domingo, 8 de septiembre de 2024
«Los seis de Dobarganes»: los vecinos que en los años 80 construyeron un embalse para salvar a su pueblo de la ruina
«Los seis de Dobarganes»: los
vecinos que en los años 80 construyeron un embalse para salvar a su pueblo de
la ruina
Por Olga
Agüero
Rebelion / España
05/09/2024
Fuentes: El
Diario [Foto: Construcción del embalse de Dobarganes en los años 80. RICARCO
CAGIGAL/REVISTA CAJA CANTABRIA]
Esta semana ha fallecido a los 92 años Gonzalo Gómez, el último de los
vecinos que emprendió la histórica gesta para acabar con la sequía que agotaba
el pasto del ganado, trabajando con sus propias manos para librar la primera
batalla contra la despoblación en las montañas de Liébana.
El municipio
cántabro de Vega de Liébana enterró el segundo día de septiembre a Gonzalo
Gómez. Con el luto desaparece a los 92 años el último protagonista de la hazaña
de ‘Los seis de Dobarganes’, un grupo de vecinos que, en los años 80, hartos
del subdesarrollo en el que vivían decidieron hacer un embalse en su pueblo,
que pagaron y construyeron ellos mismos, para no morirse de hambre y dar de
beber a sus vacas.
Hoy, el embalse
de La Tejera, de 70.000 metros cúbicos, ya solo se utiliza para que el
helicóptero de Protección Civil coja agua cuando necesita apagar incendios. En
Dobarganes apenas quedan 16 habitantes permanentes y algunos más censados que
solo lo frecuentan ocasionalmente. Solo dos son ganaderos y entre ambos no
superan el medio centenar de vacas.
Sin embargo,
hace cuatro décadas había un centenar de habitantes, al menos tres niños en
todas las casas y 230 cabezas de ganado entre vacas y ovejas a las que no
podían dar de beber ni de comer, porque la sequía agotaba el pasto. Entonces
unos vecinos, que no conocían más medio de vida que plantar la tierra y criar a
su ganado, libraron la primera batalla contra la despoblación y resucitaron
durante algún tiempo el pulso y la esperanza en el pueblo.
La vida no es
fácil a casi 1.000 metros de altitud en esta geografía lebaniega a la sombra de
los Picos de Europa. Mucho menos hace cuatro décadas, con muchas de las
necesidades básicas sin cubrir. El invierno duraba cinco meses y las nevadas
intensas aislaban el pueblo durante semanas. En Dobarganes nieva mucho pero
llueve muy poco. El agua del deshielo corría montaña abajo desperdiciándose
desde el Pico Jano y cuando llegaba el verano los vecinos, los animales y la
propia tierra tenían sed. Las vacas del pueblo podían producir en conjunto 300
litros de leche al día pero al llegar el calor la hierba seca y la ausencia de
lluvia reducía considerablemente el ordeño en todas las cuadras.
Las
dificultades de un territorio hostil iban más allá. Si un vecino se ponía
enfermo había que bajarle ‘a cuchus’ –a hombros– o en parihuelas porque no
había carretera, solo un camino ‘pindio’ –empinado– y enroscado de piedras y
barro. Así que nunca se había visto un coche en el pueblo, que tampoco tenía
calles asfaltadas ni alumbrado. Las mujeres que se ponían de parto tenían que
hacer andando el camino por su propio pie.
Agua para sobrevivir
Dobarganes
había estado habitado desde siempre por ocho familias. Dos de ellas ya habían
emigrado hacía tiempo para huir de la miseria. En 1980 las otras seis que
quedaban llegaron a un acuerdo histórico. Los ‘cabezas de familia’ decidieron
construir un embalse: necesitaban agua para combatir la sequía, poder plantar
más alfalfa con la que alimentar más animales que a su vez diesen más leche. El
objetivo era pasar de 300 a 1.000 litros diarios. Estos son los nombres de los
protagonistas de aquella decisión: Gumensindo Dobarganes, Miguel Alonso, Manuel
Gutiérrez, Marino Torre, Juan Matías Gómez Cabezas y el recientemente fallecido
Gonzalo Gómez. ‘Los seis de Dobarganes’, como se les conoció desde entonces.
El Instituto
Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario, conocido por las siglas IRYDA, que
pasó a formar parte de lo que hoy es el organismo público Parques Naturales,
estaba realizando algunas obras por la zona de Liébana. Los de Dobarganes
pidieron ayuda a los ingenieros sobre la posibilidad de construir un embalse a
1.500 metros de altura para regar más de 300 hectáreas. No les pareció una
barbaridad y decidieron echarles una mano con apoyo técnico y económico.
Los estudios
geológicos aconsejaron olvidarse del hormigón, por las características del
terreno, y finalmente se emplearon 15.000 toneladas de arcilla
compactada para una presa de 70 metros de altura y 40 de base. Costó a sus
promotores 3 millones de las antiguas pesetas más las ayudas y subvenciones
oficiales. ‘Los seis de Dobarganes’ aportaron el dinero aunque sus economías
eran bastante modestas.
El trabajo de
la presa no fue el único que acometieron. Para que pudieran subir las máquinas
excavadoras los vecinos empezaron a abrir una carretera que les comunicase con
el mundo. Una vía de dos kilómetros y medio hasta la Nacional 621 que después
finalizó y mejoró la obra pública. También decidieron arreglar el pueblo.
Aquellas seis familias trabajaron juntas: pavimentando las calles que eran un
lodazal, impulsando la electrificación, la red de saneamiento, la instalación
del teléfono y construyendo varios abrevaderos para el ganado.
El
actual alcalde regionalista de Vega de Liébana es hijo de Miguel Alonso,
uno de ‘Los seis de Dobarganes’. Tenía 14 años cuando se hizo el embalse. Era
uno de aquellos chiquillos por cuyo futuro estaban luchando aquellas familias,
para que no tuviese que emigrar. “Llegábamos de estudiar y los fines de semana
trabajábamos. Lo mismo levantábamos un muro, que compactábamos tierra en el
pantano o nos ponían a dar paso al camión y a las excavadoras. Todos los
vecinos trabajábamos en las obras del pueblo”, recuerda Goyo Alonso. Dobarganes
tenía entonces un centenar de habitantes. Hoy, el alcalde recita los nombres de
todos en voz alta y cuenta que solo quedan 16 y algunos más que solo pasan
algunas temporadas.
La inauguración
del embalse se celebró un domingo de noviembre de 1981 con una fiesta. La
prensa de la época da cuenta de ello. Se cerró la compuerta de la presa con
gran solemnidad y emoción. Antes de la comida, el párroco del municipio celebró
una misa campera y a continuación organizaron una comida al aire libre. Las
seis familias del pueblo invitaron a los ingenieros del IRYDA que tanto les
habían ayudado. Fue un acontecimiento histórico que todavía se recuerda con
orgullo en el pueblo. Un ejemplo de colaboración, consenso y trabajo en común.
El esfuerzo mereció la pena. Una gran tubería general bajaba el agua desde la presa al pueblo y un sistema de aspersión regaba una superficie de 300 hectáreas. Por primera vez sonó la bocina del pescadero en el centro de Dobarganes y los vecinos podían salir a la plaza para comprar truchas y sardinas. Se recolectaban varias cosechas de alfalfa que alimentaban cada vez más cabezas de ganado. La hazaña fue reconocida en 1982 con el premio de la Feria Técnica Internacional de Maquinaria Agrícola de Zaragoza: Dobarganes ganó el Concurso Nacional de mejoras de desarrollo comunitario.
Estado actual
del embalse de La Tejera, donde son habituales las rutas senderistas.
AYUNTAMIENTO VEGA DE LIÉBANA
Más de cuatro
décadas después parece que el embalse no consiguió salvar el destino del pueblo
que, hoy en día, agoniza entre buenos propósitos e insignificantes iniciativas
públicas para tratar de frenar el éxodo. Hoy es un paraje de gran belleza,
perfectamente integrado en el entorno hasta el punto de que parece un lago,
próximo al Pico Jano desde donde se ofrecen unas espectaculares vistas de los Picos
de Europa.
La ganadería y
las huertas han ido desapareciendo y, como otros pueblos huérfanos, se
convierte en escaparate turístico. Los habitantes van muriendo sin relevo
generacional. El último en fallecer en este inicio de septiembre ha sido
Gonzalo Gómez, el último superviviente de ‘Los seis de Dobarganes’. “Ahora no
ves ahumar ninguna chimenea, no queda casi nadie”, lamenta el alcalde. Pero
hace 42 años que en Dobarganes, al menos, se acabó la sed.
Ya es hora de levantarse contra la crisis, la guerra y el fascismo
Ya es hora de levantarse
contra la crisis, la guerra y el fascismo
DIARIO OCTUBRE / septiembre 3, 2024
Un análisis global de la totalidad de factores que determinan la actualidad de la lucha de clases en el Estado español, sitúa tres elementos de la realidad como absolutamente centrales y que, por encima de coyunturas y los trampantojos tan propios de la politiquería burguesa, requieren una atención absolutamente prioritaria
Un análisis
global de la totalidad de factores que determinan la actualidad de la lucha de
clases en el Estado español, sitúa tres elementos de la realidad como
absolutamente centrales y que, por encima de coyunturas y los trampantojos tan
propios de la politiquería burguesa, requieren una atención absolutamente prioritaria:
·
La crisis general del capitalismo.
·
La guerra imperialista.
·
El avance del fascismo.
Hechos que,
analizados desde posiciones comprometidas en exclusiva con la defensa de los
intereses y necesidades de la clase obrera y los sectores populares, exigen una
respuesta de masas inmediata para enfrentar sus consecuencias y evitar que
sigan desarrollándose y afectándonos directamente.
Para quienes
situarse en la indiferencia o en la parálisis de la derrota no es una opción,
la exigencia del compromiso con la articulación de los más amplios espacios de
encuentro unitarios, de base, plurales y participativos, desde los que empezar
a levantar referencias organizativas movilizadoras que hagan frente a esta
realidad, es una absoluta prioridad con la que ponerse en marcha ya, dando
pasos concretos.
Pasos que el
Partido Comunista, en su papel de vanguardia, siempre orientará a la
organización de la clase obrera en torno a un programa socialista enfrentado
frontalmente con el capitalismo.
Crisis general
del capitalismo.
Más allá de su
carácter estructural, en lo inmediato, las exigencias presupuestarias derivadas
del pago de la deuda y la aplicación de una creciente economía de guerra, son
imposiciones de la UE y la OTAN que van a imponer graves recortes en los servicios
públicos (sanidad, educación, cultura, dependencia…), incluido el Sistema
Público de Pensiones, deteriorando aceleradamente las condiciones de vida de
amplios sectores del pueblo trabajador.
Situación de
desmantelamiento de derechos conquistados en la lucha que, unida a la evidente
desvalorización de la fuerza de trabajo y a la carestía de la vida, hacen que
ya no solo los sectores más excluidos por esta sociedad, sino cada vez un mayor
número de trabajadores y trabajadoras en activo –especialmente mujeres, jóvenes
y migrantes- sean pobres porque su salario no les basta para llegar a final de
mes y reproducir su fuerza de trabajo con solvencia suficiente. Cubrir el coste
de la vivienda, alimentación, energía, transporte y sanidad, se convierte en un
objetivo imposible para un gran número de familias trabajadoras convirtiéndolas
en pobres. 1
Es
imprescindible que, con la participación de los sectores más conscientes y
avanzados del movimiento obrero, de quienes no estén instalados en la lógica
del pacto social, la de la cesión constante de derechos, se hagan frente a
todos y cada uno de los intentos de limitar los servicios públicos o degradar
las condiciones laborales. El primer paso para recomponer este espacio de
acción socio-política, debe ser trabajar en plataformas y espacios unitarios
que sirvan como referente de acción, sobre cuestiones concretas, que se
visibilicen con claridad como un ataque a los intereses y necesidades de la
clase trabajadora y los sectores populares.
Igualmente,
esta realidad de incremento de la explotación, aun en un contexto de creciente
individualización y quiebra de la conciencia obrera, es una oportunidad para
sentar las bases que permitan una progresiva elevación del nivel de conciencia
ideológica y política de la clase trabajadora.
Guerra
imperialista.
Igualmente, el
riesgo de generalización de la escalada bélica que el Imperialismo –encabezado
por los EE.UU y nucleado por la OTAN- desarrolla contra la Humanidad, impone
una respuesta frontal de los pueblos que levante la bandera de la Paz y ponga
fin a la barbarie genocida.
Nos va la vida
en ello, no es posible minimizar el alcance destructor de una guerra
–potencialmente nuclear- que ya toca a la puerta de nuestras casas porque, hay
que decirlo alto y claro, el Estado español y su gobierno están directamente
implicados en ella. Nuestra pertenencia a la OTAN y la existencia de las bases
militares de Rota, Morón y Gibraltar, más el Frontex y los centros operativos
estratégicos de Torrejón y Bétera, así como los acuartelamientos y puertos
militares de alta disponibilidad, al servicio de la OTAN, convierten al
territorio español en un factor central de la estrategia militar imperialista.
Es preciso
denunciar la implicación del Estado español en la guerra, tanto por la guerra en
Europa, donde la jefatura del estado y el gobierno se alinean plenamente con
los sectores más belicistas de la UE y la OTAN, implicándose en el
financiamiento de armamento y la instrucción de militares ucranianos, como en
el genocidio de Palestina, en el que su falsa equidistancia de palabra,
justifica y permite la acción criminal de la entidad sionista, mientras
continúa la compra venta de armas, nuestros puertos se utilizan para el
abastecimiento sionista y buques del ejército español sirven de apoyo logístico
en el Mediterráneo y la entrada al Mar Rojo.
No permitamos
con nuestra inacción que nos arrastren a la guerra y que, sin que haya
respuesta en la calle, movilicen a la juventud para servir como carne de cañón
del Imperialismo. Hoy existe una prioridad absoluta en relación a levantar un
gran frente de masas por la Paz que confronte con las estrategias belicistas de
la OTAN y de todos los gobiernos a su servicio.
En este
sentido, llamamos a reforzar la campaña “Que no nos arrastren a la guerra” y a
vincular al máximo de colectivos y organizaciones a su desarrollo y progresiva
capilarización social.
Rusia y China
no son nuestros enemigos.
Palestina, es
una desde el Río al Mar.
Viva la
Resistencia. Por el derecho de los pueblos a la resistencia a través de todas
sus vías. .
Son estas tres
consignas que, junto a la negativa al incremento del gasto militar y al
reclutamiento forzoso de la juventud, han de conformar una posición de
confrontación con las políticas belicistas y con quienes desde su indeterminación,
también favorecen a los intereses imperialistas
Avance del
fascismo.
Igualmente,
cuando suenan los tambores de guerra, el modelo institucional del 78 está
agotado y la crisis económica ya es más que evidente para quienes objetivamente
la padecen, el capital necesita al fascismo más que nunca para defender sus
intereses y su posición hegemónica a todos los niveles.
El fascismo ya
es una realidad que introduce su veneno en la sociedad y naturaliza su odio y
violencia al pobre, a lo más explotado de esta sociedad, pero también contra
quienes se organizan por sus derechos y luchan por una sociedad mejor de
personas libres e iguales.
El fascismo del
siglo XXI ya no viste camisa azul, pero su propósito y acción, como el del
siglo pasado, es profundamente anticomunista, antiobrero y servil a los
intereses del gran capital.
Al fascismo hay
que combatirlo en todas sus expresiones políticas, sociales e ideológicas. No
hay ningún espacio de conciliación de intereses con lo que son y representan
estos perros rabiosos del Capital que, entre los ecos de la redes sociales,
envuelven su miserable existencia entre trapos rojigualdos y, frente al
postmodenismo de la socialdemocracia, tratan de presentarse como los
“rebeldes”.
La lucha contra
el fascismo es tarea de todos y de todas, es una responsabilidad absolutamente
prioritaria para la clase trabajadora, que ve como trata de penetrarla y
dividirla. No hay ningún espacio libre de las mentiras y bulos con los que
atraen a una sociedad crecientemente vulnerable a su basura ideológica.
Igualmente,
desde la firmeza y la dignidad de enfrentarlo sin tibiezas, es preciso
reafirmarse en la necesidad de trabajar a favor de una verdadera Memoria
Histórica que acabe con el revisionismo que, desde la UE, trata de equipar a
víctimas y verdugos, criminalizando al Comunismo y a la URSS.
En
consecuencia, y alertando del carácter absolutamente crucial del momento
histórico que vivimos, reiteramos que hoy, cuando lo que está en juego es la
Vida frente a la Muerte, no hay tiempo que perder en dar los primeros pasos
para, a cualquier nivel, buscar el encuentro en la acción con compañeros y
compañeras con quienes levantar referencias de acción unitaria que marquen el
camino de la Victoria de la Humanidad frente al Imperialismo.
La emergencia
del momento histórico exige a la clase trabajadora en su conjunto y, en lo
concreto, a toda la militancia de las organizaciones revolucionarias,
sindicatos y colectivos obreros, vecinales, comités de solidaridad
internacional… dar un paso adelante y participar de la necesaria contraofensiva
que ponga en pie de combate al pueblo organizado contra la crisis, la guerra y
el fascismo.
Ese es el
compromiso del PCPE y de la JCPE y con ese propósito y voluntad vamos a situar
toda nuestra acción militante en el próximo periodo.
Un propósito
que se concreta también en un llamamiento a reforzar al PCPE y a la JCPE, de
adquirir el compromiso, de dar el paso adelante absolutamente trascendental, de
militar en un Partido Comunista.
Igualmente, el
compromiso con el desarrollo de la Confluencia Comunista, habrá de
materializarse sobre una sólida unidad de acción en torno a estos ejes de
trabajo.
Comité
Ejecutivo del PCPE
1 de septiembre
de 2024