lunes, 15 de enero de 2024

El mar Menor, crónica de un desastre más que anunciado

 

El mar Menor, crónica de un desastre más que anunciado

 

Por Raúl Radovich

Rebelion / España

13/01/2024 



Fuentes: Rebelión


En la Región de Murcia, según el gobierno del PP instalado hace más de un cuarto de siglo, se vivía en el mejor de los mundos. Precursores del «ayusismo», terrazas, cañitas, solecito, y lo que no tiene Madrid, playita, se vendía como un paraíso, cuyo mejor espejo era «Murcia, qué hermosa eres», el casposo programa de la 1 de TVE.

Pero un día, tal como llegó la pandemia, miles de peces mueren en la orilla del Mar Menor por falta de oxígeno. Las aguas están oscuras, «sopa verde» le llaman, no se puede ver el fondo, los pescadores se quedan sin sus frutos del mar, los vecinos pierden sus playas, los hoteles y los comercios se quedan sin turistas, y las propiedades pierden la mitad de su valor. Todos empiezan a lamentarse, pero nadie se hace  responsable.

La advertencia de hace 40 años. Un ecosistema en peligro

Hace ya más de cuarenta años en las conclusiones de un estudio (1) para el gobierno regional murciano como parte del equipo redactor hacíamos la siguiente advertencia: «»Si bien acabamos de decir que el Mar Menor es «algo más» que una laguna litoral, hay que señalar inmediatamente que de ninguna de las formas habría llegado a lo que es dicha zona si no fuese por las muy especiales condiciones ecológicas generadas por la laguna, lo cual convierte a ésta en la piedra angular de todo el entramado. El Mar Menor,  como todas las lagunas litorales, constituye un ecosistema frágil cuya supervivencia no sólo se ve amenazada por un deterioro  causado por factores naturales, sino por una actividad humana cuya presión es tanto más creciente en cuanto mayores expectativas, se van desarrollando en torno a la zona. En efecto, sus dos grandes problemas, como son el aterramiento y la contaminación, se ven agravados por un turismo mal encauzado, una actividad urbanística no planificada, por actividades mineras que directa o indirectamente vierten a la laguna por las llamadas «conquistas» de superficie marina para convertirla en suelo y por la transformación de una agricultura de secano en otra de regadío, además de otras transformaciones de menor envergadura, pero que en su conjunto han acelerado, a partir de los años sesenta, de tal forma el deterioro del Mar Menor que de no adoptarse medidas correctoras de forma urgente, pueden provocar una situación irreversible en los próximos veinte años. Sólo hay que analizar las capturas de los últimos años de pesca, la increíble disminución de profundidad, el aumento de la contaminación y la disminución del perímetro del Mar Menor en los últimos quince años para comprender que el peligro no corresponde al terreno de la ciencia-ficción, sino que es bien cercano»  Repetimos esto lo escribimos hace cuatro décadas.

La burbuja huertana

La agricultura murciana, a lo largo de su historia  se sostuvo sobre dos pilares básicos. Por un lado la huerta heredada con ricas tierras y sistemas de riego tradicional que proveían las frutas y verduras. Por el otro el  régimen de secano en el resto, donde se producían cereales, olivos y uvas. En el primero dominaba el minifundismo. En el segundo, una combinación de latifundios y pequeñas propiedades.

La ganadería formaba parte del autoconsumo de la familia, el ganado porcino en la huerta,  caprino  en las zonas más secas.

Con el urbanismo y la incorporación plena de la región a la dinámica capitalista del resto de Europa la  tierra fértil de la huerta retrocede a marchas forzadas al ritmo de las sucesivas «burbujas del ladrillo». El mismo fenómeno recorre las playas de la región. La zona del Mar Menor es especialmente afectada. El cemento inunda la Manga, un espacio único con acceso a dos Mares, cuyas diferencias de salinidad y temperatura, habían creado un espacio único que debía haber sido preservado.

 Junto al ladrillo destinado a viviendas, aparecen sus consecuencias. La afluencia de turistas sin ordenamiento genera contaminación y vertidos de todo tipo, no sólo de las viviendas, sino también de los vehículos y de las embarcaciones deportivas. De esta forma, el boom turístico lleva, según cálculos de García Ayllón a que»la cifra máxima de 70.000 personas establecida por el arquitecto quedó en el papel, y La Manga está llegando a acoger en ocasiones a casi 300.000 turistas.» (2) 

El Mar Menor forma parte de la Comarca del Campo de Cartagena, que será la próxima víctima del fenómeno extractivista en la región.

Tras el retroceso de la superficie dedicada a la huerta en la zona aledaña a la capital, resultado de la fiebre constructora que no tiene miramientos en utilizar zonas muy fértiles cercanas a los cauces, sin tener en cuenta que los períodos de sequía son contrarrestados por riadas que producen periódicamente inundaciones.

El agua, que en  las riadas  es una maldición, se convierte en un milagro para esas tierras secas del Campo de Cartagena gracias al Trasvase Tajo Segura (3). Este  proyecto pendiente desde la Republica , sienta las bases  de la potencia productiva que pasaría a ser denominada Huerta de Europa.

Gracias al riego proporcionado por esas aguas, y la mano de obra inmigrante en condiciones de semiesclavitud,  la región se convierte en la principal exportadora.  Con una participación de entre el 50%y el 70% de lechuga,  limón, espinaca, brócoli, coliflor, escarola, endivia, y uva de mesa la región se convierte en la principal del estado español de esos productos  . Y en la segunda región en tomate, alcachofa, acelga, sandía, mandarina, pomelo, ciruela y otras hortalizas y frutas de hueso.(4)

El ochenta por ciento de esta producción se destina a satisfacer la demanda de los países del norte, sobre todo Alemania, Reino Unido y Francia, que no cuentan con el clima cálido, que permite producirla en casi todos los meses del año.

La contrapartida de este «milagro» es que «Los abonos (nitratos y fosfatos) se vierten en las parcelas de cultivo, pero una parte termina por distintas vías en la laguna y eutrofiza sus aguas (produce una sobreabundancia de nutrientes). Se estima que del total de nutrientes que llegan al Mar Menor, el 85 % tiene su origen en la agricultura industrial.»(5)

Al mismo tiempo, en Murcia tiene su sede una de las principales empresas productoras y exportadoras de carne porcina.

De esta forma,  los nitratos y fosfatos de la agricultura y la ganaderia industrial , al unirse a  los vertidos urbanos provenientes de los residentes y el turismo han provocado la tormenta perfecta, al cual se puede aplicar el refrán «Entre todos la mataron y ella sola se murió» donde la laguna esta sufriendo las consecuencias que preveíamos hace cuarenta años.

El colapso

En la primavera del 2016, una proliferación de algas microscópicas generada por la superabundancia de nitratos en el agua, la llamada eutrofización, convirtió las aguas en una “sopa verde” ,  que impedía que  la luz llegase al fondo de la laguna. De esta manera no se podía realizar el proceso de fotosíntesis, que genera el  oxígeno necesario para la vida,  fenómeno que se denomina anoxia . Según un estudio (6) se perdió un 85% de la superficie ocupada por praderas submarinas  que controlaban los ciclos y flujos de nutrientes.  Entre el 11 y el 14 de septiembre del 2019, una intensa DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos)  provocó una entrada masiva de agua dulce con alto contenido en nitratos en la laguna, desencadenando una catástrofe mayor. El impacto de este nuevo episodio de eutrofización y de anoxia fue exacerbado por un proceso de euxinia, es decir de multiplicación de bacterias de azufre, microorganismos capaces de vivir sin oxígeno y que emiten sulfuros tóxicos para muchas plantas y animales. (7) Algunos expertos piensan que los desequilibrios ecológicos de estos últimos años son irreversibles y que no se volverá a la situación anterior.

El desastre llevó a  muchos pescadores al  abandono de su actividad.. Miles de peces y crustáceos murieron asfixiados..Las capturas cayeron entre un 70-80 por ciento y nadie quería comprar pescado de ese origen. Según un censo, el caballito de mar del Mar menor, emblema de la laguna, perdió casi 50 mil ejemplares, quedando algo más de mil sobrevivientes.  (8)

La contaminación afecta al atractivo del Mar Menor como destino turístico debido al aspecto y el mal olor del agua y una creciente concientización de su colapso. Desde el 2016, Ecologistas en Acción, como parte de una permanente actividad de denuncia y explicación ha otorgado “banderas negras” al Mar Menor por mala gestión de las playas. La caída del turismo tiene repercusiones dramáticas para otros sectores que se benefician de él, en particular el sector inmobiliario vinculado al turismo, la pesca y el comercio en general, provocando una crisis socio-económica en los municipios ribereños.  Un tercer episodio de anoxia con mortandad masiva, similar a los precedentes, empezó el 16 de agosto de 2021. Unas 15 toneladas de peces y crustáceos muertos fueron recogidas en las playas. Este acontecimiento fue seguido por una movilización ciudadana masiva y una cobertura mediática intensa por la prensa nacional e internacional. Las autoridades regionales empezaron por responsabilizar al calor, como en el 2019 echaron la culpa a la DANA, pero rectificaron rápidamente su relato frente a los clamores de las ONGs y la sociedad civil. El gobierno regional del PP  trató de desviar las críticas hacia el gobierno de Madrid e implementó medidas que solo eran un parche al no frenar los agrotóxicos de la agricultura que siguen siendo  la causa principal del colapso del  Mar Menor.

Reacción de la población

En todos los años de destrucción del Mar Menor el trabajo de hormiga de las entidades defensoras de la laguna, apenas tuvo influencia sobre una población escasamente interesada en lo que sucedía en su entorno.

Pero la anoxia, muerte de miles de peces por falta de oxígeno y las sucesivas gotas frías, denominadas ahora DANAS, con su legado de aguas oscuras, producto de la eutrofización, así como la desvalorización de los activos inmobiliarios ante la pérdida del turismo en la zona hicieron que miles de murcianos se echaran a la calle.

Como rezaba un llamado a manifestarse :«Entre convocantes y apoyos somos 185 organizaciones sociales, ambientales, vecinales y sindicales las que nos unimos para exigir la recuperación del Mar Menor»(9)

Manifestaciones con asistencia de 60 y 70 mil personas cada una en Cartagena y Murcia, asistencias no logradas en la región en mucho tiempo, confirmaron la preocupación e interés de los ciudadanos por el deterioro incesante del singular espacio natural. Gran parte de ese movimiento se canalizó a través de la iniciativa en favor de la Iniciativa Legislativa Popular que, contrariamente a los agoreros y a la oposición del PP que no permitió que saliera adelante a nivel regional, contó con el apoyo de 640 mil firmantes y finalmente fue aceptada en el Parlamento de Madrid por todos los grupos de la cámara con la excepción de los impresentables de ultraderecha.

Desde entonces las autoridades regionales a través del control total de los medios emprendieron una intensa campaña de greenwashing, tratando de vender que siempre estuvieron preocupados,  aportando muchas   «soluciones»,  casi todas inútiles, mientras el poder del agronegocio se mantiene intacto.

Mientras tanto  el entramado empresarial regional no conforme con eso ha creado un grupo de presión denominado Fundacion Ingenio, que de acuerdo con los sectores políticos más retardatarios de la politica,  , con intensas y costosas campañas de fakes han realizada una fabulosa labor de desinformacion de la forma más descarada, con conferencias, jornadas, anuncios publicitarios informes falsos, y expertos comprados. Después de tantos años de negacionismo en el que el problema no existía, ahora niegan que sea la agricultura la principal responsable del colapso, cuando todos los estudios científicos lo avalan.

Así a pesar del enfrentamiento entre los sectores del PP que pretenden vender que ellos han tomado todas las medidas necesarias para evitarlo y la formación política innombrable que pretende arrasar cualquier medida de protección ha llevado finalmente a la  formación de un gobierno de coalición tras las elecciones regionales del 2023, donde los ultras han conseguido las competencias sobre el litoral, desde donde esperan desarticular la escasa legislación protectora del Mar Menor .Es de lamentar que todo esta situación se haya producido ante la pérdida de memoria de gran parte de la población murciana, que volvió a apoyar a estos partidos, al abandonar la movilización tras la aprobación de la Iniciativa de Legislación Popular, ignorando que sólo con leyes no se resuelven los problemas, como se comprueba con una  Constitución que establece una serie de derechos que luego no se cumplen.

Conclusiones

El sector agroalimentario como el resto de la economía europea actúa en un espacio único controlado por pocos actores, que fijan condiciones a los productores a través de las semillas, los productos fitosanitarios y sobre todo estableciendo  precios a los agricultores y a los consumidores gracias a la concentración existente en la distribución de las grandes cadenas. 

De esta forma, hay una organización oligopólica, que se reparten los mercados y ante el que ni los productores ni los consumidores tienen ninguna capacidad de negociación.

Nuestra experiencia en el Mar Menor demuestra cómo cualquier conflicto local debe abordarse desde una perspectiva global. Desde Ecologistas en Acción de la Región de Murcia se ha iniciado un proyecto de colaboración con consumidores organizados en Alemania. A través de la campaña «El verdadero precio de los productos mediterráneos» (10) se trata de visibilizar el desastre provocado por el afán consumista a través del complejo agroalimentario que convierte a la agricultura, producto de siglos de cuidado de la tierra y la salud humana en una simple máquina productora de alimentos industriales.

Esto nos indica que todos formamos parte de un marco capitalista, donde los intereses particulares, dan vida a un solo mercado por encima de cualquier frontera.

Teniendo en cuenta que toda esta dinámica solo se puede entender en el marco mundial y europeo, se necesita una colaboración y acción conjunta de los movimientos y organizaciones sociales a esa escala. El oligopolio capitalista exige la pérdida de muchos derechos conseguidos a través de décadas de luchas. Las consecuencias de ese poder genera el marco adecuado para que la ultraderecha, que es mucho más amplia que los grupos innombrables en todos los rincones europeos, se aproveche y proponga repliegues nacionalistas y proteccionistas, que son la base del racismo y la xenofobia.

La alternativa al dominio capitalista, por el contrario,  sólo puede surgir a escala supranacional lo que exige un cambio de perspectiva para organizar la  acción en defensa de derechos y del planeta y para lograr nuevos avances hacia una sociedad libre de la dinámica suicida de un capitalismo explotador y depredador sin límites.

Vídeo

Referencias: 

(1) Estudio de Ordenación Territorial de la zona del Mar Menor y su entorno.Centro de Estudios de Ordenación del Territorio . 1981

(2) https://www.elsaltodiario.com/urbanismo/la-manga-del-mar-menor-paraiso-de-sol-o-infierno-de-ladrillo

(3) Delgado, Antonio y Tudela Ana. La máquina  del regadío. Octubre de 2019. https://especiales.eldiario.es/desastre_mar_menor/maquina_del_reg

(4) Anuarios de Estadística Agraria de la Región de Murcia. Consejería de Agricultura.

(5) Esteve,M.A.,https://theconversation.com/mar-menor-historia-de-un-colapso-ambiental-que-pudo-haberse-evitado-166577

(6) Miteco, Análisis de soluciones para el vertido cero al Mar Menor proveniente del Campo de Cartagena.

(7) Instituto Español de Oceanografía. Informe de evolución y estado actual del Mar Menor en relación al proceso de eutrofización y sus causas.

(8) Censo de Asociación Hippocampus, . https://amp.laopiniondemurcia.es/comunidad/2020/12/01/mar-menor-pierde-45000-caballitos/1167319.html/

(9) https://www.marmenorpersona.legal/p/nota-de-prensa-manifestacion-7-de.html?m=1

(10) https://www.ecologistasenaccion.org/281967/ecologistas-en-accion-pone-en-marcha-la-web-el-verdadero-precio-de-los-alimentos-mediterraneos

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Esbozo biográfico de Marx y Engels

 

Esbozo biográfico de Marx y Engels

 

Josan Fernández Mateos 

HOJAS DE DEBATE

 20 de abril de 2023    

 

Esta entrada es la parte 1 de 15 en la serie Volver a Marx. Curso básico de marxismo.


Volver a Marx. Curso básico de marxismo.

§  Esbozo biográfico de Marx y Engels

§  Fundamentos y desarrollo del marxismo. Visión general (segunda sesión)

§  Una nueva manera de hacer filosofía (tercera sesión)

§  La concepción materialista de la historia (cuarta sesión)

§  Manifiesto del Partido Comunista (1/4)

§  Manifiesto del Partido Comunista (2/4)

§  Manifiesto del Partido Comunista (3/4)

§  Manifiesto del Partido Comunista (4/4)

§  Anti-Dühring. Sesión novena

§  Anti-Dühring. Sesión 10

§  Anti-Dühring. Sesión 11

§  Anti-Dühring. Sesión 12

§  Anti-Dühring. Sesión 13

§  Anti-Dühring. Sesión 14

§  Anti-Dühring. Sesión 15 (future)

§   

Volver a Marx. Curso básico de marxismo.

 

Esta primera sesión del “Curso básico de marxismo” de la Asociación Cultural Volver a Marx lo hemos dedicado esencialmente a exponer los datos biográficos trascendentales de los arquitectos del marxismo, y más importante, su absoluta vigencia.

 

La cuestión fundamental a la que se ha tratado de dar respuesta en esta sesión ha sido: ¿por qué el marxismo es la herramienta fundamental de la lucha popular? Tras la primera sesión, y sobre todo, cuando el curso acabe, lo difícil será rechazar este instrumento imprescindible, o al menos esa es nuestra intención y así nos volcaremos para tratar de acometer dicha función.

En esta sesión hemos comentado el discurso de Engels sobre la tumba de Marx y el texto “Federico Engels”, de Lenin. 

Los jóvenes Marx y Engels a una temprana edad ya dominaban la filosofía alemana, la economía inglesa, así como el socialismo utópico francés; la cúspide de dichos conocimientos en su época. Rápidamente se dieron cuenta de que el casi extinto mundo feudal estaba engendrando una sociedad radicalmente distinta. Abandonaron la posible comodidad de sus vidas para lanzarse a la titánica tarea de dotar a la clase trabajadora de un corpus teórico completo, capaz de orientarle en su lucha por superar el modo de producción capitalista.

Antes de conocerse personalmente, sus estudios, concienzudos y profusos, fueron acercándoles a conclusiones idénticas. Es por ello que, tras el encuentro de 1844 en París, empezaron a trabajar juntos un año más tarde en Bruselas, aclarando las bases de su pensamiento y dando lugar a lo que hoy conocemos como Marxismo.

Marx y Engels habían comenzado a analizar las profundas contradicciones en las que se debatía el capitalismo, por lo que Marx enfocó su vida a la colosal y ardua tarea de desenmarañar la ley económica que rige el movimiento de la sociedad burguesa. Este descubrimiento teórico, expuesto en El Capital, daría un duro golpe a la burguesía del cual nunca se repondría.

 

Estos dos grandes pensadores, en consecuencia, nos dotan de herramientas para analizar la realidad con absoluta claridad. Descubierta la ley del desarrollo histórico y las contradicciones y funcionamiento de las sociedades capitalistas, sus obras nos permiten trazar una línea para la victoria basada en la realidad y eliminando distorsiones idealistas que nos llevarían inevitablemente al fracaso.

Tras la muerte de Marx, su amigo Engels, delante de la tumba, lo definió como un verdadero Revolucionario, con aportes esenciales en la ciencia histórica, la conciencia obrera, la lucha ideológica y la organización revolucionaria internacional. 

La próxima sesión tendrá lugar el día 25 de abril. En ella trataremos tres breves textos Lenin: “Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo“, “Acerca de algunas particularidades del desarrollo histórico del Marxismo” y “Vicisitudes históricas de la doctrina de Carlos Marx“. Recomendamos encarecidamente que sean leídos para una máxima asimilación de los conceptos, así como una mayor experiencia teórica.

¡No os lo podéis perder!

Josan Fernández Mateos, miembro de Volver a Marx.

Primera sesión:

1) “Discurso ante la tumba de Marx“, de Engels. Pinchar aquí

2) “Federico Engels“, de Lenin. Pinchar aquí

Segunda sesión:

1)  “Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo”, de Lenin. Pinchar aquí

 2) Acerca de algunas particularidades del desarrollo histórico del Marxismo, de Lenin.Pinchar aquí

3) Vicisitudes históricas de la doctrina de Carlos Marx, de Lenin. Pinchar aquí

Navegación de la serieFundamentos y desarrollo del marxismo. Visión general (segunda sesión) >>

Autor

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La eternidad nos abraza Toni Negri

 

El 16 de noviembre de 2023 fallecía en París Toni Negri. Con estas palabras, hace cuatro años, al concluir Storia di un comunista 3 - Da Genova a domani, Toni hablaba con serenidad de su propia muerte.


La eternidad nos abraza


Toni Negri

El Viejo Topo

15 enero, 2024 

 

A veces tengo la sensación de estar completamente desconectado del mundo que me rodea. Curiosa sensación para alguien que ha llenado tres volúmenes con una historia de intensa inmersión en la existencia. Probablemente, me digo, ocurre porque soy viejo: por mucho que intente mantener abierta la comunicación con amigos más jóvenes y sabios, mi percepción es opaca. Pero entonces me pregunto: ¿no será que esta visión del mundo y esta creencia mía en lo ajeno no son ciertas? ¿Verdadera? Quiero decir que esta percepción de lo ajeno no depende de mí, de mi atención insuficiente o reducida, sino que el mundo que me rodea es realmente feo e insustancial. ¿Será que mi confianza en el ser, mi admiración por lo que está vivo, ya no se corresponde con algo que pueda ser amado?

Feo, bello, vivo, amado… son adjetivos de difícil definición y muy alta relatividad. Tal vez entonces, para confirmar mi duda, no deba basarme en estos términos. Tal vez el único adjetivo aplicable, entre los muchos que utilizo desde el principio, sea «extraño». Un efecto de extrañeza es lo que provocan en mí los lenguajes y estados de ánimo, ya sean individuales o colectivos, que resuenan en la sociedad, fuera de mí. Creo que soy sordo y oigo sonidos confusos. En realidad, estoy un poco sordo, pero los sonidos confusos no los oigo con el oído, sino con el alma, con el cerebro. Echo de menos el mundo que me rodea. He vivido una larga vida, he experimentado enormes contradicciones y conflictos mortales, y sin embargo siempre supe lo que eran, los elementos de contradicción y conflicto estaban dentro de un marco conocido, por muy significativo que fuera – entonces, ¿por qué el significado de los acontecimientos que me rodean hoy está oscurecido y se me escapa? ¿En qué consiste su insignificancia? La representación de esta extrañeza es un mundo nuevo. Un mundo nuevo pero cansado, postrado ante las dificultades físicas, políticas y espirituales de su propia reproducción.

Dificultades económicas y caída de las referencias políticas, colectivas, de valores. La comunicación se ha vuelto frenética, pero los significantes se desvanecen en la velocidad. Hay confusión en los espíritus. Hay corrupción en los lenguajes. Han desaparecido las viejas referencias de lucha: derecha e izquierda, sindicatos y partidos, sentido y significado de la historia… este es el mundo que me rodea. No depende de mi vejez, de mi cansancio: es así.

Cuando reflexiono sobre esta fenomenología del presente, cuanto más afino la mirada, más la única, la única figura valorativa y descriptiva que me parece investir al mundo de significados y permitir describirlo, es la del nihilismo. Los signos carecen de sentido, los rostros de sonrisa, los discursos están vacíos. No sabemos de qué hablar. Veo en el rostro altivo del interlocutor una mueca -siempre es la misma que encuentro en la mayoría de mis interlocutores. Por eso es una gran celebración cuando uno se encuentra libre de esta patología. La gente está desesperada. Cuando pienso en aquellos que en mi época desarrollaron concepciones nihilistas para su filosofía, y a menudo concluyeron en krisis al pesimismo y a la expectativa de catástrofe (y mis lectores saben cuán continuamente y con qué amargura los combatí) -sin embargo cuando pienso en ellos, casi me conmueve ahora su enfermedad, que era consciente y sufrida. Mientras que ahora tengo ante mí personajes cuya ética es nihilista y catastrófica, no como resultado de un trabajo crítico, sino porque su existencia carece de consistencia, incluso cuando, al rodearlos, parecen vivir una vida ordinaria. Carecen de pasiones, de hecho, carecen de significantes, carecen de fe -por todo lo que piensan que el lenguaje debe ser purificado, lavado y vuelto a lavar y llevado a la pureza significativa- la pureza del cubo en el que han estado limpiando. En realidad, tiran el significante con el agua sucia del baño. Se quedan con ese ideal de pureza -el «reine» de la razón, de la sensibilidad, del concepto- que se ha convertido en el adjetivo del vacío, del mero resto tras el vaciado del ser. Cuando miro a mi alrededor, me siento rodeado de estos zombis, de millones de zombis.

¿Es realmente nuevo este mundo? Claro, acaba de establecerse, está creciendo, pronto este «nuevo» lo ocupará todo. Pero no es nuevo. Tengo 85 años. Hasta mis 25-30 años, este «nuevo» mundo estaba ahí, en formas sólidas y efectivas, el mundo de entreguerras y de después de la Segunda Guerra Mundial. Era el que me oprimía y contra el que luchaba. Lo habíamos metido en el desván y destruido parcialmente, ahora reaparece hegemónico, este mundo tan antiguo. Es el fascista de mi infancia y juventud. Era el mundo en el que «patriarcado-explotación capitalista-soberanía de la nación» gobernaban, como amos, las vidas y las mentes de la gente. Y traicionaban la generosidad y la inteligencia de los jóvenes para conducirlos a aventuras ilusorias: el patriotismo, la nación, la raza, la identidad, la masculinidad eran asumidos como valores superiores. Este mundo se llama fascista, no sólo conservador sino reaccionario, no sólo religioso sino fanático en la destrucción de toda libertad. Un mundo donde la monotonía de vivir dominaba sobre todas las demás pasiones y una dura disciplina obligaba a las almas a adormecerse en el dolor. La opresión conducía a la insignificancia. ¿Es así como ha vuelto el mundo actual?

Pero si es así, ¿cómo podrán leerme los niños de hoy, cómo podrán comprenderme? Mi libro les parecerá hundirse en profundidades lejanas, de difícil acceso. Será para ellos un documento arqueológico. Y mi editor, ¿por qué tiene que publicar este texto como mucho digno de archivo? ¿Aún hay suficientes ancianos que apreciarán esta historia y agradecerán al editor que la publique?

Cuando -no hace tanto tiempo- un horrible personaje fascista ascendió a la presidencia de un gran país, Brasil, a unos jóvenes amigos que me preguntaron: «¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos resistir?», les respondí: «No tengáis miedo». Esta es la condición para construir una resistencia grande y eficaz. El fascismo se apoya en el miedo, produce miedo, constituye y mantiene al pueblo en el miedo. No tengáis miedo: esto es lo que debemos ser capaces de decir al pueblo, entre el pueblo, en la multitud que hoy sufre el retorno de la barbarie fascista, incluso aquí, bajo nuestro sol. No tener miedo de romper la prisión del lenguaje vacío que se nos impone y de reírnos de la autoridad, allí donde se presenta con la grotesca máscara fascista. No tener miedo significa liberar las pasiones y llenar así esas formas lingüísticas que el proceso fascista de sometimiento ha dejado vacías. Parece que el siglo se ha oscurecido: repeler el miedo, producir resistencia, es ante todo disipar las sombras, recuperar el sentido de las palabras. Llenarlas de cosas, de realidad, de libertad. Subjetivarlas. Pero la operación principal es reconocer que el fascismo es siempre eso, es siempre la repetición de la violencia para bloquear la esperanza, es lo viejo -los disvalores absolutos del patriarcado, de la violencia de la explotación y de la soberanía- que se vuelve a proponer ilusoriamente para imponerlo como una necesidad del espíritu y una obligación de la moral mientras es el fundamento de una cultura de la muerte. Viva la muerte» es la consigna del fascismo.

Viva la vida» es la respuesta de los que no tienen miedo. La primavera volverá, ¡siempre vuelve! El fascismo parece eterno y de hecho (aunque breve) parece una frase demasiado larga – pero es frágil, el fascismo. Choca con la pasión de vivir libre, qué poco puede aguantar. La libertad se enfrentará necesariamente al fascismo, porque con la libertad se enfrentarán las otras fuertes pasiones políticas, como la de la igualdad y la fraternidad. La primavera volverá y será una verdadera estación de lo nuevo. Porque si el fascismo es siempre lo mismo, la primavera de la libertad es siempre nueva, siempre diferente, siempre llena de dones.

Mirar atrás, volver a mirar las grandes temporadas de lucha. Podríamos retroceder tanto… basta con dos ejemplos. 1848 y 1968 son fechas fundamentales para mi generación. La primera, la inauguración del socialismo en Europa, dentro y contra el desarrollo de las contradicciones que venían de la revolución francesa y de la maduración de la acumulación capitalista. De este encuentro había surgido el antagonismo de la libertad frente a la igualdad y el de la igualdad como fraternidad de los pueblos frente a la libertad como nacionalismo y soberanismo. Los reaccionarios siempre a un lado, fijos, encerrados en la defensa de sus privilegios; los revolucionarios que por primera vez levantaban la bandera roja de la fraternidad entre los pueblos. Al 48 siguió un siglo de luchas encarnizadas. El socialismo se afirmó, luego fue derrotado, dejó sin embargo un enorme legado de bienes públicos, mejor dicho, de «lo común» para las nuevas generaciones. Sobre este terreno de innovación y poder se abrió el 68. El «comunismo» era su horizonte. El «comunismo» era su horizonte. Se trataba de hacer común lo público, de obtener más común de lo público ganado en el juego democrático. Había que multiplicar los frutos del socialismo.

Estábamos en ello y estaremos en esta batalla, la nuestra y la de nuestros hijos. Fue una nueva ola de voluntad democrática que volvió a poner el mundo patas arriba. Y se repite: cada diez años, más o menos, tenemos grandes episodios, generalizados y difusos, de revuelta. Los ciclos de Kondriatev han terminado. Los ciclos de subjetivación de lo común han tomado el relevo. Cada vez adaptando la resistencia a la superación de los obstáculos preparados por una represión que ahora se ha convertido en la «ciencia del gobierno». Toda gubernamentalidad es una operación capitalista y soberana para bloquear y encauzar los movimientos productivos del trabajo vivo. Se responde con un ataque renovado de los movimientos ciudadanos-obreros y con la capacidad de poner en valor las conquistas obtenidas.

Analicemos detenidamente este juego que se viene jugando desde el 68. Resistencia obrera para ganar la satisfacción de viejas y nuevas necesidades, luego represión. Pero, ¿logra la represión su objetivo de bloquear la acción subversiva? A menudo nos hemos visto obligados a dar una respuesta positiva a esta pregunta. Pero incluso cuando se bloquea el movimiento subversivo, vamos a ver si la lucha ha tenido realmente un resultado negativo (o relativamente negativo). Pues bien, no ha sido así. Las reformas que acumulan las luchas, incluso las perdedoras, son importantes, son un aumento de lo «común» en manos de las multitudes del proletariado. Cuidado con las viejas voces del pasado: ¿significa esto, la positividad de este proceso, que hay que ser ‘reformista’ en la conducción del movimiento? En absoluto. Los reformistas no acumulan nada común, sólo acumulan derrotas y demoliciones de lo común, colaboran en el gobierno capitalista, ensucian y pervierten las luchas. Por el contrario, sólo las luchas de resistencia que se vuelven subversivas, acumulan riqueza común y la reparten entre las instituciones de la comuna. Rodeados de instituciones del procomún, hemos ganado un cierto progreso para nuestras vidas y para las vidas de nuestros hijos. Lo atestiguo con gusto en mi vejez.

Pero para mantener abierto este dispositivo de lo «común», de su conquista y acumulación, la historia de las luchas nos enseña que hay que organizarse. Me he pasado la vida intentando resolver esta tarea. No creo haberlo conseguido, es decir, descubrir una fórmula organizativa que tuviera la eficacia del «sindicato» en la II Internacional o del «soviet» en la III. Identificamos el terreno de la multitud como un conjunto de singularidades, operando como un enjambre, como una red, probablemente organizable en una verdadera democracia directa. Sin embargo, nunca hemos conseguido ir más allá de las experiencias «in vitro«. Pero ese es el camino, y recorrerlo ya permite la dialéctica de la resistencia y la subversión, desestabilizar el poder enemigo y deconstruir su sistema productivo, y preparar así la conquista de lo común y la construcción de instituciones de lo común. Queda mucho camino por recorrer y las lagunas de organización, los tiempos vacíos de la empresa subversiva, se pagan./p>

Nos enfrentamos a un fascismo resurgente. Sabemos que la lucha se hace difícil. No tenemos miedo. Estamos en primera línea. Creemos que nuestra resistencia es eficaz. Pero debemos prepararnos para las consecuencias extremas a las que puede llegar el fascismo: la guerra. Los que han vivido la guerra, los que la han sufrido, saben que la guerra es, ha sido y será una irresistible máquina de destrucción. Esta vez, de toda la humanidad, dados los medios de guerra que pueden utilizar las grandes potencias capitalistas. Guerra entre potencias = destrucción de las raíces de lo humano. El fascismo puede producir este desastre de lo humano, esta masacre de su historia en el planeta. Luchar contra el fascismo es, por tanto, luchar a favor de lo humano. Sin olvidar nunca que el fascismo es capaz de destruirlo, cuando percibe que están en peligro las reglas patriarcales de la sociedad, la estructura de mando para la explotación y la soberanía del interés propio en la forma política del Estado. Centrémonos en este punto y organicémonos para no sufrir la decisión bélica de un cruce de capitales con el fascismo. Evitar la guerra, luchar y ganar al capital sin pasar por la guerra es nuestra tarea. ¿Cómo hacerlo? El pacifismo será nuestra arma porque la paz es nuestro deseo.

Viví y sufrí el fascismo. Mi corazón se ofende y mi cerebro se traumatiza cuando recuerdo aquella experiencia. Después viví, desde el 68 hasta hoy, sin miedo al fascismo. Los crímenes que se le imputaban, la Shoah en primer lugar, le impedían volver a ser deseado, la gran masa de la población parecía haberlo repudiado definitivamente. Sólo los funcionarios de la soberanía pudieron acompañar en la memoria (y ser conniventes en la práctica) aquellas conductas criminales, a veces renovándolas. La represión del 68 europeo fue un ejemplo de ello. Sin embargo, nunca tuve miedo, sólo desarrollé desprecio por aquellos criminales. Hoy es diferente: nos rodea una nube de humo sulfuroso, una atmósfera espesa, imposible de atravesar con la mirada. El fascismo es omnipresente. Debemos rebelarnos. Debemos resistir. Mi vida se apaga, luchar después de los 80 se hace difícil. Pero lo que queda de mi alma me lleva a esta decisión.

En resistencia al fascismo, en un intento de romper esta dominación, con la certeza de lograrlo, se escribió este libro. Sólo me queda, amigos míos, dejaros. Con una sonrisa, con dulzura, dedicar estas páginas, estos tres volúmenes que concluyo, a aquellos hombres virtuosos que en el arte de la subversión y de la liberación me han precedido, y a los que me seguirán. Hemos dicho que son «eternos»: la eternidad nos abraza.

Fuente: EuroNomade.

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