domingo, 6 de enero de 2019

BERLIN 1919: CUANDO LA HISTORIA NO LA ESCRIBE EL CABALLO DEL CABALLERO SANTIAGO ABASCAL, PRACTICANTE DE LA CASTIDAD LABORAL

Alemania
1919: enero rojo en Berlín


 Jesús Rodríguez Barrio
viento sur
05.01.2019
“No hay amanecer en las montañas ni crepúsculo en el mar que pueda hacer que quien fue niño en Berlín olvide las rojas salidas y puestas de sol sobre la vegetación del canal en la primavera y el otoño”.
Franz Hessel, Paseos por Berlín.
El 31 de mayo de 1919 fue encontrado el cuerpo de una mujer flotando en el Landwehrkanalde Berlín 1/. Los guantes y los restos del vestido permitieron identificarla como Rosa Luxemburg, asesinada el 15 de enero por la milicia paramilitar del Freikorps 2/ que actuaba a las órdenes del socialista Gustav Noske 3/, comandante en jefe de las fuerzas militares concentradas en Berlín por el gobierno alemán, que presidía el socialdemócrata Friedrich Ebert.En el Tiergarten, no muy lejos del lugar en el que Rosa Luxemburg fue arrojada a las aguas del canal, el Freikorps también asesinó esa nochea Karl Liebknecht cuyo cadáver fue depositado por un teniente en la Morgue, como “cadáver desconocido”, con varios disparos efectuados a quemarropa 4/.

También fueron asesinados cientos de espartaquistas 5/, que se habían rendido a las fuerzas militares del gobierno. Entre el 11 y el 15 de enero, en los combates y asesinatos de aquellos cinco días de 1919, fue exterminada la vanguardia revolucionaria del proletariado de Berlín.

La idea que se ha transmitido para la historia sobre el “enero rojo” de Berlín es la de un levantamiento minoritario realizado exclusivamente por una vanguardia de comunistas radicalizados. Nada más lejos de la realidad.

Durante el mes de diciembre y los primeros días de enero se sucedieron una serie de provocaciones (perfectamente orquestadas) realizadas por las autoridades gubernamentales, que dieron lugar a diversos enfrentamientos con las fuerzas revolucionarias. Como consecuencia de ello, el día 5 de enero se convocó en Berlín una masiva manifestación de protesta contra el gobierno de Ebert y Scheidemann. El detonante final había sido la destitución del jefe de policía de Berlín,Emil Eichorn, del USPD (Partido Socialdemócrata Independiente) y un hombre cercano a las ideas revolucionarias. La manifestación rápidamente desbordó sus objetivos iniciales, adquiriendo un carácter revolucionario. El Comité Central del recién creado Partido Comunista de Alemania (KPD)titubeaba y una parte de sus miembros (entre ellos Rosa Luxemburg) eran contrarios a la idea de desatar la insurrección en ese momento, pues consideraban que el partido(que estaba ganando apoyos pero era aún un grupo muy pequeño) carecía de los cuadros, la organización y los medios para conquistar y mantener el poder. Pero otra parte de sus miembros (encabezada por Liebknecht) decidió por su propia cuenta apoyar la insurrección junto conlos elementos más izquierdistas del USPD berlinés.

Según las palabras de Víctor Serge 6/: “Liebknecht desataba antes de tiempo, sin contar con un partido, una insurrección que no tenía medios de dirigir……Doscientos mil proletarios resueltos, magnífico ejército pronto a todos los sacrificios…..esperaron impacientes horas y horas yendo y viniendo por las avenidas brumosas del Tiergarten…..No hubo Comité Revolucionario que acertase a emplear su energía”.

La derrota del “enero rojo” berlinés no fue, pues, una consecuencia de la insuficiente movilización de las masas (al menos, en Berlín) sino que fue debida principalmente a la carencia de una dirección revolucionaria con una organización, estructura, objetivos, planes y medios adecuados para la conquista del poder.

Rosa Luxemburg, en su último escrito (El orden reina en Berlín) decía que ese era el menor de los problemas porque la dirección puede y debe ser creada por las masas. Pero, al menos en este punto, Rosa se equivocó porque el “enero rojo” representó el exterminio de una generación irreemplazable de dirigentes revolucionarios europeos 7/.

Aquellas masas no volvieron a tener la capacidad de crear una dirección revolucionaria como fueron los espartaquistas de 1919. Después del desastre, el Partido Comunista de Alemania fue reconstruido en 1920 pero fue, desde el principio, esencialmente una sección de la Internacional Comunista (Komintern) y su dependencia de la Unión Soviética se hizo cada vez mayor en los años del estalinismo.
La magnífica cultura del socialismo revolucionario alemán, heredera de las mejores tradiciones del pensamiento marxista europeo, desapareció en 1919. Ningún partido revolucionario recogió en su ideario la defensa de la autonomía de los trabajadores y las libertades políticas fundamentales con la misma claridad con la que Rosa Luxemburg había recogido esos principios en su pensamiento y sus escritos.

En el análisis histórico resulta muy arriesgado hacer hipótesis de historia-ficción pensando en lo que hubiera podido suceder si un acontecimiento histórico hubiera sucedido de otra manera, pero es evidente que el socialismo revolucionario que proponían Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht habría resultado una referencia mucho más atractiva para la clase trabajadora de Europa Occidental de lo que representó el comunismo de la Unión Soviética. También es indiscutible el peso que habrían podido tener dentro del debate ideológico del comunismo internacional en aquellas décadas 8/. Tal vez la historia del comunismo, dentro y fuera de la Unión Soviética, habría podido ser diferente si los dos principales dirigentes del socialismo revolucionario alemán no hubieran desaparecido de forma prematura en aquel “enero rojo”de 1919.El exterminio de los espartaquistas probablemente representó, en cuanto a sus efectos históricos, la más grave derrota de la revolución socialista en la Europa del siglo XX.

Aún habría nuevas batallas revolucionarias en los años siguientes: el 9 de marzo de aquel mismo año el gobierno socialista ordenó a los soldados y paramilitares atacar a los manifestantes revolucionarios berlineses con ametralladoras, tanques e incluso aviones, produciendo más de mil muertos entre la población, y en abril el socialista Gustav Noskeenvió una vez más a losFreikorps(entre los que se encontraba el futuro jefe de la milicia del Partido Nazi, ErnstRöhm) 9/ para restaurar el orden y aplastar a la República Soviética de Baviera que había sido proclamada el día 2 de abril en Munich.Los Freikorps, precursores de las Secciones de Asalto (SA) del Partido Nazi, se convirtieron en un elemento fundamental de la violencia política de la extrema derecha en la Alemania de Weimar 10/.

También existió un efímero estado soviético en Hungría. La República Soviética Húngara fue proclamada el 22 de marzo de 1919 por Bela Kun, que permaneció 133 días en el poder, al frente del Partido Comunista Húngaro y sucumbió en agosto de aquel año ante el ataque de sus enemigos interiores del Ejército Nacional del almirante MiklósHorthy (que terminó estableciendo en Hungría una dictadura militar de tipo fascista) y la invasión exterior del Ejército rumano, alentada por los Aliados de la Entente con el apoyo de las fuerzas reaccionarias húngaras 11/.

En 1920, el putsch fascista de Kapp dio lugar a una huelga general masiva, con una enorme movilización, que abortó el golpe y dio lugar a una oleada revolucionaria durante el mes de marzo en el Ruhr, que fue reprimida por las fuerzas militares del gobierno socialdemócrata de Friedrich Ebert causando más de mil muertos entre las fuerzas insurgentes. El último intento revolucionario serio tuvo lugar en Alemania en 1923cuando el desempleo masivo y la hiperinflación desembocaron en los levantamientos revolucionarios en Turingia y Sajonia (que establecieron efímeros gobiernos obreros) y en el levantamiento comunista de Hamburgo del 23 al 25 de octubre de 1923,dirigido por ErnestThälmann 12/,que también fracasó. Y en noviembre de ese mismo año tuvo lugar también el fracasado golpe fascista de Hitler y Ludendorff en Munich.

Pero, visto en la perspectiva histórica, resulta evidente que la derrota dellevantamiento espartaquista de Berlín en enero de 1919 marcó el punto de inflexión fundamental para el movimiento revolucionario en Centroeuropa y consolidóel militarismo reaccionario alemán (que había sido derrotado por sus enemigos imperialistas exteriores en la Gran Guerra) como la fuerza política fundamental que marcaría la evolución de la República de Weimar.

Romain Rolland, en su magnífica crónica del “enero rojo (Enero rojo en Berlín) fue quien interpretó de la manera más clarividente el significado de aquella derrota y el peligro que representaba para la paz mundial:

“No parece que la prensa francesa se haya dado perfecta cuenta de la gravedad trágica de estas jornadas de enero, no solo para la revolución alemana sino para la paz del mundo. Los gobiernos de la Entente y su prensa burguesa dan pruebas de una singular ceguera. Tan singular que uno se pregunta si no será voluntaria. Llevados del miedo que los invade ante los progresos de la idea comunista en Europa han saludado con alivio la derrota de los espartaquistas sin cuidarse de los peligros políticos que su desaparición entrañaba para la Entente. Su preocupación única por los intereses capitalistas los hace desentenderse de la inquietud que estos buenos nacionalistas deberían sentir hacia su nación”.
Rolland no se equivocaba: toda la palabrería sobre la nación y la patria desaparece cuando están en juego los intereses del capital, la única y verdadera patria de los burgueses 13/.

Momento crítico para la revolución bolchevique: después de su derrota en la Gran Guerra, el imperialismo alemán retrocedía en el oeste de la Rusia Soviética pero el imperialismo de la Entente (mucho más fuerte y peligroso) teníalas manos libres para cercar y asfixiar a la revolución. Lenin lo había expresado con claridad en el VI Congreso de los Soviets: No hemos estado nunca tan cerca de la revolución mundial y, sin embargo, no hemos estado jamás en un peligro tan grande 14/. Yen ese momento la revolución alemana, gran esperanza de la revolución mundial, sufría una dura derrota que obligaba a posponer las expectativas revolucionarias en ese país. La frontera del bolchevismo retrocedía desde el Rin hasta mucho más allá del Vístula, en donde se constituía rápidamente, bajo el gobierno socialista de Daczinski, la República de Polonia, otra muralla de defensa de la vieja Europa 15/.

La revolución bolchevique no podía esperar ninguna ayuda internacional a corto plazo y debía enfrentarse a la contrarrevolución y a la intervención multinacional únicamente con sus propias fuerzas. El Estado Soviético era una fortaleza asediada por todos sus confines. Pero el partido se militarizó y el ejército rojo se endureció y resistió. La Chekaaplicó el “terror rojo para reprimir a los enemigos de la revolución y la guerra adquirió aún mayor brutalidad. En 1921 la República de los Soviets había ganado la guerra, pero en muy pocos años se apagaron los últimos rescoldos revolucionarios en Europa.

Desde 1923 era evidente que la revolución mundial no vendría en auxilio de la República de los Soviets y que sería necesario afrontar la reconstrucción y supervivencia del paísal margen de cualquier expectativa revolucionaria internacional.Un partido militarizado tendría que afrontar la construcción del socialismo en un estado que seguía funcionando como una fortaleza sitiada 16/.

La insurrección de los trabajadores de Viena, en 1934, y la Guerra Civil Española, en 1936-39, fueron dos enfrentamientos que tuvieron, sin duda, un componente revolucionario pero fueron, principalmente, combates defensivos contra el fascismo. Las democracias capitalistas seguían pensando que el fascismo era un útil aliado frente al comunismo y la política internacional de la URSS y el Komintern daba prioridad, en ese momento, a la defensa del Estado Soviético frente a cualquier proyecto revolucionario. El tiempo de las revoluciones había pasado y se aproximaba, otra vez, el tiempo de la guerra.

Más allá de cualquier circunstancia personal, individual o subjetiva,fue el aislamiento internacional lo que creó las condiciones objetivas parala burocratización y degeneración del partido y el estado y el triunfo del estalinismo. El fracaso de la revolución en Alemania y Europa Central fue determinante en la historia del socialismo soviético.

El recuerdo de los crímenes del “enero rojo y la política contrarrevolucionaria de la socialdemocracia pesó también como una losa sobre la política de la Alemania de Weimar, dificultando la alianza de los antifascistas para frenar el ascenso de Hitler. En ningún otro país resultó tan creíble como en Alemania el término “socialtraidor”, utilizado por el estalinismo ultraizquierdista de los años 30 17/.

Y se cumplieron los deseos de Foch (Antes Hindenburg que Liebknecht). Hindenburg fue elegido presidente en 1932 y nombró canciller a Adolf Hitler en 1933. Finalmente, como había anunciado Liebknecht en su testamento político,“el río de lava de una erupción volcánica sepultó a la socialdemocraciade la República de Weimar” 18/. Pero esa “lava ardiente no fue la consecuencia de una erupción revolucionaria, como él había pronosticado, sino de una erupción fascista cuyo fuego habían conservado, protegido y alimentado aquellos socialdemócratas cuando movilizaron a las fuerzas más negras del militarismo reaccionario alemán para aplastar la revolución. Y ese río de fuego, que abrasó a los que Serge llamaba “los socialistas de la contrarrevolución, incendió también el mundo y loarrastró al mayor holocausto de su historia 19/.

“Espartaco significa socialismo y revolución mundial”, escribió Liebknecht el 14 de enero de 1919. Y, un siglo después, ese es el legado que ha permanecido en la memoria. La derrota y el exterminio de los espartaquistas fue mucho más que la derrota de una revolución: no es exagerado decir que fue una derrota para toda la humanidad. La alternativa “socialismo o barbarie”, que Rosa Luxemburg dejó para la historia, se cumplió en su totalidad: la barbarie triunfó porque el socialismo no pudo ser en el rojo Berlín de 1919.

Jesús Rodríguez Barrio es activista de La Comuna.

Referencias
Broué, P. (1973) Revolución en Alemania /1. De la guerra a la revolución. Victoria y derrota del “izquierdismo”. Barcelona: A. Redondo. https://marxistarkiv.se/espanol/clasicos/broue/revolucion_en_alemania.pdf
Brugos, T. (2018) “La Revolución alemana de 1918. La esperada, la que no pudo ser”. En Viento Sur, nº 161, pp. 113-118, diciembre.
Gerwarth, R. (2017) Los vencidos. Barcelona: Galaxia Gutemberg.
Liebknecht, K. (1919) A pesar de todo. Último escrito, publicado en Die RotheFahne (la Bandera Roja) el 14/01/1919. Recogido en La Revolución Alemana de 1918-19, pp. 55-59 (Fundación Federico Engels, Madrid, 2009).
Luxemburg, R. (1919) “El orden reina en Berlín. Último escrito, publicado en Die RotheFahne (la Bandera Roja) el 14/01/1919. Recogido en: La Revolución Alemana de 1918-19, pp. 47-53 (Fundación Federico Engels, Madrid, 2009).
Rolland, R. (1919) “Enero rojo en Berlín”. Publicado en los días 16, 17 y 18 de febrero de 1919 en el diario L’Humanité. Recogido en: La Revolución Alemana de 1918-19, pp. 79-93 (Fundación Federico Engels, Madrid, 2009).
Serge, V. (2017) El año I de la Revolución Rusa. Madrid: Traficantes de Sueños.
Stevenson, D. (2013) 1914-1918. Historia de la Primera Guerra Mundial. Barcelona: Penguin.
Notas
1/ “El canal…..comienza a verse flanqueado por hileras de árboles y su orilla se conoce durante un trecho como Ribera del jardín…….Allí está el puente de Liechtenstein….Que el sosiego de este puente lo profanasen unos canallas cuando unos pasos más allá arrojaron al agua el cuerpo agonizante de una noble luchadora, que tuvo que pagar su bondad y valentía con la muerte, es algo que apenas resulta concebible cuando aquí se contemplan los reflejos sobre el agua de las copas ondulantes de los árboles”. (Hessel, Franz: Paseos por Berlín, Errata Naturae, Madrid, 2015, pp. 171-172).
2/ El Freikorps era una milicia paramilitar integrada por oficiales veteranos de la Gran Guerra y jóvenes oficiales y aspirantes a oficial reclutados como voluntarios entre la burguesía y la clase media reaccionaria. En la práctica era una fuerza militarizada de extrema derecha integrada por voluntarios reclutados entre los sectores más reaccionarios del ejército y la sociedad de la Alemania Imperial. En los combates de aquellos días en las calles de Berlín también participaron algunas unidades regulares seleccionadas al mando de los oficiales más reaccionarios del ejército. Todas estas fuerzas estaban bajo el mando de Gustav Noske, destacado militante del sector más derechista del partido socialdemócrata (SPD) quien había sido hasta ese momento gobernador militar de Kiel desde noviembre de 1918.
3“...puesto que es necesario que alguien haga de perro de presa..., había dicho Noske en el momento de aceptar el mando de las fuerzas militares y paramilitares movilizadas para aplastar la revolución. (Serge, Víctor: El año I de la Revolución Rusa, Traficantes de Sueños, Madrid, 2017, p. 394).
4/ Una sencilla placa, a orillas del Landwehrkanal, bajo el puente de Lichtenstein, recuerda el asesinato de Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht en enero de 1919. Los asesinos fueron identificados y juzgados por un tribunal militar, pero fueron tratados con benevolencia. Sobrevivieron a la II Guerra Mundial y vivieron hasta el final de sus días en la RFA. El tribunal que los juzgó estaba presidido por Wilhelm Canaris, quien más tarde alcanzaría el rango de almirante y llegaría a ser el jefe supremo de los servicios secretos de la Alemania Nazi (la Abwehr). Canaris fue ahorcado en 1944 por la Gestapo en la prisión de Moabit, en Berlín, por haber participado en la conspiración para asesinar a Hitler.
5/ La Liga Espartaquista había sido creada en 1916 por Karl Liebknecht, Rosa Luxemburg, ClaraZetkin y Franz Mehring (entre otros) aglutinando al sector más izquierdista del SPD (Partido Socialdemócrata). Esta organización había constituido el núcleo fundamental del Partido Comunista de Alemania(KPD), cuyo congreso fundacional había concluido en Berlín el 1 de enero de 1919. El nombre de la fracción provenía del seudónimo (Espartaco) con el que Liebknecht firmaba sus artículos antibelicistas durante la guerra.
6/ Serge, op. cit, p. 395.
7/ Franz Mehring, que tenía 73 años y se encontraba gravemente enfermo, no pudo soportar el exterminio de sus camaradas y murió el 29 de enero de 1919. Clara Zetkin murió, a los 76 años, en 1933 en Moscú, donde se había exiliado después del ascenso de Hitler al poder. Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht tenían ambos la misma edad, 47 años, cuando fueron asesinados el 15 de enero de 1919.
8/ “Rosa Luxemburg y Liebknecht eran conocidos por todos los obreros alemanes y apreciados por todo el movimiento internacional. Eran los únicos que podían discutir de igual a igual con los dirigentes bolcheviques y los únicos que podían constituir en la Internacional, fundada conjuntamente, un contrapeso a la autoridad de estos” (Broué, Pierre: Revolución en Alemania /1, p. 166).
9/ El capitán Ernst Röhm ejercía como ayudante del general Franz Ritter vonEpp en el mando del FreikorpsOberland. Los Freikorps fueron el núcleo fundamental sobre el que años más tarde se constituyó la milicia del Partido Nazi. Röhm se convertiría, más tarde, en el comandante supremo de las Secciones de Asalto (SA) los “Camisas Pardas”, del Partido Nazi (Gerwarth, Robert,Los vencidos, Galaxia Gutemberg, Barcelona, p. 160, 2017).
10/ “La violencia política y el asesinato…..se convirtieron en elementos habituales de la vida de la República de Weimar, pero si venían de la derecha, los tribunales los perdonaban” (Stevenson, David: 1914-1918. Historia de la Primera Guerra Mundial, Penguin, Barcelona, p. 719, 2013).
11/ Tras la derrota de la revolución húngara Kun se refugió en Austria y después en la Unión Soviética, donde terminó siendo ejecutado en una de las purgas de Stalin.
12/ ErnestThälmann se convertiría en octubre de 1924 en el máximo dirigente del Partido Comunista de Alemania (KPD). Detenido por la Gestapo en 1933, permanecería 11 años en prisión hasta su fusilamiento, por orden de Hitler el 18 de agosto de 1944 en el campo de concentración de Buchenwald.
13/ “Gobiernos burgueses de Europa, los intereses de vuestra clase os atan más que los de vuestra patria (y no hablo de los de la Humanidad, pues estos todo el mundo sabe que os son completamente indiferentes)” (Rolland, op. cit., p. 80). Un personaje tan ultraconservador como Winston Churchill también reprochó esa misma actitud a la clase dirigente de Inglaterra cuando señaló que, durante la Guerra Civil Española había puesto los intereses de su clase por encima de los intereses de su nación.
14/ Serge, op. cit., p. 388.
15/ Serge, op. cit., p. 396.
16/ En los años 30 del siglo XX la peor acusación (y una de las más frecuentes) contra cualquier perseguido político en la Unión Soviética era la de ser unespía y un agente al servicio de los países enemigos del estado soviético. Esta cultura nunca desapareció y estuvo vigente (en mayor o menor medida) durante toda su historia.
17/ “Entre socialdemócratas y comunistas alemanes se cruzará en adelante la sangre de Liebknecht y Rosa Luxemburg”. (Broué, op. cit., p.165).
18/ La Asamblea Nacional de Alemania, reunida en Weimar en febrero de 1919, nombró a Ebert presidente del Reich y a Scheidemann canciller. Friedrich Ebert murió en 1925, en Berlín. PhilippScheidemann murió en 1939, en Dinamarca, donde se había exiliado tras el ascenso de Hitler al poder. Gustav Noske fue ministro de defensa de Alemania entre 1919 y 1920.Fue detenido por la Gestapo en 1944 y recluido en el campo de concentración de Ravensbrück, de donde fue liberado por las tropas aliadas. Murió en Hannover en 1946.
19/ Como un anticipo de la barbarie que estaba por venir, en el desfile triunfal del Freikorpspor la Unten Der Lindenque encabezaba el socialista Noske el 11 de enero de 1919, participaba un joven teniente de nombre Friedrich Paulus que recibiría 24 años más tarde el bastón de mariscal entre las ruinas de Stalingrado.En tiempo de la RDA, la prolongación de la Unten Der Linden (a partir del Lutsgarten) recibió el nombre de Karl LiebknechtStrasse, denominación que se ha conservado hasta el día de hoy.

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PENSIONES. SIN EL CHOCOLATEO DE LAS COPULARES CÚPULAS CUPULATIVAS DE UGT Y CC.OO LOS TRABAJADORES NO HUBIÉRAMOS PERDIDOS DERECHOS. UGT-CC.OO SÍ, PERO HOMBRE, COMO SINDICATOS DE CLASE Y NO DE AHÍ QUE TE MANDO OTRO CESTO DE MARISCO Y QUE YA QUE ESTAMOS, QUE ME LLEVO UN PELLIZCO DE LA SUBVENCIÓN, OYES, QUE NO ME VE NADIE



Sr. Sabrià: ¿Por qué no explica toda la Historia de la lucha por las pensiones?

Por Adriana Beidenägl y Juan Montero
Kaosenlared
05.01.2019

En los últimos años la lucha por la defensa del Sistema Público de Pensiones, no empezó en septiembre de 2017 con CCOO y UGT, sino que comenzó a inicios del 2013 como repuesta a la no aplicación de aumento del 1,9% de subida del año 2012 por parte del Gobierno del PP.

En los últimos años la lucha por la defensa del Sistema Público  de Pensiones, no empezó en septiembre de 2017 con CCOO y UGT, sino que comenzó a inicios del 2013 como repuesta a la no aplicación de  aumento del 1,9% de subida del año 2012 por parte del Gobierno del PP.

En el Periódico del pasado 2 de enero, el Sr. Salvador Sabrià, dice refiriéndose a UGT, “El sindicato recalca que la derogación (reforma de pensiones del PP del 2013) es una demanda sindical y social, que la han defendido en el marco del diálogo social, pero también en las multitudinarias manifestaciones que se han realizado en múltiples ciudades españolas “desde que en septiembre del 2017 UGT y CCOO iniciaron las marchas por las pensiones dignas“.

Sr. Sabrià, parece  que usted desconoce  totalmente la realidad social de Catalunya y el papel de los movimientos sociales en las conquistas de las últimas décadas.
En los últimos años la lucha por la defensa del Sistema Público  de Pensiones, no empezó en septiembre de 2017 con CCOO y UGT, sino que comenzó a inicios del 2013 como repuesta a la no aplicación de  aumento del 1,9% de subida del año 2012 por parte del Gobierno del PP.

El Col·lectiu Ronda redacto un borrador de demanda judicial que presentamos en los juzgados de lo Social de Catalunya más de 10.000 pensionistas*. A través de este proceso  se empezaron a crear colectivos en defensa de las pensiones, empezando por la ASSEMBLEA SALVEM LES PENSIONS DE SANTS, el Clot, Zona Franca, Hospitalet Badalona, etc…

En febrero de 2014 se constituyó en una multitudinaria Asamblea en las Cocheras de Sants la Marea Pensionista de Catalunya, que ha ido extendiendo su actividad y sus iniciativas a áreas geográficas cada vez mayores, a la vez que impulsó junto a otros colectivos la Creación de la Coordinadora Estatal en defensa del Sistema Público de Pensiones que ha sido el eje vertebrador de las movilizaciones de los pensionistas en estos dos últimos años con cientos de miles de pensionistas en las calles a partir de marzo de 2018.
Vemos positivo que CCOO UGT, defiendan derogar la Reforma de Pensiones del PP, pero también hay que exigir la derogación de  la Reforma de Pensiones del PSOE de 2011 que fue avalada por estos dos sindicatos, y que  según algunos expertos, los efectos empiezan a ser demoledores para  las personas que están accediendo actualmente  a una pensión. Para hacer frente a esta situación la Marea Pensionista de Catalunya, defiende en otras reivindicaciones:
·         Recuperación del poder adquisitivo de las pensiones empezando por el 1,9% perdido en 2012, y acabando por reimplantar un modelo de revalorización automática en relación al IPC.
·         Derogación de todas las reformas laborales y de pensiones a partir de Junio de 2010. Jubilación a los 65 año
·         Derecho a los suministros básicos garantizados (agua, luz, gas).
·         Eliminación de todo tipo de copago o re-pago.
·         Contra la privatización de los servicios públicos que atienden a la gente mayor.
·         Defendemos avanzar hacia un modelo de pensión y salario mínimo por encima de los 1080 €.
·         Con independencia de fortalecer las cotizaciones sociales (eliminar los topes de cotización, incorporar variables respecto a la productividad, eliminar las tarifas planas, revisar exenciones etc.) la financiación debe estar garantizada por ley, de forma que obligue a los Presupuestos del Estado a asignar al efecto las partidas que cada año sean necesarias para pagar las pensiones.
·         Incorporar al Régimen General de la Seguridad Social a las/los trabajadoras/es del hogar, con todas las consecuencias, incluida la prestación por desempleo y la cobertura de lagunas de cotización, que puede llegar a representar hasta un 38,10% menos de la pensión que le correspondería antes de la reforma de 2011.
·         Contra La discriminación de las mujeres en el acceso y la cuantía de las Pensiones.
Adriana Beidenägl y Juan Montero, miembros de la Marea Pensionista de la Marina/ZF

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PRIMERO LO IMPORTANTE: ¿ME DECÍA QUE SI ERAN GALGUILLOS O PODENQUINES? Y LUEGO LO RESOLVEREMOS CON EL RIGOR INTELECTUAL Y LA PROFUNDIDAD Y EXTENSIÓN DEL ME GUSTA NO ME GUSTA Y QUE ME ENTRAN LAS VOMITINAS DE FACEBOOK, OYES



2019: negras tormentas en el horizonte

Rebelión
Viento Sur
05.01.2019


•Se va haciendo cada vez más popular David Duke. El actual líder Gran Mago del Klan, siempre lleva traje de tres piezas. (…) Así que evidentemente tiene la mira puesta en conseguir un cargo más alto.
•¿La política? ¿Por qué?
•Sí
•Porque es otra manera de vender el odio. Criticar la discriminación positiva, la inmigración, la criminalidad, la reforma fiscal (…) Así que el objetivo consiste en que, a pesar de todos estos problemas, los estadounidenses comunes los acepten, y que los apoyen, hasta que, finalmente, algún día él consiga que alguien que encarnes estas creencias ocupe un puesto en la Casa Blanca.
•Sargento… Vamos… El pueblo estadounidense jamás elegiría a alguien como David Duke como Presidente de los Estados Unidos
 Spike Lee, BlacKKKlansman

¿Te imaginas a un ricachón, parásito, racista y xenófobo, eso sí con traje y modos de ejecutivo, llegando a presidente de los Estados Unidos?: Imposible. Así de contundente se mostraba riéndose el detective afroamericano Ron Stallworth de Colorado Springs (Colorado) en pleno auge del movimiento por los derechos civiles y el poder negro de los años sesenta y setenta, protagonista de la película de Spike Lee BlacKKKlansman 1/.Para Ron sería algo similar a que un Donald Trump cualquiera llegara a la Casa Blanca. Pues llegó. Y no sólo él. Cada día más y más gobernantes nacionalistas neoliberales autoritarios -que guardan entre sí grandes diferencias pero también elementos comunes- campan desde Filipinas y China, Rusia o centro Europa e Italia hasta Estados Unidos. Cuyo ejemplo comienza a tener un importante eco en partidos de derechas y de extrema derecha en ascenso que aspiran a gobernar en otros muchos países, cuyo último y dramático episodio es la victoria de Jair Bolsonaro en Brasil. Todos ellos son la manifestación de El gran retroceso -título de una obra colectiva- que amenaza las libertades, pero que también, como plantea en ese mismo libro Nancy Fraser (2017) “en esta situación no sólo hay un peligro, sino también una oportunidad: la posibilidad de constituir una nueva izquierda” 2/.

Profunda reorientación de la derecha mundial 

Al final de los gloriosos treinta de expansión capitalista con relativa paz social que permitió el pacto social del estado del bienestar en los países industrializados, las crisis cíclicas siguen poniendo en riesgo la estabilidad y continuidad de la expansión y la acumulación capitalistas. Ante las mismas, la burguesía encontró en las recetas anti keynesianas y neoliberales la solución de la mano de las victorias de Reagan y Thatcher y las derrotas del movimiento obrero. Pero, tras el amago de nuevos disturbios económicos el anabolizante fue dar rienda suelta a la financiarización de la economía capitalista globalizada, un incremento exponencial de la deuda mundial y la imposición de las clónicas recetas austeritarias del Fondo Monetario Internacional (FMI). En el caso de la Unión Europea, las antisociales y rígidas normas del Tratado de Maastricht y la disciplina del euro inauguraron el declive de la legitimidad del proyecto europeo.

La oligarquía financiera e industrial en todo el mundo está reorganizando sus herramientas políticas para mantener su hegemonía en un nuevo contexto posterior a la crisis de 2007/2008 y al inicio del declive como potencia económica hegemónica de EE UU. Y lo está haciendo en un marco cambiante caracterizado por una fuga hacia delante en los procesos de desregulación económica, privatización, extractivismo (con la aparición de un, valga la expresión nuevo neocolonialismo ecocida) pero cuya novedad estriba en la aparición de una nueva exacerbación de la competencia, llamémosle interimperialista, lo que ha dado lugar a una nueva combinación explosiva: globalización, multilateralismo y nacionalismo proteccionista. Trump no es simplemente el loco caprichoso de las fake news o de los oukase xenófobos de los twitts, es -por el momento- el modelo de gobernante para 2019, funcional para capitalismo norteamericano. Y, por extensión, son también funcionales los equivalentes en cada país en su búsqueda de salida para la nueva crisis de la globalización capitalista de las finanzas en la sombra.

Fin de época para la izquierda convencional

Pero con esta oleada de soluciones autoritarias de los de arriba contra los de abajo, también se han hecho evidentes los límites de las soluciones populistas en franco declive en América Latina y también han puesto al descubierto la impotencia y la inanidad de las alternativas progresistas de la izquierda socialdemócrata (reconvertida en social liberal) y del populismo de izquierdas crecientemente institucionalizado y asimilado al sistema, opciones que adolecen de falta de mordiente anticapitalista y de orientación ecosocialista, radicalmente democrática e impugnadora del sistema. Son fórmulas que confían todo a lograr gobernar sin impulsar a la vez la auto organización popular, por lo que se muestran incapaces de afrontar los nuevos retos y, por tanto, devienen inútiles para defender a las clases subalternas en este primer cuarto del siglo XXI.

Vivimos un fin de época de la izquierda del sistema que no ha impulsado soluciones a los dos principales problemas de la humanidad: la desigualdad social y el calentamiento global. La creciente acumulación de la riqueza mundial en cada vez menos manos mediante el método de intensificación de la explotación y la expropiación de las mayorías está originando lo que Antonio Ariño y Joan Romero (2016) califican, como ya hicieron otros antes, de secesión de las élites, particularmente de los ricos 3/; secesión que atraviesa tanto las fases de expansión como las de recesión y que no es ajena a la persistencia de las emisiones de gases de efecto invernadero y al fracaso de las reuniones internacionales del clima auspiciadas por Naciones Unidas como es el caso de la Cumbre del Clima de Katowic (Polonia) recientemente celebrada pese a conocerse que -como acababa de señalar Begoña MaríaTomé-Gil- “esta misma semana conocíamos que el ritmo de crecimiento del CO2 ha vuelto a marcar un récord en 2018, rompiendo las esperanzas de que las emisiones hayan alcanzado su pico máximo. A pesar de llevar décadas de cooperación internacional no parece que las Naciones Unidas nos hayan conducido a un umbral de seguridad climática.Los compromisos que los 200 países han puesto encima de la mesa nos llevarán a un calentamiento de más de 3ºC a final de siglo” 4/.

En este panorama, una vez más, las soluciones vienen desde abajo, de quienes no esperan a que ni dioses, reyes ni tribunos les solucionen el problema. ¿Cuándo aprenderá la izquierda que no se necesitan hiperliderazgos sino pueblos organizados, movilizados y empoderados? Las clases trabajadoras, en las nuevas condiciones de las relaciones capital-trabajo presididas por la precarización, pérdida de derechos y empobrecimiento, están ofreciendo resistencias fragmentadas pero reales que se extienden por los intersticios del sistema y calan en Pekín (en defensa del salario y la salud laboral) y en París (chalecos amarillos), y a la vista está también de forma incipiente en el Estado español (Coca Cola, Amazon, Kellys, etc.), en forma de expresiones renovadas de la indignación y la organización. Y las mujeres, especialmente las mujeres. El movimiento feminista ha sido uno de los baluartes en la lucha contra Trump y Bolsonaro y en nuestro caso ha supuesto la activación, rejuvenecimiento y masividad de un movimiento que reacciona en la calle y con las ideas contra la violencia machista, pero que va más allá y se ha marcado como meta acabar con el heteropatriarcado y cuya dinámica anticapitalista tiene grandes posibilidades de desarrollarse frente al limitante feminismo institucional.

Spain is not different

También aquí, y como se ha mostrado en las recientes elecciones andaluzas, la derecha no sólo se ha fortalecido, sino que se ha derechizado. Aunque Andalucía tenga sus especificidades cabe destacar a la vista de los resultados que la crisis de régimen no se ha cerrado. En el conjunto del Estado español sigue existiendo una importante volatilidad del sistema de partidos, una deslegitimación de poderes centrales del régimen de la reforma (monarquía y judicatura fundamentalmente) y una gran distancia entre los partidos y las instituciones por una parte y el grueso del pueblo por otra. La crisis del Estado con Catalunya, la persistencia de las aspiraciones democráticas del bloque soberanista –con la lucha por la hegemonía en su seno entre las distintas fuerzas que lo componen- frente a la judicialización del conflicto continúan y operan como factores desestabilizadores. En el caso andaluz y como producto de la decepción de un amplio sector popular de izquierdas que se abstuvo, la polarización se ha dado intra muros del régimen entre las fuerzas que lo defienden y mantienen, tanto en la versión PSOE, como en la PP y su excreción Vox, o en la variante Cs. Frente a ese bloque defensor del régimen del 78 -aunque su nuevo socio ultra derechista quiera revisarlo a fondo, por cierto en el mismo sentido que viene haciendo Casado pero con mayor crudeza posfranquista-, las fuerzas del cambio, Adelante Andalucía en concreto, pese a la ejemplar campaña realizada, no han podido movilizar a una parte de sus votantes entre las clases trabajadoras y aparecer como un polo de referencia frente al conjunto de las fuerzas del sistema porque no ha podido sacudirse el sanbenito que le llega del norte de Despeñaperros.

Efectivamente, Unidos Podemos a nivel estatal ha quedado reducido a una fuerza cada día más subalterna de las maniobras de Pedro Sánchez por mantenerse en el gobierno tras la moción de censura y en el caso de Podemos inciden cuatro fenómenos muy negativos que se han podido verificar en los meses anteriores: la paralizante dependencia del liderazgo de su secretario general que tiene, además, competencias ilimitadas en la práctica; la pérdida de pluralismo interno y ausencia de espacios de debate democrático; la imposición de reglamentos que atentan al principio de proporcionalidad en la representación tanto en los órganos internos como en la conformación de listas electorales; y la irresistible tentación de llegar a los gobiernos sin mayor orientación estratégica y programática, con lo que podríamos denominar un programa en mutación continua en función de la alianza con el PSOE en aras de cogobernar con el mismo.

Cuanto más se alejan las fuerzas del cambio del espíritu impugnador que las inspiró, hijo de la voluntad de miles de activistas del 15 M que querían ver plasmadas las demandas de las calles en los parlamentos y ayuntamientos, menos capacidad de cambio tienen. Cuanto más se homologan al resto de partidos y se suben al tanque del mainstream, menos espacio tienen, menos entusiasmo despiertan y menos apoyos generan. El problema real a resolver es que ni la moción de censura ni la alianza que la conformó, de momento, han dado frutos en el terreno de una mejora sustancial de las condiciones de vida de las gentes: mejora de la cantidad y calidad del empleo, aumento de la masa salarial, reactivación de los servicios públicos de calidad. Y ello determina los límites de la eficacia de los gestos y el discurso.

La pregunta siempre clave: ¿qué hacer?

El impulso de nuevas redes, sean moleculares y de base, sean con mayores grados de materialización y coordinación de las y los de abajo es el primer puntal que hay que poner en pie para hacer efectiva la lucha contra la pobreza, la desestructuración de la sociedad, la ideología del individualismo (mortal para las clases trabajadoras) y la precariedad laboral. Crear espacios de encuentro y cooperación es imprescindible para crear la textura de la resistencia social.

El impulso de la expresión autónoma de los movimientos sociales y el poner a su servicio cada uno de los hitos institucionales que se conquisten en el periodo electoral de 2019-2020 (si es que no se adelantan las elecciones generales), junto a la construcción de una alternativa municipalista participativa, democrática e impugnadora de la ciudad de los especuladores y favorable a la ciudad de las gentes, así como la promoción de un debate sobre la Unión Europea, su deriva neoliberal y xenófoba, deberían ocupar el grueso de los esfuerzos inmediatos de las fuerzas del cambio. Sin ello las fuerzas del cambio no serán catalizadoras reales del cambio.

El impulso desde el más absoluto respeto a su autonomía, ritmos y experiencias de un movimiento feminista capaz de hacer frente al neomachismo que reacciona agresivamente ante los avances de las mujeres y que tiene muy altas dosis de lgtbfobia, así como el trabajo por reforzar su capacidad para combatir todas las formas de discriminación salarial, social, cultural y política de las mujeres, son condiciones imprescindibles para asentar un pilar básico del bloque social contrahegemónico, el de la mitad de la población oprimida y discriminada: las mujeres.

El impulso de la reactivación de las herramientas sindicales para lograr derogar las reformas laborales, el fortalecimiento de la negociación colectiva, la disminución de la jornada laboral, la creación de puestos de trabajo y el reparto del trabajo existente, puede permitir la vuelta a la escena de la clase trabajadora con un papel político propio.

El impulso de la demanda democrática de un referéndum sobre la forma de Estado para acabar con uno de los pilares básicos de la transición diseñada por los franquistas e impuesta en la Constitución de 1978: la monarquía encarnada por la familia-empresa de los Borbones, supone dar pasos reales en el desmantelamiento del régimen, la ruptura democrática y la exigencia de proceso(s) constituyente(s).

La cuestión de Vox

Sin despreciar el peligro potencial que encierra Vox y cuyo primer efecto es que está marcando el paso a la derecha y llenando de forma desproporcionada la agenda mediática, conviene desarrollar análisis más detallados que los que de forma precipitada y desde el PSOE de forma simplona se han hecho de lo que representan Abascal y sus caballeros. El partido de Abascal ha catalizado el destape de sectores exfranquistas, la expresión del malestar de una parte de las clases medias tradicionales cuyas desgracias pueden atribuir no a sus causantes sino a los sectores más vulnerables de la sociedad, caso de la migración, el islamismo o las mujeres, así como la búsqueda abstracta de seguridad contra los factores que atentan contra su identidad nacional, caso de la cuestión catalana, o simplemente el hartazgo ante la falta de ejemplaridad de los políticos. Pero si no acertamos en cómo pararlos, si los convertimos en el único objetivo a batir, cosa que les refuerza, sí que pueden llegar a ser peligrosos si su actual autoritarismo ultraliberal acaba conectando, cosa que todavía no ha hecho, con sectores populares desesperados.

La primera cuestión a tener en cuenta es que Vox forma parte del sistema, no en vano es un desgajamiento de viejos militantes del PP (Abascal o Bardají son paradigmáticos), es hijo político del régimen de la reforma, de sus concesiones, de sus tareas democráticas y antifranquistas inconclusas, de la contradicción entre poder ser demócrata y no ser antifranquista porque no hubo ni ruptura democrática ni proceso constituyente propiamente dicho, al reducir todo el cambio al legal alumbrado en pactos secretos. La segunda cuestión a considerar es que el principal muro de contención del partido ultra no será el que permiten los juegos reglamentarios institucionales, sino que será la creación de una amplia alianza transversal y plural con capacidad de movilización de masas que abarque a las organizaciones feministas, sindicales, estudiantiles y de cuanta gente lucha por los derechos nacionales, las libertades y los avances sociales. La tercera es que las formas de lucha antifascista no son únicas ni homogéneas y todas ellas deben ser complementarias desde la aspiración común a reconstruir un tejido asociativo alternativo en nuestras ciudades, barrios y pueblos.

A modo de conclusión provisional

Parafraseando a Ulrich Beck, que afirmó que “cuando el orden mundial se desmorona, la gente empieza a pensar”, podemos concluir que la primera obligación que tenemos es precisamente pensar con nuestra cabeza, combatir la pereza intelectual, huir de las metáforas y los paralelismos históricos simplones, analizar en concreto desde una mirada holística y, lo que es más importante, trazar una hoja de ruta. Ensayar, equivocarnos, corregir y avanzar. Y tanto para pensar colectivamente como para actuar de forma cooperativa y conjunta, es necesario constituir esa nueva izquierda de la que habla Fraser.
Y, en definitiva, tanto frente a Vox como frente al conjunto de las fuerzas de la derecha y a los pilares del régimen de la reforma, la cuestión para la izquierda a construir es poner en primer lugar, frente a un neoliberalismo cada vez más autoritario la agenda social y democrática, factor precipitante de procesos de unidad real de las fuerzas preexistentes y cimiento fundamental del bloque contrahegemónico. Sólo en ese contexto la lucha electoral puede contribuir a un proyecto ilusionante, capaz de generar un nuevo horizonte destituyente, republicano y rupturista frente a la ola reaccionaria y a la subalternidad respecto al PSOE. Esa es la base de la (re)construcción de las fuerzas del cambio que necesitamos, las que demandaban tantas y tantos activistas del 15 M y que, con más motivos que entonces, nos toca recuperar y renovar.

Notas:
1/ En las salas españolas titulada Inflitrado en el KKKlan

2/ Fraser, N. (2017) “Saltar de la sartén para caer en las brasas. Neoliberalismo progresista frente a populismo reaccionario” en AA.VV. El gran retroceso. Un debate urgente. Un debate internacional sobre el reto urgente de reconducir el rumbo de la democracia. Seix Barral, Barcelona, 2017, pp. 107.

3/ Ariño, A. y Romero, J. (2016), La secesión de los ricos, Galaxia Gutemberg, Barcelona.

4/ Begoña María Tomé-Gil, La Cumbre del Clima de Katowice, un momento para la ambición y justicia climática, 10/12/2018 https://blogs.20minutos.es/la-energia-como-derecho/2018/12/10/la-cumbre-del-clima-de-katowice-un-momento-para-la-ambicion-y-justicia-climatica/

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