Friedrich Engels y el comunismo primitivo
También
se trata aquí de desmitificar el patriarcado, autoproclamado como estructura
atemporal, común a todas las formaciones sociales
KAOSENLARED
31 Dic, 2020
En noviembre de
2020, las y los socialistas de todo el mundo celebran el bicentenario del
nacimiento de Friedrich Engels. Es un error, repetido a menudo, considerar a
Engels como un simple divulgador de las ideas de Marx. No solo contribuyó, con
Marx en 1844-48, a la formación de una nueva cosmovisión, la filosofía de la
praxis o el materialismo histórico, sino que desarrolló un análisis y una
argumentación sobre temas que Marx no quería o no podía estudiar. Uno de ellos
es el del comunismo primitivo, que no está ausente en Marx,
especialmente en sus «Cahiers d’ethnographie» no publicados, pero está
mucho más desarrollado en el libro de Engels “El origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado».
A partir de los
trabajos del antropólogo estadounidense Lewis H. Morgan sobre la sociedad
gentilicia prehistórica, Engels estudiará, con gran interés e incluso
entusiasmo, esta forma primitiva de sociedad sin clases, sin propiedad privada
y sin Estado. Un pasaje de “El origen de la familia” ilustra esta simpatía:
“¡Qué constitución admirable es esta organización gentilicia! Sin soldados, sin
gendarmes ni policías, sin nobleza, sin reyes ni gobernadores, sin prefectos ni
jueces, sin cárceles (…) Todos son iguales y libres, incluidas las mujeres. (…)
Una degradación, como una caída original desde lo alto del candor y la
moralidad de la vieja sociedad gentilicia (…) inaugura la nueva sociedad
civilizada. »
Este análisis de
Engels del comunismo primitivo – otro término para lo que los antropólogos han
llamado «sociedad gentilicia» (de «gens», comunidad tribal, clánica o familiar)
– tiene varias implicaciones metodológicas importantes para la concepción
materialista de la historia:
- Deslegitimiza el intento de la ideología burguesa de
«naturalizar» la desigualdad social, la propiedad privada y el Estado como
características esenciales de todas las sociedades humanas. El comunismo
primitivo revela que estas instituciones sociales son productos
históricos. No existieron durante los miles de años de prehistoria y
podrían dejar de existir en el futuro.
Lo mismo ocurre
con el patriarcado. Engels utiliza, siguiendo a Morgan y otros antropólogos de
la época (Bachofen), el concepto de «matriarcado» para definir el comunismo
primitivo. Es un término cuestionable, que ha causado mucha controversia entre
las historiadoras, las antropólogas y / o las teóricas del feminismo hasta el
día de hoy. Creo que lo más importante es lo que dice Engels en el pasaje que
estamos citando: en estas sociedades primitivas había un alto grado de igualdad
entre los hombres y las mujeres. También se trata aquí de desmitificar el
patriarcado, autoproclamado como estructura atemporal, común a todas las
formaciones sociales.
- Rompe con la visión burguesa -pero compartida por gran
parte de la izquierda- de la historia como progreso lineal,
avance continuo de la «ilustración», de la civilización, de la libertad y
/ o de las fuerzas productivas. Engels propone, en lugar de esta doctrina
conformista, una visión dialéctica del proceso histórico: en muchos
sentidos, la civilización representó el progreso, pero en otros,
representó una regresión social y moral respecto a lo que era el comunismo
primitivo.
- Sugiere la existencia, en el curso de la historia
humana, de una dialéctica entre pasado y futuro. El comunismo
moderno, obviamente, no es un regreso al pasado primitivo, sino que
retoma, en una nueva forma, aspectos de esta primera forma de sociedad sin
clases: ausencia de propiedad privada, de la dominación del Estado, del
poder patriarcal.
Es importante
señalar que en El origen de la familia … Engels no se refiere
únicamente al pasado prehistórico. Al igual que Morgan, señala que incluso en
su época existían todavía comunidades indígenas con este tipo de organización social
igualitaria. Este es el caso, por ejemplo, de la Confederación de los
Iroqueses, una alianza de naciones indígenas de América del Norte por la que no
oculta su admiración: el comunismo primitivo, por tanto, también está presente
en el siglo XIX.
Estas ideas de
Engels han sido retomadas por algunas y algunos de los mejores pensadores
marxistas del siglo XX. Por ejemplo, Rosa Luxemburg, en su libro
(póstumo) Introducción a la crítica de la economía política, dedica
casi la mitad de su obra al comunismo primitivo. Ella considera la lucha por
defender estas formas sociales comunitarias contra la brutal imposición de la
propiedad privada capitalista como una de las razones de la resistencia de los
pueblos de la periferia al colonialismo. Según Luxemburg, el comunismo
primitivo está presente en todos los continentes; en el caso de América Latina,
constata la persistencia, hasta el siglo XIX, de lo que llama «comunismo inca».
Sin conocer este
libro de Rosa Luxemburgo (no leía alemán), José Carlos Mariátegui, fundador del
marxismo latinoamericano, utiliza exactamente el mismo término, comunismo inca,
para describir las comunidades indígenas (ayllus) en la base de la
sociedad inca antes de la colonización hispana. Para él, estas tradiciones
comunitarias indígenas se mantuvieron hasta el siglo XX y pueden constituir una
de las principales bases sociales -con el proletariado urbano- para el
desarrollo del movimiento comunista moderno en los países andinos.
Hoy, en pleno
siglo XXI, ante la crisis ecológica que amenaza la vida humana en este planeta,
hay que tener en cuenta otro aspecto, mencionado pero poco estudiado por
Engels. El «comunismo primitivo» era un modo de vida en armonía auténtica con
la naturaleza y, hoy, las comunidades indígenas se caracterizan por un
profundo respeto a la Madre Tierra. Por tanto, no es casualidad que estén, de
norte a sur del continente americano, a la vanguardia de la resistencia a la
destrucción de bosques y al envenenamiento de ríos y tierras por parte de las
empresas petroleras multinacionales, las de oleoductos y las exportadoras del
sector agroalimentario. Berta Cáceres, la líder indígena asesinada en Honduras,
es el símbolo de esta lucha tenaz, que en Brasil se traduce en la lucha de las
y los nativos para salvar la Amazonía de la destrucción sistemática promovida
por las y los reyes del ganado y la soja – con el apoyo abierto del gobierno
neofascista y ecocida de Jair Bolsonaro.
https://blogs.mediapart.fr/michael-lowy/blog/021220/friedrich-engels-et-le-communisme-primitif
Traducción:
Faustino Eguberri para viento sur
vientosur.info/friedrich-engels-y-el-comunismo-primitivo/
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