viernes, 23 de agosto de 2013

QUÉ, MARIANO RAJOY, JOSÉ LUIS RODRIGUEZ ZAPATERO, JOSÉ MARÍA AZNAR, FELIPE GONZÁLEZ MARQUEZ, Y SEÑORES DIPUTADOS REPRESENTANTES DEL PUEBLO, ¿LE DAMOS MARCHA A LA ENERGÍA NUCLEAR PARALIZANDO LAS FUENTES DE ENERGÍA RENOVABLES, PARA SEGUIR ENRIQUECIENDO A LA BANDA DE RICOS A LOS QUE ESTÁIS SIRVIENDO Y PARA ASEGURAR EL FUTURO ECONÓMICO DE VUESTROS DESCENDIENTES, INCLUIDOS LOS ACTUALES, Y A ALGUNA QUE OTRA QUERIDUELA O QUERIDUELO? (A EFECTOS DE A VER SI DESPERTAMOS DE UNA VEZ, JAPÓN TAMBIÉN ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA)


 NUEVOS AVATARES DE LA INCONMENSURABLE HECATOMBE DE FUKUSHIMA

Salvador López Arnal
Rebelión
23-08-2013

Primer avatar: El más mínimo error durante una operación para extraer las más de 1.300 barras de combustible en la central atómica de Fukushima “podría desencadenar a una serie de fallos con un resultado apocalíptico” [1].

TEPCO, el “operador” de Fukushima, planea extraer 400 toneladas en barras del combustible gastado que se encuentra almacenado en una piscina en el reactor dañado de la planta 4ª. La operación “tendría que hacerse manualmente desde la parte superior del edificio afectado en un entorno de contaminación radiactiva”.

En el peor de los casos, se señala en la información, un mal manejo de una de estas barras “podría resultar crítico, derivando en una crisis en la superficie del planeta por la liberación de lluvia radiactiva que sería imposible de detener”, según ha explicado la investigadora Christina Consolo [CC], fundadora y conductora de Nuked Radio. Añadió algunas consideraciones complementarias:

A pesar de que como es sabido la manipulación de las barras de combustible ocurre casi a diario en las más de 430 plantas atómicas distribuidas en todo el mundo (de manera netamente desigual), es un procedimiento muy delicado, incluso bajo las mejores circunstancias según recuerda CC. “Lo que hace que la eliminación de combustible en Fukushima sea tan peligrosa y compleja es que se trata de una piscina de combustible cuya integridad se ha visto gravemente comprometida". No obstante, tiene que intentarse dado que "el reactor 4 tiene los problemas estructurales más importantes y esta piscina se encuentra en la planta superior del edificio. El sitio ha sido apuntalado con cinta adhesiva y un soporte de bicicleta por más de dos años”. Por supuesto: “La complicación más grave podría ser cualquier cosa que conduzca a una reacción nuclear en cadena. En una piscina de combustible que contiene las barras y tiene los soportes dañados, se podría poner en marcha por su cuenta en cualquier momento”. La fortuna, de la que ya nos habló el gran Machiavelli, nos ha acompañado: no ha sucedido hasta el momento. Pero estamos ante un escenario, sin exagerar, ciertamente apocalíptico. "Además del potencial peligro del reactor 4, también entiendo que un evento climático, un apagón, un terremoto, un tsunami, un fallo del sistema de refrigeración, o una explosión y un incendio de algún tipo, en cualquier punto de la planta de Fukushima, también podrían desatar un evento de tal magnitud".

Segundo avatar: “Una fuga en Fukushima filtra 300 toneladas de agua radiactiva” [2]. TEPCO ha admitido finalmente que unas 300 toneladas de agua radiactiva -¡300.000 litros!- se han filtrado al exterior desde los tanques que usa para almacenar el líquido, empleado en enfriar los reactores de la planta.

En una rueda de prensa ofrecida poco después de que trabajadores (“operarios” en ciertas informaciones, al estilo de la terminología franquista) de la planta detectaran unos charcos junto a los tanques, la “poco comunicativa” Tokyo Electric Power ha admitido que la cantidad de la fuga es bastante mayor que los 120 litros estimados inicialmente. ¡Sólo unas 2.500 veces más! Se han encontrado también materiales en el agua filtrada que emiten radiación beta [3] con una lectura extremadamente alta: ¡80 millones de becquereles por litro!

Un portavoz de la multinacional nipona admitió que el agua probablemente se haya filtrado al suelo. Debe averiguarse aún dónde está exactamente el origen de la fuga. La Autoridad de Regulación Nuclear japonesa, la NRA, ha pedido un estudio más exhaustivo: “teme que el agua pueda haber fluido al mar, frente a la central, a través de algún sumidero”.

La fuga se suma al problema de la acumulación de agua contaminada en los sótanos de los edificios de los reactores: ¡que aumenta diariamente unas 400 toneladas! Supone, se apunta, el principal desafío de cara a desmantelar de manera segura la central, la supuestamente más que segura central atómica [4]. 

¿Se acuerdan del lema atómico “energía nuclear = energía barata, segura, pacífica”? ¿Recuerdan las descalificaciones a los críticos de esta apuesta fáustica e irresponsable? Tercer avatar: “Los niveles de radiación en Fukushima, los más altos de la historia” [5] es el titular periodístico.

Los índices de tritio en el agua de la bahía cerca de la planta de Fukushima son los más altos en la historia de las mediciones según un informe de la propia TEPCO. Se afirma en él que “las mediaciones detectaron un nivel de 4.700 bequerelios de tritio por litro en una muestra de agua de mar tomada de la bahía”. La medición anterior había mostrado niveles de 3.800 bequerelios/l. La concentración de tritio ha venido aumentando constantemente desde mayo de 2013. “La operadora indicó que el nivel de radiación más alto se detectó cerca del reactor 1”.

De hecho, como se recuerda, a principios de agosto de 2013, TEPCO informó “que las barreras que impedían la fuga radiactiva al océano desde la siniestrada central nuclear ya son incapaces de cumplir su función”, y tuvo que admitir finalmente que el agua subterránea acumulada en los sótanos de la central atómica, contaminada con altos índices de tritio y estroncio, “se habían elevado 60 cm sobre la barrera y se estaba vertiendo al Pacífico”. Para señalar la importancia de esta concentración, tomo pie en la información facilitada por Eduard Rodríguez Farré sobre el tritio en el libro de conversaciones de 2008 [6].

En las aguas superficiales marinas, donde la concentración de tritio natural era en 1950 de 0,01-0,03 Bq/l, se alcanzó en 1964, tras las continuas explosiones atómicas en la atmósfera, “cifras superiores a los 2 Bq/l en el hemisferio norte, unas 200 veces superiores a las preatómicas” (es decir, anteriores a nuestra era atómica). Dado que el tritio, este emisor beta débil, tiene una vida media de 12,3 años, tras el cese de pruebas en la atmósfera, la concentración de tritio fue “disminuyendo, detectándose a finales de los 90, en el Atlántico Norte, entre 0,3 y 0,6 Bq/l”.

Es ilustrativo al respecto, señala ERF, “ponderar que la cantidad total de tritio natural en el planeta era de 1,3 EBq (EBq: exabecquerelio = 1018 becquerelios), o dicho de otra forma, que por cada 1018 átomos de hidrógeno, un trillón de átomos [un millón de billones], existía 1 de tritio”. Las pruebas atómicas y luego las plantas nucleares añadieron 186 Ebq de tritio al planeta en los años 60, del cual quedaban todavía unos 50 Ebq en 2001, a principios del siglo XXI. Hacia 2008 se detectaron en el canal de la Mancha y Mar del Norte, en el mar de Irlanda o en el Báltico, “concentraciones entre 2 y 20 Bq/l, en contraste con las más de 10 veces inferiores del océano Atlántico”. Son, señala ERF, el aporte de las plantas de La Hague en Francia, de Sellafield en Gran Bretaña o de vertidos de centrales de la cuenca báltica.

Consideraciones similares pueden hacerse respecto al carbono 14, prosigue el científico franco-barcelonés. El radiocarbono formado por las explosiones atómicas ha doblado la cantidad existente en el planeta, con un agravante: “con una vida media de 5.730 años hoy en día seguimos expuestos a prácticamente las mismas cantidades que hace cuarenta años, cantidades que se incorporan a la biosfera de forma importante”. En los últimos años el funcionamiento normal, o accidental, de la tecnología nuclear se ha convertido en la principal fuente de contaminación radiactiva, señala ERF, “superando en determinados casos y áreas geográficas a la originada por las explosiones atómicas. Todas las nucleares difunden radionúclidos en el aire y las aguas, siendo las centrales de producción eléctrica menos sucias que las plantas de reprocesamiento, dado que éstas pueden representar una contaminación entre 100 y 1.000 veces mayor según los radionúclidos que estemos analizando.”. Entre los radionúclidos arrojados al medio por la industria electronuclear, el criptón 85 y el tritio, informa ERF, “ocupan un lugar destacado en razón de su cantidad, su diseminación global y su período de actuación”. Los radionúclidos evacuados rutinariamente con el agua de refrigeración que procede de los reactores pueden acumularse en zonas concretas de los sistemas acuáticos o ¡recorrer grandes distancias!. Un sistema de diseminación radioactiva a escala mundial se encuentra también en los satélites con generadores nucleares.

 La cuestión de fondo: ¿Es o no Fukushima un Chernóbil a cámara lenta? ¿Algo peor acaso? Notas: 

[1] http://actualidad.rt.com/actualidad/view/103212-fukushima-apocalipsis-nuclear-muertes-japon  [2] http://www.publico.es/463566/una-fuga-en-fukushima-filtra-300-toneladas-de-agua-radiactiva
[3] DESINTEGRACIÓN BETA (): Proceso por el que un núclido inestable se transforma en otros núclidos mediante la emisión de una partícula beta que puede ser un electrón con carga negativa (– o negatrón) o bien positiva (+ o positrón), integrante este último de la antimateria. La diferencia básica entre un electrón o un positrón común y la partícula de radiación beta correspondiente es su origen nuclear, puesto que una partícula beta no es un electrón ordinario arrancado de algún orbital del átomo. Proceso general de la desintegración –: un neutrón da lugar a un protón, que permanece en el núcleo, y emite un electrón negativo y un antineutrino. El elemento resultante es un número atómico superior al originario y de masa similar. Ejemplo de ello es la transmutación del carbono 14 (número atómico 6) en nitrógeno 14 (número atómico 7) con emisión de una partícula  – y un antineutrino. Proceso general de la desintegración +: un protón da lugar a un neutrón, que sigue en el núcleo, emitiéndose un positrón y un neutrino. El elemento resultante es un número atómico inferior y masa similar. Este proceso es bastante exótico, cual es la transformación del carbono-11 (radionúclido artificial usado en medicina) en boro-11 (número atómico 5) y emisión de un positrón y un neutrino.
[4] La acumulación señalada es la suma del líquido utilizado para refrigerar las unidades de la central nuclear y del agua subterránea proveniente de las zonas colindantes que penetra también en los edificios.
[5] http://actualidad.rt.com/actualidad/view/103382-fukushima-radiacion-nivel-maximo-japon 
[6] ERF y SLA, Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente, Mataró, El Viejo Topo, 2008. ++ Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia) 

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GUATEMALA, "ELECTRICAMENTE" Y A TODOS LSO EFECTOS, TAMBIÉN ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA


Guatemala 

LA ENERGIA ELÉCTRICA ES UN DERECHO, NO UNA MERCANCIA, NACIONALIZAR ES UN DEBER

Ollantay Itzamná
Rebelión
23-08-2013

En pasado 21 de agosto, cerca de 60 mil indígenas y campesinos/as guatemaltecos, organizados en resistencia, irrumpieron simultáneamente en 18 ciudades principales del país exigiendo la nacionalización de la energía eléctrica en el país.

Luego de caminar varios kilómetros, con sus pancartas y coloridos trajes, ingresaron a cada una de las ciudades para recordarle al gobierno y a la sociedad citadina que incluso en la Guatemala neoliberal la dignidad y la conciencia social aún está latente en el área rural.

¿Por qué exigen la nacionalización de la energía eléctrica en un país donde el 63% de los hogares utiliza la leña como combustible principal? ¿Qué es lo que obliga a campesinos e indígenas a organizarse en comunidades en resistencia para hacerle frente, en condiciones desiguales, a corporaciones extranjeras de distribución de energía eléctrica?

¿Cuándo el derecho a la energía eléctrica se convirtió en una mercancía en Guatemala? 

La generación, transporte y distribución de la energía eléctrica, en diferentes partes del mundo, se ha convertido en uno de los negocios más seguros y lucrativos para las corporaciones multinacionales.

Aunque las Naciones Unidas, en su Resolución N. 65/151, de 2010, establece que el acceso a la energía eléctrica es un derecho humano fundamental, las empresas y corporaciones transnacionales hicieron de este derecho una lucrativa mercancía para escurrir los bolsillos ya vacíos de los empobrecidos, con la complicidad de gobiernos neoliberales.

En Guatemala, hasta inicios de la década de 1950, el servicio de la energía eléctrica era un negocio completamente monopolizado por las empresas bananeras norteamericanas y otras.

El Presidente Jacobo Árbenz (1951-1954), en su intento de universalizar el acceso a la energía eléctrica, promovió el involucramiento del Estado en dicha actividad, impulsando la primera hidroeléctrica estatal, pero un golpe militar made in USA lo derrocó en 1954, por éste y otros atrevimientos democráticos (GLEIJESES, 2008:230-231).

Años más tarde, ante la falta de voluntad económica del sector privado para electrificar el país, el debilitado Estado guatemalteco creó el Instituto Nacional de Electricidad (INDE), en 1959. Esta institución que actualmente, junto a la Empresa Eléctrica de Guatemala S.A. (EEGSA), genera el 80% de la energía eléctrica que consume el país, construyó la infraestructura y el cableado necesario para transportar y distribuir dicho servicio en el país. 

En 1996, el Presidente neoliberal Álvaro Arzú, obedeciendo a las recetas económicas del Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, descuartizó el INDE y entregó la actividad de la distribución de la energía eléctrica a la empresa privada con el argumento de modernizar y universalizar el servicio.

Allí comenzó la larga y triste historia de la oscuridad neoliberal en Guatemala. ¿Por qué no privatizaron la generación o el transporte de la energía eléctrica que sí requerían de inversión económica? La actividad de la distribución no requería mayor inversión económica. La energía eléctrica ya estuvo allí (generado por INDE), al igual que el cableado. Sólo hacía falta imprimir las facturas y cobrar al usuario. ¿No fue esto una jugada económica de mala fe en contra del pueblo guatemalteco?

La corporación española Unión Fenosa y el fraude de la privatización

La corporación española Unión Fenosa, fundada en 1912, en la actualidad, es una de las multinacionales más gigantes en el lucrativo negocio creciente de la energía eléctrica. Está presente en muchos países de América Latina y de la Unión Europea. En casos de Guatemala, México y otros países es famosa por propiciar convulsiones sociales de usuarios insatisfechos.

En 1998, esta corporación, bajo el nombre de Unión Fenosa Deocsa-Deorsa, se adjudicó la distribución de la energía eléctrica en el territorio nacional, utilizando la infraestructura del INDE y subsidios del Estado, con la promesa de iluminar a la oscura Guatemala. Prometió también ampliar el tendido eléctrico.

Para esta promesa mesiánica se creó un fondo de fideicomiso de 300 millones de dólares con aportes del Estado guatemalteco ($195 millones) y de la cooperación internacional ($105 millones). Pero dicho fondo fue transferido a los EEUU para que lo administrara nada menos que la corrupta corporación ENRON, que en ese tiempo ya tenía una fuerte presencia en el mercado de energía eléctrica en el país. ¿Qué sucedió con dicho fondo? Nadie sabe en Guatemala.

Lo cierto es que Unión Fenosa Deorsa-Deocsa no sólo lucró de manera gratuita con la infraestructura eléctrica construida por la empresa estatal INDE, sino, lejos de pagar al Estado por el negocio adjudicado, se benefició con aquel fondo de fideicomiso, y los subsidios anuales por la electricidad.

Según datos del sindicato de trabajadores del INDE, Unión Fenosa Deorsa-Deocsa compraba energía eléctrica al INDE a Q. 0.66 el kw/hr. de energía, y vendía a los usuarios a Q.1.89 el mismo kw/hr., sin haber invertido un solo centavo. Es decir, por cada kw/hr., la empresa distribuidora gana Q.1.23 ($0.16) Esta situación no es diferente, ahora, con la corporación inglesa ACTIS (Energuate) 

En Guatemala, el kilowatio hora de electricidad, para el consumidor final, cuesta el equivalente a $0.23, mientras que en países como México, Bolivia, Venezuela y otros no pasa de $0.05. Por concepto de alumbrado público, en Guatemala, se cobra hasta 12 ó 15 dólares mes. Mientras en Honduras no pasa de 2 ó 3 dólares. (CODECA, 2013) Aquí incluso cobran por alumbrado público en comunidades donde no existe dicho servicio. Si esto no es abuso, ni robo, entonces, ¿qué es? 

Una creciente convulsión social exige la nacionalización de la energía eléctrica 

“Antes de la privatización pagábamos entre 10 a 15 quetzales mes. Luego, con la empresa privada las facturas venían hasta 500 a 700 quetzales mensuales. De dónde vamos a pagar tanto. Por eso hemos entrado en la lucha por la nacionalización de la energía”, se queja don Antonio Coc, uno de los miles de usuarios organizados en resistencia para la nacionalización de la energía eléctrica.

Con la privatización, se institucionalizó el cobro abusivo de facturas excesivas por parte de la empresa. Existen familias que con tres o cuatro focos tienen cobros de hasta Q. 1000.00 mes ($120.00), pero el jornal en el campo no llega ni a Q. 70.00. Esto ocurre en un país donde las corporaciones hicieron del Estado su gendarme disciplinado para sus negocios.

Ante esta situación, desde inicios del año 2000, algunas comunidades, organizadas localmente, comenzaron a desconectarse de los medidores de la empresa y a conectarse directamente al fluido eléctrico.

Luego, el Comité de Desarrollo Campesino (CODECA), un movimiento indígena campesino, con presencia en 19 de los 22 departamentos del país (fundado en 1992), obedeciendo a sus bases asumió la demanda de la nacionalización de la energía eléctrica como parte de su agenda de lucha, desde 2008.

“La única salida a este abuso es que la distribución de la energía eléctrica vuelva al INDE”, indica Don Mauro Vay, dirigente de CODECA, organización que tiene más 700 comunidades locales organizadas en resistencia, en más de 100 municipios, y en 19 departamentos del país.

La resistencia comunal por la nacionalización de la energía eléctrica crece incontenible en todos los rincones del país. Las comunidades, en base a los artículos 44° y 45° de la Constitución Política de Guatemala, el Art. 55º de la Ley General de Electricidad, y amparados en las resoluciones (Nº 1803, del año 1962 y Nº 65/151 del año 2010) de la ONU, ratificadas por el Estado de Guatemala, se declaran en resistencia para exigir el respeto de su derecho a la energía eléctrica bajo el eslogan: “La energía eléctrica es un derecho, no una mercancía. Recuperarla es nuestro deber”.

Nadie sabe a ciencia cierta cuántas comunidades se han conectado directamente al fluido eléctrico, lo cierto es que Unión Fenosa Deocsa-Deorsa abandonó el negocio en 2012 y asumió dicho negocio conflictivo la empresa Energuate de la corporación inglesa Actis.

Corporación inglesa ACTIS persigue dirigentes locales y criminaliza la cooperación internacional 

En 2012, luego de haber obtenido millonarias ganancias económicas sin mucho esfuerzo, Unión Fenosa Deorsa-Deocsa, presionado por la convulsión social creciente, abandonó el negocio de la distribución de la energía eléctrica, y se lo adjudicó la corporación inglesa ACTIS, bajo el nombre de Energuate. ++ Igual, la empresa no ha invertido casi nada aún, pero las facturas de la electricidad continúan activando más comunidades en resistencia, quienes luego de auto convocarse a una asamblea local, levantan un acta consignando su junta directiva y sus objetivos, colocan sus mantas en las calles con mensajes de “Fuera Energuate. Exigimos la nacionalización de la energía eléctrica”. Luego, con la ayuda de un técnico local desconectan sus medidores y se conectan de manera directa al fluido eléctrico. Cuando llegan los técnicos de Energuate no les dejan ingresar a la comunidad aduciendo que están en resistencia hasta que se nacionalice la energía. Y así, la resistencia por la nacionalización se expande por todo el territorio nacional como hormigas en verano.

Energuate ACTIS, lejos de buscar solución a las consecuencias de sus malos servicios y cobros indebidos, ha contratado pesados equipos de abogados para difamar y perseguir legalmente a campesinos e indígenas analfabetos (en su gran mayoría) en resistencia.

En los últimos meses se ha capturado a 5 dirigentes indígenas campesinos de CODECA. Asesinaron a un dirigente en resistencia por la nacionalización de la energía en la aldea La Cumbre, Huehuetenango, el pasado julio. Energuate no escatima recursos para publicar sendos comunicados de prensa calumniando y difamando a las comunidades en resistencia como “ladrones de energía eléctrica”. 

Contrata numerosos equipos de “consultores” para que visiten e intimiden a las comunidades organizadas en resistencia. Contrata “analistas” para difamar y criminalizar desde los medios la resistencia social pacífica, aduciendo que la idea de la nacionalización es descabellada. ¡Organiza y financia cursos para periodistas en algunas ciudades del país!

Hace unos meses atrás, en el mundo virtual aparecieron espacios exclusivos para difamar a las organizaciones en resistencia y calumniar de “injerencistas” a las agencias solidarias de cooperación internacional que trabajan con CODECA.

Pero, lo que más indigna a las y los guatemaltecos en resistencia es que los gobiernos municipales, la policía nacional y jerarcas de la iglesia católica “se han puesto del lado de la empresa”. Así, esta batalla por el derecho a la energía eléctrica universal se convierte cada día más en una guerra desigual.

Mientras tanto, el tendido de energía eléctrica apenas alcanza una cobertura del 42%, del territorio nacional, siendo una de las más bajas de Latinoamérica.

Según información oficial, la cantidad de usuarios de este derecho mercantilizado, en 2011, fue de 2.7 millones de hogares. Pero, otros 2.2 millones de hogares sobreviven en tinieblas, mirando cómo lucran con su derecho. En Guatemala del siglo XXI, 6 de cada 10 hogares aún utilizan la leña como fuente de energía, y casi el 70% del total de la energía eléctrica es producido por combustibles fósiles.

Esta nefasta realidad de la energía eléctrica en el país es una muestra más de que jamás se debió privatizar este servicio. Por eso, ahora, el debate de la recuperación del servicio de la energía eléctrica, al igual que otros servicios privatizados, debe ser una prioridad de todo el pueblo de Guatemala. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes. 

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EGIPTO TAMBIÉN ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA Y TAMBIÉN SE NOS MANTIENE MAL INFORMADOS



¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN EGITO?

 - La opinión de los sociólogos sobre el golpe de estado contra Mursi.


REFUGIOSOCIOLÓGICO.COM 

Tras las protestas que desencadenaron la Primavera Árabe y consiguieron derrocar al dictador Mubarak, la llegada democrática al poder de los Hermanos Musulmanes no gustó nada a sectores civiles laicos, entre ellos a gran parte del ejército, que han podido observar como el triunfo de los islamistas moderados frustraba algunas de sus aspiraciones, lo que motivó un golpe de estado amparado por una parte de la sociedad, con completa división.

Al igual que ocurrió con las protestas en Brasil, la cobertura mediática del golpe de estado en Egipto está siendo sesgada, reduccionista y oculta gran parte de la realidad cotidiana de los egipcios. Desde aquí queremos aportar el punto de vista de los sociólogos que están analizando este golpe de estado militar y las revueltas posteriores, para intentar aportar luz a una realidad que desde Occidente se siente lejana.

Comenzamos con la opinión del sociólogo estadounidense James Petras: 

James Petras: "Es absurdo sostener que fue un golpe democrático".

[ENTREVISTA] Extracto


 Introducción de Jaimes Petras: Bueno, empezamos con Egipto, donde hay un panorama bastante complejo, donde se mezcla la izquierda, la derecha y el islamismo. En un panorama donde no hay claramente un movimiento, un proceso, con posibilidades democráticas.

En primera instancia, destacar el hecho de que el gobierno fue derrocado por un golpe de Estado militar, pese a que sectores de las masas anti Mursi, anti islámicos, sostienen que fue un “golpe democrático” lo que es absurdo. Los militares ya encarcelaron a cientos de simpatizantes del Partido Islámico, encarcelaron a sus líderes, intervinieron toda la prensa independiente, tratan de imponer controles sobre distintas actividades, nombraron a dedo al Presidente interino y siguen masacrando a la gente en las protestas, como ayer donde tiraron balas vivas y mataron a 53 personas e hirieron a más de 500. Es un golpe de Estado. Es un golpe militar.

Se señala que el de Mursi era un gobierno autoritario islámico. Pero de ambos lados hay una masa de gente apoyándolo. Sin embargo ambos lados tienen una cúpula de derecha, ofrecen apoyo al imperialismo. Me parece que los sectores progresistas que están en las plazas, que participaron de protestas contra Mursi, están totalmente confundidos cuando están aplaudiendo el golpe, porque piensan que los militares pueden de alguna forma abrir camino hacia una situación democrática constitucional, mientras que en toda su trayectoria, los militares han sido socios de Estados Unidos y colaboradores de Israel.

Analistas del mundo occidental como Samir Amin, que apoya el golpe, han perdido sus papeles al no mirar más allá de su anti islamismo e identificar la trayectoria de los militares. Es una alianza militar neoliberal y tiene sectores de izquierda en la cola, pero las masas no tienen ninguna influencia. Y la hoja de ruta que están proponiendo no tiene nada de democrática, porque los militares quedan con todo el poder.

Ahora, ¿cómo analizamos esta situación? Los Estados Unidos están en una situación donde tienen el miedo al problema de la inestabilidad; y miedo a la solución, que es una guerra civil que puede salírsele de las manos, y salirse del marco militar neoliberal. Por eso tiene una posición contradictoria, siguen sin llamarlo ‘golpe’ porque si lo hacen tendrían que cortar la ayuda de acuerdo a la legislación norteamericana, que dice que no pueden apoyar financieramente a un país donde hubo un golpe de Estado.

Por otro lado, quieren apoyar el camino nuevo de imponer a Mohamed Mustafa el-Baradei, ex funcionario del banco Mundial, como cabeza del gobierno. Por tanto, otra vez es un gran tema para la izquierda. Falta una organización de vanguardia, una organización capaz de encabezar la lucha de las masas, que mantienen su capacidad de derrocar gobiernos pero no tienen ningún papel para determinar las consecuencias. Ese es el drama en el caso de Egipto. 

No es como en Argentina, donde las masas populares derrocaron al gobierno de (Fernando) De la Rúa (2001) y pudieron imponer una alternativa más progresista. En el caso de Egipto, crearon las condiciones para derrocar al gobierno pero no son los protagonistas ahora que el gobierno cayó. En otras palabras, la sola presencia de las masas en las calles –aunque sean millones de personas- no es determinante. Es el liderazgo político y el poder del Estado los que al final de cuentas determinan el resultado que va a tener una protesta o un levantamiento. En este caso me parece todavía muy negativo. 

Entrevistador ¿Por tanto no es un levantamiento contra occidente ni contra el sistema neoliberal?

JP:  Es un recambio de islámicos pro occidentales, pro Fondo Monetario, pro intervención en Siria, pro relaciones con Israel, por un gobierno militar neoliberal secular. En este caso el hecho de que haya un levantamiento popular no necesariamente indica un cambio.

Las posibilidades, pienso, pueden ser dos: Una guerra civil prolongada como la de Argelia en los ’90, donde murieron más de noventa mil personas terminando en un gobierno dictatorial que imponen los militares. Ser anti islámico no necesariamente quiere decir progresista. O lo otro que puede pasar, es una coalición entre neoliberales, islámicos y militares, una ‘troika’ que intente desmovilizar a la gente. De todos modos los problemas económicos siguen siendo enormemente graves y esta nueva configuración de liberales, militares e islámicos, no tiene ningún programa para mejorar la situación de desempleo y pobreza.

Entrevistador ¿Cómo está la situación en Siria a partir de estos hechos en Egipto?

JP: Lo que está claro es que Mursi apoyaba a los islámicos terroristas que estaban atacando el gobierno de Siria. Es decir, Egipto era un trampolín para muchos terroristas que iban directamente a Turquía para entrar en Siria. En otras palabras, la caída de Mursi va a postergar mayores intervenciones de los islámicos que están muy preocupados e involucrados ahora en el conflicto en Egipto.

Pero no creo que sea decisiva la caída de Mursi, aunque en algún sentido puede debilitar la salida de terroristas desde Libia a Siria, que utilizaban El Cairo como un centro de entrenamiento y de armamento, para intervenir. Sin embargo, los principales apoyos siguen: los países del Golfo con dinero y armas; Turquía con apoyo logístico, entrenamiento y armas; y el financiamiento de Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Todos ellos siguen montando esta agresión contra Siria. Pero en el último período, las divisiones internas entre los neoliberales y los islámicos, han debilitado la capacidad de los insurrectos de atacar. Eso se suma a que en los últimos tiempos el gobierno sirio está avanzando, desplazando a los terroristas en varios frentes y lugares estratégicos.

Entonces, sin resolver el conflicto en su totalidad, el proceso de recuperar la soberanía y desplazar a los terroristas ha avanzado en Siria, aunque no en forma definitiva. Es claro que los islámicos están en período de repliegue y buscando formas de reagruparse, entre los diferentes y variadas fuerzas. ++ Fuente: La Haine.

Pedro A. García Bilbao: "la vía islamista al neoliberalismo fracasa y los militares actúan para impedir una escalada en las protestas".

[Sociólogo Español]


En un análisis de urgencia, lo ocurrido en Egipto el miércoles 3 de julio de 2013 podríamos resumirlo de la siguiente forma: se ha producido un golpe de estado militar que ha destituido al presidente islamista Morsi, disuelto el Parlamento elegido y suspendido la constitución; el nuevo presidente pasará a ser provisionalmente el Presidente del Tribunal Constitucional; la tropa confraternizó en las calles con los manifestantes laicos —opuestos a la islamización del estado egipcio—, mientras un cierto estupor recorrió las filas de los Hermanos Musulmanes que también se estaban manifestando para dar apoyo a su presidente. Estos son los hechos, pero la cuestión es su significado. ¿Cómo interpretar todo esto?

 - La corrupta república de Hosni Mubarak se alejó profundamente del modelo nasserista —que era nacionalista en el sentido de afirmar su soberanía nacional ante las antiguas potencias coloniales o las imperialistas contemporáneas, con una vocación panárabe y republicana y con un contenido social— acabando por derivar hacia la supeditación exterior a EE.UU, la contemporización con Israel y a la adopción de profundas transformaciones neoliberales, con privatizaciones de servicios y empresas públicas, un nepotismo brutal, recortes de salarios y derechos laborales que dieron origen a una miseria creciente entre los trabajadores más sencillos y a la proletización de la clase media egipcia más débil. El malestar social se llevaba incubando en Egipto desde hacía tiempo, con las esperanzas de promoción social anuladas por la mezcla de corrupción estructural, decadencia y neoliberalismo; en ese contexto, las primaveras árabes contaron con potenciadores «externos» que favorecieron el uso de redes sociales, palabras y conceptos que desconectaran las rebeldías jóvenes de las formas de lucha tradicionales de la izquierda y los sindicatos. Ya que la rebeldía a las reformas y el desgobierno no se podía evitar, el reto era llevarlas a ninguna parte, y una vez allí, el poder real favorecería un golpe de efecto que les hiciera creer en una victoria y un cambio. Así se hizo. Las manifestaciones masivas y la reorganización en ellas de los diferentes grupos de oposición incluidos los sindicatos y la izquierda egipcia alertaron al bloque de poder dominante y a sus apoyos exteriores. Mubarak y su corrupta familia se convirtieron súbitamente en disfuncionales para el mantenimiento del programa neoliberal y el propio ejército egipcio, muy penetrado por los norteamericanos, le dejó caer, haciendo así un guiño —falso—, a las masas.

 - Caído Mubarak, impunes los crímenes cometidos bajo su corrupto mandato, con su persona y familiares convertidos en chivos expiatorios de la situación de miseria y paro crecientes causados por el trinomio dependencia exterior/ corrupción / neoliberalismo, los militares dieron los pasos hacia una salida política que permitiera mantener lo fundamental dando la apariencia de un cambio externo. La solución pasó por sacar de la ilegalidad a los Hermanos Musulmanes. Los HH.MM llevaba tiempo siendo tolerados desde la entrada en escena de Arabia Saudita que financiaba las redes sociales islamistas que ofrecían socorro y auxilio social al tiempo que extendían el integrismo religioso en las capas más humildes de la sociedad egipcia y se abrían paso en los sectores desclasados de la clase media en caída libre.

Los HH.MM compaginaban a la perfección integrísimo religioso y político con una sorprendente tolerancia al neoliberalismo económico. Su programa de gobierno se basó en un odio feroz a los laicos y nacionalistas, a la izquierda y a los sindicatos. Con su partido generosamente financiados por los sauditas, los HH.MM ahora en gobierno, no tuvieron reparo alguno en seguir destruyendo el estado egipcio, las empresas públicas, la legislación laboral, las organizaciones de izquierda y todo lo que pudiera frenar la neoliberalización impuesta por el amigo americano y lo más corrupto de la elite financiera y económica egipcia; el lobby militar participa de esa agenda corrupta neoliberal y una parte de sus mandos formaba parte también de la esfera de influencia islamista. La división de la izquierda, los sindicatos y los laicos impidió la formación de un frente de resistencia antineoliberal que reconstruyera la República Árabe Unida; los Hermanos Musulmanes, con sus apoyos en el Egipto rural y en las masas más sencillas y dependientes de sus bien financiadas redes sociales de ayuda islámicas, con el apoyo o neutralidad expectante de la cúpula militar —que se reservaba el papel de árbitro por encima del sistema— , y vistos como «funcionales» por su apoyo al neoliberalismo por los norteamericanos, lograron ganar las elecciones post-Mubarak.

 - El nuevo gobierno islamista mostró desde el principio que sus planes últimos pasaban por una islamización de la sociedad egipcia y el fin de la convivencia y la tolerancia, pero los choques, los errores, la rigidez del nuevo gobierno y de Morsi, nuevo presidente, han sido continuos. Al tiempo que proseguían las agresiones a los trabajadores y al carácter tolerante de la sociedad egipcia, Morsi quiso transformar por completo la estructura del estado egipcio e islamizar a sus elites, dar de lado a los más laicos y cultos, liquidar todo el sector público y sustituirlo por empresas privadas o por redes religiosas integristas. Las tensiones con Israel han tenido un carácter más teatral que otra cosa, compensadas por la creciente utilización de Egipto por los sauditas y sus redes wahabitas, o por el Consejo de Cooperación del Golfo para desestabilizar Libia (con éxito) o Túnez (con éxito también). 

- Finalmente las protestas volvieron a las calles, aunque esta vez sin el apoyo de los servicios norteamericanos ni de sus redes de influencia social; el rechazo de la sociedad egipcia, donde existe un rechazo cultural al integrismo religioso, donde el factor económico y laboral es el gran olvidado pero no por ello el menos influyente, ha cristalizado en nuevas protestas masivas de la izquierda, los sindicatos y las clases medias asustadas. Frente a ellos, en un clima creciente de enfrentamiento civil, los Hermanos Musulmanes. La combinación de lucha de clases con el rechazo al islamismo integrista ha alarmado al ejército y a los sectores occidentales interesados en un Egipto de rodillas, sumiso, lobotomizado por la religión, con su izquierda aniquilada o impotente y con toda su economía entregada al saqueo privado.

 - El golpe del 3 de julio tiene por tanto una lectura muy clara. La rigidez islamista de Morsi, versión islamista de los tecnocracias del Opus Dei en España, le ha llevado a arruinar el experimento islamo-neoliberal que propiciaron los militares egipcios y los norteamericanos ante la mirada saudita. La respuesta social laica y de clase ha asustado mucho y ha aconsejado un cambio. Pero la contradicción principal sigue. No se va a parar. Y no es el islamismo, sino los planes para destruir la República de Egipto y entregar el país y a sus gentes al saqueo privado y de las grandes corporaciones. Creyeron poder hacerlo anestesiando al país con la barbarie religiosa como elemento mitigador del hambre o la miseria. El integrismo ha chocado con la sociedad egipcia, y los sectores corruptos, militares y neoliberales no parecen tener una solución sencilla al cómo cambiar lo que sea para que todo siga igual.

En Egipto, como en todas partes, la división de las fuerzas populares y de izquierda es lo único que está impidiendo una derrota del neoliberalismo o, al menos, que la batalla se libre como debe librarse. 

Fuente: http://dedona.wordpress.com/2013/07/03/golpe-en-egipto-la-via-islamista-al-neoliberalismo-fracasa-y-los-militares-actuan-para-impedir-una-escalada-en-las-protestas-pedro-a-garcia-bilbao/ 

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