la solicitud de investigar el caso.
"Estamos satisfechos de que se haya dado este paso, continuaremos insistiendo para que se depuren responsabilidades. También para que no se vuelva a producir intrusismo profesional como presuntamente ha podido ocurrir en este caso, que ha puesto en peligro la seguridad de los ciudadanos debido a las malas prácticas. Es un buen paso, dado el cargo público que ostenta Rocío Monasterio", ha afirmado Calvo.
La concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid durante el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón, Pilar Martínez (PP), cargó en una entrevista con El País, contra el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, y Rocío Monasterio al considerar que "fueron promotores de un negocio fraudulento que tuvo efectos nefastos".
"Incumplieron reiteradamente la normativa urbanística, perjudicaron el modelo de ciudad que queríamos. Además de toda la inseguridad jurídica que vivieron los compradores, eso es un fraude claro. Unas personas como ellas, sin ética en la esfera privada, no pueden protegerse en los partidos políticos. No deberían admitir personas así. No tienen cabida en lo público", ha criticado Martínez.

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LAS, LES, LIS, LUS Y LOS CONSTITUCIONATAS CON EL CABALLO DE SANTIAGO ABASCAL COMO AUTOR INTELECTUAL, ¿NO ESTARÁN INTENTANDO DAR UN GOLPE DE ESTADO COMO EN BOLIVIA?, AUNQUE YO CREA QUE SÍ



El golpismo en Bolivia por redes, periódicos, emisoras de radio y televisión, y por la legalidad

10.01.2020

La distancia entre la Biblia y la legalidad no existe, porque la distancia entre la Biblia, sus periódicos y emisoras de radio y televisión, y lo que acontece en el mundo, no se puede medir, por inconmensurable. La Biblia, sus periódicos y emisoras de radio y tv, asientan su palabra en la creencia, lo que acontece en el mundo no es creencia, es la realidad probada, es la demostración. En el caso del golpismo fascista en Bolivia sus medios quieren hacer que la mentira repetida un millón de veces sea creída por la mayoría, y negar la verdad, la realidad que se manifiesta con la Legalidad y el Derecho, mostrándose en los acontecimientos que redujeron la vida del pueblo boliviano a la muerte o a la cárcel. 
 
Un pequeño repaso de las publicaciones de los medios golpistas:
En Twitter, la golpista Jeanine Áñez es apuntada como Presidenta Constitucional de Bolivia.
En Youtube, el gobierno golpista es titulado como Gobierno interino que se hizo con el poder tras la dimisión del Presidente Evo Morales.

Las Provincias titula: Jeanine Áñez la segunda mujer en tomar el mando en Bolivia.
Infobae se entusiasma y declara: Juan Guaidó reconoció a Jeanine Áñez como presidenta del nuevo gobierno que dirige Jeanine Áñez.

BBC lo primero que hace es entrevistar a la golpista y deja que presente el golpe fascista como un acto democrático, y sostiene reiteradamente que el gobierno que preside es el gobierno constitucional. BBC además publica continuamente artículos donde se ataca, se trata de ridiculizar, se miente sobre los acontecimientos, uno de esos artículos como ejemplo, con el nombre de Norberto Paredes, declara: … las fuerzas armadas de su país (del Presidente Evo Morales) le retiraron su apoyo y tras semanas de protestas ciudadanas por supuesto fraude en las cuestionadas elecciones presidenciales del 20 de octubre … 

En otros casos los falsarios son unos bien reconocidos derechistas, un ejemplo es el de Carlos Alberto Montaner, nacido en Cuba y residente en EEUU, y en España. Montaner, conocido como agente de la CIA, escribía el 22 de noviembre: Morales pretende regresar al poder mediante una triquiñuela sin mucho sentido.

El País preguntaba el 12 de noviembre si hubo golpe o no en Bolivia, y la supuesta duda la resolvía con la misma pregunta a cuatro profesores de universidad, dos de Bolivia y uno de Portugal y otro de Venezuela. De los cuatro sólo el primero lo afirmaba, y los tres restantes lo negaban dando el nombre de constitucional al acto terrorista. Los argumentos partían de lo que propagandeaban los mismos golpistas y repetían las expresiones de Luis Almagro, el mercenario que ejerce de presidente en la OEA-EEUU sobre el conteo de votos. Aunque se ha demostrado internacionalmente por los organismos de mayor peso político, como la misma ONU, que todo eso es absolutamente falso pues el Presidente Evo Morales mantenía su ventaja abultadísima. A pesar de que el periódico y sus colaboradores han mentido, dañando la ética y la razón política y social, el organismo periodístico, el medio de falsificación de noticias El País, no corrigió, colocándose, como le es ya congénito, en la línea de fuego del imperialismo. 

CNN, el poderoso medio estadounidense, siempre tan complaciente con el golpismo y el fascismo en cualquier parte, se tiró al campo desde el primer minuto del golpe: entrevistó a la golpista Jeanine Áñez dándole todo el espacio para explayarse contra la democracia afirmando que ella era la que representaba al pueblo, con sólo el 4,5 de los votos, y se reafirmó en sus imposiciones religiosas con aquello de ir gritando que echaban a Satán del gobierno de Bolivia. Después otro golpista, Carlos Mesa, afirmaba: No hay golpe de Estado en Bolivia, se ha vivido una acción popular. El mercenario de EEUU Luis Almagro también declaraba sobre el crimen cometido a la CNN: No ha habido ni golpe ni renuncia.

Entre los jaleadores del golpismo que colaboran con CNN apareció escribiendo un personaje al que los calificativos en relación con semejante acto quedan pequeños, se trata de Carlos Alberto Montaner, que escribía el 22 de noviembre: Morales pretende regresar al poder mediante una triquiñuela sin mucho sentido. Pero ¿quién es Carlos Alberto Montaner?, dejo aquí un escueto resumen biográfico: nacido en Cuba tras ser detenido por terrorismo al comienzo del triunfo de la Revolución. Consiguió escaparse y refugiarse en una embajada y desde allí salir para instalarse en EEUU. Éste individuo, según documentos desclasificados del Departamento de Estado yanqui, es agente de la CIA, y formó parte del MRR, organización terrorista del asesino Orlando Bosch, que se vanagloriaba de haber hecho explotar en vuelo un avión de pasajeros. También formó parte de otra organización terrorista el FRD. Su detención probó que era partícipe en los atentados con bomba que se venían sucediendo en La Habana en el principio de la década de 1960. Una vez que escapó a EEUU ingresó en el ejército de EEUU. Llega a la España franquista formando parte de la CIA y se vincula a la policía política del franquismo. En los años 70 es encargado de la labor propagandística contra Cuba en España al frente de una editorial creada al efecto. Pinochetista, colaborador de ARENA, el partido salvadoreño de ultraderecha y vinculado al golpismo de Micheletti, de Honduras, y animador de la invasión de Irak, y, como hemos visto al comienzo también pasa por CNN para declarar que Evo Morales se quiere quedar en el gobierno mediante una maniobra. A éste agente de la CIA le contestó Silvio Rodríguez cuando el CIAtico cargó contra Silvio y su poema titulado Preguntas de un trovador que sueña, pueden leerlo en rebelion.org/noticia.php?id=103234 , aquí les invito a leer la respuesta de Silvio Rodríguez: rebelion.org/noticia.php?id=103476 es un pequeño artículo titulado Réplica a Carlos Alberto Montaner.

Ya hemos visto qué clase de información difunden El País, la BBC, la CNN, y si tenemos en cuenta que son la fuente de tres caños de la que los periodistas españoles dicen beber, -declaraban hace pocas fechas en la emisora más publicitada de España que comprueban en un marcador internacional que son éstos medios de difusión los señalados como más fiables- ahí tenemos de dónde salen las noticias que todos ellos difunden. Éstos medios propagandísticos del imperio cuentan, como los portaaviones, con toda una flota de acompañamiento y protección que reafirma sus mentiras.

Ahora veamos un pequeño resumen de la Legalidad, de la verdad, nos la expone el equipo jurídico internacional que se ha reunido para defenderla, pues se ha reunido en defensa de quien la representa, el Presidente Evo Morales:
Tras el golpe de Estado, Bolivia no es un Estado Constitucional, es un país fuera de la Ley, no se puede comparar con ningún otro hoy. Por eso mismo Evo Morales es el Presidente legal, legitimado.


La Constitución declara que todo aquél que ejerce poder sin regulación constitucional es completamente ilegal, delincuencial, de fuerza bruta.

Hasta el 22 de Enero no termina su mandato el Presidente Evo Morales, y después Bolivia quedará en un momento histórico que no se da en otro sitio.


Los golpistas obtuvieron el 4,5 % de los votos, y se pretende hacer legal su derrocamiento del gobierno constitucional por todos los medios publicitarios financiados por la élite millonaria de EEUU.

Bolivia se ha convertido en un Estado de “no derecho”, violento, que ataca embajadas, persigue para quitar la vida a los defensores de la presidencia Constitucional y la legalidad internacional, rompe todas las reglas del Derecho. ¿Qué queda de todo ello?

No hay precedentes y resulta una amenaza para los pueblos porque se han roto los límites del Derecho, se actúa fuera del mundo poniendo en riesgo las reglas básicas de la coexistencia y los Derechos humanos.

Se ha producido una agresión al orden social, político y de Derecho nacional e internacional.


Jeanine Áñez está fuera de la línea sucesoria, lo que pasa es el riesgo en que se pone a la democracia y al orden internacional, no importa lo que digan los medios.
Lo último que se ha sabido por los escasos medios que acompañan a la verdad en Bolivia es que los golpistas se disponen ha detener a Andrónico Rodríguez, posible candidato del MAS, Movimiento al Socialismo, en sustitución del Presidente Evo Morales, porque ha declarado que el 22 de Enero termina el mandato de Evo y la golpista Áñez debe dejar el cargo para convocar elecciones, entonces se finalizara con la resistencia pacífica para centrarse en el proceso electoral. Le quieren acusar de agitación para el terrorismo.Tras los múltiples asesinatos de defensores de la democracia, los miles de detenidos y encarcelados, los cierres de periódicos y emisoras comunitarias y tvs, tras las amenazas del golpista Murillo, de Camacho, de los y las restantes ocupantes de ministerios a quien se atreva a negarles, han declarado abierta la investigación sobre 592 cargos públicos que ha habido en 14 años de gobierno con el Presidente Morales, es un híbrido entre golpismo clásico y golpismo con visos “legales” contra el Presidente Lula, también lo han intentado en Argentina contra la Presidenta Cristina Fernández. La intención, tras no poder prohibir a el MAS, es eliminar a todos los dirigentes políticos y deshacer la organización política que garantiza la democracia en Bolivia. Para los golpistas, para el imperio estadounidense el problema, es que el que posiblemente sería el sucesor de Evo Morales ganaría las elecciones y entonces no les habría servido de nada la matanza que han llevado a cabo. ¿Qué pasaría con los asesinos?

EEUU no financia y da golpes de Estado con sus mercenarios para luego volver a la legalidad, al Derecho, ¿qué pasaría con los autores del golpe y sus promotores? EEUU da golpes de Estado para arrasar a los pueblos y quedarse con sus riquezas. Luego es previsible que tras cometer los crímenes que han realizado, no permitirán que haya elecciones si no son para sostener su terrorismo, desechando con todas las maniobras conocidas y por conocer, la legalidad constitucional, y el Derecho Internacional, cosa que ya vienen haciendo en Bolivia, y en el resto del mundo.   Deténganse a pensar en cualquier acontecimiento, y si no tiene otro observe Oriente Medio, Irak, Siria, Irán, Yemen, Venezuela, Nicaragua, Cuba… 

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos. Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista. 

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¿QUE HAY QUE APRENDER DE LOS TRABAJADORES FRANCESES?


 


Huelga contra la reforma de las pensiones en Francia: «Dada su determinación, el movimiento puede encontrar un segundo aliento»

Por Raphaëlle Besse-Desmoulières  
KAOSENLARED
Ene 9, 2020
 Sophie Béroud, politóloga en la universidad de Lyon, nos habla de las características y perspectivas del movimiento huelguístico que vive Francia contra la reforma de las pensiones desde el pasado 5 de diciembre y que no ha concedido tregua alguna en navidades. La próxima jornada de movilización general estaba convocada para el día 9 de enero, pero dada la dinámica del movimiento, los sindicatos han añadido a esta convocatoria otra jornada de movilización el día 11, sábado.
Raphaëlle Besse-Desmoulières: ¿Cuáles son las características del conflicto social actual?
Sophie Béroud: Se trata de un movimiento bastante original. Asistimos a una huelga programada. La huelga del 5 de diciembre se anunció con tiempo y el gobierno sabía a que atenerse. Las y los huelguistas tuvieron tiempo para organizarse y sobre todo planificar cómo hacer frente al coste salarial de la huelga, como se puede ver en lo que respecta a la caja de resistencia. Esto muestra que se ha aprendido en relación a otros movimientos huelguísticos como el vivido durante el conflicto contra la reforma de la Ley del Trabajo en 2016. Se percibe una fuerte determinación para hacer recular al gobierno.
También hay que tomar en cuenta el hecho de que en diferentes sectores (SNCF –red ferroviaria-, RATP –transporte público en Île de France- y en cierta medida en la enseñanza) se haya optado por la huelga reconducible y no con fechas fijas escalonadas como fue el caso en la SNCF en 2018. Estos últimos años hemos asistido al predominio de las manifestaciones como forma de acción. La idea de fondo es que no basta con sacar 2 millones de personas a la calle como en 2010, que es necesario volcarse en los centros de trabajo y ser capaces de bloquear la economía.
R. B-D.: ¿Crees que el gobierno ha optado porque la situación se vaya pudriendo?
S. B.: En todo caso, no parece que quiere poner en el centro del juego a organizaciones sindicales, como la CFDT, partidarias del diálogo social [que no exige la retirada del proyecto como lo hacen la CGT, FO, Solidaires o la FSU]. El hecho de que no haya mostrado la más mínima apertura hacia ese sindicato, que es mayoritario si sumamos su representatividad en el sector público y en el privado, da la impresión de que el gobierno opta porque el movimiento se vaya agotando. El gobierno no le permite jugar a la CFDT el rol que le correspondería sobre el papel y al que aspira: un rol central en el campo sindical.
Marginalizando la CFDT no solo apuestan a que el conflicto se vaya pudriendo, sino a transformar el conjunto del campo sindical. Si sindicatos como la CGT, FO o Solidaires logran hacer retroceder al gobierno van a mostrar la legitimidad de una posición combativa, del sindicalismo de lucha como única vía para hacer frente a las políticas del gobierno y a las diferentes contraofensivas acumuladas.
R. B-D.: ¿Qué queda de los chalecos amarillos?
S. B.: Se sembraron semillas, sobre todo en lo que respecta a la determinación para luchar. El año pasado, los sindicatos y sus organizaciones se vieron sorprendidos por un movimiento que partía no se sabe de dónde podía tener tanta fuerza y hacer retroceder al gobierno, algo que no habían logrado los sindicatos desde hacía mucho tiempo.
Ahora, las secciones sindicales están demostrando que también pueden tener esa determinación y movilizarse con fuerza en los centros de trabajo. Quizás se anunció demasiado pronto que el sindicalismo se había debilitado en relación a los chalecos amarillos.
R. B-D.: ¿Cómo explicas que a pesar del llamamiento a la tregua lanzado ante las vacaciones navideñas por determinadas direcciones sindicales, como la de UNSA, sus bases no les hayan seguido?
S. B.: Siempre hay una tensión entre la dinámica a nivel de empresa y a nivel confederal. Actualmente estamos menos ante una crítica de las direcciones que ante una forma de autonomía asumida de las secciones sindicales que se movilizan. Se da una forma de aprendizaje de prácticas de lucha, de democracia de base, de dirigir el movimiento, dotándose de los medios para hacerlo.
R. B-D.: ¿Podemos asistir a fenómenos de radicalización?
S. B.: Lo que es seguro es que existe un fuerte determinación por parte de los sectores movilizados que no aceptarán volver al trabajo en base a concesiones mínimas. La huelga está siendo larga y ya han perdido mucho.
También es cierto que una se las semillas sembradas por los chalecos amarillos, es que es preciso ir a una confrontación más violenta para hacerse oír; alguna gente está dispuesta a ello. Las direcciones sindicales son conscientes. Esto les obliga a tener que arrancar conquistas de peso que les permitan llamar a volver al trabajo; incluso a una organización como la CFDT. Es lo que puede indicar que el conflicto va a ser duradero.
R. B-D.: ¿Cómo prevés que continuará el conflicto tras las vacaciones navideñas?
S. B.: Dada la determinación del movimiento, hay muchas posibilidades que encuentre un segundo aliento, también en la enseñanza. Y no hay que olvidar a otros sectores movilizados como EDF (electricidad) o las refinerías.
Puede que asistamos, como en 2016, a una rotación de sectores movilizados que permita al movimiento garantizar su densidad y mantener viva la contestación. No me parece que la situación vaya a calmarse a la vuelta de vacaciones; creo que asistiremos a una continuidad y a una ampliación de la movilización en la jornada del 9 de enero. Aún cuando [a la hora de ser convocada] esta fecha aparecía lejana a alguna gente, ello dio una perspectiva fuerte a la misma.
R. B-D.: ¿Qué salida para esta crisis?
S. B.: No veo salida posible sin que el gobierno de marcha atrás o retire la reforma para repensarla. Pero, al mismo tiempo, para el gobierno esto supondría deslegitimarse totalmente.
Estamos frente a un pulso muy duro. La apuesta porque el movimiento se pudra es una mala estrategia que puede obligar al gobierno a retroceder más de lo que piensa. A partir del momento en el que comienza a ceder en relación a determinados regímenes especiales [que es lo que está haciendo para dividir al movimiento, cargándose de hecho el carácter universal con el que defiende la necesidad de la reforma], empieza a mostrar que puede ceder y esto, en cierta medida, da confianza a los sectores movilizados.
R. B-D.: Después de dos años de negociaciones sobre la reforma, ¿era inevitable este conflicto?
S. B.: Hemos asistido a un proceso [de negociación] largo puesto en pie por un gobierno que no ha concluido con un acuerdo negociado, aceptado. Para el gobierno se trata de una gran pérdida de tiempo y una muestra de impotencia.
Ha sido víctima de su concepción de la democracia social: no se puede marginar a los actores sociales y, al mismo tiempo, pensar que vaya a funcionar un dispositivo de concertación social. Es preciso dotar de contenido a este dispositivo. Tras dos años de concertación, para el gobierno es un enorme fracaso llegar al mayor conflicto social desde 1995.
28/12/2019
Traducción: viento sur

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ACUERDO DE GOBIERNO PSOE-IU. ANÁLISIS (UNA DE LAS 120 MIL COSAS QUE DEBERÍAN SER ANALIZADAS Y DISCUTIDAS EN LAS AGRUPACIONES DEL PSOE Y EN LOS CÍRCULOS DE U-P))


Tribuna viento sur

Un gobierno de progreso bajo el chantaje golpista de un bloque reaccionario




Jaime Pastor
Vientosur
07.01.2020 

En medio de un clima de tensión creciente dentro de un parlamento muy fragmentado (con 10 grupos parlamentarios y 22 partidos), el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha logrado, gracias una segunda votación muy ajustada (167 votos frente a 165 y 18 abstenciones) y bajo la sombra del tamayazo, ser investido presidente del primer gobierno de coalición en la historia de la democracia postfranquista, hasta ahora basada en la alternancia bipartidista.

Se trata sin duda de un acontecimiento histórico que se produce además en el contexto de una crisis de régimen en el plano socioeconómico (que viene del giro austeritario iniciado por Zapatero en mayo de 2010 y de la irrupción del 15M en 2011 y que ha conducido a una de las sociedades más desiguales y con mayor precariedad de la UE), en el institucional (con un gobierno de los jueces, una crisis del sistema de representación política y una monarquía cada vez más cuestionada) y en el nacional-territorial (que ya no afecta solo a Catalunya y que ha sacado a la luz también a la España vaciada).

Se llega a esta fórmula inédita de gobierno, aunque con una duración llena de incertidumbres, tras dos procesos electorales fallidos y como resultado de un acuerdo entre el PSOE y UP que ha necesitado de pactos con otras fuerzas políticas para lograr salir adelante. Con unas (PNV, BNG, NC, Más País, Compromís y Teruel Existe) para su voto favorable y con otras (ERC y EH Bildu) para garantizar su abstención. De todos ellos, el más importante ha sido sin duda el alcanzado con ERC, según el cual se establece el compromiso de poner en pie en un plazo corto una Mesa de diálogo en torno al “conflicto político” catalán entre el gobierno español y el govern para valorar un posible acuerdo que culmine en una consulta a la ciudadanía de Catalunya sobre el mismo. O sea, se asume el inicio de un proceso cuyo resultado está por definir, con la obligada ambigüedad respecto al marco jurídico en que podría encajar y cuyo recorrido está todavía por ver, como explica Martí Caussa en El acuerdo ERC-PSOE: ¿por fin sentarse y hablar?

Asimismo, es muy relevante el documento firmado con el PNV, ya que refuerza la necesidad de abordar la realidad plurinacional del Estado pero también establece la obligación de consulta previa del gobierno a ese partido (de derechas, no lo olvidemos, aunque sin genes franquistas) sobre las políticas a aplicar, especialmente en el ámbito fiscal.

Pese a que el conjunto de esos acuerdos puede ser caracterizado como social-liberal y obediente a los dictados de Bruselas en lo económico -me remito a los artículos publicados en nuestra web sobre cómo se abordan en el programa cuestiones como los derechos laborales, la sanidad y las pensiones - y reformista en lo nacional-territorial, la alarma que ha creado en la mayoría del establishment ha ido creciendo en los últimos días. Esto se ha visto reflejado en el debate de investidura con la beligerancia mostrada por la competencia abierta entre las tres derechas (estimulada, obviamente, por la novedad que supone que en este parlamento esté presente por primera vez una formación, Vox, abiertamente ultraderechista, como tercer grupo) por ver quién alertaba más al electorado frente a la catástrofe y a la traición a España que estaría dispuesto a hacer Pedro Sánchez.

Esa reacción se ha ido manifestando en distintos frentes: desde la mayoría de los medios de comunicación hasta la Conferencia Episcopal (“recemos por España”) pasando, cómo no, por las grandes corporaciones empresariales y, sobre todo, el poder judicial e incluso órganos administrativos como la Junta Electoral Central (JEC). Ha sido esta última la que en vísperas del inicio de la sesión de investidura ha dado un salto enorme en esa beligerancia decidiendo por 7 votos frente a 6 la inhabilitación del presidente del gobierno catalán, Joaquim Torra (condenado por desobedecer la orden de retirada de una pancarta que pedía la libertad de los presos y presas catalanas), para, a continuación, exigir mantener en prisión a Oriol Junqueras pese a la sentencia dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y, ahora, la comunicación del Parlamento europeo, que le reconocen definitivamente, junto con Puigdemont y Comín, como eurodiputado. El hecho de que fuera el dirigente del PP, Pablo Casado, el primero en difundir la resolución relativa a Torra ha confirmado a las claras la complicidad entre ese partido y la mayoría de ese organismo administrativo en su intención política de interponer un obstáculo de última hora a la posible abstención de ERC en la investidura. Sin embargo, como hemos visto, el resultado ha sido el contrario, ya que ha servido para que el conjunto de fuerzas de la alianza de progreso cierre filas frente a la estrategia de guerra jurídica que, junto a la movilización en la calle y el filibusterismo institucional, el bloque reaccionario amenaza con intensificar frente al nuevo gobierno.

De nuevo, la sagrada unidad de España y… ETA

Respecto al debate vivido estos días, si bien no han faltado las críticas de las derechas a las moderadas medidas socio-económicas anunciadas (derogación parcial de la reforma laboral del PP, subida del salario mínimo, aumentos de algunos impuestos directos…), así como tampoco las inevitables referencias a la Venezuela chavista y a la futura presencia de ministros populistas y comunistas, ha sido el acuerdo con fuerzas nacionalistas e independentistas (principalmente, ERC pero también EH Bildu) el objeto principal de sus diatribas contra el líder socialista.

Usando como coartada el discurso abiertamente hostil al independentismo catalán que el propio Pedro Sánchez desarrolló durante la última campaña electoral, la acusación al mismo como “traidor” a España y a la Constitución ha sido una tónica común en los líderes de ese bloque: “gobierno Frankenstein de pesadilla”, “España se queda sin socialismo constitucionalista”, “rompe la soberanía nacional”, han sido algunas de las acusaciones de Pablo Casado, seguidas por las de Santiago Abascal quien, como en otras ocasiones, sin olvidar sus consabidos ataques al feminismo, al ecologismo o a la inmigración, se ha remontado a la historia del PSOE anterior a la guerra civil de 1936 para denunciar a ese partido como golpista. A toda esta lista de enemigos ha sumado esta vez al diputado de Teruel Existe con una campaña en las redes sociales y en su propia provincia incluyéndole en la lista de “traidores a la patria” por su disposición a votar a favor de la investidura de Sánchez. Después de ambas intervenciones, poco le quedaba ya por añadir a la líder de Ciudadanos, en declive electoral acelerado, más allá de denunciar la “contrarreforma ideológica” en educación que teme aplique el nuevo gobierno, continuar con la paranoica crítica a todas las fuerzas nacionalistas…no españolas y el llamamiento al transfuguismo a miembros del grupo socialista.

Ha sido sin embargo con ocasión de la intervención de la portavoz de EH Bildu y su crítica a Felipe VI por su discurso del 3 de octubre de 2017 cuando se ha mostrado con toda su crudeza la particular concepción de la libertad de expresión que tienen estas derechas cuando se ataca a Felipe VI, al igual que su nostalgia por la desaparecida ETA, con el fin de seguir criminalizando a la izquierda abertzale y acusar a Sánchez de cómplice del terrorismo.

Frente a esos discursos, la respuesta del líder socialista ha sido evitar explicar el porqué de su cambio de actitud, reflejado en el acuerdo al que ha llegado con UP y ERC respecto a sus discursos anteriores para limitarse a sostener que la única alternativa que le quedaba para evitar unas terceras elecciones, ante el bloqueo de las derechas, era llegar a una suma de apoyos como la que finalmente ha alcanzado. Eso sí, trató de reducir el alcance del documento firmado con ERC dejando claro que buscaría una salida “en el marco de la Constitución” y que seguía rechazando el derecho de autodeterminación.

En el marco de esa polarización Pablo Iglesias quiso ilusionar en su intervención apelando demagógicamente a los movimientos sociales como “arquitectos del Acuerdo”, a la lucha por la justicia social como alternativa a la extrema derecha y a la España diversa frente a la Anti-España de Vox, pero sin reconocer todo lo que ha tenido que ceder para aceptar los límites establecidos al programa que defendió en su campaña electoral. Fue el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien no evitó aludir al pasado lleno de contradicciones de Pedro Sánchez para reconocer que ahora, citando a Borges, “no nos une el amor sino el espanto” ante una “derecha asilvestrada” y avisando que “si no hay Mesa, no hay legislatura”.

Fue, en cambio, Mireia Vehí, de la CUP, la única que hizo una crítica desde la izquierda al programa del gobierno de coalición, denunciando que seguirán ocurriendo tragedias como las que se viven en la frontera sur y en los CIES y recordando al PSOE aquellos tiempos del tardofranquismo en los que defendía ”el derecho de autodeterminación de todas las nacionalidades ibéricas”.

Pocas novedades nos ha traído la breve segunda sesión del debate, más allá de la reafirmación en el rechazo por las derechas de cualquier crítica a Felipe VI y en su denuncia a la “rendición socialista” ante los nacionalistas y, sobre todo, de la legítima reivindicación de Montserrat Bassas de la libertad de su hermana Dolors y de los representantes políticos y sociales catalanes que siguen en la cárcel. También, por lo que nos toca, la oportuna mención del diputado Oskar Matute, de EH Bildu, a Daniel Bensaïd cuando haciendo un balance de su trayectoria militante decía que “nos hemos equivocado a veces, tal vez muchas veces, y en muchas cosas. Pero no nos hemos equivocado de combate ni de enemigos”.

Una vía estrecha, llena de obstáculos y renuncias

Entramos, por tanto, en una nueva fase en la que la investidura del nuevo presidente del gobierno no garantiza en absoluto la gobernabilidad de un régimen que sigue enfrentado a una crisis estructural, no sólo a escala estatal sino también en la UE y que a lo máximo a que aspira es a contrarrestar parte de los recortes sociales aplicados en el pasado reciente, pero dentro de las restricciones impuestas por el artículo 135 de la Constitución , ya recordadas y concretadas por la Comisión europea para 2020 en la reducción de 8.000 millones de euros en el PIB. Una limitación que se esforzará por compensar con una reforma fiscal que seguirá sin llegar a la media impositiva europea y, sobre todo, con medidas progresistas en otros frentes como el de derechos civiles y libertades (derogación ley mordaza, eutanasia, memoria histórica, contra la violencia machista), el de una tímida transición energética o la disposición a “encauzar” el conflicto catalán por la vía del diálogo.

Con todo, pese a la moderación reafirmada por Pedro Sánchez en sus últimos discursos, el problema fundamental es que tiene enfrente a una derecha mayoritariamente de origen franquista y con una concepción patrimonial del régimen. Esto explica su temor de que una reforma, aunque sea parcial, del mismo en lo que es uno de sus dogmas intocables -la unidad de España, entendida como la única nación dentro de un Estado cuyas fronteras son inviolables- abra la caja de Pandora de la reforma constitucional e incluso de un proceso constituyente en el que pilares fundamentales como la monarquía y los enclaves autoritarios heredados de la dictadura se vean impugnados.

Incluso un columnista de la derecha española aparentemente liberal, José Antonio Zarzalejos, ha comparado la alianza a la que ha llegado Sánchez con las otras fuerzas nacionalistas con el Pacto de San Sebastián de 1930, que precedió a la caída de la monarquía y a la proclamación de la República en abril de 1931. Ojalá fuera así, pero por desgracia la voluntad del nuevo gobierno no apunta a generar un escenario de ruptura como el que se inició entonces sino, más bien, a atenuar la inestabilidad y la crisis de gobernabilidad que sin duda van a seguir siendo la tónica.

Así que, pese a la moderación de este nuevo gobierno, habrá que prepararse a responder a la estrategia de la tensión que el bloque reaccionario está aprendiendo aceleradamente del nuevo golpismo constitucional (como estamos viendo ya con el intento de inhabilitación del president de la Generalitat) que se ha ido extendiendo en América Latina en los últimos tiempos y que les lleva ahora a considerar al nuevo gobierno como “ilegítimo”. Volvemos así a la vieja discusión sobre legalidad y legitimidad, resucitada a raíz del conflicto catalán y que ahora estas derechas recuperan a su favor, como ya hicieron frente a la victoria electoral de Zapatero en marzo de 2004 tras la matanza del 11M y las mentiras de Aznar.

¿Qué hacer desde una izquierda alternativa?

Por tanto, debido a ese marco de polarización y radicalización de las derechas, no cabe prever, al menos a corto plazo, que el PSOE pueda jugar mucho con una geometría variable que le ayude a hacer compatibles sus acuerdos de gobierno con los que pudiera alcanzar con PP y Cs en cuestiones de Estado, aunque sin duda es eso lo que va a intentar cuando las aguas se calmen.

Teniendo en cuenta, además, los giros discursivos y tácticos de los que ha hecho gala Sánchez (sin olvidar las presiones que va a sufrir dentro de su propio partido, especialmente de las baronías autonómicas) y la hegemonía que en el nuevo gobierno va a tener en relación con UP (relegada a carteras ajenas a los ministerios de Estado y obligada a ser leal y disciplinada, también en sus iniciativas parlamentarias, según el Protocolo de seguimiento firmado), no podemos tener ninguna confianza en que desde esa coalición de progreso se vaya a hacer frente con firmeza al bloque reaccionario y a los poderes económicos que lo sustentan. Habrá que apelar, como ya se está haciendo desde la movilización que se anuncia el 30 de enero en Euskadi (30 de enero: Huelga general - Viento Sur), a la urgencia de reabrir un nuevo ciclo de luchas que presionen por una agenda social, ecológica, feminista, antirracista y de solidaridad entre nuestros pueblos que vaya más allá de los límites sistémicos que el propio Sánchez va a asumir desde el primer día y, a su vez, no renuncie, junto con la exigencia de libertad para presos y presas políticas, a desobedecer a aquellas leyes y sentencias judiciales que ataquen nuestros derechos y libertades. Tareas todas ellas que deberán verse acompañadas e impulsadas por la reconstrucción de una izquierda que no se subordine al nuevo gobierno y reafirme la necesidad de seguir apostando por un proyecto rupturista con este régimen y con las reglas del neoliberalismo global.

En resumen, frente a la amenaza golpista con la que se ha iniciado esta nueva fase no cabe moderarse sino todo lo contrario: hará falta ir construyendo un bloque social de las clases populares dispuesto a caminar hacia un proceso destituyente de un régimen de cuyo seno vuelven a salir a la luz fuerzas que ni siquiera están dispuestas a permitir las tímidas reformas prometidas Un gobierno, por cierto, que pronto va a tener que responder a la amenaza de guerra que ha vuelto a agitar Trump en Oriente Medio y que, para ese fin, va a querer volver a utilizar bases militares como la de Rota. Habrá que exigirle ya que diga No a la Guerra, como ya gritamos a comienzos de este siglo contra el trío de las Azores hasta acabar con el actual jefe de las tres derechas, José María Aznar.

7/01/2020

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