sábado, 8 de octubre de 2022

La situación más peligrosa que ha enfrentado la humanidad

 



La situación más peligrosa que ha enfrentado la humanidad

 

 Por Vijay Prashad

KAOSENLARED

Por Otros medios

8 de octubre de 2022 

Desde 1947, el Reloj del fin del mundo ha medido la probabilidad de una catástrofe de origen humano, concretamente para advertir al mundo de la posibilidad de un holocausto nuclear. El Bulletin of the Atomic Scientists [Boletín de Científicos Atómicos], que gestiona este reloj, fijó originalmente el dispositivo a siete minutos de la medianoche, siendo la medianoche, esencialmente, el fin del mundo. Lo más lejos que ha estado el reloj de la medianoche fue en 1991, cuando se puso a 17 minutos de la medianoche. Lo más cerca que ha estado es ahora. Desde 2020, el reloj se encuentra a las “puertas del fin”, a 100 segundos de la medianoche. El motivo de este alarmante ajuste fue la retirada unilateral de Estados Unidos del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio en 2019. Se trata de la “situación más peligrosa a la que se ha enfrentado la humanidad”, dijo la ex presidenta de Irlanda y ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson.

Para contribuir al diálogo sobre esta peligrosa situación, el Instituto Tricontinental de Investigación Social ha lanzado una nueva serie de textos llamada “Estudios sobre Dilemas Contemporáneos”. Estos dilemas incluyen las cuestiones apremiantes de la catástrofe climática y medioambiental, el despilfarro del gasto militar y los peligros de la guerra, y la profundización de una sensación de desesperación e individualismo. Las soluciones a estos dilemas no están más allá de nuestra capacidad de resolución; nuestro planeta contiene los recursos necesarios para abordarlos. No nos faltan ideas ni recursos; el problema es que nos falta poder político. Algunos elementos de las políticas necesarias en el mundo han permanecido congelados en la Carta de las Naciones Unidas durante décadas, ignorados por quienes acaparan el poder, los privilegios y la propiedad. Nuestros Estudios sobre Dilemas Contemporáneos pretenden estimular los debates en torno a las grandes cuestiones de nuestro tiempo con la esperanza de que impulsen las fuerzas sociales para evitar el inminente día del fin del mundo.

El primer estudio de esta serie, realizado en colaboración con Monthly Review y No Cold War, se titula Estados Unidos está librando una nueva guerra fría: una perspectiva socialista. Los ensayos de este texto ofrecen un análisis minucioso de la política de Estados Unidos, que pretende mantener su control sobre el sistema internacional, incluso mediante su búsqueda de la primacía nuclear y su disposición a lanzar incluso una “guerra nuclear limitada” para conseguir sus fines. Un simulacro de guerra nuclear realizado por la Universidad de Princeton en 2020 demostró que si cualquier potencia nuclear realiza un solo ataque táctico, podría provocar la muerte inmediata de 91,5 millones de personas: “las muertes por la lluvia radiactiva y otros efectos a largo plazo aumentarían considerablemente esta estimación”, escribió el equipo de investigación.

En nuestro estudio, John Bellamy Foster, editor de Monthly Review, señala: “Al igual que las potencias niegan en gran medida todas las implicaciones destructivas del cambio climático que amenaza la existencia misma de la humanidad, también niegan todos los efectos planetarios de la guerra nuclear, que, según las investigaciones científicas sobre el invierno nuclear, aniquilaría efectivamente a la población de todos los continentes”. Por lo tanto, nuestros llamamientos a la paz deben ser tan poderosos como nuestros llamamientos a salvar el planeta de la catástrofe climática.

Tras los ataques nucleares de Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945, el Consejo Mundial de la Paz emitió el Llamamiento de Estocolmo:

Exigimos la ilegalización de las armas atómicas como instrumentos de intimidación y asesinato en masa de los pueblos. Exigimos un estricto control internacional para hacer cumplir esta medida.

Creemos que cualquier gobierno que utilice primero las armas atómicas contra cualquier otro país estará cometiendo un crimen contra la humanidad y deberá ser tratado como un criminal de guerra.

Convocamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad del mundo para que firmen este llamamiento.

En dos semanas, 1,5 millones de personas habían firmado el llamamiento.

En 1947, las y los hibakusha (sobrevivientes del ataque nuclear) y el entonces alcalde de Hiroshima, Shinzo Hamai, iniciaron el Día de Hiroshima, que desde entonces se ha convertido en una ceremonia anual el 6 de agosto. La campana de la paz del Museo y Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima suena a las 8:15 de la mañana, el momento exacto en que estalló la bomba, y grullas y linternas de papel flotan en el agua cerca de la Cúpula Genbaku, el único edificio que quedó en pie tras la carnicería. La importancia y la vitalidad del Día de Hiroshima se han marchitado. Es imperativo revivir dicho día como parte del proceso de rescate de la vida colectiva.

Nuestro segundo estudio de esta serie comenzó a tomar forma un mes después del comienzo de la guerra en Ucrania, cuando el Instituto Tricontinental de Investigación Social inició una conversación con Jeremy Corbyn, miembro del Parlamento del Reino Unido y ex líder del Partido Laborista del Reino Unido, y su equipo del Proyecto Paz y Justicia. Consideramos que había una necesidad urgente de estimular el movimiento por la paz con un debate sobre las diversas catástrofes que habían empezado a extenderse desde Ucrania, incluida una inflación galopante y fuera de control. Invitamos a una serie de escritores y escritoras, desde Brasil hasta el Reino Unido, desde Sudáfrica hasta la India, a reflexionar sobre la crisis inmediata a través del concepto vital de no alineación, que nació en las luchas anticoloniales del siglo XX y se institucionalizó en el Movimiento de los No Alineados (1961). Estos ensayos —producidos en colaboración con Morning StarGlobetrotter y el Proyecto de Paz y Justicia— se han publicado ahora como Apuntando hacia un horizonte de paz y no alineación, Estudios sobre Dilemas Contemporáneos no. 2.

En su contribución al estudio, Corbyn reflexiona sobre la idea de paz para nuestro tiempo:

Hay quien dice que hablar de paz en tiempos de guerra es un signo de debilidad; pero es lo contrario. Es la valentía de los manifestantes por la paz en todo el mundo la que impidió que algunos gobiernos se involucraran en Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen o cualquiera de las docenas de otros conflictos en curso.

La paz no es sólo la ausencia de guerra; es la seguridad real. La seguridad de saber que podrás comer, que tus hijas e hijos tendrán educación y cuidados y que un servicio de salud estará ahí cuando lo necesites. Hoy, para millones de personas, esto no es una realidad. Las consecuencias de la guerra en Ucrania se lo arrebatarán a otros millones.

Mientras tanto, muchos países están aumentando el gasto en armamento e invirtiendo recursos en armas cada vez más peligrosas. Estados Unidos acaba de aprobar el mayor presupuesto de defensa de su historia. Todos los recursos que se destinan a armamento son recursos que no se utilizan para salud, educación, vivienda o protección del medio ambiente.

Este es un momento peligroso y arriesgado. Contemplar el horror y prepararse para más conflictos en el futuro no garantizará que se aborde la crisis climática, la crisis de la pobreza o el suministro de alimentos. De todas y todos nosotros depende construir y apoyar movimientos que puedan trazar otro rumbo hacia la paz, la seguridad y la justicia para todos y todas.

Una declaración tan clara a favor de un mundo de paz es el antídoto que necesitamos para hacer frente a lo que Mary Robinson ha advertido que es la «situación más peligrosa que ha enfrentado la humanidad».

Al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 19 Estados miembros del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas se reunieron para discutir sobre la necesidad de reforzar el multilateralismo para “forjar soluciones colectivas, inclusivas y eficaces a los retos y amenazas comunes del siglo XXI”. Colectivo y común: estas deben ser nuestras palabras clave. Menos división, más colectividad; menos construir para la guerra y más construir para la paz.

El lenguaje del Grupo de Amigos está en la línea del Movimiento de los No Alineados y de la Conferencia Africano-Asiática, celebrada en Bandung, Indonesia, en 1955. Mientras las y los líderes de los nuevos Estados poscoloniales se reunían en Bandung para hablar de no alineación y paz, el poeta socialista malayo Usman Awang (1929-2001) escribió Bunga Popi [Amapolas], un poema sobre la perversidad de la guerra:

De la sangre, del pus que se pudre en el suelo,
de esqueletos que han perdido la vida,
arrebatada por las armas,
el resultado de los maníacos de la guerra que matan el amor,
las flores rojas florecen bellamente,
pidiendo ser adoradas.

Instituto Tricontinental de Investigación Social

*  Imagen: Mundo aprieta planeta, de Clker-Free-Vector-Images. Pixabay License. Gratis para usos comerciales. No es necesario reconocimiento

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El fascismo en Italia: ¿y aquí? [España]

 

El fascismo y el nazismo. Dos lacras de un tiempo que parecía pertenecer al pasado más execrable de la historia contemporánea y que se abre paso entre las ranuras del tiempo para volver con caras nuevas pero no menos siniestras. El que avisa no es traidor.


El fascismo en Italia: ¿y aquí?


Alfons Cervera

El Viejo Topo

8 octubre, 2022 

 

Ya están aquí. Bueno, aquí al lado. En esa bota de tacón alto que es Italia en el mapa de Europa. Se veía venir. Casi nadie lo dudaba. En Hungría. En Polonia. En Suecia. En Francia. En EEUU. Y en más sitios. Las hordas de Atila, la película que vi cuando era un crío en el cine de Gestalgar que ahora ya no existe. Los sitios desaparecen y es como si nunca hubieran existido. Quién se acuerda de ellos. Nadie se acuerda de nada. No sé cuánta gente se acordaba en Italia de que hace cien años tuvo lugar la Marcha sobre Roma al mando de Benito Mussolini. El fascismo. El brazo extendido, como lo extendía a medias, en un ridículo gesto demediado, Hitler ante sus miles de nazis concentrados para organizar la derrota de lo humano. El fascismo y el nazismo. Dos lacras de un tiempo que parecía pertenecer al pasado más execrable de la historia contemporánea. Al Duce lo colgaron cabeza abajo después de freírlo a tiros y el Führer se suicidó en su búnker a prueba de todo peligro menos el de la cobardía, la humillación por la derrota y la vergüenza. Todo eso sucedió en la primavera de 1945. Han pasado setenta y siete años desde entonces. El pasado nunca desaparece del todo. Llega hasta ahora mismo. El verso de Antonio Machado: “Hoy es siempre todavía”. Ayer, hoy y tal vez mañana se juntan en una especie de siniestro juego de espejos en los que se reflejan las huellas del horror. Y nosotros en ellos. También nosotros.

No sé si se producirá el efecto mariposa. Un aleteo se convierte en un tsunami que arrasa lo que encuentra a su paso. Estamos construyendo democracias débiles, cínicas, que acogen con los brazos abiertos a quienes quieren destruirlas. Desde dentro de las instituciones. Desde fuera, con sus violencias callejeras y sus gradas futbolísticas que ostentan símbolos nazis sin que los clubs pongan coto a sus desmanes. Al contrario: apoyan sus gritos, les regalan entradas, se callan cuando el racismo descarga su odio sobre el césped como si el odio lo hubieran firmado en los mismos despachos sus consejos de administración.

Poco a poco se han ido legitimando los fascismos. Los neofascismos o postfascismos, como se los llama ahora, como si hubiera mucha diferencia entre los fascismos de ahora y los de antes. Pensábamos que aquí estábamos fuera de peligro. Mirábamos a Vox y no levantaban un gato del rabo. El PP guardaba las esencias del franquismo: nunca fue un partido antifascista. Y no se puede ser demócrata si no se es antifascista. Lo sabíamos. Pero cada vez más la crisis económica se convertía en crisis moral. Nunca hubo una ruptura con los valores de la dictadura. Nunca inventamos valores que fueran propios de una democracia. La derecha y la extrema derecha eran lo mismo. O se parecían demasiado. Ahora ha triunfado la extrema derecha en Italia y muchos medios de comunicación españoles la llaman derecha a secas. Así blanquean a Núñez Feijóo y preparan el triunfo del PP en las elecciones del año que viene. Así disimulan la auténtica complicidad y cercanía política, económica, cultural e ideológica entre el PP y la extrema derecha. Así se va diluyendo Vox en sus verdaderos orígenes. La vuelta al redil. La derecha ya no necesita a Vox, eso piensan. O lo necesita menos: tiene a Díaz Ayuso y a quienes dentro de su partido marcan el camino a su nuevo jefe. En todo caso, no nos calentemos la cabeza: se juntarán sin problemas si eso les permite gobernar. Ya lo han hecho en Castilla y León. Y lo harán donde haga falta. Son lo mismo. Tampoco los socialistas necesitan enemigos teniendo a gente como García Page en Castilla-La Mancha y en Aragón a Javier Lambán. Podría ficharlos Feijóo y nadie notaría el cambio. La perversión de la política. O la política de la perversión. Juego de palabras que significan lo mismo. Menuda pareja.

Las democracias han de ser fuertes. Las izquierdas, cuando gobiernan, han de hacer políticas que apoyen a quienes menos tienen, que planten cara a quienes lo tienen todo, que no se entreguen como corderitos obedientes a los consejos de administración de las grandes empresas que dirigen nuestras vidas. O nuestras muertes. Lo que pasa es que en este capitalismo cada vez más cerril y exclusivista, quienes gobiernan no son quienes son elegidos democráticamente en las urnas, sino quienes no se presentan a las elecciones. Así, lo que vamos construyendo son democracias frágiles que blanquean los fascismos, que les abren sus puertas para que puedan destruirlas desde dentro. El malestar social desemboca en los triunfos de la extrema derecha. Quienes menos tienen la votan. Piensan que quienes no han trabajado en su vida van a salvar la vida de quienes llevan toda la vida trabajando. La vida es una maldita paradoja demasiadas veces. Me pregunto: ¿sólo la derecha y la extrema derecha piensan lo que piensan sobre las migraciones pobres, sobre los movimientos LGTBI, sobre el patriotismo de pacotilla que defiende que ser español es lo mejor del mundo, sobre las autonomías, sobre la Iglesia, sobre si es mejor dejar en paz las fosas comunes republicanas para no reabrir las viejas heridas…? Pregunten, pregunten ustedes y verán las respuestas a esas preguntas de quienes no votan a la derecha y la extrema derecha en nuestro país. Igual se sorprenden con las respuestas. La cultura que aquí seguimos mamando es demasiadas veces la del franquismo. No hemos roto con esa cultura. No hemos construido una verdadera cultura de la democracia. Y así nos va.

La bota de tacón alto que es Italia ha vuelto a la fascista Marcha sobre Roma de hace 100 años. La triunfadora Giorgia Meloni desenterrará el cadáver de Mussolini y lo expondrá en la plaza pública para gozo y disfrute de una democracia que de eso sólo tiene el nombre. No sé si el tsunami fascista –o neofascista– llegará a España. O si ya ha llegado. Tiempo tenemos para enmendarlo, ¿no? Tiempo tenemos. O eso me gustaría.

Fuente: Infolibre.

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Annie Ernaux, escribir la vida

 



Annie Ernaux, escribir la vida


Iñaki Urdanibia

KAOSENLARED

6 de octubre de 2022  

 

Deja claramente expuesta su concepción de la escritura, de la suya, quien acaba de ser galardonada con el premio Nobel de Literatura 2022: «Escribir la vida. No mi vida, ni su vida, ni incluso una vida. La vida, con sus contenidos que son los mismos para todos pero que se experimentan de manera individual: el cuerpo, la educación, la pertenencia y la condición sexuales, la trayectoria social, la existencia de los demás, la enfermedad, el duelo. No he buscado escribirme, a construir obra de mi vida: me he servido de ella, de los acontecimientos, generalmente ordinarios, que la han atravesado, de situaciones y sentimientos, generalmente ordinarios, que me han sido dado conocer, como de una materia a explorar para aprehender y poner al día alguna cosa del orden de una vida sensible».

Más de una vez ha declarado la escritora la importancia que supuso en su obra, la lectura del El Segundo sexo de Simone de Beauvoir; en lo que hace a la condición femenina, no hay porque dudarlo, mas en lo que hace a la escritura de la vida la distancia es abismal: si la compañera de Jean-Paul Sartre hablaba de su propia experiencia desde su Memorias de un joven formal, ocupando el papel narrador, su yo, en el caso de la autora de Los años, aun empleando el yo y narrando sus vivencias, podría decirse que es un yo que acoge a muchos yoes, que se empapa de la vida de su tiempo vivido, y el de sus contemporáneas…así su vida queda encuadrada en cierto nivel sociológico, no oculta su admiración hacia la sociología de Pierre Bourdieu, en la medida en que expone su trayectoria desde la humilde tienda de sus padres en la que, en cierta manera, comenzó su educación, su conocimiento del ambiente que le rodeaba, experiencia que le sirvió para tomar conciencia de la precariedad de algunas vidas, lo que le ha hecho escribir de sí misma al tiempo que de las demás, ya que su yo no es un punto fijo, sino que está atravesado, conformado podría decirse, por otras voces, de sus padres, de la sociedad que le habitan. Si decía el apóstol que su nombre era legión, mutatis mutandis, me atrevo a afirmar, usando el calzador, que algo de ello se da en la voz de Annie Ernaux.

Si hubo algunas obras literarias y sociológicas que tomaron el pulso de los tiempos en que surgieron, con espacio para las marcas, las cosas y las mitologías, del consumo y del simbolismo que van asociados a ellas, que las rodeaban (ahí están algunas obras de Georges Perec, de Roland Barthes, de Jean Baudrillard…), la recién galardonada ocupa un papel de termómetro de su tiempo y de las sociedad que le ha tocado vivir, en el devenir de su propio ser, desde sus inicios en el comercio mentado a su dedicación al oficio de escribir, pasando por sus amoríos, por los problemas relacionados con la suspensión de algún embarazo no deseado y por los problemas relacionados con sus orígenes de clase al llegar al medio estudiantil, con sus netas diferencias de maneras de vestir, y la conciencia de los diversos orígenes que originan diversos habitus que decía el otro.

No quisiera repetirme, en algo de ello caeré ya que son artículo escritos en diferentes momentos y puede haber préstamos, pues he retratado a la escritora y algunas de sus obras en ocasiones anteriores, por lo que me limitaré a facilitar algunos enlaces que conducen a tales escritos:

+ El paso de » los años» de Annie Ernaux, y de… – Kaos en la red

+ ANNIE ERNAUX Y SU MADRE | LA ESCUELA DE GUAJARA

+ Annie Ernaux y su madre – Kaos en la red

LA BREVEDAD PLENA DE ANNIE ERNAUX | Cartel de las Artes y las Letras

Por Iñaki Urdanibia para Kaosenlared

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