sábado, 12 de abril de 2025
Los cazadores mediterráneos hicieron viajes marítimos antes de los primeros agricultores
Los
cazadores mediterráneos hicieron viajes marítimos antes de los primeros
agricultores
TERCERAINFORMACION /
10.04.2025
Hasta ahora, se pensaba que las islas pequeñas y remotas de esta región no habían estado pobladas antes de la llegada de la agricultura. Un estudio publicado en Nature, que cuenta con participación española, documenta una travesía de más de 100 km en mar abierto, previa a esta transición tecnológica.
Los cazadores-recolectores
cruzaban al menos 100 km de aguas abiertas para llegar a la isla mediterránea
de Malta hace 8.500 años, mil años antes de la llegada de los primeros
agricultores. / Daniel Clark / MPI GEA
Los humanos modernos llegaron a Malta hace unos
8 500 años. Esta hazaña la llevaron a cabo cazadores-recolectores mesolíticos
que viajaron a través del mar Mediterráneo en una travesía de más de 100
kilómetros en mar abierto sin usar embarcaciones a vela. Según un estudio
publicado en Nature, liderado por Eleanor Scerri,
investigadora del Max Planck Institute of Geoanthropology (Alemania), junto con
la Universidad de Malta, estos grupos probablemente se desplazaban en canoas,
orientándose mediante las estrellas, las corrientes marinas y puntos de
referencia costeros.
Los cálculos hechos por los científicos estiman
que la travesía podría haber durado entre 24 y 30 horas, parte de las cuales se
habrían realizado durante la noche, y habría partido desde Sicilia u otras
zonas del sur de Italia.
“Estos cazadores-recolectores eran marineros
extremadamente capaces y con conocimientos, o no habrían podido cruzar
extensiones de agua abierta de esta distancia. Además, pudieron subsistir en
pequeñas islas diversificando su dieta: no solo se enfocaban en los recursos
terrestres, sino también en aves y alimentos marinos. Esto implica que los
agricultores no fueron las primeras personas en llegar a islas como Malta, y
que no encontraron un ecosistema intacto”, declara Scerri a SINC.
Estas conclusiones han sido posibles gracias al
análisis de los fósiles descubiertos en el yacimiento de Latnija,
al norte de la isla de Malta. Los restos arqueológicos recuperados sitúan la
ocupación humana de la isla mil años antes de la adopción de la agricultura en
la región.
El trabajo contó con la participación de un equipo internacional compuesto por 25 especialistas, entre los que se encuentran Ethel Allué y Aitor Burguet-Coca, investigadores del IPHES-CERCA y de la Universitat Rovira i Virgili (URV), expertos en arqueobotánica y piroarqueología, respectivamente. También forman parte del equipo los investigadores españoles Andrés Currás (Max Planck Institute of Geoanthropology) y Mario Mata González (Universidad de Malta).
Restos hallados en el
yacimiento durante las excavaciones. / Eleanor Scerri.
Un mundo mesolítico conectado
La existencia de tales viajes marítimos de larga
distancia implica un mundo mediterráneo mesolítico conectado, del que los
científicos no eran plenamente conscientes hasta ahora. Este hecho significa
que los últimos cazadores-recolectores de Europa también incluían culturas
marítimas sofisticadas, y que incluso pudieron haber tenido un papel en
la dispersión costera de la tecnología neolítica.
“Es posible que los agricultores avanzados en
las zonas costeras hayan podido difundir el Neolítico más rápidamente adoptando
las tecnologías marítimas de los últimos cazadores-recolectores de Europa, en
lugar de al revés. También es posible que hayan podido aprovechar las redes
mesolíticas de navegación de larga distancia para hacerlo. Estos
descubrimientos abren un nuevo conjunto de preguntas que debemos empezar a
hacer”, apunta la investigadora.
Algunas de las que se plantea el equipo de
científicos es sobre a dónde más fueron estas personas y qué impactos
tuvieron en los ecosistemas. Islas pequeñas como Malta tenían sus propia
fauna y flora endémica que a menudo se piensa que cambió (por ejemplo, con
animales que se extinguieron) sin la intervención de los humanos, porque se
pensaba que no podían llegar allí. “Ahora sabemos que sí llegaron, lo que trae
nuevamente a primer plano las causas de estos cambios”, recalca Scerri.
Extinción de especies
Los investigadores todavía están tratando de
reconstruir esta historia. Aunque los cazadores-recolectores mesolíticos
llegaron a Malta durante siglos, no extinguieron a todos los animales. Por
ejemplo, no sobreexplotaron algunas de las especies endémicas de
ciervos, ya que estas sobreviven hasta los períodos asociados con los primeros
agricultores. “Es posible que hayan influido en otros cambios, por ejemplo,
cambios vegetativos o incluso ecosistemas costeros”, sugiere la experta.
Podría tratarse de una historia ‘emergente’ que
involucrase tanto aspectos de conservación como recursos dirigidos a los
humanos. “Esperamos poder responder estas preguntas en el futuro con alta
precisión, dada la naturaleza asombrosa del yacimiento y la profundidad de los
sedimentos”, aclara Scerri.
El equipo ha identificado hasta ahora una gran variedad de especies animales, todas ellas con claros indicios de consumo humano. Destacan los restos de ciervo rojo, que hasta ahora se creía extinguido en Malta en aquella época, así como tortugas, aves de gran tamaño (algunas hoy ya desaparecidas), focas y diversos peces como el mero. También se han hallado miles de restos de moluscos marinos, como caracoles, erizos y cangrejos, muchos de ellos con señales evidentes de cocción. También se han hallado herramientas de piedra.
Más pistas gracias al ADN
Scerri espera obtener ADN antiguo y, con suerte,
isótopos de restos humanos para mostrar cuál era su ascendencia y dónde
pudieron haberse criado. “Estamos seguros de poder obtenerlo, y esperamos
encontrar dientes humanos de los cuales podamos extraer firmas isotópicas”,
explica.
Los investigadores también están explorando si
el yacimiento se utilizaba de manera estacional o no, observando los restos
faunísticos, incluidas las firmas isotópicas de los caracoles marinos recolectados
de la orilla, lo que da una idea de si se trata de una recolección durante todo
el año o solo estacional. Excavaciones adicionales también les darán
información sobre una mayor variedad de animales que explotaban.
“Usando una técnica llamada ZooMS, pudimos
‘huellizar’ fragmentos óseos no identificables, e incluso descubrir la
presencia de ballenas en este lugar, aunque no sabemos si estas se cazaban o si
fue un uso oportunista de animales varados. De cualquier manera, en el futuro
deberíamos tener información mucho más detallada que seguirá arrojando luz
importante sobre este período clave y este descubrimiento en concreto”,
concluye la científica.
Las huellas que deja el fuego
El estudio detallado del registro
piroarqueológico del yacimiento, es decir, las huellas del uso del fuego, el
tipo de combustible empleado y su relación con el entorno natural, ha recaído
en el equipo del IPHES-CERCA y la URV.
“Sin fuego, en muchos contextos arqueológicos no
podemos detectar actividad humana, sobre todo en aquellos yacimientos donde las
estructuras son escasas o inexistentes”, explica Ethel Allué,
investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de la URV. “Nos habla de
cómo vivían, cómo se organizaban y cómo se adaptaban al paisaje”, añade.
El análisis de los hogares ha permitido
identificar sedimentos quemados, acumulaciones de cenizas y otras evidencias de
uso reiterado del fuego en un mismo espacio. “Por suerte, este registro estaba
muy bien conservado, lo que nos ha permitido ir más allá de su simple detección
y reconstruir prácticas humanas que de otro modo podrían haber pasado
desapercibidas”, destaca Aitor Burguet-Coca, investigador
postdoctoral Beatriu de Pinós del IPHES-CERCA.
La especie vegetal más utilizada como
combustible era el lentisco (Pistacia lentiscus), elegida por sus buenas
propiedades combustibles, a pesar de la presencia de otras especies en el
entorno. Esta selección apunta a un conocimiento profundo de los recursos
vegetales y de la ecología local. También se ha identificado la presencia de
palmito (Chamaerops humilis), una planta que podría haber tenido usos
complementarios como la construcción, la cestería o como combustible auxiliar.
Referencia:
Scerri, E.M.L. et al. “Hunter-gatherer sea
voyages extended to remotest Mediterranean islands”. Nature.
Fuente: SINC
Lo del ¿raje?
Procesando el yuyu
Lo del ¿raje?
Por Guillem Martínez
Rebelion
12/04/2025
Fuentes: CTXT
[Imagen: Pedro Sánchez y Xi Jinping, reunidos el 11 de abril de 2025. / Twitter
(@sanchezcastejon)]
El mundo se ha dividido en dos propuestas de relaciones comerciales e
internacionales. El plan Trump es obligar a comprarle petróleo y gas. El plan
chino es vender componentes de energías renovables. Como ven, no hay color
1- El mundo ha cambiado varias veces de mundo desde la
última vez que nos vimos, cuando, como siempre, tú vestías de azul y los
alemanes de gris.
2- El martes 8A el mundo estaba, recuerden, al baño
maría. El único beneficio bursátil planetario llamativo ocurrió en la Bolsa de
Sydney, cuando un corredor de bolsa, especialmente visionario, le mangó el
bocata a una señora de la limpieza. El miércoles 9A, no obstante, el mundo
cambió, zas. A las 9:37, hora Este, Trump animaba en su red social –tal vez,
más concretamente, a sus amigotes– a invertir en bolsa –así: “Este es un gran
momento para comprar”, un mensaje incomprensible en aquel contexto bursátil sin
la agregación de las partículas “matarratas”, “e”, “ingerirlo”, “como”, “si”,
“no”, “hubiera”, “un” y “mañana”–. Pero esa tendencia pesimista se invirtió a
las 13:18, cuando Trump, desde Truth Social, otra vez, comunicaba una pausa de
90 días en el
arancelicidio. En ese momento, las bolsas EEUU –y en menor medida,
las europeas y asiáticas– subieron de manera inusitada –las de EEUU como nunca
jamás desde 1940, cuando las Hermanas Andrews–. Al día siguiente, 10A, las
bolsas, no obstante, volvieron a la tendencia ya habitual con Trump. El
castañazo. Con la novedad de la subida estratosférica del oro. El oro es un mineral
que vino de otro mundo –literalmente; nos llegó a través de meteoritos–. Por lo
que, cuando sube a lo bestia ilustra un intento de huir por piernas de este
mundo, al que no se entiende. Entendámoslo. ¿Qué pasó en esas 24 horas? ¿Por
qué pasó?
3- Empezaremos analizando la cosa qué-pasó. Es divertido
analizar el proceso de toma de decisiones que va desde el Día de la Liberación
–el 2A– hasta el Día del Raje –9A–. Permite visualizar cómo toma las decisiones
el trumpismo. Las toma con el XXXX. Aparten a los niños.
No había
teoría, balance, autoridad, programa, Excel alguno que respaldara el arancelazo
4- Se intuía que la toma de decisiones que condujeron al
arancelazo del día 2A era un tanto dadá. Pues bien, el periodista Piergiorgio M
Sandri –una gozada; por cierto: ¿por qué nadie cita a nadie en
el periodismo español, ese trabajo colectivo, como cualquier otro periodismo?; no
lo sé, pero ese fenómeno alude a una impostura colectiva rarísima–, haciéndose
eco de la prensa EEUU, informa de que el economista de cabecera de Trump es, en
efecto, y como casi todas las cabeceras de cama del mundo, de madera. Fue
encontrado en la nada por un cazatalentos trumpistas, buscando en Google los
palabros economista + China + hay que darles para el pelo. Se trata de Peter
Navarro. A pesar de su nombre de DJ, es alguien sin mucho ritmo, que suele
apoyar sus posicionamientos –dogmáticos antes que científicos– en un economista
al que nadie conoce. Eso, que en Europa, me temo, hubiera colado, en EEUU
condujo a un periodista a investigar y, finalmente, a descubrir que ese
economista, en efecto, no existe. Vamos, que Trump ha ido a los aranceles como
los europeos fuimos a las cruzadas: en la creencia de que así lo deseaban seres
de existencia no verificada. Es decir, que no había teoría, balance, autoridad,
programa, Excel alguno que respaldara el arancelazo. Era, simplemente, lo
dicho, política por otros medios. Como la batalla del Somme. La pregunta es,
dos puntos, ¿cómo una creencia, una apuesta no sustentada en nada más que en el
juego, se tambalea y cae el día 9A, tan ricamente?
5- Vete a saber. Pero se apuntan dos razones. La menos
determinante fue a) una revuelta –moderada– de representantes republicanos
–moderados–. Es curioso, y dibuja la época, que ese pequeño motín no se dio
tanto en el Capitolio como en un electrodoméstico que en este siglo XXI sigue
siendo determinante. La tele –ese cacharro en sus mínimos históricos de
audiencia parece ser lo único que centraliza algo de información en un mundo
sin centro–. Concretamente en la Fox, concretamente en Hannity, el programa de
Sean Hannity. Se trata de un programa nocturno, diario, que vertebra cultura
trumpista –con los materiales fake, batalla cultural y política
sentimentalizada crea un mundo más apasionante, lógico y repleto de ira que el
que nos brinda la realidad, esa moñas; ya tú sabes–. Pues bien, en ese
programa, la noche del 8A hablaron varios representantes republicanos
amotinados, con los que, parece ser, posteriormente Trump habló por teléfono.
Y, se supone, cayó de la mula. ¿Fue la razón a) importante para el raje del 9A?
Puede ser. Pero lo fue mucho más la cosa b).
6- La cosa b). El lunes 7A, los intereses del pago de la
deuda soberana de EEUU estaban al 3,86%. Como les decía en el último artículo,
el arancelazo –la caída de las bolsas y, con ella, la búsqueda de inversiones
seguras– había hecho bajar la deuda del 4%, ese marrón. Pero, desde ese mismo
día, la cosa volvía a subir. El miércoles 9A estaba a 4,50%. Mucho. La razón:
la deuda de un Estado que ha anunciado y demostrado explícitamente que busca la
inflación, y que desea devaluar su moneda –y no de cualquier forma, sino en
modo Nerón, tocando la lira mientras se observa por la ventana cómo arden el
dólar y el mundo–, no interesa a nadie, por lo que se dejaron de comprar bonos,
ese valor, de pronto, cutre e inseguro –por lo mismo, por cierto, es poco
probable que, ya puestos, alguien invierta en la reindustrialización de EEUU,
esa olla de grillos económica y arancelaria–. Es por ello posible que ese
prólogo, condensado y rápido, a la crisis de deuda, motivara el raje de ese mismo
día. Por lo mismo, ese raje ilustraría el valor ascendente de Scott Bessent,
secretario del Tesoro. En tanto que uno de los pocos señores/as con estudios y
con trayectoria profesional previa –junto a Soros, por cierto– es el Speer de
la semana del Gobierno Trump. Alguien de la minoría conocedora del hecho de
que, en caso de DANA –es un decir–, un gobierno puede acabar en el trullo –o
peor, en el paro– si no hace algo. Mucho más si es ese gobierno quien crea la
DANA, como ha sido el caso.
7- Entonces, ¿por qué, tras el raje del 9A, y el subidón
histórico de las bolsas, se volvió al bajón bursátil más absoluto, el 10A? Pues
aquí viene el chiste. Porque el 9A hubo raje, sí. Pero solo la puntita. Trump
protagonizó ese día dos humillaciones. Una en tiempo real: reconocer un error y
cambiar de opinión, lo que es un signo de debilidad y de improvisación. Y otra
en diferido: reconoció el error y se expuso al descrédito por ello, sí. Pero,
además, no cambió de opinión, no movió ficha, no realizó cambios.
8- Es decir, los aranceles, que antes del denominado Día
de la Liberación eran del 8%, el 9A seguían siendo solo –¿¿¿¿solo????– del 10%.
Lo que no elimina el riesgo de recesión EEUU y alrededores –es decir, el
planeta–, sino que, muy posiblemente, la garantiza. Los aranceles generales del
10% –del 145% para China– son los nuevos aranceles. Hasta ver lo que pasa
dentro de 90 días, con sus noches.
9- ¿Qué va a suceder en el mundo –ese Nuevo Mundo– creado
en ese ínterin de 90 días en los que el mundo debe, o no, negociar con EEUU,
los aranceles del 10% o del 145%, según el caso? Nadie lo sabe.
10- Básicamente, el mundo se ha dividido en dos propuestas
de relaciones comerciales e internacionales, que responden a dos planes o, al
menos, dos tendencias. El plan Trump es obligar al mundo –a Europa, por un
tubo– a comprarle petróleo y gas, a cambio de rebajar un poco –¿volver al 8%,
esa pasada?– los aranceles. El plan chino, en síntesis, es vender al mundo
componentes de energías renovables. Como ven, no hay color. Es decir, que el
debate está en la violencia que empleará EEUU. Paralelamente, EEUU y China
están en guerra. Comercial. Que históricamente es la obertura de esa ópera
llamada guerra. La guerra entraña una lógica propia, alejada de la realidad. De
las relaciones diplomáticas, incluso, de pronto suspendidas, sin sentido ni
sensibilidad. El futuro de este encontronazo es un enigma interpretativo
absoluto.
11- ¿Del punto 10 se colige que en todo este combate
absurdo hay algún tipo de combate democrático?
12– No, en absoluto. Lo que ha pasado, desde el Día de la
Liberación de los XXXXXX, es algo que, en cierta manera, ya pasó en 2022 y en
UK, cuando Lyz Truss –¿la recuerdan?– quiso bajar impuestos a lo bestia, y el
mercado decidió que no podía hacerlo sin prescindir del Estado, ese colaborador
necesario en el neoliberalismo, por lo que creó una crisis de deuda que se
comió con patatas a Lyz Truss. Ha pasado eso, pero más bestia, en EEUU, donde
todo es más grande. El Estado, en fin, hoy carece de control en el planeta, de
manera que el único control efectivo sobre él es un monstruo más salvaje aún.
La economía financiera, tal y como ha quedado tras casi 50 años de
neoliberalismo. No sabe hablar, por lo que habla a través de la deuda nacional.
No es un
combate entre el bien o el mal, que como que no, sino entre lo mejor y lo peor
13- Si el conflicto no es democracia-no democracia, ¿qué
conflicto es? Es, entre otras variables, multilateralidad o unilateralidad.
Reconocimiento de nuevos sujetos políticos y económicos en el Sur, o no. Cierta
autonomía estratégica, o no, para Europa. Orden internacional, ciertas normas
en las RR.II. y en el comercio internacional, o no. Cierta estabilidad en los
acuerdos, o no. Aproximación a una potencia estable en sus decisiones, o no. No
es un combate entre el bien o el mal, que como que no, sino entre lo mejor y lo
peor, ese algo más laxo. Esa es la épica del siglo XXI, parece. Como la
democracia, parece también algo del XIX, por ahora.
14- Sobre la evolución del conflicto. Parece que Trump ha
enseñado sus cartas. El trumpismo es, así, tres grandes ámbitos. A) La
inmigración –es espectacular en ese campo, pero sus resultados son discretos;
ha expulsado menos personas de las que mueren al año en el Mediterráneo, y
menos que el promedio Biden–. B) La supremacía del Ejecutivo frente al
Legislativo –empezó bien, pero empiezan a proliferar sentencias en contra;
veremos–. Y la cosa C), o los aranceles. Es decir, un mecanismo de bullying en
las RR.II., que rápidamente ha comprendido el mundo, al punto de que el mundo
está haciendo cosas inesperadas hace tan solo unas semanas. El 22M hubo, por
ejemplo, una cumbre entre China, Japón y Corea. Tres enemigos
feroces desde inicios del siglo XX, negociaban. Negociaban acuerdos comerciales.
Trump ha posibilitado lo imposible, por lo que puede provocar más imposibles.
15- China –su PIB creció un 5% en 2024; aspira a repetir
nota en 2025– lidera el enfrentamiento entre no-democracia y no-democracia
contra EEUU –su PIB creció un 2,8% en 2024; es muy posible que no revalide, tal
y como está el patio; Trump ha sometido a arancel también a la industria EEUU;
glu-glu-glu–. Veremos en qué consiste ese enfrentamiento tras 90 días. Esos
meses pueden ser como las semanas que separaron el atentado de Sarajevo del
inicio de la IGM, ínterin en el que el Zar y el Kaisser se escribían cartas
mediadoras que empezaban con un “Querido primo Willy”, o un “Querido primo
Nicky”. Es decir, que ya era imposible sacar el pie del acelerador.
16- Europa está, como siempre, de perfil. No ha
llegado, de manera explícita, a la idea de fin de época a la que ha llegado
Canadá, que da por finalizado el sistema post-1945, liderado por EEUU, ese ya
no-aliado. Europa sigue de perfil, incluso, después de que dos altos
funcionarios de EEUU reconocieran que EEUU estuvo detrás de la cancelación
del Nord-Stream. UE apuesta por la moderación, la reconducción el
conflicto. Paralelamente, apuesta por una apertura a Oriente. Incómoda, de
difícil simetría. Pero más estable y segura, hoy por hoy, que la longeva
alianza con EEUU. El viaje de Sánchez a China –no es un viaje interno, es un
viaje con el sombrero de la UE–, es eso. Hace escasas horas ha trascendido
que la UE y China se han emplazado a una cumbre
este mes de julio. Puede ser –es poco probable– la cumbre un
millón. O puede ser –algo improbable hace semanas– un intento de orden
internacional sin EEUU. Trump hace posibles esos imposibles, recuerden.
17- En el orden interno, ha durado poco la colaboración
del PP con Moncloa. Lo que demuestra la dificultad del PP para abandonar su
dinámica desde 1990, cuando adoptó la Guerra Cultural como animal de compañía.
Es posible que le resulte imposible salir de ella. Los partidos de Guerra
Cultural, en este inicio de cambio de época, han perdido –tal vez
momentáneamente– pie. Por eso –todos, hasta el de izquierdas– se están lanzando
de cabeza a la piscina de la Guerra Cultural. Para mantener la piel húmeda.
18- A ver qué mundo hace la próxima semana.
Guillem Martínez. Es autor
de ‘CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura
española’ (Debolsillo), de ’57 días en Piolín’ de la colección Contextos
(CTXT/Lengua de Trapo), de ‘Caja de brujas’, de la misma colección y de ‘Los
Domingos’, una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último
libro es ‘Como los griegos’ (Escritos contextatarios).
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Cuando lo ‘científico’ se transmuta en mercantil: los ‘bodyoids. [El chiste de los valores humanos y cristianos de Occidente es un mal chiste tan malo como cualquier otro chiste malo o, incluso peor.]
Cuando lo ‘científico’ se
transmuta en mercantil: los ‘bodyoids
DIARIO OCTUBRE / abril 12, 2025
Josep Cónsola (mpr21).— En un artículo que publiqué en el mes de enero que llevaba
por título “Inteligencia artificial genética” hacía mención a la película “La
isla” del director Michael Bay, que refleja un universo en el cual unos seres
semi-humanos nacidos de úteros artificiales, a los que les han castrado los
sentimientos, son una mercancía, son clones de gentes adineradas puestos en
reserva con la finalidad de servir de órganos de recambio en cualquier momento.
En este relato, el fin justifica los medios.
A primera vista
parece ficción. Personalmente me parecía ficción hasta el pasado día 25 de
marzo de 2025 que la MIT Technology Review (1) incluyó un artículo en inglés
con el nombre de “Human ‘bodyoids’ could reduce animal testing, improve drug
development, and alleviate organ shortages”. (Los “corporoides” humanos podrían
reducir las pruebas en animales, mejorar el desarrollo de fármacos y aliviar la
escasez de órganos).
Dicho artículo
está firmado por Carsten T. Charlesworth, investigador postdoctoral en el
Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa (ISCBRM) de la
Universidad de Stanford. Henry T. Greely, profesor de Derecho y director del
Centro de Derecho y Biociencias de la Universidad de Stanford y Hiromitsu
Nakauchi, profesor de genética y miembro del profesorado del ISCBRM de la
Universidad de Stanford.
Los
experimentos sobre control humano de la Universidad de Stanford ya se hicieron
famosos en 1971 con el llamado Experimento de la prisión de Stanford,
financiado por la Armada de Estados Unidos. El experimento liderado por el
profesor de psicología Philip Zimbardo, pretendía investigar el efecto
psicológico de la percepción de poder (2). Recientemente solicitó subvenciones
a los Departamentos del Ejército, la Armada y las Fuerzas Aéreas, la
Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) y la Fundación
Nacional de la Ciencia (NSF) para sus nuevas investigaciones (3).
De dicho
artículo, “científico” como es de suponer, vale la pena extraer algunos
pasajes. El primero de ellos dice así: “Los materiales biológicos humanos son
un producto esencial en la medicina, y la escasez persistente de estos materiales
crea un importante cuello de botella para el progreso. Crean un desequilibrio
entre la oferta y la demanda”.
Con lo cual lo
“científico” se transmuta a mercantil. Y sigue: “Los recientes avances en
biotecnología ofrecen una vía para producir cuerpos humanos vivos sin los
componentes neuronales que nos permiten pensar, ser conscientes o sentir dolor…
la tecnología de úteros artificiales avanza rápidamente, y podrían estar
abriéndose otras vías para permitir el desarrollo de fetos fuera del cuerpo… Estas
tecnologías, junto con técnicas genéticas establecidas para inhibir el
desarrollo cerebral, permiten imaginar la creación de ‘corporoides’, una fuente
potencialmente ilimitada de cuerpos humanos, desarrollados totalmente fuera de
un cuerpo humano a partir de células madre, que carecen de sensibilidad o de la
capacidad de sentir dolor”.
“Los bodyoides
desarrollados a partir de células del paciente también podrían permitir el
cribado personalizado… que refleje con precisión la genética y la fisiología personales
del paciente”. (Debe entenderse el paciente con recursos) “¿Acaso los bodyoides
—creados sin embarazo, esperanzas parentales o, incluso, sin padres—
desdibujarían esa línea (ética)? ¿O consideraríamos a un bodyoid un ser humano
con derecho al mismo respeto? De ser así, ¿por qué? ¿Solo porque se parece a
nosotros y está vivo? ¿Porque está vivo y tiene nuestro ADN? Gobiernos,
empresas y fundaciones privadas deberían empezar a considerar los
bodyoides como una posible vía de inversión… El momento de iniciar esas
conversaciones es ahora, cuando el camino científico parece lo suficientemente
claro… Se justifica la cautela, pero también una visión audaz; la oportunidad
es demasiado importante como para ignorarla”.
De este modo,
tanto al iniciar el citado artículo, como al finalizar el mismo podemos leer
los conceptos “oferta, demanda e inversión”, con lo cual, sin lugar a dudas, no
estamos ante el artículo de unos científicos neutros, sino ante unos mercaderes
que plasman, bajo el manto curricular, las órdenes emanadas de las grandes
corporaciones biotecnológicas siguiendo el catecismo del Foro Económico Mundial
llamado “The fourth industrial revolution” firmado por Klaus Schwab (4).
En dicho libro
“La cuarta revolución industrial”, se realizan unas suculentas premoniciones:
“La cuarta revolución industrial no solo está cambiando lo que hacemos, sino
quién somos. El impacto que tendrá en nosotros como individuos será múltiple, y
afectará nuestra identidad y sus múltiples facetas relacionadas… y, seguramente
más pronto de lo que pensamos, podría dar lugar a formas de un engrandecimiento
humano que haga que cuestionemos la naturaleza misma de la existencia humana…
No solo está cambiando el ‘qué’ y el ‘cómo’ hacer las cosas, sino ‘quién
somos’”.
Según el sueco Nik
Bostrom, fundador de la Asociación Transhumanista Mundial, mediante el uso de
la tecnología podemos llegar a transcender lo humano, llegando a ser algo
diferente, lo posthumano. Según él, la naturaleza humana es totalmente
modificable: “A través del uso de la ciencia aplicada y otros métodos
racionales, que pueden hacer posible aumentar la duración de la salud humana,
ampliar nuestras capacidades intelectuales y físicas, y darnos un mayor control
sobre nuestros propios estados mentales y anímicos” (“through the use of
applied science and other rational methods, which may make it possible to
increase human health-span, extend our intelectual and physical capacities, and
give us increased control over our own mental states and moods” (5).
Y la “ciencia”
fabricará seres, mejor dicho “cuerpos”. ¿Qué es un cuerpo? En su diccionario,
como primera acepción, María Moliner lo define así: “Cualquier porción de
materia” (6). Y así se transforma la persona humana en “cosa” sobre la cual es
posible efectuar transformaciones al igual que en cualquier materia orgánica
inerte.
Una tarea
estrechamente ligada a la des-humanización y comercialización. Nos encontramos
ante un discurso, denominado científico, cuando en realidad es solamente una
aplicación técnica patentable y comercializable, con su correspondiente
cotización en las bolsas de valores.
(1)
https://www.technologyreview.com/2025/03/25/1113611/ethically-sourced-spare-human-bodies-could-revolutionize-medicine/
(2) https://www.bbc.com/mundo/noticias-44155389
(3) https://www.theepochtimes.com/
(4)
https://www.weforum.org/stories/2016/01/the-fourth-industrial-revolution-what-it-means-and-how-to-respond/
(5) https://nickbostrom.com/ethics/dignity
(6) https://archive.org/details/diccionario-de-uso-del-espanol-maria-moliner
Fuente: mpr21.info