viernes, 26 de mayo de 2017

SOBRE VENEZUELA




La derecha venezolana exporta su violencia al Estado Español
26.05.2017

"La derecha venezolana es una cobra de dos cabezas que serpentea al ritmo de la flauta de Estados Unidos"
(Laila y Basem Tajeldine)


Nuestro país se ha convertido, desgraciadamente, en el estercolero de la derecha venezolana (en expresión de Marcos Roitman), dando argumentos al Presidente Nicolás Maduro en sus frecuentes ataques a nuestro indecente Gobierno. El PP y Ciudadanos, y un amplio sector del PSOE, se han empeñado en promover en nuestro territorio las bondades de la "oposición" venezolana, y en presentarla como víctima de la "dictadura chavista" de la Revolución Bolivariana. Es un proceso que no es nuevo, ya se viene dando de forma activa desde la colaboración de Aznar en el intento fallido de golpe de 2002, durante la etapa de Hugo Chávez. Los medios de comunicación dominantes nos presentan cada día la cara oscura y caótica de las calles venezolanas, mostrándonos un paisaje de cuasi guerra civil. No entran a detallar las verdaderas causas de dichas movilizaciones, ni a explicar los verdaderos motivos del desabastecimiento de productos básicos. Esconden la extrema violencia de los "opositores" al chavismo, y nos presentan, como siempre, una visión sesgada e interesada de la realidad venezolana. Su alianza con la extrema derecha norteamericana es evidente, así como con el resto de países donde el sistema neoliberal campa a sus anchas. Es ese mismo sistema el que quiere volver a sus fueros, derrotando todas las conquistas populares del chavismo, que lógicamente disminuyen los privilegios de los más ricos y poderosos.

Pero incluso todo ello ha llegado a expresarse en nuestras ciudades, en forma de una nueva escalada en las estrategias desestabilizadoras, donde también cortan el tráfico, agitan pancartas, persiguen a los diplomáticos, boicotean manifestaciones de los que defienden el gobierno venezolano, abortan actos públicos, amenazan de muerte a los que no se alinean con sus tesis, y promueven la violencia para derrocar al régimen chavista. Nuestro gobierno y muchos líderes políticos de la derecha, así como los ex Presidentes Aznar y González, han celebrado numerosos actos de acogida y expresión de ciertos personajes de la derecha venezolana, tales como el padre del golpista Leopoldo López, su mujer Lilian Tintori, o María Corina Machado, así como algunos líderes de la MUD. Como ejemplo de todo ello, el pasado jueves 11 de mayo se perpetró un ataque a la sede de la Embajada de Venezuela en nuestro país, donde se celebraba un acto informativo del Comité de Víctimas de la Guarimba y el Golpe Continuado. Dicho local como es lógico goza de inviolabilidad diplomática, pero sin embargo, las fuerzas de seguridad del Estado permanecieron pasivas ante el ataque de los violentos manifestantes (de hecho, se confirmó que la Delegación del Gobierno había dado órdenes de no intervenir).
A raíz de todo ello, más de 100 organizaciones sociales han denunciado en un Manifiesto que la oposición venezolana está exportando su violencia callejera al Estado Español, al sentirse perfectamente acogida por nuestras autoridades (con algunas excepciones, claro está, como por ejemplo la Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ejemplo de tolerancia en la inmensa mayoría de asuntos).

A todo este clima de acoso al legítimo Gobierno de Maduro se unen por supuesto los medios de comunicación dominantes, propiedad de los grandes grupos económicos y financieros, que no sólo hacen continuo eco de la tensión vivida en las calles de Venezuela, sino que además insisten en su manipuladora campaña de presentar al gobierno bolivariano como corrupto y autoritario, mientras difunden el papel de una oposición que únicamente desea para su país libertad y democracia. Nada más lejos de la realidad. Lo que se está viviendo en Venezuela es lo más álgido de un proceso de desestabilización conspirado a nivel internacional por las derechas de los países latinoamericanos (auspiciados por la OEA, de la cual Venezuela ha salido recientemente), y bajo el paraguas de la derecha imperialista norteamericana. Y nuestro país, por supuesto, bajo el Gobierno del PP y de sus aliados de la triple alianza, participa de forma entusiasta en la desestabilización del régimen, bajo indecentes proclamas que dicen interesarse "por un país amigo como Venezuela". La derecha no tiene amigos en ningún sitio, sólo obedece a intereses. Y cuando dichos intereses se ponen en juego, son capaces de desatar la violencia más extrema para revertir los procesos democráticos y populares que los amenacen. Como se indica en el manifiesto de referencia, estamos ante una actuación absolutamente coordinada con las campañas de injerencia del PP contra la República Bolivariana de Venezuela, junto con otros partidos políticos del arco parlamentario neoliberal, y la constante manipulación de los medios de comunicación.

Resulta muy significativo comprobar hasta qué punto Nicolás Maduro tenía razón cuando indicaba al eje "Madrid-Caracas-Miami-Washington" como el responsable de la desestabilización que sufre Venezuela, no como consecuencia de un Gobierno represor y antidemocrático, como la derecha mediática nos cuenta, sino como consecuencia de la constante ofensiva de las derechas políticas española, latinoamericana y estadounidense. Hoy más que nunca hemos de pedir solidaridad con la Revolución Bolivariana, y denunciar tanta falacia y tanta hipocresía, porque el interés de la derecha española por la cuestión venezolana no tiene nada que ver con la defensa de los Derechos Humanos, de la democracia y de la libertad, sino con la clara injerencia política y el intervencionismo, y con la intoxicación mediática permanente, bajo un proceso de apoyo a los sectores más violentos para el derrocamiento del Gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Y es que bajo una sarta de mentiras amplificadas con la inestimable colaboración de la prensa dominante, se vierten un conjunto de acusaciones sin fundamento, y se teje toda una construcción absolutamente falseada de la realidad. Se nos presenta a los manifestantes como inocentes disidentes políticos, injustamente encarcelados por un gobierno represor. Pero esto no es cierto. Lo que se esconde detrás de la "oposición" venezolana es toda una organización dedicada a alterar por la fuerza el orden constitucional vigente en su país, y a derrocar mediante la violencia a un gobierno elegido democráticamente. Para ello cuentan con la colaboración de mercenarios sufragados por Estados Unidos, y con el patrocinio de otros ex Presidentes latinoamericanos, que son los mismos que aparecen de vez en cuando firmando colectivamente documentos que hacen llamamientos al respeto a los derechos humanos en Venezuela. Toda una auténtica farsa puesta al servicio de las fuerzas de la ultraderecha más retrógrada.

¿Por qué todo esto en Venezuela? ¿Por qué este clima de terror callejero, de violencia continua y extrema? ¿Por qué el desabastecimiento de comercios, de alimentos y productos básicos? ¿Por qué tanto eco mediático, cuando otros puntos del planeta resultan más calientes para la destrucción de los derechos humanos? Está bien claro, pero ofrece varias vertientes: Venezuela está en el punto de mira porque desde la llegada al poder de Hugo Chávez representa un mensaje que postula democracia frente a dictadura de los mercados, que postula fraternidad contra racismo, que postula cooperación y solidaridad contra discriminación, que postula servicios públicos frente a privatización, que postula patriotismo frente a entreguismo, que postula paz frente a violencia golpista y terrorista, y que postula educación, salud y asistencia social para todos, y de forma gratuita, frente a recortes y "planes de ajuste estructurales". Y a su vez, Venezuela es un país rico en petróleo y recursos naturales, esencial para controlar la geopolítica de la región, pero que se niega a servir a los intereses de las grandes corporaciones y empresas transnacionales, representantes del gran capital, cuyos siervos son estos indignos políticos de tres al cuarto que dicen "luchar por los derechos humanos". Por último, Venezuela, sobre todo durante los mandatos de Chávez, ha conseguido sembrar esa semilla, la semilla del Socialismo del siglo XXI, por muchos sitios de América Latina, desmontando las organizaciones que servían a los intereses imperialistas norteamericanos, y avanzando en la auténtica integración regional de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Todo eso es lo que pretende ser destruido. No lo permitamos. ¡Hasta la Victoria Siempre!

Blog del autor:
http://rafaelsilva.over-blog.es

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RAJOY, ¡AGUANTA RAJOY! (VE TRANQUILO AL JUZGADO QUE AL MARHUENDA TE LO SUJETO YO. NO PUEDES MENTIR PORQUE TE LA BUSCAS - p´ami que te la vas a buscar ¡ojalá Dios!- EN LA DECLARACIÓN TIENES QUE ESTAR TRANQUILO, COMO SI NO FUERA LA COSA CONTIGO. TIENES QUE EMPEZAR DICIENDO: ¡QUÉ DISCOS NI QUÉ DISCOS! QUE ME SÉ YO DE DISCOS NI QUE SI LOS JODIERON A MARTILLAZOS NI QUÉ NIÑO MUERTO Y TAL. LUEGO TIENES QUE CONTINUAR: NO SÉ NADA, NO ME ACUERDO DE NADA, NO ME CONSTA NADA, ESO ERA COSA DE MI MARIDO. ESO FUNCIONA PUTA MADRE, RAJOY. CREEME. Y EN CASO DE APURO REMÍTETE DE MI PARTE A LA INFANTA, QUE LO MÁS SEGURO SERÁ QUE NO SE ACUERDE DE MI, PORQUE YA SABES QUE A ESTA MUJER DE TODO LO QUE SEA CONSTAR NO LE CONSTA NADA.



RAJOY, TESTIGO BAJO SOSPECHA

Eco Republicano
24.05.2017

 
 Rajoy, testigo bajo sospecha
Rajoy está citado por la Audiencia Nacional para que comparezca como testigo en una de las causas judiciales que se siguen en relación con la financiación irregular del partido que preside desde el año 2003, en total catorce años lleva Rajoy como máximo responsable del Partido Popular. Si se le cita como testigo es por que se supone que su declaración puede aportar luz a la investigación, a la instrucción de la causa. También se supone que como testigo debe decir la verdad, está obligado bajo pena de incurrir en perjurio si no lo hace. Lo malo para Rajoy es que si dice la verdad corre serio peligro de entrar en la Audiencia como testigo y salir como imputado.





Pensar, imaginar, que Mariano Rajoy no es conocedor de la procedencia del dinero que entra en su partido nos lleva automáticamente a pensar que, en el mejor de los casos, no quiso saberlo. El presidente ha pedido a los jueces que su declaración se postergue hasta finales del próximo mes de julio, las razones esgrimidas para justificar tal retraso son inaceptables, más aún que pretender que su comparecencia se efectué a través de una pantalla, sin acudir al Tribunal. Rajoy necesita tiempo para meditar lo que va a declarar en la Audiencia Nacional, necesita estar seguro de que nadie le va a dejar en evidencia, es decir que nadie pueda demostrar que esta mintiendo bajo juramento, que lo hará. Si esto llega a producirse sería el fin automático de Rajoy, no solo como presidente también como politico. Así las cosas, Rajoy necesita tiempo para consolidar adhesiones y asegurar silencios, un tiempo que los jueces le van a regalar, en lugar de hacerle comparecer de forma inmediata para evitar así esas maniobras orquestales en la oscuridad que a buen seguro ya están llevándose a cabo en Genova,13.

Vayámonos preparando para el "no me consta" o el "no me acuerdo" tantas veces repetido últimamente en los juzgados, pero ojo, Rajoy no declara como imputado/investigado, lo hace como testigo, no puede mentir, y decir que no le conste algo puede ser considerado como perjurio si finalmente se demuestra que si le constaba, que era conocedor de ello y además lo era y lo es desde la más alta posición jerárquica y ejecutiva dentro del partido.

Me resulta difícil de comprender como siendo Rajoy el máximo responsable del partido, y beneficiario de esa financiación más que cuestionada, no se le haya citado como investigado. No olvidemos que el dinero cuya procedencia se considera ilícita se utilizó para financiar campañas electorales en las que Rajoy era la estrella rutilante.

Espero que la comparecencia de Rajoy en la Audiencia Nacional se retransmita en directo por las televisiones, será todo un espectáculo, claro que tal y como están las cosas lo mismo las cámaras se tienen que quedar en la calle. A nadie le extrañaría.

Benito Sacaluga

Fuente: Bailando con ratas
 

15 M: NO LO INVENTÓ PARTICULARMENTE NADIE. PODEMOS NO PUEDE SER PARTICULARMENTE DE NADIE. PODEMOS ES LO QUE SEAN SUS CÍRCULOS, O TODO O NADA



Año 6 del 15M
Lucha por la democracia desde dentro y fuera de los gobiernos

Mundo Obrero
Rebelión
17.05.2017

El futuro del 15M que mutó en proyectos electorales pasa en buena medida por lo que suceda en las ciudades donde gobierna


¿Qué queda del 15M? Está fue una pregunta recurrente por parte de diferentes medios de comunicación en su primer y segundo aniversario. Su quinto aniversario en 2016 supuso un punto de inflexión en la atención mediática recibida. Los resultados electorales de las elecciones municipales habían llevado al gobierno de diferentes ciudades españolas a personas que de un modo u otro se podían relacionar con el periodo de movilización que emergió el 15 de mayo de 2011. Eso sirvió para establecer vínculos muy directos entre la movilización en las plazas y el acceso a la política institucional. Pero ni el 15M había desaparecido los años anteriores, ni todo el 15M buscaba ese paso a la política institucional. Ahora llega el sexto aniversario y convine seguir pensando sobre qué es el 15M hoy.

Democracia real, para no ser lo que no queremos ser. Las acampadas de 15M fueron ante todo un grito de indignación, de denuncia y reivindicación ética que consiguió extenderse hasta donde otras movilizaciones no habían llegado. ¿Suficiente? Seguramente siempre hace falta más, pero no se puede minusvalorar su dimensión. Eso explica muchos de sus efectos. Y ese grito compartía diferentes características. Una esencial: la reivindicación de una democracia real y la voluntad de hacerla efectiva. El lema de “Democracia real ya” hay que sumarlo al de “No somos mercancía en manos de banqueros y empresarios” y al de “No nos representan”. Somos personas que no queremos ser como aquellas que nos representan, o dicen hacerlo. No somos personas que queremos desarrollar nuestra actividad laboral como aquellas que se nos presentan como figuras destacadas de nuestra sociedad. Buscamos otra política, otra economía, otro mundo del trabajo, otro sector financiero… No podemos ser como aquellas personas que nos han conducido a esta situación. Esto no debería cambiar con el paso del tiempo y en este sexto aniversario sería necesario hacer balance de si se está consiguiendo avanzar en la construcción de esta democracia real, tanto desde las administraciones como desde la movilización.

La vieja nueva política. Parece que lo nuevo acaba vendiendo siempre. Se insistía en que el 15M era una movilización de gente nueva. Muchas de las personas implicadas en el 15M no eran nuevas, tenían trayectorias políticas más o menos largas que no se pueden obviar. Seguramente gracias a esas trayectorias el 15M fue posible. El 15M enlaza con las reivindicaciones de una democracia real y de calidad que se están dando desde el franquismo (por poner un punto de inicio) hasta hoy. Y es por eso que podemos encontrar en esta movilización personas que desde el antifranquismo buscaron construir una sociedad que respondiera a sus objetivos democráticos (y les defraudó la Transición) hasta jóvenes de hoy que consideran que en esta sociedad en la que vivimos lo llaman democracia y no lo es. El 15M no hubiera sido lo mismo sin estas personas que no ceden en su empeño desde hace décadas para construir una democracia que todavía no existe. Me parece que también podemos decir que el 15M no hubiera sido igual sin personas mucho más jóvenes que venían de otras movilizaciones, ni sin las personas de todas las edades que se politizaron durante esos meses. El 15M nos muestra, en parte, una vieja nueva política no atendida, que no había conseguido tener la ocasión de llegar a tanta gente como en ese momento. Una política, compartida por gente politizada recientemente o con trayectorias más largas, que se intenta fundamentar en el principio de que la vida en este planeta es el bien principal. En el año 6 del 15M y en el año 2 de la llegada a los ayuntamientos es bueno preguntarse si se sigue así. Es bueno preguntárselo en toda actividad política que se hace cada día, en las plazas o en las administraciones.

La centralidad. El 15M en 2011 tuvo más de movilización que de movimiento social. Fue una movilización en la que participaron personas y colectivos vinculados a diferentes movimientos y que tuvo algunas características excepcionales que han marcado lo que fue y lo que vino después. Tal vez una de sus características más importantes, a mi entender, es la capacidad para extender unas ideas que salieron de los márgenes para situarse en un espacio de mayor centralidad. Evidencias de eso las tenemos en los datos demoscópicos que mostraban el apoyo popular a las reivindicaciones de las acampadas o, posteriormente, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. En el año 6 del 15M esa capacidad de estar en el centro podemos ver que tiene efectos limitados y que puede desaparecer porque constantemente hay quien está trabajando por colocar otras ideas y otros proyectos en esa centralidad. La movilización que emergió con tanta vitalidad en aquel momento respondía a un malestar creciente por la crisis político-económica y la indignación ante las respuestas que se estaban dando desde la política institucional. Hoy continúa habiendo motivos para la indignación pero por diferentes razones la movilización se concentra en ámbitos más limitados. Es necesario pensar cómo ganar constantemente esa centralidad y no olvidar que cuando se ganó se hizo desde la movilización, siendo movilización. No hay olas que esperar a cabalgar como surfistas. Hay que crear las olas, hay que ser olas, mareas.

Las mutaciones del 15M. El 15M nació como una mutación y continúa mutando. El 15M nació como una evolución de luchas anteriores, aunque con características novedosas. Las mutaciones significan cambios importantes, pero también persisten elementos de continuidad. Con motivo del segundo aniversario del 15M había preguntas por parte de periodistas sobre la desaparición de las personas de las plazas. Difícilmente podemos imaginar una ocupación constante de las plazas. Lo que sí hemos visto desde 2011 ha sido la dinamización de otros espacios de reivindicación y construcción de alternativas. La PAH es un ejemplo con sus más de doscientos núcleos en toda España, ha sido uno de los espacios que ha dado continuidad a esa movilización con su trabajo cotidiano para garantizar aquello que consideran justo. No solo es pedir, es hacer. La PAH tiene una gran repercusión, pero podríamos pensar en otros proyectos de implantación exclusivamente local. En algunos casos (como el de la PAH) eran pre15M y el 15M los dinamiza o se crean posteriormente. En el año 6 del 15M lo que de ahí surgió está en lugares muy diferentes. Incluso partidos para los que el 15M no era algo en lo que fijarse o impulsar también han recibido sus influencias. Partidos no afines al 15M han decidido cambiar de alguna manera para adecuarse a algo de lo que allí se reivindicaba, otra cosa es que hay quien pensará que cambian para que nada cambie. A partir de 2015 entramos en una nueva fase cuando desde proyectos que se pueden vincular directamente a estas movilizaciones se llega a diferentes gobiernos municipales. A mi entender, las elecciones municipales de 2015 abren una nueva fase el 15M. El 15M entra en los espacios de gobierno y tendrá que plantearse cómo se hace eso de acuerdo con la naturaleza de la que nació. El 15M no nació para gobernar, ni siquiera para lo electoral. Los resultados de las elecciones municipales de 2011 y las posteriores autonómicas y generales así lo pueden demostrar. Pero hay que valorar lo que puede significar llegar a gobernar, y hacerlo en ciudades como Madrid y Barcelona. El futuro del 15M que mutó en proyectos electorales pasa en buena medida por lo que suceda en las ciudades donde gobierna. A los dos años de gobierno ya es necesario un análisis de su impacto en profundidad.

Dimensión internacional. El 15M nació entre lo local y lo global y así sigue. Nació en las calles y plazas de nuestras localidades pero pensando en el conjunto del país y teniendo presente lo que ocurría ese año en Islandia, Túnez, Egipto, Estados Unidos… 2011 fue un año de movilización global, con causas y resultados diferentes, pero con algunos elementos compartidos. La democracia, por ejemplo. Podemos compartir que Islandia, Túnez, Egipto, España o Estados Unidos son sociedades diferentes por diversos motivos. Pero en todas ellas había, hay, deseo de democracia. Más democracia, más profunda, más extensa, de más calidad… Hoy, 6 años después, poco ha cambiado. Son muchas las evidencias de que nos encontramos en una especie de cruce de caminos, nuestra encrucijada particular, donde hay que elegir entre opciones que buscan crear más y mejor democracia y las que buscan controlar los excesos de la democracia restringiéndola en el mejor de los casos para una ciudadanía limitada. Lo vemos en elecciones y movilizaciones que están teniendo lugar en diferentes países. El 15M surgió como una movilización de confrontación en una lucha hegemónica por la definición de la democracia. Está en juego quién define lo que es democrático. Es lo que ocurrió en el proceso de tránsito de la dictadura a una sociedad que se quería democrática y continúa pasando hoy en lo local y lo global. El 15M se enraizó en los barrios porque de ahí había nacido y por eso las candidaturas municipales se vieron como una evolución muy natural. Pero el 15M también nacía de movilizaciones como la altermundista que siempre tiene al planeta como objetivo, su sostenibilidad y la justicia global. El 15M en su sexto año intenta trabajar cada vez más lo global consciente de que en Europa está en juego nuestro futuro local y buscando alianzas en todas las partes del planeta posibles para construir desde lo local el otro mundo que continúa siendo posible, necesario e imprescindible.

Fuente:
http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=7047

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