martes, 13 de septiembre de 2011

PUBLICADO EN CRONICA DE ARAGON




Han sido tres, porque el de la guitarra (para hacer cuatro) no ha ido

Por Manuel Sogas /13 Septiembre 2011

Que a las ultimas manifestaciones convocadas por UGT y CCOO para protestar contra la reforma de la Constitución llevada a cabo por el PSOE, el PP y demás garbanceros de la derecha política representada en el Congreso de los Diputados, hayan acudido tres (porque el de la guitarra, que hacia cuatro, no ha acudido), tiene su explicación más que lógica: los dirigentes tanto de UGT como de CCOO son unos de los primeros responsables del empeoramiento de las condiciones sociales que venimos padeciendo los trabajadores desde hace más de treinta años y que arranca desde que Felipe González Márquez se inventara los contratos basura.







Y por esta razón, entre otras muchas, quien haya visto una rectificación de la política sindical de las cúpulas dirigentes tanto de UGT como de CCOO en el intento de protagonizar y encabezar las manifestaciones contra la reforma Constitucional (hecha entre los mandados de los jefes de la Corrala de la Tía Paca, que no de sistema democrático) estará demostrando que está más despistado en este asunto que una chiva en un garaje.

Ateniéndonos a los hechos (que son los que de verdad dicen), la atribución que le endosamos a la UGT y CCOO como representantes de los derechos y para la defensa de los intereses de los trabajadores (que somos la inmensa mayoría de la sociedad, que no son sólo los afiliados que puedan tener) es una atribución gratuita, puesto que la práctica lo que viene a demostrar es que si las jefaturas máximas de esas dos centrales sindicales no hubiesen prestado su anuencia a las políticas de los distintos gobiernos (desde Felipe González hasta Zapatero), las condiciones de vida de todos los trabajadores (y por tanto de la sociedad casi entera), hoy no sería ni tan mala como es, ni el futuro estaría cargado de la inseguridad, de la incertidumbre y de los miedos que hoy están.

Por tanto, hay que aceptar de una vez por todas y no volver sobre el asunto para no perder más tiempo, que esa atribución que nosotros le endosamos para que nos representen y nos defiendan es absolutamente falsa, y por consiguiente, exigirles que nos representen y defiendan es lo equivalente a pedirles peras al olmo. O lo que es lo mismo, hay que pedirle a los militantes y afiliados a esas dos centrales que abandonen a sus jefes y que busquen o creen sindicatos verdaderamente representativos.

El sindicalismo no es que sea necesario, es imprescindible, y más que lo va a ser de ahora en adelante si no queremos vernos revolcándonos en la pobreza y la miseria, cuando paradójicamente hay bienes más que suficientes para que eso no ocurra, gracias al trabajo realizado (que la riqueza la crea el trabajo, y no Manuel Pizarro llevándose 13 millones de euros de su paso por Endesa, por ejemplo).

La UGT actual no tiene nada que ver con la UGT de Pablo Iglesias, ni CCOO con las Comisiones de los mineros asturianos ni con las Asambleas en los Pinares de Torrero.

La UGT actual y CCOO actual son instrumentos políticos cubiertos con el manto de “lo sindical” al servicio de los intereses de los grandes capitales, que son nuestros verdaderos enemigos, cuya función es la de contener las aspiraciones justas de los trabajadores (más justo que disfrutar del producto del trabajo propio no hay nada). Esta función la han venido cumpliendo desde que se estableció en España el Estado de Derecho democrático y social, que es parecido a una democracia, pero que no es democracia.

La pretensión de las cúpulas de UGT y CCOO al convocar manifestaciones contra la reforma constitucional obedece a una estrategia bien planificada, pero no para recuperar lo perdido entre los trabajadores ni para realizar rectificación alguna en la política seguida hasta hoy (contraria a los intereses de los trabajadores), sino al intento de atraerse nuevamente a los trabajadores para continuar aparentando que tiene representatividad entre los mimos y así poder mantener su papel de contención del movimiento sindical ante empresarios y gobierno.

Y por esto es por lo que hay que abandonar a los jefes tanto de UGT y CCOO, para vigorizar a los sindicatos existentes, que son representantes y defensores de los trabajadores, y crear los que todavía no existan.


Foto: archivo cronicadearagon.es
Tags: ccoo, reforma constitucion, reforma constitucional, sindicatos mayoritarios, ugt



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SI HAY QUE METER MIEDO SE METE, COMO DEFENSA PREVENTIVA FRENTE A LOS QUE NOS QUIEREN AMEDRENTAR





(1/2)







(Felipe Gozález disfrutando de su vejez enamorada, como cualquier currante jubilado español de los que le congelan la merdi-pensión que le ha quedado, en un aeropuerto de Urugay pasando un fin de semana junto a su joven esposa y tirando de vuelos privados, porque son más ecológicos, tipo Sarkozy, Aznar o Berlusconi, para dar ejemplo de que no se puede vivir por encima de sus posibilidades. Amén)






En el día de hoy, vencido, desarmado y cautivo el pensamiento de izquierdas y amaderado de buena madera de alcornoque extremeño el pensamiento social en general, don Felipe González Márquez, ex presidente del Gobierno español, joyero en sus ratos libres y Consejero de Gas Natural, gran empresa que nos saca los jugos de malas maneras, se ha levantado está mañana valiente-valentón, para apoyar las tesis del miedo social que propaga la SER, haciendo de primer espada parlante microfónico Carles Francino, que es un hombre que a la cosa del palique le da tela marinera de guay del Paraguay y que además, conoce muy bien a la princesa Leticia, incluso mejor que yo, pero que ahora no entro en intimidades que no vienen al caso.
Con respecto de la posible quiebra a la que han conducido algunos bancos franceses y alemanes al Estado griego, con sus artistas invitados y cómplices necesarios para la comisión del crimen, amiguetes y amiguetas políticos y políticas afines al saqueo del pueblo trabajador griego, ha dicho Felipe González que si estamos al borde del precipito por qué no decirlo. Y eso es lo que digo yo.
Si los políticos a las órdenes de los banqueros y grandes empresarios, que vienen a ser lo mismo, nos han llevado al borde del precipicio mientras ellos se han enriquecido y todavía quieren robarnos más y más y más…, ¿por qué no anunciarles ya que por ese precipicio van a ir cayendo ellos uno a uno, que si alguien tiene que vivir en la pobreza son ellos que no ha trabajado para bien de la sociedad en su puñetera vida y no nosotros que sí hemos trabajado y trabajamos?
Pero bien entendida la cosa, que tampoco hay por qué sacar los pies del plato y por tanto, no los tenemos que aterrorizar como ellos tratan de hacer con nosotros. Los terroristas sociales y las auténticas bestias y enemigos del bienestar social general son ellos. Nosotros somos los que trabajamos y creamos la riqueza que ellos nos roban, mediante ley, eso sí. Pero nos roban, que es lo que nosotros tenemos que evitar, que no nos roben más.
No es cosa baladí ni el chispazo de una tormenta de verano el hecho de que intenten paralizarnos y dejarnos a su merced mediante la atadura del miedo.
El hecho de intentar amedrentarnos responde a una estrategia bien planificada, sabedores ellos de que como no nos aborreguen todavía más están más perdidos que el barco del arroz y tienen menos porvenir que un vendedor de abrigos en el Sahara.
Aquí los chulos de la película somos nosotros. Y si alguien tiene que poner condiciones somos nosotros: los que ya han trabajado, a los que pretender robarles no sólo lo material para la subsistencia física sino también el descanso bien merecido después de toda una vida trabajando para cuatro hijos de puta que no han trabajado en sus vidas (y he querido decir hijos de puta, no sé si me ha salido bien. Lo voy a repetir por si acaso: hijos de puta) que todavía quieren robar más; los que trabajamos y estudiamos y trabajamos y estudiamos (reiteración intencionada, pero que muy intencionada) y los que todavía no tienen edad para trabajar, pero que trabajaran. Estos somos la esencia de la sociedad. Estos somos la inmensa mayoría de la sociedad. Y lo dicho, si alguien tiene que poner condiciones somos nosotros, no cuatro aguiluchos del capital ni el Fondo Monetario Internacional ni los cuatro que se reúnen en la Unión Europea ni el listillo de turno economist & jauseconomist que se asoma de vez en cuando a los medios de comunicación para decirnos que tenemos que trabajar más ganando menos, porque si no los mercados se van a enfadar.
Pero pretendía yo escribir sobre meterles el miedo en e cuero tanto a Felipe González como a Carles Francino, porque han sido ellos los que ventajistamente y utilizando medios que yo no tengo, los que me quieren asustar a mi. Y esto lo dejo para el artículo que saldrá mañana.


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