Sobre qué podemos ir haciendo
ante “Podemos”
(5/6)
Vicente Sarasa
Red Roja
SOCIOLOGÍA
CRITICA
2014/02/13
Antes de
proseguir, hagamos notar que en el análisis de los posibles movimientos en esta
“historia” de “Podemos” no se tienen en cuenta suficientemente el carácter de
profesionalismo de la política en organizaciones como IU y la enorme lucha por
puestos que hay ya no sólo en IU sino en muchos de sus aledaños. En cualquier
caso, no hay una relación de la política partidista con un verdadero
movimiento de base popular que controle a los dirigentes como
históricamente ha pasado, por ejemplo, en la izquierda abertzale. Esto
es lo que hace que los desarrollos de este tipo de historias estén lisa y
llanamente ligados a verdaderas luchas de poder y de aferramientos a
determinadas situaciones materiales. Por lo tanto, no asistiremos, ni mucho
menos, a movimientos que queden explicados exclusivamente en el plano de la
lucha de ideas ni, a estas alturas, nadie se va a “sacrificar” por voluntad
propia para atraer generosamente a gente cansada de la politiquería.
Ante las
expectativas de voto que había y (persisten) para IU, es evidente que la parte
de esta que se ve más beneficiada no estará por la labor de arriesgar en unas
primarias posiciones ya anteriormente aseguradas para ver si se saca adelante
un proyecto que haga subir el listón de un tope electoral que ya ha sido
calificado de insuficiente. Así que, en vista de que las europeas no son tan
importantes en términos de reparto de poder ni en el imaginario popular
(comparadas con municipales y generales), “Podemos” pretende inicialmente
competir desde fuera con IU –incluso en resultados electorales si es preciso-
para que la estructura de esta, como mínimo, se vea obligada a negociar aún a
expensas de perjudicar a mucha gente afiliada de base. Al tiempo, “Podemos”
sustenta su esperanza en que una parte de la base de IU piense que le iría
mejor en un proyecto más amplio que el de su propia coalición. Aquí hay que
esperar acontecimientos porque es muy posible que la salud de “Podemos” dependa
de su capacidad de fomentar una crisis en IU sin parecerlo, en nombre de “ir
más lejos de IU”, “de hablar con IU para que democráticamente se negocien primarias”,
etc. “Podemos” tendría que forzar una situación desde fuera hasta tal punto que
incluso la parte mejor colocada de Izquierda Unida viera perder posiciones
tanto materiales como de “cara política”.
Probablemente
sea por lo dicho, que “Podemos” ha querido crear una situación de impacto
exterior y ahora se la juega manteniendo la presión. El objetivo sería sacar un
resultado electoral con la ilusión de que haya un clamor que obligue a negociar
para después. Por eso, desde ya, persigue que después de la inicial recogida de
firmas se constituyan círculos de “Podemos” que desde el punto de vista
organizativo presione por convocar primarias aprovechando que hasta IU llegó a
acariciar este discurso cuando planteó la elaboración de listas con reconocidos
activistas y luchadores de calle.
La elección
de candidatos en primarias planteada por Iglesias sería el método para
debilitar la argumentación del aparato de IU. Pero este aparato es viejo en
maniobras demagógico-organizacionales. Desde él ya se ha dicho algo que tiene
su grano de verdad: que Iglesias juega con las ventajas que le da el
espaldarazo de muchos medios que no dejan de ser del sistema. Y se le ha
reprochado que qué tipo de democracia de base es esa. En fin, que como
“Podemos” no se dé prisas en fomentar que sus flamantes círculos “hagan un
rodeo” a las sedes del IU para forzar la cosa, la guerra interna en toda esa
nebulosa está servida para “firmar una paz” que refleje los verdaderos
respaldos de cada uno. Y en esa guerra intestina… todo valdría.
Por otra
parte, Iglesias lo tendría muy mal para aparecer en una IU que no hubiera
cambiado nada. Eventuales tentativas para incluir directamente a Pablo Iglesias
en buena posición dentro de IU no serían bien vistas, por ejemplo, entre la
estructura partidista de IA. Ciertamente, a una parte de esta – tras ver los
límites de su operación de salida de IU– no les importaría volver a una casa
común organizacional de la izquierda en torno a IU pero con una posición de
fuerza. Desde luego, IA es la que más necesita crear una crisis interna en IU
para dar sentido a su proyecto y buscar posiciones de dirección dentro. Y sus
ambiciones no podrían colmarse con una integración de varios personajes en las
listas de la actual IU y ni siquiera con unas primarias descafeinadas que
aseguren al actual aparato de la coalición el control de una eventual futura
Izquierda Unida más amplia.
Ya aparte de
estos intereses directamente relacionados con organizaciones tipo IU-IA y
otras, están los que hay fuera de todo ese ámbito a la “izquierda del PSOE”, y
mueven ficha (o no mueven) en función de sus cálculos principalmente
electorales.
No parece
difícil darse cuenta de que finalmente Izquierda Unida se pone al servicio de
un tándem PSOE e IU “de progreso”. Sobre este particular, en realidad, al
aparato de IU no le interesa tanto desbancar al PSOE, sino que este tenga que
contar inevitablemente con la coalición. De hecho, en Andalucía a esta le va
mejor “de segunda” que “de primera” en estos tiempos de medidas tan
impopulares.
Precisamente
ese tándem obligaría a una serie de medidas de “beneficiencia popular” en el
terreno económico a las que ni siquiera al PSOE le interesa comprometerse una
vez que estuviera en La Moncloa. Ahora en Andalucía hay barnices de pose que ya
se encarga el gobierno central del PP de anular. Desde luego, al “tándem de
progreso” siempre le quedaría responsabilizar a Bruselas y Berlín, pero no
sería lo mismo. Al PSOE le conviene una crítica “de izquierda” al PP que no le
sitúe en el mismo nivel de este (exactamente el tipo de crítica que hace IU y
los sindicatos oficialistas), pero no le viene mal que haya un debilitamiento
de su eventual futuro socio siempre que no salga ganando el PP. ¿Cómo?
Manteniendo en un principio esa crítica “de izquierda” (incluso de más ataques
contra el PP) pero desde una izquierda al PSOE dividida y enzarzada en luchas
de poder. Por arriesgado que parezca (peligro de que el PP salga ganando), es
la única solución que alimentaría la esperanza de que finalmente el propio PSOE
aparezca como la única izquierda (por centrista que sea) que resulte seria. De
hecho, siguen dándose las entradas en el PSOE de personajes de IU que no ven
ningún futuro aquí y precisamente argumentan que Izquierda Unida no logra
quitar el papel de eje central al PSOE para nuclear “la izquierda”.
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