lunes, 22 de junio de 2020

No es la economía (estupidito hijo mío de mi alma y mi corazón) es la esencia del funcionamiento del totalitarismo capitalista que empezó su nueva forma de fascismo financiero a partir de 2008. La economía capitalista es una forma de economía no toda la econocmía, hijito mío de mi alma y mi corazón



A los trabajadores andaluces nos ofrecen 30 años de guerra

DIARIO OCTUBRE / 22.06.2020




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Lo único que tiene que ofrecer el capitalismo a los trabajadores andaluces, además de expoliar las inmensas riquezas naturales que hay en nuestra tierra, es servir a los turistas, poner cervezas y construir barcos, aviones, tanques y blindados de guerra para también expoliar los recursos naturales y energéticos de otros pueblos hermanos, especialmente de África.

Con el chantaje de “o guerra o paro” que nos hacen a la clase obrera TODAS las fuerzas políticas parlamentarias del Estado español, nos mandan servir a las potencias imperialistas hermanadas a través de la Unión Europea y que representan los intereses de los monopolios con insaciable apetito por las materias primas de los países esquilmados y subyugados por ellos. Expolio que provoca que millones de seres humanos se jueguen la vida para llegar a una Europa donde tampoco tienen futuro. Pues hoy el mundo, bajo el régimen capitalista, no tiene nada que ofrecer al proletariado internacional más que desempleo, esclavitud, hambre o guerra.

Después de los chantajes de Airbus y Navantia, ahora el gobierno “más progresista de la historia”, a través de su ministerio de defensa (más bien, de guerra), viene a los trabajadores andaluces prometiéndonos trabajo para 30 años, lo que en realidad quiere decir:

1) 30 años de negocio para las empresas privadas armamentísticas Santa Bárbara (de la empresa estadounidense General Dynamics), Sapa Placencia, Indra y Escribano Mechanical & Engineering, que se embolsarán 2100 millones de euros que salen de los bolsillos de todos los trabajadores españoles.

2) Que las potencias imperialistas piensan mantener sus guerras al menos por 30 años. Quién sabe si se puede prometer que el planeta todavía será habitable para la especie humana en 2050 si no cambiamos el régimen de producción.

El capitalismo, lejos de dedicar los recursos que necesitan los trabajadores del mundo para vivir dignamente, para prevenir enfermedades, para desarrollarse integralmente como seres humanos, dedica ingentes cantidades de recursos, generados por las clases trabajadoras, a la destrucción del planeta y millones de seres humanos.

Desde una de las empresas beneficiaras de este nuevo contrato, Escribano Mechanical & Engineering, reconocen:

Una industria rentable: La industria de la Defensa es un sector líder y estratégico para el desarrollo socioeconómico español. Con un alto valor añadido y una complejidad industrial y tecnológica, una fuente de innovación y crecimiento en España, Escribano M&E es un gran ejemplo de éxito en los negocios”.

Como ellos mismos dicen, el desarrollo socioeconómico del Estado español, eslabón intermedio, lacayo y servil del imperialismo europeo y norteamericano, pasa por las guerras de rapiña.

Así lo sentencia también abiertamente, al presentar el nuevo blindado de combate llamado “Dragón”, el secretario de Estado para la Defensa, el “socialista” Ángel Olivares (ex-alcalde de Burgos entre 1999 y 2003 con el apoyo de Izquierda Unida y Tierra Comunera-Partido Nacionalista Castellano):

«Es uno de los pilares esenciales sobre los que se sustenta la Defensa Nacional y sin el que las Fuerzas Armadas no podrían participar en operaciones internacionales de mantenimiento de la paz. Es un objetivo estratégico e irrenunciable para España«.

Para embaucar a la clase obrera en las guerras, tal como hacían ya los “socialistas” en la I Guerra Mundial, los “socialistas” de hoy recurren al chovinismo más repugnante para hacernos cómplices de las matanzas perpetradas por los monopolios a los que sirven:
«Estos blindados van a estar entre los mejores del mundo y van a ser españoles«.

Pero ¿en qué operaciones internacionales de mantenimiento de la “paz” participa el ejército español? Las misiones en el exterior publicadas en la web del ministerio de defensa son, más allá de la literatura hipócrita y engañabobos a la que nos tienen acostumbrados, para:

– el frente militar de la OTAN en las fronteras de Rusia, con presencia en los países ex-socialistas del Este: Policía Aérea en el Báltico (“aviones de la OTAN realizan misiones de vigilancia y control del espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania”), Presencia Avanzada Reforzada-Letonia (“Garantizar la estabilidad de la seguridad euroatlántica, mantener una Europa en paz, unida y libre, así como prevenir conflictos mediante medidas de defensa y disuasión creíbles “).

– controlar los recursos minerales y energéticos de África: EUTM RCA (República Centroafricana), EUTM-Somalia (“La Unión Europea adiestra a las fuerzas somalíes para combatir el terrorismo y la piratería”), EUTM-Malí, Destacamento Marfil (Senegal), Apoyo a RCA – OP A/C (Gabón) (“el Ejército del Aire proporciona transporte táctico y logístico a las operaciones internacionales en la República Centroafricana”), EUNAVFOR ATALANTA (“proteger del ataque de los piratas el tráfico marítimo en el océano Índico occidental“).

– control de los mares por las potencias imperialistas de la OTAN, en pugna con las otras potencias imperialistas como Rusia y China: Grupos navales permanentes de la OTAN (“Son las fuerzas que proporcionan una presencia marítima permanente a la OTAN y las primeras que se activan, incluso antes de que se declare una crisis”). Guardián del mar (“Operación de la OTAN enfocada en el conocimiento del entorno marítimo para disuadir y luchar contra el terrorismo, así como mitigar el resto de amenazas”).

Como botón de muestra del lenguaje hipócrita de estos mercenarios de las multinacionales yanquis y europeas, hay que mencionar las operaciones EUTM-Somalia y EUNAVFOR ATALANTA concebidas supuestamente para combatir el ataque de los “piratas” en el océano Índico occidental.

Lo que nuestros ejércitos llaman “piratas”, no son más que habitantes de esas costas africanas, especialmente de Somalia, que se organizaron para combatir el saqueo de sus caladeros por parte de flotas pesqueras de Asia, América del Norte y Europa. Estos “piratas” o “terroristas” son, en realidad, “Guardacostas Voluntarios de Somalia«, y cuenta con un 70% de apoyo popular.

Pero no sólo eso. También respondían al vertido de residuos radioactivos como uranio y metales pesados. Según el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, se estima que a raíz de la contaminación tóxica, hasta el 40% de la población somalí puede padecer cáncer. La ONU de esto no dice nada, muy al contrario, insiste en que:

Los actos de piratería […] pueden dar lugar a […] perturbaciones importantes para el comercio y la navegación, pérdidas financieras a los propietarios de buques, un aumento de las primas de seguros y los gastos de seguridad”.

Por tanto, los verdaderos “piratas” y “terroristas”, o “corsarios” deberíamos decir pues están pagados por todos nosotros, son los ejércitos que actúan bajo órdenes de las instituciones imperialistas como la OTAN y la Unión Europea, defendiendo los intereses de sus multinacionales.

Es para estos criminales que el gobierno “más progresista de la historia” nos ofrece trabajar durante 30 años.

No merece la pena luchar por conseguir o mantener esos puestos de trabajo. ¿No sería más razonable y necesario desarrollar la sociedad y la economía en base a las necesidades que tiene el pueblo trabajador? ¿No sería más razonable desarrollarnos como sociedad, como seres humanos, en armonía y colaboración con otros pueblos del mundo intercambiando conocimientos y recursos para prosperar juntos en lugar de apropiárselos a sangre y fuego, a costa de la vida y el éxodo de millones de seres humanos, y que al final sólo beneficiará a multimillonarios que acumulan cantidades obscenas de riqueza? Hoy el número de refugiados bate todos los récords: 80 millones de personas.


Luchar sólo por el pan de hoy es dejar en manos de los bandidos que nos saquean el pan y la vida de mañana. Los trabajadores andaluces y españoles no necesitamos un pan manchado de sangre. Necesitamos vivir en un mundo en paz y con todas las necesidades cubiertas, pues hay recursos, ciencia y tecnología de sobra para ello.

Y eso pasa por la abolición del capitalismo, por la salida de la OTAN, la Unión Europea y demás organismos imperialistas como el FMI, la OMC o el Banco Mundial. Pasa por recuperar las 120 empresas privatizadas, por tomar el control de los medios fundamentales de producción, de los latifundios, las minas, de las fuentes naturales de energía.

En definitiva, pasa por instaurar el Socialismo construyendo el poder obrero y popular surgido desde abajo con representantes directos elegidos en asambleas por trabajadores de la ciudad y el campo, vecinos de los barrios obreros, pequeños campesinos, estudiantes y demás capas populares.

Basta de chantajes con el pan y la guerra
Hoy más que nunca, el Socialismo es una necesidad
Hoy más que nunca, el internacionalismo proletario es una necesidad
Proletarios del mundo, unámonos

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español en Andalucía

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Si anda como un pato, cojea como un pato, se refocila, por lo general, con una pata y dice, ¡Cuá, cuá, cuá!, si no es un jefe de VOX poco le falta



La responsabilidad del riesgo de permitir el predominio de la ultraderecha en el Ejército y las fuerzas policiales

  • La ultraderecha se consolida en espacios parlamentarios y mediáticos, lo que sumado a su predominio en las Fuerzas Armadas, hace que España esté asumiendo un riesgo
  • El PSOE, partido que gobierna en la actualidad y que ha gobernado durante 23 años, es uno de los máximos responsables de permitirlo
  • Reformar y democratizar las Fuerzas Armadas es una obligación de todos los ciudadanos, pero especialmente de partidos políticos y los medios de comunicación
Cuartopoder.org
El viernes, 19 de junio de 2020

 La ministra de Defensa, Margarita Robles, pronuncia unas palabras durante su visita al Regimiento de Guerra Electronica en El Pardo, Madrid. EFE/J.J. Guillén

Luis Gonzalo Segura es exteniente del Ejército de Tierra y autor de los ensayos El libro negro del Ejército español (2017), En la guarida de la bestia (2019) y El ejército de Vox (2020)

Hoy hemos sabido que el vídeo, publicado por La Marea, en el que un hombre dispara en una galería de tiro contra dianas en las que aparecen Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Pablo Echenique, Irene Montero y Fernando Grande-Marlaska está protagonizado por un exmilitar. Un episodio más que vuelve a demostrar que las Fuerzas Armadas españolas están integradas y comandadas por ultraderechistas.

Vivimos tiempos de crispación política y ascenso de la ultraderecha, cada día más consolidada, tanto en espacios parlamentarios como mediáticos, lo que combinado con unas Fuerzas Armadas y unas FCSE en las que predomina la ultraderecha, España está asumiendo un riesgo enorme y las consecuencias pueden ser inasumibles en muchos aspectos.

Sin duda, el PSOE, partido que gobierna en la actualidad y que ha gobernado durante 23 años, es uno de los máximos responsables de permitir que en las Fuerzas Armadas y las FCSE predominen los ultraderechistas mientras los demócratas y denunciantes son expulsados sin piedad. Incluso, en ocasiones, han sido los propios ministros socialistas quienes han ascendido ultraderechistas y han expulsado demócratas. Apunten los nombres de Pedro Sánchez, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles, por mencionar a los actuales.

No menos responsables son los medios de comunicación que se autodenominan progresistas, como El País, La Sexta, La Ser, Eldiario o Cuatro, muy especialmente los periodistas más destacados de estos medios (Ferreras, Pastor, Bueno, Francino, Barceló, Escolar…) por silenciar, ocultar o censurar la información existente sobre el predominio de la ultraderecha en el seno de las Fuerzas Armadas y las FCSE, impidiendo que la grave situación se eleve a debate público y dejando desamparados a los demócratas y denunciantes de estas instituciones. Por supuesto, resulta inevitable responsabilizar a los medios públicos, como RTVE o Telemadrid, por no cumplir con su obligación de prestar servicio público e informar a la ciudadanía sobre esta grave cuestión. Porque lo cierto es que a día de hoy la crítica en cuanto a lo que sucede en las Fuerzas Armadas españolas es marginal en la mayoría de España y solo tiene un espacio relevante en Catalunya o Euskadi.

Ellos, juntos a otros muchos (como los no nombrados o los políticos y medios conservadores y ultras), pero ante todo ellos, serán responsables por complicidad, silencio y/o inacción de cualquier episodio que sobrevenga desde el día de hoy debido al predominio de la extrema derecha en las Fuerzas Armadas y FCSE, porque ellos son conscientes o deben ser conscientes del peligro que genera que militares y agentes policiales extremistas sean los portadores de las armas y los depositarios del uso de la fuerza y porque con su inacción, silencio o censura incumplen sus obligaciones de trabajar para la regeneración de estas instituciones por el bien común de todos los ciudadanos.

Y es que este nuevo episodio ultraderechista y violento en una galería de tiro, no es ni mucho menos aislado. En las últimas semanas, hemos sido conocedores de la ratificación de la expulsión del cabo Marco Antonio Santos Soto por parte de Margarita Robles, actual ministra de Defensa, por firmar un manifiesto democrático. Un episodio grotesco y kafkiano que se une a un interminable listado de obscenidades protagonizadas por la cúpula militar de las Fuerzas Armadas y las FCSE en las últimas décadas, desde la amenaza golpista del teniente general Mena en el año 2006 (con medio centenar de cartas de adhesión incluidas) hasta el Manifiesto de los Mil de 2018 a favor de Franco, pasando por las reiteradas amenazas de intervención militar en Catalunya, las actividades de la Fundación Nacional Francisco Franco –muy relacionada con la milicia y dirigida por Juan Chicharro, exgeneral que sirvió como ayudante de campo de Juan Carlos I–, la organización de militares en redes sociales para intervenir en Catalunya en octubre de 2019 o las múltiples relaciones de las Fuerzas Armadas y las FCSE con extremistas o neonazis (como Joachim Fiebelkorn), así como los casos del coronel ‘Tácito’, el coronel torturador Manuel Sánchez Corbí y su compañero de aventuras, Diego Pérez de los Cobos, o el coronel Rudolf. Casos, todos ellos, que han sido publicados con un perfil de baja intensidad y jamás han gozado de la necesaria continuidad ni han sido relacionados con problema estructural alguno dentro de las Fuerzas Armadas o las FCSE, pues se prefiere vivir en la fabulación de que estas instituciones han sido democratizadas, aun cuando todos los que las conocen mínimamente saben que ello es completamente falso.

Pongamos, por ejemplo, uno de los casos reseñados, el del coronel ‘Rudolf’, en el que coronel Rodolfo Sanz Sánchez vendió una pistola en el año 2015 al jefe de Falange, Manuel Andrino, y tenía en su casa un auténtico arsenal: 24 kilos de explosivos y 12.500 cartuchos. ‘Rudolf’ formaba parte de una organización criminal en la que se integraba un subteniente del Ejército de Tierra, Francisco Carreras, que estuvo durante nada más y nada menos que 25 años traficando ilegalmente con armas, las cuales vendía a empresarios y policías. Los tres se encontraban, junto a muchos otros ultras, con motivo del 20-N. Sigamos tirando del hilo: el jefe de Falange, Manuel Andrino, fue detenido por el asalto a la Centro Cultural Blanquerna de 2013, en la que también participó Íñigo Pérez de Herrasti, cuñado Íñigo Méndez de Vigo y Pedro Morenés Eulate, ambos ministros durante el Gobierno del Partido Popular, y que fue detenido en el año 2000 y condenado a 14 años de prisión por intentar atentar con armas y explosivos contra familiares de presos de ETA. Un sujeto al que el Tribunal Constitucional suspendió en 2017 la pena de prisión impuesta por el Tribunal Supremo por el asalto al Centro Cultural Blanquerna en 2013.

Un caso como el del coronel ‘Rudolf’, que data de 2015, debería haber sido suficiente como para que los medios de comunicación se escandalizaran y los políticos y los servicios de inteligencia emprendieran una investigación sobre la ultraderecha en las Fuerzas Armadas. No es una exageración, es lo que ha sucedido en Alemania en el último lustro. De hecho, este asunto ha sido tratado recientemente en El País y no existe ni una sola referencia al predominio de las ideologías ultraderechistas en las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, es como si no tuvieran relación alguna. Un caso aislado, ya saben.

Todos estos y otros muchos más episodios, que se pueden encontrar en la hemeroteca o han sido detallados tanto en El libro negro del Ejército español como en El ejército de Vox, demuestran que las Fuerzas Armadas españolas y las FCSE están comandadas y formadas de forma mayoritaria por ultraderechistas, lo que constituye un serio peligro para la seguridad de todos.

Dado que en Alemania debemos responsabilizar a los políticos y periodistas, indistintamente de sus posicionamientos políticos, de la constante y activa búsqueda y expulsión de militares ultraderechistas (casi 300 en los últimos cinco años y 550 este mismo enero de 2020), en España debemos hacer lo propio con todos los políticos y periodistas españoles, así como los partidos políticos y medios de comunicación, pero para señalarles como responsables, no ya de la búsqueda y expulsión de los ultraderechistas, sino justamente de lo contrario: de su protección y de la expulsión de los demócratas. Máxime en una situación de creciente aumento de poder ultraderechista y crispación política y social, con las consecuencias que ello pudiera deparar.

Por todo lo anterior, ninguno de los señalados en estas líneas, explícita o implícitamente, podrá alegar que nada sabía al respecto de cualquier episodio negro que pudiera acontecer en el futuro. Bajo ningún concepto podrá catalogarse dicho suceso como sobrevenido e imposible de prever, pues el riesgo que supone para toda la sociedad permitir el predominio de la ultraderecha en las Fuerzas Armadas españolas y las FCSE es a día de hoy evidente para cualquiera.

Porque la realidad es que, tanto el Gobierno como los medios de comunicación progresistas, están jugando con fuego y si bien es cierto que en las últimas décadas no nos hemos quemado, aunque cerca hemos estado en varias ocasiones, no lo es menos que podemos terminar ardiendo, cuando ello es absolutamente innecesario, irresponsable, anacrónico y temerario. Reformar y democratizar las Fuerzas Armadas y las FCSE es una obligación de todos los ciudadanos, pero muy especialmente de los partidos políticos y los medios de comunicación. Y la están incumpliendo.

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