lunes, 18 de mayo de 2015

LA MODA: "GANARÁS TU PAN CON EL SUDOR DEL DE ENFRENTE"



Empresas textiles y explotación infantil

Lo que esconde la moda


Rebelión
La voz debida
18.05.2015


A la pregunta de por qué razón Zara (Inditex) no traslada sus fábricas a España y deja de lucrarse con la explotación infantil en terceros países la réplica del directivo de Zara es:
“Los españoles son unos vagos que no quieren trabajar”.

Esta es la respuesta que recibió el activista pakistaní contra la esclavitud infantil, perseguido en su país y exiliado en Suecia, Ehsan Ullah Khan*.

No cuenta el directivo de Inditex que las prácticas generalizadas de ese “creador” de riqueza que es su caritativo jefe han reducido en un 90% la industria textil española.

Es cierto que los españoles pueden todavía permitirse ser “más vagos” que otros seres humanos sometidos a jornadas de trabajo agotadoras que se prolongan 16 horas al día seis días a la semana –en el mejor de los casos– a razón de entre 9 y 13 céntimos la hora.
Los datos que maneja Ehsan Ullah Khan sobre las prácticas de Zara y otras grandes empresas textiles son desalentadores:

“El 100% de la producción de Zara en Asia es trabajo infantil… Comprar un niño en Pakistán es muy barato y una vez que lo has hecho, puedes hacer con él lo que quieras… Por eso siempre digo que no compren en empresas como Zara, Mango, Ikea o H&M, porque con el dinero que les entregas, ellos compran 5 esclavos más… Este es un gran problema político, social, económico y militar pero a ninguno de ellos les interesa cambiar el sistema”.

A pesar de la gravedad que suponen estas prácticas siempre nos encontramos con defensores “humanitarios” de ellas. Liberales y defensores de la industria nos cuentan siempre que sino estos niños estarían peor, morirían de hambre, vivirían en la extrema pobreza. Por tanto, si acabamos con estas prácticas las consecuencias van a ser mucho más graves. Por sus cabezas regidas por el determinismo económico no pasan acciones y regulaciones para acabar con estas inmorales, deleznables e ilegales conductas. Los niños sufren agresiones, vejaciones y torturas obligados a trabajar jornadas interminables. Tampoco que este trabajo hace desear a muchos niños la muerte o el suicidio. Ciertas morales son muy laxas y el crudo utilitarismo sigue bien presente. Kailash Satyarthi, también, activista contra la explotación infantil y Premio Nobel de la Paz 2014, les invita a hacerse esta reflexión:

“¿Enviarías a tus niños, tus hijas, tus hermanos, a trabajar en una mina? ¿Por qué es diferente si son los niños de otro?”

En el mundo, alrededor de 168 millones de niños y niñas trabajan en granjas, campos, fábricas, calles, casas y campos de batalla. Enfrentados al hambre, la enfermedad, la extenuación y la pobreza.

De ellos 85 millones lo hacen en condiciones extremadamente peligrosas e insalubres.
Hay 5 millones y medio de niños condenados a sufrir esclavitud.

Los niños representan el 26% de todas las víctimas que sufren el trabajo forzoso.
Los niños también representan el 21% de los seres humanos explotados sexualmente: obligados a prostituirse.

Un millón de niños trabajan en las minas de oro, diamantes o coltán para proveer a nuestras industrias de minerales que se han vuelto indispensables para nuestro ocio y actos de ostentación.

Casi el 60% de los niños son empleados en la agricultura y el 32,3% se ven obligados a trabajar en la industria. En los servicios y el personal doméstico se emplea al 7% de los menores.

El trabajo infantil condena a los niños no sólo a carecer de libertad, sino también, a no tener infancia, a abandonar la escuela, a un deteriorado desarrollo físico y mental.
En la mayoría de los casos también priva a los niños de sus familias, que al no poder mantenerlos los venden o los dejan al cuidado de los patronos con el único fin de que los alimente.

Todavía hay datos para la esperanza: el trabajo infantil ha descendido en los últimos 15 años desde los 260 millones de niños donde se encontraba.

El absentismo escolar también ha descendido de 130 a 58 millones de niños.
Y la esclavitud infantil ha caído desde los 8 millones de niños que había hace una década.
Pero estas mejoras –que se pueden revertir en un corto espacio de tiempo– no han sido gracias a nuestros actos sino a activistas de esos países que se han jugado la vida, que han tenido que exiliarse, sufrir torturas, palizas y muchos de ellos han sido asesinados por los proveedores de la moda internacional.

Nota:
* Ehsan Ullah Khan fundador del Frente de Liberación del Trabajo Forzado y la Marcha Global para eliminar la esclavitud infantil.


*++

DEUDA PÚBLICA, QUÉ REPRESENTA Y QUÉ SIGNIFICA (NI UN VOTO DE LOS TRABAJADORES NI AL PP NI AL PSOE)



Los países en desarrollo destinan más dinero a sus acreedores que lo que reciben en préstamos

Las cifras de la deuda 2015

Rebelión
elsalmoncontracorriente.es
07.05.2015


La nueva publicación del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), Las cifras de la deuda 2015, ahora disponible en español, francés e inglés, constituye un documento de especial relevancia para cualquier persona que quiere investigar o simplemente tener a su alcance herramientas para combatir las desigualdades, consecuencias de un sistema capitalista devastador basado en el endeudamiento.

Tal y como establece el manifiesto político de la red internacional del CADTM, «tanto en el Norte como en el Sur del planeta, la deuda constituye un mecanismo de transferencia de riquezas creadas por los trabajadores y trabajadoras y los pequeños productores y productoras a favor de los capitalistas. El endeudamiento es utilizado por los prestamistas como un instrumento de dominación política y económica». [1] Ahí se pueden observar desigualdades enormes recordando el famoso lema “somos el 99%” del movimiento Occupy Wall Street, de la ’clase pueblo’ en contra de la clase capitalista, el poderoso 1% restante. Así, la publicación recopila muchísimos datos como el que nos dice que “En 2013, el 0,7 % de la población mundial acaparaba el 41 % de la riqueza mundial mientras que el 68,7 % de la población tenía une riqueza conjunta de apenas el 3 % del total mundial.” [2]

En la misma línea, aprendemos que “en el continente africano, el 0,01% de la población se reserva el 60% del PIB africano”. ¡Una desigualdad tan explosiva solo puede provenir de una explotación brutal! Como mencionan los autores, los planes de ajuste estructural y otros planes de austeridad ligados a préstamos, “constituyen una máquina de guerra que tiene por objetivo destruir todos los mecanismos de solidaridad colectiva y someter todas las esferas de la vida humana a la lógica mercantil.” Estos mecanismos de endeudamiento obedecen a intereses imperialistas y son utilizados para someter y vigilar a los gobiernos y sus pueblos.

Como en las ediciones anteriores [3], el CADTM persigue el doble objetivo de proponer, por una parte, un análisis crítico y riguroso y, por otra, una denuncia de los fines y resultados nefastos del “sistema deuda” en todos los países. La lectura del documento, enriquecido con numerosas tablas y gráficos, nos lleva a entender cómo los ricos acreedores acaparan las riquezas producidas en detrimento de la mayoría de la población, nos permite desmontar el discurso dominante y luchar para acabar con el lastre de la deuda. Pues, contrariamente al discurso mediático y las afirmaciones de los dirigentes europeos, el actual incremento de la deuda pública en Europa fue posterior al sobreendeudamiento privado: Ha sido primero una crisis de la deuda privada que luego se transformó en crisis de deuda pública vía la socialización de pérdidas.

Las cifras de la deuda 2015 describe una breve historia de la crisis de la deuda (aumento de la deuda pública desde finales de los años 1960 hasta la crisis de la deuda y cesación de pagos en 1982) y los dos factores principales que llevaron a los pueblos de los PED a la trampa de la deuda: aumento de intereses y bajada de precios de materias primas. Dos tendencias que todo indica que podrían volver a repetirse. Se subraya también el rol y nefasto impacto que tienen los organismos financieros multilaterales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial o el Club de París) y los grandes grupos financieros internacionales sobre el desarrollo de los países, comprometiendo la soberanía y la democracia. La regla ’un dólar, un voto’, que persiste tanto en el FMI como en el Banco mundial desde su creación, pone en evidencia la supremacía de la potencia de los EEUU en aquellas instituciones, otorgándole el mayor derecho de voto al país norteamericano, lo que impide cualquier cambio que contravenga a sus intereses. También, en otra sección, se apunta al fracaso de la iniciativa de PPME (Países Pobres Muy Endeudados) lanzada en 1996 por el Banco Mundial y el FMI que concierne a tan sólo un 11% de la población total de los Países en Desarrollo (PED) y que no consiguió aliviar los desembolsos de estos países hacia sus acreedores.

El informe también aborda diversos aspectos estructurales o coyunturales. Temas cruciales como la salida al escenario mundial de China como país acreedor, las crisis alimentaria y climática, los fondos buitre, el carácter regresivo de la fiscalidad y, como consecuencia, la falta de recaudación tributaria de los ingresos y rentas altas, las desigualdades salariales de género y otros factores que no hacen más que desembocar en una mala repartición de la riqueza, profundizando las desigualdades generadoras de endeudamiento, la extrema pobreza y el hambre para millones de personas.

Si nos centramos en los recursos destinados al reembolso de la deuda, observamos una hemorragia sangrante de capitales hacia los acreedores. A menudo, una parte importante de este reembolso cabe bajo la definición de deuda odiosa y, según el derecho internacional, no debería ser reembolsada por haber sido contraída en ausencia de consentimiento de la población, en ausencia de beneficio para ella y en conocimiento por parte de los acreedores. A pesar de que muchos países siguen reembolsando esas deudas odiosas (y piden nuevos préstamos para eso, o sea se endeudan para reembolsar antiguas deudas), la foto a nivel global nos enseña una barbaridad poco difundida en manuales escolares o en medios que se autoproclaman “de información”: Los denominados países en desarrollo (PED) destinan más dinero a sus acreedores ubicados en “países desarrollados” - o mejor dicho industrializados - que lo que reciben en préstamos o donaciones, y no la inversa como en principio cabría esperar. En concreto, entre 1985 y 2012, las Administraciones Públicas de los PED transfirieron a los países industrializados del norte, el equivalente a 2,5 veces el Plan Marshall para la reconstrucción de Europa después de la segunda guerra mundial. Se trata de una transferencia neta de recursos negativa, ya que el deudor ha transferido una cantidad de dinero mayor a sus acreedores que la recibida como nuevos créditos. Este concepto es clave a la hora de contestar ¿Quién debe a quién?

Así, durante el periodo 1985 – 2000, las administraciones públicas de los países de África del norte, de África subsahariana y de Oriente Medio reembolsaron 61.000 millones de dólares más de lo que habían recibido durante ese mismo periodo. Los montos totales de la deuda externa de estos países en su conjunto se multiplicaron por 73 entre 1970 y 2012 mientras pagaron 145 veces la cantidad inicial que se debía en 1970. Se trata de una hemorragia sangrante. El CADTM nos advierte que esas transferencias deberían resultar aún más negativas si tomamos en cuenta en el análisis lo que podríamos añadir como la fuga de capitales, el coste de la fuga de cerebros, un cálculo del saqueo de los recursos naturales, etc.

Por otra parte, aberraciones reveladas en este precioso documento, como el hecho de que, para el año 2012, los PED reembolsaron a los acreedores 182.000 millones de dólares, mucho más que los 133.000 millones de dólares que “recibieron” como Ayuda oficial al desarrollo (AOD), permite relativizar el discurso paternalista occidental. Así, por ejemplo, la ayuda para el desarrollo para Oriente Medio en 2012 fue a parar casi en su totalidad al pago del servicio de la deuda externa. En 2012, la repatriación de los beneficios de las empresas en África, el continente más empobrecido del planeta, representó el 5% de su PIB contra el 1% de la Ayuda pública al desarrollo. Además, cabe distinguir entre ayuda real y ayuda fantasma, sabiendo que una gran parte de dicha “ayuda” esta compuesta de alivio de deuda y, como simple ejercicio contable, nunca llega a los países empobrecidos, supuestos destinatarios.

Al respecto de los países de Europa, se menciona a los bancos rescatados con ayudas públicas, sus beneficios privados y el enorme aumento de sus activos que pone en riesgo la estabilidad de las economías europeas. En España vemos cómo la parte del gasto público dedicado al pago de los intereses de la deuda casi se duplicó, pasando de 3,9% en 2008 al 6,4% en 2012, mientras el presupuesto afectado a educación y sanidad disminuyó (entre 2009 y 2011) un 13% y un 11% respectivamente. En Grecia, para “honrar” el pago de la deuda, la masa salarial del sector público pasó de 24.500 millones de euros a 15.800 millones entre 2009 y 2013 con cerca de 277.000 empleos menos. La prohibición a los bancos centrales de actuar como prestamistas ante los Estados (artículo 21.1 del estatuto del BCE) no hace más que encarecer la financiación por parte de dichos Estados. Así lo menciona el estudio citando a Olivier Bonfond: “...si Bélgica hubiera podido tener prestamos al 1% del Banco Central, la deuda pública habría pasado del 135% del PIB en 1992 al 34% del PIB en 2012 (…) Bélgica habría ahorrado 248.000 millones de euros entre 1992 y 2012.”

En fin, la moratoria, la auditoría ciudadana de la deuda y la anulación de la parte definida como ilegítima son expuestas como respuestas posibles y necesarias a la crisis que padecemos. La auditoría ciudadana debe poner en evidencia las sumas dedicadas al pago de una deuda en muchos casos odiosa, ilegal, insostenible o ilegítima, en detrimento de los derechos y necesidades fundamentales de la población. Se pone el ejemplo del informe del Colectivo para una auditoría ciudadana de la deuda pública francesa (CAC) que llegó a la conclusión de que el 59% de la deuda francesa resulta ilegítima por provenir principalmente de regalos fiscales y de unos tipos de interés excesivos.

Estos procesos de auditorías pueden ayudar a los países endeudados a tomar una decisión unilateral y soberana, dado que tienen poco control sobre su deuda, ya que a menudo, ésta se expresa en otras monedas o está sujeta a la legislación de otros países (cuyas jurisdicciones son, con frecuencia, más favorables a los acreedores). El CADTM lo reivindica como una respuesta necesaria a la hora de retomar la soberanía perdida, permitiría a los pueblos decidir sobre la utilización de sus recursos provenientes de su trabajo y reconquistar un poder popular en el sentido verdaderamente democrático.

Pero el CADTM no quiere pararse aquí y plantea la lucha contra el “sistema deuda” en el marco de una resistencia por un mundo liberado de todas formas de opresión y explotación. “Atacar a los fundamentos del poder de las finanzas significa el desmantelamiento de esos mecanismos y, por lo tanto, la anulación de la deuda pública”, interpela François Chesnais (Tobin or not Tobin, L’Esprit Frappeur, Paris, 1998) en una cita, pues aquí, la lectura de este documento constituye un avance de comprensión y conciencia del problema que padecen los pueblos, siendo un primer paso hacia la acción.


Se puede descargar o leer el documento integro aquí: http://cadtm.org/Las-Cifras-de-la-Deuda-2015 

Fuente original: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Las-Cifras-de-la-deuda-2015

*++

CIENTIFÍCOS NAZIS EN EE.UU



OPERACIÓN PAPERCLIP: LOS CIENTÍFICOS NAZIS RECLUTADOS POR ESTADOS UNIDOS

Al término de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos llevó a trabajar a instituciones académicas y entidades militares estadounidenses a unos 1.600 científicos alemanes
Algunos de ellos habían tenido responsabilidad directa en las atrocidades del III Reich, incluso los hubo que fueron juzgados por crímenes de guerra y las autoridades estadounidenses procuraron su absolución

ELDIARIO.ES
16/05/2015 - 19:05h



 Algunos científicos alemanes que formaban parte de la Operación Paperclip

Se cumplen 70 años de la caída del III Reich –el 8 de mayo para los aliados occidentales, el 9 para los soviéticos, aunque la rendición general alemana se produjo el día 7– y, pese a que los historiadores han estudiado a fondo este periodo, es difícil evitar la tentación de las conspiraciones y los agujeros negros de información. La incomprensión que flota sobre las atrocidades cometidas por el régimen nazi contribuye a que así sea, pero también las operaciones secretas de los aliados.
Una que ha suscitado comentarios de todos los colores es el reclutamiento de científicos alemanes tras la guerra. La Unión Soviética y Estados Unidos fueron los países que más se beneficiaron del conocimiento de estos científicos, que habían trabajado en proyectos punteros de cohetes, armas químicas y biología avanzada, sosteniendo la producción de las bombas V2 con mano de obra esclava o llevando a cabo aberrantes experimentos médicos con humanos.
La diferencia entre la Unión Soviética y Estados Unidos, sin embargo, estriba en que la primera trató a los científicos como ciudadanos de segunda clase. Por lo general, obtuvo de ellos toda la información posible sobre sus trabajos bajo el régimen nazi y después los devolvió a Alemania. Mientras que los del otro lado del Atlántico recibieron responsabilidades y honores, sobre todo los implicados en los programas de cohetes. Este comentario lo hace Annie Jacobsen, quien tras una exhaustiva investigación publicó Operation Paperclip, un libro de 600 páginas donde narra en profundidad el reclutamiento por parte de Estados Unidos de científicos alemanes después de la guerra.
En el libro, que toma el título de la operación, se cuenta cómo los investigadores que fueron llevados a Estados Unidos disfrutaron de beneficios que no se correspondían con su papel en la guerra. Se expidieron visados, se suspendieron juicios y se evitó el cumplimiento de algunas sentencias. Los documentos relativos a su trabajo durante el conflicto fueron declarados secretos.
En total fueron 1.600 investigadores los que fueron recolocados en instituciones académicas y militares estadounidenses, amparados por una campaña de propaganda donde se los calificaba de “buenos científicos”. No todos lo eran.

Una bomba V2. Los aliados estaban muy interesados en los conocimientos que los alemanes habían adquirido en cohetes
Operación Alsos: los estertores de la guerra
A medida que los aliados avanzan en la conquista de Italia, y posteriormente en su progreso por Francia tras el Desembarco de Normandía, se encarga a un equipo de científicos estadounidenses buscar toda la información posible acerca del programa nuclear alemán. Es la Operación Alsos y forma parte del Proyecto Manhattan, que acabaría por desarrollar la bomba atómica.
La operación, liderada por el físico Samuel Goudsmit, tenía como objetico recopilar cualquier cosa que tuviera que ver con las armas ABC (atomic, biological and chemical). Descubrieron que el programa nuclear alemán no estaba tan avanzado como en Estados Unidos, aunque las armas biológicas y químicas sí habían progresado mucho. Donde más se había profundizado era en el desarrollo de cohetes. Las instrucciones iniciales de Goudsmit eran hacerse con cohetes y documentación para después llevarla a Estados Unidos, hasta que en un determinado momento alguien se dio cuenta de que era mucho más importante conseguir a los científicos. El problema era que se desconocía el nombre de muchos de ellos.
De científicos nazis a héroes nacionales en EEUU
Originalmente llamada Operación Overcast, la captura de científicos alemanes empezó a tomar forma con el descubrimiento de la Lista Osenberg, encontrada en unos baños de la Universidad de Bonn. Esta había sido elaborada a principios de 1943 por las autoridades alemanas y contenía los nombres de científicos, ingenieros y otros técnicos que luchaban en el frente. Alemania ya flaqueaba y se creyó que estos hombres serían de mayor utilidad en un laboratorio que con un fusil.

La lista llegó a las manos en Estados Unidos, concretamente las del mayor Robert Staver,  y se elaboró un nuevo listado con las personas de mayor interés. La búsqueda ya estaba organizada. El primer nombre era el de Wernher von Braun, miembro del partido nazi y de las SS, era el responsable del diseño de las bombas-cohete V2.
Durante el conflicto von Braun visitó varias veces la planta de la compañía Mittlewerk, donde mano de obra esclava trabajaba en unas condiciones deplorables para construir las V2. Posteriormente el científico diseñaría los cohetes que lanzaron el primer satélite de Estados Unidos al espacio y catapultaron al hombre a la Luna con el Programa Apolo. Por sus méritos estuvo a punto de ser condecorado con la Medalla Presidencial de la Libertad, hasta que alguien se opuso por su pasado nazi.
Si el pecado de von Braun fue mirar hacia otro lado, otros los cometieron mayores. Cuando la Operación Paperclip dio comienzo, algunos de los científicos eran recluidos en el Castillo de Kransberg (cerca de Frankfurt), donde eran entrevistados exhaustivamente. Entre ellos estaban nombres como los de Arthur Rudolph o Walter Dornberger, a quien se condenó por usar condiciones esclavistas para producir los V2, como responsable del programa de cohetes. Tras dos años de cárcel en Reino Unido salió para desarrollar misiles teledirigidos al otro lado del Atlántico.
Rudolph tuvo un contacto más directo si cabe con la mano de obra esclava. Trabajó en las instalaciones subterráneas de Nordhausen, donde Mittlewerk había trasladado la producción de V2. Durante las extenuantes jornadas de montaje de los cohetes se calcula que murieron 20.000 personas. Rudolph acabó trabajando en el programa espacial de la NASA, aunque sería de los pocos que fueran investigados tardíamente. En 1983 el Departamento de Justicia de Estados Unidos le dio la opción de volver a Alemania o ser juzgado por crímenes de guerra. Escogió la primera.

Aparte de los cohetes, a Estados Unidos le interesaban otros ámbitos. Uno de los casos más flagrantes es el del doctor Otto Ambros, de quien decían era el químico favorito de Hitler. Tomó parte en la invención del gas sarín (la ‘a’ es por su apellido) y también inventó la goma sintética, un material que Alemania necesitaba desesperadamente para su esfuerzo bélico al reducirse el suministro de goma natural. Para producir este compuesto a Ambros se le puso a cargo de una fábrica de esclavos en Auschwitz. Por este papel fue condenado en los Juicios de Núremberg por asesinato masivo y esclavismo, aunque sería liberado posteriormente. Haría carrera en el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Algunos de estos científicos ocupan su propia parcela de honor en el país que los acogió. El jefe de desarrollos técnicos de la Luftwaffe Siegfried Knemeyer, a quien Hermann Göring tomó como consejero personal, acabó trabajando para la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Cuando se retiró fue condecorado con la Department of Defense Distinguished Civilian Service Award. Más méritos se le atribuyeron al oficial de las SS Kurt Debus, que dirigió el JFK Space Center de la NASA y que aún hoy tiene un premio con su nombre.
La polémica que sembró Paperclip
A la vez que empezaba la Operación Paperclip se había encargado al oficial estadounidense Leopold Alexander, judío austriaco y de profesión médico, que entrevistara a científicos nazis para encontrar a los que fueran responsables de crímenes de guerra y llevarlos a los futuros juicios en Núremberg. Algunos de ellos se escaparon delante de sus narices por la intercesión de la Operación Paperclip, como Theodor Benzinger, cuyo nombre figuraba en la lista de los que iban a ser juzgados, pero tres semanas antes de que comenzara el proceso se le tachó de la lista y se propició su traslado a Estados Unidos.
Benzinger dirigió la Estación Experimental de la Fuerza Aérea en la Alemania de Hitler. Su obituario, de 1999, en The New York Times alababa sus logros como científico, al servicio de la Marina estadounidense, y su invención del termómetro de oído. Pero no decía que formaba parte de un grupo de doctores que trabajaba estrechamente con Himmler y cuando este mostraba vídeos de los experimentos médicos nazis, Benzinger hacía las introducciones, según recoge Annie Jacobsen.
A pesar de ser una operación secreta, The New York Times, la revista Newsweek y otros medios publicaron información sobre Paperclip ya en diciembre de 1946. Entre los científicos estadounidenses, no todos estaban dispuestos a trabajar con sus los nuevos reclutas alemanes. Personalidades influyentes de la sociedad estadounidense, como Albert Einstein o Eleanor Roosevelt, se opusieron públicamente al programa.

Imágenes: Wikipedia IIIII IV

*++