domingo, 27 de noviembre de 2011

LA SOMBRA DE FELIPE GONZALEZ ES MAS PELIGROSA QUE UNA TORMENTA DE VERANO.

(Felipe González, el "desfascedor" de la banca pública española para mayor poder y gloria de la banca privada. ¡Salve, Felipe!)

No, no se nos ha ido el bolo al empezar hablando de Felipe González, cuando en realidad el meollo de la cuestión es el libro “Hay alternativas” de Vicenç Navarro y otros dos catedráticos de economía que la Editorial Aguilar(1) no quiso publicar cuando tenía todo previsto para su publicación.
De la noción simple-simplona del salario considerado por un empresario individual como un gasto más del costo de un producto, y que como gasto lo quiera reducir cuanto pueda, a la noción algo más compleja pero real, del salario como un componente de la demanda hay alguna diferencia.
Una de ellas: que el empresario individual podría querer que el salario fuera cero, pero si lo consiguiera, lo que en realidad habría obtenido es que lo que produjera se lo tendría que comer con patatas, porque la demanda sería cero también, dado que nadie tendría dinero para comprar lo producido. Salvo que este figura de empresario produjera en un sitio y vendiera en otro, que viene a ser el caso de la gran empresa, que es precisamente la que tiene el poder de coaccionar a los gobiernos para imponerles las condiciones que a ellas interesa.
A partir de esa doble consideración del salario (costo productivo-elemento fundamental de la demanda), Vicenç Navarro y otros, en el libro “Hay alternativas” llegan a la conclusión de la no coincidencia de intereses entre el pequeño y mediano empresario y la gran empresa multinacional, que es la que promueve los bajos salarios, porque sus productos (fabricados en un sitio y vendidos en otros) prácticamente seguirán teniendo los mismos mercados, en tanto que el empresario pequeño y mediano que no suele exportar todo lo que produce, si le interesa que haya sueldos más elevados, porque es al única forma de poder vender lo que produce.
Por otra parte demuestran de forma objetiva las falacias y mentiras en que se basa el neoliberalismo y sus muchachos/as y medios de comunicación para señalar al trabajo asalariado como el responsable de que no se creen puestos de trabajo.
Y para justificar y dar entrada al nombre de Felipe González en este artículo, hay que decir, que los autores del libro “Hay alternativas”, Vicenç Navarro y otros, señalan como un elemento fundamental para salir de la crisis la imperiosa necesidad de la existencia de una banca pública para hacer posible que la financiación productiva llegue a las empresas y evitar así las operaciones especulativas de la banca privada. Banca privada que fue la destinataria de la banca pública (Banco Hipotecario de España; Banco Exterior; Banco de Crédito a la Construcción; Banco de Crédito Industrial; Instituto de Crédito Oficial; Banco de Crédito Local, etc.) que Felipe González puso en sus manos.
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(1) La editorial Aguilar forma parte, junto con Alfaguara, Altea, El País-Aguilar, Santillana y Taurus, entre otras, del Grupo Santillana, perteneciente, a su vez, al holding PRISA. Los accionistas mayoritarios de PRISA, la familia Polanco (35,016% de las acciones) y, desde mediados del año pasado, un fondo de inversión norteamericano, la Liberty Acquisition Holdings Corp.(57,7% de las acciones). Este hedge fund agrupa a más de 70 grandes inversores, entre los que figuran GLG, Taurus, Glenhill, Millenium, T Rowe Price, First Eagle,Soros Fund, Fortress, Teachers Advisors, Canada Pension Plan y los bancos Citigroup, Credit Suisse, Deutsche Bank y Morgan Stanley.

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