domingo, 2 de noviembre de 2014

PODEMOS NO ES EL HOMBRE DEL SACO QUE SE LLEVA A LOS NIÑOS MALOS

Sin duda a Podemos le faltan muchas cosas, al igual que al PP y PSOE (aparatos, no militantes y simpatizantes) le sobran todas aquellas que nos han conducido a la presente situación, y que son incapaces de sacarnos de la misma, porque aunque aún queriéndolo, el sistema no tiene solución, y esta no se puede encontrar dentro del mismo.

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¿HAY ALGUNA RAZÓN PARA NO VOTAR A PODEMOS?




Cinco expertos en diferentes ámbitos alertan del riesgo que corre España si las instituciones siguen bloqueadas, con un Gobierno incapaz de reaccionar


Por Manel Manchón
Economíagigital
02/11/2014 

Nunca pasa nada hasta que pasa. España ha llegado a una situación insostenible, y el Gobierno del PP ya no puede apaciguarla con una supuesta recuperación de la economía. Esa mejora, además, tiene grandes obstáculos: el crecimiento se ha producido, pero no es suficiente para conseguir dos elementos cruciales como es sacar del paro a millones de personas, y que los puestos de trabajo que se generen sean de gran calidad y bien pagados. 


El problema es institucional, los casos de corrupción no dejan de multiplicarse, y la percepción de los ciudadanos es que, además, la crisis no ha afectado a las personas con mayor riqueza. Al revés. Éstas han aumentado sus privilegios.



El catedrático de Economía Aplicada, y ex rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa; el catedrático de Filosofía política y social, de la Universidad de Zaragoza, Daniel Innenarity; el catedrático de Ciencia Política de la Universitat Autònoma de Barcelona, (UAB), Joan Botella; el inspector de Hacienda, autor del libro ¿Hacienda somos todos?, Francisco de la Torre; y el veterano periodista y analista político, Miguel Angel Aguilar, han analizado con Economía Digital el dilema en el que se encuentra España. 



Vía institucional



Uno de los nexos en común es que los ciudadanos, estén más o menos cerca de las tesis de izquierda de Podemos, no encuentran ya ningún motivo para no votarlos. Es decir, Podemos se ha convertido en una válvula de escape, dentro de las instituciones, --y ese es el gran elemento positivo que se destaca--, para gobernar, o bien para provocar tal reacción en los dos grandes partidos supuestamente de Estado, PP y PSOE, que consiga un cambio real en el conjunto del país.



Este lunes el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) mostrará sus últimos sondeos, y Podemos podría aparecer ya como la primera fuerza política en intención directa de voto.



Más allá, sin embargo, de la formación que lidera Pablo Iglesias, los expertos destripan la situación.



Sin sindicatos, y sin oposición, llega Podemos



Berzosa, un activista de izquierdas, que apoyó a Izquierda Unida en las elecciones generales de 2011, muestra su asombro por un descenso en las movilizaciones sociales. “Lo expreso con mis alumnos, y es que yo aparezco más indignado que ellos, pero lo que veo es que se organizan, y que el ascenso de Podemos en las encuestas, curiosamente, va en paralelo a un descenso de esas movilizaciones, por ahora”, asegura. 



Con ello, Carlos Berzosa expresa la sensación de que la sociedad espera las elecciones, la vía institucional y no la revuelta en la calle, para “echar” a los actuales gobernantes. Ello también ha coincidido con “el nulo papel que tienen ya los sindicatos, desacreditados, y sin ninguna fuerza”. El principal partido de la oposición, el PSOE, tampoco es ya un referente para Berzosa. “Todo ha quedado viejo de golpe, a los socialistas no les veo capaces, y partidos como UPyD han resultado que ahora son ya el pasado, junto con IU”. 



¿Cómo en 1982?



El problema para este catedrático de Economía es que Podemos no ofrece, por ahora, el elenco de cuadros y dirigentes que tenía el PSOE en 1982, cuando accedió al Gobierno. Pero rechaza la idea de que se acerque un populismo peligroso. Berzosa discrepa de otros intelectuales como Santos Juliá, o Antonio Elorza que sospechan de las intenciones de la formación que lidera Pablo Iglesias.



El problema de fondo es que se “vendió” un milagro económico en la etapa de José María Aznar, que para Berzosa es clave, que no fue tal, y se generó una cultura económica que ha posibilitado el derroche y los casos de corrupción. “No hubo ningún milagro, España avanzó, porque había un ciclo económico en el que avanzaban todas las economías occidentales y globalizadas”, asegura. “Muchos decíamos que Rato no tenía ni idea de muchas cosas, y ahora lo estamos comprobando, porque no era alguien en quien se pudiera confiar”.



Poco castigo al delito económico



Francisco de la Torre, inspector de Hacienda, entra de lleno en su terreno. Para él, “lo que estalla es una disfunción en una economía de mercado, con una corrupción institucional, y con un ascensor social que deja de funcionar”. Y lo que se genera es “un problema, en un estado de derecho, de aplicación de las leyes, porque no se puede consentir que los políticos, abiertamente, se hayan dedicado a forrarse”. 



Para De la Torre, los ciudadanos lo que no quieren es votar “ni al PSOE ni al PP”, y con Podemos se ha visualizado “la forma de echarlos”. Pero, ¿ha funcionado o no ese estado de derecho?



El autor de ¿Hacienda somos todos?, se limita a ofrecer algunos datos. “De la población reclusa en España, unos 64.000, sólo 615 lo son por delitos económicos”. Los huecos legales, y las estrategias dilatorias han logrado que, por ejemplo, Fèlix Millet en Cataluña, pese a confesar ser el saqueador del Palau de la Música, siga en su casa. 



Impunidad ante los corruptos



De esos 615 presos por delitos económicos, 87 lo son por blanqueo de capitales; 300 por apropiación indebida, y sólo 150 por delitos contra la Hacienda pública. Es decir, la sensación de impunidad de muchos “corruptos” es lo que ha llevado al hartazgo a la sociedad española.



“Lo que ha ocurrido con Rodrigo Rato y Miguel Blesa en Caja Madrid es sintomático, porque evidencia que los controles estaban desactivados, y, aunque el robo ha significado 17 millones de euros, --pocos comparados con el rescate de Bankia, por 25.000 millones-- ha provocado un enorme enojo ciudadano”, añade De la Torre.



El factor positivo: más transparencia



Daniel Innenarity, un pensador como quedan pocos, de un enorme prestigio, muy influyente en los círculos políticos vascos, cercano al PNV, siempre proclive a buscar los espacios comunes, defiende los elementos positivos que comienzan a surgir. “Creo que nos estamos juzgando muy duramente como sociedad, y eso siempre es necesario, pero no vemos el aprendizaje que estamos haciendo, porque las cosas cambiarán”, asegura.



“Las instituciones han comenzado a virar, se sienten observadas, y ya no hay vuelta atrás, porque se ha generado una cultura política que exige más transparencia, que reclama más y mejores mecanismos, y que ha posibilitado esa opción de izquierdas, como es Podemos, dejando atrás a opciones como UPyD o Izquierda Unida, que hasta hace nada aparecían como grandes alternativas”. 



Pequeño consenso a dos



Eso quiere decir, según Innenarity, que “se ha acabado el bipartidismo, y que cuando se hable del gran consenso a dos, se deberá ser consciente de que será un pequeño acuerdo a dos y que esa situación se va a quedar durante largo tiempo”. 



El problema, sin embargo, es que Podemos deberá también asumir “la democracia pluralista”, y “dejar de lado esas expresiones que hablan de asalto”. En ese aprendizaje estará también, a su juicio, la formación de Pablo Iglesias. Innenarity también se refiere a la decisión de Podemos de no presentarse en las elecciones municipales o de hacerlo sólo en las ciudades donde tenga opciones. “Creo que entran en algunas contradicciones que deberán ir superando, porque las elecciones locales son las más próximas al ciudadano y en las que más sentido tendría su oferta política”, afirma.



Por un país que funcione



Miguel Angel Aguilar, analista político durante décadas, entra de lleno en las posibilidades de Podemos, “porque las dos fuerzas políticas le están regalando el poder”. La idea de Aguilar es que la formación de Pablo Iglesias presenta similitudes al PSOE de 1982. Y que si ahora no tiene cuadros con experiencia, o expertos en diferentes materias, “los tendrá cuando se vean las expectativas de alcanzar el poder”. 



El debate ya no está centrado ahora en España tanto entre diferentes propuestas ideológicas como en “la decencia”, como apunta Joan Botella. Y Aguilar coincide con él. “El debate es la decencia, efectivamente, y el hecho de que se puede poner a funcionar el país”, asegura. El periodista recuerda que el PSOE incidió en esa cuestión, con un proyecto concreto “por un país que funcione”, y que en eso está Podemos.



La contención de Podemos



A juicio de Aguilar, Mariano Rajoy ha perdido el sentido de la realidad, “No se percibe, desde el Gobierno, el grado de desafección que existe, que es enorme, no se da cuenta de que la sociedad española no tolera más desmanes, aunque el PP tenga la tentación de que, de nuevo, todo pasará, y de que la sociedad ya está casi anestesiada ante tanto caso de corrupción, como el que ha afectado a Francisco Granados, el que fuera la mano derecha de Esparanza Aguirre en Madrid”. 



Por ello, ante esa inminencia de poder alcanzar el poder, Aguilar ya percibe elementos en común con el PSOE previo a 1982 de Felipe González. “Podemos está haciendo un ejercicio de contención, frente a la pretensión del PP de recurrir al miedo a lo desconocido. Podemos no habla de izquierdas o derechas, sino de la gente que viene de abajo, y no critica que un 17% de los que muestran su apoyo pueda llegar del PP, al revés, lo ve como un elemento positivo. Eso siempre sucede cuando se percibe el vértigo ante la posibilidad real de gobernar”. 







Joan Botella remacha todas esas reflexiones con los datos demoscópicos, y asegura que, en gran medida, la llave del futuro político de España la tiene el PSOE. “Los socialistas se expresarán en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015, y deberán optar, para poder formar gobiernos, entre ese partido de orden que siempre ha sido, o el partido de bases populares, que también es”. A su juicio eso se ejemplifica, en estos momentos, entre Susana Díaz, la presidenta de Andalucía, y el secretario general del partido, Pedro Sánchez. 



Si opta por el modelo de Díaz, el PSOE podría ayudar al PP y formar una coalición de gobierno tras las elecciones generales. Esa posibilidad estaría más cercana, según Botella, si quedara en tercera posición, cosa bastante posible según las encuestas. El PP, y muchas fuerzas del ámbito económico, defenderían ese acuerdo, a juicio de Botella. Los propios socialistas se verían tentados hacia ese esquema.



Sin noticias de los dos grandes partidos



Botella, sin embargo, defiende dos ideas que son el denominador común de los expertos consultados por Economía Digital. La primera es que Podemos llega “como la fuerza que defiende una opción marcada por la decencia”, y la segunda “es que defiende, sin ninguna ambigüedad, el camino de las instituciones, lo que deja sin viabilidad una revuelta social caótica”. 



Para Botella, la derecha más recalcitrante de España “debería agradecer ese aspecto positivo de Podemos, en lugar de gritar en contra, lo que no hace otra cosa que darles más apoyos”. 



Las encuestas irán indicando en las próximas semanas la tendencia en España, pero, en cualquier caso, por ahora, no se encuentran argumentos para no votar a Podemos, a falta de que el PP y el PSOE reaccionen, “con acciones en positivo, anticipándose a los acontecimientos”, como apunta Aguilar.

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PODEMOS: PASO PARA LA HEGEMONÍA POLÍTICA


El programa “vacuo” de Podemos



01.11.2014

La crítica a Podemos desde la izquierda no es que sea fácil, es que es entendida, comprendida y asumida por los dirigentes de Podemos, y en muchos casos compartida. Pero ellos han entendido que desde la cosmovisión de la izquierda tradicional era imposible conseguir cambiar la actual situación, que como mucho se podía aspirar a lograr un 15% de los votos. Es cierto que la mayoría de los dirigentes de Podemos son personas de izquierda, cuando no marxistas y comunistas, pero que han decido establecer como estrategia el formar una organización que cómo bien dijo Iñigo Errejón en Londres, “Podemos no es una coalición de grupos de izquierdas, y si me apuráis, tampoco es un partido de izquierdas”1 y que en palabras de Pablo Iglesias "el programa de Podemos lo habría firmado cualquier socialdemócrata" 2
Es decir, gran parte de los dirigentes de Podemos, estan asumiendo un programa mínimo – que entra en contradicción con su pensamiento-, no para ganar las elecciones, sino para lograr una hegemonía – cambiar el sentido común- que ha de desembocar en un proceso constituyente. Pues todo aquello que no fuese esto implicaría que Podemos es la nueva superchería política.
Claramente Podemos merece un respeto y una confianza gracias a quienes son sus dirigentes, es decir, yo si me creo que si Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias, Luis Alegre Zahonero, Carlos Fernandez liria alcanzasen el gobierno, harían lo mismo que hizo Hugo Chavez al ganar sus primeras elecciones, crear una asamblea constituyente, pero en ausencia de estos nombres, estaríamos ante el nuevo engaño de la socialdemocracia.
Bajo esta premisa – la única posible para la existencia de Podemos- el programa de Podemos es vacuo, pues nada mas vencer, el gobierno de Podemos pondría en marcha un proceso constituyente, que sería lo opuesto al que trajo la constitución de 1978, es decir, en lugar de construir una constitución en los salones, se haría en las calles, y si la labor de los militantes de Podemos – y de IU y Pce- durante este proceso será importante, mas aun lo serán las medidas que el gobierno de Podemos ha de poner en marcha para hacer que esa constitución sea real.
Y es este contexto el que tanto parte de los detractores ( por parte de la izquierda) como los simpatizantes de Podemos rechazan. Para ambos el programa actual de Podemos es el programa que Podemos pondría en marcha en cuanto gobernasen –pensamiento de los detractores- , incluso es el programa que haría real la nueva constitución –pensamiento de los simpatizantes.
Yo me sigo ratificando en que la única estrategia –coherente- de Podemos es ganar las elecciones, influir en lo posible –al igual que IU y Pce- en la asamblea constituyente, ganar de nuevo las elecciones postconstitucional y tras ello realizar un programa acorde para hacer real esa constitución construida por todos, programa que en ningún caso podría ser socialdemocrata, salvo en un caso. Y este caso ya ha sido señalado en numerosas ocasiones por parte de los dirigentes de Podemos: el actual capitalismo no permite ni siquiera un programa socialdemocrata. Es decir, en la actual situación no es necesario el realizar proclamas revolucionarias puesto que el solo intento de realizar medidas reformista socialdemócratas clásicas convertiría la situación en revolucionaria . En definitiva, actualmente para querer cambiar un poco es necesario cambiar todo, puesto que cualquier país que pretenda ser democrático y que la soberanía resida en el pueblo solo lo alcanza si deja de lado el modo de producción capitalista.
Notas:


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UNIÓN EUROPEA, MÁS ALLÁ DE LA MANIPULACIÓN IDEOLÓGICA


UNA UNIÓN EUROPEA SIN ARGUMENTOS DEMOCRÁTICOS. UNA UNIÓN QUEBRADIZA

Éric Toussaint y Antonio Sanabría
Sociología crítica
2014/11/02



La actual crisis ha puesto en evidencia las graves carencias y contradicciones de la Unión Europea (UE). Es por ello que a nuestro parecer sus causas hay que buscarlas más allá de la coyuntura económica a partir de 2007, sino en su propia configuración como proyecto neoliberal. Las grietas abiertas en la UE no son solo el resultado ante los estragos de una crisis, sino también consecuencia de las respuestas para enfrentarla. Una respuesta que, como veremos, resulta carente de argumentos democráticos que la legitimen.

Punto de partida. El fracaso de un modelo neoliberal

Sin ánimo de idealizar el período precedente, la creación de la Unión Europea (UE) supone un punto de inflexión en el proceso de construcción europea. La firma del Tratado de Maastricht en 1992 implicaba una institucionalización del neoliberalismo en Europa. Pero en realidad podemos fijar una fecha alternativa, el 1 de julio de 1990, cuando se firma la libre circulación de capitales como significativo primer paso hacia ese modelo de Europa neoliberal.

La viabilidad de la UE implicaba la capacidad de hacer converger en un mismo espacio a economías con importantes asimetrías en sus especializaciones y capacidades productivas, en niveles de renta, protección social… Esto no supone en sí mismo un problema, pero exige articular una serie de mecanismos y políticas comunes en materia de inversiones, equiparación de necesidades sociales básicas, etc. Todo ello coordinado en unas instituciones comunitarias democráticas. Sin embargo, al anteponer la liberalización financiera, se coloca el carro por delante de los bueyes, siendo los mercados quienes pasan a ser considerados en sí mismos como instituciones a cuyo criterio los Estados han de supeditarse disciplinariamente. Resulta significativo al respecto que el símbolo de la nueva ciudadanía europea quedase reducido a una moneda.

El punto de partida de la UE es pues el de unas importantes asimetrías entre sus Estados miembros y los esperados automatismos de mercado su principal elemento vertebrador. Además, las instituciones europeas se conforman en un complejo aparato burocrático sin control democrático y un Parlamento Europeo muy limitado en sus funciones.

En consecuencia, si bien la crisis se evidencia en la UE a partir de 2008 procedente del crac financiero en Estados Unidos, sus determinantes se remontan más atrás en el tiempo. Coincidimos así con otros autores, cuando señalan que la crisis iniciada en el verano de 2007 al otro lado del Atlántico constituye más un punto de llegada que de partida. La crisis no surge en la UE pero pone en evidencia sus graves fallas estructurales. De igual modo, aunque nos centremos aquí en el caso europeo, éste ha de encuadrarse en un contexto más amplio de crisis internacional, que obedece a múltiples causas pero que evidencia el fracaso del régimen neoliberal imperante a escala global.

Tras una fugaz primera respuesta vía gasto público, el discurso oficial cambió, sobre todo a partir de la crisis griega en 2010, para responsabilizar a la deuda pública como factor causante de la recesión. Se obvia con ello que el endeudamiento precrisis se concentraba mayormente en el sector privado, sobre todo empresas y bancos. También en Grecia. La liberalización de la cuenta de capital y los desequilibrios financieros, tanto en la eurozona como a escala global, propiciaron un modelo de crecimiento impulsado por el crédito privado canalizado por la banca, sobre todo en Europa, donde los bancos tienen un mayor protagonismo sobre el conjunto del sector financiero. El rescate bancario no comenzó en la periferia, sino en el núcleo de la eurozona y Reino Unido, dada su elevada exposición en EE.UU.

Los problemas para la banca periférica vinieron por otro lado. No tenían una elevada exposición en los mercados estadounidenses, pero dependían sobremanera de la financiación externa para ofrecer sus préstamos. La caída de Lehman Brothers en 2008 cortó los mercados internacionales de crédito y dejó a estos bancos sin acceso a financiación mayorista. En esta situación carecían de capacidad para prestar y como la demanda interna se mantenía vía crédito, al caer éste la demanda sencillamente se desplomó. El problema en la periferia revertía en los bancos de las principales economías de la UE porque una parte de su actividad financiera se hallaba precisamente en prestar a esos bancos de la periferia que buscaban financiación externa.

El problema de gobernabilidad en la UE se complicó especialmente en la eurozona. Sin duda por las múltiples carencias de su unificación monetaria pero sobre todo, y vinculado a ello, el hecho de que acreedores y deudores compartan una misma área. La lentitud en la toma de decisiones en las autoridades europeas, ya sea la Comisión en Bruselas o el BCE en Fráncfort tiene a nuestro juicio mucho que ver con este hecho. También la naturaleza de la respuesta en forma de medidas de “austeridad”. El tiempo no es una variable neutral. La falta de decisiones y el bloqueo liderado por Alemania permitían que esos bancos, especialmente germanos y franceses, se deshiciesen de activos de las economías periféricas en dificultades.

De igual modo, las políticas de recortes son para rescatar a los pretendidos rescatadores. En este sentido, la dinámica del proceso recuerda a la de América Latina. Dos son al menos los factores comunes a destacar: uno, el problema de impago se niega durante años mientras los bancos prestamistas reparan sus balances; y dos, la aplicación de severos programas de ajuste exigidos por los acreedores precisamente para maximizar la recuperación de sus empréstitos.

Resulta especialmente elocuente la actitud del BCE. A menudo las críticas se centran en su prohibición de financiar directamente a los Estados miembros. Al respecto coincidimos con la necesidad de un banco central que actúe también como prestamista de último recurso para los gobiernos y no solo para los bancos. Pero cabe advertir que esta misma restricción la tienen los principales bancos centrales del mundo, incluida la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón, entre otros. El elemento distintivo y llamativo del BCE está en su actitud con las compras de deuda soberana en los mercados secundarios. Nada se lo impide y forma parte normal de las operaciones de mercado abierto en cualquier banco central como mecanismo para regular la liquidez en los mercados financieros. Pero la posición de algunos países, de nuevo encabezados por Alemania, consideró que esto era un rescate encubierto a Estados. Ante la agudización de los problemas en dos economías periféricas de gran tamaño, como son España e Italia, a partir de 2011 las compras se hicieron inevitables ante el riesgo de que su acceso a los mercados financieros se hiciera inasumible, como ya pasara con Grecia, Portugal e Irlanda.
Pero la novedad era que, para realizar esas compras, el BCE imponía medidas de condicionalidad exigiendo compromisos en materia de recortes y reformas estructurales. Obviamente la verdadera preocupación del gobierno alemán o el de otras economías del núcleo no estaba en los límites jurídicos del BCE, sino que su intervención permitiría relajarse a los deudores en las medidas exigidas por los acreedores para maximizar la devolución de sus deudas. Sin embargo, con esa condicionalidad el BCE se extralimitaba claramente de sus funciones. Nada en sus estatutos le permitía tal chantaje a los gobiernos. Ello plantea el hecho de que el sobrendeudamiento causado por su inacción hasta entonces pueda ser considerado como ilegal y dicha deuda haya de ser entonces anulada.

Las grietas sociales, laborales y sociales del ajuste

«Es duro pero no hay más remedio». Es el mantra recurrente a la hora de justificar los ajustes. Sin embargo, hace ya muchos años que incluso desde la economía más ortodoxa quedó evidenciada la falacia de la austeridad. Es decir, los efectos perniciosos de estas políticas se conocen desde hace mucho tiempo, y su pretendida justificación “técnica” es solo ideológica y afín a determinados intereses de clase.

Básicamente, ante una situación de sobrendeudamiento de los agentes privados (bancos, empresas y hogares) la demanda se hunde porque priorizan el pago de deuda. En esa situación una política de recortes del gasto público solo agrava la situación y ahí el Estado es el único capaz de aumentar su gasto para remontar la demanda y revertir la situación. Por supuesto no cualquier gasto público tiene el mismo efecto. Por ello entendemos que esa política fiscal expansiva ha de tener la creación de empleo como objetivo prioritario y aprovecharse para una verdadera transformación del tejido productivo y energético con criterios ecológicos, equidad y de equilibrio territorial.

La creación de empleo estable y con equidad de género es una urgencia en la UE. En apenas cinco años, entre 2008 y 2013, el número de personas desempleadas en la UE-28 ha aumentado en más de 9,5 millones de personas hasta superar los 26 millones de parados.

Aproximadamente una de cada tres personas que han perdido empleo en estos años procede de España. O una de cada dos si consideramos solo la eurozona. En el caso del paro juvenil España y Grecia tienen tasa superiores al 50%.

En cuanto a la eurozona, la mitad del desempleo era en 2013 de larga duración, es decir, de uno o más años. Un porcentaje similar al de España, pero que en el caso de Portugal supera el 56%, en Irlanda el 60% y 67,5% en Grecia. Esta larga duración del paro aumenta evidentemente los riesgos de pobreza y exclusión social. Al respecto, la UE-28 contaba en 2012 con cerca de 124,5 millones de personas (24,8% de la población) en tal situación, casi 6,5 millones de personas más que apenas dos años antes, en 2010. En el caso de la eurozona el número de personas en riesgo de pobreza y exclusión superaba en 2013 los 77 millones (23,4% de la población).

Y si conseguir un empleo se complica, trabajar tampoco garantiza escapar de la pobreza. En Grecia el 15,1% de las personas con empleo sigue siendo pobre. Los otros dos países de la eurozona con mayor porcentaje de trabajadores pobres son España e Italia con 12,3% y 11% de empleados respectivamente.

El aumento del desempleo, la precariedad laboral y la devaluación salarial elevan los niveles de desigualdad. Según datos de Eurostat España es ya la economía más desigual de la UE en términos de la proporción de ingresos del 20% más rico con respecto al 20% más pobre. Así, en 2012, el quintil de renta superior tenía unos ingresos de 7,2 veces los del quintil inferior.

En todo caso, tanto en España como en el conjunto de la UE la desigualdad ya seguía una dinámica creciente antes de la crisis, siendo precisamente la deuda privada la encargada de mantener animada la demanda, mientras los salarios reales se estancaban y caía su participación sobre la renta total en la mayor parte de economías europeas.

Austeridad o Derechos Humanos

Las políticas de ajuste exigidas por los acreedores encuentran un elevado grado de comprensión en las élites locales de los países de la periferia quienes, de hecho, no pocas veces, han superado en dureza las recomendaciones comunitarias. No es para menos, pues las políticas de devaluación salarial les han permitido atacar la negociación colectiva debilitando así la capacidad de los trabajadores en la fijación de sus salarios y facilitando a las empresas los despidos. Por otra parte, las privatizaciones de empresas públicas, o de su gestión, la liberalización de nuevos sectores, etc. ofrecen importantes posibilidades de negocio a grandes empresas locales y extranjeras. El objetivo pues no ha sido solo el cobro de la deuda, sino un auténtico saqueo en muchos casos a costa de quienes menos tuvieron que ver con la crisis y que ahora más padecen sus consecuencias.

A su vez, los programas de austeridad, especialmente los impuestos por la llamada Troika (Comisión Europea, BCE y Fondo Monetario Internacional) suponen una vulneración de los derechos humanos fundamentales. Partamos de una idea sencilla: en cualquier Estado de derecho la legislación ampara al acreedor a la hora de recuperar sus deudas. Pero de igual modo existen límites. Así, por ejemplo, sería contrario a derecho que el acreedor pudiera exigir a su prestatario que vendiese un órgano de su cuerpo o que le sirviese durante un tiempo en régimen de esclavitud para saldar cuentas. Hay una serie de derechos fundamentales que amparan a la persona y a los que no puede renunciar. Esto mismo pasa con respecto a las políticas de austeridad. La exigencia para garantizar el pago de una deuda no puede nunca estar por encima de las necesidades básicas que un Estado tiene obligación de atender. Desde este punto de vista, por cierto, la reforma de la Constitución española en 2011 resulta un auténtico escándalo.

Diversos informes, como el publicado por el Consejo de Europa han evidenciado las graves vulneraciones de los derechos humanos ante el desproporcionado impacto ante los grupos sociales más vulnerables y marginados. Otro elaborado por el Comisario de la Cámara de Trabajo de Viena, muestra igualmente la vulneración de derechos en los Memorándums de Entendimiento firmados en los rescates de la troika. Asimismo, Oxfam ha puesto en evidencia los nocivos efectos de las políticas de austeridad en términos de pobreza y desigualdad.

La UE sufre los estragos de una severa crisis bancaria por sobrendeudamiento privado, propiciada por un modelo neoliberal que ella misma institucionalizó. Un sobrendeudamiento privado que se trasvasa ahora al sector público mediante rescates a los bancos y como efecto de unos insuficientes ingresos fiscales, más los efectos desastrosos de la austeridad. Pero después de gastarse entre 2008 y 2012 un total de 591,9 miles de millones de euros solo en recapitalizaciones directas a sus bancos (un 4,6% del PIB de la UE-28), se afirma que lo insostenible es el Estado de bienestar. Mientras, el sector financiero y sobre todo la banca que gestó la crisis se mantienen intactos.

Existen alternativas pero las soluciones no vendrán solas y tampoco con ninguna elite. La verdadera y novedosa esperanza surge, como siempre, desde abajo; de la organización democrática desde diversos movimientos sociales que defienden que otra Europa es posible. Que apuestan por alternativas democráticas al ajuste neoliberal, como las plataformas que trabajan por la realización de auditorías ciudadanas de la deuda, en las que se determine la parte ilegítima, ilegal, insostenible y/u odiosa de ésta para su anulación. Ninguna crisis de deuda se ha superado sin aplicar importantes quitas. El debate real no es pues el impago, sino determinar quién lo asume. Por eso, lo interesante de estas plataformas es que plantean un proceso de desendeudamiento democrático, guiado por los deudores, desde abajo para que por fin paguen los de arriba.

Antonio Sanabria es economista investigador en el CADTM Bélgica.

Éric Toussaint es Doctor en Ciencias Políticas por las Universidades de Lieja y París VIII y portavoz del CADTM Internacional.

Texto aparecido originariamente en el nº 28 del Boletín Ecosocial de la FUHEM (septiembre-noviembre) de 2014 y el blog del Coletivo Novecento disponible en este enlace.

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23 VERDADES INCÓMODAS SOBRE EL ESTADO ISLÁMICO

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Nazanin Armanian
Sociología Crítica 27.10.2014


5 – ¿Cómo es posible que las armas más mortíferas y avanzadas del mundo, en manos de EEUU y sus socios, no puedan ni hacer un rasguño a unos miles de individuos armados con palos y dagas? Desde el pasado 20 de septiembre, EEUU ha lanzado 150 bombardeos contra zonas controladas por el EI. En 1991, hubo hasta 110.000 ataques aéreos durante 42 días, que lanzaron unas 90.000 toneladas de explosivos sobre Irak, que mataron a unas 300.000 personas, provocaron la huida de seis millones de personas de sus hogares y dejaron al país sin piedra sobre piedra. Si hoy dicen que esta guerra durará años, es por el mismo objetivo por el que no se deshicieron de Saddam entre 1991 y 2003: le necesitaban como el peligroso coco que amenaza al Occidente para militarizar toda la región. Por aquel entonces nadie preguntó si el dictador iraquí tenía aquellas malditas armas de destrucción masiva, ¿por qué no las utilizó en 1991 para defenderse?

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