El tratado supone seguir
manteniendo las mismas matrices: el Mercosur acentuaría su papel de exportador
de materias primas agropecuarias y Europa vendería coches y otros productos
industriales, desarticulando el tejido industrial interno de la región.
Acuerdo UE-MERCOSUR: grandes beneficios para las
multinacionales a un gran coste humano y ambiental
EL VIEJO TOPO / 30 diciembre, 2024
El Tratado de
Comercio e Inversión entre la Unión Europea y los países del Mercosur lleva 22
años de inciertas y complejas negociaciones, arranques y frenazos prolongados.
Finalmente, durante 2018 y principios de 2019 las comisiones negociadores entre
ambas regiones consiguieron un nuevo impulso que culminaba en junio de 2019 con
el anuncio de un texto de acuerdo. Sin embargo, cuando todo parecía prever una
aprobación inminente por parte del Consejo Europeo, el proceso de tramitación
para la ratificación del acuerdo se va posponiendo una y otra vez hasta la
actual congelación “sine die” del proceso.
El TCI
UE-Mercosur entra en el debate social y político en el contexto de la
emergencia climática y ecológica, de la pandemia de la COVID-19, el cambio de
gobierno en Argentina y la caída de popularidad de Bolsonaro en Brasil. Y
aunque en nuestro país no ha entrado a formar parte del debate político y la
agenda mediática como ocurrió con el TTIP -principalmente porque el actual
gobierno español está a favor de la firma del tratado-, en varios países de
Europa diferentes parlamentos y gobiernos se han visto obligados a hacerse eco
de las críticas, sobre todo en lo que respecta al impacto en la agricultura, el
medio ambiente y la emergencia climática. Informe
Ecologistas en
Acción y Entrepueblos, que forman parte activa de la Campaña Cataluña No en los
TCI y la Campaña Estatal No en los Tratados de Comercio e Inversión, presentan
el informe Una aproximación crítica al tratado UE-MERCOSUR. Análisis de
las dinámicas estructurales y del nexo agua-tierra-trabajo de productos
agrícolas clave2.
En el contexto
de emergencia climática y ecológica en que nos encontramos, este estudio
visibiliza a través de infografías las consecuencias del aumento de la demanda
de intercambios de bienes naturales entre los dos continentes, como la tierra y
el agua, y pone de manifiesto que las políticas económicas nunca están al
margen de la materialidad y la naturaleza que los sostienen. Se muestra la
contradicción entre los anuncios y las declaraciones sobre las políticas de
reducción de emisiones del Green New Deal de la Unión Europea, y el aumento
constante de nuestra impronta ecológica en el Sur Global en beneficio de las
grandes empresas que dominen las cadenas de producción y distribución
alimentaria en el mundo, en detrimento de las comunidades indígenas, de la vida
y la economía del campesino de ambas regiones, así como de los consumidores y
consumidores.
El tratado
supone seguir manteniendo las mismas matrices: el Mercosur acentuaría su papel
de exportador de materias primas agropecuarias y Europa vendería coches y otros
productos industriales, desarticulando el tejido industrial interno de la
región. Según el análisis del informe, a grandes rasgos, ganan las
multinacionales de ambos lados del Atlántico, que pueden producir de manera
deslocalizada, a gran escala ya bajo precio, a un alto coste humano y
ambiental.
Las
organizaciones quieren aportar con este informe más elementos al argumentario
de los movimientos sociales y las organizaciones que siguen promoviendo la
crítica a estos tratados a ambos lados del Atlántico, así como para impedir que
prospere la ratificación del TCI UE-Mercosur. Ante los beneficios de las
multinacionales, exigen poner a las personas y al planeta primero.
Fuente: Ecologistas
en acción
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