domingo, 7 de octubre de 2012

(PRENSA): EL MUNDO AL REVES ( A VER SI ALGUN DIA LO PODEMOS ENDEREZAR)


ÉTICA Y DIALÉCTICA PREIODÍSTICA DE "EL PAIS"

Flagrant 
Rebelión 
06.10.2012 

 Díntesis Capriles según El País

 “Caracas ha vivido este domingo una fiesta democrática como nunca antes. Cientos de miles de personas de todas las clases sociales y de todas las edades se han echado a las calles en apoyo del líder de la oposición Henrique Capriles, que cerraba campaña en la capital venezolana. (…) El candidato de la oposición, el flaco, como es conocido, comenzó su discurso con estas palabras: “Hoy Caracas está vestida de futuro, de progreso”. Prometió que el próximo domingo Venezuela “va a derrotar la violencia” y acabar con la división y la confrontación entre compatriotas”. (1) 

 Sintetizemos a la oposición Capriles según El País: 

• Una fiesta democrática como nunca antes. • 
• Cientos de miles de personas de todas las clases sociales y de todas las edades (…) se han echado. • 
• El candidato de la oposición, el flaco, como es conocido. • 

 Síntesis Chávez según El País 

 “Una marea roja inundó este jueves el centro de Caracas. Cientos de miles de trabajadores de empresas públicas y de simpatizantes del presidente Hugo Chávez con camisetas y gorros de color rojo ocuparon desde temprano por la mañana las principales avenidas de la capital venezolana para asistir al mitin de cierre de campaña de su líder para las elecciones presidenciales del domingo. Pasadas las dos y media de la tarde hora local, bajo una súbita lluvia torrencial, apareció el caudillo, micrófono en mano, cantando el himno nacional y dando vivas a la patria, a la revolución y al socialismo como saludo a la “avalancha bolivariana” reunida a sus pies. Como un nuevo Mesías, como un telepredicador en estado de éxtasis o una estrella del rock en un concierto apoteósico, el presidente venezolano hizo una exhibición del caudillo populista que conecta con su pueblo al margen de las instituciones”. (2) 

 Sintetizemos el chavismo según El País: 

• Una marea roja inundó. • 
• Cientos de miles de trabajadores de empresas públicas y de simpatizantes (…) ocuparon. • 
• Chavez (…) el caudillo (…) como un nuevo Mesías, como un telepredicador en estado de éxtasis o una estrella del rock (…) hizo una exhibición del caudillo populista. • 

 Anti-tesis vs tesis 
 
• fiesta democrática vs marea roja inundó • 
• fiesta vs catástrofe • 
• democracia vs corriente/seguidismo • 
• personas de todas las clases sociales y de todas las edades vs trabajadores de empresas públicas y de simpatizantes • 
• personas vs empleados • 
• todos vs parte • 
• candidato de la oposición, el flaco, como es conocido vs el caudillo (…) como un nuevo Mesías, como un telepredicador en estado de éxtasis o una estrella del rock (…) hizo una exhibición del caudillo populista • 
• el flaco, como es conocido vs el caudillo populista • 
• EL flaco vs UN telepredicador en estado de éxtasis (3)• 
• EL flaco vs UN nuevo Mesías (3) •
• EL flaco vs UNA estrella de rock (3) • 
• el flaco vs el caudillo • 
• el de abajo vs el de arriba •

 Hipótesis El País carece de ética periodistica y aplica un método dialéctico inverso en su cobertura de las elecciones venezolanas (4). 
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 Notas: 
(1) http://internacional.elpais.com/internacional/2012/09/30/actualidad/1349032493_046479.html 
(2) http://internacional.elpais.com/internacional/2012/10/04/actualidad/1349385703_815185.html 
(3) Conviene resaltar el usos de los artículos determinados/indeterminados. Mientras a uno se le otorga la caracteristica de singularidad el otro es uno más. 
(4) Para el análisis se han utilizado sólo extractos de los dos primeros párrafos de ambos artículos (1) y 
(2) por su similitud gramatical. No obstante se ha de subrayar que el resto de los artículos siguen la misma linea semántica. 

Blog del autor: http://www.theflagrants.com/bitacora 
 Flagrant es el nombre en las redes sociales y blogger de Vicent Raül Arnau, antropólogo

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ELECCIONES EN VENEZUELA

Venezuela, elecciones presidenciales y manipulación mediática ¿Qué ocurre realmente? 

INTERNACIONAL/ Felix Povedano Minguez
Tercera Información 06.10.2912

La oposición venezolana, grupos mediáticos y sectores políticos de la derecha internacional han apostado todo por el candidato Henrique Capriles, quien aspira a truncar el proyecto bolivariano del presidente Hugo Chávez


A estas alturas, resultan ya bien conocidas las prácticas desinformativas de los grandes medios de comunicación sobre los gobiernos progresistas de Latinoamérica, en especial sobre el de la Venezuela del presidente Hugo Chávez, quien ostenta el peculiar honor de haber recibido en los últimos tiempos críticas más furibundas que la propia Cuba, histórica damnificada en la guerra mediática contra los pueblos no alineados con la política imperial de EE.UU. 

Pese a esta conocida realidad de ataques continuos hacia toda experiencia progresista en América del Sur, no deja de ser sorprendente la virulencia empleada por los medios españoles en las últimas semanas con motivo de las elecciones presidenciales que se celebran mañana en Venezuela y que establecerán bien la continuidad del proyecto bolivariano del actual presidente, bien el proyecto de involución que encarna el joven aspirante Henrique Capriles, revestido con un social-liberalismo similar al de Lula y líder de una oposición por primera vez unificada y que, también de forma inédita, tiene unas expectativas moderadamente halagüeñas, aunque siempre bastante por debajo de Chávez, según la mayoría de las encuestas. 

El comportamiento agresivo de los medios informativos con los gobiernos progresistas de América Latina obedece a una razón bastante obvia -pero que por su trascendencia merece la pena señalar con perseverancia- y es la propia estructura desde la que se ejerce el periodismo en la mayoría de los casos. Los principales medios de comunicación, no se olvide, forman parte de grandes conglomerados empresariales que, con sus accionistas, anunciantes, inversores, negocios propios y cruzados y alianzas estratégicas con el poder político, elaboran la información de una manera extraordinariamente sesgada y condicionada. 

 El abanico de medios que afrontan la realidad de América Latina en general, y la de la Venezuela en particular, como una guerra de propaganda es amplísimo. En España, el ejemplo paradigmático es el diario El País, quizás porque, en su caso, la desproporción en los ataques proviene de un medio supuestamente más progresista que los demás. El editorial que el periódico de PRISA dedica hoy a las elecciones presidenciales de Venezuela supone una buena muestra de la trayectoria del diario en su cobertura del país suramericano. “Régimen autocrático”, “caudillo” o “perversión de la democracia” son algunos de los términos en los que El País se refiere al presidente Chávez, calificativos nunca empleados para regímenes que violan los derechos humanos de forma flagrante (Colombia u Honduras, por poner un ejemplo de la zona) pero que no entran en contradicción con los intereses empresariales de PRISA. Venezuela, sí, ahí radica buena parte del problema, y es que las inversiones cruzadas de PRISA con el grupo mediático Cisneros –bandera de la derecha opositora venezolana- condicionan de manera clara el posicionamiento político del diario español respecto a la realidad de América Latina. 

Si se hace uso de hemeroteca, pueden encontrarse, en la mayoría de los medios, manipulaciones elevadas al esperpento, como la que desvela el periodista Pascual Serrano en su libro Desinformación, cuando muestra una foto cortada en la web de CNN en español en la que se ve una fila larga de ciudadanos que, según el pie de foto, esperan para firmar contra el presidente Chávez. Ampliada la foto, se descubre que en realidad se trata de un mercado estatal subvencionado donde los militares reparten pollos envasados. 

 Otros asuntos aparentemente inofensivos, como la creación de un nuevo partido por parte del presidente y demás fuerzas progresistas, pueden ser traducidos por algunos medios de comunicación como la creación de “un partido único” que busca lograr un “control absoluto” (EFE, 16 diciembre de 2006). De la misma manera, la reforma de la constitución para que los presidentes pueden ser relegidos tantas veces quieran, como sucede en España, puede dar lugar a titulares como éste: “Chávez intentará reformar la constitución venezolana para ser presidente vitalicio de la república y para que su partido sea el único del país” (Web de Antena 3 TV, 3 de diciembre de 2006). 

No obstante, como se ha comentado ya, la bandera del antichavismo en España la porta el diario El País. El acoso mediático que el periódico generalista de PRISA está mostrando en esta campaña –con una crítica feroz a Chávez y un apoyo absoluto a Capriles- no es sino la continuación de una larga trayectoria que posiblemente tuvo su punto álgido en el editorial que realizó el periódico para justificar el golpe de Estado contra Chávez, perpetrado en 2002. 

Estos fragmentos muestran la esencia del artículo: “La situación había alcanzado tal grado de deterioro que este caudillo errático ha recibido un empujón… Autócrata peligroso para su país y el resto del mundo…Sería bueno que Chávez y algunos de sus colaboradores detenidos rindieran cuentas de sus desmanes autoritarios y corruptos ante los tribunales de su propio país”. 

Otro asunto controvertido en esta cadena de tergiversaciones informativas fue la negativa de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones a renovar la licencia de la cadena de televisión privada Radio Cacaras Televisión (RCTV). Los medios españoles difundieron la idea de que se había cerrado un canal televisivo, pese a que RCTV podía seguir emitiendo por cable o satélite sin ningún tipo de problemas. “Chávez cierra el canal privado RTVC en medio de violentas protestas”, escribía El País el 28 de mayo de 2007. En la misma línea se mostraron otros medios, como Telecinco (“La oposición a Chávez protesta contra el cierre de la televisión RCTV”, 19 de mayo de 2007) o El Mundo (“La cadena privada RCTV, clausurada por el Gobierno de Chávez, refuerza su seguridad ante el temor de que se produzca un atentado (El Mundo, 27 de mayo de 2007). 

Por otra parte, las acusaciones de fraude electoral que se realizan desde algunos medios venezolanos y personalidades políticas son también una constante que adquiere mayor fuerza en época de comicios. Sin embargo, instituciones como la UE, la OEA o el Centro Carter, que desde 2006 participan en las elecciones venezolanas como acompañantes, siempre han desestimado esas acusaciones, lo cual no parece ser suficiente para algunos sectores de la derecha política y mediática. 

Con un breve repaso como éste al tratamiento informativo de los asuntos de Venezuela en los últimos años, puede comprenderse algo mejor la campaña desplegada en las últimas semanas por la mayoría de los medios. En esta ocasión, la tónica ha sido fomentar la idea de que el candidato Henrique Capriles ha conseguido robar el espacio público a Chávez, pese a que éste goza de una supuesta superioridad absoluta en recursos y difusión mediática, una afirmación insostenible en un país donde la gran mayoría de los medios son privados y controlados por la oposición. 

 Sobre el seguimiento masivo que Capriles tiene en la calle escribía hace unos días El País, que con su rigurosidad periodística pudo incluso comprobar que, en los mítines de la oposición, “la actitud de la gente no era de revancha, sino de quien tiene la convicción de que hay otra forma de gobernar el país con eficacia y, sobre todo, sin arbitrariedades, sin autoritarismo, sin payasadas”. 

Así las cosas, el panorama político de Venezuela se presenta complicado, a tenor de la experiencia, que nos remite a antiguas acusaciones de fraude, injerencias políticas de gobiernos hostiles al bolivariano, grupos de presión de todo tipo y coberturas mediáticas con un alto grado de agresividad hacia cualquier programa político con carácter social que apunte a una mayor soberanía de América Latina. La previsible victoria de Hugo Chávez en estas elecciones acentuará, con probabilidad, el radicalismo de buena parte de la oposición y grupos afines. 

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DESDE ISLA MAYOR, SEVILLA, A TODOS LOS QUE VIVEN EN ARAGON, POR LAS FIESTAS DE ZARAGOZA, MENOS PARA EL ALCALDE DE ZARAGOZA QUE ESTÁ MU GORDO Y ES MU FEO Y LE EMBARGA LAS CUENTAS A LOS JUBILAOS.

MARX: EL REGRESO DEL GIGANTE


(C. Marx y F. Engels)

Marcello Musto 
Marxismo Crítico 
Rebelión 
06.10.2012 

Traducción para Marxismo Crítico de Merce Amado.

 Si la eterna juventud de un autor radica en su capacidad de seguir estimulando nuevas ideas, entonces podemos decir sin lugar a dudas que Karl Marx sigue siendo joven. 

  Tras la caída del muro de Berlín, conservadores y progresistas, liberales y socialdemócratas, casi de forma unánime decretaron la desaparición definitiva de Marx. Sin embargo, sus teorías vuelven a estar otra vez de rabiosa actualidad, y esto ha ocurrido a una velocidad que es, a todas luces, sorprendente. Desde 2008, la crisis económica en curso y las profundas contradicciones que están desgarrando la sociedad capitalista, han hecho resurgir el interés en un autor arrinconado de forma precipitada después de 1989. Centenares de periódicos, revistas, canales de televisión y de radio se han hecho eco de los análisis que Marx hizo en El Capital y en los artículos que escribió para “The New-York Tribune” mientras observaba el pánico de 1857, la primera crisis financiera internacional de la historia. 

Después de veinte años de silencio, en muchos países se vuelve a escribir y a hablar sobre Marx. En el mundo anglosajón las conferencias y cursos universitarios sobre su pensamiento se han puesto otra vez de moda. El Capital vuelve a ser un best-seller en Alemania, y en Japón se ha editado una versión manga de la obra. En China se está publicando una nueva edición, inmensa, de sus obras completas (traducidas del alemán y no, como en el pasado, del ruso). En América Latina se palpa un renovado interés por Marx entre las y los activistas políticos. 

 El frente académico ha acompañado este redescubrimiento retomando la edición histórico crítica de las obras completas de Marx y Friedrich Engels, la MEGA 2. La nueva edición alemana está organizada en cuatro secciones: (1) obras y artículos; (2) El Capital y todos sus manuscritos preparatorios; (3) correspondencia, y (4) cuadernos de notas. De los 114 volúmenes previstos, 58 ya se han publicado (18 desde que se retomó el proyecto en 1998). El proyecto ha publicado muchas de las obras inacabadas de Marx en el estado en que las dejó, en lugar de publicar los textos con las modificaciones editoriales que experimentaron como se solía hacer en el pasado. 

Gracias a esta valiosa innovación y a la publicación de varios cuadernos inéditos, emerge un Marx muy distinto al que nos han presentado muchos de sus oponentes y de sus supuestos seguidores. La estatua de expresión inmutable que señalaba el camino al futuro con certeza dogmática desde las plazas de Moscú y Pekín ha dado paso la imagen de un pensador profundamente autocrítico, que dejó gran parte del trabajo de toda una vida inacabado por su necesidad de consagrar energía a seguir estudiando y revisando sus argumentos. 

Así, algunas de las interpretaciones consolidadas de la obra de Marx están siendo nuevamente objeto de debate. Por ejemplo, las primeras cien páginas de La ideología alemana – un texto sobre el que se discutió mucho durante el siglo XX pero que casi siempre se ha considerado acabado – se han publicado ahora en orden cronológico y en su forma original, siete fragmentos separados. Se ha descubierto que formaban parte de otras secciones del libro, dedicado a dos autores de la izquierda hegeliana, Bruno Bauer y Max Stirner. La primera edición, publicada en Moscú en 1932, sin embargo, así como las numerosas versiones posteriores que cuentan sólo con ligeras modificaciones, crearon la falsa impresión de que había un capítulo introductorio sobre Feuerbach en el que Marx y Engels sentaron de forma exhaustiva las leyes del materialismo histórico (un término que Marx nunca utilizó) o, como dijo rotundamente el marxista francés Louis Althusser, conceptualizaron “una ruptura epistemológica inequívoca, claramente presente en la obra de Marx” 

Otro interesante aspecto de esta edición es que distingue con mayor claridad entre las partes del manuscrito escritas por Marx y las escritas por Engels, lo cual lleva a una lectura muy diferente de ciertos pasajes que se solían considerar como un todo integrado.

Por ejemplo, el párrafo que diversos autores, unos motivados por la crítica feroz y otros por la defensa ideológica, han considerado como una de las principales descripciones de Marx de la sociedad postcapitalista: “la sociedad se encarga de regular la producción general, con lo que hace cabalmente posible que yo pueda dedicarme hoy a esto y mañana a aquello, que pueda por la mañana cazar, por la tarde pescar y por la noche apacentar el ganado, y después de comer, si me place, dedicarme a criticar…” 

Ahora sabemos que este fragmento fue obra de Engels (todavía entonces influenciado por los socialistas utópicos franceses) y que no contaba en absoluto con el beneplácito de su mejor amigo. 

 Los nuevos textos incorporados son también importantes para El capital, la obra magna de Marx. En los últimos diez años se han publicado cuatro nuevos volúmenes de la MEGA2 que contienen todos los borradores que faltaban en los volúmenes II y III de El Capital (que Marx dejó inacabado). Así, podemos reconstruir todo el proceso de selección, redacción y corrección que Engels efectuó al editar los manuscritos de Marx. Engels realizó varios miles de modificaciones (una cifra impensable hasta hace muy poco) durante un largo período de trabajo que va desde 1883 hasta 1894. La MEGA2 nos permite ver qué modificaciones fueron más significativas y determinar dónde, por el contrario, fue capaz de ser más fiel al texto original de Marx – que en absoluto podía ser presentado como el producto acabado de su investigación, ni siquiera las páginas dedicadas a la famosa ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.

 Relegar a Marx al estatus de clásico embalsamado, indicado sólo para la investigación académica especializada sería un error de la misma envergadura que convertirlo en la fuente doctrinaria del “socialismo real”. Ya que, en realidad, sus análisis nunca han gozado de mayor vigencia. Cuando Marx escribió El Capital, el modo de producción capitalista estaba todavía en una fase temprana de su desarrollo. Hoy en día, tras el colapso de la Unión Soviética y su expansión a nuevas regiones del planeta (sobre todo a China), el capitalismo se ha convertido en un sistema global que invade y configura todos los aspectos (no solo los económicos) de la existencia humana. En estas circunstancias, las ideas de Marx están demostrando ser más fértiles de lo que lo fueron en su época. 

 Además, actualmente la economía no sólo domina la política, dictando su agenda y determinando sus decisiones, sino que se halla fuera de su jurisdicción y control democrático. En las últimas tres décadas, los poderes de toma de decisiones se han trasladado inexorablemente de la esfera política a la económica. Las posibles decisiones políticas se han transformado en imperativos económicos. Esta subordinación de la esfera política a la economía, como si fuera un dominio aislado inmune al cambio, encierra actualmente la más grave de las amenazas a la democracia. Los parlamentos estatales son despojados de sus poderes, que se transfieren a los mercados. Los spread del crédito, las calificaciones de Standard & Poor’s y el índice de Wall Street – esos megafetiches de la sociedad contemporánea – tienen infinitamente mayor influencia que la voluntad de las personas. En el mejor de los casos, el gobierno político puede “intervenir” en la economía (cuando es necesario mitigar la anarquía destructiva del capitalismo y sus violentas crisis), pero no puede cuestionar sus reglas y sus decisiones fundamentales. 

Tras veinte años en los que los cantos de alabanza a la sociedad de mercado sólo tuvieron que enfrentarse a la vacuidad de los diversos posmodernismos, la capacidad renovada de otear el horizonte a hombros de un gigante como Marx supone un avance positivo. No sólo para los académicos interesados en la comprensión profunda de la sociedad contemporánea, sino también para cualquiera que esté inmerso en la búsqueda teórica y política de una alternativa democrática al capitalismo. 
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 Marcello Musto es profesor de teoría política en la York University (Toronto) y editor de los volúmenes: “Tras las huellas de un Fantasma” (Siglo XXI, México: 2011), “Karl Marx’s Grundrisse: Foundations of the Critique of Political Economy 150 Years After” (Routledge, London and New York: 2008) y “Marx for Today” (Routledge, London and New York: 2012). www.marcellomusto.com . 

Fuente: http://marxismocritico.com/2012/10/03/marx-el-regreso-del-gigante/ 

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